UNIDAD 9 Fisiologia Animal

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

UNIDAD 9 (Houssay y clase)

RESPUESTA INMUNE INNATA O INESPECÍFICA

INMUNIDAD Es la capacidad de resistir a casi todos los tipos de microorganismos y toxinas que tienden a dañar tejidos y
órganos. Los mecanismos de la inmunidad en mamíferos se agrupan en dos categorías:

*Respuesta inmune innata o inespecífica

*Respuesta inmune adaptativa o específica

La defensa innata ante las infecciones tiene como principio el reconocimiento de lo ajeno o extraño, de forma
inespecífica; es decir, actúa igual ante cualquier agente agresor y no varía la intensidad de su respuesta aunque se repita
la agresión más de una vez. No requiere de la exposición previa al patógeno y carece de memoria inmunológica. Actúa
contra las infecciones en su fase inicial. Es capaz de distinguir estructuras comunes a grupos de microorganismos, o
moléculas producidas por las células dañadas del hospedero. Los macrófagos son células que reaccionan rápidamente
para combatir un amplio rango de bacterias sin que se requiera de una exposición previa y actúan de la misma manera
en todos los individuos normales.

La defensa adaptativa conlleva la producción de anticuerpos contra un patógeno particular. Ocurre durante la vida de un
individuo en respuesta a un contacto con un agente patógeno. Se desarrolla cuando los agentes infecciosos logran
evadir los mecanismos innatos. Protege contra la reinfección por el mismo microorganismo, además de eliminarlo. Una
respuesta de este tipo confiere protección por muchos años o de por vida a la reinfección por el mismo agente. Los
anticuerpos son producidos sólo en respuesta a infecciones específicas, de modo que los presentes en un individuo dado
reflejan las infecciones a las cuales esa persona ha estado expuesta. Se hace efectiva sólo después de varios días, tiempo
requerido para que los linfocitos T y B reconozcan a dichos antígenos, se diferencien y se conviertan en células efectoras.
Sus características, a diferencia de la inmunidad innata son: Especificidad-Memoria-Heterogeneidad-Diversidad alta-
Expansión clonal.

Ambos tipos de inmunidad son los principales mecanismos de defensa del huésped contra los procesos infecciosos de
cualquier índole.
Los antígenos son todas las sustancias extrañas que poseen la capacidad de generar una respuesta de los sistemas de
defensa. La respuesta inmune innata y la adaptativa activan diferentes tipos de leucocitos o glóbulos blancos. La innata
es mediada principalmente por granulocitos. Constituyen una variada colección de células, muchas de las cuales son
fagocíticas y así son capaces de destruir microorganismos. La adaptativa es mediada por linfocitos, que proporcionan
una inmunidad duradera luego de una exposición al patógeno, a la enfermedad o a una vacunación.

Esta clasificación es sólo didáctica, ya que ambos sistemas funcionan de manera integrada. Esto se evidencia de dos
formas:

*El sistema inmune innato activa el sistema inmune adquirido en respuesta a las infecciones.

*El sistema inmune adquirido utiliza los mecanismos efectores de la inmunidad innata para eliminar los
microorganismos.

La respuesta innata requiere la


actuación de varios mecanismos y
elementos:

•Barreras físicas, químicas y biológicas:


tales como, la piel y las mucosas,
diferentes enzimas de secreciones
corporales (lisozima, lactoperoxidasa,
etc) y la microbiota autóctona
(intestinal, vaginal, etc) (O’Hara y
Shanahan, 2006), correspondiente a
cada órgano o sistema.

•Factores solubles: cuyos principales


componentes son el complemento, las
proteínas de inflamación y las
citoquinas.

• Células: incluyendo, las células fagocíticas, tanto polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), como
mononucleares (macrófagos y células
dendríticas), y células asesinas: K
(killer), NK (natural killer) y LAK
(lymphokine activated killer)
(Whiteside, 2001a y 2001b).

COMPONENTES DEL SISTEMA INMUNE

La respuesta inmune es mediada por


leucocitos, los que derivan de
precursores de la médula ósea. Estos
dan origen a los leucocitos
polimorfonucleares y a los macrófagos
de la respuesta inmune innata y a los
linfocitos de la respuesta inmune
adaptativa.

Los fagocitos mononucleares son el


grupo más importante de células
pertenecientes al linaje fagocítico mononuclear. Su función principal estriba en atrapar partículas, incluidos los agentes
infecciosos, ingerirlas y destruirlas. Para tal propósito estas células se hallan ubicadas en lugares estratégicos donde
encontrarán a dichas partículas: ej. Células de Kupffer en el hígado o las células A en la membrana sinovial de las
articulaciones. En la sangre, las células pertenecientes a este linaje son conocidas como monocitos; a veces migran a los
tejidos donde son macrófagos tisulares. Estas células son muy eficaces como presentadoras de antígenos a los linfocitos
T.

Los neutrófilos polimorfonucleares se ubican en segundo orden de importancia dentro de las células fagocíticas.
Constituyen la mayoría de los leucocitos sanguíneos y también migran a los tejidos en respuesta a estímulos, pero su
vida es breve luego de haber incluido y destruido el material extraño.

Existen 2 tipos principales de linfocitos: los linfocitos B, que maduran en la médula ósea, y los linfocitos T, que lo hacen
en el timo. La médula ósea y el timo son entonces conocidos como los órganos linfoides centrales. Los linfocitos
recirculan continuamente desde el torrente sanguíneo atravesando los órganos linfoides periféricos, donde los
antígenos son atrapados, y retornando luego a la sangre por los vasos linfáticos. LOS TRES TEJIDOS LINFOIDES
PERIFÉRICOS más importantes son el BAZO, que recoge antígenos de la sangre; LOS GANGLIOS LINFÁTICOS, que lo hacen
de los sitios de infección en los tejidos, LOS TEJIDOS LINFOIDES ASOCIADOS AL INTESTINO, que recogen antígenos del
intestino. Otros epitelios también tienen tejidos linfoides difusos asociados con ellos y conocidos como TEJIDO LINFOIDE
ASOCIADO A LOS BRONQUIOS Y TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A MUCOSAS, entre otros. Las respuestas inmunes
adaptativas, entonces, son iniciadas en los tejidos linfoides periféricos.

Respuesta inflamatoria

Si las barreras naturales son vulneradas, los microorganismos deben enfrentar la inflamación, respuesta de los
organismos vivos vascularizados ante la agresión por un agente infeccioso, ante un antígeno o ante una lesión física. Esta
respuesta lleva a los leucocitos y moléculas del plasma al sitio donde se ha producido el daño tisular. Los efectos
principales consisten en un aumento de flujo sanguíneo por vasodilatación local (cambio hemodinámico), de la
permeabilidad capilar a las moléculas grandes del plasma (cambio de permeabilidad) y de la migración de leucocitos a
través del endotelio vascular en dirección al sitio de la inflamación (acumulación de células fagocíticas). La migración
celular tiene lugar a nivel de las vénulas, mientras que la exudación de proteínas plasmáticas se produce principalmente
a nivel de los capilares, donde la presión sanguínea es mayor y permite que los anticuerpos, el complemento (C) y otros
sistemas enzimáticos alcancen el sitio donde se desarrolla la respuesta inflamatoria.
1) Cambios hemodinámicos 1. Tumor
2) Cambios de permeabilidad 2. Rubor
3) Acumulación de células fagocíticas.
3. Calor 4.Dolor

Mediadores químicos

A) Histamina
B) Factores de la coagulación
C) Factores del complemento
D) Metabolitos ac. Araquidónico
(prostaglandinas, leucotrienos,
prostaciclinas, agentes quimioactivos)
E) Citoquinas

Imagen: Cascada de eventos que pone


en marcha la inmunidad innata ante la
llegada de una agente extraño

Una determinada célula del sistema inmune innato reconoce


diferentes microorganismos.

Una misma célula expresa varios RRP (Receptores que


Reconocen Patrones de Patógenos) de secuencia distinta y
son capaces de reconocer, cada uno de ellos, un PMAP
(Patron Molecular Asociado a Patógenos) característico
presente en microorganismo.

Cada receptor de inmunidad innata activa preferentemente


una de ciertas funciones efectoras.
*Los receptores de quimiocinas estimulan quimiotaxis
(migración),
*Los receptores tipo Toll, en inglés Toll Like Receptors (TLR)
aumentan capacidad microbicida
*Los tipos lectina favorecen fagocitosis

Migración:

*Depende de la población de células, su estado de activación


y cómo reaccionan con el endotelio en los diferentes lechos
vasculares del organismo.

*El estado de activación de las células determina, en parte, su


patrón de migración. Los linfocitos no activados migran hacia
los tejidos linfoides secundarios a través del endotelio
venular, mientras que los linfocitos activados por un antígeno
se dirigen a los sitios de inflamación; las células B y las células
T de memoria, en cambio, se alojan en los tejidos linfoides
secundarios.

*Los fagocitos (neutrófilos y monocitos) emigran a los tejidos periféricos, especialmente en los sitios de infección o
inflamación. Los neutrófilos engloban al agente patógeno y mueren sin regresar a la circulación. Los monocitos se
diferencian en macrófagos tisulares y pueden regresar al torrente sanguíneo para alojarse en tejidos linfoides
secundarios, donde actúan como células presentadoras de antígenos.

*las células dendríticas, como las células de Langerhans de la piel, provienen también de las células madre de la médula
ósea y colonizan diversos órganos. Cuando ingieren un antígeno pueden dirigirse hacia los ganglios linfáticos locales para
presentarlo a las células T CD4+.

*La migración de estas células tiene por objeto que un antígeno se encuentre con un pequeño número de linfocitos que
tienen en su superficie receptores específicos para él. La migración celular a través de las vías de drenaje linfático
permite que los linfocitos, las células presentadoras de antígenos y los antígenos provenientes de los sitios de
inflamación converjan hacia los ganglios linfáticos, mientras que los antígenos llevados al torrente sanguíneo son
procesados en el bazo.

*Se conocen varias familiar de moléculas de adhesión que están relacionadas estructuralmente: 1) las moléculas de
adhesión celular (CAM), que provienen de genes relacionados con las inmunoglobulinas; 2) las selectinas, que se unen a
los hidratos de carbono presentes en las superficies celulares, 3) las integrinas, que median la adhesión entre células y
de éstas a la matriz extracelular en respuestas inmunes e inflamatorias.

Quimiotaxis

Migración unidireccional de las células hacia algo que las atrae o más sencillamente como el movimiento orientado a lo
largo de un gradiente químico. Todos los granulocitos, monocitos y linfocitos responden a tales estímulos con diferente
rapidez.

Los agentes quimitácticos más significativos son: 1) productos bacterianos; 2) componentes del sistema del
complemento (C), en especial C5a; 3) productos de la vía de la lipooxigenasa del metabolismo del ácido araquidónico,
sobre todo el leucotrieno B4; 4) las citocinas.

Los leucocitos reconocen a los agentes porque tienen receptores específicos en sus membranas celulares. La ocupación
de estos receptores genera un aumento del movimiento de estas células. Esto se realiza por medio de prolongaciones
del citoplasma llamadas seudópodos, cuyo objetivo final consistiría en englobar al patógeno.

Fagocitosis:

Los fagocitos son la primera línea de


lucha contra los microorganismos. Esta
función la llevan a cabo los neutrófilos,
los monocitos y los eosinófilos que
arriban a los tejidos infectados.

1) Reconocimiento del agente


patógeno. Los fagocitos expresan en su
superficie receptores para opsoninas,
que son moléculas que, adheridas a la
superficie de los microorganismos,
facilitan su fagocitosis. Los anticuerpos
y ciertos componentes del
complemento (C3b) cumplen este
papel.

2) Englobamiento del antígeno


mediante prolongaciones del
citoplasma (seudópodos). Se debe
englobar por completo al antígeno que queda incluido en el fagosoma. La unión de fagosoma con lisosoma (que
contiene gránulos con enzimas) se llama fagolisosoma, en el que se descarga el contenido de los gránulos.
3) Destrucción o degradación del agente patógeno. Por dos vías: a) Vía de destrucción dependiente del oxígeno:
fagocitosis aumenta consumo de oxígeno dentro de la célula y producen metabolitos activos del oxígeno (peróxido de
hidrógeno) y estos causan la muerte bacteriana. b) Vía independiente del oxígeno: efecto mediado por sustancias
contenidas en los gránulos de los leucocitos (primarios o azurófilos que contienen lisozimas y etc o secundarios o
específicos que contienen citocromo, lactoferrina, etc).

SISTEMA DE COMPLEMENTO (C)

Está formado por un conjunto de proteínas que circulan en el plasma y que representan aproximadamente el 10% de las
proteínas plasmáticas; la mayoría son sintetizadas y secretadas por los hepatocitos y los macrófagos.

Sus funciones esenciales son: a) actuar como OPSONINAS, uniéndose a la superficie de microorganismos o de partículas
extrañas (opsonización) para favorecer la fagocitosis que es llevada a cabo, por ejemplo, por los neutrófilos y los
macrófagos; b) producir inflamación a través de fragmentos que se liberan por proteólisis de ciertos componentes del
complemento que actúan como anafilatoxinas sobre los mastocitos y provocan la liberación de histamina, c) ejercer
citotoxicidad directa sobre ciertas células y microorganismos, porque a través de la polimerización de los factores del
complemento en la superficie celular se generan poros en la membrana que provocan su lisis osmótica.

Sus componentes incluyen una serie de enzimas con actividad proteolítica que circulan inactivas en el plasma. El sistema
funciona como una cascada enzimática ya que, a partir de la activación del primer componente, éste ejerce su actividad
enzimática proteolítica sobre el siguiente y así sucesivamente. Cada enzima escinde a varias moléculas del componente
siguiente, por lo que el sistema en conjunto funciona como una cascada amplificadora. Estas cascadas pueden ser de dos
tipos principales: Vía clásica y vía alternativa.

La vía clásica se inicia


generalmente por la
unión del primer
componente (C1) a un
complejo antígeno-
anticuerpo. En la
alternativa su primer
componente (C3) es
activado por ciertos
polisacáridos y
lipopolisacáridos de
bacterias y levaduras en
ausencia de dichos
complejos.

La vía clásica está


formada por los factores
C1, C4, C2 Y C3. La
alternativa por los
factores D, B, la
properdina y el C3.

Las dos vías convergen en la activación del factor C3 y a continuación comparten a los factores C5, C6, C7, C8 y C9 que
conforman el complejo lítico de ataque, el cual es responsable del daño que se produce en la membrana.

La actividad biológica del complemento se regula gracias a moléculas que existen en el plasma y superficies celulares
que inhiben o inactivan a los componentes activados.

CLÁSICA: En los complejos ag-ac que aceptan el componente C1, éste se une a su receptor en el anticuerpo. C1 está
compuesto de 3 proteínas q, r y s. Cuando C1 se una al complejo, sufre un cambio de conformación que lo activa. C1 se
escinde y continúa la cascada cuando uno de esos fragmentos se une a su sustrato el factor C4 que se divide en dos
partes. El C2 se une al C4b y C2 se divide en C2a y C2b. Se forma un complejo C4b2a que se une a un fragmento del C3 y
este complejo pasa a llamarse C5-convertasa que rompe al factor C5 y junto con los otros factores forman el complejo
lítico. Las proteínas C6, C7, C8 y C9 se comportan como una proteína integral de membrana, por lo que forman un canal
que permite la salida de K+ y de moléculas pequeñas y la entrada de Na+ y agua, lo que causa la lisis osmótica de la
célula.

ALTERNATIVA: Se activa a partir de moléculas de C3b libres o unidas a membranas y que previamente se originaron en la
vía clásica o por clivaje de pequeñas cantidades de moléculas de C3. El fragmento C3b en presencia de Mg++, se une a
los factores B y D originando la C3-convertasa de esta vía. Esa convertasa retroalimenta el sistema clivando C3 y
formando la C5-convertasa (C3bBb3b) que cliva el C5 y continúa la cascada como en la clásica.

Complejo HLA (del Complejo de Mayor HIstoCompatibilidad)

Las diferencias en la respuesta inmunitaria entre distintos individuos dependen en gran parte de factores hereditarios.
Los genes más importantes relacionados con dicha diversidad genotípica están localizados dentro del llamado complejo
mayor de histocompatibilidad (MHC) que se encuentra en el brazo corto del cromosoma 6. Es una región genética que
determina la estructura de las moléculas de la superficie celular, cuya función esencial es la de presentar péptidos
antigénicos a los linfocitos T.
Estructura de las moléculas HLA: (human lymphocyte antigens) desempeñan un papel primordial en la presentación de
antígenos a las células T. Se distinguen dos clases principales de moléculas HLA: clase I y clase II. Ambas son
glicoproteínas, pero con algunas diferencias estructurales.

Las vías de
procesamiento
del antígeno
también son
diferentes. Los
péptidos antigénicos que son
presentados junto a las
moléculas del MHC de clase I son
procesados en el RE (vía
endógena), donde se unen
rápidamente a dichas moléculas
de superficie, mientras que los
péptidos que se unen a
moléculas de clase II provienen
de un comportamiento
endosómico (vía exógena).
CELULAS
PRESENTADORAS DE
ANTÍGENOS

Todas las células que


sean capaces de
endocitar antígenos y
que además puedan
expresar en su
superficie las
moléculas de
histocompatibilidad
clase II están
capacitadas para ser
APC a los LT
cooperadores (LT
CD4). Los antígenos
extracelulares son
incorporados al
interior de la célula
para ser
transformados en
pequeños péptidos
(por vía exógena) que
se acoplan a las
moléculas de MHC
clase II recién sintetizadas y se transportan a la superficie celular para ser presentados a los LT CD4. Las APC son:
macrófagos, los linfocitos B, las células dendríticas, las células de Langerhans en la piel y las endoteliales. Las moléculas
de MHC de clase I se expresan en la membrana de todas las células nucleadas del organismo y todas tienen la capacidad
de procesar a los antígenos por la vía endógena, así pueden ejercer el rol de APC. Los antígenos protéicos se sintetizan
en el interior de la célula y son procesados para ser convertidos en péptidos pequeños que se acoplan a moléculas de
MHC de clase I y se dirigen a la superficie celular para ser presentados a los LT CD8

CITOCINAS

Muchos de los mecanismos involucrados en la imnunidad


innata y específica están regulados por hormonas
proteicas denominadas CITOCINAS, que median la
comunicación entre células. Incluye factores de
crecimiento, factores estimulantes de colonias,
interleuquinas e interferones.

Sus funciones se expresan en la zona que rodea a cada


célula, de forma autocrina influyendo sobre la misma
célula que la produjo o de forma paracrina sobre otras
células adyacentes. También, las citocinas interactúan
entre sí a través de un complejo mecanismo que incluye
los siguientes efectos: a) las citocinas pueden inducirse
unas a otras; b) una citocina puede modular el receptor
de otra y c) pueden tener efectos aditivos, sinérgicos o
antagónicos entre sí.

En las membranas de las células blanco existen


receptores específicos para las citocinas y
secundariamente activan mecanismos intracelulares que provocan alteraciones en la transcripción y producción de
proteínas. Así, las citocinas actúan como moléculas mediadoras de los procesos biológicos normales.

Algunas de las funciones de las citocinas son la diferenciación y crecimiento de las células mesenquimáticas, linfoides y
hematopoyéticas, y la integración de los mecanismos de defensa del huésped.

El modo de acción de las citocinas es múltiple, superpuesto y sinérgico, pero a su vez es un sistema autorregulado para
evitar consecuencias patofisiológicas.

Inmunidad adaptativa:

*Respuesta celular: es la respuesta específica en la que intervienen los linfocitos T en la destrucción de los agentes
patógenos. Los linfocitos T atacan y destruyen células propias, tumorales o infectadas.

*Respuesta humoral: producida por la síntesis de inmunoglobulinas (anticuerpos) por parte de linfocitos B y células
plasmáticas.

*Ambas respuestas comienzan con la activación de los linfocitos en los órganos periféricos, causada por la CPA, que
alcanza a estos órganos a través de la circulación linfática y desencadena las siguientes fases:

1. Fase de reconocimiento: los linfocitos T, expresan los llamados receptores de célula T (TCR), que reconocen pequeñas
secuencias de péptidos antigénicos, pero solamente si éstos se encuentran unidos a moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC) sobre la CPA (T CD4 )

2. Fase de activación: T CD4 es capaz de activar a los linfocitos B y T CD8. y se forman las células efectoras y las de
memoria.

3. Fase efectora: En esta fase, los linfocitos T diferenciados en células efectoras migran hacia los sitios de agresión,
donde desarrollan sus funciones de eliminación de los patógenos, mientras los linfocitos B las ejecutan en los propios
órganos periféricos
Inmunidad Celular
Los linfocitos T se dividen en dos subpoblaciones principales:
*linfocitos T CD4+ cuya principal función es la secreción de citoquinas
*linfocitos T CD8+ que eliminan células infectadas y tumorales.
El tipo de citoquina predominante que secretan, determina el tipo de funciones efectoras de los linfocitos.

Ejemplo:

Inmunidad Humoral

Se encuentra mediada por anticuerpos y estos se unen a los antígenos.

Antígeno es toda sustancia que se une al anticuerpo y genera una respuesta inmune. Todas las moléculas biológicas
(metabolitos, azúcares, hormonas, macromoléculas como carbohidratos, fosfolípidos, ácidos nucleicos y proteínas) se
pueden comportar como antígenos. Sólo las macromoléculas son capaces de iniciar la activación linfocitaria necesaria
para generar una respuesta inmune, con la consiguiente producción de anticuerpos. Todos los microorganismos (virus,
hongos, bacterias y parásitos) se comportan como antígenos y generan la respuesta inmune.
En general el anticuerpo reconoce, de la totalidad del antígeno, a porciones pequeñas inmunogénicas que se llaman
determinantes antígenos o epitopos.
Al mismo tiempo, en el antígeno de pueden encontrar múltiples determinantes antigénicos que son diferentes entre sí y
que serán reconocidos por anticuerpos de diferentes especificidades. Por eso la respuesta humoral es policlonal ya que
son varios los clones de linfocitos B que se activan y diferencian.

Anticuerpos
El efecto protector que se genera es mediado por glicoproteínas que circulan en la sangre y se llaman anticuerpos o
inmunoglobulinas (Ig), comparten una estructura química similar y tienen capacidad intrínseca para activar el sistema de
complemento, estimular a las células fagocíticas y adherirse al microorganismo agresor. Se localizan en el plasma
sanguíneo, en los líquidos intersticiales de los tejidos (donde se acumulan linfocitos B), en las secreciones mucosas y en
la leche materna. A nivel celular se encuentran en los linfocitos B y dentro del RE y del aparato de Golgi, también en la
superficie celular como receptores de membrana.
Su función es activar mecanismos inmunológicos efectores que provoquen la eliminación de antígenos del organismo.
Cada inmunoglobulina tiene en su estructura sitios de reconocimiento (paratopos) de los determinantes antigénicos
(epitopos que son pequeñas regiones de alrededor de 5 a 8 aminoácidos, que representan la estructura mínima
requerida para el reconocimiento por el anticuerpo) de un antígeno, de modo que cuando se encuentran se produce una
unión específica entre ellos.
La unión de los anticuerpos de la superficie (receptores) de los linfocitos B con su antígeno genera la activación de dichas
células y su diferenciación en células plasmáticas (o plasmocitos), cuya función es secretar inmunoglobulinas en gran
cantidad. Todas las moléculas de anticuerpos que provienen de un plasmocito tienen la misma especificdad antigénica, o
sea que son idénticas y comparten la capacidad de unirse específicamente al determinan antigénico que les dio origen.
Estructura: tienen 4 cadenas polipeptídicas, dos livianas y dos pesadas unidas unas con otras por puentes disulfuro.
Se dividen en cinco clases principales: IgM, IgG, IgA, IgE e IgD, las cuales difieren en la cadena pesada que presenten y
eso las hace tener diferencias en carga eléctrica, solubilidad y comportamiento frente a los antígenos.

Las inmunoglobulinas reconocen y neutralizan los


microorganismos mediante su región variable,
gatillándose posteriormente diferentes mecanismos
efectores para su eliminación (activación del
complemento, opsonización)

Unión antígeno-anticuerpo

En el dominio variable, las cadenas


pesadas y livianas tienen 3 zonas
llamadas hipervariables,
separadas entre sí por tramos
más constantes llamados
armazón. Las 3 zonas
hipervariables se ubican muy
próximas entre sí, conformando
el sitio de combinación del
anticuerpo con el determinante
antigénico. Las zonas de armazón
son críticas para el correcto
plegamiento del sitio de unión,
aunque no participen
directamente en él.

La unión entre el sitio de


combinación del anticuerpo y el
determinante antigénico es de
tipo no covalente y se genera por
diversas fuerzas de atracción,
como puentes de H, uniones
hidrofóbicas o de Van der Waals.
Un anticuerpo que reconoce a un determinado epitopo no tiene la capacidad de unirse a otro determinante antigénico
de estructura diferente (especificidad).

Ya que los anticuerpos se unen a los


antígenos situados en la superficie de los
patógenos provocan una acción directa
sobre el agente invasor, provocando una
aglutinación. Como los anticuerpos tienen
más de un punto de unión, se forman
agregados y los microorganismos ya no
pueden infectar a las células.

Producción de anticuerpos

Los linfocitos B completan su maduración en


la médula ósea, salen de ella como LB
maduros/vírgenes (previamente al
encuentro con antígenos) y se dirigen hacia
los órganos linfáticos secundarios donde se
producirá la interacción con los antígenos. En
esa interacción es cuando se van a producir
las inmunoglobulinas. Cuando la célula B
encuentra un epitopo antigénico que posee cierta
afinidad por su receptor, se produce su activación
con la posterior diferenciación en plasmocitos,
los cuales producirán y secretarán gran cantidad

de anticuerpos específicos.

RESPUESTA HUMORAL PRIMARIA Y SECUNDARIA

La respuesta primaria ocurre con el primer


contacto con el antígeno, con bajos títulos de
anticuerpos y se producen inmunoglobulinas M
fundamentalmente. La mayor concentración de
IgM ocurre a los 10 o 15 días de la exposición al
antígeno y permanecen en circulación poco
tiempo (alrededor del día 30 los niveles
comienzan a disminuir).
La respuesta secundaria ocurre cuando se produce un encuentro posterior con el mismo antígeno. Se caracteriza por
presentar una producción más abundante y más rápida de anticuerpos (a los 3 días de exposición al antígeno los niveles
son muy elevados), principalmente inmunoglobulinas G, y permanecen en la circulación más tiempo.
RESPUESTA MEDIADA POR LOS LT

Los linfocitos T (LT) desempeñan un rol fundamental en la respuesta inmunitaria específica dirigida a antígenos de
naturaleza proteica. Las células T reconocen como antígenos sólo a péptidos derivados de las proteínas inmunogénicas.

Al mismo tiempo, para que el reconocimiento suceda los pequeños fragmentos deben ir acoplados a moléculas del
complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) en la superficie celular de las células que cumplen la función de
presentadores de antígenos. Los péptidos que provienen de proteínas extracelulares (antígenos exógenos) se asocian a
las moléculas de histocompatibilidad clase II y son reconocidos por LT que expresan en su superficie la molécula de
diferenciación leucocitaria CD4, cuya función es de colaboración o ayuda (LT cooperadores). Estos linfocitos se requieren
para inducir la respuesta inmune CELULAR y HUMORAL y constituyen la vía más efectiva para la eliminación de
patógenos extracelulares. En contraste, los péptidos que se asocian a las moléculas de histocompatibilidad clase I
provienen de proteínas que se sintetizan en el interior de la célula (antígenos endógenos) y este complejo será
presentado a LT que sean CD8, cuya actividad principal es citotóxica/supresora. Estos LT CD8 proveen el mejor
mecanismo de defensa contra los microorganismos intracelulares.

Los LT tienen en su superficie una estructura de reconocimiento (distinta de la de los LB) que se llama receptor T. Estos
receptores reconocen en la superficie de las células presentadoras de antígenos al péptido antigénico acarreado por las
moléculas del MHC tanto de clase I como II. La exposición del complejo péptido-moléculas del MHC, para que sea
reconocido por los LT, se llama presentación antigénica. Para el reconocimiento se requieren otras moléculas llamadas
accesorias que van a estabilizar la unión entre el LT que reconoce y la APC que presenta, y que también envían señales
de activación al interior del LT.

Los antígenos que son reconocidos por los LT tienen características diferentes de los que son reconocidos por los LB,
1) la respuesta inmune mediada por los LT sólo es inducida por antígenos proteicos, pero la respuesta humoral (LB)
puede ser generada por determinantes antigénicos proteicos y no proteicos (ácidos nucleicos, lipopolisacáridos, etc),

2) Los LT sólo reconocen péptidos lineales y los LB pueden ser estimulados por epitopos conformacionales, presentes en
las proteínas en su estado nativo como los que vienen de una desnaturalización

3) Los LT reconocen y responden a los péptidos extraños cuando van acoplados a moléculas del CMHC en la superficie de
otra célula, pero los LB y los anticuerpos pueden unirse tanto a antígenos solubles presentes en fluidos como a los que
están en la superficie de alguna célula.

RECEPTOR T. tiene dos cadenas polipeptídicas (alfa y beta) unidas por puentes disulfuro. La especificidad del receptor se
origina en conjunto entre las regiones variables de la cadena alfa y beta, ambos dominios se orientan de tal forma que
generan el sitio de reconocimiento específico del receptor del LT.

El receptor T está presente en la mayoría de los LT de sangre periférica y en los que están en el bazo y los ganglios
linfáticos. Su función es reconocer a las moléculas de histocompatibilidad de clase I o II junto al péptido antigénico
ubicado el en sitio de presentación. Existe otro receptor T con otro dímero (γδ) que está en el epitelio intestinal, genital,
piel y líquido sinovial. Se piensa que constituyen la primera barrera de defensa frente a enterotoxinas, proteínas de
estrés térmico, etc.

MOLÉCULAS ACCESORIAS. Son proteínas integrales de membrana que están en la superficie de los LT y participan en el
reconocimiento del antígeno como en la activación de los LT. Se unen específicamente a otras moléculas (ligandos) que
están en la superficie de las células presentadoras de antígenos o en las células blanco, esto incrementa la adhesión
entre las células que interactúan. Dentro de este grupo de moléculas están las CD4 y CD8, CD2 y LFA y CD28.

ACTIVACIÓN DE LOS LT. 1) Reconocimiento entre antígeno presentado por la APC y el LT virgen, 2) se generan señales
en la membrana del LT que lo activan 3) Las células se dividen y se expande el clon activado (proliferación) 4) termina
cuando las células se diferencian en células efectoras (LT coorperadoras o LT citotóxicas, CD4+ Y CD8+ respectivamente).
Los mismos LT secretan citocinas que promueven su crecimiento y expresión de receptores para ellas mismas
(gralmente es la interleuquina 2 IL2). La proliferación persiste mientras se exprese el receptor para la IL2, ya que el
receptor para esta se expresa solo cuando existió activación antigénica previa.

ACTIVACIÓN DE LOS LB. Los LB salen de la médula ósea maduros, vírgenes y con su receptor de membrana. Circulan en
reposo (no se dividen) tienen una vida media de pocas semanas y pueden morir si no fueron activados. Cuando el
receptor del LB se une a un epitopo antigénico con el que tiene afinidad, la célula se activa y se diferencia en plasmocito.
Estos producen y secretan anticuerpos específicos que tienen la misma especificidad que la IgM receptora.
COLABORACIÓN T-B. La
primera señal que necesita el
LB para ser activado es la
unión entre su receptor de
superficie y el determinante
antigénico.

La mayoría de los antígenos


pertenecen al grupo de
antígenos T dependientes, o
sea que el LB necesita de la
ayuda de los LT CD4+ para
producir y secretar
anticuerpos. Los T
independientes son capaces
de activar a los LB sin
colaboración de los LT
(lipopolisacáridos
bacterianos).

El complejo que se origina


por la unión del anticuerpo
de superficie de los LB con el
antígeno es endocitado para ser procesado a péptidos. Estos se acoplan en el citoplasma a las moléculas del MHC clase II
y juntos van a la superficie de las células para ser presentados a los LT CD4+. El procesamiento y presentación antigénica
lleva de 1 a 6 horas y se repite durante 24 horas. Al menos uno de tooodos los complejos péptido-molécula MHC clase II
que están en la superficie del LB debe ser reconocido por un clon de LT CD4+, que haya sido previamente activado por el
mismo epitopo (presentado por otra APC como un macrófago u otro LB). A partir de este reconocimiento el clon de LT
CD4+ libera citocinas que inducen a las células B a proliferar y a diferenciarse en células plasmáticas.
Defensa del huésped en invertebrados

Los invertebrados no poseen linfocitos u otro sistema humoral basado en anticuerpos, y es probable que un
multicomponente, el sistema inmunitario adaptativo surgiera en los primeros vertebrados. No obstante, los
invertebrados poseen mecanismo que parecen ser precursores de estos aspectos de la inmunidad en vertebrados. El
modelo de reconocimiento de receptores es un grupo de proteínas usadas por todos los organismos cercanamente para
identificar moléculas asociadas con patógenos microbianos. Los receptores Toll (TLR) son una clase importante del
modelo de reconocimiento de receptor, que existe en todos los celomados (animales con una cavidad corporal),
incluyendo los humanos. El sistema del complemento, como se discute abajo, es una cascada bioquímica del sistema
inmunitario que ayuda a eliminar patógenos de un organismo, y existe en la mayoría de las formas de vida. Algunos
invertebrados, incluyendo varios insectos, cangrejos, y gusanos utilizan una forma modificada de respuesta del
complemento conocida como el sistema profenoloxidasa (proPO). Los péptidos antimicrobianos son un componente
conservado evolutivamente de la respuesta immunológica innata encontrada en todas las clases de vida y representa la
principal forma de vida de la inmunidad sistémica en invertebrados. Varias especies de insectos producen péptidos
antimicrobianos conocidos como defensinas y cecropinas.

También podría gustarte