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ARTICULO

DESARROLLO DE PROTOCOLO

“ALVEOLITIS SECA EN QUE CONSISTE Y COMO


TRATARLA”

Por:
María Fernanda Castorena Jiménez
Luz Daniela Martínez Diaz
Introducción.

La alveolitis seca es una complicación postoperatoria que acure despues de la


extracción dental. De afectación local, aparece descrita en los libros clásicos de
Cirugía Bucal, quedando definida como una inflamación del alveolo. En el caso
que esta inflamación sobrepase las paredes alveolares, estaríamos ante una
osteítis localizada.

A la hora de definir esta patología, también han existido numerosas


interpretaciones, llegando a referirse hasta 17 definiciones diferentes de la
alveolitis. La más reciente que que hemos hallado define la alveolitis como un
dolor postoperatorio en y alrededor del alveolo dentario, el cual se incrementa en
severidad en algún momento entre el primer y el tercer día postextracción,
acompañado de una desintegración parcial o total del coágulo sanguíneo
intraalveolar, acompañado o no de halitosis.

Si bien no existen diferencias pronósticas ni terapéuticas entre ellas, podemos


distinguir entre alveolitis que ocurren en pacientes que presentan algún tipo de
predisposición a la hipovascularización (desórdenes vasculares o hematológicos,
osteonecrosis por radioterapia, osteopetrosis, enfermedad de Paget, etc.) de
aquellas en las que esta predisposición no se detecta, denominadas en la
literatura revisada alveolitis verdaderas.
Resumen:
La alveolitis seca es una complicación postoperatoria que acontece tras la
extracción dental, quedando definida como una inflamación del alveolo. En el caso
que esta inflamación sobrepase las paredes alveolares, estaríamos ante una
osteítis localizada. La frecuencia de aparición de la alveolitis se ha referido en un
margen muy amplio, desde el 1 % hasta el 70 %. Generalmente se acepta que la
mayor incidencia de alveolitis acontece tras la extracción de terceros molares
retenidos, en los que la aparición de esta complicación se tasa en un 20-30 % de
las extracciones, diez veces mas que en el resto de extracciones dentales.
En el presente artículo se revisan la forma de aparición clínica, los factores de
riesgo relacionados con el cuadro y las teorías etiopatogénicas que intentan
explicar su aparición. También se examinan las pautas utilizadas actualmente en
su tratamiento. Acorde con las teorías patogénicas de la alveolitis seca, para su
prevención se han estudiado agentes fibrinolíticos, lavados, antisépticos y
antibióticos. Analizamos los distintos fármacos utilizados, criticando los resultados
obtenidos.
Como conclusión, y a partir de los datos revisados, pensamos, sin abandonar el
territorio de la hipótesis, que es posible defender un modelo patogénico en el que
los mecanismos fibrinolíticos bacterianos y del propio organismo colaboren para
producir la alveolitis seca.
Materiales y métodos.
Se realizaron búsquedas de 3 referencias con evidencia científica, como revistas
otros artículos de relevancia.
Marco teórico.

Epidemiologia.

La frecuencia de aparición de la alveolitis se ha referido en un margen muy amplio,


desde el 1 % hasta el 70 %. Generalmente se acepta que la mayor incidencia de
alveolitis acontece tras la extracción de terceros molares retenidos, en los que la
aparición de esta complicación se tasa en un 20-30 % de las extracciones, diez
veces más que en el resto de extracciones dentales. La cifra promedio de
aparición de la alveolitis en el conjunto de todas las exodoncias es, según distintos
autores, del 3-4%.

Estos márgenes tan amplios en las cifras de aparición de la alveolitis son debido a
las diferencias en los criterios diagnósticos, en los métodos de evaluación, en la
mezcla de datos procedentes de extracciones simples y de dientes retenidos, así
como a la variabilidad en el tratamiento quirúrgico y postquirúrgico. Debemos
desconfiar de aquellos estudios que presenten proporciones de alveolitis menores
del 1% (por falta de credibilidad clínica), así como de aquellos estudios que
presenten proporciones de alveolitis mayores del 35 % (sugiriendo este último
caso variables o factores de riesgo no controlados, un número de pacientes
estudiado muy pequeño o bien situaciones extremas o de carencias importantes
como en el artículo publicado por Simon y Matee (porcentaje de alveolitis del 48,7
%).

Dado que la etiología del cuadro no es conocida, la principal arma terapéutica de


la que disponemos es la prevención. Los estudios epidemiológicos han detectado
distintos factores de riesgo en el desarrollo de la alveolitis postextracción: la
dificultad de la extracción, la inexperiencia del cirujano, el uso de anticonceptivos
orales, una inadecuada irrigación intraoperatoria, la edad avanzada, el sexo
femenino, el tabaquismo, la inmunosupresión, y el trauma quirúrgico.

Dado que no se conocen las verdaderas causas del cuadro, la forma en que
influyen estos factores de riesgo en la aparición del cuadro son, hasta el momento,
teorías más o menos acertadas, más o menos corroboradas por dichos estudios
epidemiológicos.

Etiología

Se han enumerado diversos factores de riesgo asociados a esta complicación


dental.

- Edad: se cree que la edad avanzada podría predisponer al desarrollo de


alveolitis, pues en los pacientes adultos el ligamento periodontal es más delgado y
posee menor irrigación.
- Sexo y terapia hormonal: estudios revelan que la incidencia de alveolitis es
mayor en el sexo femenino que en el masculino. Un estudio realizado en 2013
evidenció que las mujeres que se encontraban entre la segunda y tercera semana
de su ciclo menstrual presentaban una mayor incidencia de alveolitis,
independientemente de si usaban o no anticonceptivos orales. Se presume que
durante la menstruación los niveles de estrógeno aumentan, y con ello la actividad
fibrinolítica dentro del alvéolo, lo cual ocurre también con el uso de terapia
hormonal.
Zona operatoria: existe una mayor incidencia de alveolitis en piezas dentarias
mandibulares, 2,5 veces mayor que en las piezas maxilares. Esto podría atribuirse
a que la maxila tiene una mejor irrigación, menor densidad ósea y mayor
capacidad de producción de tejido de granulación.
El consumo de tabaco: se ha encontrado en la literatura una mayor incidencia de
alveolitis en pacientes fumadores así como de desarrollar una posible infección. El
estudio de Bortoluzzi encontró una OR de 12,3 en pacientes que fuman más de
20 cigarrillos al día. Se presume que el aumento de temperatura intraoral y el
hábito de succión durante el acto de fumar podría repercutir en el proceso normal
de cicatrización. Por otro lado, la falta de cuidado postoperatorio en este tipo de
pacientes también podría desempeñar un rol importante.
- El tipo de cirugía podría originar alveolitis: según diversos autores existe una
correlación positiva entre la cantidad de traumatismo durante la cirugía y la
aparición de sintomatología dolorosa. Bortoluzzi et al. asociaron a la técnica de
seccionar la pieza dentaria con la aparición de alveolitis seca. En otro de sus
estudios se encontró que periodos posoperatorios dolorosos mayores a 2 días
estaban asociados a extracciones dentales mayores a 30min. El daño quirúrgico
conlleva la liberación de diferentes agentes en los tejidos y la inoculación de
agentes bacterianos, factores predisponentes para el inicio de actividades
fibrinolíticas locales. Por otro lado, la falta de experiencia del cirujano podría
desempeñar un papel crucial para que se desarrolle la alveolitis.
Infecciones previas como la periodontitis y la pericoronaritis podrían predisponer al
desarrollo de alveolitis. encontraron en su estudio una OR de 3,3 al asociar la
presencia de infección previa en el sitio operatorio con la aparición de alveolitis.
Los microorganismos dentro de los alvéolos infectados consisten
fundamentalmente en bacilos fusiformes, espiroquetas y estreptococos; además,
los restos del ligamento periodontal desvitalizados, junto a la escasa irrigación
sanguínea, constituyen las circunstancias favorecedoras del crecimiento
bacteriano.
El uso de anestésicos: aunque no hay evidencia de que el tipo de anestésico
pueda aumentar la incidencia de la alveolitis, existe la posibilidad que el uso
excesivo de vasoconstrictores podría retardar la cicatrización al disminuir el
sangrado y la tensión del oxígeno aumentando la fibrinólisis. El uso y número de
cartuchos ejercería también un papel importante en el desarrollo de la alveolitis.
Además, el condicionamiento anatómico vascular mandibular predispone a un
mayor riesgo de infección, por lo tanto deben evitarse situaciones que favorezcan
los estados isquémicos, como el empleo de anestésicos vasoconstrictores y la
infiltración de estos a temperaturas bajas.
- Uso de irrigantes locales: tales como el suero fisiológico o la solución salina
podrían limpiar la zona al remover detritus y restos bacterianos por arrastre. Pese
a esta idea, el estudio de Tolstunov demostró que el sangrado postextracción es
muy importante para la cicatrización ósea. Al no ser eliminado por una excesiva
irrigación, el coágulo de sangre tiene una mayor probabilidad de formarse, y por lo
tanto, se evitaría el desarrollo de la osteítis alveolar.
Tratamiento.
El tratamiento de la alveolitis seca se centra en la reducción de los síntomas,
especialmente el dolor. Es posible que incluya lo siguiente:

 Enjuagar el alvéolo dental. Puede que tu dentista o tu cirujano dental


irriguen el alvéolo dental para eliminar los residuos de alimentos u
otros materiales sueltos que puedan contribuir al dolor o a una posible
infección.
 Apósito con medicamentos. Tu dentista o tu cirujano dental puede
rellenar el alvéolo dental con gel o pasta con medicamentos y un
apósito. Esto puede significar un alivio rápido del dolor. La necesidad y
la frecuencia del cambio de apósito, al igual que la necesidad de otro
tratamiento, dependen de la intensidad del dolor y de otros síntomas.
 Analgésicos. Pregunta qué analgésico es mejor para ti. Es probable
que necesites un analgésico recetado.
 Autocuidado. Una vez que tu dentista o tu cirujano dental retire el
apósito, puede que tengas que enjuagarte el alvéolo dental en casa
para mantenerlo limpio y mejorar la cicatrización. Es posible que tu
dentista o tu cirujano dental te dé instrucciones. Quizás recibas una
jeringa de plástico con punta curva para rociar dentro del alvéolo
dental agua con o sin sal, o un enjuague de venta con receta médica.
Una vez iniciado el tratamiento, es posible que comiences a sentir un poco de
alivio del dolor. El dolor y otros síntomas seguirán mejorando y probablemente
desaparecerán en unos días. Aunque te sientas mejor, asiste a las citas médicas
programadas con tu dentista o tu cirujano dental para los cambios de apósitos y
otros cuidados.

Conclusión.
La alveolitis seca es una complicación dolorosa después de la extracción dental,
caracterizada por la pérdida del coágulo de sangre en el sitio de extracción.
Aunque poco común, puede causar un malestar significativo y retrasar el proceso
de curación. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son clave para
aliviar el dolor y prevenir complicaciones adicionales.
Factores como fumar, mala higiene oral y trauma durante la extracción aumentan
el riesgo. El tratamiento incluye enjuagues con soluciones especiales y a veces la
aplicación de apósitos medicados por parte del dentista para aliviar el dolor y
promover la curación. En casos severos, puede ser necesario recurrir a
medicamentos analgésicos y antiinflamatorios. Es fundamental buscar atención
dental si se experimenta un dolor intenso después de una extracción dental para
evitar complicaciones como la alveolitis seca.

Referencias.
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-cirugia-oral-maxilofacial-300-
articulo-alveolitis-seca-una-revision-literatura-S1130055814000604
https://www.scribbr.es/citar/generador/folders/6XDkMTQmrkZGQ7rwvvKbdB/lists/
48VDNU9INebAofWkUfjSV0/
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1698-
44472005000100011

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