Unidad 24 - Los Ordenes de La Realizacion Profesional
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Somos proyecto y somos servicio a la vida. Mientras vivimos somos proyecto y servicio.
Empezamos siendo proyecto para nuestro sistema familiar y a consecuencia para la
humanidad, en el periodo que rodea la concepción, totalmente entregados a las necesidades
de todos los grandes.
Luego, cuando los padres descubren el embarazo, ya somos su proyecto, la materialización
de su proyecto de pareja o de familia, su modo de servir la vida.
Y cuando crecemos, nuestros proyectos, nuestro proyecto de vida son nuestra continuación,
son la materialización de nuestra presencia en el mundo, son la expresión de nuestro
servicio a la vida.
Ese proyecto de vida se va dibujando despacio, incluyendo todas nuestras experiencias, y
solamente al final del recorrido podemos comprender lo que nos ha guiado a lo largo de la
vida.
El asentimiento a la realidad como es y la fuerza para adaptarnos a ella nos llegan cuando
tomamos incondicionalmente a nuestro padre. Con ello se nos abren las puertas del
mundo, de la fuerza, de la realización social y profesional y del compromiso para lograrlo.
El éxito en la vida entra de la mano de la madre. Tomar a la madre es tomar la vida y con
ella todo lo que nos ofrece: el éxito, la salud, el amor, la abundancia.
Cómo tratamos a nuestra madre, así tratamos a la vida y así nos responde.
El abrazar internamente a nuestros dos padres juntos nos lo da todo: el éxito de nuestro
servicio a la vida. El éxito en el trabajo es el resultado de la reconciliación en nosotros de la
madre con el padre, reconciliación que se produce cuando miramos a los dos por igual, con
el mismo sentimiento hacia ambos, cuando vemos a los padres como una unidad, haya
pasado lo que haya pasado.
Nuestros padres nos han dado la vida, y no podemos compensarles este regalo, es
demasiado. Para hacerlo, para agradecer la vida a nuestros padres, nos giramos hacia lo
nuevo, hacia la vida, y nos ponemos a su servicio. Servir a la vida, ¿cómo se hace? viviendo,
amando, trabajando, teniendo familia, ayudando a otros a vivir. Dar a la vida y dar a los
demás es devolver lo que nuestros padres nos dieron e hicieron por nosotros.
Debemos tener en cuenta que no podemos inventar cualquier proyecto sino que nos viene
dado por una necesidad del Sistema Familiar. Los proyectos existen en función de lo que
nuestros vínculos y la compensación que nos toca permiten y necesitan realizar a través de
nosotros.
Todos nuestros proyectos y trabajos van a ser necesarios. Algunos servirán para resolver algo
y una vez resuelto ese algo deberemos pasar a algo nuevo. Otros nos permiten aprender algo
que nos servirá a lo largo de nuestra vida. Y sólo el paso del tiempo nos permitirá entender
el sentido profundo de nuestro proyecto y las distintas etapas por las que hemos ido
pasando para ir construyéndolo.
Los proyectos y los trabajos serán a la vez el espejo de todos nuestros desordenes sistémicos
y cada vez que resolvamos un conflicto en el trabajo, resolveremos tanto nuestro presente
como nuestro pasado. Si resolvemos algo de atrás, con una constelación por ejemplo, algo
de nuestro presente y de nuestro proyecto se habrá sanado. Los problemas en el trabajo son
llamadas del sistema familiar para que reordenemos algo en nuestra vida que a su vez
reordenará algo entre los ancestros. Y a consecuencia el trabajo mejorará.
Las crisis y los problemas son señales de la vida dirigidos a hacernos cambiar hacia
más conciencia y más vida. Son pura energía, al servicio del cambio. Suceden cuando nos
hemos alejado de la sintonía con la vida, o cuando hemos dejado de respetar uno o varios
órdenes del amor, tanto a nivel individual como colectivo. Una crisis es un condensado de
vida que exige de nosotros lo máximo, la entrega máxima del Adulto a la vida como es. La
vida es energía, por lo tanto es movimiento y cambio continuo, es despedida continua del
pasado y apertura permanente al futuro. Piden la integración continua de lo nuevo y la
renuncia a la nostalgia por el pasado, hábitos y valores pasados. Las crisis están ahí para
recordárnoslo.
En las crisis la conexión con el vacío creador se despliega, prodigando su fuerza y su amor al
que quiere ver y cambiar.
• Sí a todo como es
El varón tiene éxito y abundancia cuando toma a su madre y es respetado por su mujer. Si
ha tomado a su madre, elegirá una mujer que le respete.
La mujer tiene éxito y abundancia cuando respeta a su madre.
• Pertenencia y orden.
• Renunciar a la exclusión, a excluir o a ser excluido.
• Aceptar a todo y a todos.
• Tomar su lugar en el país y la sociedad del lugar de acogida.
Pertenecer significa tomar al país o lugar de origen con amor (es un campo femenino,
madre y país se tratan de la misma manera); incluye el país de origen de los padres, el lugar
de nacimiento propio así como el lugar donde uno se ha criado. Agradecer todo lo que ese
país nos dio, pues siempre da todo lo que tiene.
También tomar a la sociedad (se trata a la sociedad como se trata al padre, la sociedad es un
campo masculino) de este/estos países de origen con amor y agradecimiento, haya pasado lo
que haya pasado.
Agradecer y honrar al lugar y a la sociedad de acogida.
Todos tienen el mismo derecho de pertenecer. Todos pertenecen a todo. Y cada uno tiene
un lugar en cada sistema en los que pertenece, un lugar específico y distinto en cada
sistema, según su fecha de entrada y su función en el sistema. Sólo en ese lugar está su
fuerza.
Antes de formar familia, la conciencia familiar necesita, apoya o desea que ambos, el
hombre y la mujer, tengan autonomía económica.
En una pareja, el hombre primero tiene que pagar su deuda a su país, su fuerza estará allí
donde esté su lugar. No puede elegir en qué país vivir. Su vida es dirigida por el campo de
compensación (equilibrar dar y recibir) devolviendo a su país lo que le dio y ofreciendo a su
familia lo que su país le devuelve a cambio de su entrega. A veces, los ancestros de la
persona vinieron de distintos países y uno de esos países necesita agradecimiento y a este
descendiente le toca vivir este agradecimiento.
La esposa es el centro de la familia, y devuelve lo recibido por sus padres gracias a su dar a la
familia. En cuanto se entrega a ello con amor, el sistema familiar le apoya en su realización
profesional.
La realización profesional de la mujer tendrá fuerza dónde tenga que compensar algo.
Cuando tiene hijos, tiene prioridad el país que acogió a sus hijos. Ella compensa con su
trabajo lo que ese país dio a sus hijos.
Dice Hellinger: la mujer sigue al hombre (a su país) y el hombre se pone al servicio de lo
femenino (poniendo el fruto de su trabajo al servicio del proyecto de pareja o familia y
enseñando a sus hijos la cultura de su madre).
No tener trabajo
La persona que quiere trabajar y no tiene trabajo se vive como excluida de la sociedad. Está
en la exclusión. Puede estar siguiendo a un excluido, por amor, por culpa o para compensar
un daño que hizo algún ancestro.
A veces es la señal de una intrincación grave: la persona paga con su desgracia un grave
desequilibrio anterior.
A menudo la persona estará atrapada por un campo mórfico de fracaso o de muerte del que
sólo podrá salir honrando y agradeciendo el mismo fracaso.
El que no tiene trabajo suele rechazar a su madre, a su padre o a la vida como es.
O bien la persona no quiere estar en su Estado Adulto, sólo está en el Niño, en la queja o
en el miedo.
La queja es una justificación para no actuar, para no cambiar. La persona que se queja está
en el perpetrador que acusa a otros de su desgracia, haciéndose pasar por una víctima. Sólo
renunciando a quejarse y al victimismo, eligiendo estar en el máximo de su fuerza,
decidiendo aceptar y honrar lo que le toca, inicia el movimiento hacia el trabajo y el éxito.
Resumiendo
Cuando uno honra al Padre y lo toma todo de él, asiente a la vida como es y encuentra su
lugar en el mundo. Siente, inconscientemente, la necesidad de pagar su deuda hacia sus
padres y su país en forma de servicio a la comunidad, con su trabajo.
Si está vinculado a un daño no asumido, por mucho que trabaje no verá ningún resultado.
Si ha tomado bien a lo masculino, a todos los hombres de la familia, el campo (sistema
familiar y sociedad) se lo agradecerá con la plenitud, la realización y la prosperidad.
Ejercicios
Para hacer los ejercicios:
Primero centrarse, hacer una visualización para estar en conexión con algo más grande y
estar en el asentimiento a todo como es.
• Visualización
Cuando alguien nos ha hecho daño
Tengo delante de mí a la persona cuya agresividad me duele o me rebela. Si hay una tercera
persona, víctima de la otra, la colocamos.
Miro a los ojos a la persona agresiva.
Le digo: “soy como tú.
Asumo mi culpa, asumo el daño que he hecho.
Asumo las consecuencias de mis actos y decido reparar.
Veo el daño que mis ancestros hicieron hecho a tus ancestros.
Gracias por ser como eres”.
Dirigido a algo más grande: “Por favor”.
Luego ponerse encima de cada papel para sentir en cual pierde fuerza o se siente peor y
luego constelar ese orden, preferentemente con 4 personas más.
Entre estas 5 personas una hace de ti, tú mismo haces tu yo evolucionado, otra coge el papel
que estaba en el suelo (el orden que te quita fuerza), las otras dos no se sabe o que
representan.