8BEvaluación Género Narrativo
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Para la siguiente evaluación deberás responder con lápiz pasta y de forma clara, cada una de las
preguntas de alternativas y preguntas de desarrollo, escribiendo con letra legible y sin faltas de
ortografía al momento de ser requerido.
II. Según el tema del viaje del héroe, describe las siguientes etapas (2 puntos
c/u)
1) La gran prueba:
2) La gran prueba:
III. Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas (1 punto c/u)
INSTITUTO ÁGAPE
Profesor(a): Camila Marqués
Octavo año Básico
“Gertrudis cerraba los ojos cada vez que daba un sorbo a la taza de chocolate que tenía frente a
ella. La vida sería mucho más agradable si uno pudiera llevarse a donde quiera que fuera los
sabores y olores de la casa materna. Bueno, ésta ya no era su casa materna. Su madre había
muerto sin que ella se enterara.
Sintió mucha pena cuando Tita se los informó. Ella había regresado con la intención de
mostrarle a Mamá Elena que había triunfado en la vida. Era generala del ejército revolucionario.
Este nombramiento se lo había ganado a pulso, luchando como nadie en el campo de batalla.
En la sangre traía el don de mando, así que cuando ingresó al ejército, rápidamente empezó a
escalar puestos en el poder hasta alcanzar el mejor puesto, y no sólo eso, regresaba felizmente
casada con Juan. Se había encontrado después de haberse dejado de ver por más de un año y
entre ellos había renacido la misma pasión que la del día en que se conocieron. ¡Qué más podía
pedir una persona! Cómo le gustaría que su madre la hubiera visto y cómo le gustaría volverla a
ver, aunque sólo fuera para que le indicara con la mirada que era necesario que utilizara la
servilleta para limpiarse los restos de chocolate en los labios.
Este chocolate estaba preparado como en los viejos tiempos.”
Esquivel, Laura; Como agua para chocolate. (Extracto)
IV. Lee los siguientes extractos y menciona su tipo de narrador y qué tipo de
persona gramatical utiliza (2 puntos c/u)
2. Luego se habían metido poco a poco las dos y se iban riendo, conforme
el agua les subía por las piernas y el vientre y la cintura. Se detenían, mirándose, y
las risas aumentaban. Se salpicaron y se agarraron dando gritos, hasta que ambas
estuvieron del todo mojadas, jadeantes de risa. Entonces, Laura dijo - Volvamos -
y comenzaron a secarse para caminar devuelta.
Rafael Sánchez Ferlosio, El Jarama
4. Hace muchos años tuve un amigo que se llamaba Jim, y desde entonces nunca he
vuelto a ver a un norteamericano más triste. Desesperados he visto muchos.
Tristes como Jim, ninguno. Una vez se marchó a Perú, en un viaje que señaló
debía durar más de seis meses, pero al cabo de poco tiempo volví a verlo.
Roberto Bolaño, Jim
5. Martín esperó, pasó el tiempo y el viejo ya no despertó. Pensó que ahora se había
dormido de verdad y entonces, poco a poco, tratando de no hacer ruido, se levantó
y empezó a caminar hacia la puerta por la que había entrado Alejandra. Su temor
era grande porque ya había madrugado y las luces del alba ya iluminaban la pieza
de don Pancho. Pensó que podía tropezarse con el tío Bebe, o que la vieja
Justina, la mujer de servicio, podría estar levantada. Y entonces ¿qué les diría?
“Vine con Alejandra, anoche”, les diría.
Ernesto Sabato (1961). Sobre héroes y tumbas