Capa Modi Psiquiatria Forense

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE COLON

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

A CONSIDERACIÓN DE:

JAMALY PELLIERE

ASIGNATURA: PSIQUIATRIA FORENCE

CÓDIGO DE ASIG: 24880

CÓDIGO DE HORA: 2670

PRESENTADO POR:

PITTI, DAVIANYS 3-720-2026

FLORES, LUIS 3-729-1727

RAMIREZ, JENNIFER 3-722-93

RODRIGUEZ, YESSENIA 3 -730 -458

JULIO, OTTO 3-88-2157

TEMA:LA MODIFICACION DE LA CAPACIDAD DE OBRAR


PSICOPATICA
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INDICE

INTRODUCCION 3

CONTENIDO

CAPACIDAD JURIDICA 4

¿QUÉ ÉS LA MODIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD DE OBRAR? 4

EN NUESTRO CODIGO CIVIL 5

¿QUÉ SIGNIFICA QUE UNA PERSONA TENGA MODIFICADA SU CAPACIDAD DE 5


OBRAR?

¿QUIÉN PUEDE INICIAR EL PROCESO DE LA MODIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD DE 6


OBRAR?
SOBRE LA CAPACIDAD DE CULPABILIDAD 7

LA IMPUTABILIDAD, NO SE REDUCE AL ANÁLISIS DE LA CAPACIDAD PARA 8


COMPRENDER LA ILICITUD DEL HECHO.

LEYES COMPARADAS 9

EN NUESTRO CÓDIGO PROCESAL DE PANAMA 11

LA PSICOPATIA UN ACERCAMIENTO CONCEPTUAL 12

PSICOPATIA, ENFERMEDAD METAL? 13

PSICOPATÍA Y DELINCUENCIA 14

LA PSICOPATÍA NO TIENE INCIDENCIA SOBRE LA CAPACIDAD DE CULPABILIDAD DEL 15


SUJETO ACTIVO

LA PSICOPATÍA TIENE INCIDENCIA SOBRE LA CAPACIDAD DE CULPABILIDAD DEL 16


SUJETO ACTIVO

LA PSICOPATÍA A LA LUZ DE LAS NEUROCIENCIAS 18

JURISPRUDENCIA SEÑALADA 21
CONCLUSION 22

BIBLIOGRAFIA 23
3

INTRODUCCIÓN

Las causas de inimputabilidad o incapacidad de culpabilidad se encuentran


reguladas en los ordenamientos jurídicos de cada país. Ello no significa que, no
obstante, se trate de una lista numerus clausus.

Los resultados de las investigaciones en los campos de la psiquiatría y psicología


forense eventualmente pueden generar cambios en el Derecho penal y, de manera
concreta, en el concepto de capacidad de culpabilidad. Así, un trastorno o anomalía
mental diversa que hoy se considera no tiene incidencia en la imputabilidad, podría
ser que, a partir de los datos que arrojen estudios, con el paso del tiempo, el
panorama sea distinto, con las consecuencias respectivas en un proceso judicial de
naturaleza penal.

Precisamente se puede presentar la misma situación a partir de la demostración


que surjan en investigaciones en el ámbito de las neurociencias.

Hoy existe poca claridad conceptual sobre la psicopatía, lo cual se traduce en


incertidumbre sobre la respuesta penal (imposición de una pena o medida de
seguridad) que debe darse cuenta en el supuesto de que se demuestra que una
persona psicópata cometió un injusto penal.

Ante ese contexto, en el cual, se brindaron algunas nociones básicas sobre la


capacidad de culpabilidad y la psicopatía, analizándose las principales posturas en
cuanto a si la psicopatía tiene incidencia o

no sobre la declaratoria de inimputabilidad, todo ello a la luz de las contribuciones


de las neurociencias.
4

CAPACIDAD JURIDICA

Al nacer, todas las personas tienen una facultad innata que en términos jurídicos se
llama capacidad jurídica = ser titulares de derechos y obligaciones.

Tener esta capacidad no implica que desde el nacimiento las personas pueden
ejercer esos derechos y obligaciones; por ejemplo, los niños no pueden hacerlo y
son sus padres quienes lo ejercen por ellos, defendiendo sus intereses.

Para poder ejercer los derechos y obligaciones es necesario que en la persona se


den dos circunstancias: conocimiento y voluntad = capacidad de obrar. Capacidad
para entender los actos que realiza y capacidad de querer realizarlos. La ley dice
que tras la mayoría de edad las personas han alcanzado esas dos condiciones y
solamente un juez puede determinar lo contrario. Esta decisión se formaliza
mediante la sentencia de modificación de la capacidad de obrar. Por tanto, esta
modificación no limita la capacidad de la persona para ser titular de derechos sino
para ejercerlos directamente, con el fin de protegerlos.

¿QUÉ ÉS LA MODIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD DE OBRAR?

La modificación de la capacidad de obrar, conocida anteriormente como


“incapacitación legal”, es un procedimiento que tiene como objetivo garantizar los
derechos y el bienestar de aquellas personas que por causa de sus condiciones
físicas o psíquicas no están en situación de decidir, administrar sus bienes o tener
cura de ellos mismos y necesitan de una tercera persona que complemente o asuma
esta responsabilidad, es decir, tutela o curatela.
5

EN NUESTRO CODIGO CIVIL

Se expresa en el capitulo III del fin de las personas naturales

.
Art.45 La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas.
La menor edad, la demencia o imbecilidad, la sordomudez del que no
sabe leer y escribir, no son más que restricciones de la personalidad
jurídica. Los que se hallaren en alguno de estos estados son
susceptibles de derechos y aun de obligaciones cuando éstas nacen de
los hechos o de relaciones entre los bienes del incapacitado y un tercero.

Las personas tienen capacidad jurídica y capacidad de obrar:

CAPACIDAD JURÍDICA: Actitud o idoneidad necesaria para ser titular de derechos


o/y obligaciones. No es susceptible a graduaciones.

CAPACIDAD DE OBRAR: Actitud o idoneidad de una persona para ejercer sus


derechos y obligaciones que le sean imputables o atribuidas. Es susceptible a
graduaciones en función de cada caso concreto.

¿QUÉ SIGNIFICA QUE UNA PERSONA TENGA MODIFICADA SU CAPACIDAD


DE OBRAR?

Significa que tiene menguada la capacidad de obrar y no puede realizar ciertos


actos jurídicos ni administrar su patrimonio.

La sentencia que incapacita a la persona tiene que indicar qué actuaciones de la


vida jurídica no puede realizar por si misma, ya que el grado de incapacidad tiene
que ser proporcional a la gravedad de la deficiencia o de la enfermedad que sufra.

La función del procedimiento, es ofrecer las máximas garantías. Por un lado, el juez
exige que se demuestre la falta de capacidad de la persona para gobernarse por sí
6

misma, indicando si la capacidad de obrar de la persona abarca todos los actos o


solo para algunos de ellos y, además, señala el tipo de protección que mejor se
ajuste a las necesidades de la persona y nombre a quién tiene que
responsabilizarse de ejercer la protección.

La finalidad de esta medida es la protección de la persona.

HAY 2 TIPOS:

Incapacidad total cuando afecta a todos los actos y la incapacidad parcial cuando
afecta a un determinado tipo de acto.

Cualquier persona tutelada jurídicamente tiene nombrado un tutor que es el


responsable de velar por él y su patrimonio.

“Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes


de carácter físico o psíquico, que impidan a la persona gobernarse por sí
misma.

¿QUIÉN PUEDE INICIAR EL PROCESO DE LA MODIFICACIÓN DE LA


CAPACIDAD DE OBRAR?

Por instancia de parte: lo inicia la propia persona (presunto incapaz) o familiares


directos. Será necesario la contratación de un abogado o procurador. Para iniciar el
proceso se debe interponer una demanda en el juzgado.

De oficio: lo inicia el Ministerio Fiscal a través de notificación previa, por parte de


Servicios Sociales, psiquiatría forense, etc. Estudiará el caso y si lo considera
oportuno, lo admitirá a trámite.

El juez si opta por la parcial nombra a un curador, como la persona que ejercerá la
protección y si opta por la total nombrará a un tutor.
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SOBRE LA CAPACIDAD DE CULPABILIDAD

Para que una persona se le pueda responsabilizar por la comisión de un delito, debe
haber incurrido en una conducta típica, antijurídica y culpable.

La culpabilidad está compuesta por varios elementos que deben ser analizados
posteriormente, a saber: 1) La capacidad de culpabilidad o imputabilidad; 2) El
conocimiento del injusto o de la antijuricidad; 3) La exigibilidad de un
comportamiento conforme a derecho.

La imposición de una pena (por ejemplo, de prisión), no obstante, procede si se


determina que la persona es culpable de haber cometido el delito. Si dentro del
análisis de la culpabilidad se determina que era inimputable, es decir, que al
momento de los hechos delictivos la persona no tenía plena capacidad de
comprender el carácter ilícito de los hechos o de adecuarse a esa comprensión
resulta improcedente sancionarla con una pena y se le puede imponer una medida
de seguridad (en caso de que se establezca que existe peligrosidad) como el
internamiento en un centro psiquiátrico o el sometimiento a un tratamiento
psiquiátrico ambulatorio. Si la persona actuó bajo un estado de imputabilidad
disminuida, al ser incompleta esa capacidad, dependiendo de la legislación de cada
país, se le puede imponer ya sea una pena de prisión atenuada,

La capacidad de culpabilidad o imputabilidad se ha conceptualizado como la


ausencia de impedimento de carácter psíquico para la comprensión de la
antijuricidad y para la adecuación de la conducta conforme a esa comprensión, es
decir, como el conjunto de facultades psíquicas mínimas que debe poseer un sujeto
autor de un delito. Por consiguiente, si el sujeto carece de estas facultades
psíquicas mínimas, se considera que no es capaz de hacer uso de su libertad y, por
lo tanto, no puede ser responsable por inimputable de sus actos. existe un alto nivel
de consenso en lo que respeta a la idea de que una persona es culpable (imputable),
únicamente, cuando en el momento de cometer un injusto -esto es una acción típica
y antijurídica- gozaba de la plena capacidad de obrar de otro modo, es decir, de la
capacidad de adoptar una resolución de voluntad diferente, que vaya de acuerdo
con las exigencias del ordenamiento jurídico.
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El sujeto es inimputable si en su comportamiento antijurídico es incapaz de


comprender el significado injusto del hecho que realiza (vertiente cognoscitiva o
cognitiva) y/o de dirigir su actuación conforme con dicha comprensión (vertiente
volitiva).

En la capacidad cognitiva se incluyen todas las aptitudes con que el sujeto cuenta
para incorporar la información que el medio emite, como lo son los procesos
sensoperceptivos y la capacidad intelectual del sujeto. Aquí, se determina si el
individuo posee conciencia del carácter ilícito y de las consecuencias de su
conducta. Por su parte, la capacidad volitiva comprende todos los aspectos
motivacionales que subyacen a la conducta de un individuo, las reacciones de ajuste
ante las exigencias del medio, la posibilidad real del individuo para actuar conforme
con lo que el ordenamiento jurídico espera de él.

LA IMPUTABILIDAD, NO SE REDUCE AL ANÁLISIS DE LA CAPACIDAD PARA


COMPRENDER LA ILICITUD DEL HECHO.

También se relaciona con la capacidad del individuo de actuar conforme a esa


comprensión, capacidad que habitualmente se identifica con la voluntad o
capacidad volitiva, sin embargo, actualmente se utiliza en su lugar expresiones
como capacidad de determinación o autodeterminación, de autoconducción,
autocontrol, de autogobernarse o controlar los impulsos.

En el examen de la imputabilidad biológica se siguen criterios-psicológicos y


psiquiátricos, por cuanto se trata de establecer estados psicopatológicos o
anomalías psíquicas graves (enfermedad mental) de carácter orgánico o de base
biológica. También, se determina la existencia de trastornos, cuya causa no es
orgánica o cuya base no es biológica o corporal, denominados trastornos de la
conciencia.

Sin que ello constituya una lista taxativa, en la praxis judicial se han aceptado como
trastornos que pueden ocasionar una inimputabilidad, enfermedades mentales
como la esquizofrenia, la psicosis maniacodepresiva y la demencia. Por su parte,
9

se ha conceptualizado el desarrollo mental insuficiente (oligofrenias, estados de


retraso mental, subnormalidad o deficiencia mental). También, la grave perturbación
de la conciencia, dentro de la que se ubican los afectos o estados emocionales, así
como las intoxicaciones por consumo de alcohol, drogas, estupefacientes,
sustancias enervantes u otras semejantes. Finalmente, con gran discusión, una
parte de la doctrina ha afirmado que entre otras anomalías o alteraciones mentales,
podrían formar parte la psicopatía, la payofilia y los trastornos del control de los
impulsos.

LEYES COMPARADAS

El Código Penal de (Art. 34, inciso 1), apunta que no es punible el


Argentina que, en el momento del hecho, ya sea por
insuficiencia de sus facultades, por alteraciones
morbosas de las mismas o por su estado de
inconsciencia, error o ignorancia, no haya podido
comprender la criminalidad del acto o dirigir sus
acciones.

Código Penal de España (Art. 20, inciso 1) se refiere a que está exento
de responsabilidad penal el que, al tiempo de
cometer la infracción, a causa de cualquier
anomalía o estados psíquica, no pueda
comprender la ilicitud del hecho o actuar
conforme a esa comprensión. El ordinal 21 inciso
1 regula como una circunstancia atenuante, las
causas anteriores en el supuesto de que no
concurrieren todos los requisitos necesarios para
eximir de responsabilidad en sus respectivos
casos.
10

Código Penal de Alemania (Art. 20) establece que actúa sin culpabilidad el
que en la comisión del hecho por razón de una
perturbación psíquica patológica, de una
perturbación profunda de la conciencia, de una
deficiencia mental o de otra anomalía mental
grave, esté incapacitado para apreciar la
injusticia del hecho o para actuar con esta
intención, adicionando el numeral 21 que, si la
capacidad del autor para apreciar la injusticia del
hecho o para actuar con esta intención en el
momento de comisión del hecho por las razones
señaladas en el artículo 20 se ve notablemente
reducida, la pena puede atenuarse.

Código Penal de Panamá Art. 39. No es culpable quien, conociendo las


condiciones o las circunstancias del hecho que
integran la conducta, por error invencible ignora
su ilicitud.

En lo que respeta a las causas de inimputabilidad, cabe indicar que, en la medida


en que se respaldan en clasificaciones psiquiátricas superadas, puede generar
dificultades, ello en razón de que la medicina está en constante cambio. De ahí que
se considere un mito el afirmar que los trastornos mentales o anomalías psíquicas
que pueden generar una inimputabilidad constituyendo una lista taxativa.

En la actualidad, la psicopatía es quizás el término que mayor discusión genera en


relación con la (in) capacidad de culpabilidad.

Las polémicas y confusiones que giran en torno al concepto de psicopatía son


numerosos y proceden de diversos aspectos, tales como su evolución conceptual
histórica, su frecuente asociación abierta con conductas antisociales y delictivas,
11

siendo que, aunque el debate sigue a nivel teórico, muchas investigaciones han
venido subrayando de manera reiterada la necesidad de no encasillar a la psicopatía
como un tipo de trastorno mental, ni de la personalidad ni de cualquier otra índole.

Por su parte, la relevancia práctica del estudio clínico y forense de la psicopatía y


los trastornos de la personalidad se ha acentuado en los últimos años, en los que
se ha generado un creciente interés por el estudio de la imputabilidad penal desde
las neurociencias y su impacto en el Derecho penal. Sobre la base de los nuevos
descubrimientos, se ha comenzado a decir que, al menos en algunos casos, la
psicopatía podría eliminar la imputabilidad en un futuro no demasiado lejano.

Ante este panorama, adquiera relevancia el estudio de la psicopatía desde un plano


conceptual, siendo imprescindible dar a conocer las razones por las que un sector
de la doctrina está a favor y otro en contra de ubicarla como una causa de
inimputabilidad. La discusión parte de los aportes de las neurociencias.

EN NUESTRO CÓDIGO PROCESAL DE PANAMA

El procedimiento legal cuando se identifica una persona con estas características


se establece en nuestro código procesal indicando lo siguiente

ARTÍCULO En caso de enfermedad mental de la persona imputada que


94 Enfermedad excluya su capacidad de entender los actos del procedimiento
mental de la o de obrar conforme a ese conocimiento, se ordenará por
persona medio de auto la suspensión del procedimiento con respecto
imputada. a este imputado hasta que desaparezca la condición. Esta
circunstancia no impide que se investigue el hecho y continúe
el procedimiento con los otros imputados si los hubiera.
ARTÍCULO La persona imputada será sometida a examen mental cuando
95 Examen la autoridad competente observe indicios sobre la falta de
mental. capacidad de comprender la ilicitud del hecho o para
determinarse de acuerdo con esa comprensión, por causa de
trastorno mental o cuando actúa con imputabilidad
12

disminuida. Esto podrá ordenarse durante cualquiera de las


fases del proceso.

LA PSICOPATIA UN ACERCAMIENTO CONCEPTUAL

Desde el plano conceptual, existe un debate encendido desde hace ya dos siglos
sobre la conveniencia de utilizar una categoría diagnóstica específica para los
individuos que muestran dicho perfil caracteriológico y conductual, y también sobre
deficiencias que deben ser los elementos esenciales para definir la: la conducta, los
rasgos de personalidad o una combinación de ambos. En relación con el aspecto
terminológico, el vocablo se ha utilizado -y se sigue utilizando- para describir
entidades nosológicas y condiciones clínicas muy distintas.

Se dice que la psicopatía no pertenece al núcleo duro de enfermedades o anomalías


mentales que han sido exhaustivamente investigadas y completamente descritas
por la ciencia médica, siendo muy reciente la investigación estrictamente médico
empírica sobre el fenómeno.

Un análisis sobre la peligrosidad criminal y los delitos sexuales”, no está nada claro
en la discusión de las ciencias de la mente qué es exactamente un “psicópata”. Más
bien sigue teniendo discrepancias muy profundas sobre las características y la
etiología del fenómeno. Lo único que parece indiscutible es la inquietante
peculiaridad del mundo emocional de los sujetos calificados como psicópatas, que
presenta una completa ausencia de empatía, pues manifiesta una total ausencia de
frenos inhibitorios respecto de la realización de comportamientos socialmente
desvalorados. De acuerdo con la definición de la psicopatología que parece ser
dominante, estas características, en primer lugar, se presentan en un continuo, es
decir, que desde la “normalidad” hasta la psicopatía más grave hay una escalada
13

gradual; en segundo lugar, no existe hasta el momento tratamiento alguno para la


psicopatía - afirmándose, incluso,

Al estar vinculado la psicopatía con la ausencia de empatía y de los frenos


inhibitorios en cuanto a la realización de comportamientos socialmente
desvalorados, en términos generales, se afirma que la persona con psicopatía tiene
una especie de “daltonismo moral”.

PSICOPATIA, ENFERMEDAD METAL?

El término “psicopatía”, en cuanto tal, no ha sido recogido de forma limpia en las


clasificaciones internacionales de las enfermedades mentales CIE de la
Organización Mundial de la Salud y DSM de la Asociación Psiquiátrica Americana.
La primera, lo identifica como Trastorno Disocial de la Personalidad; la segunda,
utiliza la terminología Trastorno Antisocial de la Personalidad. Es decir, dicha
denominación no se ha empleado de forma uniforme.

• Conforme lo apunta Martínez, Robert Hare ha desarrollado un método de


diagnóstico sistematizado de los rasgos propios de la psicopatía a través de
la “Psychopathy Checklist” (PCL), un listado de síntomas de la psicopatía
para su calificación mediante valoración clínica a través de una entrevista
semiestructurada

Los artículos del PCL-R, prueba que en la actualidad se ha estandarizado como


método para diagnosticar la psicopatía, son:

Locuacidad / Encanto Falta remordimiento y Conducta sexual Incapacidad para


superficial. culpabilidad. promiscua aceptar las
consecuencias de sus
actos.
Egocentrismo/Grandiosidad Escasa profundidad de Problemas de conducta Varias relaciones
los afectos. precoces. maritales breves
14

Necesidad de estimulación Insensibilidad / Falta de Falta de metas realistas delincuencia juvenil.


/aburrimiento. empatía. a largo plazo.

Mentira patológica Estilo de vida parásito. Impulsividad. Revocación libertad


condicional
Dirección / Manipulación. Falta de control Irresponsabilidad. Versatilidad penal.
conductual.

..

PSICOPATÍA Y DELINCUENCIA

Se ha dicho que existe una asociación frecuente entre psicopatía y delincuencia. Si


bien las relaciones entre ambos han sido empíricamente demostradas, también
sobre este aspecto hay que precisar una serie de matices de rigor, ya que ni la
psicopatía es una condición necesaria para ser delincuente, ni la delincuencia
es una característica exclusiva y necesaria para ser psicópata.

No existen vacilaciones a la hora de afirmar que, si bien los psicópatas no pueden


comprenderse propiamente entre los enfermos mentales, tampoco es posible
considerarlos como personas “normales” en términos psíquicos, lo que plantea los
consiguientes problemas y dudas en torno al tratamiento que deban recibir.

Ante la incertidumbre conceptual existente a la fecha, se torna relevante estudiar la


respuesta que, en términos generales, ofrece el Derecho penal ante el supuesto de
que una persona psicópata cometa un hecho delictivo. Sobre este tema, se
adelanta, no existe consenso en la doctrina. Para un sector, la persona debe ser
declarada responsable penalmente; para otro, no.
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LA PSICOPATÍA NO TIENE INCIDENCIA SOBRE LA CAPACIDAD DE


CULPABILIDAD DEL SUJETO ACTIVO

Se considera que los psicópatas cumplen perfectamente los requisitos legales y


psiquiátricos para ser declarados mentalmente sanos. Entienden las reglas de la
sociedad y el significado del bien y del mal. Son capaces de controlar su conducta
y se dan cuenta de las consecuencias potenciales de sus actos. Su problema es
que, a menudo, este conocimiento no consigue detener su conducta antisocial. La
mayoría de los programas penitenciarios no funcionan en el caso de los psicópatas.

Indica que el psicópata es totalmente imputable desde el punto de vista jurídico. En


cuanto al tratamiento, como lo han señalado numerosos autores a lo largo de los
años hasta la actualidad, no se cuenta con ningún programa de tratamiento eficaz
que sirva para reintegrar al psicópata en la sociedad. Los psicópatas conocen y
comprenden perfectamente la distinción entre el bien y el mal, pero eso no les
importa. Poseen una capacidad normal que permite razonar perfectamente y tener
juicios morales adecuados.

Para Garrido, la psicopatía es un trastorno gravísimo de las emociones y los


sentimientos de un individuo, que afecta, también, el razonamiento o juicio. Lo que
diferencia al psicópata de otros trastornos de personalidad es su sintomatología, los
rasgos que presenta y el hecho de que disfruta haciendo lo que hace. Conoce la
diferencia entre el bien y el mal. Si el psicópata se viera libre de responsabilidad
criminal, acentuaría más su conducta antisocial y cruel. Como es sabido, la
psicopatía no pertenece al núcleo de enfermedades mentales que han sido
exhaustivamente investigadas y completamente descritas por la ciencia médica.

Aunque el debate sigue abierto a nivel teórico, muchas investigaciones han venido
subrayando de manera reiterada la necesidad de no encasillar a la psicopatía como
un tipo de trastorno mental, ni de la personalidad ni de cualquier otra índole.

Cuando un individuo psicópata comete un delito (circunstancia que sólo tiene lugar
en algunos casos, y no en todos), este es responsable, penalmente del mismo, por
lo que ingresa en un centro penitenciario, en cual la intervención que se hace sobre
16

él es similar a la que se lleva a cabo con cualquier otro sentenciado imputable, pero
no con características psicopáticas. Esto supone que el tratamiento efectivo sobre
el sujeto psicópata no es el adecuado para esta patología, en cuya etiopatogenia
están implicados factores familiares, sociales, biológicos, de personalidad,
relacionados con el aprendizaje, etc., los cuales no son abordados, en su
totalidad , por programas de tratamiento de esta índole. Se aconseja el
internamiento de estos sujetos en un centro especializado y en un contexto diferente
al que existe en un establecimiento penitenciario o un hospital psiquiátrico que
ofrecen garantías sobre la aplicación de tratamientos acordes con este problema.

LA PSICOPATÍA TIENE INCIDENCIA SOBRE LA CAPACIDAD DE


CULPABILIDAD DEL SUJETO ACTIVO

DE ACUERDO CON LÓPEZ Y NÚÑEZ, para algunos expertos, el psicópata no


puede ser declarado inimputable dado que se trata de un trastorno con
manifestaciones clínicas muy variadas y, además, no existen tratamientos para el
mismo. En contra de este último argumento se presenta otro que señala que esa no
sería razón suficiente para determinar la imputabilidad de estos individuos ya que
se trataría de un criterio externo a la propia imputabilidad de los mismos.

PARA ZAFFARONI Y PIERANGELI , si por psicópata se considera a la persona


que tiene una atrofia absoluta e irreversible de su sentido ético, esto es, un sujeto
incapaz de introyectar o auto proyectar reglas o normas de conducta, entonces él
no tendrá capacidad para comprender la antijuridicidad de su conducta, y, por tanto,
será inimputable. Es decir, quien posee una incapacidad total para entender
valores, aunque los conozca, no podrá entender la ilicitud.

Un cuestionamiento que surge es cómo justificar la imputabilidad de alguien que


posee disfuncionalidad en áreas cerebrales vinculadas a toma de decisiones.

Se afirma que los psicópatas, al presentar alteraciones, ya sean funcionales o


estructurales evidenciables en su cerebro, encuadran dentro del apartado de
17

evidencia morbosa de las facultades mentales que declara (en la regulación


argentina) la conducta como no punible.

Se ha dicho que las facultades intelectivas que sí tiene el psicópata no son


suficientes, o son incompletas para dotarlos de esa capacidad de comprensión del
injusto penal, porque al no tener empatía, y al estar atrofiado su sistema de
introyección, de socialización y de adopción axiología, no es capaz de compartir el
sistema de valores, ni los bienes jurídicos que protegen las normas, en
consecuencia, su capacidad de comprender la antijuridicidad de sus actos es
incompleta, por cuanto se queda en una elección estrictamente racional, nunca
emocional, en vista de que no tiene verdaderos sentimientos.

Los problemas, desde un punto de vista legal, que se plantean en la psicopatía son,
primero, que a pesar de ser conscientes de sus actos, los mismos son realizados
y el sujeto sólo es consciente de ellos tras la decisión emocional-inconsciente que
los predeterminado (siento, luego existo); segundo, ¿han tenido “elección” estos
sujetos de poder cambiar el curso de su vida psicopática?; y en tercer lugar está el
problema de la intencionalidad. Quienes defienden que los psicópatas no poseen
capacidad plena para una autodeterminación o para un comportamiento adecuado,
se basan precisamente en que las áreas implicadas en la toma de decisiones, y
que, por lo tanto, están implicadas en la intencionalidad, están alteradas en estos
sujetos, ante lo cual sugiere alternativas jurídico-penales como la imputabilidad
reducida (o semi imputabilidad) y la inimputabilidad.

SIN EMBARGO, PARA TAMARIT , frente a las dificultades de categorización de la


psicopatía, no resulta aceptable la postura de optar por una solución de tipo
salomónico que se revela como el peor de las posibles: adoptar el castigo
convencional pero atenuado (atenuante ).

Resultado de interés el planteamiento que realiza Mariano Castex en el prólogo del


libro “Imputabilidad Penal y Neurociencias”. De acuerdo con este autor, hay quienes
afirman que los psicópatas no pueden ni deben ser considerados inimputables, pues
tienen conciencia de sus acciones; saben lo que la ley y la sociedad dictaminan
como correcto o incorrecto, pero no lo vivencian como el resto de las personas
18

porque su afectividad está alterada. Sin embargo, ¿cómo saben y prueban estos
expositores, que seres humanos que han comparado con serpientes tienen
conciencia de sus acciones y conocen lo que la ley y la sociedad dictaminan como
correcto o incorrecto, si se presentan al mismo tiempo que estos seres humanos,
con las condiciones limitadas que les ha impuesto la genética y su constitución
biológica, tienen una diversa capacidad para vivenciar los valores por tener una
afectividad alterada?

Precisamente, este tipo de interrogantes que aun no han sido claramente


contestadas, deben analizarse partiendo de la discusión no acabada entre
determinismo y libre albedrío a la luz de las investigaciones realizadas por las
neurociencias.

LA PSICOPATÍA A LA LUZ DE LAS NEUROCIENCIAS

Con respecto a la capacidad de culpabilidad, hoy resulta relevante entender, bajo


las neurociencias, la psiquiatría y psicología contemporáneas enfermedades
mentales pueden ser encontradas dentro de los presupuestos del legislador, quien
utiliza los conceptos de manera amplia, abarcando las múltiples posibilidades que
ofrece la ciencia.

La idea de la libertad de decisión como rasgo esencial del ser humano es un tema
que se discute con vehemencia en nuestros días. El debate libertad vs determinismo
está más vigente que nunca.

El viejo debate sobre determinismo e indeterminismo se ha vuelto


extraordinariamente actual a la luz de las últimas investigaciones llevadas a cabo
en el campo de la Neurobiología.

Por ejemplo, en Estados Unidos de Norteamérica ya se han utilizado las técnicas


de neuroimagen para la evaluación de los criminales juzgados, poniendo de
manifiesto en algún caso las disfunciones en la actividad de los lóbulos frontal y
19

temporal, probablemente responsables de la falta de capacidad para inhibir la


agresión, la cual se produciría como una respuesta automática, fuera de control
voluntario y por lo tanto difícilmente coercible.

En los últimos años, se ha producido un importante en las técnicas de neuroimagen,


sobre todo en los métodos funcionales (resonancia magnética funcional, tomografía
por avance de emisión de positrones, tomografía por emisión de fotón
simple). Estudios de neuroimagen funcional realizados en sujetos con grave
comportamiento antisocial diagnosticados en su mayoría como psicópatas han
arrojado alteraciones a nivel del lóbulo frontal y temporal.

Por ello, se dice que el status quo de la investigación científica respecto de la


psicopatía está cambiando de una manera radical desde hace algunos (pocos)
años.

Se dice que la actividad neuronal por sí mismo no es suficiente para encontrar el


fundamento y desarrollo del comportamiento de los seres humanos, porque el
conocer o tener conciencia de las cosas que nos ocurren o rodean no es solo tener
cerebro a través de un estado particular físico o anatómico, sino que debe integrarse
con las demás habilidades psicológicas y categorías mentales que lo integran y
completan.

Otro aspecto a considerar, como bien lo apunta, es que no debe pasarse por alto
que el concepto de libertad de decisión tiene distinto significado en las
ciencias neurológicas y en el derecho.

Ante esta incertidumbre, realiza un pronóstico: sin modificar el sistema, las


aportaciones de las neurociencias irán empeorando periféricamente la praxis del
Derecho Penal, básicamente porque algunos casos que se resuelven en la
actualidad con imposición de penas probablemente en el futuro se resolverán como
consecuencia de dichos avances neurocientíficos mediante la opción por medidas
de seguridad, corrección o tratamiento.

Se abre una puerta, por primera vez en la historia de la humanidad, que resulta
decisiva también para el estudio de la psicopatía, en lugar de aproximarse al
20

fenómeno desde fuera, esto es, desde el comportamiento de quien padece la


afección, o de sus propias manifestaciones acerca de determinadas características
de su personalidad y de su conducta, se puede observar directamente el
funcionamiento del cerebro, identificando así diferencias anatómico-funcionales
entre psicópatas y no psicópatas.

El panorama frente a la que nos encontramos. Los argumentos de algunos


neurocientíficos contra la existencia del libre albedrio no aportan una prueba
realmente convincente contra la capacidad de una persona para adoptar la decisión
correcta (debida). Es decir, no se puede hablar en ningún modo de una
demostración empírica feliz de la posición determinista ni de una refutación
convincente de la aceptación de la libertad de la voluntad para actuar de acuerdo a
lo debido. No es sólo la posición determinista la que se mantiene indemostrada. Las
cosas no son distintas para el libre albedrio en el sentido de la libertad para actuar
de acuerdo a lo jurídicamente debido.

Ello, sin duda alguna, nos obliga a estar atentos al debate actual ya investigar sobre
la psicopatía y la capacidad de culpabilidad. Hay mucho camino por recorrer.
21

JURISPRUDENCIA
SENTENCIA CONDENATORIA APELADA EN PROCESO QUE SE LE SIGUE A
GABRIEL MOSQUERA PAYARES (A) NENGLO. PONENTE:. ANÍBAL SALAS
CÉSPEDES. PANAMÁ, VEINTISÉIS (26) DE ENERO DE DOS MIL CUATRO
(2004).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: Aníbal Salas Céspedes
Fecha: 26 de enero de 2004
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 174-F
VISTOS:
Para resolver la alzada ingresó a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, la
sentencia 1era. Inst. Nº 98 fechada 3 de septiembre de 2002, dictada por el Segundo
Tribunal Superior de Justicia, en el proceso que por delito de Homicidio se le sigue
a GABRIEL MOSQUERA PAYARES (a) NENGLO.
Mosquera Payares fue condenado a la pena de quince (15) años de prisión y a dos
(2) años de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas a partir del
cumplimiento de la pena privativa de libertad ambulatoria.
Esta sentencia se dictó luego que un Jurado de Conciencia profiriera un veredicto
condenatorio contra el imputado.
Y por último, en cuanto a que a fojas 255 reposa un informe del IPHE de que su
patrocinado sufre un "Retardo Mental Leve", también le decimos a letrado de que a
fojas 219 reposa el examen de Psiquiatría Forense que certifica que el imputado no
presenta retardo mental, presenta características psicopáticas, y es imputable.
Por lo anterior y considerando que la defensa no ha podido comprobar sus
alegaciones, esta Sala es del criterio que debe confirmarse la sentencia venida en
apelación.
En virtud de lo expuesto, la SALA PENAL de la CORTE SUPREMA, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CONFIRMA la sentencia
1ra. Inst. Nº 98 de fecha 3 de septiembre de 2002, dictada por el Segundo Tribunal
Superior de Justicia, dentro del proceso que se le sigue a GABRIEL MOSQUERA
PAYARES alias "Neglo".
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CONCLUSION
Un sujeto es inimputable si al llevar a cabo la conducta típica y antijurídica no posee
capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho (aspecto cognoscitivo) y/o de
determinarse de acuerdo con esa comprensión (aspecto volitivo).
Las causas de inimputabilidad suelen establecerse en los ordenamientos jurídicos
de cada país. Por ejemplo, en Argentina se contemplan las alteraciones morbosas
o estados de inconsciencia; en España “cualquier anomalía o alteración
psíquica”; en Alemania, perturbaciones psíquicas patológicas, perturbaciones
profundas de la conciencia, debilidad mental u otras alteraciones psíquicas graves.
Actualmente, existe poca claridad conceptual a nivel mundial sobre la psicopatía, lo
cual ha llevado a varios autores reconocidos a considerarla como una posible causa
de inimputabilidad, en tanto otro sector importante no avala dicha posición.
Por ende, no existe consenso al respecto. Indistintamente si se considera a la
psicopatía como un trastorno mental, lo cierto es que su origen es una incógnita: se
ha dicho que puede obedecer a factores muy diversos, entre ellos, biológicos, de
personalidad, del ambiente, entre otros. Por ello, la discusión libertad vs
determinismo se mantiene vigente.
La cuestión sobre la capacidad de culpabilidad del psicópata no puede ser
solucionada en términos absolutos, en el sentido de afirmar que siempre es
imputable o inimputable. Deben ponderar las circunstancias propias de cada caso.
Un aspecto a tomar en cuenta es que debe distinguirse cuando un sujeto presenta
rasgos psicopáticos a otro que se le cataloga como un psicópata. Los ítems del
PCL-R, elaborados por Robert Hare, pueden orientarse en el diagnóstico de la
psicopatía, no obstante, lo cierto es que “no están escritos en piedra”.
Los más recientes en las investigaciones de las neurociencias deben ser
considerados con mesura en la medida en que de forma paulatina podrían avanzar
a repensar los fundamentos del concepto de culpabilidad.
En el sentido de que es necesaria una discusión acerca de si el concepto de
culpabilidad actual no rinde resultados satisfactorios cuando se implementa en
psicópatas, lo cual amerita ser estudiado con mayor detención.
En otras palabras, el Derecho Penal debe estar atento a las investigaciones de las
neurociencias, sea para discernir si la dirección correcta debe ser una redefinición
o, en su caso, para rebatir sus resultados, partiendo de la premisa de que el
concepto de libertad de decisión no es el mismo en el derecho que en las ciencias
neurológicas.
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BIBLIOGRAFIA

//www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152019000100135

Zaffaroni, ER Derecho Penal. Parte General. Buenos Aires: Ediar; 2002

/código-procesal-penal-

Código civil de Panamá

Código penal de Panamá

https://zonahospitalaria.com/la-modificacion-de-la-capacidad-de-obrar-y-la-tutela

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