Maria Jose - Garcia Notario - 1
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Resumen
Este artículo, cuyo eje central es la figura de Francisco de Goya y Lucientes, trata de hacer un repaso
por su biografía, sus etapas artísticas y sus principales obras, haciendo especial hincapié en un análisis
formal, estilístico, sociológico e histórico de uno de sus cuadros más famosos: Los fusilamientos del 3
de Mayo en Madrid, considerado no sólo una obra de arte sino un documento histórico y gráfico de
primer orden.
Palabras clave
Goya
Fusilamientos del 3 de Mayo
Historia del Arte
Pintura española
Guerra de la Independencia
1. INTRODUCCIÓN
Goya es considerado uno de los pintores universales del arte, tanto por su calidad de producción, la
fuerza de su personalidad y su temática comprometida como por la admiración e influencia que
despertó en los estilos artísticos posteriores y en las vanguardias del arte contemporáneo. Por lo tanto,
podemos decir que es el iniciador de nuevos caminos artísticos y técnicos.
Junto a una importante obra oficial, formada por retratos, pinturas de género, religiosas y de guerra,
Goya desarrolló una obra personal representada por los "Caprichos" y las "Pinturas Negras", donde de
forma simbólica, no exenta de ironía, manifestó sus preocupaciones más íntimas y dirigió sus críticas
hacia el mundo que le rodeaba. Inicialmente concebida como "Sueños", la serie de grabados de los
"Caprichos" atacaba los vicios del clero y de la alta nobleza, para lo que utilizaba un lenguaje que
debería ser entendido en su auténtica lectura por el público ilustrado al que iba destinado, evitando así
el peligro de la Inquisición.
Los Goya se trasladaron a Zaragoza por lo que Francisco pasaría allí su infancia y su juventud. Esto fue
debido a que su padre instaló en la ciudad su taller de dorador, allí Goya aprendió el oficio. Acudió a las
Escuelas Pías, donde conoció a Martín Zapater, al que le uniría una amistad para siempre.
A los trece años, en 1759 y hasta 1762, Francisco de Goya asiste a clases de pintura que imparte José
Luzán y poco después entra a trabajar en su taller. En verano, durante la vendimia, va a Fuendetodos, y
bajo la dirección de su propio padre realiza su primera obra, pinta “El armario de las reliquias” que
posee la iglesia y se complementa con la decoración del muro al que va adosado el armario.
Por dos veces, a los diecisiete y a los veinte años, concursa, sin éxito, para obtener una pensión en la
Academia de Bellas Artes de San Fernando; este doble fracaso le impulsa a viajar a Italia, donde
aprende la técnica del fresco, que le servirá, a su regreso a España, para conseguir su primer encargo
oficial en la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Dos años después de su regreso a España, concretamente a Madrid, se casa con Josefa Bayeu,
hermana de Francisco Bayeu, pintor de la Cámara del Rey Carlos III. Este hecho favorecerá su ingreso
como pintor de cartones en la Real Fábrica de Tapices. Trabajó allí desde los veintinueve a los cuarenta
y cinco años, realizando sesenta y tres cartones para los palacios de El Escorial y El Prado.
En 1792, durante un viaje a Andalucía, contrae una grave enfermedad que le dejó completamente
sordo. Esta circunstancia, unida a las graves consecuencias que la Revolución Francesa tuvo en la
Corte y para sus amigos ilustrados (destierros, encarcelamientos...), le sumirán en una profunda crisis
que influirá en su carácter y en su pintura.
Durante la Guerra de la Independencia 1808-1814, Goya acentuó su pesimismo y mantuvo una actitud
conservadora en su actividad pública, como se puede ver a través de sus históricos lienzos: El Dos de
Mayo y Los fusilamientos del Tres de Mayo; y de sus grabados Los Desastres de la Guerra.
A los setenta y tres años, sordo, enfermo y desengañado, compra la "Quinta del Sordo" a las afueras de
Madrid; allí se refugia con Leocadia Weiss, fiel compañera de su vejez, y ejecutará su obra más
personal e inconfundible: Las Pinturas Negras. Viviría allí hasta 1823, fecha en que regala la finca a su
nieto Mariano
En 1824 partía Goya hacia Francia, concretamente hacia Burdeos, en busca de tranquilidad y del cariño
de todos aquellos amigos que allí se encontraban. Vivió cuatro años más, con nuevas ilusiones que le
permitieron seguir intentando nuevas formas y técnicas en su pintura hasta su muerte en 1828.
3. CONTEXTO HISTÓRICO
La vida de Goya abarca un amplio espacio de la vida española, un espacio muy importante y
trascendental en sí mismo y en sus posteriores consecuencias.
Francisco de Goya fue un hombre situado entre dos épocas fundamentalmente: la etapa optimista de la
Ilustración, que concluye con el reinado de Carlos IV, y el periodo de invasiones y luchas partidarias
que se inicia en nuestro país a principios del S. XIX.
Durante su primera época reinaba Carlos III, monarca ilustrado que apoyó el liberalismo y trató de
modernizar la sociedad española. Así, Goya se dedicó mayoritariamente a pintar escenas cotidianas de
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la vida del pueblo en las que se reflejaba su optimismo y retratos de ministros importantes como el
Conde de Aranda, Gaspar M. De Jovellanos o el Conde de Floridablanca entre otros.
En 1788 subió al trono Carlos IV, cuyo valido fue Godoy. Este fue un monarca absolutista y a los pocos
meses de subir al trono estalló la Revolución Francesa. Así, Carlos IV cerró las fronteras de España
para que no se contagiasen las ideas francesas. Godoy firmó el tratado de Fontainebleau, que permitió
la invasión francesa de la península. El descontento popular supuso que se llevase a cabo una
resistencia nacionalista y finalizó con la subida al trono de Fernando VII tras el motín de Aranjuez. Este,
a su vez, abdicó en favor de Jose I, hermano de Napoleón. Durante esta época Goya trabajó en la
Corte de Carlos IV, donde pintó numerosos retratos de la familia real. Además siguió con sus temas
costumbristas entre los que destacan los "Caprichos".
Durante la tercera etapa de Goya se llevó a cabo la Guerra de la Independencia en España, lo que dio
lugar a la pintura dramática de Goya, que dejó de ser descriptiva. En 1814 se produjo el desastre
francés y por lo tanto la deposición de José I.
Tras la invasión francesa regresó al trono Fernando VII, pero el rey que anteriormente había sido un
monarca ilustrado se convierte ahora en un rey absolutista como consecuencia de la Restauración del
Antiguo Régimen en Europa. Los temas que interpreta ahora Goya son en su mayoría históricos.
1ª etapa (1746-1783)
2ª etapa (1783-1808)
Este grabado, realizado con la técnica del aguafuerte, pertenece a la serie llamada
"Caprichos". Se trata de un tema fantástico, concretamente representa a un personaje
rodeado por numerosas criaturas nocturnas.
Esta obra fue pensada originalmente para la portada de los "Caprichos", pero
finalmente lo sitúa en el inicio de las escenas de brujas. Este es un momento en el que
Goya aprecia lo que ocurre en España con Godoy y por ello manifiesta su descontento. Las criaturas
nocturnas simbolizan las vulgaridades perjudiciales del mundo, la ignorancia y los vicios de la sociedad.
3ª etapa (1808-1814)
Con esta obra Goya quiere dar prestigio al rey de España en un momento en el que las tropas de
Napoleón amenazaban con lo que más tarde conseguirían: deponer al rey actual y colocar en su lugar a
un familiar del general francés.
4ª etapa (1814-1824)
Con este cuadro religioso Goya dice adiós a Madrid y a la Corte. Infancia y vejez,
vida y muerte se dan cita en esta magistral obra. Durante esta época la Iglesia
encargó numerosas obras a los artistas. Estas representan momentos de la vida
de los santos y con ellas la Iglesia quiere expresar su poder.
Es una pintura al óleo sobre lienzo. Esta obra fue encargada por el propio duque de
San Carlos, quien quería retratarse como un verdadero caballero, elegante e
importante.
5ª etapa (1824-1828)
Esta litografía fue creada originalmente con la intención de venderla a los comerciantes ricos de la
América española y españoles que se encuentran en Burdeos. Pero al igual que con los Caprichos no
logra el éxito económico.
IDENTIFICACIÓN Y LOCALIZACIÓN
Goya utiliza en este cuadro una paleta principalmente oscura, donde predominan la gama de los
negros, color de la muerte por excelencia, con importantes mezclas de colores relacionados con la
gama del verde. La otra gran familia cromática la forman los ocres y marrones. Sin olvidar el blanco de
la camisa del hombre con los brazos abiertos que supone un gran contraste con el resto de la paleta, en
su mayoría oscuros. Podríamos decir de esta composición que sigue un "crescendo" cromático que va
desde el blanco de la camisa del civil, hasta el negro de algunas vestimentas de los soldados.
Estilísticamente, no podemos olvidar aquí el peso de la escuela tenebrista, que sin duda debió influir en
Goya. Así, figuras como Ribalta o Ribera, que tanto arraigo tuvieron en España, y que aquí aún se
pueden apreciar. Mas, debido la gran variedad de estilos y tendencias que atravesó Goya a lo largo de
su vida, resulta inútil el tratar de englobar en su dilatada carrera esta obra, ya que si tratamos de
hacerlo, encontraremos enormes diferencias dependiendo del año en que fue pintada la obra.
Si tuviéramos que englobar esta pintura dentro de un género, la incluiríamos dentro de la pintura
histórica, es decir, aquella pintura que narra un acontecimiento histórico.
La ausencia de tradición de la pintura histórica en España y, sobre todo, de cuadros que narrasen algún
episodio de la historia reciente, (excluyendo sin embargo las escenas de batalla de Felipe IV para el
Salón del Buen Retiro), supuso una gran innovación en este género, aunque no la única, ya que Goya
se opone radicalmente al estilo neoclásico, que algunos han llamado " estilo restauración ", y el cual
Fernando VII había adoptado, quizás durante su exilio en la casa de Talleyrand, y que en consecuencia
los pintores de la corte adoptarían, (José Aparicio, Julio López... ). Este hecho podría pues explicar el
por qué no existen comentarios contemporáneos acerca de esta obra y el hecho de que hasta 1872, no
se incluyera este cuadro en el catálogo que publicaba el museo.
APROXIMACIÓN AL SIGNIFICADO
La obra pertenecía a una serie formada por cuatro pinturas más y de las cuales sólo conservamos dos:
el Dos de mayo y el Tres de mayo. Esta teoría, sostenida por Mayer, cita al pintor y coleccionista de
obras de Goya, Cristóbal Ferriz, que afirmaba que había otros dos cuadros más, aparte de los
anteriormente mencionados, haciendo así un total de cuatro, donde se representaban el levantamiento
en el Palacio Real y la defensa del parque de artillería. Encontramos un precedente en este hecho, ya
que una serie de cuatro escenas, en una serie de grabados fueron realizadas por Tomás López
Enguidanos en 1813. Dicha serie, recoge el levantamiento ante el Palacio Real, el enfrentamiento de
los patriotas y los franceses ante la Puerta del Sol, la muerte de Daoíz y Velarde en el ataque la parque
de artillería y el asesinato de los patriotas en el Retiro de Madrid.
Otra prueba que daría crédito, a la idea que Los fusilamientos de la Moncloa pertenece a una serie,
sería una idea de orden lógico, ya que la composición de los dos cuadros que aún se conservan de esta
En 1808, con el Motín de Aranjuez, se había iniciado un proceso que derivó en la Guerra de
Independencia. El partido fernandino repuso a Godoy, por lo que Carlos IV abdicó a favor de su hijo
Fernando, quien buscó el reconocimiento en Murat y al no obtenerlo, se trasladó a Bayona para lograr
el reconocimiento de Napoleón, también sin éxito, por lo que Carlos IV dejó España en manos de
Bonaparte como jefe político de España. Desde ese momento y hasta 1814, España viviría una
situación ininterrumpida de guerra. No fueron estos años propicios para la creación artística, aunque sí
se multiplicaron las estampas, en muchas ocasiones difundidas desde la clandestinidad, y las cuales
recogieron los principales sucesos bélicos, iniciándose así un nuevo género: la sátira política.
Por lo antes mencionado, y desde Junio de 1808, los acontecimientos fueron analizados con un valor
indudablemente religioso. La circunstancia de que Carlos IV abdicara el 19 de Marzo, fue tomado como
una referencia de regeneración católica contra el intruso, ateo y demoniaco José Bonaparte.
Esta cruzada religiosa se fue consolidando cuando se recordaban los hechos del dos y el tres de Mayo,
y los cuales Goya tuvo en cuenta, ya que divide la composición en dos partes. La primera, la de la
izquierda, muestra a los héroes anónimos, según tres actitudes distintas:
A ) Personas muertas. B ) Personas atemorizadas ante la llegada inminente de la muerte. C ) El que
expresa su valor mirando de frente a sus verdugos. A la derecha se dispone el pelotón de fusilamiento
compuesto por rostros anónimos, y que se han venido a llamar la máquina de matar.
Evidentemente la parte izquierda es la que centra el drama. Mucho y muy variado se ha escrito acerca
de este grupo, y merece ser señalada la relevancia que adquiere el hombre de la camisa blanca, aquel
que no se calla, que no tiene miedo a morir por aquello que cree justo, por sus ideales. Muchos autores
han establecido una personificación de este personaje con la figura de Cristo, por lo que no resulta
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extraño, el que en sus manos encontremos, al igual que en las manos de Cristo, los estigmas de la
Pasión: es el reflejo de la muerte de otro inocente en manos de la barbarie, de la sin razón, lo que
vendría también a explicar el color blanco de su camisa, ya que el blanco es el color de la inocencia.
Nordström, a propósito de la postura que adopta el personaje que está a punto de ser fusilado, escribe
en su libro Goya, Saturno y Melancolía, de cómo la postura de este personaje recuerda al Cristo
crucificado, el mártir, víctima de su personaje antagonista: el anticristo, y que sería en este caso
Napoleón, lo que enlazaría con la idea antes expuesta de que fuera este cuadro una referencia a la
renovación religiosa, de la lucha entre el bien y el mal. Incluso menciona la importancia de una señora
con un niño en brazos, y que identifica con la Virgen María.
Goya pretende subrayar la barbarie de la guerra y la tiranía moderna, para lo que establece un
contraste entre las pasiones humanas de las víctimas y la eficacia deshumanizadora del pelotón que
dispara. Con su cielo oscuro y su lúgubre paleta, cuya monotonía sólo se rompe con el blanco farol que
refleja su luz en la víctima del centro, en sus pantalones amarillos y en el rojo de su sangre derramada,
ofreciendo una morbosa situación de la muerte. No es tampoco casual que aparezcan representados en
este cuadro los distintos estamentos de la sociedad, que no quedan a salvo de la llegada del maligno...
Esta obra no pasó sin pena ni gloria a la Historia del Arte, ya que no sólo simbolizó para muchos el
coraje y la lucha del español ante las incursiones ajenas, también supuso un importante manantial de
inspiración para pintores de la talla de Manet, con su Fusilamiento del emperador de México, o El
fusilamiento de Corea de Picasso (1950), donde una vez más se vuelve a evidenciar la influencia de
Goya.
5. BIBLIOGRAFÍA
- Ricart, J. y otros (2008). Colección: Grandes Maestros de la Pintura. Goya. Barcelona: Sol 90 para
Diario Público.
- Martín González, J.J. (1986). Historia del Arte. Tomo II. Madrid: Gredos.
- Hugh, T. (2008). Goya. 3 de Mayo de 1808. Barcelona: Planeta
- Díaz, L. “Análisis de las principales obras de Goya”, extraído de Internet el 9 de Octubre de 2009 con
la siguiente URL: http://html.rincondelvago.com/analisis-de-las-principales-obras-de-goya.html
- Fábregas Hernández, C. “Análisis de una obra de Goya. Los fusilamientos del 3 de mayo”, extraído de
Internet el 4 de octubre de 2009 con la siguiente URL: http://tom-
historiadelarte.blogspot.com/2007/05/anlisis-de-una-obra-de-goya-los.html
Autoría
Nombre y Apellidos: María José García Notario
Centro, localidad, provincia: IES “Sierra de Yeguas”, Sierra de Yeguas, Málaga
E-mail: [email protected]