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La penalización del aborto no sirve
Un tema muy importante del aborto es su penalización y si bien el paso que se
tomo en septiembre del 2017 ha sido un avance gigantesco no es una ley con la que nos deberíamos conformar, ya que la penalización del aborto no sirve y solo ayuda a aumentar el peligro materno. Esta es una muy fuerte afirmación, pero pudimos concluir esto luego de una gran investigación y tomando en cuenta informes de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile y también la propia pagina del ministerio de la salud. Para contextualizar del tema: El aborto es un problema de gran magnitud a nivel mundial, según datos del Guttmacher Institute entre los años 2015 y 2019 hubo aproximadamente 121 millones de embarazos no planeados y de esos el 61% terminó en aborto. Esto se traduce en 73 millones de abortos por año. Chile no está ajeno a esta problemática y si bien no hay datos específicos, ya que el aborto ha sido ilegal por largo tiempo, estimaciones realizadas en el año 2016 dan cuenta que en nuestro país se producirían entre 60.000 a 300.000 abortos clandestinos al año, cifras muy superiores a señaladas oficialmente por el MINSAL a razón de las IVE (Interrupción voluntaria del embarazo) permitidas por la Ley Nº 21.030, ya que desde la publicación de la ley en septiembre de 2017 hasta junio del 2020, se han registrado 1.811 IVE que califican en alguna de las causales por lo que se puede intuir que existen todavía mínimo 100000 embarazos inseguros al año. Algo para recalcar sobre el tema es que la promoción del cuidado materno ha sido un pilar fundamental en la elaboración de políticas públicas alrededor del mundo, particularmente interpuestas por los “Objetivos del Milenio”. Las Naciones Unidas plantearon como meta que todos los estados deben disminuir la mortalidad materna en 75% para 2015, en cambio, esta ha disminuido en 50% globalmente. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizadas al 2014, calculan que cada año se realizan unos 22 millones de abortos inseguros en todo el mundo, casi todos ellos en países en desarrollo. Las defunciones debidas a “abortos peligrosos” representan 13% de todas las defunciones maternas. Cada año, unos 5 millones de mujeres ingresan a hospitales como consecuencia de un aborto peligroso y más de tres millones de mujeres que han sufrido complicaciones no reciben atención médica. Y además de todo lo antes mencionado se sabe que La política criminal de la penalización del aborto ha demostrado ser extraordinariamente ineficaz en detener esta práctica, ya que la ilegalidad del aborto no reduce el número de estos. En América del Sur, donde existen restricciones legales para acceder a una IVE, aproximadamente 30 de cada 1.000 mujeres (de entre 15 y 45 años) se hacen un aborto por año. Por otra parte, existe acuerdo en la comunidad internacional de que tener una buena política pública de salud sexual y reproductiva, que incluya tanto educación sexual como anticonceptivos, así como también acceso a IVE segura, si disminuye esta práctica, ejemplo de esto es Holanda, donde el aborto es legal, la cifra es 8 de cada 1.000. Por otra parte, al penalizarlo, las mujeres tienden a acceder a abortos inseguros que aumentan el riesgo de letalidad y la posibilidad de que la mujer quede con graves secuelas físicas. Mientras que cuando el aborto inducido es realizado por profesionales capacitados, que aplican técnicas médicas y fármacos adecuados y en condiciones higiénicas, este es un procedimiento médico muy seguro. Según datos de Estados Unidos la tasa de letalidad de un aborto inducido es de 0.7 por cada 100.000 habitantes, más bajo que el de una pérdida natural en el primer mes (1 por cada 100.000) y que incluso la tasa de letalidad de un parto a término (10 por cada 100.000). Mientras que, según cifras de la ONU, los abortos inseguros tienen una tasa de letalidad mucho mayor, dependiendo de la zona donde se realicen, siendo muy alta en África (460 cada 100.000) mientras en Asia es de (160 cada 100.000) y en Latinoamérica de (30 por cada 100.000 mujeres) (OMS, 2012). Sostener la ilegalidad del aborto ha sido sumamente costoso en vidas humanas, costo que generalmente pagan las mujeres más vulnerables que no pueden acceder a prestaciones sanitarias de la mejor calidad, al igual que en general, son ellas las víctimas de las sanciones penales derivadas, ya que son estas mujeres las que generalmente acceden al aborto inseguro y es mucho más probable que por las secuelas que este les trae, terminen siendo investigadas. Todo lo mencionado puede hacer dar cuenta a cualquier persona que el aborto penalizado en su totalidad claramente no es una buena ley y la IVE tampoco es ideal ya que en comparación por ejemplo a Europa donde la mayoría de países tienen leyes pro-aborto donde el aborto es por lo general casi totalmente legal, según el caso. Hay muchos menos abortos y muy pocos riesgos ante la vida de la madre comparado con países como Chile.