La Mejor de Mis Bodas Fanfic SasuxNaru
La Mejor de Mis Bodas Fanfic SasuxNaru
La Mejor de Mis Bodas Fanfic SasuxNaru
La Mejor
de Mis
Bodas
Fanfic
SasuxNaru
Adaptación de la
película
The Wedding
Singer
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Resumen
Muchas cosas tendrán que pasar para que ellos dos se atrevan a aceptar
sus sentimientos por el otro, mientras tanto sus amigos y familiares los
ayudan a poner todo en perspectiva.
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Índice
Capítulo1- La Presentación--------------------------------------------pag. 04
Capítulo2- La Ceremonia------------------------------------------------pag. 09
Capítulo 8- El Beso----------------------------------------------------------pag. 44
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Capítulo 1
La presentación
Una noche en la ciudad de la hoja se celebraba una bonita boda y era
nada más que la boda de los Hyuuga. Hinata y Neji Hyuuga por fin
coronaban sus sueños.
Todos se divertían pues Sasuke sabía como animar las fiestas, mientras
tanto en el descanso Sasuke se acercó con su mejor amigo Kakashi
Hat ake que servía esa noche como el chofer de limousine de los novios.
— No puede ser que sean así los invitados –hacía unos tiernos morritos
que hacían que se notaran más sus marquitas zorrunas.
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— Hola Chouji dame más filetes –llegaba muy sonriente Iruka con su
charola vacía.
— ¿Qué tal tu primera fiesta? –Iruka veía lo abatido que estaba Naruto
pues no estaba nada contento
—La verdad no muy bien, a veces pienso que no debí de venir para
acá solo para estar cerca de Gaara, veo el anillo y se que nunca fijará
la fecha de nuestra boda, ya son dos años con esto.
— Hola ¿es amigo tuyo? –lo veía muy interesado Naruto en como lo
ayudaba desinteresadamente.
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— vaya eres muy amable al ayudarlo
—Ahora creo que querrás esperar a tener edad para beber ¿no es
verdad? –le decía mientras el chico se componía un poco después de
haber vuelto el estómago.
— si lo haré…Gra…gracias
— Lo recordaré.
— así que tu eres el cantante de bodas –le decía muy sonriente mientras
se acomodaba un mechón de rubio cabello detrás de su pequeña
oreja.
— pues no estoy muy seguro –su rostro cambió mientras veía su anillo y
mejor cambio el tema drásticamente—. A propósito seré uno de tus
meseros en tu recepción.
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Al otro día Sasuke se encontraba como todos los jueves dando clases
particulares de canto a Tsunade.
— gracias Uchiha, tus padres estarán muy orgullosos de ti. Y estoy seguro
que te estarán viendo desde el cielo.
Así pues Sasuke se fue dejando a una Tsunade muy contenta. Mientras
tanto éste verifica su listado mental para que no se le fuera olvidar
nada.
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Capítulo 2
La ceremonia
Por fin llegó el gran día para Sasuke, el día que por mucho tiempo
había estado esperando y en casa, todo parecía estar de cabeza.
—Mira esa fotografía –le dijo Kuchina a su hijo—. Tu eres mucho más
guapo que esa mujer y ya se va a casar, no sé porque no obligas a
Gaara a que de una vez por todas se casen.
—Mira, hay muchas formas de hacer que se case de una vez por todas,
porque no te inventas que estas embarazado y así yo estoy segura que
Gaara no podrá ya negarse.
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—Yo creo que eso es lo que deberías de hacer Naruto ya son cinco
años de estar juntos.
—Hijo ¿No crees que es mejor hablar para ver si ha pasado algo? Mira
que ya es tarde.
—No, bueno solo esperaré un poco más –volteó a verlo un poco serio—
A lo mejor hubo algún problema con el vestido o con el maquillaje, no
sé, usted sabe como son estas cosas…No más bien no sabe, perdón
reverendo.
—Sasuke, yo creo que ya no tarda –su mejor amigo Kakashi le dijo, pues
ya lo veía realmente ansioso.
—¿Una carta? Y ¿Qué era lo que decía? —Itachi lo miró con tristeza
tomando su mano y lo miró fijamente—. ¿Qué pasa Itachi?
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—Nii-chan, ella no va a venir, ella dejó escrito que lo sentía pero que
esto no era lo que ella quería. Lo siento tanto nii-chan ¿quieres que les
de el aviso a los invitados? –en ese momento Sasuke quedó petrificado
pero sin perder aquella pose.
—Vámonos –se levant ó y salió por detrás del enorme jardín, en tanto
Naruto lo observó alejarse imaginándose lo que debió de haber
pasado.
—Lo sé, pero estoy seguro que debió de tener una buena excusa para
hacer lo que hizo.
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—No la defiendas – frunció el ceño, realmente cabreado, en eso sus dos
sobrinos se acercaron a él y le entregaron uno de los retratos de Sakura
donde los dos niños mostraban sus dotes de pintores—. ¡OH! Muy bonito
pero creo que se vería mejor sin cuernos y sin barba –sonrió a pesar de
todo—. Anden mejor regresen a la caldera.
—Lo sé, sabía que esa no le traería más que penas a mi hermano.
—Lo siento Sasuke, pero hoy me levanté pensando que me casaría con
un simple cantante de bodas y que jamás podría salir de este asqueroso
lugar.
—¿Por qué te quieres ir? aquí crecimos, aquí esta toda nuestra familia y
amigos.
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—Lo entiendo pero no quería arruinar mi vida siendo la esposa de un
simple cantante de bodas, eso no es lo que busco y estuve hablando
con mis amigas de esto.
—Si mis amigas y creo que tienen la razón esto no es lo que busco
Sasuke, yo creo que simplement e estaba confundida yo estaba
enamorada del Sasuke que me hacía delirar, de aquel que lamía el
micrófono como lo hacía David Lee Roth sobre el escenario, con esas
camisas de seda donde enseñabas todo tu pecho desnudo y aquellos
pantalones de látex negro que ceñían tus piernas –recordó aquellos
tiempos pero de pronto volvió la mirada a él
— Oye Sakura, eres una perra –el niño sonrió con esa cálida sonrisa que
había heredado de su padre/madre Deidara, mientras que Sakura
estaba enojadísima.
— ¿Qué dijiste?
— Bien gracias Raku has ayudado mucho ahora vete a seguir jugando
– Sasuke no pudo evitar sonreír y el niño volvió a sus juegos.
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Capítulo 3
La caída de un cantante
Una de esas tardes, Gaara fue a ver a Naruto como siempre llevándole
un ramo de flores.
Entró a la casa sin hacer ruido pues ve que Naruto esta muy
concentrado cantando con unos audífonos puestos y como era de
esperar se det uvo detrás de él y lo asustó, Naru ante esto saltó y tiró sus
audífonos, para después darse cuenta de que era Gaara.
—¿Estás contento? –Tomó con sus dos manos el rostro del chico para
mirar sus ojos—. Creo que ya es tiempo de que demos ese paso Naruto.
—Claro, todo será más sencillo, no tendrás que estar corriendo y viendo
cuantos invitados serán y luego no tendremos que aguantar a todos los
invitados que solo van por la comida y la bebida gratis, te aseguro que
ni a la mitad de los invitados conoceremos —Gaara vio como el rostro
del kitzune cambiaba.
—Ok, las vegas será —no muy convencido pero queriendo comprender
las ideas de su prometido.
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—Bien, haremos una cosa, haremos la boda como a ti te gustaría, con
toda la familia, la recepción y los invitados que solo van por lo gratis —
de inmediato el rostro de Naru cambió y lo abrazó.
—Iré a verlo, es tiempo de que levante cabeza, tiene que dejarlo atrás.
—Me parece bien, creo que es ahora cuando necesita de sus amigos.
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Un poco más tarde, Sasuke se presentó con su grupo en una boda más,
sin embargo ni siquiera la voz le salía bien, estaba demasiado dolido y
resentido, todos se quedaron boquiabiertos al escucharlo cantar.
Unas horas más tarde cuando todo se había calmado más o menos
Naruto salió hacia donde estaban los contenedores de basura y lo vio
ahí escondido dentro de uno de ellos.
—Creo que ya no, aunque aún quedan dos o tres policías interrogando
a los invitados.
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—Gracias. El viernes habrá una reunión en casa de mi prometido, me
gustaría que fueras.
—Gracias Naruto, eres una gran persona —le sonrió y Naruto se alegró
de por lo menos verlo sonreír—. Bueno mejor me voy no quiero más
problemas.
—Naruto, es hora de irnos ¿Ya estás listo? —le dijo Iruka desde la puerta.
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Capítulo 4
La Fiesta de Compromiso “Naruto y Gaara”
Solo unos días habían pasado desde que Naruto había invitado a
Sasuke a su fiesta de compromiso, la verdad no tenía ni las más remotas
ganas de asistir a ninguna fiesta y mucho menos si se trataba de una de
compromiso.
—¡Vaya! Por fin llegas —fue lo primero que le dijo al abrir la puerta para
después gritarle a Deidara—. ¡Vamos Deidara! Se nos hace tarde —solo
se escuchó otro grito de la parte de arriba de la casa.
—Bueno los niños ya están en pijama, si quieren algo de cenar ahí hay
cenas para microondas y si no solo dales palomitas —de pronto lo mira
un poco preocupado—. Sasuke ¿ya te has decidido ir mañana a la
fiesta? —le pregunt ó mientras observaba un breve brillo en sus ojos.
En tanto Sasuke entró por fin a la casa y se encontró con sus dos
adorables sobrinos.
—Hola ¿Hay alguien aquí? —pregunt ó mientras los dos niños fueron a su
encuentro abrazándolo, ya que a pesar de todo y el carácter de
Sasuke los niños adoraban a su tío.
—Por fin llegaste tío, oye ¿es cierto que te internarán en un hospital
psiquiátrico? —le dijo el mayor de sus sobrinos con cara de
preocupación.
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—Dicen que tienes un colapso nervioso y que estás loco de remate —le
dijo el más pequeño.
—Como que todo el mundo, apenas tienes ocho años y solo conoces a
tus padres.
—Te diré algo, a pesar de que nos ves a Itachi y a mi siempre juntos,
riendo y metiéndonos mano, pues no es lo mismo ¿sabes?
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Sasuke se dio media vuelta con cara de asco y volvió con sus sobrinos
para después Deidara meditar lo que había dicho.
—“Vaya no sé lo que dije pero parece que sirvió” —eso fue lo que
pensó Deidara mientras salía y se reunía con su marido.
—Bueno ya esta hecho Sa-Chan, le debo eso aunque sea —le dijo
mientras le devolvía el saludo a su prometido—. Es hora de dar ese paso,
casarme y la verdad no es gran problema —en eso Naruto llegó a su
lado junto con su madres—. Y he aquí al hombre con el cual me casaré.
—Pero, yo quiero que lo hagamos juntos Gaara —le dijo Naruto con un
puchero en su rostro.
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—Lo sé pero tu sabes que yo soy malísimo en esas cosas Naru-chan y
además imagínate que a mi me gusten unas flores que a ti te
desagradan se que jamás me lo perdonarás.
—Bueno para que las flores si de todos modos ni te darás cuenta de que
las hay para esas horas estarás realmente ebrio Gaara —le dijo Sasori y
Gaara rió por la cara que había puesto el kitzune.
—Si ya veo.
—Si te ves bien, mira solo nos quedaremos unos minutos, saludamos y
nos vamos —contestó Sasuke ya que se sentía un poco fuera de lugar a
parte no tenia ánimos para nada—. Mira ahí esta Naruto —lo miró
fijamente pues realmente esa noche estaba radiante.
—Bueno, vamos a saludarlo —Kakashi se dio cuenta de inmediato como
Sasuke fijó su mirada en el rubio.
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—Hola chicos, me alegro mucho de que hayan venido, mira Sasori, ellos
son Sasuke y Kakashi son amigos del trabajo —los present ó con una
alegre sonrisa mientras los otros se daban un apretón de manos mientras
Naruto se acercó a Gaara pasando sus brazos por la cintura de su
novio—. Y el es Gaara mi novio y prometido —dijo muy contento.
—No, en realidad me sentí muy bien, pero gracias por recordármelo, mis
padres murieron cuando tenía diez años ¿quieres hablar al respecto? —
le dijo realmente molesto y haciendo de todo una ironía.
—No ¿Por qué quisiera oír acerca de eso? —Sasori lo miró extrañado por
ese comentario y no entendía por que lo hacía.
—Buena idea
—Si como digas —le contestó el otro sin saber porque ahora le decía
aquello, definitivamente pensaba Sasori que estaba mal de la cabeza y
mejor dirigió sus pasos a la barra.
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En cuanto se fue Sasori, Naruto se alegró y dirigió su sonrisa a sus ahora
amigos.
—Tienes razón, estas ocasiones nos sirven para conocernos mejor —le
dijo Kakashi mientras Sasuke ponía cara de “y a est e que le pico”
—Si acuérdate que decías que decías que lo invitarías a salir y que se lo
harías sin que se diera cuenta.
—Si Kakashi dinos que es lo que querías darle y hacerle a Naruto —el
Uchiha se burlaba cada vez más del rostro de su amigo.
—¿Qué a donde vas? —se rió entre dientes Sasuke y Naruto se divirtió
viendo su sonrisa—. ¿Ahora te da pena decirlo porque sabes que esta
comprometido, verdad? —los dos siguieron con la mirada a Kakashi que
ya les dio la espalda caminando hacia otra ala de la residencia.
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—¿Cómo te encuentras Sasuke? —le preguntó Naruto más serio, sabía
que aún le lastimaba lo sucedido.
—Lo es, a veces no duerme por eso, pero yo lo estoy llevando todo, fui a
Marshal´s a ver lo de las flores y... —en ese instante Sasuke lo
interrumpió.
—Lo haré aunque creo que por lógica tengo que cambiar de dirección,
de hecho, nos contrataron para un Bar Mitz Vah.
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Capítulo 5
Nueva oportunidad
Sasuke y su grupo se encontraban amenizando la fiesta de Bar Mitz
Vah, todos se divertían en esa fiesta y se dio cuenta de que el festejado
era el único que no se divertía, al término de la canción Sasuke dejó en
el micrófono a su amigo Rock Lee, sin embargo pensaba seriamente
Sasuke en pedirle que se aprendiera otra canción porque siempre era la
misma, de hecho no se sabía otra.
—En realidad no me siento con muchos ánimos, esa niña que está ahí
rodeada de mis amigos, le pregunté que si quería bailar conmigo y me
contestó que ella no bailaba con perdedores como yo.
—Oye eso duele —le dijo Sasuke al tiempo que se sentaba—. Te diré
una cosa amigo, se que se siente muy mal cuando alguien te rechaza
cuando le pides que baile contigo, pero se que encontrarás a alguien
un día que quiera bailar contigo, eso te lo prometo amigo ya verás —
Sasuke miró de soslayo a Naruto que esta sirviendo la cena en las mesas
de los invitados y éste le sonrió mientras que el Uchiha corresponde su
sonrisa.
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— Bueno quisiera saber a quien le gustaría bailar con este guapo y lindo
kitzune —las propuestas no se hicieron esperar, tanto de chicas como
de chicos, en ese instante todos querían bailar con Naruto y este
enrojeció, no entendía porque Sasuke estaba haciendo todo eso—.
¡Wow! Cuantas proposiciones Naru-chan, pero ahora yo te voy a pedir
que escojas entre todos estos jóvenes y chicas con quien quieres bailar,
piénsatelo bien escoge al que tu creas que es el menos perdedor de
toda esta fiesta.
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Sasuke volvió al escenario dejando a la chica con otro chico y mientras
cantaba la última estrofa, Naruto seguía sonriéndole y mirándolo
fijamente, en cuanto acabó la canción Naruto se separó del chico y le
besó una mejilla
La fiesta siguió un poco más pero por fin terminó. Naruto y sus demás
compañeros recogían el lugar; Naruto se dirigió hasta Sasuke y su grupo
que también hacían lo mismo con sus instrumentos y demás cosas.
—Oh, ya veo. ¿Te digo una cosa? Las manos del chico eran realmente
fuertes no parecían las manos de un joven de trece años —sonrió.
—Pero el recién llegado necesita toda la ayuda posible —lo miró con
ojitos casi suplicantes, pero Sasuke se hizo el que no entendía.
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—¿Quién? Lee —Naruto volteó a ver a lee y enseguida se rió de éste ya
que parecía más entretenido mirándose al espejo estudiando poses
según él muy “sexys”
—No, no claro que no —le dijo entre risas, en tanto Sasuke sabía
perfectamente que se refería a él.
—Lo comprendo no creas que no, solo es que no sé como hacerlo —sus
ojos denotaban tristeza—. La verdad temo pagar $50,000 yenes por un
pastel a medio comer.
—Por favor —le pidió susurrándole, ante este rostro Sasuke no pudo
negarse y simplemente cedió.
Algo comenzó a suceder pero era muy pronto para saber que era lo
que el destino les tenía preparado.
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Capítulo 6
Comienzan los preparativos
Al día siguiente, Sasuke pasó a casa de Iruka por Naruto para ir a ver lo
de la fotografía de la boda.
—Si, Iruka, Sasuke decidió ayudarme a preparar las cosas ¿no es así
teme? —lo miró muy alegre, sin embargo Sasuke ocultaba que aquello
en realidad le comenzaba a molestar un poco.
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Mientras caminaban hacia el estudio fotográfico Naruto miró de soslayo
a Sasuke pues parecía que su mente en realidad estaba en otra parte.
—Guy, sé que para la boda de Hinata Hyuuga le diste ese precio —le
dijo un Sasuke insistente y sin quitarle la vista de encima.
—Guy, mírame a los ojos, estoy justo delante de ti, anda Guy ¿le diste
ese precio o no? —Guy no quería dar su brazo a torcer y se escapaba
de mirar directamente a Sasuke pues sabía que lo había descubierto.
—E… está bien, esta bien, me has descubierto, pero que conste que
solo por esta vez haré la excepción —los miró ahora sí casi rojo de la
pena porque lo habían atrapado en la mentirilla.
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Naruto sonrió pues t odo lo que decía el hombre le parecía extraño pero
de algún modo muy real.
—¡Ah! Era eso entonces, es que noté cierta intimidad en ustedes —los
miró un tanto reído por su confusión pero era cierto que Guy muy pocas
veces cometía ese tipo de errores.
—Mejor nos vamos Guy, anda hermanit o vamos a casa —le dijo Sasuke
mientras Guy no dejó de verlos sorprendido.
—Teme, solo estoy contando mis pasos —lo miró con una sonrisa muy
cristalina y los rubios cabellos brillaban tras que el sol le daba luz.
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—Bueno ¿Dónde quieres ir ahora? —le pregunt ó en tanto Naruto
buscaba en la bolsa de su pantalón sacando una nota donde había
escrito su recorrido.
—Oye, nunca lo había visto desde esta perspectiva ¿es así como me
veo? —le pregunto Sasuke viendo las mejillas sonrojadas del rubio.
—No, no, tu eres mucho mejor, él es…ridículo —le habló al oído mientras
Oroshimaru seguía con su espectáculo.
—Oye, Oroshimaru, eso estuvo muy bien, gracias —le tendió la mano
para que la estrechara y en un gesto de cinismo y casi para lastimar al
pelinegro le contestó una idiotez.
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—A mí ¿Por qué?
—Por retirarte —miró con un gesto descortés al rubito que lo hizo voltear
a otro lado, pero el hombre siguió con su discurso—. Oye, tal vez deba
agradecérselo a Sakura, ahora tengo el triple de trabajo —palmeó su
rostro sin ninguna consideración.
Naruto al oír y ver aquello se puso de pie y encaró al tipo, sus ojos
denotaban furia y solo atinó a contestarle.
—Oh, bueno. Pues suerte, ojala que encuentres un discjockey que sepa
moverse y agitarse como lo hago yo —el hombre pareció que tenía
cara de reptil y al enojarse solo lo hizo notarse mas.
—Si, supongo que compuse algo —lo miró y por un momento se perdió
en el azul de los ojos del rubio.
—No, no es buena ¿para que quieres oír algo que la verdad no vale la
pena?
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—Seguro es muy buena, anda cántala ¿quieres?
No sé
Cuanto te necesito
Si estás cerca
No me siento triste
Y cuando me besas
Siento que tú también me necesitas
No puedo creer que encontré
Un amor tan puro y verdadero
—Me gustó mucho Sasuke —el rubito le dijo lo más tiernamente posible.
—Gracias por el helado, esto siempre me hace sentir bien —le decía el
moreno mientras comía su banana split.
—Es raro estar aquí, solía venir con Sakura y tomábamos batidos de
chocolate.
—Bueno, no creo que sea bien parecido, pero supongo que no cuenta.
—No, no cuenta.
Naruto y Sasuke rieron y sin embargo el día fue el mejor que pudieron
haber tenido.
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El corazón de Sasuke iba sanando poco a poco sin que él lo notara al
menos y Naruto, Naruto simplemente se sentía feliz de haber conocido a
Sasuke.
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Capítulo 7
Comienzan los preparativos 2ª. Parte
En fin, Sasuke y Kakashi llegaron y el moreno se bajó del auto para tocar
el timbre de la casa, Naruto abrió muy contento como siempre y
observando que ahora venía acompañado por Kakashi.
—Perfecto teme, espera, les aviso y nos vamos ya —Sasuke solo asintió y
regresó al auto con Kakashi, subiéndose de inmediato.
—Claro que vendrá, no seas idiota Kakashi, solo es que vino su madre y
ella también vendrá.
—¿Qué dijiste?
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Más tarde llegaron a la pastelería elegida y los cinco miraban por el
escaparate los bonitos pasteles que ahí exhibían.
—Si, si se ve delicioso, pero es pastel para una fiesta de niño Naruto, así
vamos por acá —Sasuke tomó la mano del rubio y tiró de él hasta llegar
con los otros tres que parecía que habían venido de excursión.
Así que por fin entraron a la pastelería probando el pastel que por
unanimidad les había gustado.
El propietario era el señor Akimichi que sin más les entregó un pequeño
platito con rebanaditas de pastel para que lo probaran uno por uno.
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Entraron al local y una señorita muy amable les ofreció entrar a la parte
de atrás donde podía medirse los tuxedos que quisieran. Todos se
ofrecieron a medírselos para que Naruto pudiera escoger el que mejor
le pareciera.
—Bien, lo haré, escogeré el tuxedo mas bonito que hayas visto Naruto —
Lee se dirigió a donde estaban todo el mundo de tuxedos y comenzó a
revisar.
—Un poco, no pensé que esto de escoger un traje de boda sería tan
estresante, me estoy desesperando teme.
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—¿De veras? —se emocionó Naruto y se sentó expectante y Sasuke lo
miró fijamente—. ¿Qué es lo que tanto me miras teme? —lo miró de
reojo Naruto y Sasuke al darse cuenta de lo que hacía retiró su mirada
rápidamente.
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El viernes por la mañana, Naruto y Sasuke contratarían al chofer de
limusina, sin embargo el Uchiha se quiso divertir antes y mientras según
ellos le hacían la prueba a Kakashi, su amigo se burlaba.
Kakashi al ver los rostros de los chicos, simplemente volteó al otro lado
enojado consigo mismo, porque a él realmente le pareció que había
fallado.
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—¿Fue divertido hoy verdad? —le dijo Sasuke mientras Kakashi lo miraba
fijamente.
—¡Oh, Oh!
—¿Es eso cierto? —Le contestó con esa voz seductora que ponía
cuando trataba de conquistar a alguien—. ¿Dijo eso el?
—No — tiró la puerta del auto casi sellándola para después ir y meterse
en su cama.
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Por otro lado Sasuke se recostaba en su cama mirando de igual manera
al techo pensado en la transparencia de aquel chico que lo hacía
sentirse tan bien cuando estaba a su lado.
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Capítulo 8
El Beso
A la mañana siguiente Naruto e Iruka desayunaban tranquilamente,
hablando sobre el primer beso de casados que se darían Gaara y el
rubiecito.
—Yo no haría eso en una iglesia, frente a Dios y toda nuestra familia —le
daba la vuelta a la página de una revista de moda—. Les daría asco
verme acariciando la lengua de Gaara y él haciendo lo mismo con la
mía.
—Tienes razón. ¡Ay, no! Nadie podrá jamás resolver esto —Iruka le dio
una vuelta más al cubo y después lo avent ó por algún lado de la casa,
tomando su taza de café le dio un sorbo, en tanto Naruto rio por la
desesperación de su primo.
—Gracias por traérmela, eres muy amable —le dijo Naruto mientras la
tomaba en sus manos.
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—Oye, espera un momento por favor —Iruka se levantó de donde
estaba casi tomándolo del brazo para que no se fuera—. Tal vez tu
puedas ayudarnos, tu eres el experto aquí, bueno, discutíamos sobre el
beso de la ceremonia —Naruto no quitaba los ojos de Sasuke, siempre
lo miraba con esos ojos llenos de brillo—. Yo digo, que esta bien que sea
con la boca abierta.
—¡Ay, por favor Naruto! Debe de haber aunque sea algo de lengua.
—Bueno tal vez un poco, pero no lengua pornográfica, sería algo como
lengua de iglesia —miró a Sasuke y él lo miró fijamente.
—Pues no sé como explicarlo —el rubio le dijo con su voz suave aunque
no sabía como realmente explicarle eso.
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—¿Qué? ¿Qué haces? No, a mi no me beses Naru —rió Iruka al ver las
intenciones de su rubio primo y éste se rio por lo mal que lo había
entendido—. Oye ¿Que te parece él? —Iruka volteó viendo a Sasuke y
Naruto de inmediato borro aquella sonrisa poniéndose nervioso por
primera vez—. ¿No te importa verdad Sasuke? —el moreno le dijo al
Uchiha que parecía que la sangre se le había ido a los pies, en tanto
Iruka lo jaló para que quedara exactamente frente al rubio.
—Este… yo creo que no... —Sasuke no sabía que decir ante la oferta e
Iruka solo lo apresó por el brazo para que ni se le ocurriera huir.
Sasuke miró fijamente a Naruto y se acercó hasta posar sus labios en los
del kitzune que sin más cerró los ojos y en un momento los dos se
dejaron llevar sintiendo sus corazones latir como nunca, Iruka en ese
instante se dio cuenta de la sensibilidad y ternura que ese beso le
transmit ía, en tanto Naruto correspondió del mismo modo el sutil pero
tiernísimo beso, sus labios poco a poco se separaron y los dos se miraron
por un momento perdidos en cada uno.
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Azul contra negro, día contra noche, sus corazones simplemente se
habían unido en un mismo latir.
Naruto sonrió como nunca, se sintió como volar, realmente parecía que
no hubiera nadie más ahí solo Sasuke y él.
—¡Wow! —los miró Iruka sin darse cuenta lo que acaba de provocar con
su demostración educativa e informativa—. Eso fue realmente increíble
y hermoso —no podía hilar muy bien las palabras pues Iruka sintió
aquella calidez del beso—. Naruto, haz eso en la boda —le estiró el
brazo como haciéndolo reaccionar.
Iruka y Naruto solo voltearon a verse sonriendo como tontos, pero en ese
instante, Gaara llegó entrando hasta donde estaban los tres y
saludando sin sospechar nada de lo que había ocurrido ahí.
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—¿Quién no lo ha hecho? —le dijo sin más en su pose de “simplemente
no me interesa”, a Iruka eso le irritaba del prometido de su primo y le
hizo un gesto demasiado infantil, sacándole la lengua. Después Gaara
volvió su mirada a Naruto y le sonrió—. Te traje un regalo Naru-chan,
mira es lo más nuevo en aparatos de Discos Compactos, me costó un
dineral pero su sonido simplemente vale la pena.
—Si, pero primero déjame instalar el aparato Naruto, estaré arriba por si
me necesitan.
—Oye, si no quieres que salga con él, entonces no lo haré —Naruto trató
de que no notara aquella incomodidad que de pronto lo aquejaba.
—¿Por qué no habría de querer? —le dijo de pronto pero aún muy serio.
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—¡Oh! Que bien, porque ese chico necesita follar con alguien —le soltó
de pronto Gaara y Naruto se puso muy serio, sabía que si su primo se
proponía dormir con el Uchiha, seguro lo conseguiría y eso no le estaba
gustando nada.
—¿Saben que sería divertido? Salir juntos en una cit a doble —Iruka les
dijo además sería divertido—. ¿Qué te parece naru? —el moreno
esperaba la respuesta de su primo.
3 timbrazos después…
—Si ¿eres t ú dobe? —Su voz se t ornó más alegre—. ¿Qué pasa? ¿t e
sucede algo? —le pregunt ó de pront o preocupado.
Página 49
—No, nada de eso ¿Qué pasa t eme? ¿Estas preocupado por mí? —
le dijo mientras reía y Sasuke oyó la risa del rubio por el auricular.
—No seas dobe, solo me pareció que t e sucedía algo, t u voz sonaba
algo extraña —se recargó en su cabecera mientras en sus labios se
dibujaba una sonrisa.
—Por supuest o que no ¿Qué t e crees teme? —le gritó por el otro lado
del t eléfono y Sasuke de inmediat o retiró el aparato de su oído.
—Bueno Narut o, creo que est ará bien reanudar mi vida social y lo
mejor es empezar contigo, bueno con t u primo —se desdijo de
inmediato.
—Perfect o, mañana los veré ahí —de pront o hubo unos segundos de
silencio y Sasuke solt ó—. Descansa dobe, que pases muy buena
noche.
Los dos por fin colgaron y se dieron cuenta al mismo tiempo que había
anochecido y ni siquiera lo habían notado.
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La llamada hizo que los dos chicos se sintieran algo confundidos, sin
embargo a Sasuke le estaba quedando muy claro lo que estaba
pasando entre ellos dos, sin embargo sabía que tenían en medio de
ellos un gran, gran problema.
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Capítulo 9
Doble Cita
La noche por fin caía y Naruto e Iruka se preparaban para la gran
noche, estaba nervioso el kitzune y no precisamente por que Sasuke
fuera, si no por lo que tal vez sucediera con su primo y él.
Como a eso de las diez de la noche por fin llegó Sasuke y entro en la
casa quedándose con Naruto en la sala, mientras Iruka terminaba de
arreglarse.
—Oye teme, ¿De veras no te molesta ir con Iruka? —lo miró de reojo
mientras jugaba con sus pulgares.
—¡Oh! —Naruto sintió algo raro en su pecho—. Si, lo sé, sé que Iruka es
muy guapo, toda la vida lo han dicho, en cambio yo, nunca he podido
ponerme a su altura.
—¿De que hablas dobe? —Sasuke volteó hacia él y tomó su mano entre
las de él—. Tú eres especialmente guapo Naruto, eres muy atractivo,
Gaara tiene mucha suerte y mira que él es quien debe sentirse
afortunado de que tú le hayas echo caso, porque la verdad aquí entre
nos, Gaara es realmente extraño y mira esa ojeras de mapache
simplemente no le ayudan.
Naruto rió sin poder creer que Sasuke se hubiera fijado en él de esa
forma, pero más le gustó que le dijera que Gaara era el que tenía suerte
y no él.
—¿De que ríen? —les preguntó Iruka bajando los escalones de la casa y
sonriendo sentándose en el sillón de enfrente, mientras miraba las manos
de los dos una encima de la otra.
—Estás muy guapo hoy Iruka —le dijo Sasuke mientras el Umino sonrió y
se colocó a lado del moreno, dándole un beso en la mejilla.
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Naruto bajó el rostro y en eso Gaara entró entregándole un ramo de
rosas rojas a su prometido, Naruto se puso de pie y fue hasta él mientras
el pelirrojo besaba su frente.
Gaara era muy conocido en ese lugar, así que no hubo problema con
lo de la mesa ni nada de eso, simplemente les dieron el mejor lugar.
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—Deberías de considerar el mercado de bonos, ahí es donde esta el
dinero y podrías hacer mucho más —le dijo Gaara ahora sí poniendo
atención a los demás.
—¿No creen que Sasuke y yo hacemos una bonita pareja? —El Uchiha
lo miró un tanto incrédulo que pensara aquello—. ¿No creen, que nos
vemos muy bien juntos? —Iruka se le encimaba más y aprovechó para
tocarle el pecho, claro todo sobre la ropa y Sasuke realmente se sentía
incómodo y como no queriendo se separó del moreno, sin que se
notara mucho.
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Sasuke empezó a sonreír cuando Naruto e Iruka se pusieron a cantar la
canción que sonaba en la discoteca, Gaara empezó a voltear a todos
lados no quería que vieran a su prometido haciendo ese espant oso
ridículo, en tanto Sasuke seguía riendo y sin quitarle la mirada de
encima a Naruto. Gaara rió un poco.
—Adoro a David Bowie, sigue siendo sexy —Iruka dijo esto mientras
Gaara atraía a Naruto hacia él para que ya no hiciera más
espectáculo.
—Vamos Iruka, hasta el que vende las donas te parece sexy —le dijo el
pelirrojo para que de una vez por todas dejara de alentar a Naruto a
otro espectáculo mas.
—¿Saben quien más me parece sexy? —El moreno tomó una de las
frituras que tenían en la mesa—. Sasuke Uchiha —dijo sin más y llevando
entre sus dedos aquella fritura hasta dársela a Sasuke en la boca y
dejando intencionalmente su dedo dentro de la boca del pelinegro
mientras la cerraba.
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—Espero que si —atinó a decir solo eso Sasuke, pues no perdía de vista
la mirada que le echaba el pelirrojo, aunque en realidad solo estaba
muy preocupado por Naruto.
El silencio entre los dos se hizo incómodo y Sasuke sintiéndose así, trató
de llevar una conversación civilizada.
—Así que el sábado es el gran día ¿no? —Gaara asentía con la cabeza
desviando su mirada muy disimuladamente—. Ni siquiera sé tu apellido
—lo miraba fijamente Sasuke y sabía hacia donde dirigía esas miradas
furtivas, el pelirrojo volteó por un segundo contestándolo.
—Así que el apellido de Naruto será Sabaku-No —el Uchiha se rió sin
poder contenerse—. Sabaku-No Naruto, realmente se oye muy gracioso
—Gaara volvió su mirada a Sasuke muy serio pues no entendía lo
gracioso.
—¿Por qué crees que se oye gracioso? —el pelirrojo realmente tenía el
sentido del humor bastante averiado y Sasuke ya no supo más que
decir.
— Cuatro Uchiha, pero supongo que Naruto te dijo dos refiriéndose a los
años que lleva portando el anillo de compromiso que le di —Gaara
volvió a fijarse en una de las camareras y Sasuke lo miró ahora si muy
serio.
—No quiero terminar con él. Me quiso cuando no tenía dinero, puedo
confiar plenamente en él.
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Gaara viró su vista al ver pasar a una de las camareras que a propósito
se inclinó sobre la mesa de enfrente dejándoles ver un poco de sus
glúteos ya que el uniforme que llevaban solo era una faldita muy cortita
que solo cubría hasta debajo de los glúteos.
—Me gustaría darle un muy buen mordisco —Sasuke ponía cara como
de lobo queriendo arrancar un pedazo de su presa—. Y masticarlo —
reía y Gaara junto con él—. Pero sabes una cosa, creo que nosotros ya
no atraemos a chicas así, supongo que nos ven demasiado viejos.
—Y mejores.
—Oh, cielos —quería golpear a ese tipo hasta matarlo—. ¿Sabes que es
lo malo? Cuando te casas, se acabó la fiesta ¿no? —Gaara negó con
la cabeza.
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—Así que así es esto —Sasuke quería matarlo, no soportaba que alguien
así jugara con los sentimientos de Naruto.
—Si, si lo dijiste.
—¡Oh, Dios! Olvidé mi bolso dentro, hazme un favor —le dijo Iruka a
Sasuke—. Ponlo en el auto con Gaara.
—Si, esta bien, no hay problema —Naruto se dejó caer contra el cuerpo
del Uchiha, en tanto el rubito lo miraba tiernamente, sin embargo si
est aba totalmente ebrio.
—¿Huele mal mi cabello? —lo siguió mirando fijamente el rubio con esos
ojitos azules que más bien le decían otra cosa, Sasuke se acercó a él
pegando su rostro a la del rubio y oliendo su cabello.
—No, de hecho huele muy bien —el Uchiha le dijo muy serio pero sin
dejar de mirarlo, mientras naru sonreía—. Siéntete mejor ¿está bien? —le
dijo el pelinegro mientras Gaara se estacionaba para recoger al rubio,
en tanto Sasuke lo ayudaba a que entrara al auto pues ni eso hacía el
pelirrojo.
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— No vayas a vomitar en el auto ¿eh? Si no apestará durante semanas
—Gaara le abrochó el cinturón de seguridad y cuando estaba listo.
—Adiós Sasuke.
Sasuke vio como Naruto se alejaba en el auto con ese desgraciado que
pretendía casarse con él tan solo porque se lo debía.
—Dime una cosa Iruka ¿Qué te parece Gaara? ¿Crees que es digno de
confianza? —preguntó sin aguantarse más Sasuke, mientras Iruka
sacaba las llaves de la casa.
—Más vale que lo sea —Iruka sonrió por la forma en la que preguntaba
Sasuke—. Pero ¿A quien le importa Gaara? —Iruka volvió al ataque y
tomó las manos del Uchiha acercándose a él—. ¿Sabes en que pienso
mucho? —el moreno se acercó más a él.
—En el suave beso del otro día —Iruka simplemente quería que lo
besara—. Parecía lindísimo.
—¿Te gustó? —le preguntó el moreno sobre el beso que se habían dado
Naruto y él.
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—¡Oh! —se puso serio de nuevo.
—Mira Sasuke, se que eres tímido y que te lastimaron, así que te lo haré
muy fácil, si subes, me acostaré contigo —le soltó así de pronto Iruka
que también estaba un poco pasadito de copas.
—Nadie me había dicho eso antes y menos de esta manera. Estoy muy
confundido actualmente —fue lo que dijo para no decirle un “no”
rotundo y sin embargo volvió a preguntar—. Naruto se quedará en casa
de Gaara esta noche ¿verdad?
—No puedo creer que no lo haya notado antes —el moreno se sonrió
consigo mismo.
—Te gusta Naruto —le soltó el Umino sin más, era inútil tratar de ocultarlo
más.
—¿Sabes por qué se va a casar con él, no? —Iruka lo miró por primera
vez muy serio.
—¿Por dinero? Por seguridad, una hermosa casa, supongo que eso es
muy importante para algunas personas —lo miró un poco molesto.
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—No, no es importante para algunas personas, es importante para
todos —trató de explicarle aquello que a él le parecía no muy
importante.
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Capítulo 10
Recuerdos = A Una Noche De Bar…
Daban las diez de la mañana e Iruka se levant ó estirando su cuerpo
como si de un neko se tratara y sin embargo lo primero que hizo al
voltear a su mesita de noche fue ver la foto donde cierto peliplata salía
muy sonriente abrazado a él.
Iruka tomó la fotografía entre sus manos para luego sonreír pero con un
dejo de tristeza uno de sus finos dedos se deslizo suavemente por la
figura de Kakashi, Iruka se sentía muy sensible ese día y sus ojos
comenzaron a cristalizarse apoyó el portarretrato contra su pecho
fuertemente y suspiró profundamente mientras su mente recordaba lo
que quería olvidar.
Flash back
La t arde corría e Iruka como t odos los días iba hacia su primer trabajo,
era su primer día en aquella escuela, impartiría clases a pequeños de
seis y siet e años, est aba muy emocionado y fue cuando lo vio.
— ¿Qué paso? —se irguió y lo vio ahí parado junto al escrit orio revisando
unos papeles.
—Pues si, yo t ambién doy clases en est a escuela y t us papeles los t engo
precisament e enfrente de mi, perdona me llamo Kakashi, Kakashi
Hatake —estiró su mano hasta el moreno est rechándola e Iruka
correspondiéndole con una calida sonrisa.
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—Pues mucho gust o Kakashi sensei.
Desde ese día fueron inseparables, hasta en los días que no daban
clases y los niños est aban de vacaciones ellos acept aron un trabajo por
las noches como meseros, sin embargo Kakashi sabía que no era lo suyo
y decidió poner a los servicios aquella limosina negra que había
heredado de su abuelo.
Sabía el primero que el moreno est aba por llegar y paró por completo
volviendo a sus labios devorándolos con fervor, pero solo fue un simple
int erludio para poder abrirse paso entre sus piernas, embistiéndolo de
improviso, Iruka profirió un quejido y el peliplata se asust ó mirándolo
mientras acariciaba sus rostro que dejó ver unas cuant as lágrimas que
rodaban por t odo aquel rost ro arrebolado.
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medio lado mientras su cabello se pegaba dejándole ver solo uno de
sus ojos.
Estaba por culminar y Kakashi con una de sus manos tomó el sexo de
Iruka masajeándolo al compás de sus embestidas haciendo que el
moreno llegara al orgasmo, su liquido blanquecino salpicando el pecho
del otro mientras el peliplata lo exprimía t otalmente, se estremeció el
moreno y sus paredes se contrajeron haciendo que Kakashi se
desbordara por complet o dentro del moreno.
Fue el orgasmo más int enso que Kakashi jamás hubiera sentido, Iruka
est aba feliz se sent ía complet o porque por fin sentía que ese hombre al
que acababa de ent regarse le pert enecía.
Eso era lo que más le dolía a Iruka que jamás t uvo la oport unidad de
pregunt arle cual había sido el problema.
Iruka se levantó por fin limpiando su rostro de las lágrimas que solo él
entendía, todos hablaban como si de verdad conocieran algo de él, sin
embargo él fue quien le presentó a Naruto a Gaara y sabia
perfectamente como habían empezado las habladurías sobre él, jamás
había vuelto a acercarse ni a dormir con nadie más, por eso Sasori al ser
rechazado por el moreno le contó a Gaara un sin fin de cosas que
según él había hecho con Iruka y sin embargo el moreno no dejó que lo
tocara de ninguna manera, tal vez algún beso si hubo pero nada más,
lo demás solo fueron chismes intensificados, no había duda había sido
por esos dos.
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Cuando salió de bañarse, Iruka pasó por la recamara de Naruto que
estaba abierta y el rubio dormía placidamente sobre su cama pero
vestido e Iruka se acercó a él.
—Naru, son las once levántate ya y por favor date una ducha apestas
—el Umino salió de la habitación escuchando a Naruto proferir alguna
cosa que Iruka no entendió.
—No, me dijo que tendría cosas que hacer muy temprano y mejor me
trajo a casa. Iruka me duele la cabeza.
—Menos mal —Naruto seguía medio dormido con una resaca como
nunca, no sabía como preguntarle si había pasado algo con Sasuke y
mientras se tomaba el jugo con los analgésicos se atrevió pero sin
mirarlo de frente—. ¿Pasó anoche algo con Sasuke? —Iruka lo miró de
reojo, no le iba a mentir no en eso.
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—¿Lo besaste tú a él o él a ti? —de pronto pareció interesarle más a
Naruto.
—¿Por qué diría eso? —parecía más contento e Iruka quería que lo
dijera él también.
—Pero no me caso por eso —el rubio sabía perfecto eso e Iruka lo miró
fijamente viendo sus gestos.
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—¡Hola, Tsunade! ¿Cómo está?
—Bien Naruto.
—¿Está Sasuke aquí? Vine a darle algo —le dijo Naruto muy sonriente a
la rubia exuberante.
—No, Naruto. Me temo que no está aquí —le dijo algo seria la rubia,
mientras dejaba ver un dejo de desilusión.
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—Señor… de hecho necesito el empleo para poder impresionar a una
chica.
—Gracias —Sasuke se dio por vencido pues sabía que no lograría nada
con ese prepotente gerente.
—Quiere ganar dinero ¿sabes? Vivir en una casa linda, con ventanas
amplias y lámparas. No puede vivir siempre con su hermano y el
retorcimiento de pezones que tiene lugar ahí.
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—Lo sé, me lo dijo. Creí que dar clases era importante para ti —lo miró
serio mientras Sasuke miraba hacia abajo.
—No lo es, hay mucho dinero por ahí y quiero un poco —sus facciones
se endurecieron.
—No quieres ser otro burgués idiota ¿verdad? De esos como los que
andan por ahí ¿recuerdas? —Naruto le dijo un tanto sarcástico pero
mirándolo fijamente a los ojos.
—¿Qué que quiero decir? Te casas con Gaara por dinero —Naruto no
podía creer lo que le decía Sasuke, es que acaso no lo conocía, sus ojos
se cristalizaron y el moreno lo miró fijamente.
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Sasuke observó como se marchaba y se agachó a recoger todas las
hojas que había aventado Naruto por su enojo, sin embargo el Uchiha
al fijarse de lo que era, casi se da de golpes contra el pavimento.
—De veras irás al manicomio tío —sonrió divertido por la expresión del
Uchiha.
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—Sobre las relaciones. Solo te diviertes un rato, cuando te involucras
emocionalmente ¿Qué te hacen?
—Te arrancan el corazón por el culo —contest ó sin mas Sai que estaba
en un rincón de la barra.
—Así es —la mirada de Sasuke fue hacia él—. Oye ¿Qué haces aquí?
—Lo mismo que tú, ahogar mis penas, esta ciudad se ha convertido en
un asco, solo quiero salir de aquí.
—Bien, copia barata, haz lo que quieras, pero antes tomemos un poco
más —dijo Sasuke ya más perdido en la bebida, sin embargo Kakashi
sabía que algo había pasado con cierto rubio que se le había metido
hasta por los poros a su amigo.
—No me gusta mucho —lo miró directamente a los ojos—. Creo que
estoy totalmente enamorado de él.
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con alguien diferente y cuando me canse los mandaré a volar, sea
mujer o sea hombre eso da lo mismo.
—Solo les daré dinero para el taxi, porque si no me sentiría mal, pero
después adiós y hasta nunca —el Uchiha parecía más convencido de
su nueva vida y quería creérselo así que se dio nuevamente ánimos—.
Eso es, desde este momento, nosotros seremos felices por el resto de
nuestras vidas —Kakashi se tomó de un jalón aquella bebida que tenía y
volvió su mirada a Sasuke.
—¿Qué? —el Uchiha lo miró una vez más pues no sabía a que se refería
con esa confesión.
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Kakashi lo miró fijamente y se dio cuenta de que a pesar de todo Sasuke
sabía perfectamente lo que él siempre había sentido por el moreno.
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Capítulo 11
Confusiones
Eran las diez de la noche y Naruto estaba vestido con su traje de novio
sentado sobre su cama con su madre a lado, pero en su rostro se veía
realmente que estaba muy triste y se notaba que había estado llorando
mucho.
—Mamá ¿De veras te gusta Gaara para mí? —su voz sonaba
quebradiza y su semblante no lo negaba estaba confundido y triste.
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completamente feliz, ya lo verás hijo —su madre le sonrió y se dio media
vuelta para ir a buscar el velo del rubio.
El Uchiha pensó que realmente él estaba feliz por su boda, lo miró una
vez más sintiendo que ahora si lo había perdido, simplemente su rostro
entristeció de sobremanera, dio media vuelta y se fue sin hablar con el
rubio, triste y cabizbajo.
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En el mismo bar Kakashi y Sai trataban de pasar un buen rato, pero más
bien Kakashi lo hacía para no pensar más en Iruka, no quería deprimirse
otra vez, así que volcó todo en enseñarle a Sai unos cuantos pasos de
baile que solo el Rey del Pop hacía, en eso Sasuke entró al lugar y Sai le
preguntó mientras el otro lo veía un poco desilusionado.
—Lo siento amigo —le dijo Kakashi mientras volteaba hacia la barra—.
Oye Ibizu-san, tráele a Sasuke uno doble.
—Sasuke ya sabes que no puedes tomar eso aquí —le dijo Ibizu muy
seriamente.
En cuanto salieron de aquel bar los tres chicos se toparon de frente con
Gaara y Sasori, acompañados de bellas chicas y otros chicos que al
parecer eran sus amigos.
—¿Cómo es posible? No eres… impot ente ¿verdad? —le dijo con sorna
Gaara, Sasuke se contuvo lo mas que pudo—. Además sé de sobra que
te van las dos cosas ¿No es así? —lo miró mientras bebía directamente
de la botella que traía en una de sus manos.
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—Ya veo que no tanto como a ti —ahora solo lo miró con total furia,
Kakashi quería romperle la cara a ese Sasori.
—Muy bien imbécil, no he tenido una pelea desde el quinto grado, pero
lo destrocé a él y ahora te destrozaré a ti —sin embargo Sai que era
demasiado impulsivo se adelantó y casi le estampó un puñetazo en la
cara, pero Gaara era mas rápido y esquivó el golpe, Sasuke solamente
se quedó mirándolo—. ¿Qué haces Sai? —se acercó a su amigo.
—¡Oye! ¿Por qué no escribes una canción sobre esto? Puedes llamarla…
“Me golpearon la nariz, por meterme en lo que no me importa” —todo
el grupo de amigos de Gaara y Sasori reían como enajenados, en tanto
Sasori pasó a lado de Kakashi sin aguantarse a decir la única idiotez que
sabía decir.
—En tu vida vuelvas a decir una cosa así de Iruka ¿entiendes? —los otros
hombres amigos de Sasori se acercaron, empujando a Kakashi para que
dejara en paz de una vez a su amigo.
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—Si, como digas, pero nadie puede cambiar lo que Iruka realmente es.
—Estás advertido Sasori —le apunt ó con el dedo mientras los demás se
llevan al chico de ahí antes de que se le ocurriera abrir la boca otra vez.
Sin embargo aquellos tres nunca se dieron cuenta de que Iruka estaba
en una esquina escondido, escuchando como Kakashi lo defendía de
ese imbécil y no pudo más que sonreír, en tanto mejor dio media vuelta
y regresó a su casa, tampoco quería encontrárselo aún.
—Yo también estoy bien, mejor vamos a terminar con esa botella.
Y así fue los tres siguieron bebiendo hasta altas horas de la madrugada y
cuando se hubo acabado el vino, cada quien se fue para su casa, pero
cuando Sasuke llegó a su casa, cual fue su sorpresa que en una de las
sillas del jardín lo esperaba en un ajustado y diminuto vestido negro
Sakura que en cuanto lo vio cruzó la pierna muy seductoramente,
mirándolo casi como si se tratara de una presa.
—Hola Sasuke —al oír la voz chillona el Uchiha se detuvo casi de forma
automática.
—Veo que estás ebrio —llegó hasta el pelinegro—. Y está bien, de todas
formas voy a decírtelo, te extraño mucho y quiero volver —lo vio casi
con cara de arrepentimiento pero cualquiera que la conociera se
hubiera dado cuenta que eso no era lo que sentía en realidad.
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cayó desmayado o más bien perdido por todo el alcohol que había
tomado, entonces sakura al ver aquello simplemente suspiro y se
agachó para ayudarlo a levantarse y meterse de una vez por todas a la
casa.
A la mañana siguiente casi al punto del medio día Naruto llegó a casa
de Sasuke, decidido a decirle que se había enamorado complet a y
profundament e de él.
Sakura sabía quien era Naruto, sabía que Sasuke había estado saliendo
con él desde que terminaron, por eso no podía dejar de regar aún más
el veneno contra el rubio.
—Si, soy yo. La prometida de Sasuke ¿Tu quien eres? —le preguntó
ahora mas alegre de saber que había apuñalado la ilusión.
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—Soy Naruto, Naruto Uzumaki —la pelirosa hizo una cara de que no
sabía quien rayos era y no le importaba en realidad—. ¿Podrías decirle
que vine a verlo?
—Es Naruto —pero no le dio tiempo a decir más ya que sakura casi le
estampó la puerta en la cara.
El rubio supo en ese instante que había perdido para siempre a Sasuke,
él había vuelto con su prometida y parecía que estaba todo bien entre
ellos, sin embargo le dolía, dolía como los mil demonios.
En eso Sasuke por fin reaccionó y abrió los ojos rápidamente vio a la
pelirosa sentada a lado de él.
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—¿Puedes aprender a aceptarlo? No quiero que aprendas a aceptarlo,
así no funciona —Sasuke harto de eso, aventó las cobijas y se levantó
de la cama—. ¡Demonios!
—Sasuke ¿Quieres hablar cuando te sientas mejor? —le dijo con una voz
casi angelical e inocente.
Sakura así lo hizo y cuando salió del baño, Sasuke la tomo del brazo una
vez más y casi empujándola la sacó de su casa cerrándole la puerta en
la cara.
—Está bien —rió Gaara al ver que por fin lo había conseguido—. ¡Vamos
pues! —no quitaba su sonrisa del rostro.
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Naruto estaba convencido que era lo mejor, en ese momento pensó
que ojala y no hubiera conocido a Sasuke nunca, no le dolería como le
estaba doliendo.
Naruto amaba a Sasuke eso era la total y absoluta verdad, sin saber
que el Uchiha estaba igualmente enamorado del dobe.
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Capítulo 12
Vuelo A Las Vegas
La tarde caía y Sasuke y Kakashi se encontraban en la fiesta de
aniversario de Tsunade y Jiraiya mientras ella siempre bella se paraba al
centro de la pista y dedicaba esa canción que había preparado con
Sasuke para cantársela precisamente en esta fiesta de aniversario.
—Muchas gracias por estar presentes en este significativo día, nosot ros
Jiraiya y yo estamos totalmente complacidos con su presencia, pero
ahora quisiera que este viejo escuchara esta canción que preparé con
mucho cariño para mi querido y senil esposo.
Y había música
Y rosas maravillosas me dicen
En dulces praderas fragant es
Cubiert os de rocío al amanecer
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Nunca lo llegué a escuchar
Hasta que llegast e t ú…
—Lo sé, iré por el auto —Kakashi sonrió y Sasuke le devolvió la sonrisa, así
que se acercó con prisa a Tsunade y Jiraiya.
—No, ¿Por qué? ¿Quién dijo eso? —el rostro de Sasuke pareció
sorprendido por esa pregunta.
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—Quería hacerlo lo antes posible, estaba sufriendo Sasuke y está
desconcert ado por eso lo hizo así.
—Si —fue solo esa sílaba que pronunció, se levantó de su asiento y tomó
su maleta de mano pero sin dirigirle una sola mirada a Gaara.
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—Quiero escribir una canción que se me esta ocurriendo ahora mismo
—Kakashi sacó su pluma y se la entregó mientras Iruka solo negó con la
cabeza.
—Lo sé y te pido perdón por eso Iruka. ¿Podemos hablar a solas mientras
Sasuke se ocupa de recuperar a Naruto?
Kakashi volteó unos segundos hacia él fijando sus ojos en los de Iruka y
sonriéndole como hacía años lo había hecho y por reflejo el peliplata
posó su mano en la rodilla del moreno, apretándolo, esto para Iruka
significó mucho tanto que en verdad quedó sorprendido por como
apretaba su rodilla mientras seguía manejando hacia el aeropuerto.
Unos minutos mas tarde llegaban al aeropuerto y los tres corrían hacia
donde estaba el mostrador de la venta de boletos y Sasuke de
inmediato pregunto por las salidas a las Vegas.
—Necesito un boleto para ir a las Vegas —el hombre que atendía buscó
en su computadora para ver si había algún vuelo disponible.
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—¿Puedo usar tu tarjeta de crédito? —Kakashi sacó su cartera para
sacar la tarjeta de crédito.
—Gracias.
—¡¡¡Ve por él!!! —le grit ó Iruka y Kakashi ya que el Uchiha ya casi estaba
entrando para abordar el avión.
—Lo sé, pero nunca he visto las luces de las Vegas —se recargó por
completo en su asiento sintiendo que no podría decepcionarse más de
su prometido, sin embargo Gaara not ó esa expresión en el rubio.
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haciendo un favor al rubio y sin embargo Naruto sonrió sabía de
antemano lo que iba a decirle el pelirrojo pero de inmediato cambió sus
facciones poniéndose un poco triste.
—¿Cuánto cuesta?
—Es gratis
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—Ese es el problema, no tengo la más remota idea, por eso debo
encontrarlos, tengo que hacer lo que sea.
En tanto Gaara parecía divertirse con el pasar de las nubes pues tenía
en sus labios una sonrisa por demás victoriosa y Naruto hacía cada vez
más corajes pues ni siquiera le dirigía la palabra, en eso el carrito de las
bebidas pasó muy cerca del asiento del rubiecito y golpeó el codo que
sobresalía del reposabrazos. Naruto al sentir el golpe de inmediato se
sobó su codo aguantándose el gritarle mil y un cosas a la despistada
azafata, sin embargo eso no fue lo que lo cabreó más si no que Gaara
ni siquiera se dio por enterado.
Los dos caminaban uno a lado del otro pero aún sin mediar palabra,
solamente se limitaban a caminar y a recordar cada quien detalles de
lo que fue en alguna ocasión su relación.
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—De hecho aún me pregunto que fue lo que te hice, o que tan grave
fue lo que te hice para que me hicieras a un lado de esa manera, me
hiciste mucho daño Kakashi y me duele, aún me sigue doliendo —la
mirada de Iruka entristeció mientras su bajaba su cabeza.
—Lo siento, siento mucho haberte hecho daño, ese día te vi que
platicabas con un hombre muy sonriente y él te abrazaba mientras te
frotaba la espalda, eso me hizo enfurecer, sentí celos de que alguien
mas pudiera tocarte, sentí que te burlabas de mi y eso me dolió
muchísimo, por eso jamás me volví a acercar a ti, quería que todo ese
dolor y esas imágenes desaparecieran, no quería que me volviera a
doler —Kakashi miró hacia el horizonte con sus dedos entrelazados e
inclinado hacia delante sosteniendo sus codos en sus rodillas.
—¿Esa vez? —Recordó Iruka—. Kakashi ¿no me digas que esa persona a
la que tú viste abrazándome era un rubio? —Kakashi solo asintió sin
mirarlo pero aun serio—. ¡Dios! ¿No te fijaste que ese rubio venía
acompañado? —Iruka buscó su mirada.
—No, solo vi a ese individuo —volvió su rostro hacia el Umino y vio como
Iruka sonreía de medio lado—. ¿Qué es lo que tiene gracia?
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—Ah, sasori —suspiró el moreno—. Sabes, ese idiota inventó todo eso,
porque yo no le permití que me tocara, si me besó Kakashi quiero que lo
sepas pero no pudo superar el que yo me negara rotundamente si
quiera a ponerme un dedo encima.
—Porque que más daba que tu o cualquier otro pensara lo que fuera
de mi, yo se exactamente lo que soy Kakashi, lo que pensaran los
demás no me importaba en lo mas mínimo, pero lo que si me lastimaba
y me lastima es que hubieras pensado que yo te hubiera traicionado así
como así, te he amado desde el primer día en que te vi, creí que habías
comprendido que yo era tuyo sin reservas ni condiciones.
—Te amo y mi vida ha sido un infierno, tú eres el único que puede poner
en orden mi camino —le dijo al romper el beso e Iruka pasó sus brazos
alrededor del cuello de Kakashi mientras recargaba su cabeza en su
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pecho y escuchaba los latidos acelerados del corazón de aquel
hombre—. Iru-chan, solo quiero saber algo ¿Cómo es que se te ocurrió
salir con Sasuke? —Iruka levantó la mirada y se separó un poco de la
comodidad del pecho de su Kakashi.
—Yo lo único que quería era que tanto Naruto como Sasuke se dieran
cuenta de lo que sentían el uno del otro.
—Lo sé, los dos son unos cabeza huecas —suspiró profundamente de
pronto observando como caía ya el sol—. Es tarde Kakashi sensei —
sonrió traviesamente mientras hacía el intento de levantarse.
—Lo he notado, pero —se levantó y lo atrajo una vez más hacia él—. No
me quiero separar de ti otra vez, esta vez vendrás a mi casa y no te
dejaré ir ya nunca más.
—La verdad es que si y quiero que sepas que el rapto va bien conmigo
—se rió mientras besaba una vez mas a Iruka—. Vamos, soy tu
secuestrador y no quiero por ningún motivo perderte de vista.
—Kakashi… te amo.
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— Te amo, iru-chan.
Por otro lado Sasuke ya contaba su historia ante los pasajeros con los
cuales compartía la sala de primera clase.
—No digas eso —Billy Idol ya prestaba atención también al relato del
Uchiha.
—No se que hacer, se casará con él y sé que ese imbécil arruinará por
completo la vida del dobe —Sasuke estaba agobiado porque
realmente estaba preocupado por no llegar a tiempo, en eso el
cantante habló a todos los presentes…
—¡Oh! Querido, espero que lo encuent res —le dijo la señora tan
agradable, en eso una de las azafat as interrumpió la conversación.
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—¿Cuál es esa clase de club? —preguntó la curiosa señora y los demás
simplemente la observaron pintando una sonrisa en sus labios.
—¡Oigan! El tipo del club de las alturas es Gaara ¡Están aquí! —les dijo en
tanto los pasajeros se sorprendieron por la revelación
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No había duda, los ojos del kitzune se cristalizaron y no salía de su
asombro, era él no podía ser mentira…
Encenderé la chimenea si no
Sirve el calentador
Te ext rañaré
Te besaré
Naruto volteó hacia atrás parecía que lo miran, por fin Sasuke salió de
detrás de las cortinas quedándose ahí tocando y cantando mirándolo
fijamente a los ojos, el rubio al verlo se sorprendió tanto que sus lágrimas
no querían parar…
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—¿Qué demonios hace aquí ese loco? —preguntó Gaara alterado,
pero Naruto ya no lo escuchaba sus sentidos estaban totalmente
puestos en Sasuke, el pelirrojo vio que el rubio ni siquiera lo había
escuchado y lo miró, pero lo que vio fue esa mirada enamorada
totalmente que le dedicaba al moreno.
— Lo siento señor, pero tengo que servir las bebidas —el chico siguió
empujándolo por el pasillo para que se alejara del Uchiha, pero de
pronto Gaara se cruzó por los asientos de en medio para salir por el otro
pasillo pero fue inútil del otro lado ya lo esperaba el cantante de rock
interceptándolo de igual manera…
—¡No le hables así a Billy Idol! —le advirtió el gorila que tenía como
guardaespaldas, de pronto el hombre empujó el carrito llevándose a
Gaara por delante haciéndolo chocar contra la puerta del servicio de
baño y la azafata que ya los esperaba ahí lo empujó hacia adentro
encerrándolo dentro del cuarto de baño.
Y que t e acuest e
Cuando est as borrachina
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Podría ser el hombre
Que envejezca contigo
—¡Claro que no! Haz primero lo que tienes que hacer —se alejó un poco
de los enamorados para darles un poco de privacidad, aunque el avión
completo estaba atento a lo que hacía la pareja.
Por fin Sasuke acercó sus labios a Naruto para besarlo con completa
delicadeza y ternura, porque eso era lo que le provocaba el rubito,
Naruto respondió de la misma manera el beso.
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Pasados unos 5 minutos el avión aterrizaba en la comúnmente llamada
la ciudad de las luces.
Nadie para ese instante se acordó de Gaara que yacía sentado sobre
la tapa del WC maldiciendo su suerte.
Por fin el avión se det uvo y los pasajeros empezaron a bajar por las
escalinatas, Naruto y Sasuke bajaron tomados de la mano.
—Y yo a ti.
—Si Gaara soy yo, ahora deja de empujar la puerta, voy a abrirte —el
pelinegro destrabó la puerta y lo dejó salir.
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En tanto Sasuke y Naruto tomaban un taxi. Se quedarían esa noche en
las Vegas, mañana por la tarde regresarían a su casa, pero antes
Sasuke reclamaría a Naruto como total y absolutamente suyo.
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Capítulo 13
La Mitad que me Faltaba
—Y yo a ti.
—No tienes porque repetirme eso, lo sé de sobra ¿Qué haces aquí Sai?
—lo miró de reojo mientras caminaban hacia la salida del aeropuerto.
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esperando su respuesta, Sai suspiró un poco y negó con la cabeza
mientras sonreía de lado y subía al taxi.
—Gracias… Sai
Ninguno de los dos decía nada, sus miradas enamoradas hablaban por
si solas, Kakashi acariciaba sus caderas mientras poco a poco
levantaba la playera que era estorbosa para poder acariciar su torso,
Iruka se estremeció al contacto de las caricias de su pareja mientras el
primero se acercó y besó su pecho.
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—Aquí estoy Kakashi a tu lado y no me volveré a ir, te amo —su
respiración se volvió aún mas pesada, sintiendo la calidez húmeda
sobre su torso, Iruka expuso su cuello para que tuviera mas espacio en su
recorrido.
Las prendas por fin terminaron de caer y los dos estaban sobre el sillón
acariciándose, rozándose y frotándose, querían sentirse unidos, ser uno
solo, sentir que se pertenecían del todo y por completo.
Kakashi lo embistió cada vez más afiebrado por todo lo que le hacía
sentir Iruka, sabía que el momento culminante estaba por llegar y sin
pensarlo mas lo levantó de las caderas haciendo que el moreno
enredara sus piernas a la cintura del peliplata que yacía sentado sobre
sus rodillas ayudando a su pareja a subir y bajar sobre su erección. La
respiración de Iruka estaba tan entrecortada que ya era eminente la
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llegada del orgasmo, Kakashi lo sabía y aceleró el subir y bajar de su
novio, que se rozaba sin compasión entre sus cuerpos haciendo que su
hombría se apretara entre ellos provocando que el Umino entre un
ronco y un gemido placentero manara su simiente resbalando por los
abdomen de ambos.
Iruka no podía creer lo que oía decir a su novio en esos momentos tan
íntimos y le daban ganas de llorar pero contuvo las lágrimas que
amenazaban por salir. Iruka cubrió tiernamente sus labios para que ya
no dijera más y Kakashi lo miró dándose cuenta que contenía su llanto,
tomó su mano tiernamente y lo subió sobre él besándolo lo mas
profundamente posible internándose en su boca mientras pasaba sus
brazos por la cintura de su novio apretándolo contra él.
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En tanto en las vegas, Naruto y Sasuke por fin llegaron al hotel.
El dobe parecía quererse divertir, pues estaba muy contento, arrastró a
Sasuke por todo el hotel, mirando las tiendas y aparadores sin soltar la
mano del pelinegro, no quería terminar el contacto, no querían por
ningún motivo separarse el uno del otro.
—Teme, tengo hambre ¿podemos cenar algo por aquí? —le dijo Naruto
admirando uno de los espectáculos de las fuentes de agua.
—Claro dobe, pensé que no tenías hambre, con eso de que apenas me
dejaste registrarnos y parecías desesperado por conocer —sonrió de
lado mientras con una de sus manos le quit ó uno de sus rubios
mechones que cubrían sus hermosos ojos y el rubio se sonrojó al notar el
contacto sobre su piel.
—Ahh, es que… bueno pensé que sería bueno conocer un poco ¿no
crees? —Naruto estaba nervioso por quedarse a solas con el teme y
Sasuke lo sabía perfectamente.
—¡Oh! Así que era eso —lo miró con aquella sonrisa casi traviesa—. Ven,
vamos a cenar —lo volvió a tomar de la mano llevándolo hacia algunos
puestos para ver que se le antojaba cenar—. Dobe quiero ir a la
habitación porque necesito darme un baño y quiero relajarme contigo
—de pronto Naruto se detuvo al escucharlo, volviendo su mirada hacia
él; estaba sonrojado y su cara le ardía—. Naruto, yo jamás haría algo
que tu no quisieras —tomó su rostro con sus dos manos acercándolo
hasta que estuvieron frente con frente y mirándose directamente a los
ojos—. Te quiero mucho Naruto y deseo pasar el resto de mi vida
contigo.
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—Teme, vámonos a la habitación, ya no tengo hambre —sonrió
mientras su mejillas se sonrojaban y Sasuke simplemente lo tomó de la
mano y regresaron a su hotel con sus dedos entrelazados.
Naruto solo traía puesta la bata de baño mientras secaba con otra
toalla su cabello.
—Lo iba a hacer dobe pero no quería que me echaras con el bote de
shampoo sobre mi cabeza —Sasuke rió totalmente relajado, sabiéndose
el único para el dobe.
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Naruto lo miró fijamente sintiendo su rostro arder, se sentía excitado,
sumamente sensible al toque de su novio.
Naruto titubeó un poco pero se decidió y bajó sus manos poco a poco
hasta que llegó a los glúteos de su novio metiendo sus dedos bajo el
elástico, bajando la prenda, sin embargo Naruto notó como la erección
del Uchiha se sentía terriblemente inflamada contra su muslo y ya no
quiso seguir solo se dejó besar.
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uzumaki arqueara su espalda al sentir como su novio lo acarició con su
lengua, Naruto se estremeció, jadeó y gimió.
El rubio así lo hizo y naru tomó con mucho cuidado el sexo del pelinegro
lamiendo la punta haciendo que el otro se estremeciera. Sasuke
amasaba los glúteos de su dobe y observaba como palpitaba su
entrada aterciopelada, Sasuke lo lamió con delicadeza hasta hacer un
poco de presión entrando en la húmeda y caliente entrada; Naruto se
est remeció al sentir la intromisión de la lengua traviesa de Sasuke y
jadeó con el sexo del Uchiha dentro de su boca.
Sasuke paseaba su lengua por los glúteos del dobe, dando pequeños
mordiscos, con una de sus manos masturbaba su sexo, Naruto estaba
demasiado excitado y sabía que no aguantaría mucho. Sasuke sintió
como se estremeció, tirando del sexo del rubio se lo metió a su boca
succionándolo devotamente. Naruto empezó a gemir y a jadear se
estaba aguantando por no llegar al orgasmo quería correrse con
Sasuke dentro de él, así que se sacó el sexo del Uchiha y lo miró
volteando un poco hacia atrás su rostro estaba arrebolado por todo lo
que su ahora amante lo hacía sentir.
—Sasu… no, ¿no quieres sentirme por dentro? —Sasuke se tomó del
brazo a Naruto y lo atrajo hacia él besándolo profundamente mientras
lo recostaba bajo él.
—Lo…lo estoy deseando dobe —Naru abrió un poco más las piernas
ofreciéndose a Sasuke, el pelinegro tomó un poco del lubricante que
compró en la farmacia comenzando a dilatar la apretada entrada.
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—Ahhh… ahhh… ahhh Sasukehhhh —el rubio se aferró a los fuertes
brazos de su novio, cerrando sus ojos mientras se acostumbraba a la
hombría de su pareja. El mayor esperó pacientemente a que naru le
diera una señal para poder seguir, en realidad Sasuke se estaba
muriendo por poseerlo por completo pues se sentía tan apretado que
realmente no podía mas.
Naruto pronto se relajó ahora sin sentirse tan nervioso, sonrió tiernamente
pasando su mano acarició delineando con sus dedos el rostro del
Uchiha; Sasuke besó sus labios empezando a embestirlo primero
suavemente, después se fueron haciendo cada vez más profundas y
fuertes; los glúteos del rubio se golpeaban contra la pelvis del moreno
mientras entraba y salía casi por completo del segundo. Sasuke estaba
enajenado por el rostro del rubio, amaba cada gesto, amaba como
gemía y como jadeaba, pero más amaba como pronunciaba una y
otra vez su nombre.
En ese instante Naruto trató de ahogar el gemido que sin duda fue
gratificante a los oídos del Uchiha. El dobe derramó su semen sobre la
mano y el abdomen de su pareja que lo penetraba fuertemente,
estaba por culminar el orgasmo cuando sintió como naru lo apret ó por
dentro y no pudo aguantar las oleadas del orgasmo que lo invadían por
completo derramándose como nunca dentro del cuerpo vibrante de su
amante.
Sasuke se dejó caer sobre el cuerpo aún vibrante de Naruto que aun
estaba por normalizar su respiración. Estaban exhaustos y Sasuke sonrió
contra el cuello de Naruto quien lo abrazó manteniéndolo tan cerca
como podía.
—Yo también dobe, no por nada hice todo esto, solo por ti, te amo y
ahora eres mío.
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—Soy tuyo teme —sonrió.
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el Uzumaki, no lo amaba desde hacía tiempo, pero tampoco confiaba
en nadie más que solo estuviera con él por su dinero, de pronto unos
toquidos sacaron de sus pensamientos al pelirrojo.
—Si Sai, ya salgo, solo dame unos minutos —Gaara salió de la tina y
tomó la bata de baño secando su cabello.
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—Ya te dije que… bueno perdóname no quería portarme de esa
manera contigo a pesar de que me ayudaste a pesar de que me
merecía quedarme encerrado.
—Te mereces muchas cosas Gaara, por como me has tratado, por
negarme, por burlarte de mí. Sin embargo sigo aquí, aguantando tus
berrinches y tus estupideces.
Sai estuvo antes que cualquier otro a lado de Gaara, aún antes de que
conociera a Naruto, con Sasori casi nunca llevó buena relación pues
sabía que él no lo aceptaba como pareja de Gaara y muchas de sus
discusiones se debían a la intervención de ese entrometido.
Gaara siguió mirando a Sai que parecía estar cada vez más cabreado y
el primero se acercó a él.
—Gracias —le dio un sorbo al vino tinto que tanto le gustaba—. ¿De que
quieres que hablemos realmente? Porque si es por lo que acabas de
oírme decir, pierdes tu tiempo, sé lo que tengo que hacer Gaara, pero
no es tan fácil.
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—Y ¿Tú crees que no lo sé? He tratado todos estos años de borrarte de
mi vida, pero no logro conseguirlo —su vista se perdió en el rojo vivo de
la madera ardiendo—. Sé que soy un estúpido Gaara.
—Esto es lo que más odio de mi, porque por más de tres años pagué tu
amargo amor con mi propia vida, abandoné mis sueños, siento como si
hasta hubiera vendido mi propia alma para que sintieras algo por mi —
la voz de Sai era extremadamente calmada, ya no quería alterarse,
quería que entendiera de lo que fue capaz de hacer por una tonta
ilusión.
Gaara lo escuchó hablar mientras el otro no quit ó su vista del fuego que
en ese instante ardía como ardía su corazón, el primero no se podía
negar cuan atractivo seguía siendo ese hombre, con los años se había
vuelto aún más varonil, de hecho fue el único que lo había podido
doblegar.
—Tú —fue su seca respuesta—. Cada vez que me mirabas a los ojos no
buscabas más que tu reflejo, cada beso, cada vez que me tocabas o
que yo te tocaba ¿quieres saber lo que realmente me hacías sentir? —
el pelirrojo solo dejó que siguiera hablando y Sai continuó—. Nada, me
hacías sentir como si nada te importara solo tu sentir y sabes a mi eso
jamás me importó hasta que me di cuenta de que tu único amor era el
tuyo propio.
—¡¡¡Dios Sai!!! ¿Qué quieres que haga? —Se levantó y estrelló la copa
de vino contra la pared—. Solo dímelo ¡maldita sea! —Gaara lo miró
casi deseando golpearlo, pero eso si nunca lo haría.
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—No quiero que hagas nada, solo… mejor me voy Gaara, yo no puedo
seguir aquí y no quiero parecer más patético de lo que ya te he
parecido —Sai se puso de pie y se giró para ir por sus cosas cuando
Gaara lo tomó fuertemente del brazo estrechándolo fuertemente.
Sai no quería caer así tan fácil, pero en ese momento el rostro de Gaara
se veía tan indefenso que solamente lo abrazó.
Gaara se excit aba cuando peleaba con Sai, siempre le resultó difícil de
asimilar pero con el tiempo que pasó con él se acostumbró a que
cuando había una pelea entre ellos, casi siempre Sai era el que
calmaba sus ansias.
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Sai estaba sobre el pelirrojo que ahogaba sus gemidos, no quería que lo
oyera en ese estado de excitación, en realidad lo deseaba, lo deseaba
desde que lo vio con ese Uchiha en cambio hizo lo que mejor sabia
hacer… ignorarlo.
—Mmhh… Sai, sigue, sigue... —el pelirrojo cerró los ojos fuertemente
sintiendo grandes oleadas de calor recorriendo su cuerpo completo.
Sai siguió con su lengua dejando un rastro suav e de saliva por su cuerpo
bajando poco a poco hasta llegar a su entrepierna, oliéndolo,
llenándose de ese excitante aroma que tanto despertaba sus instintos,
pasó su lengua por toda la extensión del sexo erecto del pelirrojo, para
después meterlo por completo en su boca, Gaara estaba perdido en
las sensaciones y el placer que el pelinegro le hacía sentir. Apret ó sus
puños para después empezar a moverse dentro de la boca del Sai,
tratando de no hacerle daño, pero no duró aquella gentileza porque
pronto comenzó a penetrarlo tan profundamente como podía
haciendo que el pelinegro se tragara su sexo hasta llegar a su
garganta, Sai tomó las caderas de pelirrojo haciendo que se detuviera
un poco pues el aire empezó a faltar y no quería terminar así.
Sai diló perfectamente la entrada del pelirrojo, dos y tres dedos dentro
del cuerpo de Gaara que estaba gimiendo como hacía mucho no lo
hacía.
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El pelinegro lo escuch ó gemir y jadear mientras tomaba su propio sexo
masturbándose un poco en tanto lo llev ó hasta la entrada del pelirrojo
que sin más lo deseaba dentro.
—Ahhh… ahhh… ahhh Sai... —el pelirrojo cerró los ojos sintiendo como el
sexo duro y erecto del pelinegro se introdujo por completo dentro de él.
De pronto Sai sintió el orgasmo cerca, sin más salió del cuerpo de Gaara
volteándolo súbitamente para después volverlo a penetrar con fuerza,
Gaara tenía el rostro arrebolado y su rostro estaba rojo, esto excitó por
demás a Sai que siguió penetrándolo mientras tomaba el sexo de
Gaara que clamaba por atención masturbándolo al compás de sus
embestidas.
—Hazlo ahora Gaara juntos ohhh… ahhh… ahhh… ahhh Gaara ahhh…
—Saaaiii —fue lo ultimo que salió de la boca del pelirrojo pues sintió
como el líquido blanquecino salía con fuerza desbordándose por la
mano de Sai que aún seguía masturbándolo, en tanto Sai le propinó un
par de embestidas profundas derramándose dentro del cuerpo de
Gaara manteniéndose lo más profundamente posible dentro del
pelirrojo.
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—¡¡¡Dios!!! Gaara… te amo ahhh… ahhh
—Sai…
— Lo siento
— Comprendo
Poco a poco los dos comenzaron a cerrar los ojos, estaban cansados y
por esa noche no se volvió a oír una palabra por parte de los dos.
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A la mañana siguiente Sai despertó sobre la cama, no supo como llegó
hasta ahí, pero no sintió al pelirrojo ahí a su lado, se incorporó de la
cama buscándolo con la mirada, se encontró con una carta sobre la
almohada, sai la miró como dudando en abrirla, sin embargo la tomó y
abrió la carta…
Sai terminó de vest irse, tomó sus cosas, guardando el dinero de Gaara,
salió de su habitación para dirigirse directamente al aeropuerto, no
quería estar un minuto mas ahí, se puso unos lentes oscuros y siguió su
camino.
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Capítulo 14
La Boda
La noche caía mientras Naruto y Sasuke estaban recostados sobre
una cómoda manta en medio del bosque, mirando como
resplandecían las primeras estrellas, estaban a menos de veinticuatro
horas de su boda y no podían estar más felices, nerviosos por la
ceremonia pero felices por estar por siempre juntos.
—Me encanta cuando haces eso —le dijo al acabar con el beso
acarició con sus pulgares el contorno de los labios del rubio—. Anda
levántate, que de veras no quiero que me grite pervertido.
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Kushina se sent ó en la banquita que tenía Iruka en la entrada mientras
esperaba a que llegara Naruto, quería que se probara el traje de
bodas, en eso Iruka se acercó a ella, ofreciéndole una taza de té.
—Solo te voy a decir una cosa tía, jamás en la vida vi a Naruto tan feliz
como ahora, lo debes de haber notado, todo el resplandece, el tan
solo nombrar a Sasuke, Naruto despide luz.
—Tienes razón. Naruto nunca fue tan feliz con Gaara, aunque veo con
tristeza que tampoco Gaara hizo mucho por recuperar a Naruto.
—Gracias por todo tía, tu sabes que eres más que un simple familiar eres
como mi madre —los ojos de Iruka se cristalizaron y Kushina tomó su
rostro entre sus manos besando su frente.
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—Hola Kushina, veo que quiere quitarme a mi iru-chan —sonrió de
medio lado, en tanto Iruka volvió su mirada al escuchar al peliplata.
Más lejos de ahí, en el parque, Sai estaba sentado a la orilla del lago
observando como la luna se reflejaba majestuosamente sobre sus
aguas tranquilas.
—Lo siento Sai, no quería hacerlo de esa manera, pero tampoco quería
que siguieras pensando que había una posibilidad, yo…
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—¿Qué crees Gaara? Eso ya lo sabía de sobremanera —dejó a un lado
su libreta y le hizo frente—. Ahora te pido que no me vuelvas a dirigir la
palabra, no te quiero cerca de mí.
—Sai, por favor solo déjame… —se quiso acercar al pelinegro y Sai se
hizo hacia atrás dándole la espalda, Gaara sintió un pinchazo directo
en su corazón y en su orgullo, sin embargo comprendió lo que le había
causado a Sai.
Sai optó por retirarse, sintiendo que había sido realmente un cabrón con
Gaara pero no se merecía otra cosa, sin embargo el mismo se repetía
en su mente “ha llegado sin más el contragolpe”
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—¿Por qué tan solo copia barata? —se acercaron a él y Sai solo sonrió
de medio lado dejando que Kakashi y él se rieran—. ¿Qué pasa? ¿Hoy
no me contestas?
—A ver, ven vamos a mi casa y nos cuentas que pasó, tu no eres así Sai
y ahora nos vas a decir quien te hizo sentir así —casi lo arrastraron con
ellos y Sai como no tenia ganas de ponerse a pelear pues mejor dejó
que lo llevaran
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—Bueno eso es todo, lo siento mucho Sasuke, siento no habértelo
contado antes, solo que no quería que sucediera nada más.
—Es que no me lo puedo creer Sai ¿Por qué dejaste que te tratara de
esa manera? Es que no tienes dignidad. ¡Demonios Sai! No puedes
dejarlo así.
—Dinos una cosa Sai ¿aun amas a Gaara verdad? —preguntó Deidara
que lo miraba un tanto preocupado, se identificaba con eso, porque
con Itachi le pasó algo parecido, sin embargo para fortuna de los dos
estaban juntos, casados y habían formado su propia familia.
—Lo siento Sai, no quise ponerme así —después volteó con su esposo
para después abrazarlo con fuerza—. Perdóname Dei-chan, tal vez tu
puedas ayudar un poco a Sai.
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En casa del Umino, cierto rubio no podía conciliar el sueño y se revolvía
en su cama hasta que decidió ir a la cama con Iruka, tomó su
almohada dirigiendo sus pasos hasta el cuarto del moreno.
—Pasa Naru, sabía que vendrías ¿estás nervioso? —el moreno no dejó
que ni siquiera terminara de hablarle pues ya lo esperaba.
—Es cierto, te juro que cuando fui a las vegas y pasé esa noche con él
yo de verdad sabía que solo eso podría obtener de él, sexo, ya no
podía aspirar a nada más, él siempre me lo dijo pero yo de estúpido me
ilusioné y de eso no se trataba, que idiota fui. ¿Sabes? Hoy cuando
estaba en el lago, le dije que ya había encontrado a una persona que
me hacia feliz. Sé que fue estúpido y todo eso pero no podía permitirle
que siguiera burlándose de mí —el pelinegro solo suspiró profundamente
apoyando su cabeza sobre sus brazos cruzados que yacían recargados
sobre la mesa.
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—Te entiendo, no creas que no, pero Sai, si tu ya lo decidiste entonces
ya no dejes que te haga más daño, mira mañana te sentirás un poco
mejor, además Sasuke-kun no te perdonará si llevas esa cara a su boda.
—Me alegro, ya verás que todo irá bien, bueno creo que es mejor que
vayamos a descansar y te aseguro que Itachi, esta esperándome
despierto —el rubio se levant ó mientras despeina el cabello de Sai—.
Todo irá bien, te prometo que desde mañana todo mejorará.
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—¡Naruto! Date prisa hijo, Iruka ya casi está listo y tú ni siquiera has
empezado.
—Ya voy mamá, ya estoy saliendo de aquí —en efecto el rubio salió ya
con el cabello totalmente seco y peinado, ahora solo le bastaba ir a su
recamara y colocarse aquel traje blanco.
—vamos naruto, apúrat e que ya van a dar las once y a las once y
media tenemos que estar ahí.
—Lo sé cariño, solo cuídense el uno al otro y ámense por sobre todas las
cosas.
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En tanto en casa de los Uchiha, un pelinegro no dejaba de volver locos
a todos a su alrededor.
—por favor, Itachi, ayúdame en esto no puedo hacer el nudo del moño,
se nos hará tarde —gritaba por toda la casa Sasuke, en tanto Itachi y
Deidara terminaban de arreglar a sus pequeños retoños.
—Espero que alguno de los dos este dispuesto a brindarme algún tipo
de ayuda con esto —Sasuke mostraba el moño en el dedo.
Por fin estaba ahí parado al pie del altar esperando a su querido rubio,
mas nervioso que nunca y a su lado estaba Kakashi que ya había
llegado con el prometido de su amigo.
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Pronto los invitados llegaron ocupando su sitio y por fin era la hora de
esperar a que Naruto llegara al pie del altar para unirse al Uchiha.
Naruto y Sasuke est aban frente a frente, mirándose a los ojos tomados
de las manos, los dos est aban nerviosos, porque a continuación el
reverendo pedía que cada uno dijera sus votos.
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El rubiecito, sintió como su mirada se ponía borrosa, porque de sus ojos
empezaron a manar delicadas lágrimas, jamás pensó que para Sasuke
su llegada hubiera sido así de importante. En tanto Sasuke tragó saliva
pues vio como sonreía su pequeño dobe y con toda delicadeza limpió
sus lágrimas.
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En aquellos precisos momentos, los dos parados frente a frente tomando
sus manos, Kakashi entregó los anillos a Sasuke y de inmediato comenzó
a repetir lo que el reverendo le pidió que dijeran…
—Con este anillo, yo, Sasuke Uchiha, te tomo a ti Naruto Uzumaki como
mi amado y legítimo esposo, para amarte y respetarte todos los días de
mi vida —Sasuke puso lentamente aquel anillo que había comprado la
vez en las vegas, sonrió como nunca lo había hecho en su vida, al
terminar de colocarlo, Naruto observó maravillado su anillo de
matrimonio y volvió su vista a Sasuke ya que ahora era su turno…
—Sasuke Uchiha, con este anillo, yo, Naruto Uzumaki te tomo por esposo
y compañero, para amarte y respetarte todos los días de mi vida —
Naruto colocó el anillo en el dedo de su ahora esposo, el Uchiha sonrió y
cuando Naruto termino de colocar el anillo, Sasuke tomó la mano de su
rubio y entrelazó sus dedos.
El reverendo los miró con una gran sonrisa y para confirmar lo anterior
solo les repitió.
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—Si, acepto —Sasuke no le quitaba la mira de encima a Naruto
mientras contesta y asentía a la vez.
Por fin Sasuke subió el delgado velo que cubría el rostro más sonrojado
del rubio, besándolo suavemente, como aquel beso de iglesia con lo
que todo comenzó.
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Capítulo 15
Epílogo
Habían pasado ya dos años desde lo sucedido con Sasuke y Naruto
que vivían felices, Sasuke había recibido la oportunidad de continuar
con su gran sueño de ser compositor gracias a la gran ayuda recibida
de su amigo Billy.
—Sasuke ¿te fue bien hoy? —el rubiecito le pregunt ó mientras le servía
su cena.
—Si dobe, todo fue muy bien, al parecer un nuevo proyecto cantará mi
última canción —Naruto de inmediato dejó lo que tenía en sus manos y
fue directamente a él abrazándolo por detrás de la silla mientras Sasuke
pasaba su brazo por el cuello del rubio acercándolo mas a él y besando
sus labios suavemente—. Anda vamos a cenar, se te enfriará tu cena.
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Naruto se mordió su labio inferior, tratando de ser fuerte, sin embargo
Sasuke se levantó de su asiento y se sentó a su lado de inmediato
Naruto se echó a sus brazos apretándolo fuertemente como si Sasuke se
fuera a ir.
—¿De que hablas Naruto? —en ese instante entendió el por qué de esa
tristeza.
—De eso teme, si no puedo darte hijos ¿Qué pasaría con nosotros? —
Naruto levantó la mirada buscando la de su esposo y encontrándose
con una sonrisa.
—No digas eso Naruto —lo interrumpió—. Te diré una cosa —lo atrajo
hacia él para que se sent ara en sus piernas—. Si por alguna causa no
podemos tener hijos propios existe la adopción ¿no es así?
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Sai se encontraba sentado a la orilla del lago con cuaderno en mano
pues a esa hora no había nadie quien lo molestara, llevaba saliendo ya
casi dos años con Idate y parecía que todo iba perfecto, pero el
pelinegro seguía pensando en Sabaku No Gaara. En una de las hojas
del cuaderno estaba dibujado el rostro serio del pelirrojo, Sai siempre
había querido quitarlo de su cuaderno pero siempre que estaba a
punto de arrancar la hoja se arrepentía y solo cerraba con furia su
cuaderno.
—Lo siento Sai, pero no puedo hacer eso —sonrió de medio lado y esto
hizo que Sai realmente se enojara.
—Pero ¿Qué te pasa idiota? —lo empujó y Gaara cayó de sentón, sin
embargo se levant ó como resorte y tomó con fuerza los brazos de Sai
arrinconándolo contra el tronco.
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—Jajaja… Por favor Gaara ¿crees que he estado escapando de ti? No
digas estupideces, ni te pienses muy importante, quiero que me sueltes
en este instante, no tarda en llegar mi novio y no quiero que de ninguna
manera te vea.
—¿celoso? ¡Ja! Pues con quien crees que estas hablando Sai, es que
¿no me conoces? —Gaara se estaba cabreando de verdad.
—Pero ¿Qué te crees? Solo porque tú lo dices ¿crees que voy a venir?
Estas loco Gaara, era lo único que me faltaba por escuchar —bajó la
cabeza cansado de luchar recargando su cabeza sobre el duro y
trabajado pecho del pelirrojo.
—Sai, por favor déjame verte mañana aquí mismo, si no llegas sabré
que todo ha terminado y te dejaré en paz por el resto de tu vida, solo
dame un poco de tu tiempo.
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En ese preciso momento llegó Idate y lo observó un poco extraño para
como se comportaba Sai.
—¡Hola, Sai! —se acercó a él y besó sus labios, de pronto éste reaccionó
al sentir los labios de idate y de inmediato le sonrió abrazándolo—. ¿Qué
te pasa cariño? —también eso le extrañó porque Sai no era muy
emotivo.
—Creí que nos quedaríamos aquí —sonrió el chico mientras Sai miraba
de soslayo pues sabía perfectamente que Gaara estaba espiándolos.
—No, lo que pasa es que recordé que tengo que ir a ver a ese Uchiha
bastardo y a Naru-chan ¿quieres acompañarme?
—Lo sé, pero no sé si será bueno para ti saberlo y que tan malo será
para mi.
—Sai ¿sabías que Gaara volvió verdad? —en ese instante Sai se puso un
poco nervioso y solo asintió con la cabeza—. Lo suponía, dime Sai
¿sigues sintiendo algo por él?
—Pero no me amas, por más que pase el tiempo los sentimientos por
Sabaku No Gaara no cambian ¿no es verdad?
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—Es que ha sido muy difícil Idate, pero lo estoy intentando —Sai tomó las
manos de su novio pero no lo miraba a los ojos.
—Idate…
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—Sasuke —el rubio se recargó más sobre el pecho de su esposo
mientras hacía espirales imaginarios sobre éste.
—Nada, solo quería que supieras que te amo mucho, mucho —sonrió
zorrunamente y Sasuke no podía caer mas enamorada de él.
—Yo creo que es lo mismo Sasuke, desde que regresó Gaara, Sai ha
estado muy diferente ¿no se te hace?
—No seas así teme, realmente Sai ha sufrido bastante yo sé que Gaara
no se lo merece pero Sai lo quiere y con eso no se puede hacer nada.
—Eso es un problema
—Lo se.
—Espera un momento, Naruto por aquí guarda una llave, me lo dijo por
si algún día necesitaba venir para acá —Iruka buscó el escondite y casi
de inmediato regresó con la llave para abrir la puerta—. Bien aquí esta
—abrió la puerta y pasaron los tres ya no les importaba si estaban
ocupados o no.
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—Parece que no pudieron esperar a terminar de cenar —dijo Kakashi en
un tono muy divertido pero no le duró mucho la diversión ya que Iruka le
propinó una tremenda colleja—. ¡Agghh! Iru-chan ¿Por qué lo hiciste?
—Se oye la ducha —dijo Sai con un brillo maléfico en sus ojos mientras
se formaba una risita de medio lado para a continuación gritar—. ¡Hey
Uchiha! Deja de meterle mano a Naru-chan y baja ya.
—Lo siento Sasuke, pero no podía dejar a Iruka así ¿Qué tal si tenia
algún problema? —Naruto se dio prisa en secarse y en cambiarse al
igual que Sasuke que al terminar besó a su rubio y lo dejó en la
habitación para que se vistiera tranquilo.
—Parece ser que les divierte platicar sobre mi a mis espaldas ¿no es así?
—los veía con ojos de quererlos estrangular.
—Claro, ahora iré, oye Sasuke esta comida esta deliciosa —Iruka se llevó
el plato a la habitación de Naruto.
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Iruka se llevó el plato con la comida hacia el cuarto de la pareja
mientras que en la sala Sai no sabe como empezar a contar su
desgracia.
—No pensé que llegaría a pasarte esto Sai, pero yo creo que tu destino
ahora lo decides tú, ya conociste a Gaara y a Idate como pareja ahora
todo esta en tus manos —le dijo Sasuke dándole un trago para que se
tranquilizara.
—¿en serio? Pensé que no comías champiñones. Iruka ¿te sientes bien?
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—La verdad si, me siento mucho muy bien Naru-chan, pero hay algo
que me preocupa y es esta hambre que no me deja, parece que no
comí en días —sonrió degustando el platillo—. A propósito ¿Qué hacían
Sasuke y tú mientras Sai trataba de tirar la puerta? —lo miró fijamente
sonriendo malditamente.
—Por supuesto que no era nada malo —Iruka rió abrazando a Naruto
por la espalda—. Sabes, Kakashi me dijo que fijara la fecha de nuestro
matrimonio.
—¿en serio? Eso es genial Iru-nii —lo abrazó fuertemente compart iendo
su alegría—. Y ¿Cuándo será el gran día?
—En unos meses más —en eso Sasuke llamó a Naruto para que bajaran
de una vez por todas ya que Kakashi también les había hablado del
asunto.
Todos estaban muy contentos y hacían todo lo posible para que Sai se
sintiera aunque sea un poco feliz y se olvidara de esos hombres, en
tanto decidían festejar ahí mismo en la casa, en tanto Naruto hablaba
con su concuño Deidara y los invitaba a que se reunieran con ellos.
—…Así fue como sucedieron las cosas —Sai solo suspiró mientras
cortaba algunas verduras.
—Lo sé, pero ya no quiero pensar más en ellos dos. Mejor que Iruka nos
cuente como planea hacer su boda —de inmediato el rostro de Iruka se
iluminó y un leve sonrojo se pintaba en sus mejillas.
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—No puedo creer que Kakashi por fin te lo propusiera y mira que tengo
bastante de conocerlo —dijo Deidara.
La velada paso y los siete se divirtieron como nunca, logrando que Sai
por fin se olvidara un poco, aunque sabían que al llegar a su casa sería
un infierno.
Sai por un momento cerró los ojos mirando al firmamento, de pronto una
sonrisa se marcó en sus labios, ya casi amanecía , sin embargo los rayos
de luz que pegaban sobre su rostro lo ayudaron a confirmar por fin a
quien debía de seguir.
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A la mañana siguiente Sasuke miraba la hora en el reloj que tenían
colgado en la cocina de su hogar mientras Naruto no dejaba de hacer
cosas en ella, definitivamente la respuesta de Sai los tenía muy nerviosos
y no solo a ellos había dos parejas más que estaban a la espera de las
noticias.
Por otro lado Idate ya esperaba a que llegara el tren que lo llevaría a su
nuevo hogar, sin embargo volvió a mirar el reloj no podía creer que tan
solo faltaran cinco minutos para la hora pactada entre ellos.
Sai corría tanto como podía sabía que se le haría tarde, llegó a la
estación y buscó la salida que le había dicho Idate, pronto escuchó por
el alta voz… “Señores pasajeros el tren de las doce del mediodía hará su
parada en t res minutos, por favor est én list os a abordar por la sala B214”
Sai corrió aún más de prisa, por fin pudiendo divisar a Idate entre la
gente, se acercó a él y lo abrazó fuertemente…
—¿Te has decidido no es así? —lo miró fijamente pues era la primera vez
que Sai sonreía de esa manera tan especial—. ¿Estas completamente
seguro? —sonrió Idate al ver como asintió el pelinegro.
—Entonces, no hay nada más que decir —llegó el tren e Idate lo miró
fijamente, tomando su rostro entre sus manos besándolo como aquella
primera vez, profunda y pasionalmente, en tanto Sai correspondió de la
misma manera.
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Gaara miró su reloj eran las doce con quince minutos, perdiendo toda
esperanza suspiró exhalando profundamente y poniéndose de pie
mirando el tronco del árbol donde había marcado sus iniciales junto a
las de Sai. Pasó sus dedos por la marca y de pronto todo eso había sido
una estupidez infantil.
Gaara por fin dio dos pasos hacia atrás dándole la espalda al gran
roble, sus ojos esmeraldas se posaron en las aguas cristalinas del lago y
no pudo más que sentir desprecio por él mismo… “maldit o estúpido” se
dijo así mismo viendo como se reflejaba su rostro.
—Vaya, es la primera vez que te quedas callado y sin saber que decir —
una sonrisa de medio lado surgió en el rostro del pelinegro que
esperaba cualquier reacción por parte de Gaara.
—¿Sai, eres tu? ¿Qué haces aquí? —el pelirrojo ni siquiera se puso a
pensar en lo obvias que eran sus preguntas y Sai se rió para después
mirarlo.
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—Si claro, esas preguntas fueron estúpidas —dio un par de pasos hasta
él quedando frente a frente—. Pensé que no vendrías ¿Por qué Sai? —
Gaara lo miró fijamente mientras se reprimía el hecho de querer
abrazarlo.
—Solo entiendo que estas aquí y eso me dice que aún sientes algo por
mi ¿es verdad eso? —Sai sonrió una vez más negando con su cabeza.
Sai por fin pudo volver a sentir el sabor y la pasión con la que siempre lo
besó, ya no importaba nada así que solo se dejó llevar por sus
sentimientos hacia el pelirrojo contestando de la misma manera
demandante, mientras sus brazos se enredaban totalmente a la
espalda de Gaara, éste a su vez lo estrechaba de la cintura pegándolo
completamente a él reclamándolo como suyo y de nadie más.
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En ese instante se unieron en un gran abrazo mientras sus labios se
buscaban fundiéndose en un solo aliento.
Esa tarde mientras Naruto esperaba a Sasuke para comer, se dio cuenta
de que la comida le provocaba un poco de asco, se extrañaba porque
era su plat illo favorito y sin embargo el tan solo oler le provocaba
nausea.
—Naruto ¿estas bien? ¿Qué pasó? —lo ayudó a levantarse para llevarlo
a recostarse a su cama, Sasuke estaba un poco asustado porque el
rubio siempre había sido muy sano.
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En el consultorio del doctor ya le realizaban unos estudios a Naruto,
Sasuke se paseaba por el corredor estresado y preocupado, en eso
Iruka, Kakashi, Sai y Gaara llegaron. El Uchiha quería largar de ahí al
pelirrojo pero se contuvo no era momento para eso.
—Estoy bien, pero si me preocupa Naruto —lo miró de soslayo para ver
su reacción pues sabía que lo preguntaría—. Pero no es por lo que
piensas Sai, ya lo sabes no me importa nadie que no seas tu y no repitas
lo que acabo de decir —el pelirrojo cerró los ojos y se recargó en el sillón
dejando a Sai con una sonrisa tierna y complacida.
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Dentro del consult orio…
—Así que ha sido por eso —el doctor miró a Naruto sonriéndole—.
Naruto ¿recuerdas que te dije que no había problema con ustedes dos
para poder concebir? —El rubio asint ió ya repuesto, el color había
vuelto a su rostro—. Pues bien te lo vuelvo a repetir no hay nada malo
en ustedes dos —en eso tocaron a la puerta del consultorio y la
enfermera entró llevando los resultados de los exámenes practicados. El
doctor los tomó mirándolos detenidamente en tanto esa sonrisa de
medio lado la notó Sasuke y de inmediato se puso nervioso—. ¿Hay algo
malo sensei?
—Bueno —el doctor dobló otra vez los estudios y miró a la pareja
fijamente—. Naruto desde cuando te has sentido decaído.
—Etto... —el rubio trató de recordar—. Apenas hace unas tres o cuatro
semanas ¿Por qué?
—Claro que no, solo para las personas que están encinta —el doctor rió.
—Y eso que tiene que ver con noso... —Sasuke se quedó sin habla,
parpadeando y asimilando lo que el doctor les estaba notificando—.
Sensei nos esta diciendo que Naruto esta…
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—Naru ¿has escuchado? —volvió su rostro hacia el rubio que había
quedado casi como en shock. Naruto mordía su labio inferior tratando
de impedir que sus lágrimas corrieran, Sasuke se puso de cuclillas entre
las piernas del rubio tomando delicadamente su rostro entre sus manos y
haciéndolo mirarlo, le sonrió con ternura que había en él—. Naru ¿Qué
pasa? ¿No estas contento? —el rubio asint ió solamente porque sent ía
que si decía algo acabaría llorando—. Entonces ¿Qué pasa?
—Yo también dobe, yo también —lo aferró fuertemente entre sus brazos
mientras el doctor les decía que de ahora en adelante se tomaran las
cosas con calma, los dos pusieron atención a las indicaciones del
doctor pues no quieren correr ningún riesgo.
—Y bien ¿Nos van a decir que pasa? —Naruto sonrió a Gaara y luego
dirigió su mirada a Sasuke.
—Yo les digo —sonrió besando la mano de Naruto—. Bueno el sensei nos
acaba de confirmar que estamos esperando un bebé, así que ya
pueden felicitarnos —Sasuke los miró con gran orgullo mientras kakashi
los abrazaba para después ser abrazados por Iruka y Sai, en tanto
Naruto esta muy feliz, Gaara se acercó a Naruto un tanto reticente
pero sentía que le debía toda su sinceridad esta vez.
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—Muchas felicidades Naru-chan, siento todo lo que pasó, esa no fue mi
intención.
—Si, como sea —fue lo que contesto Sasuke al oír lo que había
susurrado—. Bueno vámonos porque este dobe debe descansar.
Todos iban saliendo cuando una enfermera det uvo a Iruka y Kakashi.
—Iruka, te dije que vinieras otro día por tus análisis y es importante.
—No en realidad —rio por las miradas de asustadas—. Bueno tal parece
que es el día de las buenas nuevas, Iruka estás embarazado.
—No, no, no ¿Cómo fue posible eso? —dijo Kakashi mientras Iruka se
quedó como de piedra con la bomba que le acaba de arrojar su
doctor.
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—Bueno, si quieres que te explique como fue que sucedió eso siéntate
un momento aquí —el doctor le señaló el sillón aguantándose la risa—.
¿Te encuentras bien Iruka?
Los días pasaron sin embargo todo iba bien para las tres parejas, ahora
ya no había nada porque preocuparse aunque para Naruto e Iruka
apenas empezaba la aventura y que decir para los radiantes padres,
pero eso ya es parte de otra historia.
Fin
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