Luna Agosto
Luna Agosto
Luna Agosto
Superluna azul, ya está marcada en el calendario con ansias para quienes saben aprovechar su energía y
canalizarla a través de rituales.
Antes de compartirte algunos rituales para hacer, te contamos de qué se trata este fenómeno
astronómico.
La Superluna azul ocurre cuando una Luna Llena coincide con el punto en que la luna está en su
ubicación más cercana a la Tierra en su órbita (al que se conoce como perigeo lunar).
Si bien lo primero que nos imaginamos es un posible resplandor azul en el cielo, no es exactamente lo
que sucede. Según explica la NASA, las lunas azules no son de color azul, sino que llevan ese nombre
para referirse a la segunda luna llena de cada mes.
Como la Luna tarda 29,5 días en completar su ciclo de llena a nueva y de nuevo en volver a ser luna
llena, la mayoría de los meses sólo habrá una luna llena. Y, en los meses que existen dos, como en estos
casos, por convención se la identifica como luna azul.
La NASA, a su vez afirma que “la Superluna azul ocurre una vez cada tres años, por lo que la próxima será
en 2026”.
La energía de la Luna llena es muy poderosa, sobre todo cuando se produce una Superluna como va
ocurrir el próximo 31 de agosto. Te compartimos algunos rituales especialmente pensados para este
momento.
1 - Baños energéticos
La Luna llena es un momento ideal para relajarse con baños de limpieza energética. ¿Cómo lo hacemos?
Hay que llenar la bañera con agua a una temperatura agradable y agregar un puñado de sal de mar y
algún aceite esencial que te transmita paz y armonía (además de su función clave para no resecar tu
piel).
Se sugiere tomar un baño de 15 minutos, quizás con música relajante y algunas velas aromáticas de tu
agrado.
Es el momento ideal para otorgar a tus cristales un baño de luna llena para quitar todas las energías
negativas que atrajo en el último tiempo.
Se pueden limpiar con humo de Salvia o Palo Santo, y si no tenés ninguno podés también hacerlos con
agua fría. Lo más importante, como siempre decimos, es la intención.
Después hay que colocarlos en un lugar donde toquen tierra, ya sea en una maceta o en el jardín, y que a
la vez estén expuestos a la luz de la Luna. Dejalos ahí durante 48 horas y quedarán súper limpios para su
nuevo uso.
La Luna llena es un buen momento para tomarse unos minutos para meditar, que es una práctica que
nos hace sentirnos presentes para conectar con la intuición.
Para conectar con nuestra intuición, en un momento en el que la posibilidad de ver hacia adentro está
potenciada por la energía cargada de la luna, es ideal tomarse unos minutos para meditar. Te puede
ayudar a ver más claridad y a bajar el tono a la reactividad y la emocionalidad sin cause.
Para hacerlo, solo se necesita buscar un lugar tranquilo, sin ruidos ni grandes distracciones. Cuando lo
encuentres te podés sentar en una posición cómoda, siempre con la espalda recta: ahora solo hay que
cerrar los ojos y concentrarse en el ritmo de la respiración.
Todos los grandes maestros de yoga coinciden en que cuando aparecen pensamientos indeseados en el
medio de una meditación hay que aceptarlos y dejarlos pasar, observarlos y no reprimirlos.
Algunos lo mencionan como “nubes que pasan por el cielo”. Es una linda imagen para volver a donde
estabas y reconectarte con tu respiración. Mantenerte receptiva y en calma es todo lo que necesitás
para este momento, porque es la manera de abrir la puerta para que la información o las respuestas que
estás necesitando lleguen a tu vida.
La noche del 30 al 31 de agosto de 2023 tendremos Luna azul y también será superluna: te contamos por
qué se produce, de qué color es realmente y por qué este año se considera superluna.
Luna azul
La noche del miércoles 30 al jueves 31 de agosto de 2023 podremos ver lo que popularmente se conoce
como Luna azul , un fenómeno que sucede aproximadamente cada dos o tres años y que este año se
produce exactamente el día 31 de madrugada. La siguiente Luna azul, según el calendario lunar, será en
mayo de 2026. Pero ¿sabes qué es la Luna azul? ¿De qué color es realmente? ¿Cómo te afecta?
Aquí te lo contamos, pero antes has de saber que este año esta Luna azul es, además, superluna, la
tercera superluna del año y también la más destacada. Al producirse muy cerca del perigeo lunar, el
momento en que la Luna más se aproxima en su órbita a la Tierra, se verá más grande y brillante de lo
habitual.
Seguramente recuerdes que cantantes como Billie Holiday o Frank Sinatra, entre muchos otros,
confiaron sus anhelos de amor a una luna azul en una célebre canción. Blue moon you saw me standing
alone, without a dream in my heart…
Ahora bien, esa luna azul inspiradora de melancolías nada tiene que ver con el fenómeno lunar que se
produce este año. De hecho, la Luna azul, o blue moon en inglés, ni es triste ni es verdaderamente azul.
Luna azul no es más que el nombre que se da a la segunda Luna llena del mes, algo que se produce cada
cierto tiempo, aunque hay una variante: la Luna azul estacional, que sería una cuarta Luna llena dentro
de una misma estación. Tendremos una Luna azul estacional en agosto de 2024, el año que viene.
Si recuperas un calendario lunar de 2020 verás que en octubre se produjeron dos lunas llenas, una a
principios de mes y otra a finales, concretamente los días 1 y 31. La del día 31, la noche de Halloween,
fue una famosa Luna azul. Este año, en agosto de 2023, vuelve a suceder este fenómeno: tuvimos Luna
llena el martes día 1 de agosto y la volvemos a tener el jueves día 31 de agosto en la madrugada. Y es
que 2023 vuelve a ser un año con 13 lunas llenas.
Esto se debe a que la Luna llena se produce cada 29,5 días, que sería lo que dura un mes lunar. Por eso,
si la Luna llena cae a primeros de mes puede haber tiempo para que la Luna vuelva a verse llena a finales
de ese mismo mes. En 2018 tuvimos incluso dos Lunas azules en el mismo año, en enero y en marzo, un
fenómeno muy inusual que, además, dejó a febrero sin Luna llena, lo que se conoce popularmente como
"Luna negra".
En los años en que se produce una Luna azul contamos con 13 lunas llenas en lugar de 12. Al mismo
tiempo, puede darse el caso de que alguna estación cuente ese año u otro diferente, según como caiga,
con 4 lunas llenas, en lugar de 3, que es lo habitual.
A la tercera Luna llena de una estación con cuatro lunas llenas se la conoce como Luna azul estacional y
suele salir reflejada en los almanaques de los agricultores. Esa es la Luna azul que tendremos el año que
viene, el 19 de agosto de 2024. Este año nos tendremos que conformar con tres lunas llenas de verano,
pero el año que viene no nos podremos quejar: ¡cuatro noches de verano con Luna llena!
Las estaciones se producen siempre entre un solsticio y un equinoccio, o a la inversa, y duran tres meses.
Normalmente tienen tres Lunas llenas, pero cuando la primera luna llena cae muy cerca del solsticio o
del equinoccio que abre la estación, puede haber margen para que haya una cuarta luna llena antes del
equinoccio o solsticio de cierre, respectivamente.
Este fenómeno, al igual que la luna azul mensual, ocurre con cierta frecuencia, también cada 3-4 años.
Para la siguiente luz azul estacional, después de la del año que viene, habrá que esperar al 20 de mayo
de 2027.
Lo que no sucede tan a menudo es que coincidan en un mismo año una luna azul mensual y una luna
azul estacional. Este fenómeno no se producirá hasta el año 2048, en que tendremos Luna azul mensual
el 31 de enero y Luna azul estacional el 23 de agosto.
El nombre induce a error y mucho se ha especulado sobre por qué se le llama así, sin que haya una
respuesta clara.
La teoría más extendida es que viene del inglés medieval belewe, que significa "traicionar", y que llevó
después a blue, "azul". En origen se habría referido, pues, a una luna traicionera.
Sin embargo, otras teorías apuntan a posibles orígenes de lo más variopinto, como que antiguamente se
creía que esa Luna daba mala suerte (el color azul se asocia a la tristeza) o que el nombre viene de la
expresión inglesa once every blue moon, utilizada para referirse a algo que pasa de uvas a peras.
Sea como fuere, la segunda luna llena de un mes, o en su caso de una estación, no es verdaderamente
azul.
Efectivamente, la Luna se puede ver de color azul en otras circunstancias. Y, en este caso, sí que
podríamos decir que el fenómeno es raro y poco frecuente.
Lo que hace que se tiña de color es la presencia de polvo o humo de cenizas en la atmósfera, cuando se
trata de partículas medianamente grandes. Las partículas dispersan la luz roja y hacen que la Luna
parezca azul. Lógicamente, la Luna no tiene por qué ser llena para verse de este color.
Algunas erupciones volcánicas han provocado este fenómeno a lo largo de la historia, como la erupción
del volcán Krakatoa en Indonesia, en 1883, el de El Chichón de México, en 1983, el de Santa Helena de
Estados Unidos, en 1980, o el de Pinatubo de Filipinas, en 1991.
Pero, salvo que los volcanes nos sorprendan, no veremos la Luna de color azul este año. Un incendio
forestal sí podría hacer en algunos casos que la Luna se viera azulada.
Ya hemos visto que la Luna azul no es azul y que no tiene por qué hacernos sentir tristes. O no más de lo
que pueda hacernos sentir cualquier Luna llena, si es el caso. Sin embargo, los agricultores y todos
aquellos que se fijan en las influencias de la Luna en la Tierra quizá quieran tenerla en cuenta.
La Luna azul no es más que otra Luna llena y así habrá de entenderse su influencia, sin que tenga nada
de especial porque se le llame azul o porque coincida en el calendario con otra en el mismo mes: la
coincidencia no es mágica, sino fruto de la manera como hemos estructurado los calendarios, tal y como
veremos más adelante.
Aun así algunas personas celebran sus rituales para honrar su influencia. La Luna llena se relaciona con la
culminación y consumación, se considera una buena influencia para concretar proyectos.
En tiempo de Luna llena la energía física se renueva rápidamente, aunque el momento también puede
venir acompañado de una mayor agitación y, a veces, de insomnio. La Luna llena se considera favorable
asimismo para la meditación.
En agosto de 2023, la Luna llena extra de este verano considerada luna azul se produce al inicio de su
curva descendente en el hemisferio norte (y ascendente en el hemisferio sur), coincidiendo con un
periodo flor según el Calendario de agricultura biodinámica de Maria Thun.
En general, se considera que en luna ascendente la savia de la planta se dirige con más fuerza hacia
arriba. Esto hace que los periodos de luna ascendente sean buenos para realizar injertos y para cosechar
frutos más jugosos.
En cambio, la luna descendente lleva los líquidos de las plantas hacia abajo, hacia las raíces. Por eso en
los periodos de luna descendente se recomienda cosechar tubérculos, podar, replantar o talar.
La respuesta es sencilla: aproximadamente cada dos años y medio o cada tres años podemos tener Luna
azul. La mayoría de años con Luna azul habrá solo una, es decir, solo un mes con doble luna llena, pero a
veces se produce el inusual fenómeno de que haya dos lunas azules en el mismo año, como ocurrió en
2018 y como volverá a suceder en 2037.
Para saber por qué se produce este fenómeno de doble luna llena en un mes o Luna azul, conviene
comprender cómo funciona el calendario lunar respecto al calendario solar y, sobre todo, qué es un ciclo
metónico.
El calendario solar se basa en el tiempo que tarda la Tierra en girar alrededor del Sol. Su división por
meses no se corresponde con los ciclos lunares, que duran 29,5 días, aunque en los calendarios se
suelen recoger ambos aspectos, la división por meses y, dentro de estos, la parte correspondiente de
cada ciclo lunar.
El ciclo metónico corresponde al tiempo que tarda el calendario lunar en sincronizarse o realinearse con
el calendario solar, es decir, en repetirse y coincidir el comportamiento de la luna y los días de cada mes.
¿Y cuánto dura ese ciclo metónico? Pues nada menos que 235 meses lunares, lo que equivale a 19 años
del calendario por meses.
Y ahí está el secreto: en 235 meses lunares vemos 235 lunas llenas, pero solo transcurren 228 meses
solares. Tenemos, pues, 7 lunas más que meses a lo largo de 19 años, que son las que hacen que algunos
años tengan 13 lunas en lugar de 12 y, por tanto, luna azul.
Esas 7 lunas de más repartidas entre 19 años nos dan la frecuencia con que aparece la luna azul:
exactamente cada 2,7 años.
Por eso podemos anticipar que tendremos luna azul en agosto de 2023, en mayo de 2026, de nuevo dos
veces en enero y marzo de 2029... y seguiremos contando