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Elsurubíyelmar AdelaBasch

El cuento trata sobre un surubí que quiere conocer el mar a pesar de que sus amigos le advierten que no podrá sobrevivir en agua salada. El surubí decide acostumbrarse gradualmente al agua salada y finalmente logra llegar al mar para conocer este nuevo mundo.

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El cuento trata sobre un surubí que quiere conocer el mar a pesar de que sus amigos le advierten que no podrá sobrevivir en agua salada. El surubí decide acostumbrarse gradualmente al agua salada y finalmente logra llegar al mar para conocer este nuevo mundo.

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En: Leer x leer 1, lecturas para compartir en voz alta.

Buenos Aires, Plan Nacional de Lecturas /Ministerio de Educación, 2021.


EL SURUBÍ Y EL MAR
Adela Basch

Una vez, en un lugar llamado Yacuarebí, se reunieron muchos anima-


les. Uno de ellos dijo así:
–A las palabras se las lleva el viento. ¿Qué les parece si nos encontra-
mos todos los días para contarnos cuentos? Así después el viento se los
puede llevar para que anden de lugar en lugar.
El mono fue el que habló así. Y enseguida todos le contestaron:
–¡Sí!
–Yo cuento primero –dijo un tucán que se había puesto un sombrero–.
Y todos se sentaron a su alrededor, bastante cerca, para escuchar mejor.
Las palabras empezaron a salir de la boca del tucán, y llegaban a los
oídos de todos.
Hubo una vez un surubí que vivía cerca de aquí, en un río llamado Lun-
ces, que como todos los ríos, era de agua dulce.
Un día el surubí fue a visitar a su tío el patí, que vivía bastante lejos y ya
se iba poniendo viejo.
Y se enteró de que más allá del Lunces había otro río, muy grande según
le dijo su tío.
También supo que ese río tan grande desembocaba en una extensión de
agua que le resultaba inimaginable. Se llamaba mar y ocupaba muchísi-
mo, muchísimo lugar. Y además, no era agua dulce como la que él conocía.
Era agua salada con olas gigantescas que siempre se movían. Y había mu-
chos peces de distintas formas y colores y barcos que no andaban a remo
sino con motores.
El surubí sintió un gran deseo de conocer el mar, algo que para él era
totalmente nuevo. Pero apenas se lo comentó a sus amigos, le dijeron que
mejor se quitara esa idea de la cabeza, porque nunca iba a poder realizar
semejante proeza.
///

#SeguimosEducando
En: Leer x leer 1, lecturas para compartir en voz alta. Buenos Aires, Plan Nacional de Lecturas /Ministerio de Educación, 2021.
///

–Nosotros estamos acostumbrados al agua dulce –le dijo la boga–. No


podemos vivir en agua salada. Si te vas al mar, no vas a durar nada.
–El agua salada debe ser horrible –dijo el bagre–. Me parece que es
más fea que el vinagre.
–Debe ser cuestión de costumbre –dijo el surubí–. Si es buena para
otros peces, ¿por qué no puede serlo para mí?
–Pero nosotros somos peces de agua dulce y siempre vivimos en el
Lunces –dijo el dorado–. ¿Creés que es posible habituarse a otro mundo
en solo unos segundos?
–Yo tengo un gran deseo de conocer el mar –dijo el surubí–. Debe ser
algo muy hermoso, y yo nunca lo vi.

que le hizo sentir mucha alegría. Le pidió a un marinero que había conocido
en la primavera que le llevara toda la sal que pudiera. Se fue a una parte del
río donde se había formado un canal, y allí desparramó la sal.
Todos los días iba un rato a las aguas del canal, que ahora eran saladas,
se sumergía en ellas y nadaba. Hasta que se acostumbró a estar el día en-
tero, sin que el gusto de la sal le resultara feo.
Entonces sintió que ya estaba preparado. Y un poco un día; y otro poco
el siguiente, llegó hasta el mar a nado. Y fue muy feliz de conocer un mun-
do diferente.

© Adela Basch
© Editorial Guadal S. A.
www.editorialguadal.com.ar

Adela Basch nació en Buenos Aires. Es egresada de la carrera de Letras, traductora, editora,
poeta, narradora y dramaturga, especializada en editar y escribir literatura para niños. Al-
gunos de sus libros más reconocidos: Abran cancha, que aquí viene don Quijote de la Mancha;
El reglamento es el reglamento; Una luna junto a la laguna; Belgrano hace bandera y le sale de
primera y Que la calle no calle.

#SeguimosEducando

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