Sistema Esqueletico

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SISTEMA ESQUELETICO

El esqueleto es una estructura dinámica, constituida por huesos. Cada hueso


es un órgano ya que está formado por diversos tejidos: óseo, cartilaginoso,
conectivo denso, epitelial, otros que generan sangre, adiposo y nervios.
El esqueleto humano es el conjunto de huesos que proporciona al cuerpo
humano su estructura. En el adulto consta de 206 huesos articulados entre sí
y estrechamente unidos a ligamentos, tendones, y músculos.
Representa alrededor del 12 % del peso total del cuerpo humano, por lo
tanto, el esqueleto de una persona de 75 kilogramos pesa 9 kilogramos.

El esqueleto, también llamado sistema esquelético o sistema óseo forma junto


con el sistema muscular el aparato locomotor, para su estudio se divide en
dos partes:
Esqueleto axial formado por el cráneo, columna vertebral, costillas y
esternón.
Esqueleto apendicular formado por los huesos de los miembros superiores e
inferiores junto con la cintura escapular y pelviana.
El esqueleto axial consta de 80 huesos, por lo que el apendicular de los 126
restantes.

FUNCIONES DEL SISTEMA ESQUELETICO

1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de


apoyo de la mayoría de los músculos esqueléticos.
2: protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo, el
cráneo protege al encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones.
3: movimientos: en conjunto con los músculos.
4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para
dar resistencia a los huesos, y también los libera a la sangre para mantener
en equilibrio su concentración.
5: producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido
conectivo especializado) se produce la hemopoyesis para producir glóbulos
rojos, blancos y plaquetas.
6: almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada
paulatinamente en los adultos por médula ósea amarilla, que contiene
adipocitos.

ESTRUCTURA DE LOS HUESOS

Los huesos se clasifican en diversos tipos según su forma. Un hueso largo


(como el fémur o el húmero) consta de las siguientes partes:
1- Diáfisis: es el cuerpo o porción cilíndrica principal del hueso.
2- Epífisis: son los extremos proximal y distal del hueso.
3- Metáfisis: es el sitio de unión de la diáfisis con la epífisis; su espesor va
disminuyendo con la edad.
4- Cartílago articular: es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la
parte de la epífisis de un hueso que se articula con otro hueso.
5- Periostio: es una capa resistente de tejido conectivo denso que rodea la
superficie ósea que no tiene cartílago articular. Protege al hueso, participa
en la reparación de fracturas, colabora en la nutrición del hueso, y sirve
como punto de inserción de tendones y ligamentos.
6- Cavidad medular: es el espacio interno de la diáfisis que contiene a la
médula ósea amarilla grasa.
7- Endostio: es la capa que recubre la cavidad medular, y contiene células
formadoras de hueso.
Vascularización e inervación de los huesos

Las arterias penetran en los huesos por el periostio. Las arterias periósticas
entran por muchos lugares para irrigar y nutrir el hueso. Por eso, si se
elimina el periostio, el hueso muere. Una arteria nutricia atraviesa de
manera oblicua el hueso compacto para alimentar el hueso esponjoso y la
médula ósea. Los extremos de los huesos se nutren de las arterias
metafisarias y epifisarias.
Las venas acompañan a las arterias a su paso por los orificios nutricios.
Los vasos linfáticos abundan en el periostio.
Los nervios acompañan a los vasos sanguíneos que nutren los huesos. El
periostio tiene una inervación generosa de nervios sensitivos, responsables
del dolor. El periostio es muy sensible al desgarro o a la tensión, lo que
explica el dolor agudo de la fractura ósea. En cambio, el hueso apenas tiene
terminaciones sensitivas.
Los nervios vasomotores causan vasoconstricción o dilatación de los vasos
sanguíneos del interior del hueso y regulan el flujo por la médula ósea.

Clasificación de los huesos


Según su forma, los huesos se clasifican en:
1- huesos largos, que son tubulares, constan de diáfisis y epífisis. Tiene hueso
compacto en la diáfisis y hueso esponjoso en el interior de las epífisis. Por
ejemplo: el húmero del brazo.
2- Huesos cortos, que son cuboidales, tiene tejido esponjoso salvo en su
superficie. Por ejemplo: huesos del tarso y del carpo.
3- Huesos planos, son delgados compuestos por dos placas casi paralelas de
tejido óseo compacto que envuelven a otra de hueso esponjoso. Brindan
protección. Por ejemplo: huesos del cráneo, esternón, omóplatos.
4- Huesos irregulares, que tiene forma compleja. Por ejemplo: vértebras y
algunos huesos de la cara.
5- Huesos sesamoideos, están en algunos tendones, a los que protegen del uso
y desgarro excesivos. Por ejemplo: la rótula.

Diferencias entre los esqueletos masculino y femenino

Hay diferencias generales y específicas.


La diferencia general es de tamaño y peso, el del varón es más pesado y
grande.
Las diferencias específicas se refieren a la forma de los huesos pélvicos y a la
cavidad pelviana. La pelvis masculina es profunda e infundibuliforme, con
arco púbico angosto (menor a 90º). La pelvis femenina es ancha y poco
profunda y extendida hacia los lados, con ángulo púbico amplio (mayor a
90º).

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