Hassan Fathy

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Hassan Fathy

ARQUITECTURA DOMÉSTICA
Curso 2012/2013
Grupo: B

Sakr Nassef, Sofía


El Arquitecto:

Nacido a comienzos del siglo XX, Hassan Fathy estudió arquitectura en la actual Universidad
del Cairo, de la que se graduó en 1926. En un principio se rigió por la corriente modernista
hasta que halló su propia filosofía e instauró lo que puede considerarse una escuela propia con
ideales claros marcados por un profundo humanismo.
Durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, el proceso constructivo se vio
condicionado por los problemas de accesibilidad a los materiales (acero y madera), por lo que
la obra arquitectónica de esos años estuvo caracterizada por el empleo de materias primas del
lugar, solución a la que llegó a través del estudio del entorno inmediato y de como se llevaban
a cabo las tareas de autoconstrucción que realizaban los pobres.
En general, Fathy empleó materiales naturales que se hallaban en el lugar, como el adobe, la
piedra, la cal, el heno,… que se traducía a un lenguaje geométrico en el que empleaba arcos,
bóvedas, cúpulas, muros y celosías. El principal motivo por el que escogía dichos materiales era
la nobleza inherente a su procedencia, lo cual atribuye mayor espiritualidad al objeto
construido, espiritualidad lograda por el trabajo y la intervención directa del hombre en dicha
construcción. Ejemplo de este proceso es relatado por el arquitecto en una de sus conferencias
en Nuevo Méjico donde compara la celda de adobe construida por el monje que la va a
habitar con la posterior reconstrucción en hormigón, donde se pierde la singularidad alcanzada
por la intervención del usuario, que adapta el espacio a su uso, degradándose la calidad del
espacio obtenido por la “industrialización”. Esta creencia en la “espiritualización” de la
construcción ayuda a explicar la preferencia de Fathy por tecnologías que minimizan la
maquinaria que interfiere entre hombre y materiales.i
De ello que Hassan Fathy recalque siempre que la arquitectura es para el ser humano, y que
“los arquitectos deben permanecer verdaderos a la dimensión humana de su vocación si su
trabajo no ha de perder todo significado.”ii Es por esto que reclama la participación del futuro
habitante en el proceso de diseño y construcción de la futura vivienda y que esta sea una
participación activa y por ello exige que se le preste atención individualizada a cada edificación
de modo que se trate con el usuario como clientes individuales y personas, y no como
“prototipos” o “familias tipo intermedias”, lo cual explica la escasez de proyectos de vivienda
colectiva del autor. Además, Fathy mantiene la igualdad de vivienda entre ricos y pobres en
sus aspectos físicos y materiales, introduciendo en cierta manera el concepto de vivienda
digna.
“La arquitectura para los pobres no debe ser abordada como un tratamiento
para una enfermedad especial; es una arquitectura que puede ser usada para
ricos y pobres”iii
“Existen 800 millones de almas pobres en el Tercer Mundo condenadas a una
muerte temprana por la insalubridad de las viviendas. Ésos son mis clientes”iv
A su vez, uno de los temas recurrentes de su mensaje es la “autenticidad cultural” que fue
motivo de su rechazo a la arquitectura que no fuese indígena, enraizada en el lugar y cultura
autóctona, que en su mente encontraban la más verdadera expresión en la arquitectura
vernácula de la sociedad. Se puede apreciar la similitud de este pensamiento con la del
historiador arquitectónico Paul Oliver que resalta, por un lado, la importancia en el futuro de la
arquitectura vernácula para “asegurar la sostenibilidad en términos económicos y culturales a
largo plazo”v que además afirma que apenas en un 1% de las moradas del mundo ha
intervenido un arquitecto en cualquiera de las fases de producción.
El arquitecto egipcio recalca la importancia de la relación de la arquitectura con el paisaje
como elemento no conformante, sino colaborante.
“Nada está encajando, hemos olvidado la naturaleza a la hora de crear
nuestra arquitectura, por tanto, la arquitectura moderna ha perdido todo su
significado para el hombre moderno”vi
Así, la arquitectura debe adaptarse al entorno en el que se encuentra, no sólo en cuanto a
composición en fachada, pero también en el acondicionamiento térmico pasivo, que no
necesita ningún tipo de alarde tecnológico:
“Como arquitecto, tengo la capacidad y el deber de acomodar a las personas,
pues Dios no me perdonaría que aumentase en el interior de la vivienda la
temperatura a más de 17 ºC deliberadamente”vii
Esto se tradujo en elementos arquitectónicos concretos que reciben el nombre de “wind-
catchers” que favorecía la formación de corrientes de aire que regulan la temperatura del
espacio interior.
“La forma arquitectónica debería considerar las fuerzas en la naturaleza del
viento, la lluvia, incluso en como un terremoto haciéndolo vibrar lo haría
caer en un patrón que sigue la formación geológica de una montaña”viii
Fathy reclama la armonía en la composición arquitectónica, una armonía que no resulte
discordante ni chirriante, que no dañe a la vista, una armonía similar a la existente en la
música. A partir de los conceptos musicales, el arquitecto resalta la diferencia entre técnica y
arte, señalando que la técnica se puede aprender en las escuelas (las escalas musicales),
mientras que el arte (que sería la música) no, ya que se trataría de una bendición divina.
La técnica constructiva la obtiene de sus análisis de los métodos del construir rural y/o
tradicional, ya que aprendió de lo que se pueden llamar maestros de obras nubios el trabajo
con el adobe. Mostrándose aquí otra faceta del arquitecto, la humildad profesional de la que
suelen carecer la mayoría de los arquitectos de la época, dejando de lado los prejuicios de la
figura del arquitecto que todo lo sabe, muestra su afán de aprender, independientemente de
la fuente de la que obtuviese ese conocimiento, reconocía la labor del que fuese su maestro
sin tener en cuenta el origen humilde que pudiese llegar a tener. Lo cual muestra en parte la
diferencia que se establece con respecto a los posmodernistas, la cual es la importancia del
“yo” frente al “ellos” introduciéndose aquí una de sus ideas clave que es la arquitectura como
un continuo, presentándose al arquitecto, no como una figura esencial sino un elemento que
participa en una fase y no necesariamente en la totalidad del proceso, argumentando para ello
la brevedad de la vida humana en relación al proceso del habitar, como una vida humana no es
más que el parpadeo de una estrella frente a la constelación que sería la globalidad de Historia
y Arquitectura.
De estos maestros nubios aprendió como a partir del empleo de un material natural se pueden
obtener espacios poéticos, y esa poesía espacial es la que permite una arquitectura sin
ornamentación, ya que ¿qué adorno necesita la poesía?
A partir de esas premisas Hassan Fathy formulando su poética de proyectar, diciendo de ella:
“A mi forma de verlo, la mejor definición de arquitectura es aquella que resulta
de la interacción entre la inteligencia del hombre y su entorno para satisfacer
sus necesidades, tanto espirituales como físicas”ix
Nueva Bariz

Para el proyecto de Nueva Bariz, Hassan Fathy carecía de referencias humanas. A


diferencia de Nueva Gourna, el encargo se había realizado en respuesta al
descubrimiento de una fuente de agua que permitía el riego de unos 1000 acres de
tierras que, por tanto, se dedicarían a la actividad agraria. No se trataba de la
reubicación de una comunidad ya existente; el arquitecto no conocía a los futuros
habitantes y contaba exclusivamente con estudios demográficos, geográficos y
climatológicos. Sin embargo, Fathy aceptó la propuesta y la tomó como un reto, un
experimento de reunir grupos familiares para producir una nueva comunidad. Por ello,
el arquitecto se centró en dos aspectos que a él le parecían de relevancia.
El primero, la conformación de una comunidad orgánica, por lo que propuso que de las
250 familias que serían alojadas en este nuevo asentamiento, 150 estuviesen vinculadas
al sector agrario, es decir, familias de campesinos. Mientras que el resto, las otras 100
familias, se dedicaría a cubrir otros servicios en la región.
En segundo lugar, el estudio del entorno, se basó en el asentamiento del Oasis de
Kharga, a varios kilómetros al norte del emplazamiento de la nueva comunidad. Estudió
la forma de construir que tenían, la orientación y forma de sus calles, ya que el lugar
tenía por característica climatológica las grandes diferencias de temperatura en relación
a noche – día, donde los termómetros podían llegar a marcar los 50ºC.

“No existían construcciones hechas por el hombre en la vecindad de Nueva Bariz.


Esto no significaba que pudiese tomarme la libertad de ser irrespetuoso hacia el trabajo
de mis predecesores en la región, ya que Bariz estaba llamada ha convertirse en parte de
un desarrollo continuo, el de la reacción del hombre hacia su entorno natural.”x

El nombre del proyecto deriva de la pronunciación en árabe de Paris, el Paris


ptoloméico, el Paris de Helena. La decisión de comenzar a construir se tomó desde la
agencia de Desarrollo del Desierto (del inglés, Development of the Desert agency) en
1963, se comenzó a construir el mercado, que refleja la culminación de los estudios de
Hassan Fathy del entorno y la aplicación de sistemas de acondicionamiento pasivos,
basados en la forma de construir del entorno y de la experiencia ganada en la ejecución
de Nueva Gourna. Sin embargo, el estallido de la Guerra de los Seis Días en 1967, que
enfrentó a Israel contra la coalición árabe compuesta por Egipto, Siria, Jordania e Irak,
paralizó el trabajo en el emplazamiento y no se reanudó, quedando tan sólo el edificio
correspondiente al suq como referencia a lo que habría sido un nuevo ejemplo de
aplicación de lo tradicional a la arquitectura sostenible.
Para la distribución urbana, Fathy quiso basarse en el entorno inmediato. Pero la falta
de referentes urbanos cercanos que estuviesen en pie y sus correspondientes planos
decidió tomar como base la distribución de un pueblo tunecino. A ello, el arquitecto
añadió los estudios que tenía a mano y las impresiones que recibió del asentamiento
que había en Kharga. En la planta se puede apreciar agrupaciones de bloques de
viviendas, estas responden, por un lado, al interés que tenía Hassan Fathy de intentar en
la medida de lo posible, dar a los campesino viviendas que no reflejasen la diferencia
social, así que en parte refleja la idea de la mansión del pasha (burgués rico), con el
patio y las superficies libres existentes alrededor. A su vez, el asentamiento se divide en
sectores: en el sur están todas las viviendas de los campesinos y labriegos, en el norte se
encuentran las de los habitantes que se dediquen a otras actividades diferentes y en el
centro, junto a los servicios comunitarios (mezquita y mercado) las viviendas de los
funcionarios.
Sin embargo, el proyecto se haya completo, con todos los detalles y cálculos: la
orientación de las calles, la distribución de las viviendas y su tipología en función del tipo
de grupo familiar que fuese a habitarlas, la mezquita, las escuelas y otros servicios
básicos de la comunidad al igual que el lugar del que se extraería la tierra necesaria para
la producción de material de construcción al igual que el emplazamiento de los hornos y
naves para la producción de los ladrillos.
Dado que, las viviendas no se llevaron a cabo, el estudio del habitar y el análisis de las
mismas se realizan en base a las observaciones realizadas por el arquitecto del modo de
habitar campesino recogido en Arquitectura para los pobres y lo que conocemos de las
costumbres en los pueblos de Egipto.
En los planos se distinguen varios tipos de viviendas: existen las residencias para
granjeros y para los que se dediquen a otras actividades de servicios, además de las
diseñadas para lo que se puede considerar administradores del asentamiento. Estas se
diferencian unas de otras por el número de habitaciones, su tamaño y distribución en
planta.
Dada la importancia que tiene la figura de este arquitecto por su arquitectura para los
pobres, el análisis se realizará de las viviendas pensadas para los campesinos que
trabajan en los cultivos, ya que en Egipto son los que se consideran la facción más pobre
de la sociedad.
Dado que la mayoría de la población egipcia es musulmana (un 80% aproximadamente)
y esta es la religión que sigue la gente en los pueblos, el estudio tendrá en cuenta este
factor, de vital importancia tanto para los habitantes como para el arquitecto.
A continuación se realizará una explicación de las costumbres y pasos que se dan en el
vivir doméstico, que estarán acompañadas por la correspondiente representación
gráfica recogida en un plano aparte, en el que se ha tratado de reflejar el modo de
trabajar que tenía Fathy.

La vivienda:

El acceso a la misma desde una calle peatonal da, según el tamaño de la misma, a un patio
interior que forma una especie de centro neurálgico. Los musulmanes tenemos la costumbre
de entrar con el pie derecho en la casa, sobre todo se da este caso en los recién casados
cuando entran por primera vez a lo que va a ser su hogar, para que así esté bendecida, por
decirlo de algún modo.

En la planta baja se desarrolla sobre todo lo que se pueden llamar espacios de servicios. En ella
se encuentran la cocina, el baño, el establo, un estercolero y un almacén, a parte de
dormitorios y, en el caso de la vivienda escogida, un estar y dormitorio para invitados.
En la planta superior se encuentran más habitaciones, un segundo estar y espacio para el
almacenamiento de agua y combustible, basado en las viviendas de Nueva Gourna.

1. DORMITORIOS:

Son el espacio más privado, donde se nace y donde se muere, el lugar de descanso y
donde se recogen las pertenencias del habitante.

2. BAÑOS:

Son el lugar de la casa que alberga una suerte de contradicción en su existencia. Por un
lado esta la creencia de que es el lugar que habita el diablo, el lugar al que concurre.
Por ello al entrar se pone primero el pie izquierdo, mientras que se sale con el
derecho. No se debe mencionar pasajes del Corán en el mismo, ni entrar con escritos
que contengan el nombre de Dios o el del Profeta. Tampoco se debe entrar con
comida, ni dejarla en el interior por ningún motivo, ya que se cree que de ese modo
estás alimentando al shaytan que habita en él.

Sin embargo, las abluciones (mín. 5 veces al día) y los gusl (baños, mín. 1 vez a la
semana), cuya finalidad es la purificación, se realizan también en ese mismo espacio.

3. COCINA:

Es el lugar femenino por excelencia, en él las mujeres preparan las comidas familiares.
Son especialmente calurosos debido al fuego que se enciende para cocinar. Los hornos
para hacer el pan o el fetir son también algo comunes en las viviendas. Es
especialmente llamativo el efecto que se produce cuando se acercan las fiestas
islámicas, la cocina se transforma en un espacio con una mayor vitalidad.

4. ESTAR:

Generalmente, en el caso de la vivienda campesina, se emplea casi exclusivamente


para recibir a los invitados y los días de fiesta (por ejemplo, los viernes) para reunir a la
familia. No suele usarse en el día a día ya que los habitantes trabajan de sol a sol para
poder ganarse la vida.

5. PATIO:

Centro de la vivienda, se basa en la típica vivienda árabe que se desarrolla en torno al


mismo, es un espacio que da luz y participa en la ventilación de la casa. También puede
considerarse un espacio multiusos, ya que al estar vinculado a los distintos habitáculos,
estos pueden llegar a expandirse y apropiarse del mismo dada la necesidad.

6. ESTABLO:

Dedicado al ganado, en él se pueden encontrar asnos, búfalos, ovejas, caballos, cabras


y/o gallinas, siempre en función del poder adquisitivo de la familia. Los animales
suelen ser cuidados con mucho celo, ya que en gran parte la familia depende de ellos.

7. ALMACÉN:

En él se encuentra desde grano para el consumo propio, hasta el forraje para los
animales y los enseres que se usen por temporadas.
A pesar de la enumeración y definición de los espacios, las viviendas varían de una a otra, la
superficie fue calculada en función al número de habitantes y no todas poseen los mismos
elementos.

Los habitantes:

Las familias campesinas que habitan en una vivienda pueden llegar a estar compuestas por
miembros de hasta cuatro generaciones diferentes. Esto es debido principalmente a que las
mujeres se suelen casar jóvenes y por este motivo se llegan a producir lo que se pueden llamar
puentes generacionales, que dos grupos se unan por la falta de diferencia de edad, es decir,
que haya tíos y sobrinos de aproximadamente la misma edad. Para referirnos a estas
generaciones las distinguiremos en: abuelos, padres, hijos y nietos.

1. ABUELOS:

Al ser los mayores, se les considera fuente de sabiduría y de conocimiento y se les


tiene en gran estima. Son el nexo de la familia, los que la mantienen unida. Son
maestros, y se mantienen activos, ayudando en la medida de sus posibilidades a cubrir
las necesidades familiares.

2. PADRES:

Son los que se dedican principalmente al trabajo, los que sustentan a la familia con su
trabajo y esfuerzo diario.

3. HIJOS:

Según la edad de los mismos, están construyendo su propia familia o bien están
ayudando a los padres en sus labores. Según el sexo de los mismos se diferencian el
tipo de actividades que realizan:

Los hombres son mandados a trabajar en el campo, a menos que tenga grandes
aptitudes para el estudio, en cuyo caso puede llegar a becarse para ir a la universidad.
Otras opciones es que se encuentren cumpliendo servicio militar obligatorio, aunque
se liberan de su cumplimiento: los primogénitos, los que tengan algún tipo de
minusvalía y aquellos que no cumplan con los requisitos mínimos sanitarios para
afrontar los 2 o 3 años que pueden llegar a durar.

Las mujeres en cambio, ayudan en la casa, hacen recados o trabajan en las villas de
familias con un considerable poder adquisitivo. Aunque por norma general, la mayoría
de las mujeres a la edad de 18-19 años ya están casadas y en esos casos los maridos no
suelen dejarlas trabajar en casa ajena.

4. NIETOS:

Al igual que los hijos, dependiendo de la edad harán unas u otras actividades. Van a la
escuela y ayudan en las labores domésticas y del campo. Cuando alcanzan ya la
pubertad aproximadamente, a los niños se les manda a trabajar con los padres y las
niñas pueden ayudar en las labores domésticas, cumplen recados o bien, tal y como se
menciona anteriormente, son mandadas a casas de gente con suficiente capacidad
económica, donde trabajan como internas a cambio de un sueldo mensual que se
acuerda con los padres.

Hassan Fathy fue un gran defensor de las costumbres y tradiciones populares que existían en
los pueblos, a todo lo que derrochase cultura propia y una forma de vida asociada a un
entorno, a una creencia y a una preservación de la historia propia. Hasta hace relativamente
poco, los egipcios aún usaban herramientas que eran empleadas por sus predecesores del
Antiguo Egipto, incluso existen unidades métricas y de peso que sólo se emplean en todo lo
que fue el Imperio faraónico. Por ello llegaba a defender la existencia de una bomba de agua
(al menos en el caso de Gourna) para mantener viva la imagen de la mujer que va a recoger
agua de la fuente, cargando con la jarra y así manteniendo contacto con el resto de la
comunidad, lo cual permitía que las mujeres mantuviesen su vida social y en el caso de las
jóvenes poder ser vistas por los jóvenes del pueblo, ya que, cómo afirma Fathy, una chica que
se quedaba en la cocina nunca se casaría. Por ello propone la sustitución de estos espacios por
nuevos lugares de encuentro que garanticen el contacto de la población femenina entre sí y
con el resto de la comunidad.xi

Tal como se ha señalado con anterioridad, la población es muy religiosa, los hombres asisten
todos los viernes al rezo comunitario en la mezquita (lo que equivaldría a la misa cristiana de
los domingos), mientras que las mujeres tienen total libertas de contemplar sus rezos en sus
casas o pueden ir a la mezquita si así lo desean. Debido a esta fe que tienen en Dios, los
egipcios en general tienen accesos de patriotismo que se deben a que Egipto es el único país
mencionado, como tal en el Corán. Esto es motivo de orgullo para los egipcios aparte de otras
relaciones que mantiene con la fe de la mayoría de la población, ya sea esta musulmana o
cristiana.

Sin embargo, en la actualidad se han perdido prácticamente todas las costumbres que existían
en los pueblos, sobre todo por la entrada de las nuevas tecnologías y la falta de orden en el
país. Los habitantes atentan contra el paisaje, ya sea por la construcción de edificaciones que
consumen terreno agrícola y de hasta seis plantas, cuando antes no superaban las tres plantas
de altura o adaptando costumbres que entran en conflicto con las tradiciones propias
obteniendo, como resultado, mezcolanzas extrañas. Aparte de los eclecticismos y la falta de
tino a la hora de escoger hasta la pintura de la fachada, y es que el efecto de la globalización
ha tenido, por desgracia, efectos negativos en este sector de la población. La educación está
en mínimos, lo que se traduce en una falta de preocupación por el impacto ambiental, por el
cuidado del patrimonio histórico del país y en general un pasotismo absolutamente irritante.

Ejemplo del descuido en la relación arquitectura-paisaje.


A pesar de ello, últimamente están surgiendo movimientos ciudadanos que forman parte de la
clase media-alta que ha tenido acceso a estudios universitarios y que se preocupan por su
patria. Estos movimientos reclaman una mayor sostenibilidad y un control del patrimonio y del
diseño urbano del cual se espera que den frutos en un futuro no muy lejano, recuperando, en
la medida de lo posible, el bagaje cultural que tiene este país.

Bibliografía:
- FATHY, Hassan, Architecture for the poor : an experiment in rural Egypt, The University
of Chicago Press, 1989
- HAMID, Ahmad, Hassan Fathy and continuity in Islamic architecture, American
University in Cairo Press, Egipto, 2010
- MAY, John, Handmade houses & other buildings, the world of vernacular architecture,
Thames and Hudson, Londres, 2010.
- RASTORFER, Darl, RICHARDS, J.M., SERAGELDIN, Ismail, Hassan Fathy, Concept Media
Pte Ltd, Londres, 1985
- STEELE, James, An architecture for people, the complete works of Hassan Fathy,
Thames and Hudson Ltd, Londres, 1997
- STEELE, James, Hassan Fathy, Academy Editions, Londres, 1988.
- AA: L’ ARCHITECTURE D’ AUJOURD’HUI, Architectures iraniennes – Hassan Fathy, Nº
195, Feb.1978.

i
Hassan Fathy, “1980 lecture series” en RASTORFER, Darl, RICHARDS, J.M., SERAGELDIN, Ismail,
Hassan Fathy, Concept Media Pte Ltd, Londres, 1985, página 50.
ii
Según Ismail Serageldin interpreta a FATHY, en SERAGELDIN, Ismael (1985): “ An egyptian
appraisal” en , Hassan Fathy, Concept Media Pte Ltd, Londres, página 18.
iii
Hassan Fathy, “Architecture for poor” en STEELE, James, Hassan Fathy, Academy Editions,
Londres, 1988, página 26.
iv
Hassan Fathy, “1980 lectures” en “Hassan Fathy: a condenser of an older intelligence”,
HAMID, Ahmad, Hassan Fathy and continuity in Islamic architecture, American University in
Cairo Press, Egipto, 2010, página 54.
v
Wikipedia
vi
Hassan Fathy, “1980 lectures in New Mexico” en “The man and his work”, RASTORFER, Darl,
RICHARDS, J.M., SERAGELDIN, Ismail, Hassan Fathy, Concept Media Pte Ltd, Londres, 1985,
página 28.
vii
Hassan Fathy, “1980 lectures” en “Hassan Fathy: a condenser of an older intelligence”,
HAMID, Ahmad, Hassan Fathy and continuity in Islamic architecture, American University in
Cairo Press, Egipto, 2010, página 67.
viii
Hassan Fathy, “1980 lectures in New Mexico” en “The man and his work”, RASTORFER, Darl,
RICHARDS, J.M., SERAGELDIN, Ismail, Hassan Fathy, Concept Media Pte Ltd, Londres, 1985,
página 27.
ix
Idem, página 28
x
Hassan Fathy: “AA: L’ ARCHITECTURE D’ AUJOURD’HUI”, pág. 84
xi
Hassan Fathy: “Architecture for the Poor “, pág. 99

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