La Funcion de Rehabilitacion
La Funcion de Rehabilitacion
La Funcion de Rehabilitacion
Como hemos visto en los capítulos anteriores, dentro de las funciones de mayor
reconocimiento histórico de la Psicología Clinica se encuentran el diagnóstico y la
intervención psicológica, con un importante desarrollo y abundancia de soporte
bibliográfico. Los últimos años, sin embargo, han sido testigos del desarrollo de otras
funciones como la prevención de enfermedades y la promoción de salud. Otras
funciones, como la rehabilitación, han sido objeto de menor atención dado su carácter
mas específico, pero no por ello menos importantes.
Uno de los aspectos mas importantes a la hora de ubicarnos en la temática que nos
ocupa es la de esclarecer las relaciones entre Salud Mental y Salud en su acepción
mas general, pues rehabilitación no es un concepto privativo del campo de las
problemáticas psíquicas o psiquiátricas, es decir de la esfera de la salud mental 1 sino
que multiplicidad de problemáticas de salud humana requieren de procedimientos de
rehabilitación con puntos de vista similares a los que abordaremos en el presente
capítulo. Piense sólamente el lector en la complejidad de las intervenciones que
deben realizarse para optimizar el bienestar y la reinserción social de una persona
impedida física motora, con una patología cardiovascular o con una enfermedad
crónica limitante para el desempeño cotidiano como es la diabetes, a pesar de que el
funcionamiento psíquico esté conservado y no tenga la magnitud de daño que está
presente en la enfermedad mental crónica.
Una vez establecido este punto de partida, podemos afirmar que uno de los
problemas mas complejos en el campo de lo que ha dado en llamarse la Salud
Mental, es aquello que se define como rehabilitación, aquel tipo de intervención que
ocurre cuando enfrentamos pacientes de largos períodos de evolución, que tienen
serias limitaciones ("handicaps") y que tienden a lo que ha dado en llamarse
cronicidad, entendida ésta como un proceso irreversible que invalida o limita
seriamente a la persona en su desempeño cotidiano, y la obliga a un control de su
enfermedad durante toda la vida.
1
...a pesar de que es precisamente en este campo donde mas se ha abordado el término.
Uno de los aspectos relevantes al hablar de rehabilitación, es que ésta se ocupa de
las personas con enfermedades mentales de larga evolución o largo término (long-
term mental illness); la naturaleza y severidad de las discapacidades enfrentadas por
estas personas durante largos períodos de tiempo es de una magnitud tal que
requieren de servicios especializados para dar respuesta eficaz a sus necesidades,
durante largos períodos de tiempo, a veces toda la vida de la persona en cuestión.
Necesidad de ayuda para sus cuidados personales mas elementales y pobre salud
física.
Visto así, no quedaría otro remedio que asumir una postura fatalista sobre estas
personas, una filosofía de "casco vacío" y brindarle atención solamente del tipo
cuidados paliativos, en la cual se asumiera la filosofía de "paciente" (en el sentido de
¡pasivo!) que sólo es tributario de cuidados y protecciones (¿sobreprotección?) que
poco o nada puede hacer por si mismo3. La intencionalidad de la rehabilitación es
precisamente lo opuesto, hacer que la persona sea tan activa y autónoma como sus
potencialidades, residuales o ono explotadas, se lo permitan haciendo que funcione a
un nivel óptimo de su potencial humano: intelectual, afectivo, interpersonal.
Al llegar a este punto, resulta muy difícil continuar si no definimos con claridad ¿qué
es una enfermedad mental de larga evolución4?. Según Pilling la definición de una
enfermedad mental de larga evolución debe tener en cuenta la compleja interacción
2
Término con el cual las personas en la comunidad expresan sus prejuicios y rechazo
hacia estas personas.
3 ?
Piense el lector en cuantas ocasiones a este tipo de personas se les considera
minusválidos, incapaces de manejar su propia existencia y se les hace depender de por
siempre de un tutor, jurídicamente designado, que con mas frecuencia de la deseada se
convierte en un administrador de los bienes del enfermo y un cuidador,...casi que de un
animalito.
?
4
"Long-term mental illness".
3
de tres factores (ver cuadro): la cronicidad, el diagnóstico y la discapacidad,
siendo esta última la que, a juicio de la autora, ocupa el lugar central a pesar de que
asume las mas disímiles formas de expresión en las distintas personas a lo largo de
la dimensión temporal en su ciclo vital.
?
5
No debe descuidarse el hecho que en la actualidad se han desarrollado
medicamentos psicotropos, sumamente potentes -(aunque también sumamente
costosos!- que contribuyen significativamente al control de la sintomatología.
4
para ejecutar alguna actividad a causa de la enfermedad (pobres autocuidados) y los
efectos terciarios aquellos que se derivan de la respuesta negativa de las demás
personas que por lo regular deriva en la estigmatización o de valuación y las
consecuentes desventajas sociales. Como resulta lógico suponer, los esfuerzos mas
importantes del proceso de atención al enfermo mental y, en consecuencia, la
rehabilitación se encaminan fundamentalmente hacia los dos últimos tipos de efectos.
Al llegar a este punto resulta necesario formularnos otra interrogante: ¿Cómo ha sido
históricamente la atención al enfermo mental,... particularmente aquel de larga
evolución o estadía institucional y que a nivel popular ha sido -¡lamentablemente!-
identificado como el "loco", el "raro", el "extraño"?.
Ya desde el Siglo pasado John Conolly (citado por Pilling, pag. 8), uno de los
especialistas que mas hizo en el Siglo XIX por la humanización del enfermo mental
crónico en Inglaterra. se empeñó en establecer "una nueva forma de tratar a las
personas mentalmente enfermas reconociéndoseles sus derechos a ser tratados con
dignidad", a la par que era optimista en cuanto a su potencial para la recuperación.
6 ?
Aún en la actualidad, se debate con fuerza a nivel mundial la pertinencia o no de los
grandes Hospitales Mentales, tanto con múltiples defensores como detractores.
5
Hablar de la atención al enfermo mental, como puede apreciarse implica un amplio
espectro de acciones con personas con –también- un amplio espectro de
discapacidad. Tributarios de rehabilitación serían las personas como Marcelo, el caso
ficticio al que nos referíamos con anterioridad dada la magnitud de su problemática, el
grado de discapacidad como refiere Pilling y la presencia de secuelas en forma de
daños o limitaciones irreversibles que le dificultan enormemente su reinserción social,
pero también son tributarios de procedimientos de rehabilitación otras personas con
un mayor nivel de validismo y funcionamiento mental. Entonces, si son tan diversos
los "usuarios" de la rehabilitación, )cuál será entonces el propósito de esta importante
función de salud?. Veamos previamente algunas definiciones para arribar a una
conceptualización:
“"...la utilización de medios que sean tan culturalmente normativos como sea
posible, para establecer y/o mantener conductas y características que sean tan
culturalmente normativas como sea posible..."
Esta teoría, desarrollada en Norteamérica en los años 70, asume entre sus
principales preocupaciones los derechos de las personas mentalmente
discapacitadas para vivir una vida plena en la comunidad 7, en particular aquellos
que han sido "dados de alta" de los grandes hospitales mentales con el consecuente
riesgo de devaluación que sufre su imagen pública dado el estigma -ya referido- de
las enfermedades mentales. y es por ello que ponen el énfasis en el concepto de
Valorización del Rol Social. A partir de aquí, dos de sus propósitos fundamentales
son el realzar la imagen social del enfermo mental y el aumento de sus competencias
individuales.
Por su parte Douglas Bennett ( uno de los mas prestigiosos autores en el campo de la
Rehabilitación Psiquiátrica) concibe a la rehabilitación como:
Como puede apreciarse, la definición ofrecida por Bennett pone un mayor énfasis en
el trabajo con las personas, en particular en el desarrollo de las habilidades
individuales, en ayudarlas a que se adapten a las demandas de su entorno así
como, cuando sea necesario, a crear entornos especialmente diseñados para
viabilizar la adaptación y reducir las demandas y exigencias del complejo y cambiante
contexto natural.
Otro importante autor, Anthony (1981), aunque trabajó con enfermos mentales con
menos grado de discapacidad sostiene puntos en común con Bennett en lo referente
al desarrollo de "fortalezas individuales", a la par que insiste en la significación de los
contextos, sobre todo aquellos que se desarrollan fuera del ambiente institucional. Al
respecto señala que:
"... la rehabilitación está dirigida a incrementar las fortalezas del cliente de modo tal
que pueda adquirir su máximo potencial para una vida independiente..."
A pesar de las diferencias que puedan presentar estos modelos referidos y otros que
no se incluyen dado el limitado alcance y propósitos del presente trabajo, casi todos
comparten dos aspectos esenciales:
7
crónico con el protagonismo de vanguardia del Hospital Psiquiátrico de la Habana, la
rehabilitación toma en cuenta todas las reflexiones anteriores de una manera integral,
definiéndose como:
Visto desde este ángulo –y con el temor de fungir como abogado del diablo- no se
debe magnificar el primer aspecto (el desarrollo de habilidades y competencias) y
verlo desde una perspectiva "ingenuamente" optimista8, ya que la promoción de
competencias individuales, mas allá del nivel de posibilidades de la persona, no debe
convertirse en una demanda constante para el validismo y la independencia de la
persona quien puede ver desbordadas sus posibilidades por niveles de exigencia tan
altos que sean imposibles de alcanzar y, lejos de evolucionar favorablemente, pueda
complicar su cuadro de salud mental.
La anterior afirmación resalta, desde una u otra perspectiva, la importancia del factor
humano en el proceso de rehabilitación donde deben tomarse en cuenta tanto los
puntos de vista del Equipo de Salud Mental que atiende al enfermo, como los de
aquellas personas afines a la persona enferma desde el punto de vista emocional y
muy en particular el de la propia persona enferma, quien a pesar de lo devastador de
su enfermedad sigue siendo un ser humano, una persona.
1.-La Perspectiva Clínica, según estos autores, se refiere al punto de vista de los
profesionales, del Equipo de Salud que trabaja con la persona enferma mental desde
los iniciales síntomas productivos, hasta la sintomatología residual luego de largos
períodos de evolución. A pesar de existir un compromiso humano y profesional con su
actividad, los especialistas no pueden evitar una especie de sensación de que la
persona enferma se "va saliendo de su envoltura" y se va convirtiendo en algo que se
define como "casco vacío". Según el autor:
?
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Sin que ello implique pensar que la rehabilitación mental es privativa de la
esquizofrenia y ni tan siquiera de las psicosis y otros cuadros severos, pues en la
actualidad sus esfuerzos se encaminan en una dirección mucho mas amplia que
trasciende estos cuadros mas gruesos.
9
"...Con la desaparición de los mas flagrantes síntomas positivos de la enfermedad,
no queda nada tras la fachada embotada y obtusa de la persona. Se han ido los
pensamientos, sentimientos y las intenciones que mas frecuentemente y mas
personalmente se identifican con quien somos como individuos. Se ha ido la capaci-
dad tanto de sufrir como de tener esperanzas; capacidades que consideramos
básicas a nuestra naturaleza como seres humanos. Por estos caminos la persona,
como persona- como sujeto que siente, piensa y tiene intenciones- es concebida
como plana o vacía..."(1997, Pag. 3)
Ver a la persona enferma mental desde esta perspectiva coincide plenamente con
Marcelo, el cuadro ficticio descrito al inicio del presente capítulo en que las personas
habitualmente son percibidas como aisladas y rechazadas socialmente, que inician y
mantienen pocos contactos sociales y descansan en el apoyo de su familia para los
vínculos que tienen, a la par que son mucho mas beneficiarios de apoyo social en
estas relaciones que lo que ellos son capaces de reciprocar.
Es evidente que tal imagen del funcionamiento social de las personas enfermas
mentales tiene importantes implicaciones nocivas no sólo para la rehabilitación, sino
incluso desde una cosmovisión humanista: de los cascos vacíos no se espera que
tengan mucho de vida y participación social10. Esta perspectiva fatalista puede
desestimular los esfuerzos del Equipo de Salud y no ofrecer la ayuda -(qué con tanta
intensidad requiere este tipo de paciente!, para hacer viables los propósitos de la
Rehabilitación.
10 ?
En efecto, esta expectativa de capacidad disminuida para la socialización está tan
bien aceptada para las personas enfermas mentales, particularmente las esquizofrénicas,
que es incluido como un criterio diagnóstico en el DSM-IV (American Psychiatric Association,
1994).
10
“Cada persona que acude a cualquier Servicio de Rehabilitación ha crecido en una
familia que ha influenciado profundamente su pasado e influirá en su futuro. En muchos
casos, la familia aún permanece estrechamente implicada en su vida, incluso en una
forma muy íntima. En otros la familia puede estar físicamente distante o incluso no
existir, pero sus actividades pasadas, y su ausencia actual, aún afectan la condición
presente de la persona”.
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importantes grupos de pertenencia de la persona –fundamentalmente su familia- los
que tienen que ver con la reinserción social de la persona –fundamentalmente la
comunidad-, las que tienen que ver con la efectividad y eficiencia de las acciones
profesionales –fundamentalmente el Equipo de Salud- y los que tienen que ver con
el mismo paciente como profesional, sometido a una elevada exigencia por el propio
contenido de su quehacer.
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