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Valor agregado

en los productos de
origen agropecuario
Aspectos conceptuales
y operativos
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 1
aspectos conceptuales y operativos

1. Introducción
Alrededor del mundo, y especialmente en los países en desarrollo, se
realiza una gran variedad de proyectos y programas en el sector agroali-
mentario que son dirigidos al desarrollo de los agronegocios y de la agroin-
dustria rural, el fortalecimiento de las organizaciones de productores y
empresas de pequeña escala, el fomento de cadenas agroproductivas o
cadenas de valor, el mejoramiento de las condiciones del acceso de los pe-
queños productores a los mercados, al desarrollo rural y territorial, cambio
técnico adaptado a las condiciones particulares de la agricultura familiar,
logro de la seguridad alimentaria en las áreas rurales, y otros temas más. El
valor agregado que se les puede dar a los productos y servicios ofrecidos
por los pequeños productores es un aspecto importante en muchos de estos
proyectos y programas.

Mientras que en las cuentas nacionales el valor agregado es un indicador


cuantitativo, calculado a través de determinadas fórmulas de contabilidad,
en el marco de los proyectos y programas anteriormente mencionados la
agregación de valor a productos de origen agropecuario está relacionada con
el interés en que los productores primarios y los territorios incrementen sus
ingresos y su participación en la formación de los precios finales de bienes
y servicios.

Consciente de la importancia de este tema, durante el período 2010-


2014, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA) estableció como una de sus líneas de acción la ‘Agregación de
valor y su retención en el origen’, entendiendo que ésta corresponde
al “incremento del valor de un producto agroalimentario alcanzado
durante las etapas de adecuación, conservación, procesamiento, em-
paque, valorización de atributos específicos y la comercialización”
(IICA-PAC, s.f.).

En este marco, el IICA, como contribución a la comprensión del tema,


preparó el presente documento, en el cual se brinda una sistematización
de diferentes definiciones sobre valor agregado y su medición; se presen-
tan también algunos de los desarrollos recientes relacionados. Tras definir el
marco conceptual del valor agregado, se señalan varias de las estrategias que
2 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

están siendo utilizadas para la agregación de valor a los productos de origen


agropecuario en diversos países del continente americano, entre ellas, las
más conocidas como la transformación y conservación de productos, y otras
que en los últimos años recién han ganado importancia, como, por ejemplo,
la generación de bioenergía y el agroturismo.

Un aspecto importante a considerar es que aun las mejores estrategias


para agregar valor en el sector agropecuario no necesariamente garantizan
que los diferentes actores de la cadena agroproductiva participen de ma-
nera equitativa en los beneficios; esta inequidad, y algunas tácticas para
reducirla también forman parte del presente documento. Finalmente, se
presentan algunos desarrollos institucionales relacionados a la agregación
de valor en los productos y procesos agropecuarios que están ocurriendo
en América Latina.
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 3
aspectos conceptuales y operativos

2. Aspectos conceptuales
El término ‘valor agregado’ se usa en diferentes circunstancias y con
múltiples connotaciones. Es por ello que, antes de entrar en detalles sobre
los diferentes mecanismos y fuentes de agregación de valor, inequidad en la
distribución de los beneficios de ésta, o aspectos institucionales y de políticas
públicas, es importante definir el significado de valor agregado y su forma
de medición. Cabe considerar también que, por más utilizados, conocidos
y aceptados que sean los diversos aspectos conceptuales relacionados a la
agregación de valor, éstos se encuentran en un proceso continuo de adapta-
ción, adecuación, modificación y mejora, en suma, en constante innovación.
Este proceso es una respuesta a las nuevas necesidades, retos y oportunida-
des que surgen en el marco de las múltiples facetas de la globalización. En
este sentido, se presentarán algunos de los desarrollos recientes que inciden
en las estrategias de agregación de valor.

2.1. ¿Qué significa valor agregado?

Existe una gran variedad de definiciones del término ‘valor agregado’,


las cuales pueden ser entre sencillas y complejas, siendo algunas más com-
pletas que otras, adoptando diferentes perspectivas según el criterio de la
institución o persona que las formuló. Dichas definiciones pueden cubrir
desde lo meramente contable hasta lo filosófico, y en no pocas se combina la
explicación del término en sí, con sus métodos de cálculo o fuentes de origen.

Una definición compacta y concentrada la brinda el Diccionario de


Oxford (s.f.), que se aproxima desde lo económico, indicando que el valor
agregado es “el monto por el cual el valor de un producto se incrementa
en cada etapa de su producción, excluyendo los costos iniciales”2. Esta
definición incluye como aspectos importantes el valor monetario de un
producto (o servicio) y el proceso productivo. Este último elemento es
retomado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimenta-
ción y la Agricultura (FAO) (2004) en una definición que, a pesar de su
imprecisión conceptual en lo referido al cálculo del valor agregado, res-
cata otros dos factores relevantes, la calidad del producto y la percepción
y disposición de compra del consumidor: “el valor agregado proviene
de la diferencia entre lo que cuesta poner un producto de determinadas
características en el mercado y lo que el cliente está dispuesto a pagar por
él, o lo que éste percibe como valor”.

1, Original en inglés: “The amount by which the value of an article is increased at each stage of its production,
exclusive of initial costs”.
4 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

Esto hace recordar lo que destacó hace ya cien años Antonio Machado,
poeta español: “todo necio confunde valor y precio”. Al ofrecer un producto
o servicio, no es suficiente conocer solamente los costos de su producción,
sino, sobre todo, se debe saber qué atributos aprecian los consumidores en
determinado producto, y cuál es el valor que ellos perciben en él.

En las últimas décadas, la valorización de atributos intangibles de los pro-


ductos cobró importancia, basándose con frecuencia en consideraciones éticas
de los consumidores. Hay una tendencia creciente por la demanda de productos
diferenciados y de calidad, en los cuales muchas veces sellos y marcas transmi-
ten y garantizan la existencia de estos atributos, como ocurre en el caso de la
producción orgánica, el comercio justo o la denominación de origen. Esto generó
también nuevas apreciaciones del concepto de valor agregado, reflejados, por
ejemplo, en un artículo publicado en el diario argentino Clarín: “Dice el diccio-
nario de la lengua española que la palabra ‘valor’ refiere a la propiedad abstrac-
ta que tienen las cosas para satisfacer las necesidades humanas y proporcionar
bienestar. […] Como sostiene Roger Kaufman, el valor no está en el producto en
sí (output) sino en la satisfacción de una necesidad (outcome)” (Elizondo, 2013).

Lo mismo observan Born & Bachmann, autores del artículo ‘Adding value to
farm products - an overview’ (2006): “Hoy, más que nunca, agregar valor significa
‘vender la parrillada, no el filete’”, donde “parrillada” hace referencia a: “informa-
ción, educación, entretenimiento, imagen, y otros atributos intangibles”3.

Estas nuevas apreciaciones, aunque no modifiquen el concepto del valor


agregado ni su medición, tienen importantes consecuencias, ya que a partir
de ellas surgen nuevas formas de entender las perspectivas, alcances y estra-
tegias por medio de las cuales se facilita y se realiza la agregación de valor en
las cadenas agroproductivas.

2.2. Métodos de cálculo

a. A nivel macroeconómico
En los años cincuenta del siglo pasado empezaron a implementarse los
sistemas de cuentas nacionales (o contabilidad nacional), las cuales incluyen
el valor agregado de las economías.

Así por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-


micos (OECD) (2013a) indica que “valor agregado en precios básicos puede sim-
plemente ser definido como la diferencia entre producto bruto (en precios bási-

3. Original en inglés: “Today, more than ever, adding value means ‘selling the sizzle, not the steak.’ The ‘sizzle’ comes
from information, education, entertainment, image, and other intangible attributes”.
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 5
aspectos conceptuales y operativos

cos) y consumo intermedio (en precios de compradores) […] También puede


ser derivado como la diferencia entre Producto Interno Bruto (PIB) (en precios
de mercado) e impuestos sobre productos menos subsidios sobre productos”4,5.

De tal forma, el valor agregado representa las remuneraciones a los fac-


tores de producción, como, por ejemplo, sueldos, salarios, intereses, amorti-
zaciones, beneficios, utilidades, y otros más. En este sentido, el Banco Mun-
dial (2013) señala que “el valor agregado es la producción neta de un sector
después de sumar todos los productos y restar los insumos intermedios. Se
calcula sin hacer deducciones por depreciación de bienes manufacturados o
por agotamiento y degradación de recursos naturales”.

Es importante recordar que el valor agregado no solamente puede calcu-


larse a nivel nacional, sino también a nivel regional, por sectores o produc-
tos. Sin embargo, cabe destacar que en las cuentas nacionales, para facilitar
su elaboración y análisis, generalmente se simplifica y no se distingue entre
diferentes tipos del mismo producto, a pesar de que su valor agregado puede
variar entre ellos, si se compara, por ejemplo, el maíz orgánico con el maíz con-
vencional, ganado para la producción de carne con ganado para el trabajo, etc.

b. A nivel de empresa
Así como el valor agregado se puede medir a nivel macroeconómico, tam-
bién puede calcularse para la actividad de una empresa individual. El Ministe-
rio de Economía y Finanzas del Perú (MEF, s.f.), resume en términos sencillos,
que “el valor agregado que agrega una empresa en el proceso de producción
es igual al valor de su producción menos el valor de los bienes intermedios”6.

Asimismo, el Centro Internacional de Formación (CIF) de la Organización In-


ternacional del Trabajo (OIT) explica, en el marco de una de sus capacitaciones, que
el “valor de la producción menos el coste de adquisición de bienes y servicios [es]
igual al valor agregado por medio del aporte de mano de obra y capital”, y destaca
que el valor agregado, o la ‘riqueza neta’, creado por una empresa, “no es el valor
de producción, ya que éste contiene elementos de bienes y servicios que han sido
adquiridos y que representan la riqueza creada por otras empresas” (ITCILO, s.f.).

4. Original en inglés: “Value added at basic prices can be simply defined as the difference between gross output (at ba-
sic prices) and intermediate consumption (at purchasers’ prices) […] It can also be derived as the difference between
GDP (at market prices) and taxes on products less subsidies on products”.
5. El precio básico es el monto que el productor (vendedor) recibe del comprador por una unidad de un bien o servi-
cio producido, descontando todos los impuestos pagados por el comprador y sumando los subsidios que el productor
pueda recibir por la venta (OECD, 2013b; Wikipedia, 2013a). El precio de mercado es aquel precio para el que un
producto o servicio se ofrece en el mercado, es decir, el precio acordado entre el comprador y el vendedor (OECD
2013b, Wikipedia 2013b).
6. Otra definición sencilla y útil la brinda Wikipedia (2013c), indicando que el valor agregado a nivel empresarial es
“la diferencia entre el ingreso de una empresa y los costos de materia prima y el capital fijo y variable”.
6 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

2.3. Desarrollos recientes

Desde la década del cincuenta del siglo pasado, se aplica y reconoce la


noción ‘clásica’ del valor agregado, lo que se ha complementado, durante las
últimas décadas, con conceptos cuyo énfasis está puesto en la valorización
de los atributos intangibles.

A modo de ejemplo, se presentan tres nuevos enfoques que se están ana-


lizando, promocionando e investigando y que, considerando aspectos del
desarrollo sostenible, indicarán las estrategias de agregación de valor en su
cálculo y en la búsqueda de lograr una mayor equidad en su distribución:
a) la inclusión del aprovechamiento de los recursos naturales en las cuen-
tas nacionales, derivado de las preocupaciones por temas ambientales y de
sostenibilidad; b) el concepto del ‘valor compartido’, que busca generar una
situación de ganancia mutua (situación ‘gana-gana’), mediante la creación
de valor económico de tal forma que también se crea valor para la sociedad;
y c) el trabajo de la red internacional de investigación ‘Capturing the Gains’,
que pone el foco en la situación de los trabajadores y pequeños productores
en las redes globales de producción.

a. Inclusión del aprovechamiento de los recursos naturales en las cuentas nacionales


En la definición del Banco Mundial presentada en la sección 2.2 de este
documento se indica que el valor agregado “se calcula sin hacer deducciones
por […] agotamiento y degradación de recursos naturales”. Asimismo, cabe
destacar que el desarrollo económico de los países actualmente se mide a
partir del valor monetario de los bienes y servicios que produce, reflejado en
el PIB, el cual, no obstante, no refleja la cantidad de recursos naturales que
fueron necesarios para obtener dichos ingresos.

Sin embargo, eso está en vías de modificarse: un proyecto piloto del Ban-
co Mundial en el marco de la Alianza Mundial por la Contabilidad de la
Riqueza y Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES) “pretende
visualizar los recursos naturales como activos (bienes que generan un benefi-
cio económico a futuro) y medir el costo para la economía de su sobreexplo-
tación y degradación” (Soto M., 2013).

La iniciativa se está implementando actualmente en cinco países (Costa Rica,


Colombia, Botsuana, Madagascar y Filipinas), y busca comprender la contribución
de los recursos naturales en la economía, la cual debe ser incluida en las cuentas
nacionales. Ede Ijjász, director de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial para
América Latina y el Caribe, indica que “cuando se empieza a incluir en las cuentas
nacionales no solo el PIB, sino también la forma como los países transforman sus
recursos naturales, se ve que estos no van en paralelo. Hay países que pagaron su
crecimiento a costa de sus recursos naturales” (Soto M., 2013).
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 7
aspectos conceptuales y operativos

WAVES (2013) explica que especialmente en países “de ingreso bajo”, la


subsistencia de muchas comunidades depende directamente de la salud de los
ecosistemas, por lo que incluir el capital natural en las cuentas nacionales puede
mejorar la toma de decisiones para un desarrollo inclusivo. Contabilizar los eco-
sistemas no solamente provee una herramienta para maximizar el crecimiento
económico, sino, sobre todo, hace aportes para medir quiénes se benefician de
los cambios en los ecosistemas, y quiénes finalmente enfrentan los costos.

La iniciativa del Banco Mundial y WAVES abarca el tema desde una


perspectiva macro, lo cual no se buscó con anterioridad. Incluir el aporte
de los recursos naturales en las cuentas nacionales claramente va a tener
implicaciones en la contabilización del valor agregado de los países y re-
giones: si las externalidades ambientales de la producción son positivas,
es decir, que hacen aportes para mejorar las condiciones ambientales, el
valor agregado aumentaría, mientras que en el caso contrario el valor
agregado bajaría. Teniendo este efecto sobre el rendimiento de las econo-
mías, cabe esperar si a través de la incorporación del aprovechamiento de
los recursos naturales en las cuentas nacionales también se generará un
cambio en las políticas, promoviendo el aprovechamiento sostenible de
los recursos que también se traducirá en nuevos aspectos de agregación
de valor a nivel de empresas.

b. Valor compartido
Un concepto emergente para la agregación de valor con una visión in-
cluyente y ética es el valor compartido (shared value), que fue introducido
por Porter & Kramer en su artículo ‘Strategy & Society: The Link between
Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility’, publicado
por el Harvard Business Review en 2006. En seguimiento a esto, los au-
tores ampliaron el concepto y publicaron en 2011 su artículo ‘La creación
de valor compartido’, donde plantean que se debe “crear valor económico
de modo que también cree valor para la sociedad, al enfocarse en sus ne-
cesidades y desafíos. Los negocios deben combinar éxito corporativo con
progreso social”.

Según Porter & Kramer (2011), para las empresas principalmente hay
tres formas de crear valor compartido: a) al reconcebir los productos y mer-
cados; b) al redefinir la productividad en la cadena de valor; y c) al permitir
el desarrollo de un cluster local.

En el Recuadro 1 se presenta como ejemplo el ‘Programa Global para


el Desarrollo de Proveedores de Leche Nestlé’, el cual muestra cómo se be-
nefician tanto la empresa como la sociedad a partir de la creación de valor
compartido, generando crecimiento y desarrollo económico para todos los
involucrados. En este sentido, y aunque el valor compartido se relaciona
8 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

fuertemente con la responsabilidad social empresarial (RSE), un aspecto im-


portante destacado por Porter & Kramer (2011) es que “la creación de valor
no es una responsabilidad social, filantropía o sustentabilidad, sino un nue-
vo modo de lograr éxito económico”.

Recuadro 1: Valor compartido - ejemplo Programa


Global para el Desarrollo de Proveedores de Leche Nestlé

Nestlé fue una empresa pionera en establecer el concepto de valor compar-


tido en su estrategia de responsabilidad social empresarial, considerando la ge-
neración de valor para la compañía y para su entorno una prioridad. En Chile,
Nestlé cuenta con siete fábricas y diez centros de distribución, y es la empresa
líder de la industria de productos alimenticios.
Una de sus iniciativas para la creación de valor compartido es el ‘Programa
Global para el Desarrollo de Proveedores de Leche Nestlé’, en el cual actualmen-
te participan 900 de los 1200 productores chilenos vinculados a la empresa. El
objetivo de la iniciativa es garantizar el suministro de leche de alta calidad y pro-
mover el aumento de su producción. Las principales acciones dentro de este Pro-
grama son la elaboración e implementación del ‘Manual de Garantía de Calidad
de Leche Fresca’, capacitación y asistencia técnica para productores de leche en
temas de contabilidad y eficiencia productiva, prevención de la contaminación y
protección del recurso hídrico, lecherías sustentables, y otras.
En el marco de las lecherías sustentables, Nestlé consideró fundamental me-
jorar su cadena de proveedores de leche de forma asociativa en el área medioam-
biental, por lo que una de las principales actividades es la elaboración de un
protocolo de sustentabilidad, que consiste en una invitación cursada a todos los
productores de leche que se relacionan con Nestlé a producir leche ambiental-
mente sustentable y que entregue garantías al consumidor final. Tiene como ejes
de acción la protección ambiental, lechería baja en carbono, servicios ambienta-
les, bienestar animal y protección de la salud humana, y cada uno de estos ítems
es auditado por empresas externas.
Para los productores, cumplir con el protocolo es de fácil implementación,
ya que no involucra grandes inversiones, sino más bien un rediseño de lo exis-
tente, y aquellos que lo cumplen perciben un beneficio adicional en el pago por
litro de leche.
Entre los beneficios del Programa, destacan: el mejor precio al productor por
litro de leche y la realización de asesorías y capacitación sin costo para el mismo,
así como la mayor competitividad de los productos en mercados internos y ex-
ternos y la potenciación y fortalecimiento de la industria lechera nacional.

Fuente: Acción RSE, 2012


Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 9
aspectos conceptuales y operativos

c. ‘Capturing the gains’


A partir de 2007, se formó a través de una serie de conferencias y talle-
res regionales la red internacional de investigación ‘Capturing the Gains’, lo
cual se puede traducir al español como ‘Capturando el incremento de valor’.
En esta red, financiada por el DFID, SCI, CPRC y ESRC7, participan cuarenta
investigadores de veinte instituciones en quince países, con el objetivo de
desarrollar conocimientos sobre empleo y bienestar de trabajadores y peque-
ños productores en las redes globales de producción. Para esto, se indaga el
rol del sector privado, la sociedad civil, los gobiernos nacionales y organiza-
ciones internacionales en lo que refiere a asegurar ganancias reales para los
pequeños productores y trabajadores.

Con su trabajo, ‘Capturing the Gains’ pretende promover políticas e


intervenciones para un comercio más justo, que beneficie a los pequeños
productores y trabajadores pobres; y asegurar que la participación en una
economía global se traduzca en mejores empleos para los trabajadores de los
países en desarrollo, motivando el trabajo digno y el respeto hacia estándares
laborales. Conceptos importantes para las investigaciones de la red son la
revalorización económica y social, las cuales contribuyen a un crecimiento y
desarrollo más sostenible (Capturing the Gains, 2013).

La investigación se concentra en cuatro sectores: a) textiles/ropa, b)


agroalimentario, c) telecomunicaciones y d) turismo. Las áreas de investiga-
ción en lo que refiere al sector agroalimentario son los siguientes:

• Trato más justo para los pequeños productores: se examina cómo los
pequeños productores pueden beneficiarse de un comercio más justo y
de mejores condiciones de trabajo, así como el impacto que esto tiene en
las familias y comunidades.
• Apoyo para trabajadores vulnerables: se exploran las condiciones para
jornaleros y trabajadores temporales en las redes globales de produc-
ción del sector agroalimentario.
• Comercio regional: se analiza el cambio en las redes globales de pro-
ducción del sector agroalimentario, en vista del aumento en la deman-
da de los consumidores y el crecimiento del comercio regional entre los
países del Sur, considerando en particular el rol de los supermercados
regionales.
• Estándares privados y normas comerciales: se busca entender el impac-
to de los estándares de supermercados y normas comerciales formales
en los pequeños productores y trabajadores pobres.

7. DFID: UK Department for International Development; SCI: Sustainable Consumption Institute; CPRC: Chronic
Poverty Re-search Centre; ESRC: Economic and Social Research Council.
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3. Estrategias de agregación de
valor en la producción agropecuaria
El Agricultural Marketing Resource Centre (AgMRC, s.f.) publica una
definición del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA,
por su sigla en inglés) que señala diferentes fuentes de valor agregado, entre
ellas, las siguientes:

• Un cambio en el estado físico o la forma de un producto (por ejemplo,


moler trigo para obtener harina, o convertir fresas en mermelada).
• La diferenciación física de un producto o commodity agropecuario de
tal manera que resulta en el enriquecimiento del valor de este producto
o commodity (por ejemplo, un sistema de marketing que hace uso de
una identidad protegida).8

Indica, además, que como resultado del cambio en el estado físico o de


la manera en la que un commodity o producto agropecuario es obtenido y
diferenciado (como resultado de inversiones en mercadeo, procesamiento o
diferenciación física), la base de consumidores y la demanda potencial se
expanden.

La descripción del USDA, que categoriza las fuentes para la agregación


de valor, hace notar que ésta no solamente se puede realizar en el producto
mismo, sino que también puede darse en cualquiera de los componentes de
las cadenas que conforman el sistema agroproductivo. Asimismo, destaca las
estrategias y mecanismos que se enfocan en lograr atributos que sean perci-
bidos por el consumidor, en forma tal que incidan en su decisión de compra
y en el precio que esté dispuesto a pagar por un producto o un servicio, en
reconocimiento a su calidad, funcionalidad, forma, lugar de compra, tiempo
y facilidad de adquisición.

El Cuadro 1 presenta, a modo de ejemplo, estrategias para la agregación


de valor en i) el producto y/o proceso, ii) la unidad agropecuaria, y iii) a
través del aumento de la eficiencia.

8. Original en inglés: ”A change in the physical state or form of the product (such as milling wheat into flour or making
strawberries into jam). […] The physical segregation of an agricultural commodity or product in a manner that results in
the enhancement of the value of that commodity or product (such as an identity preserved marketing system).”
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 11
aspectos conceptuales y operativos

Cuadro 1: Estrategias para la agregación de valor en la


cadena agroproductiva

Descripción de la estrategia Ejemplos


Producto Son aquellas que implican cambios · Procesos de conservación y
y/o proceso en el estado físico del producto y/o transformación
la valorización de atributos específi- · Valorización de atributos
cos del mismo. intangibles
· Generación de bioenergía
Unidad Son aquellas que resultan en la · Agroturismo
agropecuaria diversificación de las actividades · (Retribuciones por) servicios
agropecuarias y en la generación de ambientales
ingresos adicionales al agronego- · Aprovechamiento de
cio principal, disminuyendo así la biodiversidad; biocomercio
vulnerabilidad. · Generación de bioenergía
· Aprovechamiento de
subproductos y residuos
Aumento de Puede darse tanto en los procesos · Disminución de pérdidas en
la eficiencia productivos, de procesamiento y de manejo poscosecha
comercialización, como también en · Aprovechamiento de
aspectos organizacionales y admin- subproductos y residuos
istrativos, el aprovechamiento de los · Alto nivel de integración vertical
recursos disponibles, etc. en la cadena productiva
· Circuitos cortos de
comercialización
Fuente: Elaboración propia
Figura 1: Estrategias de agregación
de valor en la producción y
servicios agropecuarios
Asimismo, la Figura 1 pre-
senta una de las posibles mane-
ras de distinguir entre las dife-
rentes estrategias de agregación
Diferenciación Diversificación
de valor, categorizándolas como • Imagen • Agroindustria
diferenciación, diversificación, • Atributos Especiales
• Sellos y Marcas
• Agroturismo
• Artesanía
innovación y transformación, y • Producción
artesanal
• Servocios
ambientales
conservación.
En las siguientes secciones, Innovación Transformación
se presentarán con mayor deta- • Nuevos productos
• Nuevos servicios
y Conservación
• Vida util
lle algunos de los mecanismos • Biodiversidad
• Satisfacción de
• Conveniencia
• Pérdidas y rechazo
y estrategias mencionados en el demandas de alimentos

Cuadro 1.

Fuente: IICA-PAC 2012


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3.1. Conservación y transformación de productos agropecuarios

La forma más ‘tradicional’ y ampliamente conocida para agregar valor a


los productos agropecuarios es su conservación y transformación. Esto sig-
nifica que un producto fresco sea sometido a operaciones simples de pos-
cosecha, como almacenamiento o limpieza, u otras más complejas como la
elaboración de un producto procesado, pasando por otras más orientadas a
la conservación que a la transformación, como es el caso de la refrigeración y
congelación. El propósito de todo tratamiento que se le brinde a los produc-
tos en este sentido es adecuarlos a los requerimientos de los compradores,
sean clientes industriales o consumidores finales.

Según Austin (1992) se distinguen cuatro niveles de procesamiento


agroindustrial:

Cuadro 2: Niveles de procesamiento agroindustrial

Nivel Operaciones Ejemplos de productos


I Limpieza, clasificación Frutas y vegetales frescos, huevos
II Pelado, molienda, corte, mezcla Cereales, carnes, especias, alimentos para
animales, yute, algodón, harina, madera
III Cocción, pasteurización, enlatado, Productos lácteos, frutas y vegetales enlata-
deshidratación, congelación, tejedu- dos o congelados, embutidos, salsas, textiles
ría, extracción, montaje y vestidos, aceites, muebles, azúcar, bebidas
IV Alteración química, texturización Alimentos instantáneos, productos
vegetales texturizados

Fuente: Austin, 1992

En el Recuadro 2, a manera de ejemplo, se detallan las diferentes ope-


raciones agroindustriales que se realizan para la agregación de valor al ají
charapita (Perú), el cual se comercializa como ají deshidratado.
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 13
aspectos conceptuales y operativos

Recuadro 2: Agregación de valor al ají charapita


mediante procesos agroindustriales
El ají charapita es cultivado por pequeños productores en sistemas agroforestales en
la selva del Perú. La Asociación de Productores Ecológicos de Pimental fundó la empresa
Rica Selva para el procesamiento agroindustrial de su producto, el cual se vende como
ají deshidratado y empacado. Se realizan las siguientes operaciones para transformar y
conservar el ají:

1. Limpieza, lavado y selección: Se quitan hojas, tallos y otros elementos no deseados.


Los ajíes se sumergen en agua para limpiarlos de la tierra, y se eliminan los frutos que
presentan daños.
2. Desinfectado: El producto se sumerge en agua con hipoclorito.
3. Troceado: Se eliminan los pedúnculos y los ajíes se cortan en trozos.
4. Deshidratado: Se disminuye el contenido de agua en los ajíes a ≤ 8%, para obtener un
producto estable y de buena calidad.
5. Envasado y almacenamiento: Empaque del ají deshidratado en bolsas de polietileno
de 20 a 50 gramos, para el mercado final. Hasta su venta, el ají se almacena en un lugar
oscuro, con una humedad relativa de 85% y temperatura de 18°C.

Fuente: Elaborado según Corrales Ardiles, 2012

3.2. Valorización de atributos intangibles

Como atributos intangibles de un producto alimenticio se consideran aque-


llos que el consumidor le otorga a factores que inciden en la salud, la nutrición,
la sostenibilidad de los recursos naturales, la conservación del paisaje o la cul-
tura, la participación de ciertos actores sociales en la producción y/o comercia-
lización, además del ofrecimiento de servicios que garanticen que se dispone
del bien en el momento preciso, en el lugar adecuado y con la calidad esperada.

Para lograr esta valorización, los productores y agroempresarios buscan


la diferenciación de sus productos, de tal manera que estos se posicionen en
el mercado como poseedores de atributos únicos en comparación con otros y
sean reconocidos por los consumidores por estas características.

Un medio común para comunicarles a los consumidores que el producto


en cuestión cuenta con los atributos deseados, son los sellos de diferenciación.
Estos permiten la distinción del producto en el punto de venta y proporcionan
confianza al consumidor, al otorgarle una garantía de conformidad con están-
dares locales y/o internacionales (Oyarzun & Tartanac, 2001)9.

9. Cabe mencionar que los sellos de diferenciación, a pesar de las intenciones que pueda tener un productor al imple-
mentarlos o un proyecto al promoverlos, no siempre garantizan el acceso a mercados específicos, ni un aumento de los
ingresos. Aunque son pocos, hay algunos ejemplos que confirman que incluso puede ocurrir lo contrario, como es el
caso de los productores de café que venden su producto bajo el modelo de negocio de comercio justo; ellos pueden vend-
er su producto casi únicamente como “café oro” (café natural) y no lo pueden vender ni tostado ni molido o empacado,
lo que limita drásticamente la agregación de valor que puedan dar los productores o las asociaciones de productores.
14 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

Para que un producto pueda obtener un sello de diferenciación, el pro-


ceso de producción y elaboración debe realizarse siguiendo un protocolo de-
terminado por un agente externo o por los mismos productores, y ser contro-
lado por una organización certificadora. Los tipos de sellos más importantes
que se conocen para los productos agropecuarios y agroindustriales son: de
producción orgánica, de consideración del medio ambiente, de identidad te-
rritorial y de comercio justo (véase Recuadro 3).

Recuadro 3: Tipos de sellos de diferenciación


1. Sellos de producción orgánica
Le indican al consumidor que el producto no contiene residuos de agroquímicos o
medicamentos que puedan ser dañinos para la salud humana o el medio ambiente; la
producción se ha realizado con métodos ‘naturales’ en lugar de ‘sintéticos’, por ejemplo,
combinando diferentes cultivos en una chacra para disminuir el riesgo de pestes, sin
emplear insecticidas químicos sobre monocultivos.

2. Sellos de consideración del medio ambiente


Estos sellos le indican al consumidor que el producto ha sido producido bajo con-
diciones favorables para el medio ambiente. Algunos ejemplos son: BirdFriendly, que
se aplica a plantaciones de café orgánico y de cultivo bajo sombra con el fin de proteger
el hábitat de la fauna local; Forest Stewardship Council (FSC), que certifica el manejo y
aprovechamiento sostenible de los bosques; o Marine Stewardship Council (MSC), que
acredita el aprovechamiento sostenible de los mares (especialmente prácticas que evitan
la sobrepesca).

3. Sellos de identidad territorial


Lo pueden obtener productos que están vinculados al territorio en el que se producen
o elaboran, sea por circunstancias sociales y culturales y/o por la disponibilidad local de
recursos naturales. Los más conocidos son los de indicación geográfica (IG) y los de de-
nominación de origen (DO); incluyen el nombre del lugar –una ciudad, una región, o un
país– donde se produce o elabora el producto y al que se deben sus características, calidad
o prestigio. La diferencia entre los dos sellos es que para la denominación de origen, todo el
proceso completo de producción, transformación y elaboración debe realizarse en el lugar
que le da nombre al producto, mientras que para las indicaciones geográficas es suficiente
que uno de los pasos del proceso se realice en un determinado lugar.

4. Sellos de comercio justo


Con este tipo de sellos se busca mejorar las condiciones de los productores, pro-
moviendo aspectos sociales y legales, de desarrollo sostenible y de equidad, basándose
en la transparencia, el diálogo y el respeto. Los productores y elaboradores cumplen
con ciertos requisitos como, por ejemplo, el pago adecuado de los trabajadores, el uso
de equipos de protección personal (por ejemplo, en la aplicación de agroquímicos), el
rechazo del trabajo infantil, etc.

Fuente: Elaborado según IICA-PRODAR & FAO, 2009.

Otra manera de diferenciar productos y servicios en el mercado es por


medio de las marcas (individuales o colectivas). Una marca –ya sea que se
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 15
aspectos conceptuales y operativos

trate de un nombre, una marca comercial, un logotipo u otro símbolo– “es,


en esencia, la promesa de una parte vendedora de proporcionar, de forma
consistente a los compradores, un conjunto específico de características, be-
neficios y servicios” (Kotler, 2002). La marca sirve para que el comprador
pueda identificar los productos de un vendedor y los distinga de los de la
competencia, y permite, además, que el comprador pueda establecer una re-
lación entre la marca y la calidad de los productos.

Al contrario de los sellos, que se otorgan a productos que cumplen cier-


tos requisitos establecidos y validados por una tercera parte, la marca se re-
gistra bajo el nombre de una persona o empresa, con lo que procede a ser
propiedad de ésta. La empresa que dispone de una marca registrada, es la
única que tiene el derecho de decidir sobre su uso.

Las marcas pueden ayudar a posicionar productos valorizados por los


consumidores en mercados específicos, como el gourmet o el de la nostalgia.
El primero está conformado por clientes de alto poder adquisitivo, dispuestos
a pagar por calidad y características de exclusividad y exoticidad en los pro-
ductos; algunos ejemplos, son las frutas tropicales (uchuva, lúcuma, carambo-
la, etc.), hongos, frutas deshidratadas, nueces, embutidos, miel de abeja, entre
otros. En el mercado de nostalgia se comercializan productos con identidad
cultural y étnica, cuyos consumidores son principalmente inmigrantes en ter-
ceros países (o incluso en el mismo país) y aquellas personas que al visitar
otros sitios reconocieron alimentos que quieren volver a degustar.

3.3. Valorización y aprovechamiento de subproductos y desechos

En el sistema agroproductivo y agroalimentario se genera una gran can-


tidad de desechos y subproductos con un alto potencial de ser aprovechados
que, sin embargo, en la mayoría de ocasiones no se utilizan, suponiendo así
gastos y problemas en el medioambiente.

El aprovechamiento de los subproductos requiere la realización de


proyectos de investigación y desarrollo con el fin de obtener una solución
medioambiental, optimizar recursos y generar nuevas fuentes de ingresos,
para que a las empresas ejecutoras les resulten inversiones rentables. Según
Fernández Ginés et al. (2008), “actualmente se disponen de tecnologías sufi-
cientes para aportar a cada uno de los subproductos soluciones individuali-
zadas que desemboquen en resultados tangibles y reales”.

Tradicionalmente, los subproductos del sector agroalimentario se utili-


zan con muy poco o mínimo valor agregado, como alimentos para animales,
fertilizantes o sustratos agrícolas; sin considerar que muchos de ellos pueden
sufrir una transformación sustancial y convertirse en productos terminados,
como alimentos balanceados, compost, biocombustibles, o utilizarse como
16 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

insumos aprovechando sus compuestos, como, por ejemplo, fibras, ácidos


grasos esenciales y minerales, para la obtención de nuevos alimentos y el
aprovechamiento energético. Algunos ejemplos se presentan en el Cuadro 3.

Cuadro 3: Ejemplos para el aprovechamiento de


subproductos del sistema agroproductivo

Orientación Acción Ejemplo


Obtención de insumos y Recuperación de Extracción de flavonoides de cortezas de cítri-
principios activos elementos cos subproducto de procesos industriales para
su uso en la industria farmacéutica.
Elaboración de piensos Transformación Molienda de residuos vegetales e incorporación
para alimentación animal en piensos.

Producción de metano Digestión anaeróbica Fermentación por bacterias, lo cual produce


de residuos orgánicos gas que se utiliza para la generación de energía
eléctrica y térmica.

Fuente: Elaborado según Fernández Ginés et al., 2008

3.4. Generación de bioenergía

Desde el comienzo del siglo XXI se observa un importante crecimiento


en la generación de bioenergía, debido, entre otras cosas, a que muchos paí-
ses adoptaron políticas que buscan reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero y promover las energías renovables.

La Figura 2 muestra el aumento de la producción de bioetanol y biodiesel


entre 2002 y 2012. Se destaca el rápido crecimiento a nivel mundial, e igualmente
notable es el aumento de la producción en América Latina, aunque en este caso,
más moderado. Cabe considerar que, de los países latinoamericanos, Brasil es el
principal productor de biocombustibles para transporte (bioetanol y biodiesel),
representando el 81% de la producción total en 2012, seguido por Argentina (14%).

70,000

Figura 2: Producción de 60,000

50,000
bioetanol y biodiesel
40,000
En miles de toneladas petróleo equivalente.
30,000
Fuente: BP 2013
20,000

10,000

-
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Mundo Mundo
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 17
aspectos conceptuales y operativos

El Recuadro 4 brinda más detalles sobre el caso de Brasil.

Recuadro 4: Brasil: producción de bioetanol y biodiesel

Con una historia de más de 30 años en la producción y consumo de bioetanol, iniciada


por el Programa Nacional del Alcohol (PROALCOOL) y un firme avance en el desarrollo
de la cadena del biodiesel, Brasil es hoy una potencia consolidada en materia de biocom-
bustibles, siendo el país más avanzado en la estrategia de sustitución y complementación
de combustibles fósiles por biocombustibles.
Brasil produce el etanol directamente del jugo de la caña, lo que le asegura un alto
rendimiento en litros por hectárea y alta eficiencia en costos y utilización de tierra; además,
el país cuenta con un alto potencial para la producción de etanol de segunda generación,
a partir del bagazo de caña. Actualmente, se considera que la generación de biocombusti-
bles, especialmente el biodiesel, puede contribuir favorablemente a generar empleo y ren-
ta, reducir emisiones de contaminantes y costos en el área de salud, atenuar disparidades
regionales y reducir su dependencia de las importaciones de petróleo.
En cuanto a las materias primas para biodiesel, hay condiciones favorables para la
producción de una amplia gama de especies de oleaginosas en Brasil, entre las que destaca
la soja. A diferencia de la cadena del etanol, altamente concentrada en la industria sucroal-
coholera, en la cadena de biodiesel se perfila la participación de una amplia diversidad de
actores: el complejo sojero, la industria frigorífica (a partir del sebo bovino), el complejo
palma, pequeños productores de ricino y el complejo sucroalcoholero (motivado por la
posibilidad de producir biodiesel por ruta etílica), entre otros.
La fuerte orientación hacia la inclusión social que contempla la política brasileña para
el biodiesel queda claramente expuesta en el Sello Combustible Social, concedido al pro-
ductor de biodiesel que adquiera su materia prima a los agricultores familiares.

Fuente: Ganduglia, 2008

De acuerdo a la FAO (s.f.), el biocombustible “se produce directa o indirec-


tamente a partir de la biomasa, tal como la leña, el carbón vegetal, el bioetanol,
el biodiesel, el biogás (metano) o el biohidrógeno”, y la bioenergía es “la ener-
gía derivada de los biocombustibles”. Los biocombustibles pueden clasificarse
en tres grupos: combustibles de madera, agrocombustibles y subproductos de
tipo municipal. Los agrocombustibles son aquellos que provienen principal-
mente de la biomasa “de los cultivos destinados a ser utilizados como combus-
tible y los subproductos agrícolas, agroindustriales y animales” (FAO, 2001).

La creciente importancia de la bioenergía evoca un nuevo mercado para


la agricultura, que representa oportunidades económicas, ambientales, so-
ciales y estratégicas (Ganduglia, 2008):
• reducción de la dependencia en las energías no renovables y mayor
seguridad en el abastecimiento energético;
• mejoras ambientales a partir de la reducción de emisiones contaminantes;
• generación de inversiones y empleo, directo e indirecto, regional y rural;
• diversificación productiva del sector agropecuario;
• agregado de valor a la cadena agroindustrial;
18 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

Principios del biocomercio:


• desarrollo rural y de economías regionales 1. Conservación de la biodiver-
postergadas, a partir del desarrollo de culti- sidad
2. Uso sostenible de la biodiver-
vos energéticos en áreas marginales; y
sidad
• nuevas posibilidades de inserción para las 3. Distribución justa y equitati-
PyMES agropecuarias y la agricultura familiar. va de beneficios derivados del
uso de la biodiversidad
La oportunidad de agregar valor por medio de 4. Sostenibilidad socio-econó-
mica (de gestión, productiva,
la generación de bioenergía puede analizarse desde financiera y de mercado)
diferentes ángulos. Por un lado, brinda la posibili- 5. Cumplimiento de la legisla-
dad de dar mejor uso a residuos y subproductos que ción nacional e internacional
se generan en la finca; por otro lado, puede conside- 6. Respeto de los derechos de
rarse como un proceso de transformación mediante los actores involucrados en el
biocomercio
el cual se le agrega valor a un producto. Asimismo, 7. Claridad sobre la tenencia de
es una forma de diversificación en la unidad agrope- la tierra, el uso y acceso a los
cuaria. La bioenergía, o el biocombustible, pueden recursos naturales y a los co-
comercializarse, o aprovecharse en la finca misma; nocimientos
de esta manera ayuda al agricultor a no depender Fuente: MinAmbiente, Col., 2013
del suministro externo y le permite proclamar que
su producción se realiza con energía ‘limpia’.

Es importante destacar que la producción de bioenergía introduce


una discusión sobre la seguridad alimentaria, ya que incide directa-
mente en la producción, disponibilidad, utilización y el acceso a los
alimentos.

3.5. Aprovechamiento de la biodiversidad nativa (biocomercio)

La agregación de valor mediante el aprovechamiento de la biodiversidad


nativa se ha visibilizado e institucionalizado con el desarrollo del concepto
de biocomercio. Éste fue definido en 2004 por los Programas Nacionales de
Biocomercio, la CAN, la UNCTAD y la CAF, como el “conjunto de activida-
des de recolección, producción, procesamiento o comercialización de bienes
y servicios derivados de la biodiversidad nativa, bajo criterios de sostenibili-
dad ambiental, social y económica” (MinAmbiente, Colombia, 2013)10.

El biocomercio resulta especialmente relevante en países megadiver-


sos11, donde existe una gran variedad de especies nativas que pueden ser
utilizados como base de productos industrializados, tanto en el sector
alimenticio como en otros. Se valorizan especialmente productos nutra-
céuticos destacados por contener una composición de nutrientes y princi-

10. Los bienes y servicios sujetos al biocomercio se pueden categorizar en productos de sistemas agropecuarios sos-
tenibles; productos naturales no maderables; productos naturales maderables; y ecoturismo (Arcos Dorado et al., 2009).
11. Según el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, organismo del Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), en las Américas se han reconocido como megadiversos los siguientes países: Brasil,
Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela.
Valor agregado en los productos de origen agropecuario: 19
aspectos conceptuales y operativos

pios activos que tienen la propiedad de combinar atributos nutricionales


y farmacéuticos.

A nivel internacional, el crecimiento del biocomercio se refleja en transac-


ciones de más de USD 750 mil millones anuales, incluyendo plantas medici-
nales, ingredientes naturales, gomas, látex, resinas y tintes naturales (Gómez
& Mejía Gonzáles, 2010).

La agregación del valor se obtiene aplicando estrategias ya mencionadas


en secciones anteriores de este documento:
i. mediante procesos de conservación y transformación;
ii. el cumplimiento con los principios del biocomercio genera un valor
agregado a nivel social (inclusión) y ambiental (conservación), que se
transfiere también en un valor agregado en lo económico, relacionán-
dose con lo que se describió en la sección 3.2;
iii. por el hecho de ser productos con atributos especiales, su distribución limi-
tada a ciertos países o regiones, y su relativa escasez, pues “no puede ser una
exportación masiva, no debe buscarse especializaciones que lleven a mono-
cultivos, ya que atentaría contra la sostenibilidad del ecosistema […] debe
ir a nichos de mercado, buscando productos gourmet y que en la cadena
productiva obtengan una retribución apropiada” (Fairlie Reinoso, 2011)12.

3.6. Agroturismo

La diversificación de la unidad agropecuaria puede realizarse aprovechando


los recursos tierra, capital, tecnología y conocimientos, para desarrollar nuevas ac-
tividades, sean éstas agrícolas o no agrícolas. Uno de los ejemplos más conocidos
es el agroturismo, que es una actividad recreativa incluida dentro de las modali-
dades de turismo en espacios rurales, donde se pueden articular una o varias de
las fases relacionadas con la producción agropecuaria, además de la agroindustria
rural, la artesanía o la gastronomía. Se suele llevar a cabo en fincas de tamaño pe-
queño o mediano, cuyos propietarios lo ejercen como una forma de diversificar los
ingresos de su negocio principal. Para ello se valoriza el paisaje agropecuario, las
prácticas agrícolas tradicionales y la elaboración artesanal junto con la capacidad
instalada en la propiedad, para diseñar y ofertar productos turísticos tales como
recorridos por la finca, observación y participación en labores agropecuarias, pa-
seos en caballo, y pesca, entre otros, que se suelen complementar con servicios de
alojamiento, alimentación y venta de productos (Blanco y Riveros, 2010).

Factores como la cercanía a poblados o ubicación en rutas de paso, la


localización en zonas de gran belleza paisajística, la obtención de productos
agrícolas, agropecuarios o agroalimentarios por medio de procedimientos

12. Cabe mencionar que, a pesar de que los principios del biocomercio promuevan el uso sostenible de los recursos, no
todo aprovechamiento de la biodiversidad nativa se realiza bajo este régimen, lo cual implica un importante riesgo de
sobreextracción de los productos con mayor demanda y altos precios en el mercado.
20 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

tradicionales o de producción orgánica, el uso de energías renovables, y otros


más, pueden ayudar a que la implementación de actividades de agroturismo
en las fincas y agroindustrias sea exitosa. Finalmente, se trata de valorizar re-
cursos ociosos que hacen parte de la cultura agropecuaria y, a partir de ellos,
diseñar productos turísticos en atención a una demanda.

Respecto a los requisitos para ofertar un negocio de agroturismo, además


de poseer una propiedad con cierto atractivo, es necesario realizar inversio-
nes mínimas en infraestructura y equipamiento y la familia propietaria debe
desarrollar las capacidades necesarias para la gestión del nuevo agronego-
cio. En todo caso, el agroturismo debe asumirse como una actividad comple-
mentaria de la unidad agropecuaria, en tal sentido, la rentabilidad depende-
rá de la existencia de “capital hundido”, es decir, que los productores sean
propietarios de la tierra, tengan el saber hacer de la agricultura y dispongan
de mano de obra familiar para que los costos de entrada sean bajos.

En el Recuadro 5 se presenta el caso de la Ruta del Vino de Colchagua


(Chile) que ilustra cómo funciona el agroturismo.

Recuadro 5: Agroturismo - ejemplo Ruta del Vino


de Colchagua, Chile
El cultivo de las viñas se estableció en el Valle del Colchagua con la llegada de
los jesuitas en el siglo XVI, y a inicios del siglo XX se realizaron las primeras ex-
portaciones de vino en barriles a Europa. En 2005, el Valle del Colchagua, donde la
cultura local hoy está fuertemente ligada al campo y sus tradiciones, fue premiado
internacionalmente como la “Mejor Región Vitivinícola del Mundo 2005”.
La Ruta del Vino fue creada en 1996 con el fin de promover el Valle del Col-
chagua en el país y el mundo como una zona productora de vinos de alta ca-
lidad, elaborados en un espacio rural caracterizado por el entorno natural, las
tradiciones culturales y los emprendimientos productivos.
La Ruta cuenta con 18 viñas asociadas, de las cuales doce ofrecen tours don-
de los visitantes pueden aprender cómo se producen las uvas y cómo es el proce-
so que las convierte en vino. Además de los tours clásicos que incluyen el recorri-
do de las instalaciones y la degustación del vino, algunas viñas también ofrecen
otros más innovadores (p.e., ‘Haga su propio vino’, ‘Degustación a ciegas’) o
que combinan diferentes elementos (p.e., ‘Tour campestre: Recorrido en coche de
caballos y degustación de vino’). Adicionalmente, en la región se pueden visitar
tres museos locales, hacer cabalgatas a los cerros del entorno, hacer trekking por
un sendero botánico y viajar en el Tren del Vino.
Esta oferta combinada de agroturismo (en las viñas y bodegas) con otros
elementos del turismo rural (en los alrededores) resultó un concepto exitoso para
la región y los actores involucrados.

Fuente: Herrera Muñoz, 2009.

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