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Cuento La Casa de La Calle Maple

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LA CASA DE LA CALLE MAPLE

Un despegue perfecto.
ISFD N° 51, Pilar
Profesorado de Educación Primaria
Ateneo de la Práctica del Lenguaje y la Literatura
Profesora: Mariel López
Alumna: Flavia Andrea Cepeda
Fecha: 22/04/2024

Hace unos 50 años o más fue la primera vez que un joven llamado Chris Van, vio los
dibujos de este libro, fue en la casa de un hombre llamado Peter Wenders. Aunque el
señor Wenders ahora está jubilado, en otro tiempo trabajó, por muchos años, en una
editorial de libros para niños, seleccionando las historias y las ilustraciones que luego
se convertirían en libros. Un buen día, llegó un señor a la oficina de Peter Wenders;
presentándose con el nombre de Harris Burdick. El señor Burdick le contó que había
escrito catorce cuentos y dibujado muchas ilustraciones para cada uno de ellos. Había
un solo dibujo de cada cuento, para ver si a Wenders le gustaba su trabajo. Peter
Wenders quedó fascinado con las ilustraciones. Dijo a Burdick que le gustaría leer los
cuentos lo antes posible. El artista quedó en llevarlos al día siguiente por la mañana; y
dejó los catorce dibujos con Wenders: Sin embargo, no regresó al día siguiente ni el día
después de ése. Nunca más se volvió a oír de Harris Burdick. A lo largo de los años,
Wenders trató de averiguar qué era Burdick y qué le había sucedido, pero no pudo
descubrir nada. Y hasta la fecha, Harris Burdick sigue siendo un misterio absoluto. Su
desaparición no es el único misterio ¿qué historias acompañaban estos dibujos? Hay
algunas pistas. Burdick había escrito un título y un epígrafe para cada ilustración. A
Peter Wenders y a todo aquel que veía las imágenes y sus epígrafes les era imposible
dejar volar su imaginación y crear cuentos espontáneos en segundos, era como un
poder o una magia que se apoderaba de ellos, Wenders había atesorado miles de
historias todas inspiradas por los dibujos de Burdick algunas habían sido escritas
hacia años por sus hijos y sus amigos, los hijos de sus amigos etc... Había de todo tipo
historias algunas extravagantes, otras divertidas y algunas francamente espeluznantes,
pero todas, todas, toditas tenías como una llamita que te envolvía y te invitaba a viajar.
¿Qué sucedía allí? ¿era las ilustraciones, los epígrafes? o quizás ¿el mismo Señor Peter
Wenders había realizado algún conjuro sobre ellos para sostener la imaginación de
todo aquel que los viera quedara atrapado en esos dibujos, creando más historias?

Pasaron muchos años, pero el misterio la historia del señor Burdick y la casa donde se
guardaban todas esas maravillosas historias tenían miles de preguntas sin respuestas,
muchos intentaron acercarse para dilucidar las intrigas, pero nadie, nadie lo logro o
sobrevivió para contar lo que allá sucedía cuando se dejaban atrapar por la magia de
la imaginación.

La casa donde habían vivido de los Wenders, seguía en el mismo barrio, aunque
parecía un poco abandonada y misteriosa con sus techos puntiagudos y ventanas como

~1~
ojos curiosos, se erguía majestuosa en la cima de la colina, por la calle Maple cuesta
arriba, el barrio había cambiado, autos modernos paseaban elegantes por sus calles,
pero la casa jamás perdió su magia, eso asombroso y que despertaba en toda la intriga
de saber ¿qué pasó con Burdick? ¿Porque jamás regreso? ¡se enamoró y fue tras de su
amor, decían las más románticas. no! ¡No! lo mataron unos ladrones malvados que
escucharon que Burdick tenía algo valiosísimo! ¡Tampoco! Decían los más chusmas,
Burdick era un falsificador y esos dibujos jamás fueron de él… O quizá lo más seguro,
seguro que paso, es que seguro nadie sabe que paso.

Camila, Micaela y Joaquín eran tres hermanos que vivían en la calle Maple, pero al pie
de la colina, Catalina y Mateo eran sus vecinos de al lado, tenían entre todos de once y
nueve años, menos Mateo, que era el más pequeño todos, de seis años. Crecieron
viendo cómo por momentos se iluminaba la casa y escuchando las historias que
durante años se decían.

Camila era valiente y curiosa amaba mirar la luna y las estrellas por las noches con si
telescopio, ella había sido testigo de eso destellos de luz que salían de la casa, pero
siempre de lejos, Micaela era la más aventurera, a ella sí que el peligro no la detenía,
soñaba con la velocidad y de grande tener una moto para recorrer el mundo entero,
Joaquín el más chico de los tres hermanos, era quien siempre pelea con Micaela para
detenerla en sus ocurrencias y no se meta en peligro. Él estaba enamorado…siempre
enamorado, está a vez de la coqueta Catalina. Cuando de repente ella llega corriendo
muy asustada…así es ella. ¡Chicos, chicos! como gritando, pero en voz bajita: _ hay
luces y ruidos en la casa deeee ya saben quién, mientras abría grande sus ojos celestes
hacia gestos que todos comprendieron muy bien, su hermanito Mateo detrás de ella
llorando para que no lo deje sólo… así era Mateo, siempre quería unirse a ellos, pero
no lo llevaban por chiquito y llorón. Muchas veces ya habían vivido lo mismo pero
esta vez algo fue diferente… todos estaban de acuerdo ... (hasta Mica y Joako) que
debían saber el porqué de tanto misterio. De apoco, pero con valor, comenzaron a
caminar hacia su destino.

Desde lejos se veía la casa que en su exterior metálico brillaba como un faro de
aventuras, invitando a los cinco valientes a descubrir sus secretos. Ya habían llegado.
Espiaron por algunas ventanas y la cocina, parecía una cabina de control era un
espectáculo de luces parpadeantes y palancas de todos los colores. Botones rojos,
verdes y azules fosforescentes parecían tener vida propia, zumbando suavemente y
esperando ser presionados. El compartimento de carga, lleno de cajas misteriosas y
artefactos de mundos lejanos, olía a polvo estelar y a sueños por cumplir. Los motores,
ocultos en las profundidades de la nave, rugían como dragones dormidos, listos para
despertar y lanzar la casa hacia el cosmos.

Esto ya no era una casa común y corriente, era una casa nave o casa cohete o quizás
jamás fue realmente una casa. ¡Lo cierto es que está a punto de tener un despegue
peeeerfetooooo!

~2~
Camila, guiaba a sus hermanos y amigos con una determinación inquebrantable.
Vengan, acá hay una pequeña puerta abierta por donde podemos entrar. Micaela, la
aventurera, no podía resistirse a explorar cada rincón, cada sombra. Joaquín, intentaba
no perderla de vista, pero, el enamoradizo, seguía a Catalina con una mezcla de
admiración y un leve rubor en las mejillas. Cata, también estaba enamorada de él, pero
nadie lo sabias, inspirada por la valentía de Micaela, soñaba con escribir sus propias
historias de coraje. Y Mateo, el pequeño que siempre quería unirse a la aventura,
miraba todo con ojos llenos de maravilla. “¡Esto es increíble!” exclamó, corriendo hacia
la cabina de control y tocando todo lo que podía alcanzar. “¡Mateo, tené cuidado!” lo
asustó Camila, pero no pudo evitar sonreír ante la inocencia del pequeño. "¡No tengas
miedo, Mat!", lo tranquilizó Micaela, tomando su mano. "Estamos juntos en esto”
ayudándolo a bajar.

Mientras los niños se maravillaban con la nave, una sombra se erguía sobre ellos. Era el
malvado Señor Gris, todo en su vida era una sombra, un hombre oscuro y envidioso
que había jurado encontrar el último dibujo de Burdick antes que nadie. Con su capa
negra y su risa siniestra, se deslizaba por los pasillos, espiando y tramando. “Esos
niños no saben con quién se están metiendo,” soy el más malvado aguafiestas murmuró
el señor Gris, observando desde las sombras. Los hermanos y sus amigos no tardaron
en notar su presencia. “Algo no está bien,” dijo Joaquín, frunciendo el ceño. “Siento
como si alguien nos estuviera observando.” “¡Bah! Son solo los nervios,” replicó
Micaela, aunque no estaba tan segura. La búsqueda del dibujo perdido los llevó a la
sala de motores, donde un antiguo mapa estelar colgaba de la pared. “Miren esto,”
dijo Micaela, señalando una constelación que coincidía con la forma del dibujo. “¡Esto
debe ser una pista!” “¡Esperen!” interrumpió Camila. “¿Escuchan eso? Es como… un
susurro.” Los chicos se quedaron en silencio, y entonces lo oyeron: una voz que
parecía venir de todas partes y de ninguna. Era el espíritu de la casa cohete, que les
revelaba el secreto del último dibujo. “Para encontrar lo que buscan,” decía la voz,
“deben unir sus corazones y soñar juntos.” Y así, con la ayuda del espíritu, los niños
comenzaron a soñar. Soñaron con mundos de fantasía, con criaturas mágicas y héroes
valientes. Y mientras soñaban, la casa cohete comenzó a vibrar, preparándose para un
despegue mayor. El señor Gris, al darse cuenta de que los niños estaban a punto de
resolver el misterio, lleno de rabia intentó intervenir asustándolos e impidiendo así que
sueñen juntos. Pero la valentía de los hermanos y sus amigos era más fuerte que
cualquier malicia. “¡No permitiremos que nos detengas!” declaró Camila,
enfrentándose al villano. Con la fuerza de su imaginación y la unión de sus corazones,
los niños superaron al señor Oscuro y envidioso, quien se desvaneció como una
sombra al amanecer. Con el señor Gris fuera de juego, los niños se sintieron más libres
que nunca para explorar los secretos de la casa cohete. La nave, ahora consciente de la
pureza de sus corazones, les reveló su verdadero propósito. “Esta casa es más que una
simple estructura,” explicó el espíritu. “Es un portal a las dimensiones donde la
imaginación cobra vida. Fue construida por Harris Burdick como un regalo para
aquellos que se atreven a soñar.” Los niños escucharon, asombrados, mientras el
espíritu les contaba la historia de Burdick, un inventor y soñador que había creado la

~3~
casa cohete para viajar a través de los mundos que él mismo había imaginado. Pero un
día, Burdick desapareció, dejando atrás solo sus dibujos y la casa, esperando a que
alguien digno tomara su lugar. “Y ese alguien… ¿somos nosotros?” preguntó Camila,
su voz temblorosa de emoción. “Exactamente,” respondió el espíritu. “Pero para
activar la casa y seguir el camino de Burdick, deben trabajar juntos y combinar sus
sueños.” Los niños se tomaron de las manos, cerraron los ojos y comenzaron a soñar.
Soñaron con aventuras en selvas misteriosas, con ciudades flotantes en el cielo y con
criaturas que hablaban en versos al revés. Y mientras soñaban, la casa cohete cobró
vida. Los motores se encendieron con un rugido que sacudió el suelo, las luces de la
cabina de control bailaron en un arcoíris de colores. La casa comenzó a temblar, y los
niños, aún de la mano, sintieron cómo la gravedad los abandonaba. “¡Estamos
despegando!” gritó Micaela, su voz mezclada con risas y asombro, ya no le
importaban las motos. La casa cohete se elevó en el aire, dejando atrás la colina y
apuntando hacia las estrellas. Los niños miraron por las ventanas, viendo cómo su
mundo se hacía cada vez más pequeño, y cómo el espacio infinito se abría ante ellos.
“¿A dónde vamos?” preguntó Mateo, su curiosidad más grande que cualquier miedo.
“A donde nos lleven nuestros sueños,” respondió Camila, con una sonrisa que
reflejaba la luz de las estrellas. La nave viajó a través de galaxias y nebulosas, llevando
a los niños a lugares que solo habían visto en sus fantasías más salvajes. En cada
mundo, encontraron una pieza de terciopelo del rompecabezas que era la desaparición
de Burdick, y con cada descubrimiento, su conexión con el inventor crecía. Finalmente,
después de incontables aventuras y desafíos, los niños llegaron a un planeta que no
estaba en ningún mapa, un lugar donde la imaginación era la ley y la realidad se tejía
con los hilos de los sueños. Allí, en una torre que tocaba el cielo, encontraron a Harris
Burdick, sonriendo como si los hubiera estado esperando todo el tiempo. “Ustedes han
completado el viaje que yo comencé,” dijo Burdick, su voz cálida. “Ahora, esta casa
cohete es suya, y las historias que creen serán las nuevas leyendas de los mundos que
visiten.” Los niños, llenos de alegría y asombro, prometieron honrar con ahínco el
legado de Burdick y continuar explorando los confines del universo, creando historias
que inspirarían a nuevos soñadores. Y así, la casa cohete de los Wenders se convirtió
en un faro de imaginación, un recordatorio de que los sueños tienen el poder de
cambiar el mundo…Los tres hermanos junto a Catalina se abrazaron maravillados…

Pero… de pronto escucharon un murmullo lejano, era el grito de Mateo…quedaron en


silencio y desconcertados. Su voz cada vez se sentía más lejos, decía Suélteme Señor…y
un silencio espacial… ¿Volvió el hiriente y sagaz del Señor Gris o un nuevo y misterioso
enemigo? ¿Qué nuevos peligros esperan a los niños en su viaje espacial?

Fin... ¿o tal vez solo sea el comienzo de una nueva aventura?

~4~
Palabra Significado

Sostener Mantener o sujetar algo en una posición determinada.


Que emite luz sin calor, como el brillo de ciertos minerales o
Fosforescente insectos.
Abandonada Dejada de lado o desatendida.
Zonas oscuras que se forman cuando la luz no llega
Sombras directamente.
Terciopelo Tejido suave y aterciopelado.
Misterios Cosas o situaciones que no se comprenden completamente.
Afecto Sentimiento de cariño o aprecio hacia alguien.
Ahínco Esfuerzo o empeño en hacer algo.
Amargura Sensación de disgusto o tristeza profunda.
Alba Amanecer, momento en que aparece la luz del día.
Aguafiestas Persona que arruina o interrumpe la diversión de otros.
Alborada Amanecer o primera luz del día.
Rabia Ira o enojo intenso.
Anhelar Deseo fuerte o anhelo profundo.
Desconcertado Confundido o perplejo.
Sosegado Tranquilo o calmado.
Ánimo Estado de ánimo o disposición.
Empuje Fuerza aplicada para mover algo.
Caballero Hombre educado y respetuoso.
Gestos Movimientos o expresiones del cuerpo o la cara.
Luz Radiación electromagnética que permite ver las cosas.
Sonido suave y continuo producido por varias personas
Murmullo hablando.
Hiriente Que causa dolor o daño.
Caricias Toques suaves y afectuosos.
Eternos Que dura para siempre o parece no tener fin.
Mimos Demostraciones de cariño o afecto.
Áspero Superficie rugosa o desigual.
Punzante Que pincha o causa dolor agudo.
Calamidad Desastre o situación trágica.
Tridente Herramienta con tres puntas.
Catástrofe Evento desastroso o catastrófico.
Clara Transparente o fácil de entender.
Calamidad Tranquilidad o serenidad.
Empalagoso Que causa empalago o saturación.
Diáfano Que permite el paso de la luz.
Sagaz Astuto o perspicaz.
Abrumada Agobiada o sobrecargada.

~5~
Escalofriante Que causa escalofríos o miedo.
Coqueta Que busca agradar o seducir.
Pequeñas gotas de agua que se forman en superficies frías
Gotas de rocío durante la noche.
Misterioso Que tiene un aire de misterio o secreto.
Misteriosa Forma femenina de “misterioso”.
Alas Órganos que permiten volar a las aves e insectos.
Palpitante Que late o pulsa rítmicamente.
Oscuridad Falta de luz o ausencia de claridad.
Incrédulo Que no cree o duda de algo.
Quebrar Romper o separar algo en partes.
Exuberante Abundante o lleno de vida.
Pesar Sentimiento de tristeza o pesadumbre.
Rayo Descarga eléctrica producida por una tormenta

~6~

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