Ghera A Sa Hita

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Revisión a cargo del Gurú

Rafahel Camacho
Para el
Colegio Formativo especializado en promotores e Instructores de Yoga
Ediciones de la

Gran Fraternidad Universal


A través del
Colegio Formativo especializado en promotores e
Instructores de Yoga
Gheraṇḍa Saṃhitā
Compendio de Gheraṇḍa

Revisión del inglés a español a cargo del Gurú


Rafahel Camacho
Gheraṇḍa Saṃhitā

Gheraṇḍa Saṃhitā
Compendio de Gheraṇḍa
INTRODUCCIÓN

Estructura y contenido
El Gheraṇḍa Saṃhitā es un manual de Haṭha Yoga del siglo XVII que
consta de 351 estrofas distribuidas en siete capítulos.

Es una de las tres escrituras clásicas del Haṭha Yoga y las técnicas que
presenta forman la base de muchas prácticas del yoga contemporáneo.
Las enseñanzas se presentan en forma de diálogo entre el
sabio Gheraṇḍa, de quien nada se conoce, y su discípulo Chaṇḍa Kāpāli.
Esta obra vaiṣṇavita toma como modelo el Haṭha Yoga Pradīpikā y algunos
versos se corresponden con los de dicho manual.

El Gheraṇḍa enseña una disciplina de siete pasos (saptasādhana) y


describe no menos de treinta y dos posturas (āsanas) y veinticinco “sellos”
(mudrās).

La parte más original de este trabajo es el extenso tratamiento de las


técnicas de purificación (śoddhana).

También propone una interesante clasificación del fenómeno del énstasis


(samādhi).

Existen numerosos comentarios a este texto.


Capítulo Capítulo Capítulo Capítulo Capítulo Capítu Capítulo
I II III IV V lo VII
VI
Kriyās Āsanas Mudrās Pratyāh Prāṇāyā Dhyā Samād
āra ma na hi

Dhāuti Siddhāsana Mahāmudrā Dieta Sthūla Dhyāna


Basti Padmāsana Mahāmudrā Purificació Jyōtis Nāda
Neti Bhadrāsana Uḍḍiyānabandha de los nāḍī Sūkṣma Rāsanand
Laukikī Muktāsana Jālandharabandha Sahita Laya
Trāṭak Vajrāsana a Sūryabheda Bhakti
Kapālab Svastīkāsana Mūlabandha Ujjāyī Rāja
hātī Siṃhāsana Mahābandha Śītālī
Gomukhāsana Mahāvedha Bhastrikā
Vīrāsana Khecarīmudrā Bhrāmarī
Dhanurāsana Viparītakaraṇīmud Mūrcchā
Mṛitāsana ā Kevala
Guptāsana Yonimudrā
Matsyāsana Vajroṇīmudrā
Matsyendrāsan Śakticālanamudrā
a Taḍāgimudrā
Paścimottānās Māndukimudrā
ana Śāmbhavīmudrā
Gorakṣāsana Pañcadhāraṇā
Utkaṭāsana Aśvinīmudrā
Sankaṭāsana Pāśinīmudrā
Māyūrāsana Kākīmudrā
Kukkuṭāsana Mātanginīmudrā
Kūrmāsana Bhujanginīmudr
Uttānakūrmāsa
na
Maṇḍukāsana
Uttānamaṇḍuk
āsana
Vṛkṣāsana
Garuḍāsana
Vṛṣāsana
Śalabhāsana
Makarāsana
Uṣṭrāsana
Bhujaṅgāsana
Yogāsana
Capítulo primero: KRIYĀS.
Introducción general y descripción de veinte técnicas de
higiene interior.

Introducción.
Me inclino ante el Señor Śiva que en el principio enseñó el haṭhavidyā,
ciencia que destaca como el primer peldaño de la escala que conduce a
las supremas alturas del Rāja Yoga.

1:1— En una ocasión Chaṇḍa Kāpāli fue a la cabaña de Gheraṇḍa y le


saludó con reverencia y devoción.

1:2— ¡Oh, Maestro del Yoga! ¡Oh tú, el mejor de todos los Yoghis! ¡Oh
Señor!, quiero aprender la disciplina del Haṭha Yoga que lleva al
conocimiento de la verdad (tattva—jñāna).

1:3— El Maestro Gheraṇḍa respondió: “Sin duda lo pides correctamente.


Te enseñaré lo que deseas saber. Escucha con atención”.

1:4— No hay cadenas como las de la ilusión (māyā). No hay fuerza como
la que proviene de la disciplina (yoga). No hay amigo más elevado que el
conocimiento (jñāna). Y no hay enemigo mayor que el sentimiento de
individualidad (ahaṁkāra).

1:5— Aprendiendo el alfabeto, con práctica se pueden dominar todas las


ciencias; igualmente, mediante el dominio primero del Haṭha Yoga se
adquiere al final el conocimiento de la verdad que libera el alma de la
esclavitud.

1:6— De acuerdo con los actos, buenos o malos, se producen los cuerpos
de todos los seres vivos, y los cuerpos dan origen a las acciones (el karma
que conduce al renacimiento). De esta manera, el ciclo se repite como el
continuo girar de la rueda de un molino de agua.

1:7— Igual que sube y baja la rueda de un molino al sacar agua del pozo
movida por los pistones (llenando y vaciando una y otra vez los baldes),
así el alma (Jīvātman) pasa a través de la vida y la muerte movida por sus
acciones (karma).

1:8— Pero el cuerpo degenera pronto en este mundo, como una vasija de
barro fresco sumergida en el agua. Fortalécelo con el fuego del
adiestramiento (Ghaṭasthā Yoga) que vigoriza y purifica el cuerpo.

La vía de los siete pasos.

1:9— Los siete pasos de este adiestramiento psicofisiológico son los


siguientes: 1) purificación, kriyā; 2) fortalecimiento, dṛḍhatā; 3) estabilidad,
sthiratā; 4) calma, dhīratā; 5) ligereza, laghimā; 6) percepción correcta,
pratyakṣatva; 7) soledad, nirliptatā.

1:10-11— La purificación se adquiere con la práctica regular de los seis


kriyās. La fortaleza se consigue mediante āsanas. La estabilidad o firmeza
se consigue mediante mudrās. La calma se consigue mediante pratyāhāra.
La ligereza se consigue mediante prāṇāyāma. La percepción correcta se
consigue mediante dhyāna. La soledad se consigue mediante samādhi.

Los seis kriyās, o ejercicios de purificación.

1:12— Los Ṣaṭkarmas, o seis ejercicios de purificación, son: 1) dhāuti, 2)


basti, 3) netī, 4) laukikī, 5) Trāṭak, 6) kapālabhātī.

Primer kriyā: dhāuti.

1:13— Los dhāutis eliminan las impurezas del cuerpo y son de cuatro tipos:
1) antardhāuti, o limpieza interna; 2) dantadhāuti, o limpieza dental; 3)
hṛddhāuti, o limpieza del esófago; 4) mūlaśodhana, o limpieza del recto.

1:14— Antardhāuti, se subdivide a su vez en cuatro partes: 1) vātasāra, o


limpieza con aire; 2) vārisāra, o limpieza con agua; 3) vahnisāra (agnisāra),
o limpieza con fuego; 4) bahiskṛta, o limpieza con extracción.

1:15— Vātasāradhāuti: imitar con la boca la forma del pico de un cuervo


(kākīmudrā) e inspirar lentamente. Llenar de aire el estómago y moverlo
allí dentro. Después, forzarlo poco a poco hasta expulsarlo a través del
recto.

1:16— Vātasāra es un procedimiento muy secreto que purifica el cuerpo,


cura todas las enfermedades y aumenta el fuego gástrico.

1:17— Vārisāradhāuti: llenar la boca completamente con agua. Tragarla


con lentitud. En el estómago, moverla de lado a lado. Después, empujarla
poco a poco para expulsarla a través del recto.

1:18— Este procedimiento debe guardarse en secreto; purifica el cuerpo y,


practicado con atención, se obtiene un cuerpo luminoso o resplandeciente.

1:19— Vārisāra es el mayor de los dhāutis. Quien lo ejecute con facilidad


purificará su cuerpo impuro y lo transformará en un cuerpo divino
(divyadeha).

1:20— Vahnisāra (agnisāra) dhāuti: presionar cien veces el abdomen


contra la columna vertebral. Esto es agnisāra o limpieza con fuego. Supone
el éxito en la práctica del yoga, cura todas las enfermedades del estómago
e incrementa el fuego interior.

1:21— Esta forma de dhāuti, difícil de lograr aún para los dioses, debe
mantenerse en secreto, pues proporciona un cuerpo divino (divyadeha).

1:22— Bahiskṛta dhāuti: adoptar kākīmudrā (boca en forma de pico de


cuervo) e inspirar lentamente. Llenar de aire el estómago y mantenerlo allí
durante hora y media. Después, empujar forzando el aire hacia los
intestinos. Este dhāuti debe mantenerse en gran secreto y no revelarlo a
nadie.

1:23— A continuación, de pie y sumergido en agua hasta el ombligo,


extraer el intestino grueso (śakti nāḍī). Lavarlo con la mano hasta que
quede completamente limpio. Finalmente, introducirlo de nuevo en el
abdomen.

1:24— Este procedimiento, difícil de lograr aún para los dioses, debe
mantenerse en secreto, pues proporciona un cuerpo divino (devadeha).

1:25— Mientras no se pueda retener el aliento o el aire en el estómago


durante hora y media, no podrá efectuarse este gran dhāuti o purificación,
conocido como bahiskṛta.

1:26— Dantadhāuti incluye las siguientes prácticas: 1) limpieza de los


dientes (dantamūladhāuti); 2) limpieza de la lengua (Jihvādhāuti); 3)
limpieza de los oídos (Karmadhāuti); 4) limpieza de los senos frontales
(kapālarandhradhāuti).
1:27— Dantamūladhāuti: frotar los dientes con polvo de acacia o con tierra
pura hasta que desaparezcan todas las impurezas.
1:28— Esta limpieza dental es un gran dhāuti y para los yoghis es un
procedimiento muy importante en la práctica del yoga. Debe realizarse
diariamente, cada mañana, para mantener los dientes sanos. Los yoghis lo
aprueban para la purificación.

1:29— Jihvādhāuti (jihvāśodhana). Te diré ahora el método para limpiar la


lengua, cuyo alargamiento anula la vejez, la muerte y la enfermedad.

1:30— Juntar los dedos medio índice y anular e introducirlos en la


garganta. Frotar bien la raíz de la lengua y volver a limpiar, extrayendo las
mucosidades;

1:31— A continuación, lavar la lengua y frotarla con mantequilla y leche


una y otra vez. Apretarla y tirar de ella repetidamente, como si se ordeñara.
Finalmente, sujetando la punta de la lengua con un instrumento de acero,
tirar de ella con suavidad.

1:32— Esta práctica debe efectuarse con esmero todos los días a la salida
y puesta del sol. De esta forma se consigue el alargamiento de la lengua.

1:33— Karmadhāuti: limpiar los orificios de los oídos con los dedos índice
y anular. La práctica diaria regular conduce a la percepción de sonidos
sutiles (nāda).

1:34— Kapālarandhradhāuti: frotar la depresión de la frente junto al puente


de la nariz con el pulgar de la mano derecha. Con esta práctica se curan
las enfermedades ocasionadas por desórdenes de los humores flemáticos
(doṣas).

1:35— Los nāḍīs se purifican y se obtiene la clarividencia, o visión divina


(divyadṛśi). Debe practicarse diariamente al despertar, después de cada
comida y al anochecer.

1:36— Hṛddhāuti es de tres tipos: 1) daṇḍadhāuti (limpieza con un tallo); 2)


vamanadhāuti (limpieza con agua); 3) vastradhāuti (limpieza con una tira
de tela).

1:37— Daṇḍadhāuti: tomar un tallo de plátano, cúrcuma, llantén o caña e


introducirlo lentamente en el esófago, sacándolo después con cuidado.

1:38— Con esta práctica se eliminan todas las flemas (kapha), bilis (pitta)
y otras impurezas de la boca y el pecho. Mediante daṇḍadhāuti se curan
todas las enfermedades del pecho.

1:39— Vamanadhāuti: después de las comidas se debe beber agua hasta


llenar el estómago. A continuación, se debe mantener la mirada un tiempo
hacia arriba. Finalmente, se procede a vomitar. Ejecutado diariamente, se
curan los desórdenes ocasionados por flema (kapha) y bilis (pitta).

1:40— Vastradhāuti: tragar lentamente una tela delgada de cuatro dedos


de ancho y extraerla después. Esto es vastradhāuti.

1:41— Con esta técnica se elimina la fiebre y se curan enfermedades


abdominales (gulma), dilatación del bazo, lepra, enfermedades de la piel,
así como los desórdenes producidos por flema (kapha) y bilis (pitta). Así,
día a día, el practicante incrementa su salud, fuerza y ánimo.

1:42— Mūlaśodhana: apāna no fluye correctamente mientras no se limpie


el recto de forma adecuada. Por tanto, debe efectuarse cuidadosamente la
purificación del intestino grueso.

1:43— El recto se limpia repetidas veces con agua, utilizando el dedo


medio o un tallo de cúrcuma (haridra).

1:44— Esto elimina el estreñimiento, la indigestión y la dispepsia, aumenta


la belleza y el vigor corporal y vivifica la esfera del fuego (jugo gástrico).

Segundo kriyā: basti.

1:45—Basti es de dos tipos: 1) jalabasti; (enema con agua): se realiza


metido en el agua; 2) sūkṣmabasti. (Enema seco): se realiza en seco.

1:46— Se denomina jalabasti a la siguiente práctica: sumergido en agua


hasta la altura del ombligo. Se adopta la postura de la silla (Utkaṭāsana).
Se contrae y relaja el esfínter anal.

1:47— Con este procedimiento se curan desórdenes urinarios (prameha),


problemas digestivos (udāvarta) y problemas relacionados con los distintos
prāṇá (krūravāyu). El cuerpo se libera de toda enfermedad y se vuelve
hermoso como un dios.

1:48— Sūkṣmabasti (sthalabasti): adoptar la postura de la pinza


(Paścimottānāsana). Mover lentamente hacia abajo los intestinos. Contraer
y relajar el esfínter anal mediante aśvinīmudrā.

1:49— Con esta práctica se previene el estreñimiento, se aumenta el fuego


gástrico y se cura la flatulencia.

Tercer kriyā: netī.

1:50— Netīkriyā: introducir un hilo delgado de medio codo de largo (22 a


28 cm.) por un orificio nasal. Empujarlo hasta que asome dentro de la boca
por el interior.
Agarrarlo con la mano y tirar de él sacándolo por la boca.

1:51— Con la práctica de netīkriyā se facilita Khecarīmudrā, se curan los


desórdenes debidos a la flema (kapha) y aumenta la visión interior.

Cuarto kriyā: laukikī.

1:52— Mover con energía los intestinos y el estómago de un lado a otro.


Esto es Laukikī Yoga. Elimina todas las enfermedades y aumenta el fuego
gástrico.

Quinto kriyā: Trāṭakam.

1:53— Mirar fijamente, sin parpadear, cualquier objeto pequeño hasta que
empiecen a fluir las lágrimas. Esto se llama Trāṭakam, según los sabios.

1:54— Al practicar este yoga, se obtiene la Śāmbhavīmudrā, se eliminan


todas las enfermedades oculares y surge la clarividencia.

Sexto kriyā: kapālabhātī.

1:55— Kapālabhātī elimina los desórdenes producidos por la flema (kapha)


y es de tres tipos:
Vāmakrama (método por la izquierda);
Vyūtkrama (método inverso);
Śītkrama (método del sonido).

1:56— Vāmakrama: se inspira suavemente por el orificio izquierdo de la


nariz y se espira por el derecho. A continuación, se inspira por el derecho
y se espira por el izquierdo.
1:57— Esta práctica debe efectuarse sin esfuerzo. Con ella se eliminan los
desórdenes producidos por la flema (kapha).

1:58— Vyūtkrama: absorber agua por ambas fosas nasales y echarla


lentamente por la boca. Con vyūtkrama se eliminan los desórdenes
producidos por la flema (kapha).

1:59— Śītkrama: absorber agua por la boca y echarla lentamente por las
dos fosas nasales. Con esta práctica, el yogui se vuelve hermoso como el
dios Kāma.

1:60— La vejez no llega y la degeneración no le alcanza. El cuerpo se


vuelve sano y flexible. Los desórdenes debidos a la flema son eliminados.
Capítulo segundo: Los ĀSANAS.
Descripción de 32 posturas.

Los Āsanas

2:1— Existen ocho millones cuatrocientas mil āsanas descritas por Śiva.
Hay tantas āsanas como especies de criaturas vivas en el universo.

2:2— De todas ellas, ochenta y cuatro son las mejores y entre éstas, treinta
y dos se consideran útiles para la gente corriente.

2:3-6— Las treinta y dos āsanas que proporcionan la perfección en este


mundo material son las siguientes:
1. siddhāsana (postura perfecta;
2. padmāsana (postura del loto);
3. bhadrāsana (postura del bienestar);
4. muktāsana (postura liberadora);
5. vajrāsana (postura del rayo);
6. svastīkāsana (postura afortunada);
7. siṃhāsana (postura del león);
8. gomukhāsana (postura de cabeza de vaca);
9. vīrāsana (postura heroica);
10. dhanurāsana (postura del arco);
11. mṛitāsana (postura del muerto);
12. guptāsana (postura oculta);
13. matsyāsana (postura del pez);
14. matsyendrāsana (postura de Matsyendra);
15. paścimottānāsana (postura de extensión posterior);
16. gorakṣāsana (postura de Gorakṣa);
17. utkaṭāsana (postura elevada);
18. sankatāsana (postura peligrosa);
19. māyūrāsana (postura del pavo real);
20. kukkuṭāsana (postura del gallo);
21. Kūrmāsana (postura de la tortuga);
22. uttānakūrmāsana (postura de la tortuga en extensión);
23. maṇḍukāsana (postura de la rana);
24. uttānamaṇḍukāsana (postura de la rana en extensión);
25. vṛkṣāsana (postura del árbol);
26. garuḍāsana (postura del águila);
27. vṛṣāsana (postura del toro);
28. śalabhāsana (postura del saltamontes);
29. makarāsana (postura del cocodrilo);
30. uṣṭrāsana (postura del camello);
31. bhujaṅgāsana (postura de la cobra);
32. yogāsana (postura de yoga).

2:7— Siddhāsana: el practicante que ha dominado sus pasiones debe:


Colocar el talón (izquierdo) en contacto con el ano y el otro sobre los
genitales. Mantener la barbilla contra el pecho. Permanecer inmóvil y
erguido. Dirigir la mirada al entrecejo.
Esta postura conduce a la liberación.

2:8— Padmāsana: colocar el pie derecho sobre el muslo izquierdo. Y de


forma análoga, el pie izquierdo sobre el muslo derecho. Cruzar los brazos
por la espalda.
Sujetar con las manos los dedos gordos de los pies. Poner la barbilla contra
el pecho. Fijar la mirada en la punta de la nariz.
Esta postura cura todas las enfermedades.

2:9-10— Bhadrāsana: colocar los talones cruzados debajo de los órganos


sexuales.
Cruzar los brazos por la espalda. Sujetar con las manos los dedos gordos
de los pies. Adoptar Jālandharabandhaa. Fijar la mirada en la punta de la
nariz.
Esta postura cura todas las enfermedades.

2:11— Muktāsana: colocar el talón izquierdo en la base de los genitales.


Colocar el derecho encima de los genitales. Mantener espalda, cuello y
cabeza alineados.
Esta postura proporciona siddhis.

2:12— Vajrāsana: juntar los muslos, apretados como un diamante. Colocar


las piernas debajo del ano (sentarse encima de los pies, con los talones
separados).
Esta postura proporciona siddhis.

2:13— Svastīkāsana: colocar cada pie entre la pantorrilla y el muslo (de la


pierna contraria) Mantener el cuerpo erguido en esta cómoda posición.

2:14-15— Siṃhāsana: colocar los talones cruzados y vueltos hacia arriba


bajo los órganos sexuales. Poner las rodillas sobre el suelo y las manos
apoyadas en las rodillas. Abrir la boca y efectuar Jālandharabandhaa. Fijar
la mirada en la punta de la nariz.
Esta postura proporciona y destruye todas las enfermedades.

2:16— Gomukhāsana: colocar los pies en el suelo con los talones cruzados
bajo las nalgas. El cuerpo debe mantenerse firme, con la cara levantada y
la boca saliente.
Permanecer sentado tranquilamente.
Esta postura recuerda el hocico de una vaca.

2:17— Vīrāsana: colocar un pie sobre el muslo (opuesto) .Girar hacia atrás
el (otro) pie.

2:18— Dhanurāsana: extender las piernas en el suelo, rectas como un


palo. Sujetar los dos pies con las manos, de tal forma que se doble el
cuerpo como un arco.

2:19— Mṛitāsana: permanecer echado de espaldas en el suelo,


completamente extendido, se denomina postura del cadáver. Esta postura
elimina la fatiga física y calma la agitación mental.

2:20— Guptāsana: ocultar los pies bajo los muslos y las rodillas. Colocar
las nalgas sobre los pies.

2:21— Matsyāsana: adoptar la postura del loto (sin cruzar los brazos por la
espalda).
Permanecer tendido sobre la espalda. Sujetar la cabeza entre los codos.

2:22-23— Matsyendrāsana: mantener relajada la región abdominal y la


espalda.
Doblar la pierna izquierda y colocarla sobre el muslo derecho; después
colocar en éste el codo derecho y la cara en la palma de la mano derecha.
Fijar la vista en el entrecejo. Esta postura se denomina matsyendra.

2:24— Paścimottānāsana: extender las piernas sobre el suelo, rectas como


un palo, sin que se toquen los talones. Colocar la frente sobre las rodillas.
Sujetar los dedos de los pies con las manos.

2:25-26— Gorakṣāsana: colocar los pies vueltos hacia arriba, entre las
rodillas y los muslos. Colocar las manos abiertas ocultando
cuidadosamente los talones. Contraer la garganta y fijar la mirada en la
punta de la nariz.
Esta postura proporciona el triunfo a los yoghis.
2:27— Utkaṭāsana: permanecer de puntillas, con los talones levantados del
suelo.
Colocar las nalgas sobre los talones

2:28— Sankaṭāsana: apoyar pie y pierna izquierdos sobre el suelo. Rodear


la pierna izquierda con la derecha. Colocar las manos sobre las rodillas.

2:29-30— Māyūrāsana: colocar las palmas de las manos en el suelo.


Apoyar el abdomen sobre los codos. Levantarse sobre las manos con las
piernas en el aire, cruzadas en loto.
Esta postura estimula la digestión y elimina las enfermedades
abdominales.

2:31— Kukkuṭāsana: sentarse en el suelo con las piernas cruzadas en loto.


Apoyar las manos en el suelo introduciendo los brazos entre los muslos y
las pantorrillas.
Levantarse en equilibrio sobre las manos, soportando el peso del cuerpo
con los codos.

2:32— Kūrmāsana: cruzar los talones debajo de los órganos sexuales.


Mantener alineadas la espalda, cabeza y cuello.

2:33— Uttānakūrmāsana: adoptar kukkuṭāsana (postura del gallo). Sujetar


el cuello con las manos. Erguirse, estirándose como una tortuga.

2:34— Maṇḍukāsana: poner los pies hacia atrás. Dedos de los pies
tocándose.
Rodillas hacia delante (bien separadas).

2:35— Uttānamaṇḍukāsana: colocarse en maṇḍukāsana (postura de la


rana).
Sostener la cabeza con los codos.
Estirar el cuerpo como una rana.

2:36— Vṛkṣāsana: mantenerse de pie sobre la pierna izquierda. Colocar el


pie derecho sobre el muslo izquierdo. Permanecer derecho como un árbol
plantado en el suelo

2:37— Garuḍāsana: presionar los muslos contra el suelo. Mantener el


cuerpo firme con las manos sobre las rodillas.
2:38— Vṛṣāsana: colocar el ano sobre el talón derecho. Cruzar la pierna
izquierda sobre la derecha. Colocar el pie izquierdo al lado de la pierna
derecha.

2:39— Śalabhāsana: ponerse boca abajo en el suelo. Colocar las palmas


de las manos en el suelo, a la altura del pecho. Levantar las piernas la
altura de un codo (23 cm).

2:40— Makarāsana: ponerse boca abajo con el pecho en contacto con el


suelo.
Extender y separar (ampliamente) las piernas. Sujetar la cabeza con los
brazos.
Esta postura aumenta el calor corporal.

2:41— Uṣṭrāsana: ponerse boca abajo en el suelo. Doblar las piernas hacia
atrás.
Agarrar los pies con las manos. Contraer fuertemente los músculos
abdominales y la boca.

2:42-43— Bhujaṅgāsana: colocar la mitad del cuerpo, desde el ombligo


hasta los pies, sobre el suelo. Apoyar las palmas de las manos en el suelo.
Levantar la cabeza y la parte superior del cuerpo, como una serpiente.
Esta postura aumenta el calor corporal y elimina todas las enfermedades.
Con su práctica se despierta Kūṇḍālinī.

2:44-45— Yogāsana: girar los pies hacia arriba y colocarlos (cruzados)


sobre las rodillas. Poner las manos sobre el suelo, con palmas hacia arriba.
Fijar la mirada en la punta de la nariz.
Capítulo tercero: MUDRĀS.
Descripción de mudrās y bandhas.

3:1-3— Gheraṇḍa dijo: hay veinticinco mudrās. Su práctica proporciona el


triunfo al yogui. Son los siguientes:
1. mahāmudrā (gran sello);
2. nabhomudrā (sello etérico);
3. uḍḍiyānabandha (contracción flotante);
4. jālandharabandha (contracción de la garganta);
5. mūlabandha (contracción raíz);
6. mahābandha (gran contracción);
7. mahāvedha (gran penetrador);
8. khecarīmudrā (sello de la lengua);
9. viparītakaraṇīmudrā (sello de la acción inversa);
10. yonimudrā (sello del perineo);
11. vajroṇīmudrā (sello vajroṇī);
12. śakticālanāmudrā (sello agitador de la energía);
13. taḍāgimudrā (sello del tanque);
14. māndukimudrā (sello de la rana);
15. śāmbhavīmudrā (sello de Śiva);
16. pañcadhāraṇās (cinco dhāraṇās o concentraciones)
1) pārthivīdhāraṇā (tierra, mūlādhāracakra),
2) āmbhasīdhāraṇā (agua, svādhiṣṭhānacakra),
3) āgneyīdhāraṇā (fuego, maṇipūracakra);
4) vāyavīdhāraṇā (aire, anāhatacakra);
5) ākāśīdhāraṇā (espacio, viśuddhacakra)];
17. aśvinīmudrā (sello del caballo);
18. pāśinīmudrā (sello del pájaro);
19. kākīmudrā (sello del cuervo);
20. mātanginīmudrā (sello del elefante);
21. bhujanginīmudrā (sello de la serpiente).

3:4-5— (Gheraṇḍa dijo:) Māheśvarā (Śiva), dirigiéndose a su esposa


(Pārvatī), recitó las ventajas de los mudrās como sigue:
¡Oh Devī!, todos estos mudrās cuyo conocimiento conduce a
quien los practica a la obtención de siddhis, deben
mantenerse en gran secreto. No se han de enseñar
alegremente a cualquiera. ¡Este conocimiento que no es fácil
de obtener ni siquiera por los dioses mismos, proporciona
felicidad al yogui!
3:6-7— Mahāmudrā: presionar con firmeza el talón izquierdo contra el ano.
Extender la pierna derecha y sujetar el dedo gordo del pie con las manos.
Contraer la garganta. Fijar la mirada en el entrecejo.

3:8— Esta técnica cura todas las enfermedades (abdominales) y, en


especial, la tisis, el estreñimiento, la inflamación del bazo, la indigestión y
la fiebre.

3:9— Nabhomudrā: en cualquier actividad y en cualquier sitio, el yogui


puede practicar nabhomudrā. Se lleva la lengua hacia arriba (hacia el velo
del paladar). Se suspende la respiración con los pulmones llenos.

3:10— Uḍḍiyānabandha: contraer el abdomen tanto por encima como por


debajo del ombligo. Empujarlo hacia detrás, de manera que los órganos
abdominales se aplasten contra la columna vertebral.
Quien practique este vuelo (uḍḍiyāna) continuamente, vencerá la muerte.
Gracias a esta técnica, el “gran pájaro” (haṃsa), la fuerza vital (prāṇá), es
forzada insistentemente a “volar hacia arriba” (uḍḍīna), es decir, a ascender
a lo largo del canal central (Suṣumṇānāḍī).

3:11—Entre todos los bandhas, éste es el mejor. Con su práctica completa


se facilita la liberación.

3:12— Jālandharabandha: contraer la garganta y colocar la barbilla contra


el pecho.
Jālandharabandha cierra los dieciséis ādhāras.
Practicado junto con mahāmudrā, destruye la muerte.

3:13— Sus efectos han sido muy comprobados y proporciona excelentes


resultados.
Quien lo practique durante seis meses, ciertamente logrará su objetivo.

3:14— Mūlabandha: presionar el perineo con el talón del pie izquierdo.


Contraer el esfínter anal.

3:15— Colocar el talón derecho sobre los genitales. Presionar contra el


pubis.
Contraer la región abdominal hacia la columna vertebral.
Este mūlabandha elimina la decadencia.

3:16— Quien desee cruzar el océano de la existencia debe practicar este


mudrā en secreto.

3:17— Con mūlabandha se controla vāyu. Debe practicarse cuidadosa y


diligentemente.

3:18— Mahābandha: presionar el orificio anal con el talón izquierdo.


Presionar suavemente este talón con el talón derecho. Lentamente y con
cuidado contraer los músculos del recto

3:19— Al mismo tiempo, contraer los músculos del yoni (perineo). Retener
la respiración (con los pulmones llenos) en jālandharabandha. Estas tres
contracciones juntas (ano, perineo y garganta) constituyen mahābandha.

3:20— Mahābandha es el mayor de los bandhas. Destruye la decadencia


y la muerte. Gracias a su práctica, se realizan todos los deseos.

3:21-22— Mahāvedha: igual que la belleza, juventud y encanto de una


mujer son inútiles sin un hombre (que la admire), así son mūlabandha y
mahābandha sin mahāvedha. Sentarse en mahābandha y retener el aliento
con udānakumbhaka (retención del aliento con los pulmones vacíos junto
con uḍḍiyānabandha). Esto es mahāvedha, el que da el éxito a los yoghis.

3:23-24— Quien practique diariamente mūlabandha y mahābandha con


mahāvedha es el mejor de los yoghis. Para él no existe el miedo a la
muerte. La decadencia no le alcanza. Los yoghis deben mantenerlo en
secreto.

3:25— Khecarīmudrā: cortar el tendón inferior de la lengua y mantenerla


continuamente en movimiento. Frotarla con mantequilla fresca. Tirar de ella
(para alargarla) con un instrumento de acero.

3:26— Con la práctica continua se consigue alargar la lengua. Se logra


khecarīmudrā cuando la punta de la lengua puede tocar el entrecejo.

3:27— A continuación, cuando se ha alargado suficientemente la lengua:


Llevar la lengua hacia arriba y hacia atrás para tocar el paladar. Con la
práctica, se alcanzan las cavidades nasales que comunican con el interior
de la boca. Cerrar estos orificios con la lengua (deteniendo la respiración).
Fijar la mirada en el entrecejo.

3:28— Con esta práctica desaparecen debilidad, hambre, sed y pereza. No


surgen enfermedades, decadencia o muerte.
El cuerpo se vuelve divino.

3:29— El cuerpo no puede ser quemado por el fuego, secado por el aire o
mojado por el agua. El cuerpo no puede ser mordido por las serpientes.

3:30— El cuerpo se vuelve hermoso. El samādhi se alcanza fácilmente. Al


tocar los orificios nasales internos con la lengua, se experimentan diversos
sabores.

3:31-32— Se experimentan nuevas sensaciones a medida que fluye


abundante néctar o ambrosía. Se aprecian sucesivamente sabores:
salados, alcalinos, amargos, astringentes, mantequilla, ghee, leche,
cuajada, suero, miel y jugo de palmera. Finalmente, se manifiesta el sabor
del néctar.

3:33-35— Viparītakaraṇīmudrā: el sol (plexo solar) se localiza debajo del


ombligo. La luna se localiza en la base del paladar. El proceso mediante el
cual el sol asciende y la luna desciende, se llama vipa. Es un mudrā secreto
en todos los tantras. Se coloca la cabeza en el suelo con las manos
extendidas. Se levantan las piernas y se mantiene la postura con firmeza.

3:36— Con su práctica constante desaparecen la muerte y la decadencia.


El yogui logra siddhis y no es destruido ni siquiera en pralaya (disolución
del universo al término de un periodo cósmico)

3:37-42— Yonimudrā: sentarse en siddhāsana. Tapar los oídos con los


pulgares, los ojos con los índices, las fosas nasales con los medios, el labio
superior con los anulares y el inferior con los meñiques. Inhalar prāṇávāyu
mediante kākīmudrā y unirlo a apānavāyu. Visualizar los seis chakras en
orden (ascendente) hasta que despierte Kūṇḍālinī. Repetir los mantras
hum y haṃsa. Llevar a śakti junto al jīva, en el sahasrāra cakra. Lleno de
śakti, unida con el gran Śiva, meditar en el supremo gozo. Contemplar la
unión de Śiva y Śakti en este mundo. Completamente extasiado, el yogui
comprende que él es Brahmā. Esta práctica es un gran secreto, difícil de
realizar incluso para los dēva. Quien perfecciona esta práctica entra
realmente en samādhi.

3:43-44— Con esta práctica, el yogui no resulta afectado por las acciones
(más reprobables), como las de matar a un Brahmā o a un feto, beber
alcohol o contaminar el lecho del gurú. Todos los pecados, tanto los más
graves como los más leves, quedan completamente destruidos gracias a
esta práctica. Por tanto, quien aspire a la liberación deberá efectuar esta
práctica.

3:45— Vajroṇīmudrā: apoyar las dos manos en el suelo. Levantar las dos
piernas rectas. La cabeza no debe estar en contacto con el suelo. Esta
técnica despierta Kūṇḍālinī y da longevidad.

3:46-48— Esta práctica es la cumbre de las prácticas del yoga. Facilita la


iluminación y perfecciona al yogui. Con ella se logra bindusiddhi (control
sobre el semen) y, entonces, se puede lograr cualquier cosa. Aunque se
halle sumergido en una vida de placeres, el yogui alcanza la perfección con
esta práctica.
3:49— Śakticālana: la gran diosa Kūṇḍālinī, la energía del yo, la ātmaśakti,
duerme en mūlādhāracakra. Tiene la forma de una serpiente enroscada
con tres vueltas y media.

3:50— Mientras permanezca dormida en el cuerpo, el jīva es solo un


animal, y no se produce el auténtico conocimiento, aunque practique
durante diez millones de años.

3:51— Igual que una puerta se abre con una llave, la puerta de Brahmā se
abre despertando Kūṇḍālinī mediante el Haṭha Yoga.

3:52— Ponerse una pieza de tela en la zona de los riñones y sentarse en


un lugar oculto, no desnudo, en una habitación exterior, para practicar
śakticālana.

3:53— La pieza de tela medirá un codo de largo (22,86 cm) por cuatro
dedos (7,62 cm) de ancho. Deberá ser suave, blanca y de un tejido de
calidad. Se mantendrá colocada firmemente en su sitio sujetándola con el
katisūtra (una cinta que se ata a las caderas).

3:54-55— Frotar el cuerpo con cenizas. Sentarse en siddhāsana. Inhalar


prāṇávāyu por ambas fosas nasales y unirlo firmemente con apāna.
Contraer el recto con cuidado mediante aśvinīmudrā hasta que el vāyu
penetre en suṣumṇā y manifieste claramente su presencia.

3:56— Reteniendo la respiración mediante kumbhaka, la serpiente


Kūṇḍālinī se siente ahogada, se despierta y se levanta hacia
Brahmārandhra.

3:57— Yonimudrā no se completa ni se perfecciona sin śakticālana.


Primero se practicará śakticālana y después se aprenderá yonimudrā.
3:58— ¡Oh, Chaṇḍa Kāpāli!, así es śakticālana. Practica diariamente y con
esmero.

3:59— Este mudrā debe mantenerse en secreto, pues elimina la


decadencia y la muerte. Por tanto, el yogui que desee la perfección deberá
practicarlo.

3:60— El yogui que lo practique diariamente llegará a ser un siddha,


alcanzará el vigrahasiddhi y curará todas sus enfermedades.

3:61— Taḍāgimudrā: adoptar la postura de paścimottānāsana. Ahuecar el


abdomen, como si fuera un tanque. Este es el taḍāgi mudrā (mudrā del
tanque) que detiene el envejecimiento y la muerte.

3:62— Māndukimudrā: mantener la boca cerrada. Girar la punta de la


lengua arriba y atrás, contra el paladar (como en un salto de rana).
Saborear lentamente el néctar sagrado (amṛta).

3:63— El cuerpo no enferma ni envejece. Se mantiene la juventud y el


cabello nunca encanece.

3:64— Śāmbhavī. Se debe fijar la mirada en el entrecejo y concentrarse


en el sí mismo esencial.

3:65— Los vēdas, los śāstras y los purāṇas son como mujeres públicas.
Sin embargo, esta práctica debe mantenerse guardada como una dama
respetable.

3:66— Sin duda, quien domine esta técnica será similar a Ādinātha (Śiva),
Nārāyaṇa
(Viṣṇu) y Brahmā.

3:67— Māheśvarā ha dicho: “realmente, quien conoce śāmbhavī es


Brahmā”.

3:68— Pañcadhāraṇā: una vez explicado śāmbhavī, escucha ahora los


cinco dhāraṇās. Con ellos se puede lograr cualquier cosa en este mundo.

3:69— Con su dominio se puede visitar el cielo (svargaloka) a voluntad, se


puede viajar a la velocidad del pensamiento y se puede caminar por el aire.
3:70— Pārthivīdhāraṇā: este tattva es de color amarillo verdoso, su
bījamantra es laṃ, su forma es cuadrada y Brahmā es su deidad.
Concentrar la mente y prāṇávāyu en el elemento tierra mediante
kumbhaka, durante un periodo de cinco ghaṭikās (dos horas y media).
También se denomina adhodhāraṇā. Con su práctica se conquista este
elemento y ninguno de sus constituyentes podrá ya causar daño.
Proporciona firmeza.

3:71— Quien practique esta concentración conquistará la muerte y se


convertirá en un siddha.

3:72— Āmbhasīdhāraṇā: este tattva es de color blanco, como la flor kūṇḍa


(jazmín), como una concha marina o como la luna; su bījamantra es vaṃ,
su forma es circular, como la de la luna, y Viṣṇú es su deidad. Concentrar
la mente y prāṇávāyu en el elemento agua mediante kumbhaka, durante
un periodo de cinco ghaṭikās (dos horas y media). Esta técnica de
concentración elimina todo dolor. Con ella, el agua no puede causar daño
alguno.

3:73-74— La muerte por ahogamiento no alcanza a quien practica esta


técnica, ni aún en las aguas más profundas. Debe mantenerse en gran
secreto, pues su revelación anula sus efectos.

3:75— Āgneyīdhāraṇā: este tattva es de color rojo, como el del insecto


indragōp y se halla situado en la región abdominal; su bījamantra es Raṁ,
su forma es triangular, y Rudra (Śiva) es su deidad. Brilla como un sol y
confiere siddhis. Concentrar la mente y prāṇávāyu en el elemento fuego
mediante kumbhaka, durante un periodo de cinco ghaṭikās (dos horas y
media). Esta técnica de concentración elimina el temor a la muerte
dolorosa. Con ella, el fuego no puede causar daño alguno.

3:76— La muerte por el fuego no alcanza al yogui que practica esta técnica.

3:77— Vāyavīdhāraṇā: este tattva es de color negro, como el ungüento


para los ojos; su bījamantra es yaṃ, e Īśvara es su deidad. Este tattva está
lleno de sattva. Concentrar la mente y prāṇávāyu en el elemento aire
mediante kumbhaka, durante un periodo de cinco ghaṭikās (dos horas y
media). Con esta técnica, el practicante puede caminar por el aire.

3:78-79— El dominio de esta técnica elimina la decadencia y la muerte y


permite desplazarse por el aire. El aire no mata a quien lo domina. No debe
revelarse a los malvados o a los incrédulos, pues se anularían sus efectos.
3:80— Ākāśīdhāraṇā: este tattva es de color del agua pura de mar; su
bījamantra es Haṃ, su forma es triangular, y Sadāśiva (Śiva) es su deidad.
Brilla como un sol y confiere siddhis. Concentrar la mente y prāṇávāyu en
el elemento éter mediante kumbhaka, durante un periodo de cinco ghaṭikās
(dos horas y media). Esta técnica de concentración abre la puerta de la
liberación.

3:81— Esta técnica es conocida solo por el yogui auténtico. La muerte no


le alcanza ni perece en el pralaya.
3:82— Aśvinī: contraer y dilatar repetidas veces el esfínter anal. Esta
práctica despierta Kūṇḍālinī.

3:83— Esta técnica elimina las enfermedades del recto, fortalece el cuerpo
y evita la muerte prematura.

3:84— Pāśinī: colocar las dos piernas en la espalda, detrás del cuello y
mantenerlas firmes como un pāśa (lazo para cazar pájaros). Esta práctica
despierta Kūṇḍālinī.

3:85— Esta técnica fortalece y aumenta la energía del cuerpo. Debe


practicarse con cuidado.

3:86— Kākīmudrā: contraer los labios como el pico de un cuervo e inspirar


lentamente. Este es el mudrā del cuervo (kākī), que elimina todas las
enfermedades.

3:87— Kākīmudrā es un gran mudrā mantenido en secreto en todos los


tantras. Con esta práctica se evita toda enfermedad, como un cuervo.

3:88-89— Mātanginī: de pie y sumergido con el agua hasta el cuello,


absorber agua a través de las fosas nasales y arrojarla por la boca; a
continuación, aspirar agua por la boca y echarla por la nariz (como un
elefante). Repitiendo esta técnica una y otra vez se anula la decadencia y
la muerte.

3:90-91— Esta técnica debe ejercitarse en un lugar solitario. Su práctica


confiere la fuerza de un elefante y proporciona gran placer al yogui. Debe
ejercitarse con gran cuidado.

3:92— Bhujanginī: estirar un poco el cuello hacia delante y tragar aire a


través del esófago. Este mudrā de la serpiente anula la decadencia y la
muerte.

3:93— Esta técnica elimina rápidamente todas las enfermedades


intestinales, especialmente la indigestión y la dispepsia.

Beneficios de los mudrās

3:94— ¡Oh, Chaṇḍa Kāpāli!, así te he mostrado los mudrās, perseguidos


por todos los siddhas y que anulan la decadencia y la muerte.

3:95— No deben enseñarse indiscriminadamente ni debe revelarse a los


malvados o a los incrédulos. Debe conservarse cuidadosamente en
secreto, aunque resulta difícil, incluso para los dēvas.

3:96— Estas técnicas que proporcionan felicidad y liberación deben


enseñarse a personas inocentes, calmadas y de mente tranquila, devotas
de su gurú y que provengan de buena familia.

3:97— Su práctica diaria elimina todas las enfermedades y aumenta el


fuego gástrico.

3:98— Al practicante no le alcanzan ni la muerte ni la decadencia; el agua,


el aire y el fuego no le afectan.

3:99— Con su práctica se eliminan la tos, el asma, la inflamación del bazo,


la lepra y todo tipo de enfermedades.

3:100— ¡Oh, Chaṇḍa!, no hay nada mejor para lograr siddhis.


Capítulo cuarto: PRATYĀHĀRA.
Descripción de la técnica de recogimiento interior.

4:1— A continuación, te mostraré la mejor técnica: pratyāhāra. Con su


conocimiento, se dominan todas las pasiones.

4:2— Debe controlarse citta, sometiéndola una y otra vez siempre que se
distraiga atraída por los objetos externos.

4:3— Hay que apartar la mente del elogio y la censura, de las buenas y las
malas palabras, y poner a citta bajo el control absoluto del sí-mismo.

4:4— Hay que apartar citta de los buenos y los malos olores, y de cualquier
olor que pueda distraer o atraer a la mente, poniéndola así bajo el control
del sí-mismo.

4:5— Hay que apartar citta de los sabores dulces o agrios, de los amargos
o salados, y de cualquier sabor que pueda atraer a la mente, poniéndola
así bajo el control del sí-mismo.
Capítulo quinto: PRĀṆĀYĀMA.
Descripción de ocho técnicas de respiración y
consideraciones estacionales, dietéticas y de purificación
de los nāḍīs.

5:1— Gheraṇḍa dijo: ahora voy a exponer las reglas para el prāṇāyāma. El
hombre se vuelve como un dios con su práctica.

5:2— Para practicar prāṇāyāma son necesarias cuatro cosas: lugar


adecuado, tiempo (meteorológico) favorable, alimentación moderada y
purificación de los nāḍīs.

Lugar

5:3— No se debe practicar en una zona alejada (del hogar), ni en un


bosque, ni en medio de una ciudad o de una multitud. En caso contrario,
no se logra el éxito

5:4— En un país distante se pierde la fe (porque es posible que allí no se


conozca el yoga). En un bosque se está indefenso.
En medio de una aglomeración se está expuesto a la curiosidad general.
Por tanto, hay que evitar estos lugares.

5:5— Debe construirse una cabaña pequeña protegida por muros a su


alrededor en un buen país, con un gobernante justo, donde se consiga la
comida con facilidad y no haya disturbios.

5:6— En medio del recinto se perforará un pozo y se cavará una cisterna


(la cabaña dispondrá de sistemas de suministro de agua potable y recogida
y tratamiento de aguas residuales). El sitio no será ni muy elevado ni muy
bajo, permaneciendo libre de insectos.

5:7— Debe recubrirse completamente con estiércol de vaca (recubrimiento


aislante, insonorización). En este lugar, construido de esta forma en un
lugar apartado, se practicará prāṇāyāma.

Tiempo

5:8— La práctica del yoga no debe iniciarse en invierno (hemanta), ni con


frío (śiśirā), ni con calor (grīṣma), ni en época de lluvias (varṣā), pues se
pueden contraer enfermedades.

5:9— Se debe comenzar la práctica en primavera (vasanta) o en otoño


(śarat). De esta forma se alcanzará el éxito y no se verá afectado por
enfermedades.

5:10— Las seis estaciones se suceden durante todo el año, cada dos
meses, pero cada una se experimenta durante cuatro meses.

5:11— Las seis estaciones son:

Estación MESES

Vasanta (primavera) Chaitra y Marzo y abril


Vaiśākha
Grīṣma (verano) Jeshta y Āṣāḍha Mayo y junio
Varṣā (lluvias) Śrāvaṇa y Bhādra Julio y agosto
Śarat (otoño) Āśvina y Kārtika Septiembre y octubre
Hemanta (invierno) Agrahāyaṇa y Pauṣa Noviembre y
diciembre
Śiśirā (frío) Māgha y Enero y febrero
Phālguna
5:12-14— Las estaciones se suceden como sigue:

Comienza Finaliza Estación Período


Māgha Vaiśākha Vasantānubhava enero-abril
Chaitra Āṣāḍha Grīṣmānubhava marzo-junio
Āṣāḍha Āśvina Varṣānubhava junio-
septiembre
Bhādra Agrahāyaṇa Śaradānubhava agosto-
noviembre
Kārtika Māgha Hemantānubhava octubre-enero
Agrahāyaṇa Phālguna Śiśirānubhava noviembre-
febrero

5:15— La práctica debe iniciarse en primavera (vasanta) o en otoño (śarat),


y así se alcanzará el éxito sin problemas.

Dieta
5:16— Quien practique yoga sin moderación en la dieta contraerá distintas
enfermedades y no alcanzará el éxito.

5:17— El yogui debe comer arroz, cebada y trigo. Puede comer legumbres
(mudga, māṣa) y gramíneas. Todo debe ser limpio y puro.

5:18-19— Un yogui puede comer frutas y vegetales propios de la India


(pepino, patola; fruto del árbol del pan, mānakachu; bayas, kakkola; fruto
de la jojoba; nueces, bunduc; llantén, higos, plátano verde, tallo de llantén
y sus raíces, brinjal y frutos y raíces medicinales (riddhi).

5:20— Puede comer las cinco hojas de plantas adecuadas para los yoghis:
vegetales verdes y frescos, vegetales oscuros, hojas de patola
(vāstūkaśāka, hima-lochikāsāka).

5:21— Debe llenarse la mitad del estómago con alimentos puros, dulces y
refrescantes. Hay que beber con placer zumos dulces, dejando vacía la
otra mitad del estómago. A esto se denomina moderación en la dieta.

5:22— Medio estómago se llenará con comida, una cuarta parte con agua
y la cuarta parte restante deberán dejarse vacía para la práctica del
prāṇāyāma.

5:23— Al principio de la práctica se deben evitar los alimentos amargos,


ácidos, salados, picantes y tostados. No se tomará cuajada, mantequilla,
alcohol, vegetales pesados, frutos de la palma y frutos demasiado maduros
del árbol del pan.

5:24— Tampoco se tomarán ciertas legumbres (kulattha y masur), la fruta


pandu, calabazas y otras cucurbitáceas, tallos de vegetales, bayas,
kathabel, kaṇtabilva y palāśa.

5:25— Evitar también kadamba, jambira, bimba, lukucha, cebollas, lotos,


kāmaranga, piyāla, asafétida (hinga), śālmani y kemuka.

5:26-27— El principiante debe evitar los viajes frecuentes, la compañía de


las mujeres y el calentarse en el fuego. Tampoco es conveniente la
mantequilla fresca, el ghee, la leche, el azúcar y el azúcar de dátil.
Igualmente, el plátano maduro, la semilla de cacao, la granada, los dátiles,
la fruta lavanī, el āmlaki y todo lo que contenga jugos ácidos.

5:28— Durante la práctica del yoga se puede comer cardamomo, jaiphal,


clavo, afrodisíacos o estimulantes, pomarrosa, haritaki y dátiles de la
palmera.

5:29— Si lo desea, el yogui puede comer alimentos refrescantes y


agradables que mantengan los fluidos del cuerpo.

5:30— Se deben evitar los alimentos de digestión pesada, los que estén
en mal estado o rancio, los demasiado calientes o demasiado fríos y los
muy excitantes.

5:31— No es conveniente bañarse temprano (antes de la salida del sol),


ayunar o cualquier otra cosa que agreda al cuerpo. El yogui debe comer
varias veces al día y evitar no comer en absoluto o comer demasiado
frecuentemente.

5:32— Siguiendo estas indicaciones, se debe iniciar la práctica del


prāṇāyāma. Al principio hay que tomar diariamente un poco de leche y
ghee antes de comenzar los ejercicios de prāṇāyāma; se comerá dos veces
al día: una vez al mediodía y otra vez por la tarde.

Purificación de los nāḍīs

5:33— Sentarse de forma calmada y serena sobre un asiento de hierba


kuśa, piel de tigre o de antílope, sobre una manta o directamente sobre la
tierra, de cara al este o al norte. Después de purificar los nāḍīs, hay que
iniciar el prāṇāyāma.

5:34— Chaṇḍa Kāpāli dijo:


¡Océano de misericordia!,
¿Cómo se purifican los nāḍīs?,
¿Qué es la purificación de los nāḍīs?
Quiero aprender todo esto.

5:35— Gheraṇḍa dijo:


El vāyu no puede entrar en los nāḍīs mientras se hallen llenos de
impurezas.
¿Cómo puede entonces lograrse el prāṇāyāma?
¿Cómo puede haber conocimiento de los tattvas?
Por tanto, primero hay que purificar los nāḍīs y después practicar el
prāṇāyāma.
5:36— La purificación de los nāḍīs es de dos tipos: samanu y nirmanu.
Samanu se efectúa recitando el bījamantra.
Nirmanu se realiza practicando la limpieza física.

5:37— La limpieza física o dhāuti ya se ha enseñado; son los seis


Sādhanās.

A continuación, ¡oh Chaṇḍa!, escucha el proceso samanu para purificar los


nāḍīs.

5:38— Hay que sentarse en la posición padmāsana y efectuar el ritual de


adoración al gurú, según indique el Maestro, para purificar los nāḍīs y
obtener éxito en el prāṇāyāma.

5:39-40— Concentrado en el vāyubīja (yaṃ), lleno de energía y de color


humo, inspirar por la fosa nasal izquierda repitiendo mentalmente el bīja
dieciséis veces. Esto se denomina pūraka. A continuación, retener la
respiración contando sesenta y cuatro repeticiones del mantra. Esto es
kumbhaka. Expirar después lentamente el aire a través de la fosa nasal
derecha, mientras se contabilizan treinta y dos repeticiones del mantra.

5:41-42— La esencia del fuego (agnitattva) reside en la raíz del ombligo.


Hay que levantar el fuego de este sitio y unirlo a la esencia de la tierra
(Pṛthivītattva) para concentrarse profundamente en la luminosidad que se
origina. Repetir después el ágnibīja dieciséis veces, mientras se inspira por
la fosa nasal derecha; retener el aire mientras se repite el mantra sesenta
y cuatro veces y espirar después por la fosa nasal izquierda repitiendo el
mantra treinta y dos veces.

5:43-44— A continuación, se fija la mirada en la punta de la nariz,


contemplando allí el reflejo luminoso de la luna, mientras se inspira por la
fosa nasal izquierda, repitiendo dieciséis veces el bīja taṃ; seguidamente,
retener y repetir el bīja taṃ sesenta y cuatro veces, mientras se contempla
cómo el néctar que fluye de la luna hacia la punta de la nariz recorre todos
los nāḍīs purificándolos. Manteniendo esta contemplación, expirar
repitiendo treinta y dos veces el pṛthivībīja laṃ.

5:45— Mediante estos tres prāṇāyāmas se purifican los nāḍīs. Una vez
hecho esto, sentado firmemente, practicar el prāṇāyāma normal.
Prāṇāyāma

5:46— El kumbhaka puede ser de ocho tipos: sahita, sūryabheda, ujjāyī,


śītālī, bhastrikā, bhrāmarī, mūrcchā y kevala.

Sahita

5: 47— Sahitakumbhaka puede ser de dos clases: sagarbha y nirgarbha


(con sonido y sin sonido).
Sagarbha es el kumbhaka efectuado mientras se repite el bījamantra, y
Nirgarbha el que se hace sin esa repetición

5:48— Primero te diré el sagarbha. Sentado en la postura sukhāsana, de


frente al este o al norte, debe contemplarse Brahmā lleno de rajas, con un
color rojo como la sangre, bajo la forma de la letra sánscrita “a”.

5:49— El sabio practicante debe inspirar por Īḍā repitiendo la letra “a” (de
“Auṃ”, u “Ōṃ”) dieciséis veces. Justamente, al finalizar la inspiración y
antes de la retención, se debe adoptar uḍḍiyānabandha.

5:50— Retener el aire mientras se repite sesenta y cuatro veces la letra “u”
y se contempla a Hari, de color negro y cualidad sattva.

5:51— Espirar a continuación por Pińgalā, repitiendo makara (la letra


sánscrita “ṃ”) treinta y dos veces, contemplando ahora a Śiva de color
blanco y cualidad tamas.

5:52— Después, inspirar a través de pińgalā, retener con kumbhaka y


espirar a través de Īḍā, tal como se ha mostrado anteriormente, alternando
la respiración por ambas fosas nasales.

5:53— Practicar de este modo una y otra vez, alternando los orificios
nasales. Al completar la inspiración tapar ambas fosas nasales; la derecha
con el pulgar y la izquierda con el anular y el meñique, sin emplear en
ningún caso el índice ni el dedo medio. Las fosas nasales se mantendrán
tapadas mientras dure el kumbhaka.

5:54— El nirgarbha se realiza sin repetir el bījamantra. El período de


pūraka, kumbhaka y rechaka puede extenderse desde uno hasta cien
mātrās.
5:55— Lo mejor es veinte mātrās, es decir, un pūraka de 20 segundos, un
kumbhaka de 80 y un rechaka de 40. Dieciséis mātrās es el término medio,
es decir, 16—64—32. Doce mātrās es el más bajo, es decir, 12—48—24.
Así, el prāṇāyāma es de tres tipos.

5:56— Practicando el prāṇāyāma menos intenso durante cierto tiempo, el


cuerpo empieza a transpirar abundantemente.
Con el prāṇāyāma intermedio el cuerpo empieza a temblar, especialmente
a lo largo de la columna vertebral.
Con el prāṇāyāma más intenso, el cuerpo se eleva en el aire, es decir, se
logra levitar.
Estos signos reflejan el éxito en cada uno de los tres tipos de prāṇāyāma.

5:57— Mediante el prāṇāyāma se logra levitación (khecarīśakti), se curan


las enfermedades, se despierta śakti, se obtiene serenidad mental, se
potencian los poderes paranormales y se logra un estado de felicidad
mental. Realmente, el practicante de prāṇāyāma es feliz.

Sūryabheda

5:58-59— Inspirar con la máxima energía por pińgalā; retener


cuidadosamente con jālandharamudrā. Mantener kumbhaka hasta
que brote transpiración en la raíz de los cabellos y en las uñas.

5:60— Los vāyus son diez: prāṇá, apāna, samāna, udāna y vyāna;
nāga, kūrma, kṛkara, devadatta y dhanamjaya.

5:61-62—
 Prāṇá se mueve siempre en el corazón,
 Apāna en la esfera del ano,
 Samāna en la región del ombligo,
 Udāna en la garganta y
 Vyāna se encuentra por todo el cuerpo.
Estos son los cinco vāyus principales, pertenecen al cuerpo interior
y se denominan prāṇánāḍīs.
Los cinco vāyus nāganāḍīs pertenecen al cuerpo exterior.

5:63-64— A continuación, te mostraré el ámbito de éstos cinco


vāyus externos.
 Nāgavāyu realiza la función de eructar,
 kūrma abre los párpados,
 kṛkara produce los estornudos,
 devadatta los bostezos y
 dhanamjaya impregna por completo todo el cuerpo material y no lo
abandona ni siquiera después de la muerte.

5:65—
 Nāgavāyu origina la conciencia,
 kūrma la vista,
 kṛkara el hambre y la sed,
 devadatta hace bostezar y
 dhanamjaya engendra el sonido; éste último no abandona el cuerpo
jamás.

5:66-67— El practicante debe activar todos estos vāyus, inspirando


por el sūryanāḍī, desde la raíz del ombligo; después debe expirar a
través de Īḍānāḍī de forma suave y sin interrupción. Inspirar
nuevamente por el orificio nasal derecho, retener el aire en la forma
indicada y espirar de nuevo, repitiendo todo el proceso una y otra
vez. La inspiración siempre se efectúa a través de la fosa nasal
derecha.

5:68— Sūryabheda kumbhaka destruye la decadencia y la muerte,


despierta la Kūṇḍālinīśakti y aumenta el fuego corporal. ¡Oh
Chaṇḍa!, así te he enseñado Sūryabheda kumbhaka.
Ujjāyī

5:69— Con la boca cerrada, inspirar el aire exterior por ambas


fosas nasales y, al mismo tiempo, elevar el aire interno desde el
pecho y la garganta y mantener ambos en la boca.

5:70—Efectuar un vigoroso kumbhaka, practicando jālandhara, y


luego espirar el aire por la boca.

5:71-72— Todo se logra mediante ujjāyī kumbhaka. Nunca se


contraen enfermedades por flema, ni padecimientos nerviosos,
indigestión, disentería, tuberculosis, tos, fiebre o inflamación del
bazo. Quien practica ujjāyī anula la decadencia y la muerte.

Śītālī

5:73— Inspirar el aire por la boca, con la lengua estirada hacia fuera
y curvada, llenando lentamente la zona abdominal. Retener el aire
por un breve tiempo y expirar a continuación por ambas fosas
nasales.

5: 74— Śītālī kumbhaka proporciona el éxito y el yogui debe


practicarlo en todo momento. De esta forma se evitará la indigestión
y los desórdenes surgidos del desequilibrio entre kapha y pitta.

Bhastrikā

5:75—Igual que el fuelle del herrero se dilata y contrae


constantemente, debe inspirarse lentamente por ambas fosas
nasales ensanchando el abdomen; a continuación, espirar con
fuerza produciendo un sonido semejante al del fuelle.

5:76-77— Tras efectuar veinte veces esta técnica, debe retenerse


la respiración con los pulmones llenos (kumbhaka) y después
espirar como antes. El sabio realizará todo este proceso tres veces;
nunca padecerá enfermedades y estará siempre sano.

Bhrāmarī

5:78— El yogui debe practicar pūraka y kumbhaka tapándose los


oídos con las manos, pasada la medianoche y en un lugar donde
no se oigan los animales ni ningún otro ruido.

5:79-80— Entonces se escucharán varios sonidos en el interior del


oído derecho. Al principio se oirá como el canto de un grillo,
después, sucesivamente, como el sonido de la flauta, el ruido del
trueno, el de un escarabajo, el de campanas, el del gong metálico,
trompetas y timbales, mṛdaṅga, tambores de guerra y dundubhi.

5:81-82— Practicando diariamente este kumbhaka, se conocen


todos estos sonidos. Finalmente, se escucha el sonido anāhata,
que proviene del corazón. Este sonido origina una resonancia, y en
esa resonancia hay una luz. La mente debe sumergirse en esa luz.
Cuando la mente se concentra profundamente, se alcanza
paramapada (la sede más alta de Viṣṇú). Con el dominio de este
bhrāmarī kumbhaka se obtiene el samādhi.

Mūrcchā
5:83— Mientras se efectúa kumbhaka con comodidad, aislar la
mente de todo objeto y fijar la atención en el entrecejo. Esto
ocasiona el desfallecimiento de la mente y da la felicidad, ya que
uniendo manas y ātman se obtiene realmente el samādhi.

Kevala

5:84— El aliento de toda persona, al inspirar, produce el sonido sah


y al espirar, el sonido Haṃ. Estos dos sonidos forman so’ham (yo
soy ello), o bien, haṃsa (el gran cisne). A lo largo de todo el día se
respira 21.600 veces de este forma (es decir, 15 respiraciones por
minuto).
Todo jīva (ser vivo) realiza constantemente este Japa, sin ser
consciente de ello. Esto se denomina ajapāgāyatrī.

5:85— Este ajapājapa se realiza en tres sitios: en mūlādhāracakra,


en anāhatacakra y en ājñācakra.

5:86-87— El cuerpo mide 96 dedos de largo (1,828 m), por término


medio. La longitud normal de la corriente de aire espirado es de 12
dedos (22,86 cm); cuando se canta, esta corriente mide 16 dedos
(30,48 cm); al comer es de 20 (38,10 cm); al caminar es de 24
(45,72 cm); al dormir es de 30 (57,15 cm); al copular es de 36
(68,58 cm) y al hacer ejercicio físico es aún mayor.

5:88— Reduciendo la longitud normal del flujo de aire espirado, por


debajo de 12 dedos y haciéndola cada vez menor, se alarga la
duración de la vida. Por contra, aumentando la longitud de la
corriente de aire, la duración de la vida se reduce.

5:89— Mientras el aliento permanezca dentro del cuerpo, no habrá


muerte. Cuando toda la corriente de aire se encuentra dentro del
cuerpo, sin dejar que nada se escape, se produce kevala
kumbhaka.

5:90-91— Todos los jīva recitan constante e inconscientemente el


ajapāmantra, durante un número indeterminado de veces cada día.
Pero un yogui debe recitarlo conscientemente y contabilizándolo.
Doblando el número de ajapā (es decir, con 30 respiraciones por
minuto) se logra manonmanīavasthā. En esta técnica no hay
rechaka y pūraka normales. Solo hay kevala kumbhaka.

5:92— Inspirar por ambas fosas nasales y realizar kevala


kumbhaka. El primer día, el aliento se retiene entre una y sesenta
y cuatro veces.

5:93-94— Kevala debe realizarse ocho veces al día, una vez cada
tres horas. También puede efectuarse cinco veces al día, como
sigue: por la mañana muy temprano, al mediodía, al atardecer, a
medianoche y al final de la noche. Se puede optar también por
practicar tres veces al día: por la mañana, a mediodía y por la tarde.

5:95-96— Hasta que se logre el éxito en kevala, debe aumentarse


la longitud del ajapājapa, de una a cinco veces diarias. Quien
conozca el prāṇāyāma y el kevala será un auténtico yogui. ¿Qué
no logrará en este mundo quien haya triunfado en kevala
kumbhaka?
Capítulo sexto: DHYĀNA.
Descripción de varias técnicas de meditación.

6: 1— Gheraṇḍa dijo: “Dhyāna es de tres clases:


1. sthūla,
2. sūkṣma y
3. Jyōtis”.
Cuando se contempla una forma concreta, como el gurú o el iṣṭadevatā, se
llama sthūla.
Cuando se contempla a Brahmā o prakṛti como una masa luminosa, se
denomina Jyōtis. Cuando se contempla a Brahmā como bindu y a
Kūṇḍālinī, se denomina sūkṣma.

Sthūladhyāna
6:2-8— Con los ojos cerrados, imaginar que hay un mar de néctar
dentro del corazón y en medio de este mar hay una isla de piedras
preciosas, cuyas arenas están formadas de diamantes y rubíes
pulverizados. Por todas partes se observan árboles kadamba,
llenos de fragantes flores; cerca de estos árboles, como en un
terraplén, se observa una fila de árboles en flor, tales como mālati,
mallikā, jātī, kesara, champaka, pārijāta y padma, extendiendo su
fragancia por todos lados. El yogui debe imaginar que en medio de
este jardín se levanta un hermoso árbol kalpa, con cuatro ramas
que representan los cuatro vēdas, lleno de flores y de frutos. Allí
revolotean los insectos y cantan los cuclillos. Bajo el árbol, el yogui
debe imaginar una rica plataforma de piedras preciosas y sobre ella
un fastuoso trono de joyas incrustadas, y que sobre ese trono se
sienta su iṣṭadevatā, tal como le ha enseñado su gurú.
Se debe contemplar exactamente esa forma con los adornos y el
vehículo de la deidad.
La contemplación continuada de esta manera es sthūladhyāna.

6:9-11— Otra técnica es la siguiente: el yogui debe imaginar que


en el pericarpio del gran loto de los mil pétalos (sahasrāracakra)
hay un loto más pequeño, de doce pétalos, de color blanco y muy
luminoso, con doce letras bīja, denominadas ha, sa, ksha, ma, laṃ,
vaṃ, raṁ, yaṃ, haṃ, sam, khaṃ, preṃ. En el pericarpio de este
loto menor hay tres líneas que forman un triángulo (a, ka, tha), con
tres ángulos denominados ha, la, ksha. En medio de este triángulo
está el praṇava “Ōṃ”.
6:12— A continuación, contemplar dentro de éste el lugar donde
residen nāda y bindu. En este sitio hay dos cisnes y un par de
sandalias de madera.

6:13-14— Después debe contemplarse al gurúdēva, con tres


brazos y tres ojos, vestido con ropas blancas y puras, ungido con
pasta blanca de sándalo y cubierto de guirnaldas de flores blancas.
A la izquierda de la deidad está Śakti, de color rojo sangre.
Contemplando de este modo al gurú, se logra sthūladhyāna.

Jyōtisdhyāna

6: 15— Gheraṇḍa dijo: “te he mostrado sthūladhyāna. Escucha


ahora la contemplación de la luz por medio de la cual el yogui
alcanza el éxito y conoce su auténtica naturaleza”.

6:16— En Mūlādhāra está Kūṇḍālinī, en forma de serpiente. El


Jīvātman reside allí como la llama de una lámpara. Debes
contemplar esta llama como el Brahmā luminoso. Esto se denomina
tejodhyāna o Jyōtisdhyāna.

6:17— Otra técnica es la siguiente: el yogui debe contemplar la luz


del “Ōṃ”, como una llama en medio de las cejas, sobre el manas.
Éste es otro método para contemplar la luz.

Sūkṣmadhyāna

6:18-19— ¡Oh Chaṇḍa!, has escuchado ya la técnica de


tejodhyāna. Escucha ahora sūkṣma dhyāna. Cuando por una gran
suerte se despierta Kūṇḍālinī, se reúne con ātman y abandona el
cuerpo físico a través de las puertas de los ojos, se regocija
marchando por el camino real (cuerpo sutil o sūkṣma śarīra).
Pero no puede verse debido a su sutileza y a su enorme movilidad.

6:20— Sin embargo, el yogui logra su objetivo realizando


śāmbhavīmudrā, es decir, mirando fijamente el espacio sin
pestañear (entonces, podrá ver el sūkṣmaśarīra). Esto se
denomina sūkṣmadhyāna, difícil de lograr incluso para los mismos
dēvas, pues constituye un gran misterio
6:21—Jyōtisdhyāna es cien veces superior a sthūladhyāna; pero
sūkṣmadhyāna es cien mil veces superior a Jyōtisdhyāna.

6:22— ¡Oh Chaṇḍa!, de esta forma te he explicado Dhyāna Yoga,


un conocimiento muy valioso pues por medio de él se logra conocer
la auténtica naturaleza del ser.
Es por esto precisamente que se exalta Dhyāna.
Capítulo séptimo: SAMĀDHI.
Descripción de varias técnicas para inducir el énstasis

7:1— El samādhi es un tipo de yoga magnífico, que se adquiere gracias a


una gran suerte. Se obtiene samādhi gracias a la bondad y gentileza del
gurú, y por la intensa dedicación que se le preste.

7:2— Esta fantástica técnica del samādhi la dominará pronto aquel yogui
que tenga confianza en el conocimiento, en su gurú y en sí mismo, y cuya
mente se abra a la inteligencia todos los días.

7:3— Samādhi o mukti es la liberación de todos los estados de conciencia


y consiste en separar manas del cuerpo para unirlo a paramātman.

7:4— Yo soy Brahmā, no soy nada más; realmente soy Brahmā y no me


afecta el sufrimiento; soy sat-cit-ānanda, siempre libre; participo de una
única esencia.

7:5-6— El samādhi tiene cuatro formas: dhyāna, nāda, rāsananda y laya,


que se logran respectivamente mediante śāmbhavī, khecarī, bhrāmarī y
yonimudrā.
El samādhi del Bhakti Yoga es el quinto; y el samādhi del Rāja Yoga, que
se obtiene mediante manomūrcchākumbhaka, es el sexto.

Dhyānayogasamādhi

7:7— Ser consciente de ātman mientras se efectúa śāmbhavī.


Cuando se consigue contemplar a Brahmā en bindu, hay que
concentrarse en ese punto.

7:8— Llevar ātman hacia ākāśa y ākāśa hacia ātman,


fusionándolos. De esta forma, con ātman lleno de ākāśa, no habrá
ningún obstáculo; y lleno de completa felicidad, el practicante
entrará en samādhi.

Nādayogasamādhi

7:9— Dar vuelta la lengua hacia arriba y atrás, cerrando los


conductos de aire, realizando así khecarī. Con esta técnica se
provocará el samādhi. No es preciso nada más.
Rāsanandayogasamādhi

7:10-11— El practicante debe realizar bhrāmarī inspirando y


espirando lentamente el aire, mientras escucha un zumbido como
el de un escarabajo (o un moscardón). Debe concentrar manas
justo en el centro de este zumbido.
Con esta técnica se logrará el samādhi y surgirá el conocimiento
so’ham (soy ello), alcanzando una gran felicidad.

Layayogasamādhi

7:12-13— El practicante debe realizar yonimudrā, mientras imagina


que el yo es śakti, que el Puruṣa es paramātman y que ambos
forman solo uno. De esta manera se logra samādhi y se llega a
comprender ahambrahmā (soy Brahmā). Esto conduce
directamente al advaitasamādhi (samādhi no dual).

Bhaktiyogasamādhi

7:14-15— Contemplar dentro del corazón la deidad elegida.


Llenarse de éxtasis por tal contemplación, derramando lágrimas de
felicidad y absorbiéndose por la emoción. Esto conduce al samādhi
y a manonmanīavasthā.

Rājayogasamādhi

7:16— El practicante debe realizar manomūrcchākumbhaka,


mientras se unen manas y ātman. Con esta unión se obtiene el
rājayogasamādhi.

7:17— ¡Oh Chaṇḍa!, de esta manera te he mostrado el samādhi,


que conduce a la liberación.
Rājayogasamādhi, unmanī y sahajavasthā son sinónimos que
hacen referencia a la unión de manas y ātman.

7:18— Viṣṇú está en el agua, en la tierra, en la cima de la montaña,


en medio del fuego y de las llamas volcánicas; todo el universo está
lleno de Viṣṇú.

7:19— Todo lo que camina sobre la tierra, o que se mueve en el


aire, los seres vivos, los árboles, arbustos, raíces, plantas
trepadoras, hierbas, etc., los océanos y montañas; todos te
reconocen como Brahmā. Contempla todo en ātman.

7:20— Ātman, confinado dentro del cuerpo, es caitanya. Es


intrínsecamente lo Eterno, lo Supremo. Debe contemplarse
separada del cuerpo físico, libre de deseos y pasiones.

7:21— Así se obtiene el samādhi, liberándose de todos los deseos,


del apego al propio cuerpo, la familia, los amigos y las riquezas.
Liberándose de todo apego, el practicante obtiene el samādhi
absoluto.

7:22— Śiva ha revelado muchos tattvas, como laya, amṛta y otros.


Te he mostrado todos ellos en un resumen que te conducirá a la
emancipación.

7:23— ¡Oh Chaṇḍa!, de esta forma te he mostrado el samādhi,


difícil de obtener. Si lo logras, no volverás a renacer en este plano
de existencia.

Gheraṇḍa Saṃhitā
El Gheraṇḍa Saṃhitā es uno de los libros básicos
del Yoga y que todo Instructor, profesor o
Maestro en Yoga debe conocer, es un texto
tántrico que tiene clara influencia de la escuela
Siddha. Que expone nítidamente que el Yoga de
la Fuerza (Haṭha Yoga) que se manifiesta en el
mundo o plano físico, es un paso al conocimiento
del mundo o plano mental. Es conocido como
entrenamiento o adiestramiento de la mente. En
tal contexto del Rāja Yoga desde el punto de
vista tántrico significa: "Samādhi", pero
fundamentalmente se refiere con este término al
estado de meditación y al arte del dominio
mental. Rāja Yoga, significa Yoga Rey o Yoga
Real.

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