La Economía Popular en Numeros. Apuntes Numero 1 - Final

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La economía popular

en números
Bases metodologicas
para una propuesta de medición

Colección
“Apuntes de Economía Popular”
Nº 1
Agosto de 2021

María Inés Fernández Álvarez


y Ana Natalucci (Coord.),
Ana Paula Di Giovambattista,
Lucio Fernández Mouján,
Ernesto Mate y Santiago Sorroche.

Manual de identidad visual


agosto 2021
La colección “Apuntes de economía popular” es una publicación periódica de información
relativa al campo de la economía popular, respecto de su dimensión, composición y
trayectoria en el tiempo así como la exploración de sus experiencias laborales y organizativas
de sus trabajadores y trabajadoras.

Comité Editorial
Dirección: María Inés Fernández Álvarez y Ana Natalucci
Editores Responsables: Florencia Pacífico y Santiago Sorroche
Comité editorial: Lucio Fernández Mouján, María Paz Laurens, Ernesto Mate, Belén Santin
Rufino y Camila Stefanetti.

ISSN en tramite

Como citar: María Inés Fernández Álvarez, Ana Natalucci, Ana Paula Di Giovambattista,
Lucio Fernández Mouján, Ernesto Mate y Santiago Sorroche.
La economía popular en números. Bases metodologicas para una propuesta de medición-
Ciudad Autónoma De Buenos Aires : Citra 2021. LIBRO DIGITAL, PDF - ISSN en trámite.

1
Introducción

La creación de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) luego de la disposición de


Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), decretado el 20 de marzo por el
gobierno nacional (Decreto 297/2020) como consecuencia de la pandemia provocada por el
SARS- CoV-2, de la familia de los coronavirus, hizo legible la situación en la que se
encuentra un amplio sector de la población con preponderancia de condiciones laborales
desprotegidas y el cual no es considerado por las estadísticas oficiales: trabajadores/as con
empleos no registrados, informales, precarizados. Recapitulando, el IFE fue creado el 23 de
marzo por el Decreto 310/2020, e implementado rápidamente desde abril, frente a la urgencia
de dar respuestas a aquellos sectores que se habían quedado sin ingresos. A modo de
prestación monetaria no contributiva, el programa ha representado un pago equivalente a
10.000 pesos mensuales de carácter excepcional, destinado a “trabajadores/as afectados por
inserciones laborales precarias (monotributistas de categorías bajas, trabajadores/ as de casas
particulares, empleados/as informales y desocupados/as” (Decreto 310/2020, p. 4). Mientras
los cálculos gubernamentales iniciales proyectaban alcanzar a 3.6 millones de personas, el
IFE fue solicitado por 13.4 millones, de las cuales fueron admitidas 8.9 millones por cumplir
con los requisitos (ANSES, 2020).

La alta cifra de titulares del programa tuvo un impacto significativo respecto de la


visibilización de un conjunto de la población económicamente activa, heterogénea en su
composición y no reconocida como tal por las estadísticas oficiales, poniendo en crisis la
forma en que los dispositivos estatales captan a este sector en general definido como
“informal”.Esta definición de “informal” constituye una de las principales dificultades a la
hora de cuantificar esta población en tantotoma como punto de partida las formas legales de
vinculación con el mercado de trabajo, reduciendo así una amplia y compleja diversidad de
las relaciones de trabajo, producción y reproducción de la vida. A diferencia, la categoría de
economía popular hace referencia a quienes se ganan la vida a través de una pluralidad de
actividades que se desarrollan sin derechos laborales y sin patrón visible y en los últimos
años han generado nuevas formas organizativas, asociativas y de representación gremial.

En resumen, la pandemia echó luz sobre la inexistencia en el sistema de estadísticas nacional


de una fuente de información periódica y pública, que permita dimensionar a la economía

2
popular, comprender su composición y trayectoria en el tiempo. Al respecto, recientemente se
ha impulsado un registro estadístico a partir de la implementación en julio de 2020 del
Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP
[Resolución Ministerial 408/2020]) en el marco de la Secretaría de Economía Social del
Ministerio de Desarrollo de la Nación, que había sido creado por la Ley de Emergencia
Social (Nº 27.345/2016). Sin duda, este registro constituye un paso relevante para la
generación de información que posibilite el abordaje estatal en torno a este universo de
trabajadores y trabajadoras.

En ese marco, y tomando en consideración las limitaciones de las fuentes disponibles, desde
el Programa de Economía Popular y Tecnologías Sociales (PEPTIS) del CITRA-UMET
trabajamos en una propuesta de medición periódica de esta población. A tal efecto decidimos
utilizar las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), dado que produce información trimestral y
releva datos laborales de la población de 31 aglomerados urbanos, abarcando alrededor del
60% de la población total del país. Como resultado de ese proceso, pretendemos dar cuenta
tanto de la magnitud que asume este universo, así como de su heterogeneidad por el peso
relativo que detentan las sub-poblaciones constitutivas en términos de sus características y
variaciones entre períodos.

Para la operativización del ejercicio de cuantificación de este universo que presentamos en


este Informe Técnico, realizamos un relevamiento de antecedentes recopilando las distintas
mediciones disponibles, con el objetivo de definir las dimensiones y filtros necesarios para
poder construir la mejor medición asequible a partir de las herramientas disponibles. En este
sentido, nos interesa señalar que este esfuerzo de elaborar un criterio de medición en base a la
EPH está en estrecha relación con la necesidad de abrir un debate urgente sobre la necesidad
de construir nuevas formas de recopilación de información, con preguntas actualizadas
respecto de las situaciones sociales y laborales que permita captar las realidades de los y las
trabajadoras y las heterogeneidades que los atraviesan.

Finalmente, este Informe Técnico fue realizado por el CITRA, a través del Programa de
Economía Popular y Tecnologías Sociales (PEPTIS), el Instituto Estadístico de los
Trabajadores (IET), el Programa Antropología en Colabor y el Observatorio Protesta Social
(OPS), atendiendo a la posibilidad no sólo de contribuir con una medicióndel universo de la

3
economía popular, sino que este informeconstituya un insumo relevante para imaginar nuevas
formas de abordar, y, en definitiva, de elaborar políticas públicas eficaces para una población
que adquiere creciente centralidad en el contexto actual.1

Mediciones actuales sobre la economía popular

En los últimos años, desde diferentes perspectivas se han propuesto formas de medición, con
resultados divergentes. Por un lado, Arango, Chena y Roig (2017) toman múltiples fuentes
estadísticas para reconstruir cuantitativamente al universo de la economía popular; entre ellas,
la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU-INDEC), informes estadísticos del Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), la Encuesta sobre Deuda e Ingresos en
los Sectores Populares -realizada por el Centro de Investigaciones Socio-económica de
Buenos Aires (CISBA)- y encuestas propias. Para los autores, la economía popular abarca
cuatro grandes segmentos: a) cuentapropistas (trabajadoras/es que no tienen patrón) que
realizan actividades de oficio o subsistencia, incluyendo los titulares de planes sociales; b) la
totalidad de trabajadoras/es del servicio doméstico; c) personas que realizan tareas familiares
sin remuneración; d) trabajadoras/es asalariados no registrados empleados en unidades
informales. De acuerdo a esta medición, para el tercer trimestre de 2014 la economía popular
estaba integrada por 4.220.890.

Otras propuestas de medición se realizaron partiendo exclusivamente de la información


brindada por la EPH. Una de estas fue planteada por Salvia, Poy y Donza (2019). Los autores
toman una definición operativa amplia de la economía popular, entendida como el “conjunto
de actividades, unidades productivas y formas de inserción ocupacional orientadas por la
lógica de reproducción”, caracterizadas por ser generalmente “unidades económicas y formas
de inserción de baja productividad y, por lo tanto, de bajas remuneraciones” (2019, p. 711). A
partir de la EPH, su propuesta incluye: a) patrones no profesionales de microempresas entre
que tienen entre 1 y 4 empleados; b) trabajadores por cuenta propia que realizan tareas

1
Este trabajo se realizó en el marco de los proyectos los PICT 2016 Nº 2043 “Trabajo no salarial y formas
emergentes de organización. Un análisis del heterogéneo campo de la economía popular” (IR Dra. Ana
Natalucci), PICT 2018 Nº 3095 “Política colectiva, (re)producción de la vida y experiencia cotidiana: un estudio
antropológico sobre procesos de organización de trabajadores y trabajadoras de sectores populares en Buenos
Aires, Córdoba y Rosario” (IR Dra. María Inés Fernández Alvarez) y contribuye al PISAC COVID-19 - 00085
“Programa de Investigación Regional Comparativa (PIRC): Cambios recientes en la estructura social argentina:
trabajo, ingresos y desigualdad social en tiempos de pandemia y postpandemia” (IR Dr. Pablo Dalle).

4
técnicas, operativas y no calificadas; c) trabajadores familiares no profesionales; d)
trabajadores del servicio doméstico no registrados que trabajan en 1 o más casas; e) titulares
de programas sociales de empleo. Transversalmente, toman el criterio de corte por ingresos
equivalente a 1.5 Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) para ocupados plenos y el
equivalente correspondiente para aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales. Desde
estos criterios, considerando los datos de la EPH del primer trimestre de 2017, integraban este
universo 2.400.838 personas.

Otra medición a partir de los datos de la EPH ha sido propuesta por Pissaco (2019) en el
período 2004-2017. El autor caracteriza a la economía popular como aquel “...sector de los
trabajadores, que, inmersos en sociedades capitalistas donde la relación asalariada aparece
como la forma general, tienen otras formas de inserción en el proceso productivo” (2019, p.
11). Esta propuesta introduce varias diferencias con respecto a la elaborada por Salvia, Poy y
Donza. La primera, la inclusión de la totalidad de aquellos/as que desempeñan tareas en casas
particulares, justificada por la particular forma en que se insertan en los procesos productivos.
La segunda, la eliminación de la restricción del nivel de ingresos propuesto por Salvia et. al
(2019). Sin embargo, vale aclarar que este corte es recuperado para señalar que, además de
quienes componen la economía popular, hay un alto número de trabajadores cuyos ingresos
se encuentran por debajo de este valor. Por último, excluye a los asalariados en su totalidad, a
quienes tienen nivel educativo universitario en todos los casos -cuentapropistas, patrones,
trabajadores familiares sin salario- y entre cuentapropistas a quienes cuentan con una
calificación profesional. Para Pissaco, “el universo de los trabajadores de la economía
popular representa el 23,9% de la PEA y el 26,4% de los ocupados. Esto es: más de 1 de cada
cuatro trabajadores ocupados se enmarca en este sector” (2019, p. 19), con un total de
3.003.417 personas.

Por su parte, el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP)


(Bertellotti, 2019) propone definir a la economía popular como una actividad de subsistencia,
realizada de forma autogestiva y de tipo “trabajo-intensiva”, con máquinas obsoletas o de
bajo desarrollo tecnológico. De esta forma, la economía popular es caracterizadacomo un
universo con un alto nivel de precariedad, bajos ingresos con largas jornadas de trabajo y sin
derechos laborales básicos como aguinaldo, vacaciones, obra social, etc. Para estimar la
cantidad de trabajadores que componen este universo, el OCEPP considera tres grandes
grupos: a) trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares no remunerados que

5
realizan actividades no profesionales según el Clasificador Nacional de Ocupaciones; b) de la
categoría asalariados incluyen dos conjuntos: i) trabajadoras/es del servicio doméstico no
registradas que realizan su actividad en más de un hogar y ii) personas cuyo principal ingreso
lo conforma un programa de empleo; y c) personas desocupadas no profesionales.
Considerando los datos del segundo trimestre de 2019 de la EPH, se obtuvo que los y las
trabajadores ascendieron a las 4.174.221 personas, representando el 21.4% de la PEA.

Finalmente, como mencionamos en la Introducción, recientemente desde el Ministerio de


Desarrollo Social de la Nación se impulsaron iniciativas de medición que permitan
dimensionar al universo de la economía popular, para la construcción y planificación de las
políticas públicas. En este sentido, el ReNaTEP, entre julio de 2020 y febrero de 2021, abrió
un registro en el que se inscribieron un total de 2.093.850 personas de todo el país2. Entre los
inscriptos, se observa un mayor porcentaje de mujeres, prevaleciendo los y las jóvenes y la
población de mediana edad; y, con un porcentaje mayor al 50% sin completar los estudios
obligatorios. Otro de los datos significativos señalaque la mayoría de los inscriptos no recibe
la AUH ni otro tipo de subsidio, como el Potenciar Trabajo (Secretaría de Economía Social,
2021). Es importante tener en cuenta que el registro es personal y la cifra corresponde a
quienes se autoadscriben como trabajadores/as de la economía popular. Por otro lado, es
fundamental considerar que la diferencia numérica observada entre esta cifray las mediciones
sintetizadas previamente debe atribuirse a que el registro se encuentra aún en curso y se
realizó de manera virtual durante la pandemia SARS- CoV-2; de ahí que el ReNaTEP tenga
previsto realizar una segunda etapa de modo presencial.

En resumen, estas propuestas han realizado una importante contribución a la construcción de


indicadores que permitan medir el universo de trabajadores y trabajadoras de la economía
popular en Argentina. Nuestra propuesta de un criterio de medición a partir de la EPH, que
presentamos a continuación, se nutre de la puesta en diálogo de estas discusiones previas.

Propuesta de medición PEPTIS: fuentes de información y aspectos metodológicos

2
La inscripción al registro se realizó a través de la página web del MDSN donde los/as trabajadores/as debían
completar un formulario online con una serie de preguntas referidas a sus datos personales, el trabajo que
desarrollan y la unidad productiva en la cual se desempeñan. El anuncio y convocatoria de la inscripción fue
realizada por “la comunicación institucional masiva por parte del MDSN como así también por parte de las
organizaciones sociales vinculadas a la economía popular. También resulta de interés destacar la firma de
convenios de colaboración con distintas provincias que han favorecido una inscripción masiva y federal”
(Secretaría de Economía Social, 2021, p. 10).

6
Como ya mencionamos, en este Informe Técnico presentamos una propuesta de medición que
construimos para dimensionar cuantitativamente el universo de la economía popular,
específicamente su magnitud en relación a la población económicamente activa así como su
dinámica y trayectoria en el tiempo. Adicionalmente, dado que la medición considera la
agregación de distintas sub-poblaciones que integran la economía popular, es posible analizar
su peso relativo atendiendo a sus características y variaciones en los diferentes períodos.

Respecto de las fuentes de información, como anticipamos, proponemos utilizar la EPH del
INDEC. Esta decisión responde al hecho de que la EPH es una encuesta que provee
información respecto a las condiciones sociodemográficas y socioeconómicas de la
población, por su participación en la producción de bienes y servicios y en la distribución del
ingreso. Además, a partir de la EPH se elabora la estadística oficial sobre los índices de
empleo, desocupación, subocupación y pobreza que justifica la implementación y gestión de
las políticas sociales y laborales. La encuesta produce información trimestral de la población
de 31 aglomerados urbanos, abarcando a cerca del 60% de la población total del país. Está
basada en un cuestionario de hogares y personas respecto de las siguientes variables:
condición de ocupación e ingresos de los individuos y las características del grupo familiar y
de los hogares. Por esta razón, constituye una herramienta potente para construir estadística
sobre el mundo del trabajo y condiciones de vida. Asimismo, su periodicidad trimestral es
clave para el seguimiento del sector a lo largo del tiempo, dado que es factible realizar la
estimación haciendo uso de las bases de microdatos de personas correspondientes a las ondas
que van desde el segundo trimestre de 2016 al cuarto trimestre del 20203.

No obstante estos méritos, la EPH presenta una serie de limitaciones que deben considerarse
al momento de medir cuantitativamente a la economía popular. Una de estas es la cobertura
exclusivamente urbana, por lo que no cubre a amplios sectores rurales o poblaciones urbanas
de menor tamaño. A los fines de nuestro objetivo, esta limitación implica que no puedan
incorporarse en la medición a los sectores campesinos y de la agricultura familiar, que
constituyen un componente significativo del sector. Otra limitación concierne al módulo de
trabajadores independientes, en tanto se orienta a relevar información ligada a la posesión de
capital, sin incluir preguntas que permitan captar la heterogeneidad del sector. Al respecto, es

3
Por motivos de discrepancias metodológicas entre las ondas de EPH del período analizado y las de años
previos, no resulta extrapolable el análisis a trimestres pre 2t-2016.

7
clave construir distintas medidas para identificar y aproximarse a las diversas subpoblaciones
que constituyen el universo de la economía popular (detallado en el apartado metodológico).
Una última limitación está vinculada a la subdeclaración de ingresos, que implica que los
ingresos agregados de los hogares que surgen de encuestas resulten inferiores a los ingresos
agregados que se obtienen de los sistemas de Cuentas Nacionales o de datos de registros
administrativos (Villatoro, 2015, p. 9). El subregistro de ingresos es un error no muestral de
las encuestas de hogares y tiene distintas causas potenciales: a) la subdeclaración de algunas
fuentes puntuales de ingreso por parte de los individuos (Salvia y Donza, 1999); b) la
cobertura de la encuesta; c) la focalización de algunos tipos de ingreso que dificulta que los
perceptores sean captados. Dado lo anterior, debe considerarse que múltiples variables de
ingresos relevadas por la EPH no pueden ser efectivamente fiscalizadas –en especial aquellas
asociadas al desarrollo de actividades no registradas, y asumiendo igual tratamiento para los
ingresos derivados de la ocupación secundaria–. Por este motivo, la estimación realizada –al
incorporar a los ingresos como una de las dimensiones para la identificación de la población
de interés– debe interpretarse considerando que el filtro monetario incorpora una potencial
distorsión al número final.

Marcadas las principales limitaciones que se derivan de la fuente de información utilizada, y


tomando en cuenta que se han analizado fuentes de información secundaria en calidad de
antecedentes para la definición operativa de la economía popular, a continuación nos
ocupamos de describir la serie de operaciones efectuadas en el proceso de determinación del
universo.

Definición del universo de análisis

Para la construcción del universo de análisis en primer lugar nos ocupamos de definir las
diversas sub-poblaciones constitutivas de la economía popular. Para este punto, analizamos
fuentes de información secundaria en calidad de antecedentes para la definición operativa, y
dada la heterogeneidad del universo de actividades que conforman la economía popular,
realizamos la definición de criterios ligados a: i) categoría ocupacional, ii) grado de
calificación de la ocupación, iii) situación frente a la propiedad de capital física e iv) ingresos
declarados. A partir de ello, para la estimación del universo seleccionamos los siguientes
grupos poblacionales:

8
1. Cuentapropistas no profesionales,

2. Desocupados no profesionales,

3. Servicio Doméstico no registrado,

4. Asalariados cuya principal fuente de ingreso declarado se corresponde con


ingresos provenientes de "subsidios del gobierno", lo que incluye montos percibidos en
calidad de titulares de programas de empleo.

5. Trabajadores familiares sin remuneración no profesionales.

Respecto de las variables relativas al cuestionario de la base de personas de la EPH que se


utilizaron para la construcción de las distintas categorías, consideramos:

1. Cuentapropistas no profesionales, se utilizaron las variables Categoría


Ocupacional (CAT_OCUP) y el Código de Ocupación que surge del Clasificador Nacional
de Ocupaciones -CNO, versión 20014- (PP04D COD). El CNO se conforma por 5 dígitos,
cuya estructura provee la siguiente información:

Tabla 1.- Dimensiones del Código de Ocupación, por dígito.

Dígito Dimensión Definición de Dimensión

1y2 Carácter Ocupacional Permite clasificar ocupaciones según el objeto o


producto generado, independientemente de la
rama de actividad

3 Jerarquía Ocupacional Distingue las formas jerárquico-organizativas del


proceso del trabajo. A saber, Dirección,
Cuentapropia, Jefes, Asalariados

4
Refiérase a
https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/menusuperior/eph/EPHcontinua_CNO2001_reducido_09.pdf.

9
4 Tecnología Ocupacional Distingue las diversas formas técnico-
organizativas de los procesos de trabajo. Sin
operación de maquinaria, con operación de
maquinaria y equipos electromecánicos, con
operación de sistemas y equipos informatizados

5 Calificación Ocupacional Mide la complejidad del trabajo desarrollado, en


base a los conocimientos y habilidades requeridas
para la ocupación. Distingue entre Profesionales,
Técnicos, Operativos y No calificados

Fuente: Elaboración propia en base al Código de Ocupación que surge del Clasificador Nacional de
Ocupaciones -CNO, versión 2001.

Por lo tanto, la combinación que realizamos implicó restringir por categoría ocupacional a
trabajadores por cuenta propia, y haciendo uso de la información que provee el dígito 5 del
CNO, identificar a quienes además de trabajar por cuenta propia, desarrollan actividades no
profesionales. Esto implica entonces incluir a Técnicos, Operativos y No Calificados.

Para este primer grupo poblacional, además, se ensayaron dos mediciones:


Medición de Cuentapropistas No Profesionales amplia, la que se comenta
inmediatamente arriba-, y
Medición de Cuentapropistas No Profesionales restringida, surge de aplicar un filtro
adicional ligado a las variables sobre si en el establecimiento de trabajo independiente se
cuenta con maquinarias/equipos (PP05C_1), local (PP05C_2), y vehículo (PP05C_3). El
criterio adicional de esta medición restringida radica en excluir también a aquellas personas
que declaren posesión simultánea de maquinarias, local y vehículo.

2. Desocupados no profesionales, se utilizan las variables Condición de Actividad


(ESTADO) y Categoría Ocupacional (CAT-OCUP). A partir de tales variables, se identifica
a desocupados que no hayan sido patrones ni trabajadores asalariados formales.

3. Servicio Doméstico no registrado, incluye personas que prestan servicio doméstico


en hogares particulares, en más de un hogar, dado que un trabajo en sólo un establecimiento

10
puede esconder una relación salarial encubierta, y no cuentan con descuento jubilatorio -
proxy para identificar el no registro-. Se usan las variables, Si presta servicio doméstico en
hogares Particulares (PP04B1), En cuántas casas trabaja? (PP04B2), y ¿Por ese trabajo
tiene descuento jubilatorio?(PP07H), y se controla por la variable Total de horas que trabajó
en la semana en la ocupación principal (PP3E_TOT) a efectos de excluir a quienes han
declarado trabajar más de 35 hs -es decir, que son ocupados/as plenos/as).

4. Asalariados con predominancia de ingresos provenientes de “subsidios del


gobierno”, se filtra inicialmente por Categoría Ocupacional (CAT_OCUP) a
obreros/empleados y aquellos no categorizados. Luego, se construye la variable para medir el
peso de los ingresos provenientes de "ayuda del Estado" en los ingresos declarados por la
ocupación principal, definida como el ratio entre el Monto del ingreso por SUBSIDIO O
AYUDA SOCIAL (EN DINERO) DEL GOBIERNO, IGLESIAS, ETC. (V5_M) y MONTO DE
INGRESO DE LA OCUPACIÓN PRINCIPAL (P21).

Finalmente, el grupo se compone de aquellas personas que son obreros o no categorizados,


cuyos ingresos por transferencias relativas a programas de ingresos explican al menos un
50% del monto declarado como ingreso por ocupación principal, y que, además, dicho
ingreso por ocupación principal no supere a 1.5 veces el SMVM vigente en el trimestre
evaluado.

5. Trabajadores familiares sin remuneración no profesionales, se identifica mediante


la variable Categoría Ocupacional (CAT_OCUP)y se controla por el dígito 5 del Clasificador
Nacional de Ocupaciones para excluir por calificación de la ocupación a aquellos
profesionales.

En adición, a cada categoría definida se le aplicó un último filtro ligado al nivel de ingresos.
En ese sentido, se buscó incluir en la población estimada a todas las personas que siendo
previamente identificadas como 1. Cuentapropistas no profesionales, o 2. Desocupados no
profesionales, o 3. Servicio Doméstico no registrado, o 4. Asalariados cuya principal fuente
de ingreso declarado se corresponde con ingresos provenientes de "subsidios del gobierno",
lo que incluye montos percibidos en calidad de titulares de programas de empleo, o 5.
Trabajadores familiares sin remuneración no profesionales; además cumplieran con la

11
condición de contar con ingresos de la ocupación principal que no fueran superiores a 1.5
veces el SMVM del período.

Finalmente, vinculado al grado de cobertura poblacional de la EPH al que aludimos antes, es


relevante destacar que los resultados aquí estimados son ponderados a partir de los factores
de expansión que la propia encuesta provee. Conceptualmente, los factores de expansión
posibilitan que las estimaciones obtenidas para cada aglomerado se extrapolen a la población
proyectada de cada jurisdicción (Comari, 2010). Es decir que el factor de expansión se
interpreta como la cantidad de registros en la población que representa cada registro de la
muestra, posibilitando estimar parámetros poblacionales. Aplicado este factor, los resultados
obtenidos deben leerse en relación al total de población urbana. De modo que se alcanza la
representatividad sobre la población urbana a partir del muestreo extrapolado, aunque queda
sin cobertura la población rural.

Resultados preliminares 4º trimestre de 2020

A continuación se presentan los dos universos de la economía popular estimados para el


cuatro trimestre del 2020 en base a EPH y expandido a la población urbana, a partir de las
operaciones comentadas en el apartado anterior.

Tabla 2.- Estimación Universos (amplio y restringido) de la economía popular, por sub-
población. Datos correspondientes al 4t-2020.

Sub-población Personas

1a CUENTAPROPISTAS NP 2,277,902
1b CUENTAPROPISTAS NP SC 2,191,806
2 DESOCUP NP 305,029
3 SS DOM NR 35HS 302,022
4 ASAL Y MAY POR V5M 1,333,055
5 TRAB FLIAR SIN REM 60,743
Universo Amplio (1a+2+3+4+5) 4,278,751
Universo Restringido (1b+2+3+4+5) 4,192,655
Universo Amplio % PEA 33.1%
Universo Restringido % PEA 32.4%

Fuente: Elaboración propia en base Encuesta Permanente de Hogares -INDEC.

12
El Universo Amplio de la economía popular ascendió a 4.278.751 personas, un 33.1% de la
Población Económicamente Activa del trimestre. En términos de composición,
Cuentapropistas no profesionales y Asalariados con predominancia de ingresos provenientes
de “subsidios del gobierno” conjuntamente representaron al 84.4% del universo.

Gráfico 1.- Composición del Universo Amplio de la Economía Popular, por sub-población.
Datos correspondientes al 4t-2020.
1.4%

Cuentapropistas NP

31.2% Desocupados NP

Ss Doméstico NR 35HS
53.2%

Asal con Y predominante por


ayuda del Estado
7.1%
Trabajador fliar Sin Rem
7.1%

Fuente: Elaboración propia en base Encuesta Permanente de Hogares -INDEC.

En tanto, el Universo Restringido de la economía popular -que se diferencia del Universo


Amplio en el filtro adicional aplicado sobre la sub-población de Cuentapropistas no
profesionales respecto a la posesión de capital, posibilitando excluir también a aquellas
personas que declaren posesión simultánea de maquinarias, local y vehículo- ascendió a
4.192.655 personas, un 32.4% de la Población Económicamente Activa del trimestre. La
composición, en lo que refiere al peso relativo de las sub-poblaciones del universo, no se
modifica respecto a lo hallado en el Universo Amplio, en el sentido de que Cuentapropistas
no profesionales y Asalariados con predominancia de ingresos provenientes de “subsidios
del gobierno”permanecen comolas sub-poblaciones de mayor relevancia, explicando
conjuntamente el 84% del universo.

13
Gráfico2.- Composición del Universo Restringido de la Economía Popular, por sub-
población. Datos correspondientes al 4t-2020.

1.4%

Cuentapropistas NP SC

31.8% Desocupados NP

Ss Doméstico NR 35HS
52.3%

Asal con Y predominante por


ayuda del Estado
7.2%
Trabajador fliar Sin Rem
7.3%

Para los próximos trabajos, pretendemos indagar en la dimensión y constitución del universo
de la economía popular. Es decir, se buscará analizar a partir de la definición operativa aquí
propuesta en el tiempo -y la descomposición interna en sus sub-poblaciones constitutivas-, así
como su peso en relación a la PEA. Asimismo, resulta factible indagar con mayor
profundidad por dimensiones adicionales como género, edad, distribución regional de cada
grupo poblacional.

Referencias bibliográficas

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Comari, C. (2010). Ponderación de la muestra y tratamiento de valores faltantes en las
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