La Economía Popular en Numeros. Apuntes Numero 1 - Final
La Economía Popular en Numeros. Apuntes Numero 1 - Final
La Economía Popular en Numeros. Apuntes Numero 1 - Final
en números
Bases metodologicas
para una propuesta de medición
Colección
“Apuntes de Economía Popular”
Nº 1
Agosto de 2021
Comité Editorial
Dirección: María Inés Fernández Álvarez y Ana Natalucci
Editores Responsables: Florencia Pacífico y Santiago Sorroche
Comité editorial: Lucio Fernández Mouján, María Paz Laurens, Ernesto Mate, Belén Santin
Rufino y Camila Stefanetti.
ISSN en tramite
Como citar: María Inés Fernández Álvarez, Ana Natalucci, Ana Paula Di Giovambattista,
Lucio Fernández Mouján, Ernesto Mate y Santiago Sorroche.
La economía popular en números. Bases metodologicas para una propuesta de medición-
Ciudad Autónoma De Buenos Aires : Citra 2021. LIBRO DIGITAL, PDF - ISSN en trámite.
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Introducción
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popular, comprender su composición y trayectoria en el tiempo. Al respecto, recientemente se
ha impulsado un registro estadístico a partir de la implementación en julio de 2020 del
Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP
[Resolución Ministerial 408/2020]) en el marco de la Secretaría de Economía Social del
Ministerio de Desarrollo de la Nación, que había sido creado por la Ley de Emergencia
Social (Nº 27.345/2016). Sin duda, este registro constituye un paso relevante para la
generación de información que posibilite el abordaje estatal en torno a este universo de
trabajadores y trabajadoras.
En ese marco, y tomando en consideración las limitaciones de las fuentes disponibles, desde
el Programa de Economía Popular y Tecnologías Sociales (PEPTIS) del CITRA-UMET
trabajamos en una propuesta de medición periódica de esta población. A tal efecto decidimos
utilizar las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), dado que produce información trimestral y
releva datos laborales de la población de 31 aglomerados urbanos, abarcando alrededor del
60% de la población total del país. Como resultado de ese proceso, pretendemos dar cuenta
tanto de la magnitud que asume este universo, así como de su heterogeneidad por el peso
relativo que detentan las sub-poblaciones constitutivas en términos de sus características y
variaciones entre períodos.
Finalmente, este Informe Técnico fue realizado por el CITRA, a través del Programa de
Economía Popular y Tecnologías Sociales (PEPTIS), el Instituto Estadístico de los
Trabajadores (IET), el Programa Antropología en Colabor y el Observatorio Protesta Social
(OPS), atendiendo a la posibilidad no sólo de contribuir con una medicióndel universo de la
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economía popular, sino que este informeconstituya un insumo relevante para imaginar nuevas
formas de abordar, y, en definitiva, de elaborar políticas públicas eficaces para una población
que adquiere creciente centralidad en el contexto actual.1
En los últimos años, desde diferentes perspectivas se han propuesto formas de medición, con
resultados divergentes. Por un lado, Arango, Chena y Roig (2017) toman múltiples fuentes
estadísticas para reconstruir cuantitativamente al universo de la economía popular; entre ellas,
la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU-INDEC), informes estadísticos del Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), la Encuesta sobre Deuda e Ingresos en
los Sectores Populares -realizada por el Centro de Investigaciones Socio-económica de
Buenos Aires (CISBA)- y encuestas propias. Para los autores, la economía popular abarca
cuatro grandes segmentos: a) cuentapropistas (trabajadoras/es que no tienen patrón) que
realizan actividades de oficio o subsistencia, incluyendo los titulares de planes sociales; b) la
totalidad de trabajadoras/es del servicio doméstico; c) personas que realizan tareas familiares
sin remuneración; d) trabajadoras/es asalariados no registrados empleados en unidades
informales. De acuerdo a esta medición, para el tercer trimestre de 2014 la economía popular
estaba integrada por 4.220.890.
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Este trabajo se realizó en el marco de los proyectos los PICT 2016 Nº 2043 “Trabajo no salarial y formas
emergentes de organización. Un análisis del heterogéneo campo de la economía popular” (IR Dra. Ana
Natalucci), PICT 2018 Nº 3095 “Política colectiva, (re)producción de la vida y experiencia cotidiana: un estudio
antropológico sobre procesos de organización de trabajadores y trabajadoras de sectores populares en Buenos
Aires, Córdoba y Rosario” (IR Dra. María Inés Fernández Alvarez) y contribuye al PISAC COVID-19 - 00085
“Programa de Investigación Regional Comparativa (PIRC): Cambios recientes en la estructura social argentina:
trabajo, ingresos y desigualdad social en tiempos de pandemia y postpandemia” (IR Dr. Pablo Dalle).
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técnicas, operativas y no calificadas; c) trabajadores familiares no profesionales; d)
trabajadores del servicio doméstico no registrados que trabajan en 1 o más casas; e) titulares
de programas sociales de empleo. Transversalmente, toman el criterio de corte por ingresos
equivalente a 1.5 Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) para ocupados plenos y el
equivalente correspondiente para aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales. Desde
estos criterios, considerando los datos de la EPH del primer trimestre de 2017, integraban este
universo 2.400.838 personas.
Otra medición a partir de los datos de la EPH ha sido propuesta por Pissaco (2019) en el
período 2004-2017. El autor caracteriza a la economía popular como aquel “...sector de los
trabajadores, que, inmersos en sociedades capitalistas donde la relación asalariada aparece
como la forma general, tienen otras formas de inserción en el proceso productivo” (2019, p.
11). Esta propuesta introduce varias diferencias con respecto a la elaborada por Salvia, Poy y
Donza. La primera, la inclusión de la totalidad de aquellos/as que desempeñan tareas en casas
particulares, justificada por la particular forma en que se insertan en los procesos productivos.
La segunda, la eliminación de la restricción del nivel de ingresos propuesto por Salvia et. al
(2019). Sin embargo, vale aclarar que este corte es recuperado para señalar que, además de
quienes componen la economía popular, hay un alto número de trabajadores cuyos ingresos
se encuentran por debajo de este valor. Por último, excluye a los asalariados en su totalidad, a
quienes tienen nivel educativo universitario en todos los casos -cuentapropistas, patrones,
trabajadores familiares sin salario- y entre cuentapropistas a quienes cuentan con una
calificación profesional. Para Pissaco, “el universo de los trabajadores de la economía
popular representa el 23,9% de la PEA y el 26,4% de los ocupados. Esto es: más de 1 de cada
cuatro trabajadores ocupados se enmarca en este sector” (2019, p. 19), con un total de
3.003.417 personas.
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realizan actividades no profesionales según el Clasificador Nacional de Ocupaciones; b) de la
categoría asalariados incluyen dos conjuntos: i) trabajadoras/es del servicio doméstico no
registradas que realizan su actividad en más de un hogar y ii) personas cuyo principal ingreso
lo conforma un programa de empleo; y c) personas desocupadas no profesionales.
Considerando los datos del segundo trimestre de 2019 de la EPH, se obtuvo que los y las
trabajadores ascendieron a las 4.174.221 personas, representando el 21.4% de la PEA.
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La inscripción al registro se realizó a través de la página web del MDSN donde los/as trabajadores/as debían
completar un formulario online con una serie de preguntas referidas a sus datos personales, el trabajo que
desarrollan y la unidad productiva en la cual se desempeñan. El anuncio y convocatoria de la inscripción fue
realizada por “la comunicación institucional masiva por parte del MDSN como así también por parte de las
organizaciones sociales vinculadas a la economía popular. También resulta de interés destacar la firma de
convenios de colaboración con distintas provincias que han favorecido una inscripción masiva y federal”
(Secretaría de Economía Social, 2021, p. 10).
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Como ya mencionamos, en este Informe Técnico presentamos una propuesta de medición que
construimos para dimensionar cuantitativamente el universo de la economía popular,
específicamente su magnitud en relación a la población económicamente activa así como su
dinámica y trayectoria en el tiempo. Adicionalmente, dado que la medición considera la
agregación de distintas sub-poblaciones que integran la economía popular, es posible analizar
su peso relativo atendiendo a sus características y variaciones en los diferentes períodos.
Respecto de las fuentes de información, como anticipamos, proponemos utilizar la EPH del
INDEC. Esta decisión responde al hecho de que la EPH es una encuesta que provee
información respecto a las condiciones sociodemográficas y socioeconómicas de la
población, por su participación en la producción de bienes y servicios y en la distribución del
ingreso. Además, a partir de la EPH se elabora la estadística oficial sobre los índices de
empleo, desocupación, subocupación y pobreza que justifica la implementación y gestión de
las políticas sociales y laborales. La encuesta produce información trimestral de la población
de 31 aglomerados urbanos, abarcando a cerca del 60% de la población total del país. Está
basada en un cuestionario de hogares y personas respecto de las siguientes variables:
condición de ocupación e ingresos de los individuos y las características del grupo familiar y
de los hogares. Por esta razón, constituye una herramienta potente para construir estadística
sobre el mundo del trabajo y condiciones de vida. Asimismo, su periodicidad trimestral es
clave para el seguimiento del sector a lo largo del tiempo, dado que es factible realizar la
estimación haciendo uso de las bases de microdatos de personas correspondientes a las ondas
que van desde el segundo trimestre de 2016 al cuarto trimestre del 20203.
No obstante estos méritos, la EPH presenta una serie de limitaciones que deben considerarse
al momento de medir cuantitativamente a la economía popular. Una de estas es la cobertura
exclusivamente urbana, por lo que no cubre a amplios sectores rurales o poblaciones urbanas
de menor tamaño. A los fines de nuestro objetivo, esta limitación implica que no puedan
incorporarse en la medición a los sectores campesinos y de la agricultura familiar, que
constituyen un componente significativo del sector. Otra limitación concierne al módulo de
trabajadores independientes, en tanto se orienta a relevar información ligada a la posesión de
capital, sin incluir preguntas que permitan captar la heterogeneidad del sector. Al respecto, es
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Por motivos de discrepancias metodológicas entre las ondas de EPH del período analizado y las de años
previos, no resulta extrapolable el análisis a trimestres pre 2t-2016.
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clave construir distintas medidas para identificar y aproximarse a las diversas subpoblaciones
que constituyen el universo de la economía popular (detallado en el apartado metodológico).
Una última limitación está vinculada a la subdeclaración de ingresos, que implica que los
ingresos agregados de los hogares que surgen de encuestas resulten inferiores a los ingresos
agregados que se obtienen de los sistemas de Cuentas Nacionales o de datos de registros
administrativos (Villatoro, 2015, p. 9). El subregistro de ingresos es un error no muestral de
las encuestas de hogares y tiene distintas causas potenciales: a) la subdeclaración de algunas
fuentes puntuales de ingreso por parte de los individuos (Salvia y Donza, 1999); b) la
cobertura de la encuesta; c) la focalización de algunos tipos de ingreso que dificulta que los
perceptores sean captados. Dado lo anterior, debe considerarse que múltiples variables de
ingresos relevadas por la EPH no pueden ser efectivamente fiscalizadas –en especial aquellas
asociadas al desarrollo de actividades no registradas, y asumiendo igual tratamiento para los
ingresos derivados de la ocupación secundaria–. Por este motivo, la estimación realizada –al
incorporar a los ingresos como una de las dimensiones para la identificación de la población
de interés– debe interpretarse considerando que el filtro monetario incorpora una potencial
distorsión al número final.
Para la construcción del universo de análisis en primer lugar nos ocupamos de definir las
diversas sub-poblaciones constitutivas de la economía popular. Para este punto, analizamos
fuentes de información secundaria en calidad de antecedentes para la definición operativa, y
dada la heterogeneidad del universo de actividades que conforman la economía popular,
realizamos la definición de criterios ligados a: i) categoría ocupacional, ii) grado de
calificación de la ocupación, iii) situación frente a la propiedad de capital física e iv) ingresos
declarados. A partir de ello, para la estimación del universo seleccionamos los siguientes
grupos poblacionales:
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1. Cuentapropistas no profesionales,
2. Desocupados no profesionales,
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Refiérase a
https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/menusuperior/eph/EPHcontinua_CNO2001_reducido_09.pdf.
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4 Tecnología Ocupacional Distingue las diversas formas técnico-
organizativas de los procesos de trabajo. Sin
operación de maquinaria, con operación de
maquinaria y equipos electromecánicos, con
operación de sistemas y equipos informatizados
Fuente: Elaboración propia en base al Código de Ocupación que surge del Clasificador Nacional de
Ocupaciones -CNO, versión 2001.
Por lo tanto, la combinación que realizamos implicó restringir por categoría ocupacional a
trabajadores por cuenta propia, y haciendo uso de la información que provee el dígito 5 del
CNO, identificar a quienes además de trabajar por cuenta propia, desarrollan actividades no
profesionales. Esto implica entonces incluir a Técnicos, Operativos y No Calificados.
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puede esconder una relación salarial encubierta, y no cuentan con descuento jubilatorio -
proxy para identificar el no registro-. Se usan las variables, Si presta servicio doméstico en
hogares Particulares (PP04B1), En cuántas casas trabaja? (PP04B2), y ¿Por ese trabajo
tiene descuento jubilatorio?(PP07H), y se controla por la variable Total de horas que trabajó
en la semana en la ocupación principal (PP3E_TOT) a efectos de excluir a quienes han
declarado trabajar más de 35 hs -es decir, que son ocupados/as plenos/as).
En adición, a cada categoría definida se le aplicó un último filtro ligado al nivel de ingresos.
En ese sentido, se buscó incluir en la población estimada a todas las personas que siendo
previamente identificadas como 1. Cuentapropistas no profesionales, o 2. Desocupados no
profesionales, o 3. Servicio Doméstico no registrado, o 4. Asalariados cuya principal fuente
de ingreso declarado se corresponde con ingresos provenientes de "subsidios del gobierno",
lo que incluye montos percibidos en calidad de titulares de programas de empleo, o 5.
Trabajadores familiares sin remuneración no profesionales; además cumplieran con la
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condición de contar con ingresos de la ocupación principal que no fueran superiores a 1.5
veces el SMVM del período.
Tabla 2.- Estimación Universos (amplio y restringido) de la economía popular, por sub-
población. Datos correspondientes al 4t-2020.
Sub-población Personas
1a CUENTAPROPISTAS NP 2,277,902
1b CUENTAPROPISTAS NP SC 2,191,806
2 DESOCUP NP 305,029
3 SS DOM NR 35HS 302,022
4 ASAL Y MAY POR V5M 1,333,055
5 TRAB FLIAR SIN REM 60,743
Universo Amplio (1a+2+3+4+5) 4,278,751
Universo Restringido (1b+2+3+4+5) 4,192,655
Universo Amplio % PEA 33.1%
Universo Restringido % PEA 32.4%
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El Universo Amplio de la economía popular ascendió a 4.278.751 personas, un 33.1% de la
Población Económicamente Activa del trimestre. En términos de composición,
Cuentapropistas no profesionales y Asalariados con predominancia de ingresos provenientes
de “subsidios del gobierno” conjuntamente representaron al 84.4% del universo.
Gráfico 1.- Composición del Universo Amplio de la Economía Popular, por sub-población.
Datos correspondientes al 4t-2020.
1.4%
Cuentapropistas NP
31.2% Desocupados NP
Ss Doméstico NR 35HS
53.2%
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Gráfico2.- Composición del Universo Restringido de la Economía Popular, por sub-
población. Datos correspondientes al 4t-2020.
1.4%
Cuentapropistas NP SC
31.8% Desocupados NP
Ss Doméstico NR 35HS
52.3%
Para los próximos trabajos, pretendemos indagar en la dimensión y constitución del universo
de la economía popular. Es decir, se buscará analizar a partir de la definición operativa aquí
propuesta en el tiempo -y la descomposición interna en sus sub-poblaciones constitutivas-, así
como su peso en relación a la PEA. Asimismo, resulta factible indagar con mayor
profundidad por dimensiones adicionales como género, edad, distribución regional de cada
grupo poblacional.
Referencias bibliográficas
Arango, Y., Chena, P., y Roig, A. (2017). Trabajos, ingresos y consumos en la economía
popular. Cartografías Del Sur. Revista de Ciencias, Artes y Tecnología, (6), 1-18.
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Comari, C. (2010). Ponderación de la muestra y tratamiento de valores faltantes en las
variables de ingreso en la Encuesta Permanente de Hogares. Metodología, 15, 2-51.
Salvia, A., Donza, E., y Poy, S. (2019). El escenario laboral de la economía popular: tipos de
inserción ocupacional y características de los trabajadores. En G. Pérez Sosto (Coord.) ¿Cuál
es el futuro del trabajo? De la división social del trabajo al auge de la precariedad (pp. 703-
744). Ciccus.
Villatoro, P. (2015). Ajuste de los ingresos de las encuestas a las Cuentas Nacionales: una
revisión de la literatura. CEPAL - Serie de Estudios Estadísticos, 91, 1-25.
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