Cómo Aumentar La Tasa de Conversión y Cierre de Ventas - 121257
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Índice de contenidos
1. ¿Qué es el cierre de una venta?
2. ¿Qué es lo más importante a la hora de cerrar una venta?
3. Tipos de cierre de ventas
4. Cómo cerrar una venta: 14 técnicas eficaces
5. 5 consejos para cerrar una venta
Es una etapa crítica para todos los representantes de ventas. Sin esta adrenalina, cerrar una
venta no sería tan emocionante, y eso es precisamente lo que lleva a los representantes a ir
por más.
No siempre es sencillo lograr el cierre de una venta. Es por eso que se espera que los
esfuerzos de los profesionales de las ventas generen las mejores tasas de cierre posibles, y
se han desarrollado infinidad de técnicas a lo largo de los años.
Cuando se trata de cerrar una venta, lo cierto es que no se tienen segundas oportunidades.
Si se logra acompañar al prospecto a lo largo de todo el proceso, el cierre es el momento
crucial para hacer la conversión, especialmente porque ahí se abre la oportunidad de no
solo lograr una transacción, sino también la de convertir a ese cliente de primera ocasión en
uno leal a la marca.
Por eso es tan importante que los representantes de ventas se aseguren de resolver
cualquier duda u objeción, así como de verificar que las personas adquieren lo que
desean y están satisfechas con su compra.
Este tipo de cierre de venta está condicionado por el vendedor. En este tipo de operaciones
comerciales, las ofertas, costos y productos están predefinidos por la parte vendedora y hay
un margen muy reducido de negociación.
Los cierres por parte del vendedor requieren un buen manejo de la situación y gran
asertividad para saber en qué momento ofrecer el producto, cuándo solicitar la
autorización de compra y cómo gestionar paso por paso al cliente. El vendedor o
vendedora es quien pone el límite en el proceso y es el encargado de dirigir los esfuerzos de
venta hacia el cierre del proceso.
El cierre por parte del comprador, en contraposición a aquellos procesos que son
determinados por el vendedor, se caracterizan por poner al prospecto como el protagonista
de la operación. En este tipo de ventas lo más importante es que el comprador o
compradora adquiera un producto y contrate un servicio bajo sus condiciones. Este tipo de
negociaciones generalmente se dan en el comercio informal y requieren una toma de
decisión por parte del comprador.
3. Bidireccional
Los cierres de venta bidireccionales son aquellos en los que hay un equilibrio en la
satisfacción de los intereses de la parte compradora y de la parte vendedora. Estos cierres
generalmente ocurren a un nivel de organizaciones y pueden llegar a requerir un largo
proceso de negociación.
Existen muchos tipos de técnicas que puedes usar para cerrar una venta con un prospecto y
aquí te presentamos algunas de ellas:
Las técnicas de cierre tradicionales suelen recurrir a algunos trucos psicológicos para dar el
golpe maestro. Te mostramos las más utilizadas:
1. Ahora o nunca
Con esta técnica, los representantes de ventas ofrecen un beneficio especial que conduce a
una compra inmediata. Esta técnica funciona porque despierta un sentido de urgencia y es
capaz de ayudar a un prospecto que quiere hacer la compra, pero por alguna razón no se
decide. Desde luego que siempre debes dejar claro el valor de tu producto o servicio antes
de ofrecer un descuento o una promoción.
Para que logres cerrar con esta técnica de venta es importante que escuches al cliente
potencial y comprendas cómo está absorbiendo la información sobre tu argumento de
venta. Puedes poner énfasis en que estás por resolver su problema con un producto de
calidad, y concluir la venta con una promoción irresistible.
Los representantes que recurren a esta técnica mencionan reiteradamente los productos o
servicios que el cliente está por comprar, destacan el valor y sus beneficios para intentar
convencer al prospecto.
Al mencionar todos los beneficios juntos, ayudas a los prospectos a visualizar el valor
que recibirán con la compra que están a punto de hacer. Esta técnica funciona muy bien
cuando has tenido una discusión detallada de los productos con el cliente potencial por un
periodo y es un buen momento para resumir lo que han discutido, de modo tal que el
prospecto decida que está haciendo una buena compra.
Dile las cosas más impresionantes que está obteniendo con esos productos o servicios que
está a punto de comprar.
3. Cierre inesperado
Muchas veces, los prospectos piden descuentos en el precio o complementos porque saben
que tienen la ventaja (y saben que tú también lo esperas). Si el gerente de ventas lo
autoriza, prueba la técnica de cierre inesperado para tomar a los prospectos por sorpresa.
Primero, es importante que conozcas todos los beneficios que estás autorizado a darle a un
cliente, pero ten cuidado cuándo los ofreces. Es importante que escuches con atención al
cliente y guardes este beneficio hasta que él o ella lo mencione; es muy probable que tu
respuesta asegure la venta de inmediato.
Esta técnica hace referencia a la reacción inmediata que una persona tendría si alguien le
lanza un puercoespín. Nadie tendría ganas de acariciarlo ni siquiera de tocarlo, sino que lo
regresaría rápidamente. La idea es que el representante de ventas «devuelva» la pregunta
cuando el prospecto lance una que demuestre interés, para así agilizar el proceso hacia una
respuesta afirmativa.
Si el cliente preguntara: «¿Es posible contar con el pedido completo antes del
último día del mes?», el vendedor respondería: «¿Entonces desearía que su pedido
llegara antes del último día del mes?», al mismo tiempo que comienza el papeleo
para garantizar la entrega en la fecha deseada.
Podría presentarse la oportunidad de dar un beneficio deseado, si el prospecto
consulta la posibilidad de una forma parecida a: «Si pago doce meses por
adelantado de este servicio, ¿es posible obtener un descuento?». La respuesta para
conseguir el «sí» que lleve al cierre de venta sería: «¿Qué tal si pagas el año
completo hoy y te regalamos los siguientes tres, sin costo adicional?».
5. De rebote
Cuando el cliente exprese una objeción al producto o servicio, es importante saber cuáles
son las respuestas que pueden refutarla gracias a las alternativas que existen. Lo cierto es
que la técnica de rebote funciona si hay una manera de resolver los reparos que una persona
exprese, de lo contrario es mejor pensar en otra.
La idea es que haya una solución a lo que el prospecto exprese y que sea evidente, como las
funciones de un producto, las presentaciones que están disponibles u otros detalles que
atraen los gustos e interés de la persona.
La idea de cerrar una venta en sí debe abarcar toda la información y los beneficios
obtenidos durante el proceso de ventas, no solo en el momento de la compra final.
Entender las necesidades de los clientes: el 82 % de los clientes esperan que las
compañías tengan en cuenta sus necesidades y expectativas.
Comunicar con eficacia cómo determinados productos o servicios ofrecen una
solución asequible y eficaz para esas necesidades: ten en cuenta que 74 % de los
consumidores cambiaría de marca si el proceso de ventas es difícil. Logra que las
personas interesadas en tu oferta conozcan de forma transparente qué obtendrán a
cambio de su inversión y haz su recorrido de compra más liviano.
Cuando estos dos requisitos se cumplen, no tendría que haber impedimentos para cerrar una
venta. En ese punto, la pregunta de cierre puede hacerse directamente.
6. La pregunta
Para lograr estos dos objetivos fundamentales, los representantes deben hacer preguntas
exploratorias. Los profesionales de ventas más eficaces se centran en cerrar una venta tan
pronto como comienzan a interactuar con un prospecto. A través de una serie de preguntas,
despiertan el deseo de comprar del cliente y eliminan cualquier objeción.
Las preguntas no solo te beneficiarán, sino que también ayudarán a tu cliente a decidir qué
comprar. Incluso es posible cerrar la venta con una pregunta, lo que permite al
representante abordar objeciones latentes, al mismo tiempo que se logra el compromiso del
prospecto.
«¿Crees que esta oferta resuelve tu problema?». Esta pregunta te permitirá saber si
el prospecto está convencido de comprar tu producto o servicio y deja abierta la
posibilidad de continuar la venta. Si la respuesta es «no», es solo su opinión (no la
verdad absoluta), por lo que puedes seguir intentándolo y convencerlo de lo
contrario. Si responde «sí», cerrar el negocio es el próximo paso.
También puedes preguntar: «¿Hay algún motivo por el que no podríamos proceder
con el envío?». La respuesta te permitirá cerrar la venta o al menos sabrás por qué el
cliente aún no está convencido. En este caso, todos ganan.
7. Cierre supuesto
Esta técnica de cierre se basa en el poder del pensamiento positivo. Estar convencido desde
el principio de que cerrarás el negocio puede tener un efecto increíble sobre el resto del
proceso de ventas.
Con esta técnica asumirás que el cliente ya ha acordado comprar gracias a los beneficios
que le ofrece el producto o el servicio que das. Puedes transmitir con ello que ha hecho la
mejor elección.
Ejemplos de cierre de ventas con la técnica «Cierre supuesto»:
Si tienes hijos, posiblemente hayas notado que cuando les quitas un juguete es cuando más
lo quieren. Usa una estrategia psicológica similar con tus prospectos.
Si están regateando el precio, elimina una característica o un servicio y ofréceles el
descuento. Es probable que piensen en lo que acabas de eliminar de la oferta, en lugar del
descuento.
Esta técnica es recomendable cuando tienes a un cliente que posiblemente piense que el
precio es demasiado alto para lo que está adquiriendo. En primer lugar deberás conocer de
qué manera los beneficios que tiene tu producto o servicio están resolviendo los problemas
de este cliente en específico. Con ello en mente podrás retirar alguna característica con la
intención de que el prospecto crea más en el valor del producto que en el precio.
Como su nombre lo indica, el cierre fuerte es una estrategia más agresiva que la revisada
hace un momento. Con este tipo de abordajes el vendedor debe asumir la autoridad en la
negociación y dar a entender que la negociación ha terminado de forma indirecta.
Este tipo de cierres requieren mucho tacto y una desarrollada habilidad de comunicación
para evitar que el prospecto se sienta demasiado abrumado. Ten en mente que nunca se
debe utilizar esta estrategia para presionar a los compradores. Por el contrario, es una forma
de transmitir indirectamente el mensaje de que la compra debe cerrarse o que ya ha
renunciado a la negociación.
«¿A qué dirección le gustaría que enviemos el producto?». Con esta pregunta
comunicas que la operación ya es un hecho.
Si el prospecto se ha mostrado interesado a lo largo de la negociación puedes
preguntarle por su método de pago. Si el proceso se ha llevado de buen modo, es
probable que te ahorres la parte del convencimiento y acceda a cerrar el trato.
11. Ben Franklin
Esta técnica se recomienda cuando los clientes no están seguros sobre la compra y expresan
diferentes objeciones, por lo que les cuesta trabajo tomar una decisión.
En el pasado a Ben Franklin le encantaba hacer listas de pros y contras. Así es como
funciona esta técnica en la que tú y el comprador construirán juntos una lista de pros y
contras para comprar el producto. El éxito está en asegurarte de que la lista de pros sea más
larga que la de contras.
«Entiendo que tengas dudas. ¿Qué te parece si creamos juntos una lista de los pros y
contras que tiene este producto para tus necesidades? Así podrás tomar una mejor
decisión».
«Por lo que me has contado, este producto te ofrece más beneficios de lo que te
imaginas, por ejemplo...».
12. Hacia atrás
Esta técnica podría parecer una locura, pero es excelente para concretar ventas efectivas si
se realiza de la manera correcta. Normalmente un ciclo de ventas comienza con una
prospección del cliente y termina pidiendo referencias; en cambio, el cierre de ventas hacia
atrás comienza con las referencias.
La venta se abre pidiendo referencias al prospecto sobre las personas que conoce que
podrían beneficiarse de tu producto o servicio. El éxito de esta técnica dependerá del nivel
de interés que tenga sobre tu producto o servicio y de que obtengas el nombre de una o dos
referencias.
De esta forma, en primera instancia el prospecto se tranquiliza, ya que no siente que le estás
vendiendo algo y lo que estás buscando es en realidad generar confianza. Una vez que lo
hayas conseguido, entonces podrás explicar el valor y los beneficios de tu producto para él
o ella en particular.
«Ahora que conoce nuestro sistema de gestión del tiempo, ¿a cuáles de sus colegas
en puestos gerenciales les convendría adquirirlo?».
«Ya que está al tanto de los beneficios de este software financiero, «¿podría decirme
a cuáles de sus socios más directos beneficiaría?».
En algunos casos, si existe demasiada presión, no se realizará el cierre de venta, así que
más vale ser paciente. Sin embargo, es importante que se analice con detenimiento si
conviene en cada caso, y cuánto tiempo es mejor otorgar.
Si el prospecto dice algo parecido a «La propuesta me interesa mucho, pero debo
revisar si es posible terminar el contrato que ya tengo con otro proveedor para
empezar contigo sin problemas», es buena idea responderle: «Entendemos
perfectamente. ¿Qué tal si me comunico contigo el próximo lunes y traigo el inicio
del papeleo? Mientras tanto, puedo empezar el proceso de contratación de mi lado».
O cuando las objeciones se relacionan con el cambio de producto o servicio, la
posibilidad de conocerlo con una prueba gratis durante unos días es de gran ayuda.
Por ejemplo, el prospecto dice: «Las soluciones que comentas suenan justamente
como lo que necesitamos en la empresa, pero no estamos familiarizados con esta
herramienta»; esta respuesta puede ayudar a convencerle: «Podemos ayudarles con
eso. Con esta clave pueden acceder a una prueba gratuita durante este mes para que
la conozcan a fondo y nos compartan sus dudas a medida que la implementan. Al
final de la prueba, me comunico para empezar el papeleo».
14. Venta perdida
A pesar de que el objetivo final de todo proceso de venta es concretar una operación
comercial, muchas veces resulta imposible convencer a un prospecto de cerrar el trato. Esto
puede ser porque el cliente no tenía pensado desde un inicio comprar un producto, porque
durante el proceso se convenció de que no lo necesitaba o porque el precio excedió sus
capacidades de pago.
Aunque esta venta no se haya realizado es importante dar un buen cierre para mantener la
calidad del servicio ofrecido y para obtener conocimiento valioso del proceso. Una forma
de terminar estas ventas es pidiendo una retroalimentación al prospecto o preguntando
cuáles son las razones por las que ha decidido no concretar su compra. Recuerda que una
buena atención puede ser un gancho para hacer que, en el futuro, el prospecto regrese y se
concrete la venta.
Muchas de las técnicas para cerrar una venta se apoyan en que podrás explicar y demostrar
los beneficios que tu producto o servicio les dan a tus clientes. Por lo tanto, es clave que
estés al tanto de sus innovaciones, aspectos sobre su rendimiento, casos de éxito
reales e información sustentada en datos comprobables que les serán útiles a las personas
cuando sea el momento de tomar una decisión.
Recuerda que a nadie le gustan las mentiras o la exageración de los puntos a favor de un
producto, así que utiliza argumentos honestos. Por otro lado, elige aquellos que sean
contundentes para atraer el interés de tus prospectos, lo que nos lleva al siguiente punto.
En más de una ocasión vas a descubrir que una ventaja, por muy impresionante que sea, no
atraerá de la misma manera a todos tus clientes. Cada prospecto tendrá sus diferencias, y
por eso es importante que escuches atentamente cuáles son sus problemas y el tipo de
soluciones que están buscando.
Claro que tu producto o servicio está creado a partir de una investigación de mercado y los
buyer personas ideales, pero la prueba definitiva ocurre cuando los prospectos reales están
frente a ti. Cuando estás haciendo una presentación de ventas, es el momento en que
realmente hay una personalización de las soluciones, porque deberás poner énfasis en
puntos distintos para diferentes clientes.
Aquí entran en juego varios elementos, desde la investigación que te indica que este nuevo
prospecto se beneficiará de tu producto o servicio, hasta los datos que afirman que puede
invertir en él. Todo eso sin olvidar que conseguiste el contacto de alguien que puede
tomar una decisión de compra.
Esto aplica tanto para estrategias B2C como B2B, ya que en ambos casos deberás invertir
tiempo y esfuerzos para convencer a un prospecto de realizar una compra. De nada servirán
si al final descubres que, a pesar de compartirle una lista de argumentos irrefutables para
comprarte, la persona frente a ti no puede hacer nada al respecto.
Siempre podrás aprender nuevas técnicas y ponerte a prueba: no dejes de hacerlo para
afinarte. Pero también ten en cuenta que parte del proceso de ventas, y del propio cierre,
puede agilizarse o acelerarse si tienes las herramientas adecuadas.
Por ejemplo, nosotros contamos con un producto para crear e implementar un argumentario
de ventas que guía a los representantes de ventas con información muy útil acerca de los
productos y servicios, así como de soluciones cuando se encuentren en las etapas de
negociación.
Tener un proceso de ventas bien organizado hará una gran diferencia, y si te apoyas con un
CRM que ayude a gestionar toda la información de prospectos y clientes tendrás gran parte
del trabajo pesado resuelto.
Recuerda que buena parte del cierre de ventas depende de la conexión que logres con tus
prospectos. A fin de cuentas, también tú has estado del otro lado de la negociación, así que
recuerda los aciertos y fallas de otros vendedores que no deseas cometer.
Las habilidades blandas, como la comunicación clara, respetuosa, así como la empatía y
la creatividad pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos, al mismo tiempo que permiten
construir confianza con las personas que se ponen en contacto con tu oferta. A veces, es
mayor el impacto que un representante de ventas logra que todas las maravillas de un
producto.
Esperamos que estos consejos te apoyen para tus cierres. Busca la oportunidad de practicar
estas técnicas para que las domines pronto. Recuerda emplear la escucha atenta de tus
clientes para que puedas comunicarte con ellos de forma asertiva.