TP. #2 - SOBRE LA SOCIALIZACIÓN - Natalia Alanis

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Prof.

SmachettiUdeMM –

SOCIOLOGÍA -

Trabajo práctico Nº 2 –

SOBRE LA SOCIALIZACIÓN -

Alumna: Natalia Alanis

Con los textos de Kingsley Davis y de Horton y Horton, analizarán los siguientes temas y producirán
un escrito:

Davis capítulo 8, “socialización”. ¿Quién socializa al niño?. Desarrolle.

Se puede decir que se han establecido dos categorías en las cuales se pude distinguir perfectamente a las
personas de las cuales el niño adquiere aquellos sentimientos, creencias y conocimiento de su cultura.
La primera indica a aquellas personas que tienen autoridad sobre el niño.
La segunda marca a las personas que tienen igualdad con él.
Piaget distingue 2 tipos generales de moralidad, el de coerción y el de la cooperación. El primero es la
moralidad de un deber objetivo que está basado en el respeto unilateral por las personas que ejercen
autoridad, y que sus reglas se consideran superiores, externas, absolutas y situadas más allá de la
comprensión, por lo general son mayores que el. La segunda que es la moral de cooperación, se basa en la
comprensión mutua entre iguales, aquí las reglas no tienen superioridad mística o carácter absoluto en sí
mismas, sino que se trata de principios fundamentales de la asociación, pasibles de modificarse según las
consideraciones racionales y la necesidad de los participantes, estos suelen ser de edad similar y comparten
igualdad.
Por lo general se encomienda la tarea de socialización a los padres donde surge una estrecha vinculación
primitiva del niño en el sistema familiar. El niño tendrá que aceptar aquello que le transmitan a
pesar de no entender plenamente la lógica y naturaleza de lo transmitido, el fin es que se enseñen los
usos sociales y las costumbres para prepararlo para su status de adulto. El socializador oficial es el
representante de la mayor autoridad de la sociedad.
Tanto las relaciones autoritarias como las igualitarias aportan a la socialización del niño, aunque cuando se
trata de disciplina y responsabilidad se pone en manos generalmente de relaciones autoritarias.

Horton y Horton capítulo 3, “personalidad y socialización”. Los siguientes temas:

 Personalidad
 factores del desarrollo de la personalidad
 herencia
 cultura y personalidad
 grupo y personalidad
 socialización
 el sí mismo reflejo
 el enfoque Freudiano de la socialización
Prof. SmachettiUdeMM –

 Personalidad: conceptualiza a la personalidad como la organización de las actitudes, las


emociones, las expresiones y el temperamento de una persona, también incluye a los hábitos,
las creencias y los valores. Afirma que probablemente nunca se podrá comprender
completamente a la personalidad del otro e inclusive a la de uno mismo ya que es un ente muy
complejo.
 Factores del desarrollo: Incluyen todas las características de la conducta de una persona. Si
bien, el medio físico influye sobre la conducta, no la determina. Puede llegar a establecer
límites no imponer respuestas especificas al hombre.
 Herencia: es aquello que el individuo recibe como ser humano a través de los genes de los
padres. Es la herencia, como característica orgánica del ser humano quien suministra la materia
prima de la personalidad. Hasta el momento se ignora hasta qué punto las diferencias pueden
responder a diferencias de la personalidad. En su mayoría, los científicos de la conducta creen
que las diferencias individuales y grupales de la personalidad responden más a la experiencia
que a las diferencias.
 Otro factor que se puede relacionar con el desarrollo de la personalidad es la cultura, los
esfuerzos por vincular las características físicas con rasgos de la personalidad, inevitablemente
dependen de la cultura, si esta cultura si deferencia definiendo de alguna manera el rasgo de
estudio, alentará al desarrollo de distintos aspectos de la personalidad. Un ejemplo de ello,
puede ser cuando se le otorga un carácter bonachón a los gruesos, a menudo ese concepto
responde a expectativas y a creencias culturales. Es ahí donde nace el erróneo concepto de que
el rasgo físico determina la personalidad.
 Grupo y Personalidad: Podemos mencionar que es en el grupo en donde justamente la persona
realiza la experiencia de la cultura. Si no hay experiencia grupal, la personalidad normal no se
puede desarrollar. Ya que es el instrumento directo de la cultura del individuo.
 Socialización: El proceso de socialización es de gran importancia mediante el cual
desarrollamos una personalidad a través de la internalización de la cultura de nuestra sociedad.
A medida que una persona se socializa para convertirse en un ser humano activo, debe
desarrollar una identidad y una personalidad distinta. Dicha identidad recibe el nombre de “sí
mismo”. Este sí mismo es la conciencia individual de su propia persona y de las actitudes para
con ella.
 El sí mismo reflejo: Existe una propuesta planteada por el sociólogo Charles Horton Cooley, que
es la Teoría del Yo espejo, en donde se afirma que el yo de una persona crece a partir de las
interacciones sociales que mantiene un individuo con las personas que lo rodean.
Las personas nos proyectamos en sociedad de una u otra manera, pero ese reflejo viene
definido por las propias percepciones sobre como suponemos que nos ven los demás.
Este autor sugiere que deducimos nuestra imagen del “sí mismo” mediante estos elementos:
1-Imaginando cómo nos ven otros 2- Nuestra precepción de los juicios de otros acerca de
nuestra persona y 3-nuestros sentimientos acerca de estos juicios.
 El enfoque Freudiano sobre la socialización : Freud argumenta que la sociedad reprime y a su
vez niega al “sí mismo”. Refiere que desde el comienzo de la niñez la sociedad impone sus
restricciones y castiga severamente el inconformismo.
Lo que Freud afirmaría es que el niño se socializa internalizando las metas, los valores y las
normas de los padres, y que son estos los puntos de referencia de su conducta futura. En líneas
generales también se puede afirmar que el superyó es la conciencia de uno, las normas sociales
de bien y de mal, internalizadas.
Cabe mencionar que el yo es el que establece un equilibrio soportable entre lo que uno desea y
lo que uno cree justo. Entonces la persona que posee un yo adecuado no apelará a rabietas
Prof. SmachettiUdeMM –

para poder de alguna manera salirse con las suyas ni perderá el control de sí misma ante
situaciones tensas.
A partir de esto podemos decir entonces, que es innegable que la imagen del “sí mismo”
influye sobre la conducta.

Este autor sugiere que deducimos nuestra


imagen del "sí mismo" mediante estos
elementos:
(1) imaginando cómo nos ven otros; (2)
nuestra percepción de los juicios de otros
acerca de
nuestra persona; y (3) nuestros sentimientos
acerca de estos juicios. En la experiencia
familiar, el
individuo llega a la conclusión de que es
muy inteligente o estúpido, atractivo o
repulsivo,
meritorio o incapaz, todo dependerá de las
reacciones de otros frente a nosotros

También podría gustarte