Educación en Diversidad
Educación en Diversidad
Educación en Diversidad
Al ingresar por primera vez a la escuela, todos los niños ya hablan su lengua
materna, aquella que aprendieron de su entorno familiar y social. Hasta ese
momento, es más bien una lengua mínima con la que cubren sus necesidades
básicas de comunicación. Educarla para que realmente les sirva para comprender
el mundo, expresar sus sentimientos y acceder al conocimiento, es una labor
fundamental de la escuela y un proceso que nunca termina. El dominio de la
primera lengua ayuda a adquirir habilidades básicas de lectura, escritura y
aritmética. Según López G. Bartolomé expresa “La planificación de un proceso
educativo en el cual se usa como instrumento de educación la lengua materna de
los educandos y una segunda lengua con el fin de que estas se beneficien con el
aprendizaje de esta segunda lengua, a la vez que mantienen y desarrollan su
lengua materna” (2010, p.265). Las lenguas expresan lo que las personas son y
estructuran sus identidades y pensamientos. Significa conducir a los niños hacia el
dominio de estructuras gramaticales que les permitan elaborar o entender
pensamientos complejos. Ejemplo de esto, es que a los niños hispanohablantes
no se les enseña español, pues lo aprendieron desde pequeños, sino que se les
educa esta lengua. En cambio, a los niños indígenas sí se les enseña español y se
les debiera educar su lengua materna, cosa que casi no ocurre en las escuelas a
las que asisten a pesar de que los planes oficiales establecen que se les debe dar
una educación bilingüe y bicultural. México ha avanzado en el respeto hacia lo
indígena, sin embargo no se ha avanzado lo suficiente en realizar acciones que
modifiquen las relaciones desiguales que existen entre la sociedad nacional y la
sociedad indígena. Respecto al tema De Acevedo expresa “toda sociedad,
primitiva o civilizada, de estructura simple o compleja, homogénea o diversificada
en grupos culturales en proceso de cambio, muestra un conjunto de prácticas,
hábitos y sentimientos, asociados a una escala de valores, que crean un
determinado concepto de la vida, así como un ideal social y un tipo de hombre
para realizar, cada sociedad forma al hombre de acuerdo con las normas que le
rigen” (1981, pp. 32)
Es frecuente oír decir que "en México se hablan muchos dialectos", o dar por
hecho que el español, el inglés, el francés, etcétera, son lenguas, mientras que los
idiomas de los indígenas son dialectos, o, finalmente, usar indistintamente las
expresiones "lenguas" y "dialectos" para referirse a las formas de habla de los
pueblos indios. El destacado lingüista Leonardo Manrique Castañeda escribió al
respecto: “Hay en el mundo múltiples formas de habla. Si dos formas de habla no
son mutuamente inteligibles, se trata de lenguas (o de idiomas, que es su
sinónimo) diferentes. Si las dos formas de habla se entienden entre sí entonces se
trata de dialectos o variantes geográficas de una lengua [...] Distinción técnica tan
sencilla contrasta con la idea popular difundida de que un dialecto es una lengua
"inferior", porque, según se cree, "no tiene gramática", "no puede escribirse", "no
ha dado obras literarias", "la hablan pocas personas", etc. Todas estas nociones
son equivocadas y se extendieron a la par que la penetración de la economía
burguesa al campo mexicano en el siglo XIX. Se imbuyó esta idea a los hablantes
de lenguas indígenas, quienes a menudo dicen "hablar dialecto", convencidos de
que hablan una lengua inferior, no una lengua socialmente subordinada (2004,
p.97).
Finalmente, al igual que en el caso de las lenguas, el abordaje de las culturas por
parte del maestro también implica la necesidad de conocer y entender no solo la
cultura nacional y universal sino también, y sobre todo, la cultura indígena,
además del dominio y conocimiento de la lengua propia. Según Juan Carlos
Reyes “el enfoque desde el que se debe abordar el estudio de las lenguas es el
comunicativo y funcional mismo que tiene como propósito fundamental desarrollar
las competencias comunicativas orales y escritas de los educandos, en donde no
basta tener el dominio de las competencias lingüísticas sino que también es
necesario poseer las competencias pragmáticas” (2009, pp.235)