Teor. G. Del Proc. TP4 Prieto, Ma.A.

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TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

Las pruebas y las impugnaciones en el proceso


judicial

Trabajo práctico Nro 4, módulo 4.

Prieto, María Andrea, Legajo: VABG112019

CATEDRA - J - DER350 - EDH - CO / 257916-7

FECHA DE ENTREGA: 04/ 07/ 2022


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1-En relación con este caso, en la etapa de alegatos, el demandado argumenta que el
juez no debe valorar la declaración de una testigo ofrecida por su parte, y solicita que
no sea tenida en cuenta al momento de sentenciar. Suponiendo que fueras el juez
interviniente, ¿cómo justificarías tu resolución sobre el punto? Identifica y explica la
regla constitucional aplicada como fundamento de tu decisión. Fundamenta tu
respuesta en base a lo estudiado en el módulo 1.

Una vez vencido el procedimiento probatorio se corre traslado por seis días
sucesivamente a cada litigante para que alegue de bien probado reservándose los escritos en
secretaria hasta el decreto de autos, por ello, en el caso que nos ocupa, el juez debe rechazar
el pedido invocando el principio de adquisición, ya que se incorporó el elemento probatorio
al proceso y entonces, el mismo pertenece al proceso.
En efecto, en la etapa de juicio, el tribunal ordenará a las partes (MPF, querellantes
y defensores) que posteriormente al avocamiento, ofrezcan las pruebas que hayan de
valerse en la audiencia de debate. De esta manera, las partes seleccionan las pruebas y el
juez, admite o no dichos elementos probatorios.
La admisión es el acto procesal por el cual, la prueba ingrese al proceso, para lo
cual el juez ejerce un control formal. En contraposición a esta “libertad probatoria” del
sistema cordobés, en el procedimiento nacional, rige un sistema de precalificación
discrecional de prueba, ya que el juez puede rechazar aquella que considere improcedente,
superflua o dilatoria.
Una vez ofrecida la prueba se inicia el diligenciamiento, que consiste en actos
procesales que es necesario cumplir para introducir a la causa los distintos elementos
probatorios. Este momento comprende la confección de las cédulas de notificación de
comunicación a las partes y la citación de los testigos, la confección de oficios en la prueba
informática, el sorteo de los peritos, etc. Cuando la prueba oportunamente ofrecida,
admitida y diligenciada, se agrega, queda incorporada al proceso. Es en este momento
cuando, en forma indiscutible, opera el principio procesal de adquisición o comunidad de la
prueba que define que la misma no pertenece a quien la aporta, y que una vez introducida,
insoslayablemente debe tenerse en cuenta, sea que resulte en beneficio de quien la propuso
o de la parte contraria, que bien puede invocarla.
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Las garantías constitucionales constituyen las reglas fundamentales que demarcan la


administración de justicia. De esta manera el debido proceso es el instrumento técnico
constituido por normas para la realización indirecta del derecho por medio de los
procedimientos y con la intervención de los órganos judiciales del estado. Por otro lado, el
artículo Nro 16 de la CN que explicita la igualdad de todos ante la ley, sumada a la
inviolabilidad de la defensa (artículo Nro. 18 de la CN) se refiere a la igualdad de
oportunidades para comparecer, defenderse, alegar y probar en paridad de condiciones. Se
efectiviza en el ámbito del proceso a través del sistema de notificaciones.

2) Supón que asumes como abogado en representación de una de las partes, y tu


cliente te solicita que arbitres los medios para terminar con el litigio de la manera más
rápida y favorable posible, ¿cuál sería la forma alternativa adecuada para resolver el
conflicto?

Hay diferentes formas de resolución del litigio que la legislación ofrece para definir
el conflicto en forma rápida. Entre ellas, están: el allanamiento, el desistimiento y la
transacción y conciliación. A su vez, en el caso que nos ocupa, nos situamos en el momento
procesal anterior a la resolución.
El allanamiento es un modo anormal de culminación del proceso y tiene lugar por la
voluntad de una de las partes. Debe ser total, oportuno y expreso, de esta manera el
Artículo Nro. 352 del CPCC expresa: “el demandado podrá allanarse a la demanda en
cualquier estado de la causa anterior a la sentencia…”
Por otro lado, el desistimiento (Artículo Nro. 349) también establece que las partes
de común acuerdo, podrán desistir manifestándolo por escrito al tribunal quien, declarará
extinguidas y archivará las actuaciones. A su vez, el recurrente podrá desistir de su
impugnación en cualquier estado de la causa, así como el mismo, implica abandono del
proceso, sin afectar el derecho sustancial por lo cual no se impide su reiteración en otro
proceso.
La Transacción está prevista en el artículo Nro.1641 del CCyC nacional y en el
artículo Nro. 353 del CPCC cordobés. Se define como un contrato por el cual las partes, se
hacen concesiones recíprocas, desde un acuerdo de voluntades, y así evitan litigios,
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extinguiendo entonces obligaciones. La transacción puede ser judicial o extrajudicial. La


primera puede surgir por iniciativa de las partes o como resultado de una audiencia de
conciliación. La transacción se perfecciona como tal en el momento en que es conocida por
el tribunal; ya sea porque se produjo en la audiencia o porque alguna de las partes presentó
el escrito donde se hizo constar. A los fines de superar el diferendo, el código procesal
cordobés explicita que las partes presentarán el convenio ante el tribunal, que examinará si
cumple con los requisitos de ley y la homologará o no, si no lo hace se continuará con el
juicio.
La conciliación es una figura similar a la transacción, utilizada fundamentalmente
respecto a problemas de familia o controversias laborales. Se trata de una autocomposición.
Al respecto, en el CPCyC de Córdoba en el artículo Nro. 58 se explicita que el tribunal
podrá decretar audiencias para aclarar puntos dudosos o procurar avenimientos o
transacciones.
La conciliación judicial puede ser facultativa u obligatoria. La primera, se refiere a
una facultad ordenatoria del órgano judicial y la segunda, se impone en supuestos
específicos (familia, trabajo, etc.) y es un deber del juez disponerla. Por otro lado, la ley N°
24.753 /95 de Mediación y Conciliación, impone para el proceso nacional una instancia de
mediación y conciliación obligatoria, que debe efectuarse previo a cualquier juicio, salvo
excepciones establecidas. En Córdoba, la ley Nro.10.543 impone la mediación previa y
obligatoria en algunos procesos, con el objeto de reducir los conflictos que se judicializan y
poner fin a los mismos. De esta manera, en algunos casos y previa a la demanda, se debe
pasar por la mediación, que también implica homologación. Es dable explicitar que la
mediación previa, es optativa en el caso de desalojo por el Artículo 7º de la ley 10543 en el
que se expresa que si el requirente opta por someter la cuestión a mediación prejudicial,
ésta se torna obligatoria para ambas partes. De esta manera, no sería aplicable en el caso
que nos ocupa.
La conciliación termina a través de un Acta de acuerdo de Conciliación, y con la
firma del conciliador que intervino, mientras que la transacción, es un contrato que se
convalida entre las partes.
En el caso que nos ocupa, definimos la transacción porque la conciliación se usa en
cuestiones laborales y de familia, y el caso nos instala en un desalojo de una propiedad en
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alquiler. A su vez, a Maria Luisa Carrer, la transacción le ofrece la posibilidad de un


contrato, homologado, frente a las circunstancias del caso que demuestran que no hubo
voluntad del demandado de avenirse a instancias de acercamiento, ya que se realizan varias
reuniones con el apoderado de la SRL, y con su dueño sin llegar a un acuerdo.

3-Asume el rol de abogado de la parte demandada. Al momento de notificar la


demanda a tu cliente, verificas que los datos identificatorios de tu cliente, contenidos
en el escrito presentado por el actor, son inexactos. ¿Qué medidas procesales
tomarías? Fundamenta la posición asumida en base a lo estudiado en el módulo 3.

Notificada la demanda, nace para el demandado la “carga” de contestarla. El


demandado debe realizar este acto dentro del plazo legal, y para ello puede no comparecer
o comparecer y negar los hechos y el derecho con un argumento diferente al presentado,
puede afirmar los hechos y negar el derecho, puede reconvenir, allanarse o bien oponer
excepciones de tipo procesal o sustancial, consideradas como defensas reguladas en los
códigos de fondo.
De esta manera la excepción como el derecho a oponerse, se fundamenta en el art.
Nro. 18 de la CN, que expresa que la defensa en juicio de la persona y de los derechos es
inviolable, y a su vez la excepción se refiere a defensas definidas por la ley procesal.
La oposición de excepciones, permite la introducción de objeciones sustentadas en
la falta de algunos presupuestos procesales u otros impedimentos sustanciales.
En el caso que nos ocupa, ante la verificación que los datos identificatorios son
inexactos, nos encontramos con un defecto legal, referido a la inobservancia de una
cuestión procesal de requisitos de la demanda. Este constituye la excepción a presentar
entonces por el demandado.
El artículo Nro. 176 del CPCyC cordobés, expresa que el tribunal rechaza de oficio
las demandas que contengan defectos como en este caso, ordenando que se aclaren para
poder admitirla en el plazo de treinta días, sino se operará el desistimiento de pleno
derecho. A su vez en el mismo código en el artículo Nro. 184 inciso 4, se explicita que solo
son admisibles como excepciones dilatorias el defecto legal en el modo de proponer la
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demanda. A su vez, en el CCy C nacional, en el artículo Nro. 347, inciso 5 se expresa que
solo se admitirán las excepciones con defecto legal en el modo de poner la demanda.

4-El juez dicta una resolución admitiendo la prueba documental acompañada por la
parte actora. El abogado de la contraria considera que uno de los documentos
presentados por el actor no es admisible. Si fueras abogado de la demandada, ¿cómo
impugnarías la resolución que admitió ese documento? Fundamenta tu respuesta.

Hay medios establecidos por la ley para obtener la modificación, revocación o


invalidación de una resolución judicial, ya sea del mismo juez que la dictó o de otro de
superior jerarquía. El requisito para la impugnación es el “agravio” o “gravamen”
(injusticia o perjuicio material/moral ocasionado al demandado de este caso). Ello da lugar
a la actuación del tribunal que procederá o no a la Admisibilidad.
En el caso que nos ocupa, no se observa que se pida a un tribunal superior que
resuelva si la resolución es admisible o no, y si, se pide claramente impugnar un documento
presentado por el actor y admitido por el juez. Por ello, la impugnación procede por
interposición de un incidente impugnativo.
En el caso que nos ocupa, el recurso a presentar es el de reposición, que al igual
que el de nulidad, implica la no devolución a otro tribunal superior. El propósito es que se
revoque, anule, se corrijan errores materiales o se aclare concepto oscuro, supliendo una
omisión o declarándolo nulo. Su objeto será la modificación o revocación de un auto o
decreto. En efecto la reposición procede contra los decretos o autos dictados sin
sustanciación, traigan o no gravamen irreparable, a fin de que el tribunal que los haya
dictado, los revoque y puede ser interpuesto por cualquier parte que resulte agraviada.
A este recurso también se le conoce como recurso de reconsideración. Comúnmente
procede contra las providencias simples, que sólo tienden al desarrollo o trámite del
proceso, causen o no gravamen irreparable (artículo 238 del CPCyC nacional), y
excepcionalmente procede contra algunas sentencias como la regulación de honorarios y
medidas cautelares.
Los artículos Nros. 239 y 240 del mismo código, a su vez, establecen el trámite y el
plazo: “El recurso se interpondrá y fundará por escrito dentro de los tres días siguientes al
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de la notificación de la resolución; pero cuando ésta se dictare en una audiencia, deberá


interponerse verbalmente en el mismo acto. Si el recurso fuese manifiestamente
inadmisible, el juez o tribunal podrá rechazarlo sin ningún otro trámite”.

5- Al sentenciar, el juez interviniente en el caso suscitado por la demanda expuesta


ordena el desalojo de la parte demandada, y el pago de una suma de dinero por el
incumplimiento de la desocupación del inmueble en tiempo y forma. El demandado
apela la resolución y tú eres uno de los magistrados que integran la Cámara de
Apelaciones interviniente. ¿Qué decisión tomarías para resolver esa cuestión?

La apelación es un recurso procesal de las partes que procede contra toda clase de
resoluciones y constituye, un medio de impugnación teniendo por fin la revisión de la
resolución emitida por el órgano inferior que la dictó, para que sea resuelto por el superior
jerárquico. Al respecto el artículo Nro. 242 del CPCy C de la Nación expresa en su inciso
1, que, salvo disposición en contrario, la misma, procederá solamente respecto de
sentencias definitivas.
Asumiendo el rol de camarista, rechazaría la apelación, dadas las circunstancias del
caso, ya que como camarista en primer lugar corroboro si se encuentra satisfecho el
principio de congruencia en la sentencia de primera instancia. Al respecto Ferreyra de De la
Rúa dice: “La decisión final debe responder al principio de congruencia, plenitud y
vastedad. Esto significa que el juez resolverá conforme a los hechos fijados en los escritos
de la etapa introductiva (principio de congruencia). Tendrá que hacerlo de acuerdo a los
que, efectivamente han sido acreditada por las partes. Además, deberá contener decisión
expresa sobre cada uno de los puntos sometidos a decisión del juez” (arts. Nros. 327 y 328
C.P.C.)1
A su vez, la Constitución de Córdoba en el artículo Nro. 155 exige que toda
resolución judicial contenga fundamentación lógica y legal.
Por otro lado, el artículo Nro. 758, del capítulo V. Desalojo, del CPCyC de Córdoba
expresa que “No se admitirá al demandado el recurso de apelación en contra de la sentencia

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Ferreyra de De la Rúa A. y Otra, Teoría general del proceso, tomo I, Advocatus, Córdoba, 2009, pág 70.
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definitiva o de resolución posterior a ella, si no acredita dentro del plazo para recurrir,
haber satisfecho las rentas o alquileres vencidos y los que, con arreglo al contrato deba
pagar por adelantado o haberlos consignado en el tribunal…”.

6-El proceso iniciado como consecuencia de la demanda concluye con una sentencia
favorable al actor. El demandado te pide que lo representes, y te consulta si es posible
revertir la decisión judicial. Revisando el expediente, adviertes que nunca fue
notificada la demanda al domicilio real de su cliente. ¿Crees poder interponer un
incidente de nulidad? Explica la postura asumida.

Cuando no se observaron las formas establecidas por ley en un acto de proceso, se


interpone la nulidad, concebida como la sanción y vía adecuada por la que se quita al
mismo de sus efectos. Entre estas sanciones están, el incidente, el recurso, la excepción y la
acción de nulidad.
Con respecto al incidente de nulidad, A. Ferreyra de De la Rúa (2009) explícita:
“Se lo considera como la vía normal en caso de indefensión, esto es, de ausencia de las
garantías del debido proceso. Así, por ejemplo, en el supuesto de una persona que ha sido
mal emplazada (a un domicilio distinto del denunciado) y en el medio del juicio se entera
de su existencia, no tiene otro camino que el del incidente para provocar la declaración de
nulidad de todo lo actuado.”2
Ahora bien, en el caso de análisis, estamos frente a un juicio por desalojo, cuya
demanda se notifica en el domicilio expresado en el contrato de locación o en el inmueble
objeto de la demanda, por ello, en este caso, el incidente de nulidad no procedería, porque
si la notificación no se hizo al domicilio real, no importaría al proceso, dado que el articulo
Nro. 753 del CPCyC de Córdoba (ya citado más arriba) expresa que la citación, la sentencia
que declara el desalojo y la providencia, se hacen en el domicilio contractual.
Dicha citación se hará bajo apercibimiento que si no compareciere o no contestare
la demanda se procederá de acuerdo con el art. Nro. 755 que expresa: “que si el demandado

2
Ferreyra de De la Rúa A. y Otra, Teoría general del proceso, tomo II, Advocatus, Córdoba, 2009, pág 156.
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no compareciere o no contestare la demanda el tribunal dictará sentencia haciendo o no


lugar al desalojo…”

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