Ap2656 2018 (52602)

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JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

Magistrado Ponente

AP2656-2018

Radicación n.° 52602

Acta n.° 211

Bogotá, D. C., veintisiete (27) de junio de dos mil


dieciocho (2018).

I. V I S T O S

La Sala se pronuncia sobre los presupuestos de lógica


y debida fundamentación de la demanda de casación
presentada por la Procuradora 76 Judicial II Penal en contra
del fallo dictado el 5 de diciembre de 2017 por el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala de Decisión
Penal, por medio del cual confirmó la sentencia absolutoria
emitida el 24 de febrero del mismo año por el Juzgado
Primero Penal del Circuito con función de conocimiento de
Cartago en favor de Jhon Jairo García Cruz, quien había
sido acusado como autor del delito de homicidio.
Radicación n.° 52602.
Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

II. H E C H O S

En la acusación, la Fiscalía le atribuyó a Jhon Jairo


García Cruz la autoría del homicidio de Carlos Francisco
Muñoz Franco, de 46 años, apodado “El Poeta”, quien el 3 de
abril de 2016, aproximadamente a las 02:30 horas, en el
establecimiento abierto al público denominado “Ritmo 60”,
ubicado en el kilómetro 55 + 10 metros de la vía Zarzal -
Cartago, fue herido con arma corto punzante en la vena
yugular interna izquierda y en la arteria carótida.

III. ANTECEDENTES PROCESALES

1. Por los anteriores hechos fue capturado Jhon Jairo


García Cruz. El 3 de abril de 2016, en Ulloa (Valle), el Juzgado
Promiscuo Municipal con función de control de garantías de
turno en el Circuito Judicial de Cartago llevó a cabo las
audiencias preliminares concentradas de control posterior a la
captura, formulación de imputación e imposición de medida
de aseguramiento.

La Fiscalía Trece Seccional, de turno en la URI, le endilgó


a García Cruz la autoría del delito de homicidio (art. 103 C.P.)
agravado por motivo abyecto o fútil (art. 104-4 ibídem). Este
cargo no fue aceptado por el imputado, quien quedó detenido
preventivamente.

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Radicación n.° 52602.
Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

2. El 2 de junio de 2016, la Fiscalía Diecinueve Seccional


de Cartago radicó escrito de acusación en contra de Jhon
Jairo García Cruz, pero a título de autor de homicidio simple
(artículo 103 del Código Penal).

3. Correspondió el conocimiento al Juzgado Primero


Penal del Circuito de Cartago, despacho que tramitó el juicio
en la forma que se indica a continuación. Formulación de
acusación: 28 de junio de 2016. Audiencia preparatoria: 2 de
agosto de 2016. Juicio oral: 29 de septiembre; 25, 26 y 31 de
octubre; 24 de noviembre; y 1° y 13 de diciembre de 2016. En
la última sesión anunció el sentido del fallo, que fue
absolutorio, y ordenó la libertad del procesado. La sentencia
fue leída el 24 de febrero de 2017.

4. El Fiscal y el representante de la víctima interpusieron


el recurso ordinario de apelación, el cual fue desatado por el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala de
Decisión Penal, el 5 de diciembre de 2017, en el sentido de
confirmar el fallo de primer grado.

5. Oportunamente, tanto la Procuradora 76 Judicial II


Penal como el Fiscal Diecinueve Seccional propusieron el
recurso extraordinario de casación. Únicamente la agente del
Ministerio Público presentó el libelo correspondiente. Por
ende, la impugnación del delegado del órgano de persecución
penal fue declarada desierta.

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Radicación n.° 52602.
Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

IV. LA DEMANDA

La agente del Ministerio Público invoca la causal de que


trata el artículo 181-3 de la Ley 906 de 2004 y, con soporte en
ella, formula un cargo único, a saber: violación indirecta de
la ley sustancial por error de hecho originado en falso
raciocinio, el cual condujo a que el tribunal dejara de aplicar
el artículo 103 del Código Penal.

Lo anterior, porque en la apreciación del testimonio de


Nelson Francisco Rodríguez Botero el tribunal empleó unos
criterios que no cumplen con el requisito de la universalidad y
que, por lo tanto, no pueden ser tenidos como máximas de la
experiencia.

Acude a la casación con una doble finalidad: (i) obtener


respeto a las garantías judiciales debidas a la víctima y (ii)
lograr la correcta aplicación del derecho.

Pretende que la Corte case la sentencia acusada y


condene al procesado.

V. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. De orden general.

La casación es un recurso extraordinario, instituido


como medio de control constitucional y legal de las

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Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

sentencias de segunda instancia proferidas en procesos


adelantados por delitos, cuya finalidad involucra la
efectividad del derecho material, el respeto de las garantías
fundamentales, la reparación de los agravios inferidos y la
unificación de la jurisprudencia (artículo 180 de la Ley 906
de 2004). Por medio de él se denuncia y demuestra que el ad
quem incurrió en alguno de los yerros previstos en las
causales taxativamente fijadas por la ley (artículo 181
ibídem).

Su ejercicio exige la elaboración y presentación


oportuna de una demanda en forma, que contenga la
indicación de la(s) causal(es) invocada(s), el desarrollo de los
cargos de sustentación de manera precisa, clara y lógica, con
sujeción a los presupuestos propios del motivo y del sentido
de violación alegados, así como la demostración de que se
necesita del fallo para alcanzar alguna de las finalidades del
recurso. El incumplimiento de estos presupuestos conduce a
la inadmisión del libelo.

Lo anterior, porque la sentencia objeto de la


impugnación se encuentra revestida de las presunciones de
acierto y legalidad y éstas no pueden ser derrumbadas de
cualquier forma y no se trata de continuar el debate dado en
las instancias. Por tanto, es necesario un esfuerzo
argumentativo suficiente, claro, preciso, ordenado.

Los motivos de impugnación tienen que ajustarse a las


causales taxativamente previstas en el artículo 181 de la Ley

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Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

906 de 2004. Se trata de un recurso rogado, frente al cual la


Corte se encuentra limitada, pues, en principio, no puede
tener en cuenta causales diferentes a las alegadas por el
demandante (artículo 184 ibídem).

Además, escogida e invocada la causal o causales


correspondientes, los cargos que se formulen a la sentencia
de segunda instancia tienen que desarrollarse o sustentarse
siguiendo los condicionamientos impuestos por la índole o
naturaleza del yerro y sentido de la violación denunciados.

De ahí que el inciso segundo del artículo 184 de la Ley


906 de 2004 disponga que no será seleccionada la demanda
que se encuentre en cualquiera de los siguientes supuestos:

(…) si el demandante carece de interés, prescinde de señalar la


causal, no desarrolla los cargos de sustentación o cuando de su
contexto se advierta fundadamente que no se precisa del fallo para
cumplir algunas de las finalidades del recurso.

2. Sobre la demanda presentada.

A la agente del Ministerio Público no le asiste interés


jurídico para acudir al recurso extraordinario de casación
porque no apeló la sentencia de primera instancia, y con ello
demostró conformidad con la absolución dispensada por el a
quo.

La Corte ha sido reiterativa en lo siguiente:

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Casación Ley 906.
Jhon Jairo García Cruz.

Ha insistido la jurisprudencia de la Sala en recordar que para


poder demandar la casación de una sentencia, es imprescindible
presupuesto la actividad desplegada por la parte inconforme en
las instancias, es decir que, para comenzar, el fallo de primer
grado ha debido ser apelado, siempre y cuando no se trate de
aquellos eventos en que procede la consulta.

Ahora, si en efecto ha sido recurrido y en la segunda instancia se


desata la impugnación dentro de los límites señalados por el
artículo 217 del Código de Procedimiento Penal (modificado por el
artículo 34 de la Ley 81 de 1.993), esto es, ocupándose en forma
exclusiva de aquellos aspectos controvertidos y la decisión no se
modifica en detrimento del inconforme, o lo que es igual que el fallo
de primer grado se mantiene idéntico, no es factible que por vía de
la casación se acusen errores de la sentencia del Tribunal, cuando
claramente no podía estar incurso en ellos habida cuenta de que
el ejercicio de su competencia alinderada por el específico objeto
revelado en la sustentación del apelante, excluye temas ajenos a
materias no contempladas en la sustentación del recurso.

Los efectos que este condicionamiento tiene, que en principio están


referidos al recurso de apelación, se ven igualmente reflejados
sobre la casación, toda vez que si el inconforme aceptó al no
impugnar algunos aspectos del fallo, carece de interés jurídico
para objetarlos por esta especial vía, pues precisamente la
ausencia de la impugnación vertical de instancia margina de
cualquier controversia casacional temas sobre los cuales de esta
manera se ha hecho patente la conformidad del sujeto procesal,
excepción hecha, como ya se advirtió, de que se desmejore la
situación del procesado en tanto este supuesto lo habilitaría para
oponerse ante la Corte contra dicha determinación. (CSJ AP, 3
mar. 2000, rad. 16084).

De acuerdo al criterio jurisprudencial vigente, para acceder al


recurso de casación se requiere que el demandante haya recurrido
la sentencia de primera instancia, pues si quien apeló fue otro
sujeto procesal, sólo estaría facultado para hacerlo si acredita que
se le impidió el ejercicio del derecho de impugnación, que el fallo
de segunda instancia desmejoró su situación o que pretende
conseguir la declaratoria de nulidad del proceso.

El interés del casacionista debe relacionarse, entonces, con el


desmejoramiento de su situación porque si mostró conformidad
con lo decidido en primera instancia, su reproche no puede
extenderse a los temas que no fueron examinados por el fallador
colegiado.

De esta manera, en los eventos en que el recurrente en casación


no apeló el fallo de primera instancia, no puede asumir interés
pleno sino restringido a los aspectos que en virtud de la

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Casación Ley 906.
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impugnación de otro sujeto procesal desmejoraron en la sentencia


de segundo grado. (CSJ AP5617-2017, 30 ago. 2017, rad. 50765).

A la anterior regla no escapa el Ministerio Público como


interviniente especial dentro del proceso penal:

La Corte ha considerado reiteradamente que, de modo general, la


no interposición y sustentación debidas del recurso de apelación
respecto de la sentencia de primer grado, sería señal de
conformidad del sujeto procesal con el contenido de tal
providencia, razón por la cual carece de interés jurídico para
recurrir y no podría invocar a última hora un agravio
supuestamente inferido por el fallo de segunda instancia, con el
fin de legitimarse en casación, pues en razón del delimitado ámbito
funcional y material del fallo de segundo grado, éste no tocaría la
situación de quien no impugnó (cfr. autos de 9 de agosto de 1995;
5 de septiembre de 1996 y 11 de marzo de 1997, entre otros).

De igual manera, la Sala ha sostenido que el Ministerio Público no


está exento del deber de apelar el fallo de primera instancia, si
aspira a tomar legitimidad en un eventual recurso extraordinario
de casación, pues el interés general que representa o su
reconocida condición de imparcialidad no trastornan la calidad de
sujeto procesal que debe actuar en igualdad de condiciones
respecto de los demás, sin privilegios que no hayan sido
reconocidos por la propia ley para fines de mayor justicia (auto de
2 de junio de 1998. M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

Sin embargo, desde la primera decisión en la que se hizo la


afirmación general de la carencia de interés para acudir en
casación, si no se agotaba la apelación, la jurisprudencia ha
establecido salvedades acordes con la sistemática del
ordenamiento jurídico y la coherencia de los valores involucrados
en el mismo. Así, aunque no se haya interpuesto el recurso de
apelación, el sujeto procesal podrá acudir en casación si aparece
que arbitrariamente se le impidió el ejercicio del recurso de
instancia; o cuando su situación de todas maneras resulta
afectada por la decisión de segundo grado que se produce por la
impugnación de otros o por obedecer a imprescindibles razones
vinculantes; o también si se surte el grado jurisdiccional de la
consulta, cualquiera sea el contenido gravoso del fallo; y,
finalmente, cuando el sujeto procesal se proponga la nulidad por
la vía extraordinaria, siempre que medie una demanda en forma,
pues “la aceptación del contenido material del fallo, revelada a
través del silencio de parte, sólo resulta válida si el procedimiento
que lo sustenta es legítimo, y en la circunstancia de ser la casación
en nuestro medio, fundamentalmente un juicio de validez, como

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Casación Ley 906.
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puede inferirse del contenido de los artículo 219 y 228 del estatuto
procesal” (Auto 11 de febrero de 1999. M. P. Fernando Arboleda
Ripoll). (CSJ AP, 24 feb. 2000, rad. 10809).

(…) de acuerdo con la jurisprudencia pacífica de la Sala, entre


ellas, la sentencia del 6 de septiembre de 2007, adoptada en el
radicado 24460, en relación con los recursos, la legitimación
constituye uno de los presupuestos de procedencia de
impugnación de las providencias judiciales, según el cual, es
preciso que el impugnante ostente la condición de sujeto procesal
habilitado para actuar.

Recuérdese que la legitimación en causa corresponde a un


requisito en torno al cual, al recurrente le asiste interés jurídico
para atacar la providencia, siempre y cuando la decisión le cause
un perjuicio a sus intereses, pues no hay lugar a inconformidad
respecto del proveído que reporte un beneficio o que simplemente
no lo perjudique.

En esa medida, el Ministerio Público no está exento del deber de


impugnar el fallo de primer grado, si aspira a adquirir legitimidad
para un eventual recurso de casación, pues el interés general que
representa o su reconocida condición de imparcialidad, no
trastocan la calidad de sujeto procesal que debe actuar en
igualdad de condiciones respecto de los demás, sin privilegios que
no se hayan reconocidos por la propia ley.

Sin embargo, en relación con la exigencia, en orden a acceder a


este mecanismo de impugnación, la misma se exceptúa en los
siguientes casos:

a) Cuando se acredite que de manera arbitraria se impidió


al impugnante el ejercicio del recurso de instancia.
b) Cuando el fallo proferido por el ad quem modifique de
manera negativa, desventajosa o más gravosa la
situación de quien pretende demandar en casación.
c) Cuando se surte el grado jurisdiccional de consulta y
resulta agravada la situación de quien no impugnó.
d) Cuando la propuesta del demandante en casación se
orienta a conseguir la declaratoria de nulidad. (CSJ AP,
3 jul. 2013, rad. 41054).

Pues bien, en el presente evento el Ministerio Público, a


través de uno de sus agentes, concurrió a las audiencias de
formulación de acusación y preparatoria, pero dejó de asistir

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al juicio oral y a la lectura de la sentencia, pese a que fue


enterado de la realización de tales diligencias mediante
sucesivas notificaciones en estrados cumplidas en las
actuaciones precedentes, sin que en ningún caso justificara
su ausencia por fuerza mayor o caso fortuito (artículo 169 de
la Ley 906 de 2004).

Se concluye, entonces, que fue por propia voluntad que


el (la) agente del Ministerio Público se marginó del presente
proceso y que de ninguna forma se le impidió hacer uso de
los recursos ordinarios contra la sentencia de primera
instancia.

Por otra parte, como tampoco pretende con la demanda


la anulación de lo actuado, es evidente que ante su tardía
intervención no puede pretenderse asistida de interés
jurídico para censurar el fallo del tribunal en casación.

3. Conclusión.

Conforme se desprende de lo anotado, la demanda de


casación examinada debe ser inadmitida.

Además, del estudio de las diligencias la Corte no


encuentra motivo que amerite superar los defectos del libelo
con el fin de asegurar, de oficio, el cumplimiento de garantías
fundamentales o los fines del recurso.

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Jhon Jairo García Cruz.

Por consiguiente, la decisión será la ya anunciada. En


contra de esta determinación procede el mecanismo de
insistencia, en los términos precisados por la jurisprudencia
de la Sala (CSJ SP, 12 de diciembre de 2005, Rad. 25322).

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Inadmitir la demanda de casación presentada por la


Procuradora 76 Judicial II Penal en contra del fallo dictado
por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala
de Decisión Penal, el 5 de diciembre de 2017, por medio del
cual confirmó la absolución de Jhon Jairo García Cruz del
cargo de homicidio.

Contra esta decisión procede el mecanismo de


insistencia.

Cópiese, comuníquese, cúmplase y devuélvase al


Tribunal de origen.

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA


Presidente

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Jhon Jairo García Cruz.

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

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Jhon Jairo García Cruz.

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA

Secretaria

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