El documento habla sobre el hormigón armado, que es la combinación de hormigón y acero. El hormigón resiste bien la compresión pero no la tracción, por lo que se usa acero dentro del hormigón para resistir fuerzas de tracción y evitar fisuras.
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El documento habla sobre el hormigón armado, que es la combinación de hormigón y acero. El hormigón resiste bien la compresión pero no la tracción, por lo que se usa acero dentro del hormigón para resistir fuerzas de tracción y evitar fisuras.
El documento habla sobre el hormigón armado, que es la combinación de hormigón y acero. El hormigón resiste bien la compresión pero no la tracción, por lo que se usa acero dentro del hormigón para resistir fuerzas de tracción y evitar fisuras.
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Hormigon armado: El hormigón armado es específicamente la conjunción de dos
materiales trabajando juntos: El hormigón y el Acero. Esta interacción entre
ambos materiales permite que el elemento estructural resista muy bien esfuerzos tanto de tracción como de compresión.
Existen varios nombres sinónimos que describen la unión de estos dos materiales constructivos: Concreto Reforzado, Hormigón reforzado o concreto armado.
El concreto u hormigón a la vez es un compuesto producto de varios elementos:
Arena, grava, cemento y agua en correctas proporciones.
Funcionamiento: El hormigón es un elemento que resiste muy bien fuerzas de
compresión pero es muy pobre en resistencia de fuerzas de tracción. Es en estos sectores de tracción de los elementos de hormigón donde entra la ayuda de las barras de acero.
Se ha visto a lo largo de la construcción de elementos estructurales, que algunos
elementos estructurales fabricados solamente con hormigón comienzan a fisurarse y eventualmente a colapsar producto de esfuerzos de tracción, de ciclos de dilatación y contracción y producto de heladas. El acero dentro de estos elementos ayuda a evitar este tipo de fisuras y eventualmente su colapso.
Tipos de hormigones especiales:
Hormigón de Alta Resistencia: Se trata de un tipo de hormigón mucho más resistente que el hormigón convencional en relación a sus propiedades mecánicas y con una mayor durabilidad frente a las agresiones químicas. Su uso está muy extendido en la fabricación de estructuras de obra civil ya que puede alcanzar resistencias superiores a 70 MPa, grandes estructuras o rascacielos. Hormigón Ligero: Ya sea empleando áridos de baja densidad, eliminando elementos finos o incorporando burbujas de gas en la masa, se consigue un hormigón cuya principal propiedad es una considerable reducción de peso. No obstante no es su única propiedad ya que si contiene un gran volumen interno de huecos es capaz de aportar aislamiento térmico y acústico. Obviamente, una de las desventajas del compuesto es una pérdida de resistencia mecánica, algo que deberá tenerse en cuenta a la hora de decidir su aplicación. Una de sus utilidades más conocidas, aparte de la de aligerar estructuras, es la de reforzar forjados en rehabilitaciones de edificios o regularizar suelos desnivelados Hormigón Autocompactanteno requiere hacer el vibrado del hormigón recién vertido. El hormigón autocompactante se obtiene mediante la adición de aditivos superplastificantes. Es capaz de fluir por el interior del encofrado de forma natural sin que exista segregación ni bloqueos y consigue compactarse por la acción de su propio peso. Valorando que deben tenerse ciertas precauciones a la hora de la ejecución, estas propiedades del hormigón lo hacen interesante para cualquier construcción, aunque uno de sus principales usos es la fabricación de piezas con formas complicadas o su empleo en la construcción de infraestructuras donde las labores de compactación son complicadas. Hormigón Reforzado con Fibras: Los hormigones reforzados con fibras se consiguen mediante la incorporación de fibras a la mezcla de hormigón, consiguiendo un producto final más homogéneo con mayor resistencia en esfuerzos a tracción y mejores propiedades frente a la fatiga. Fibras de acero: Se utilizan de diversos tamaños y formas en función de las cuales varían las características finales del hormigón. Forman una armadura muy efectiva aumentando notablemente la tenacidad, la resistencia a la flexotracción y los impactos, reducen las deformaciones frente a cargas mantenidas y, en definitiva, se incrementa la durabilidad del compuesto. Cabe reseñar que este tipo de hormigón precisa de una correcta dosificación y amasado, de lo contrario no sólo no se conseguirían las propiedades deseadas si no que el resultado final carecería de la efectividad del refuerzo además de padecer de otras patologías. Fibras poliméricas: Pueden ser polímeros como aramida, nylon, polipropileno, polietileno, poliéster… Dotan al hormigón de una resistencia especial frente a impactos y un buen comportamiento frente al fuego. Sin embargo, son muy deformables (cuentan con un bajo módulo de elasticidad) y tienen una pobre adherencia con el mortero, con lo que la resistencia a flexión del hormigón no aumenta significativamente y las deformaciones una vez que se fisura pueden ser importantes. Fibras de vidrio: En este caso las fibras deben de tener propiedades álcali-resistentes, de otro modo se deteriorarían al entrar en contacto con los álcalis del cemento. Destacan por su alta resistencia a tracción y un módulo de elasticidad aceptable. De nuevo, un correcto amasado es fundamental y suelen utilizarse aditivos que lo facilitan. Hormigón Proyectado: suele usarse es muy similar a la del hormigón armado habitual, salvando que existe una limitación del tamaño máximo de árido utilizado en función de las características de la máquina utilizada para su aplicación. El hormigón se proyecta con una manguera o cañón de alta presión sobre una superficie, vertical u horizontal, que sirva de soporte. La fuerza del impacto del hormigón sobre la superficie permite que éste quede perfectamente compactado y con buena densidad. También suelen utilizarse aditivos que faciliten una correcta aplicación. Con esta técnica se consigue una buena resistencia por metro cuadrado y suele utilizarse en revestimientos o estabilizaciones del terreno. Hormigón Drenante: permite construir superficies firmes aunque muy porosas, de manera que el agua puede circular a través de él consiguiendo unas excelentes propiedades drenantes. Suele utilizarse como sustitutivo de elementos como las zahorras o los bolos o en la confección de sistemas de drenaje. Por ejemplo, en el trasdosado de muros enterrados, o para la construcción de suelos de urbanizaciones, pistas deportivas, lavaderos… Para conseguir un hormigón con estas características se eliminan los finos en su dosificación, consiguiendo que tenga poros abiertos de gran sección. Dependiendo de su uso final debe variarse tanto su espesor como su porosidad, ya que estas variables afectan a su resistencia. Necesita realizar una compactación adecuada para garantizar su durabilidad y una base adecuada que desaloje el agua que se drene a través de él, ya que de otro modo quedaría estancada. Hormigón de Uso No Estructural: sirve para realizar funciones de protección sobre el hormigón que sí conforma la estructura o para piezas auxiliares, ornamentales o de relleno. La normativa española sobre hormigones establece que existen dos tipos de hormigones para usos no estructurales: Hormigón de limpieza: Se utiliza para adecuar el lugar donde se va a asentar el hormigón estructural. Forma una capa entre éste y el terreno evitando la contaminación y desecación durante las primeras horas de hormigonado. Hormigón no estructural: Está destinado a la fabricación de elementos como aceras, rellenos, bordillos, bolardos… Se compone de los mismos ingredientes que un hormigón tradicional con la excepción de que puede emplearse hasta el 100% de árido grueso procedente del reciclado. En usos ornamentales, existen aditivos de todo tipo como pigmentos para aportar colores a la mezcla o, por ejemplo, fibras de vidrio que permiten crear un efecto de cerramiento translúcido. Hormigón Antibacteriano: Este tipo de hormigón se consigue mediante un aditivo o fibras biocidas que impiden el desarrollo de microorganismos en su superficie. De esta manera se vuelve atractivo para su uso en hospitales, piscinas, granjas de animales… en donde la higiene sea un factor a tener en cuenta. es fundamental que la ejecución de la obra sea lo más cuidada posible, poniendo especial atención en la dosificación de la mezcla, el amasado, la compactación. Salta a la vista que un requerimiento común fundamental para aprovechar al máximo las propiedades de estos hormigones es contar con un proyecto sin errores y una cuidada ejecución de la obra. CARACTERÍSTICAS DEL CEMENTO El cemento es una mezcla de calizas y arcillas calcinadas y molidas y yeso, que con agua se endurece. Si a esta mezcla se le suman agregados pétreos como la grava y la arena, resulta en una mezcla uniforme y plástica que se endurece como si fuera una piedra con el agua y a la que se conoce como hormigón. Las principales características del cemento son la solidez y la resistencia a productos químicos y a temperaturas elevadas gracias a su estado refractario y la exotermia (lo que lo hace especialmente útil en condiciones de bajas temperaturas); sin embargo, el paso del tiempo y el uso de armaduras van mermando esta resistencia y aumentando la porosidad. TIPOS DE CEMENTOS Tipos de cementos que podemos encontrar, destacan sobre todo el cemento tipo Portland, producido al pulverizar Clinker y una o más formas de sulfato cálcico. También se utiliza el cemento hidráulico, que consiste en una mezcla homogénea de clinker, yeso y puzolana (y otros componentes minoritarios).Otro de los cementos más usado en el sector de la construcción es cemento hidráulico modificado con escoria, que está formado por una mezcla homogénea de clinker, yeso y escoria granulada de alto horno (y otros componentes minoritarios).El cemento usado en albañilería está formado por una mezcla de cemento hidráulico, o tipo Portland y un material que le otorga plasticidad (como caliza, cal hidráulica o hidratada) junto a otros materiales introducidos para aumentar una o más propiedades, tales como el tiempo de fraguado, las horas de trabajo sobre el material, retención de agua y durabilidad.Otra mezcla que también debemos considerar es el cemento blanco. Este cuenta con las mismas propiedades que el Portland, dado que posee una composición y resistencia similar. TIPOS Y APLICACIÓNES. Para quienes quieren saber un poco más sobre este material y en especial de la resistencia del hormigón es importante concentrarse en analizar sus distintos tipos y ver qué es capaz de proporcionar cada uno. Porque existen una serie de características del hormigón específicas en las que coinciden todos los tipos, pero al mismo tiempo hay una serie de rasgos muy exclusivos en cada uno de los tipos.Quienes trabajan con el hormigón están habituados a tratar con una gran cantidad de tipos entre los que hay algunos que resaltan más. Es el caso, por ejemplo, del hormigón ordinario, el más básico, cuya resistencia no aporta nada significativo más allá de la resistencia del cemento tradicional. Aunque reciba el nombre de ordinario, no es, ni mucho menos, el tipo de hormigón más utilizado. Para trabajos en los que no sea necesario ningún nivel de resistencia el tipo más recomendable es el hormigón en masa. Este se caracteriza por no contar con ningún tipo de armadura de acero entre sus componentes, lo que lleva a que el nivel de resistencia sea mínimo. Debe ser utilizado con precaución y solo en aquellos casos específicos en los que sea imprescindible.