Apuntes de relevancia en relación al contractualismo

Filosofía del Derecho - Lic. Luis Roberto Vega Céspedes

EL CONTRACTUALISMO FILOSÓFICO: UNA PERSPECTIVA EN EVOLUCIÓN

El contractualismo filosófico es una corriente ética y política que ha sido objeto de un profundo estudio
y debate a lo largo de la historia de la filosofía. Desde sus raíces en la antigüedad hasta sus desarrollos
contemporáneos, el contractualismo ha desempeñado un papel crucial en la comprensión de los
fundamentos morales y políticos de nuestras sociedades. Este muy breve documento se propone
explorar y analizar de una manera introductoria y superficial el contractualismo filosófico, destacando
sus principales exponentes, teorías y críticas, y examinando su relevancia en el mundo actual

Orígenes del contractualismo filosófico:

El contractualismo tiene sus raíces en la filosofía política antigua, particularmente en la obra de

pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles quienes ya se planteaban la estructuración y
jerarquización de la administración pública.

Sin embargo, es con la llegada de la modernidad que esta teoría ética y política se desarrolla
plenamente. El contractualismo filosófico como disciplina basa sus postulados en una serie de
elementos clave:

a. El estado de naturaleza: El contractualismo parte de la idea de un estado de naturaleza hipotético,

donde los individuos viven sin un gobierno establecido. En el estado natural, el hombre se encuentra
en un estado de libertad e igualdad. Es libre para actuar según sus propios deseos y necesidades,
pero también enfrenta las limitaciones y dificultades propias de la naturaleza humana. En este estado,
la vida puede ser incierta y peligrosa, ya que los individuos deben luchar por sus propios recursos y
protegerse de posibles amenazas. Sin embargo, según los contractualistas, el estado natural también
implica ciertas limitaciones y conflictos. La falta de una autoridad central y un marco legal establecido
puede llevar a la injusticia y a la posibilidad de que los más fuertes o violentos opriman a los más
débiles. Además, la ausencia de un sistema de propiedad privada claro puede generar disputas
constantes por los recursos naturales. Por lo tanto, los contractualistas argumentan que los individuos
deciden abandonar su estado natural y formar una sociedad a través de un contrato social.

b. El contrato social: Los individuos, en busca de beneficios mutuos y para superar las deficiencias
del estado de naturaleza, acuerdan un contrato social mediante el cual se crean las bases para un
orden social y político. ste contrato implica renunciar a cierta libertad y someterse a un conjunto de
reglas y leyes que son establecidas en beneficio de todos los miembros de la sociedad. El objetivo
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principal de este contrato es garantizar la protección de los derechos individuales, la seguridad y la

justicia. En la sociedad, los individuos ya no dependen exclusivamente de sus propios esfuerzos para
sobrevivir y protegerse, ya que se establecen estructuras políticas, como gobiernos, para mantener el
orden y la estabilidad. Se crean instituciones y leyes que establecen los derechos y responsabilidades
de los ciudadanos, así como los mecanismos para resolver conflictos y mantener el bienestar general.

c. La legitimidad del gobierno: Según el contractualismo, la autoridad y legitimidad del gobierno se

derivan del consentimiento de los individuos. Es decir, el gobierno obtiene su poder de aquellos a
quienes gobierna, abandonándose teorías que justifican el ejercicio del poder en una selección divina,
en el linaje real hereditario y en otros afines, para en su lugar tenerse el consenso y el pacto entre los
individuos como legitimador de dicho ejercicio del poder.

3. Desarrollos contemporáneos del contractualismo: A lo largo de los siglos, el contractualismo

ha sido objeto de numerosas reinterpretaciones y desarrollos teóricos. Algunos filósofos han
cuestionado y ampliado las ideas fundamentales del contractualismo clásico: a. David Hume: Hume
criticó la noción de un contrato original y argumentó que las instituciones políticas y morales se basan
en la evolución histórica y la experiencia, en lugar de un contrato explícito. b. John Rawls: Rawls
propuso una teoría contractualista moderna en su obra "Una teoría de la justicia".

Principales Filosófos Contractualistas y sus perspectivas

Cada uno de los principales filósofos contractualistas tiene su propia visión del contrato social y sus
implicaciones:

Thomas Hobbes: Para Hobbes, el contrato social es un pacto por el cual los individuos transfieren
sus derechos naturales a un soberano absoluto a cambio de protección y seguridad. Según su obra
"Leviatán", el soberano tiene el poder absoluto para mantener el orden y evitar el caos.

La postura filosófica de Thomas Hobbes, uno de los exponentes más influyentes del contractualismo,
se basa en su obra principal "Leviatán". Hobbes desarrolló una visión pesimista y realista de la
naturaleza humana y defendió la necesidad de un gobierno central fuerte para mantener la paz y la
estabilidad en la sociedad. Se refieren brevemente los principales aspectos de la filosofía hobbesiana:

1. Estado de naturaleza: Hobbes plantea que en el estado de naturaleza, es decir, en la

ausencia de un gobierno establecido, los seres humanos viven en un constante estado de guerra y
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conflicto. Según él, la naturaleza humana está impulsada por el deseo de poder, la competencia y la
desconfianza mutua. En esta condición, la vida es "solitaria, pobre, desagradable, brutal y breve".

2. Contrato social: Para escapar del estado de naturaleza y sus consecuencias destructivas,
Hobbes propone el establecimiento de un contrato social. Los individuos renuncian a sus derechos
naturales y transfieren su poder a un gobierno soberano, otorgándole la autoridad para mantener la
paz y la seguridad. El contrato social es un acuerdo tácito y no necesariamente un evento histórico.

3. Soberanía absoluta: Según Hobbes, el contrato social establece un gobierno soberano con
poder absoluto, al cual se le otorga el monopolio del uso legítimo de la fuerza. El soberano tiene la
responsabilidad de mantener el orden, proteger a los ciudadanos y regular las interacciones sociales.
Para Hobbes, la soberanía absoluta es necesaria para evitar la anarquía y el retorno al estado de
naturaleza.

4. Derecho divino y legitimidad: A diferencia de otros filósofos de la época, Hobbes no basa

la legitimidad del gobierno en el derecho divino. Considera que el poder soberano se deriva
únicamente del consentimiento de los individuos que buscan protección y estabilidad. La legitimidad
del gobierno radica en el cumplimiento del contrato social y en su capacidad para mantener el orden.

5. Teoría del absolutismo: Hobbes defiende el absolutismo como la forma de gobierno más
efectiva para evitar el caos. El soberano debe tener un control absoluto sobre la legislación, la
administración y la aplicación de la justicia. No debe ser cuestionado por los ciudadanos, ya que su
autoridad es necesaria para garantizar la supervivencia y la seguridad de la sociedad.

En resumen, la postura filosófica de Hobbes se caracteriza por su visión pesimista de la naturaleza

humana y su defensa de un gobierno central fuerte y absoluto. Su enfoque contractualista destaca la
necesidad de un contrato social para salir del estado de naturaleza caótico y garantizar la paz y la
estabilidad en la sociedad. Aunque su posición ha sido objeto de numerosas críticas y debates, su
influencia en la filosofía política y moral es innegable.

John Locke: Locke sostiene que el contrato social es un acuerdo entre los individuos para establecer
un gobierno limitado que proteja los derechos naturales, como la vida, la libertad y la propiedad.
Además, defiende la idea de que los ciudadanos tienen el derecho de rebelarse si el gobierno viola
esos derechos.
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La perspectiva filosófica de John Locke, otro destacado representante del contractualismo, se basa
en su obra "Segundo tratado sobre el gobierno civil". Locke ofrece una visión más optimista de la
naturaleza humana y argumenta que los individuos tienen derechos naturales que deben ser
protegidos por un gobierno limitado y basado en el consentimiento de los gobernados. A continuación,
exploraremos los aspectos clave de la filosofía lockeana:

1. Estado de naturaleza y derechos naturales: Locke sostiene que en el estado de naturaleza,

los seres humanos son libres e iguales. Cada individuo tiene derechos naturales, como la vida, la
libertad y la propiedad. Estos derechos son inalienables e inherentes a la condición humana. En
contraste con Hobbes, Locke no ve al estado de naturaleza como un estado de guerra, sino como una
condición en la que las personas gozan de libertad y autonomía.

2. Contrato social y consentimiento: Locke argumenta que los individuos abandonan

parcialmente su estado de naturaleza al formar un contrato social. Mediante este contrato, las
personas acuerdan establecer un gobierno para proteger sus derechos naturales. El gobierno deriva
su poder del consentimiento de los gobernados y su propósito principal es proteger los derechos
individuales y promover el bienestar común.

3. Limitaciones al poder del gobierno: A diferencia de Hobbes, Locke defiende un gobierno

limitado y rechaza el absolutismo. Para él, el gobierno debe estar sujeto a leyes y separación de
poderes. Locke aboga por la división de poderes entre el ejecutivo, legislativo y judicial, con el fin de
evitar el abuso de poder. Además, si un gobierno no cumple con su deber de proteger los derechos
de los ciudadanos, estos tienen el derecho de rebelarse y establecer un nuevo gobierno.

4. Propiedad y trabajo: Locke desarrolla una teoría de la propiedad basada en el trabajo y la

mejora de la naturaleza. Según él, cuando un individuo mezcla su trabajo con recursos naturales,
adquiere propiedad sobre ellos. La propiedad privada es un derecho fundamental que el gobierno debe
proteger. Locke considera que la propiedad privada es esencial para el desarrollo económico y el
progreso social.

5. Tolerancia religiosa: Locke también es conocido por su defensa de la tolerancia religiosa.

Sostiene que el gobierno no debe imponer una religión particular a los ciudadanos y que la libertad de
conciencia y religión es un derecho individual. En su obra "Carta sobre la tolerancia", argumenta a
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favor de la separación entre la esfera religiosa y política, abogando por la libertad de culto y la
coexistencia pacífica de diferentes creencias.

En resumen, la perspectiva filosófica de Locke se basa en la protección de los derechos naturales

individuales y la limitación del poder gubernamental. Su visión optimista de la naturaleza humana, su
énfasis en el consentimiento y la protección de la propiedad privada, así como su defensa de la
tolerancia religiosa, han influido significativamente en la teoría política y los derechos humanos. Locke
es considerado uno de los principales defensores del liberalismo clásico y ha dejado un legado
duradero en la filosofía política.

Jean-Jacques Rousseau: Rousseau plantea que el contrato social es un pacto entre los individuos
para formar una comunidad política basada en la voluntad general. Según su obra "El contrato social",
la voluntad general representa el interés común y debe prevalecer sobre los intereses particulares de
los individuos.

La postura filosófica de Jean-Jacques Rousseau se basa en su obra "El contrato social" y se centra
en la idea de la soberanía popular y la voluntad general como la base legítima de la autoridad política.
Rousseau critica el contrato social de Hobbes y Locke y ofrece una visión más participativa y
comunitaria de la sociedad. A continuación, exploraremos los aspectos clave de la filosofía
rousseauniana:

1. El estado de naturaleza: Rousseau sostiene que en el estado de naturaleza, los seres

humanos son inherentemente buenos y libres, pero sufre de ciertas desigualdades y conflictos debido
al surgimiento de la propiedad privada y la competencia. En su opinión, la sociedad civil corrompe la
bondad natural del ser humano.

2. El contrato social y la voluntad general: Rousseau propone que los individuos abandonen
su estado de naturaleza a través de un contrato social para formar una comunidad política. Sin
embargo, a diferencia de Hobbes y Locke, Rousseau enfatiza la idea de la voluntad general, que
representa el interés común y colectivo de la sociedad en su conjunto. La voluntad general se refiere
a lo que es mejor para la comunidad y no se debe confundir con la mera suma de los deseos
individuales.
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3. Soberanía popular: Para Rousseau, la soberanía reside en el pueblo en su conjunto y no en

un gobernante o una élite. La autoridad política legítima emana directamente de la voluntad general
del pueblo y se ejerce a través de la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas.
Rousseau aboga por una forma de democracia directa en la que los ciudadanos participan activamente
en la formulación de leyes y políticas.

4. Importancia de la igualdad: Rousseau enfatiza la importancia de la igualdad como un

principio fundamental en la sociedad. Para él, la desigualdad social y económica es la fuente de
muchos males y conflictos en la sociedad. Propone medidas para limitar la desigualdad y aboga por
una distribución justa de los recursos y oportunidades.

5. Educación y desarrollo personal: Rousseau también destaca la importancia de la educación

y el desarrollo personal. Sostiene que la educación debe centrarse en el desarrollo de las capacidades
naturales y talentos de los individuos, fomentando su autonomía y libertad. Rousseau propone un
enfoque educativo basado en la experiencia directa, la autodisciplina y el aprendizaje activo.

En resumen, la postura filosófica de Rousseau se centra en la soberanía popular y la voluntad general

como fundamentos de la autoridad política. Su visión enfatiza la importancia de la participación
ciudadana, la igualdad y el desarrollo humano en una sociedad justa. Rousseau ha influido
significativamente en la teoría política y ha sido considerado como un precursor del pensamiento

IMPORTANCIA DEL CONTRACTUALISMO DENTRO DE LA SOCIEDAD ACTUAL

La importancia del contractualismo radica en que proporciona una base teórica para comprender el
origen y la legitimidad del poder político. Al considerar la formación de la sociedad como un acto
voluntario y racional, el contractualismo busca justificar la existencia del gobierno y establecer límites
a su autoridad. Además, esta teoría enfatiza la protección de los derechos individuales y la promoción
del bienestar general como objetivos fundamentales de la sociedad política.

El contractualismo ha influido de manera significativa en la teoría política y ha sentado las bases para
el desarrollo de los sistemas democráticos modernos. Al destacar la importancia del consentimiento y
la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, esta postura filosófica ha
contribuido al desarrollo de ideas como la soberanía popular y los derechos humanos.
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democrático y comunitario. Su obra ha sido objeto de interpretaciones y debates, pero su impacto en

la filosofía política y social es innegable.

Comparativo de los tres

Aunque Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau son tres destacados filósofos
contratualistas, sus modelos de pensamiento difieren en varios aspectos clave como lo son

1. Naturaleza humana:

• Hobbes: Ve a los seres humanos en un estado de naturaleza como egoístas, competitivos y

violentos. El estado de naturaleza es un estado de guerra y caos.

• Locke: Considera que los seres humanos en un estado de naturaleza son libres e iguales, y
que poseen derechos naturales. El estado de naturaleza no es necesariamente conflictivo.

• Rousseau: Afirma que los seres humanos en un estado de naturaleza son inherentemente
buenos, pero se corrompen por la sociedad civil y la propiedad privada.

2. Contrato social y gobierno:

• Hobbes: Defiende un gobierno absoluto y centralizado como la única forma de evitar el caos
del estado de naturaleza. El contrato social implica que los individuos renuncien a sus derechos para
garantizar la seguridad y la estabilidad.

• Locke: Propone un gobierno limitado basado en el consentimiento de los gobernados. El

contrato social tiene como objetivo proteger los derechos naturales de los individuos, y los ciudadanos
tienen el derecho de rebelarse si el gobierno no cumple con su deber de protección.

• Rousseau: Destaca la idea de la voluntad general y la soberanía popular. El contrato social

se basa en la participación ciudadana y la toma de decisiones colectivas. El gobierno debe representar
el interés común y la voluntad general de la sociedad.

3. Legitimidad del gobierno:

• Hobbes: La legitimidad del gobierno se basa en el poder absoluto y la capacidad para

mantener el orden y la seguridad.
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• Locke: La legitimidad del gobierno proviene del consentimiento de los gobernados y de su

capacidad para proteger los derechos individuales.

• Rousseau: La legitimidad del gobierno radica en la representación de la voluntad general de

la sociedad y su capacidad para promover el bien común.

4. Derechos y propiedad:

• Hobbes: Los derechos no son inherentes, sino que son otorgados por el gobierno para
garantizar la seguridad.

• Locke: Los derechos naturales, como la vida, la libertad y la propiedad, son inalienables y
existen antes del establecimiento del gobierno.

• Rousseau: Considera que la propiedad privada es la fuente de desigualdad y conflicto. Los

derechos de propiedad deben estar subordinados al bienestar común y al interés general.

En resumen, Hobbes enfatiza el gobierno fuerte y absoluto para evitar el caos, Locke defiende un
gobierno limitado basado en los derechos individuales y el consentimiento, mientras que Rousseau
destaca la importancia de la voluntad general y la participación ciudadana en la toma de decisiones
políticas. Cada filósofo tiene su propia visión sobre la naturaleza humana, el contrato social, la
legitimidad del gobierno y los derechos individuales, lo que refleja diferentes enfoques y
preocupaciones en el ámbito político y social.