Astronomia Primaria 20

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La vida de las estrellas


Los cúmulos de estrellas
La muerte de una estrella gigante
La nebulosa del Cangrejo
Los pulsares

Los hoyos negros

Las galaxias
¿Que hay entre una estrella y otra?
La Vía Láctea
Las galaxias

Cúmulos de estrellas

Las estrellas se forman por la contracción de una nube de gas y polvo. Sin embargo, las
nubes que observamos en el espacio interestelar son tan grandes que es difícil pensar
que cada de ellas formará una sola estrella. Por eso, originan muchas estrellas. Esta
idea se confirma por que las estrellas rara vez se presentan aisladas.

Figura. Cuna de formación estelar. (NASA/APOD)

Más de la mitad de las estrellas de la Galaxia, el gigantesco conglomerado estelar del


que formamos parte, se encuentran formando grupos que contienen desde dos o tres
estrellas hasta cientos de miles. Incluso la mayor parte de las estrella cercanas a la
Tierra poseen planetas. Por ejemplo la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri
es en realidad un sistema triple, la más brillante y primer descubierta fue Alfa
Centauri. Están a poco más de cuatro años luz de distancia del Sol. Es decir su luz tarda
más de cuatro años en llegar desde allí hasta el Sistema Solar.
Conocemos muchas agrupaciones de cientos de estrellas. Las llamamos cúmulos
abiertos el más conocido por su cercanía es el de las Pléyades. Se pueden ver a simple
vista en la constelación del Toro. En una noche oscura una persona con buena vista
puede observar seis estrellas, aunque en realidad del cúmulo está formado por
centenas. Algunos cúmulos abiertos de estrellas todavía están parcialmente rodeados
de la materia interestelar que sobró después de que se originaron. Esto es una
indicación de que son cúmulos jóvenes, ya que una vez formados las estrellas tienden
a dispersarse, lo mismo que la nube que les dio origen.

Figura. Cúmulo de estrellas jóvenes, las gigantes azules viven muy poco también así que
cuando las vemos en un cúmulo sabemos que es joven.

Las agrupaciones más pobladas de estrellas de las galaxias se llaman cúmulos


globulares, pues tienen forma esférica. Están constituidos por cientos de miles de
estrellas, la mayor parte de las cuales está concentrada hacia el centro del cúmulo. En
general los cúmulos globulares están distribuidos en forma de halo alrededor de las
galaxias, no poseen gas porque son cúmulos muy antiguos y este se ha dispersado.
Los cúmulos de estrellas han sido muy útiles para los astrónomos, pues todas las
estrellas que los constituyen se formaron al mismo tiempo de la misma nube. Por
tanto tienen la misma edad y están formadas por las mismas sustancias, así que las
diferencias que haya entre ellas se deben nada más a que sus masas son diferentes.

Figura. Los cúmulos globulares contienen decenas de miles de estrellas, en esos sitios ya
ha cesado el nacimiento de estrellas porque ya no hay gas para que nazcan nuevas.

La muerte de una estrella gigante

No todas las estrellas terminan su evolución apagándose poco apoco como el Sol. Las
que tienen masas varias veces mayores a la del Sol lo hacen de manera mucho más
espectacular. Explotan, con una violencia superior a la de cualquier otro fenómeno
estelar. Estas explosiones estelares se llaman supernovas.
Figura. La flecha señala una “una estrellas nueva”. Se trata de una explosión de
supernova en una galaxia espiral que está a millones de años luz de distancia.

Una supernova emite en un segundo tanta energía como el Sol emitirá en mil
millones de años! Puede ser más brillante que todas las estrellas de una galaxia juntas.
Este enorme brillo sólo dura unos cuantos meses.
El astrónomo Danés Tycho Brahe observó una stella “que no estaba allí la noche
anterior”. Había descubierto una estrella nueva. En aquella época los trabajos
científicos se escribían en latín y, en esa lengua, estrella se dice stella y nueva nova. Así
que Tycho Brahe publicó sus observaciones bajo el título de De Stella Nova, o sea
“Sobre la estrella nueva”. Con el tiempo se descubrieron muchas estrellas que
aumentan su brillo súbitamente y los astrónomos las siguieron llamando novas.
Figura. Tycho Brahe vivió antes de que se inventaran los telescopios. Sólo observaba que
tan brillantes eran las estrellas y los planetas y registraba sus posiciones.
(www.astronomia.com)

Además se descubrió que unas novas eran mucho más brillantes que otras, se les
llamó supernovas.
Cierta clase de supernova se forma cuando una estrella de más de ocho masas solares
termina su combustible, se colapsa, es decir se cae toda sobre si misma, sufre una
especie de rebote y arroja la mayor parte de su materia al espacio. Lo que queda de la
estrella original es un pulsar o un hoyo negro.
Figura. Explosión de una estrella supernova.

Otro tipo de supernova consiste de dos estrellas, la que tiene mayor diámetro le
transfiere materia a la otra y cuando se acumula cierta cantidad en la superficie de la
segunda, inicia reacciones termonucleares en las capas exteriores produciendo una
explosión.

Figura. Una estrella gigante puede transferir materia a una enana. Este material forma
un disco en torno de la enana. Cuando suficiente material cae sobre la superficie de la
enana se producen reacciones termonucleares en la superficie que generan una
explosión. (Physics.org)
Cabe la pena señalar que durante las explosiones de supernova las estrellas crean los
elementos químicos más pesados, como el hierro, el plomo y el oro. Estas sustancias
que ahora están en nuestro planeta alguna vez fueron creadas por una supernova.

La Nebulosa del Cangrejo

Los astrónomos chinos llamaron “estrella huésped” a cualquier objeto brillante que
apareciera en el cielo, se veía durante algún tiempo y después desaparecía. Por lo
común, estas “estrellas” eran cometas, que se ven como estrella con cola que durante
semanas se desplazan entre las estrellas. Pero el 4 de julio del año 1054 apareció una
muy especial. Su brillo aumentaba en unas cuantas horas y llegó a ser tan luminosa
que se observaba durante el día e incluso proyectaba sobra durante la noche como lo
hace la Luna llena. Después de unos meses su brilló declinó hasta desaparecer por
completo.

Figura. Los chinos registraron la aparición de una “estrella nueva” en su mapa de


constelaciones el año 1054.

Hoy día sabemos que se trató de una supernova. Fue tan espectacular que la
registraron otras culturas, incluso pueblos que no solían manifestar su interés
científico, como los navajo en Arizona, dejaron constancia del suceso en pinturas
rupestres en las paredes de algunas cuevas. Las viejas crónicas chinas describen con
precisión en que lugar del cielo apareció aquella estrella huésped. Exactamente en
este lugar se encuentra la Nebulosa del Cangrejo. ¿Te das cuenta? Los gases que
forman parte de esta nebulosa son los restos de una estrella que explotó ¡hace casi mil
años!

Figura. Los indios navajo también registraron la aparición de esta estrella nueva, que
ahora casi mil años después formó la nebulosa del Cangrejo.

Lo interesante es que durante este tipo de explosiones se formas los elementos


químicos más pesados. Se unen átomos ligeros como el oxígeno para formar los
átomos más pesados como el oro. Por eso son tan escasos porque existen gracias a las
explosiones de las estrellas gigantes que forman a las supernovas.

Figura. La nebulosa del Cangrejo. (Hubble Space Telescope)


Los gases de las estrellas como estas avanzan por el medio interestelar y se mezclan
con gases que darán origen a nuevas generaciones estelares con sus respectivos
sistemas planetarios. Todos los elementos químicos pesados de tu cuerpo, como por
ejemplo el hierro de la hemoglobina de tu sangre, estuvo en algún momento dentro de
una estrella.

Los elementos químicos

Es posible que hayas escuchado hablar de la Tabla Periódica de los Elementos. Es


decir de los distintos tipos de átomos de los cuales están compuestas todas las
sustancias.

Figura. La tabla periódica de los elementos (Celebriti)

Seguro sabes que respiramos oxígeno o que el oro es muy valioso y que el oxígeno es
un gas, así como el hidrógeno o el nitrógeno y que el oro es un metal como el cobre o
el aluminio. Seguro haz escuchado que hay minas de carbón, esta sustancia está
compuesta de carbono, igual que los diamantes. Nosotros estamos compuestos
principalmente de: oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo.
En la Tierra se han descubierto elementos químicos y se han fabricado
artificialmente otros.
Los astrónomos han descubierto que los mismos elementos químicos que existen en
la Tierra también se encuentran en el Sol, los planetas, las estrellas y las nubes de gas
y polvo que están entre las estrellas. Es decir que los mismos elementos que existen
en nuestro mundo están en el resto del universo.
La razón es que las estrellas fabrican los elementos químicos y los dispersan por el
medio interestelar cuando concluyen su evolución.
Los pulsares

En 1967 Jocelyn Bell una estudiante de doctorado en astronomía hizo un curioso


descubrimiento. Encontró una señal de radio proveniente del cielo, que aparecía y
desaparecía con regularidad sorprendente. La emisión consistía en pulsos, como un
“bip” de un celular, y siempre transcurría el mismo tiempo entre los distintos “bips”.
Hasta ese momento nunca se había visto nada igual y el nuevo tipo de objeto fue muy
pronto bautizado con el nombre de pulsar, porque parecía que estuviera pulsando
muy varias veces por segundo.
En un principio el descubrimiento se mantuvo secreto, pues se pensó que podría
deberse a una señal de posibles extraterrestres ¡lo cual hubiese sido extraordinario!
De entonces a la fecha se han descubierto miles. El tiempo que transcurre entre dos
pulsos sucesivos varía entre varias milésimas de segundo y varios segundos. Como ves
los pulsares pulsan rápido.
Los pulsares son parte del residuo de estrellas que explotaron, son el antiguo núcleo
de la estrella comprimido. Se trata de estrellas de unos 20 kilómetros de diámetros es
decir ¡setecientas mil veces más pequeñas que el Sol! En cambio su masa es
ligeramente mayor a la de nuestra estrella, así que resultan extremadamente densas.
Una cucharadita de pulsar pesa como ¡dos millones de toneladas! O sea más que la
población total de la Tierra; y eso que somos muchos!

Figura. Una cucharadita de materia de un pulsar pesaría colocada en la superficie de un


pulsar pesaría varias toneladas. (Insh.world)

Los pulsares están rotando muy rápido sobre su eje en las regiones polares tienen
auroras muy intensas que producen regiones más brillantes que otras. Conforme
giran los pulsares vemos o dejamos de ver la región radio luminosa y por eso vemos
que la emisión cambia varias veces por segundo.
Figura. Un pulsar posee una región brillante que vemos y dejamos de ver mientras gira. .
(Astronomy Magazine)

Figura. Distribución de algunos pulsares en el cielo. (Jodrell Bank)

Existen millones de pulsares en las galaxias ya que las estrellas más masivas que son
las que forman pulsares sólo viven unos cuantos millones de años y las galaxias se
formaron hace miles de millones de años.
Los hoyos negros

Un hoyo negro es un objeto dónde las cosas pesan tanto que ni siquiera la luz puede
alejarse de él, y por lo tanto no los podemos ver.

Figura. No podemos ver a los hoyos negros porque la luz que emiten se queda atrapada.
Sin embargo cuando un objeto se acerca se desintegra y emite luz. Así podemos
descubrir a los hoyos negros. (NASA)

Las estrellas que tienen masas – cantidad de materia - varias veces mayores a la del
Sol. Dependiendo de la cantidad de materia que tengan concluyen su evolución. Las
más pequeñas se apagan, las medianas como el Sol arrojan materia al espacio y lo que
queda se enfría, en cambio las más masivas terminan de manera espectacular;
explotan, con una violencia superior a la de cualquier otro fenómeno estelar. Estas
explosiones estelares se llaman supernovas.

La explosión de una supernova puede ser tan brillante como una galaxia que contenga
cien mil millones de estrellas. (Daily Express)
Una supernova emite en un segundo tanta energía como el Sol emitirá en mil
millones de años !Puede ser más brillante que todas las estrellas de una galaxia juntas!
Este enorme brillo sólo dura unos cuantos meses.
Cierta clase de supernova se forma cuando una estrella de más de ocho masas solares
termina su combustible, se colapsa, es decir se cae toda sobre si misma, sufre una
especie de rebote y arroja la mayor parte de su materia al espacio. Lo que queda de la
estrella original es una estrella apagada muy compacta o un hoyo negro.

Si arrojas un objeto hacia arriba, sabes que después de cierto tiempo caerá. Si lo
arrojas más fuerte, o sea con una mayor velocidad, subirá más alto, pero de todos
modos caerá. Sin embargo, si consiguieras tirar hacia arriba un objeto con una
velocidad de 11.2 kilómetros por segundo, ya no volvería a caer jamás; se escaparía de
la Tierra.

Figura. Los cohetes logran escapar de la Tierra porque se mueven a más de 11.2
kilómetros por segundo. (Agencia Espacial Europea)

En el universo cada cuerpo tiene asociada una velocidad de escape. Es tal que si un
objeto tiene esa o una mayor velocidad escaparía de él. La velocidad de escape de la
Luna que tiene una masa 81 veces menor que la terrestre es de 2.4 kilómetros por
segundo. En cambio en el Sol para que las partículas de su viento puedan escapara de
su enorme atracción se deben tener una velocidad de al menos 600 kilómetros por
segundo.
Según la teoría de la relatividad de Einstein, la velocidad de la luz es la máxima
velocidad que puede alcanzarse en el universo y hasta ahora no se ha descubierto
ninguna mayor. La velocidad de la luz es de 300 000 kilómetros por segundo. La Luz
del Sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra y está a 150 millones de kilómetros.
¿Qué pasaría con un cuerpo cuya velocidad de escape fuese un poco mayor que la de
la luz? Pues que para que algo pudiese escaparse de él, tendría que tener una
velocidad mayor que la de la luz. Y como nada puede moverse tan rápido, nada podría
escapase de él. Ese cuerpo es lo que llamamos un hoyo negro. El nombre se debe a que
se vería negro puesto que la luz que nos permitiría verlo no puede salir de él. Si
encendieras una linterna en su superficie, apuntando hacia arriba, verías al haz de luz
doblarse hacia abajo y caer hasta el suelo.

Figura. Cuando un objeto se acerca a un hoyo negro se desintegra.

En los núcleos de las galaxias donde la densidad de las estrellas es muy alta se han
fusionado centenares de hoyos negros. Estos hoyos negros atrapan a todos los gases
que se les acercan, estos giran en torno de ellos y brillan antes de caer.
Figura. Cuando algún objeto se acerca a un hoyo negro se desintegra, se caliente y forma
un disco de gas que gira en torno del objeto oscuro. La radiación emerge perpendicular
al disco formando jets que viajan a enormes distancias del medio intergaláctico.

Ahora se sabe que los cuásares son la parte central de galaxias muy lejanas dónde
existen hoyos negros súper masivos de millones de masas solares. Cuando cualquier
objeto celeste se acerca a un hoyo negro gira en torno suyo, se desintegra, su
temperatura aumenta y forma un disco en torno del agujero negro.
Figura. Los jets calientan el gas del entorno galáctico y producen radio lóbulos. En la
imagen central la galaxia se ve de canto, se observa oscura por las nubes de polvo que la
integran. Los radio lóbulos emergen perpendiculares al plano de la galaxia; emergen del
disco que circunda al hoyo negro. (Physics World)

El disco de gas que gira en torno del hoyo negro se calienta porque los gases al girar se
friccionan entre si, si frotas tus manos una contra la otra también se calientan. Cerca
del hoyo negro los gases se calientan tanto que emiten luz, esta avanza en todas
direcciones como la de cualquier fuente luminosa. Por ejemplo la luz que refleja tu
nariz viaja en todas direcciones y por eso las personas cercanas a ti la pueden ver. Sin
embargo los gases del disco no dejan que la luz avance a lo largo del disco, sólo
emerge la luz que sale de manera perpendicular. Esta forma dos jets que viajan por el
espacio calentando los gases por donde pasa formando dos lóbulos. Estos emiten en
radio frecuencias y se les conoce como radio galaxias.
Figura. No podemos observar a un hoyo negro porque nada puede escapar de su
superficie, ni siquiera la luz. Sin embargo cuando colisionan dos hoyos negros deforman
el espacio, esta deformación llega hasta la Tierra y la podemos medir. (Live Science)

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