EN LO PRINCIPAL: Contestación de la demanda; PRIMER OTROSÍ: Demanda
reconvencional; SEGUNDO OTROSÍ: Cuidado personal provisional; TERCER OTROSÍ:
Acompaña documentos; CUARTO OTROSÍ: Beneficio de Asistencia Jurídica; QUINTO
OTROSÍ: Patrocinio y poder; SEXTO OTROSÍ: Forma de notificación
SEÑOR JUEZ DE LETRAS DE FAMILIA DE SANTIAGO (3°)
MARIA ANTONIETA CASTILLO VIAL, abogada, cédula de identidad número
20.394.762-6, domiciliada en calle Las Brisas N° 671, departamento 303, comuna de Macul
demandada en causa sobre Alimentos Menores, caratulada “Valenzuela/Castillo”, Rol C-
1712-2024 a S.S., respetuosamente digo:
Que en este acto y encontrándome dentro del plazo legal establecido en el artículo 58
de la Ley 19.968 vengo en contestar demanda de Alimentos Menores, deducida por el
demandante, don JORGE VALENZUELA PÉREZ, ingeniero, cédula de identidad número
17.982.345-8, domiciliado en calle Los Plátanos N° 555, comuna de Macul, Región
Metropolitana, en mi contra, solicitando desde ya el rechazo en todas sus partes, por las
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación paso a exponer::
ANTECEDENTES DE HECHO
Con respecto a los antecedentes de hecho, es afectivo señalar que,
1. Convivimos con el demandante durante un periodo de 5 años, fruto del cual nació
nuestro hijo Mateo, de 7 años.
2. También es efectivo que después del nacimiento de Mateo, la relación se desmoronó
por diferencias irreconciliables.
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3. Es efectivo que, por escritura pública suscrita el 3 de marzo de 2022, acordamos que
Jorge quedaría con el cuidado personal de Mateo y un régimen de relación directa y
regular abierto en favor mío.
Cabe agregar que,
1. Desde la separación, he asistido, por lo menos 3 veces a la semana, a ver a mi hijo
Mateo y compartido tiempo de calidad con él.
2. Además que, el acuerdo suscrito por escritura pública tiene como fundamento
mantener una buena relación respecto a los deberes de cuidado de Mateo, de forma
que nuestro hijo tenga una mejor situación económica.
3. Durante el último mes he visto a Mateo muy bajoneado, sin querer ir al colegio y
realizar otras actividades porque lo “molestaban”. Frente a esto, conversé con el
demandante, el cual, sin prestar atención, evadió lo que le ocurre a Mateo, y hasta el
día de hoy señala que es un niño y debe aprender a arreglarse solo en el colegio.
Pasando por alto el malestar emocional que sufre nuestro hijo.
4. La parte demandante sostiene que, luego de la separación, él ha sido el único
sostenedor de nuestro hijo, lo cual no se condice con los reales aportes realizados por
mi. Desde la separación, siempre le he llevado ropa, le compro los materiales del
colegio y lo saco a pasear, por lo menos, 1 vez por semana con él fuera de la casa a
realizar actividades recreativas, dentro de lo que mis posibilidades económicas me lo
permiten.
5. Actualmente me encuentro con mis estudios de la carrera de Derecho finalizados y
trabajando de manera fija en un estudio de abogados, percibiendo un sueldo de CLP
$1.200.000.- (un millón doscientos mil pesos chilenos) mensuales
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6. En base a mi remuneración mensual, destino CLP $400.000.- (cuatrocientos mil pesos
chilenos) al pago del arriendo del apartamento en el cual vivo, además de otros
ochenta mil pesos por concepto de gastos comunes.
ANTECEDENTES DE DERECHO
NECESIDAD DE ALIMENTOS
1. Que, teniendo en consideración que el artículo 323 del Código Civil en su inciso
primero menciona que “Los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir
modestamente de un modo correspondiente a su posición social", y el artículo 330 del
Código Civil establece que “Los alimentos no se deben sino en la parte en que los
medios de subsistencias del alimentario no le alcancen para subsistir de un modo
correspondiente a su posición social”, podemos establecer que, es requisito para la
designación de pensión de alimentos que, el demandante, caiga en un estado de
necesidad producto del sostenimiento del alimentario.
2. El demandante no alude de de forma expresa en su demanda a las necesidades de la
alimentaria, solo asignado un monto total que es, por lejos, excesivo, teniendo en
cuenta que la demandada mantiene, dentro de lo posible y acordado, una buena
relación con su hijo y hace entrega periódicamente de los suministros necesarios para
su subsistencia.
3. Cabe agregar que, el demandante, no incorpora antecedentes suficientes para dar por
supuesto el cumplimiento del requisito de estado de necesidad para la procedencia de
la pensión de alimentos, en otras palabras, no contamos con información que permita
concluir que los medios de subsistencia del alimentario no le alcancen para subsistir
de acuerdo a un modo correspondiente a su posición social.
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MONTO DEBE SER ACORDE A LAS FACULTADES ECONÓMICAS
Considerando,
1. Que, el art. 230 del Código Civil en su inciso primero menciona que “Los gastos de
educación, crianza y establecimiento de los hijos son de cargo de la sociedad
conyugal, según las reglas que tratando de ella se dirán. Si no la hubiere, los padres
contribuirán en proporción a sus respectivas facultades económicas”
2. Que, el art. 233 del Código Civil señala que, en caso de desacuerdo entre los
obligados a la contribución de los gastos de crianza, educación y establecimiento de
hijo, esta será determinada de acuerdo a sus facultades económicas por el juez, el que
podrá de tiempo en tiempo modificarla, según las circunstancias que sobrevengan.
3. Que, el art. 329 establece que, en la tasación de los alimentos se deberán tomar
siempre en consideración las facultades del deudor y sus circunstancias domésticas.
4. Que, conforme a lo señalado por el artículo 7° de la Ley 14.908, cuyo texto fue
refundido, coordinado y sistematizado por el DFL 1 del año 2000, el tribunal no
puede establecer una pensión de alimentos que supere el cincuenta por ciento de la
renta de alimentante, salvo que existan motivos fundados para superarlo.
Solicito que, en caso de considerar procedente la pensión de alimentos, se rechace la
pensión de alimentos solicitada por el demandante, por un monto de CLP $654.430,-
(seiscientos cincuentaicuatro mil cuatrocientos treinta pesos chilenos), por excesivo, debido a
que,
1. En primer lugar, se supera el monto máximo establecido por ley, sin esgrimir una
justificación razonable que permita la superación de este límite. Dadas mis
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circunstancias económicas, se puede concluir que, en todo caso, el monto máximo es
de CLP $600.000 pesos (seiscientos mil pesos chilenos).
2. En segundo lugar, no se toman en consideración mis capacidades económicas actuales
a la hora de justificar el monto solicitado, limitando su análisis, únicamente, a los
gastos en que incurre el demandante en su actividad cotidiana.
3. En tercer lugar, desde la separación siempre he enviado ropa, materiales de colegio y
lo saco a pasear fuera de su casa, por lo menos, 1 vez a la semana.
4. En cuarto lugar, los gastos señalados no se condicen con la realidad, al señalar,
primero, que incurre en gastos de materiales y ropa de Mateo, los cuales son
entregados por mi, segundo, que el uniforme escolar es un gasto que se incurre, por lo
general, 1 vez al año, como máximo 2, por lo que no sería procedente establecer un
gasto de CLP $100.000.- (cien mil pesos chilenos) mensuales. Además, el monto
señalado de CLP $480.000.- (cuatrocientos ochenta mil pesos chilenos) por concepto
de dividendo del crédito hipotecario, sin perjuicio de que el menor de edad se
beneficia de él, no corresponde que este forme parte de los alimentos solicitados por
la contraparte.
POR TANTO,
En mérito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 230, 233 y 329 del Código Civil y el
artículo 7° de la Ley 14.908,
SOLICITO A S.S., tener por contestada la demanda de alimentos menores en virtud
del artículo 58 de la Ley 19.968, que crea los tribunales de familia, deducida por el
demandante, don JORGE VALENZUELA PÉREZ, en representación de su hijo MATEO
VALENZUELA CASTILLO, rechazándola en cuanto a la cantidad solicitada, por
improcedente y por indicar una suma desproporcionada y lesiva para mi persona en razón de
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los antecedentes de hecho y de derecho anteriormente expuestos. Por último, que se condene
al demandante en costas.
OFRECE ALIMENTOS
No obstante lo anterior, propongo la cantidad de CLP $300.000.- (trescientos mil
pesos chilenos) mensuales o el equivalente a 4,58 UTM, considerando mi situación
patrimonial actual, los gastos en los que incurro mensualmente y las necesidades de mi hijo,
expresados en las consideraciones de hecho y derecho anteriormente expuestas.
Declaro que no estoy en condiciones de ofrecer más que dicha cifra.
PRIMER OTROSÍ: MARIA ANTONIETA CASTILLO VIAL, abogada, cédula de
identidad número 20.394.762-6, domiciliada en calle Las Brisas N° 671, departamento 303,
comuna de Macul demandada en causa sobre Alimentos Menores, caratulada
“Valenzuela/Castillo”, Rol C- 1712-2024 a S.S., respetuosamente digo:
Que en este acto vengo a interponer demanda reconvencional de cuidado personal en
contra de don JORGE VALENZUELA PÉREZ, ingeniero, cédula de identidad número
17.982.345-8, domiciliado en calle Los Plátanos N° 555, comuna de Macul, Región
Metropolitana, respecto de mi hijo MATEO VALENZUELA CASTILLO, cédula de
identidad. 27.511.142-2, chileno, domiciliado en Los Plátanos 555, Macul, Santiago, Región
Metropolitana, en razón de las consideraciones de hecho y derecho que a continuación paso a
exponer:
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CONSIDERACIONES DE HECHO
En cuanto a los hechos señalados en lo principal, estos se dan por enteramente reproducidos,
sin perjuicio de lo cual además se hace presente:
1. Con fecha 21 de Enero del año 2017 nace mi hijo Mateo Valenzuela Castillo, hijo no
matrimonial, que concebimos con el demandante en la presente causa, don Jorge
Valenzuela Pérez.
2. Junto a don Jorge fuimos convivientes durante 5 años, sin embargo, la relación llegó a
su fin debido a diferencias personales irreconciliables. Ante lo cual, decidimos
acordar mediante escritura pública del 3 de marzo del año 2022 un régimen de
relación directa y regular abierto para mi en calidad de madre, quedando mi hijo
Mateo a cuidado personal de su padre, Jorge Valenzuela Pérez. Esto con el objetivo de
poder terminar mi carrera profesional como abogada, y poder optar a un mejor futuro
económico para beneficiar en la crianza de Mateo.
3. La decisión sobre que don Jorge se quedará cuidado personal de mi hijo se basó en
fundamentos económicos, ya que, él ya se encontraba titulado y trabajando como
ingeniero, además de deber cumplir con una jornada laboral remota. Mientras yo
como mera procuradora, sin título profesional, no poseía la estabilidad económica
suficiente. Hecho el cual ya no subsiste, debido a que me encuentro actualmente
titulada y recibiendo una remuneración de CLP $1.200.000.- (un millón doscientos
mil pesos chilenos), además de contar con una vivienda apta para la vivienda de
Mateo Valenzuela Castillo.
4. Durante este tiempo he visitado regularmente a mi hijo, 3 veces por semana, y le
proporciono materiales escolares, vestimenta, y disfrutamos de diversas salidas
recreativas, lo cual, nos ha hecho mantener y fortalecer nuestro vínculo madre-hijo.
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5. Durante el último mes, Mateo ha sufrido de acoso en su colegio lo cual ha provocado
en él una profunda tristeza y las nulas ganas de asistir al establecimiento educacional,
situación la cual me ha hecho saber en total confianza durante mis visitas.
6. Respecto a ello, la solución que propuso Jorge en cuanto al hostigamiento que recibe
nuestro hijo, es que Mateo enfrente solo la situación, sin darle ningún tipo de
contención emocional al niño, ni herramientas para solucionar en conjunto este
problema, fallando así en su deber de protección con nuestro hijo.
7. El demandado reconvencional, desde la separación se ha vuelto un padre evasivo con
todas las circunstancias emocionales que rodean a nuestro hijo. actitud la cual
compromete el desarrollo integral del niño, de lo cual da cuenta el hecho de que,
habiendo conversado el tema con Jorge del estado anímico actual de Mateo, él ha
mostrado un profundo desinterés en esa faceta del cuidado personal, sin
proporcionarle un ambiente adecuado para vivir.
CONSIDERACIONES DE DERECHO
1. Que, de acuerdo a lo establecido en el inciso primero del artículo 225 del Código
Civil, la escritura pública en la que consta el acuerdo de cuidados de Mateo, no
cumplió con el requisito de ser subinscrito en la inscripción de nacimiento del niño en
el Registro Civil, por tanto, el cuidado por parte del padre no se sustenta en
instrumento solemne legítimo y, en base a ello, solicito al juez establecer el cuidado
personal a mi cargo.
2. Asimismo, el artículo 225 del Código Civil regula las fuentes de atribución del
cuidado personal de los hijos cuando los padres viven separados estableciendo que
“En caso de que los padres vivan separados pueden determinar de común acuerdo
que el cuidado personal corresponde al padre o a la madre o a ambos en forma
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compartida (...)”. El mismo artículo en su inciso cuarto dispone que “En cualesquier
de los casos establecidos en este artículo, cuando las circunstancias lo requieran y el
interés superior del hijo lo haga conveniente, el juez podrá atribuir el cuidado
personal del hijo al otro de los padres, o radicarlo en uno de ellos (...)” con ello se
pone de manifiesto que el principio que debe guiar la decisión respecto a quien
mantiene el cuidado personal del niño es el principio del interés superior del niño, que
se encuentra recogido tanto en nuestra legislación interna como en instrumentos
internacionales.
3. En tanto, el artículo 222 del Código Civil prescribe que “La preocupación
fundamental de los padres es el interés superior del hijo, para lo cual procurarán su
mayor realización espiritual y material posible, y lo guiarán en el ejercicio de los
derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme a la
evolución de sus facultades.” reconociendo el interés superior del niño como
principio rector en las materias que les conciernen, y prescribe que justamente el
interés del niño debe ser la preocupación fundamental de los padres.
4. Así, el artículo 3° inciso 1 de la Convención de los Derechos del Niño señala que, “en
todas las medidas concernientes a los niños que tomen los tribunales […] una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”. Por su
lado, el inciso 2° del mismo precepto legal agrega que se debe “asegurar al niño la
protección y el cuidado que sean para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y
deberes de sus padres, tutores y otras personas responsables de él ante la ley”.
5. Las disposiciones anteriores se deben complementar con lo indicado en el artículo
225-2 letra b) del mismo cuerpo legal, el cual señala que “En el establecimiento del
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régimen y ejercicio del cuidado personal, se considerarán y ponderarán
conjuntamente los siguientes criterios y circunstancias:
b) La aptitud de los progenitores para garantizar el bienestar del hijo y la
posibilidad de procurarle un entorno adecuado, según su edad.”
6. Tal como se mencionó en los hechos, la principal motivación para deducir esta
demanda precisamente es perseguir el bienestar de mi hijo y su interés general,
principio fundamental en nuestro ordenamiento jurídico, tal como lo dispone el
artículo 16 de la ley Nº 19.968 y, aun cuando su concepto es indeterminado, puede
afirmarse que el mismo, alude a asegurar el ejercicio y protección de los derechos
fundamentales de los menores y a posibilitar la mayor satisfacción de todos los
aspectos de su vida, orientados al desarrollo de su personalidad.
7. En la misma línea, es menester mencionar que la Corte Suprema en su sentencia
dictada el 11 de abril de 2011 Rol 3091/2011 ha señalado que el principio del interés
superior del niño tiene directa relación con el pleno respeto de los derechos esenciales
del niño, niña o adolescente. En relación con esto, el artículo 24 de la Convención
sobre los Derechos del Niño, indica que las niñas y los niños tienen derecho a
disfrutar del más alto nivel posible de salud, derecho que está compuesto por
diferentes atributos entre los cuales se encuentra la salud mental.
8. En relación a lo anterior, mi hijo ha visto vulnerado su derecho, esto por cuanto su
padre, Jorge Valenzuela, ha ignorado por completo los constantes acosos y
hostigamientos que recibe nuestro hijo en su establecimiento educacional, lo cual ha
provocado en Mateo sentimientos de angustia y tristeza, trayendo consigo el no querer
asistir a clases. Lo que claramente implica que sus estudios y su derecho a la
educación consagrado en el artículo 28 de la Convención de los Derecho del Niño y
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en al artículo 19 numeral 10 de nuestra Constitución Política, se vean afectados. En
definitiva, Jorge le ha restado cualquier tipo de importancia, normalizando la
situación como algo que debe enfrentar y arreglar por sí solo Mateo, sin ser
consciente de las profundas consecuencias que puede traer esta desprotección.
9. Por último, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, ratificada por
Chile, que expresa en el artículo 9: "Los Estados Partes velarán porque el niño no sea
separado de sus padres con la voluntad de éstos, excepto cuando (...) tal separación
es necesaria en el interés superior del niño". En base a esto, sostengo que es
sumamente importante obtener el cuidado personal de Mateo, para así garantizar su
bienestar emocional y físico, en ejercicio de mi derecho como su madre.
POR TANTO,
En consideración a los hechos y argumento de derecho expuestos, específicamente,
según lo dispuesto en los artículos 225, 222, 225-2 del Código Civil, los artículos 3 y 9 de la
Convencion de los Derechos del Niño, artículo 16 de la ley N° 19.968 y demás normas
pertinentes.
SOLICITO A S.S: tener por interpuesta la demanda reconvencional de cuidado
personal, acogerla a tramitación, y en definitiva, decretar el cuidado personal definitivo de
MATEO VALENZUELA CASTILLO en mi favor, ordenando subinscribir la sentencia
ejecutoriada al margen de la respectiva partida de nacimiento.
SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a S.S, con el mérito de los antecedente de hecho y derecho
expuestos en lo principal, se sirva concederme en forma provisional, durante la realización de
este juicio, el cuidado personal de mi hijo MATEO VALENZUELA CASTILLO, como
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una medida cautelar innovativa en conformidad con lo prescrito en los artículo 22, 68 y 71,
todos de la ley N° 19.968 y demás normas pertinentes del citado cuerpo normativo que
consagra en su conjunto la potestad cautelar de que goza S.S., y en virtud de los principios
que rigen el Derecho de Familia, principalmente el interés superior del niño, consagrado en la
Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 3°.
TERCER OTROSÍ: Conjuntamente, solicito a S.S., tener por acompañados los siguientes
documentos:
1. Certificado de nacimiento de Mateo Valenzuela Castillo, de fecha 21 de enero de 2017
2. Certificado del título profesional de abogada
3. Contrato de arriendo
4. Boletas de gas, luz, agua, GGCC, internet y supermercado.
5. Declaración jurada sobre patrimonio
CUARTO OTROSÍ: Solicito a U.S. tener presente que, por estar patrocinado por el
Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho de la Universidad de Chile, goza del
privilegio de pobreza por el solo ministerio de Ley, en conformidad al artículo 600 del
Código Orgánico de Tribunales.
QUINTO OTROSÍ: Solicito a U.S., tener presente que designo como abogadas
patrocinantes y les confiero poder a las abogadas habilitadas para el ejercicio de la profesión,
MARÍA JESÚS CARREÑO BOLBARÁN, cédula de identidad 21.090.635-5, correo
electrónico [email protected], PIERA MIERES ASCENCIO, cédula de
identidad 20.857.748-4, correo electrónico [email protected], CRISTÓBAL
BERRÍOS CASTRO, cédula de identidad 20.569.405-6, correo electrónico
12
[email protected], e IGNACIO RICKE GÓNZALEZ, cédula de
identidad 21.180.058-5, correo electrónico [email protected], todos con
domicilio para estos efectos en Santa María 0200, comuna de Providencia y ciudad de
Santiago.
SEXTO OTROSÍ: Sírvase S.S. en virtud de lo dispuesto en el inciso séptimo del artículo
23° de la Ley 19.968, decretar que las notificaciones que se ordenen en este proceso se
realicen a siguientes correos electrónicos: [email protected];
[email protected]; [email protected] e
[email protected]
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Ignacio Ricke Piera Mieres
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Cristóbal Berríos María Jesús Carreño
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