Fascismo

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Fascismo

Te explicamos qué es el fascismo, su origen, ideología, su relación con el nazismo y


otras características. Además, el fascismo en la actualidad.

¿Qué es el fascismo?
El fascismo fue un movimiento de masas y una ideología política que nació en Italia y
dominó distintas partes de Europa en la primera mitad del siglo XX, especialmente en el
contexto previo a la Segunda Guerra Mundial. Además, tuvo repercusiones en otras
regiones del mundo.

El fascismo promovió un Estado totalitario, antidemocrático y militarista, sostenido en


las nociones de patria y de raza, lo que se tradujo en la opresión y persecución de las
minorías. Los ejemplos más característicos de un Estado fascista fueron el régimen de
Benito Mussolini en Italia (1922-1945) y el régimen nazi de Adolf Hitler en Alemania
(1933-1945).

La naturaleza exacta y la definición precisa del fascismo son objeto de debate en


las ciencias políticas. Esto se debe a que las distintas experiencias fascistas tuvieron puntos
de coincidencia pero también diferencias. La variedad de estos regímenes hizo muchas
veces difícil ubicar un rasgo mínimo común del fascismo, lo que llevó en ocasiones a
confundirlo con cualquier dictadura militar.

En un sentido histórico, se puede caracterizar al fascismo como una manifestación política


e ideológica de extrema derecha, antiliberal y anticomunista, que se sostenía en la idea de la
superioridad de lo colectivo (patria, nación o raza) por sobre lo individual. Proponía una
organización estatal de la sociedad y la economía basada en la integración entre el
Estado y el partido, y en la construcción de una especie de “ciudadanía militar”.

El fascismo buscaba movilizar a la sociedad en contra de un enemigo real o imaginario


(externo o interno). Sin embargo, el método y el discurso específicos podían variar. Por
ejemplo, el nazismo hacía hincapié en una idea de superioridad racial que no formaba parte
del discurso inicial del fascismo italiano.

En la segunda mitad del siglo XX surgieron algunos grupos minoritarios que se


identificaron con las ideas fascistas (como los neonazis).

PUNTOS CLAVE

 El fascismo fue un movimiento político e ideológico nacido en Europa tras la Primera


Guerra Mundial que se expandió a otros lugares del mundo.
 Sus principales representantes fueron Benito Mussolini, líder fascista de Italia entre 1922 y
1945, y Adolf Hitler, líder nazi de Alemania entre 1933 y 1945. La ideología fascista era
nacionalista, militarista, totalitaria, antiliberal y anticomunista. Creía en la superioridad
del Estado sobre el individuo e impulsó políticas xenófobas y racistas.

El fascismo y el nazismo cayeron tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, pero en la


segunda mitad del siglo XX surgieron en diversos países grupos llamados neofascistas y
neonazis.

El fascismo suele reunir las siguientes características:

 Es un movimiento político e ideológico nacionalista y militarista, combativo y violento,


que exalta las nociones de patria, nación o raza en detrimento de las minorías, los
extranjeros y todo aquel considerado diferente.
 Apela a valores como el patriotismo, la lucha, el sacrificio, el predominio del Estado por
sobre el individuo y la pureza moral, ideológica, nacional o racial.
 Se suele representar como heredero de un pasado glorioso a recuperar, como
el Imperio romano en el caso del fascismo italiano o la historia y la mitología germanas en
el caso del nazismo alemán, lo que suele promover actitudes expansionistas.
 Fomenta la organización de fuerzas armadas irregulares o paralelas (como los
“camisas negras” italianos), que se ocupan de perseguir a sus adversarios y someter a la
sociedad a un estado de miedo o amenaza.
 Propone un modelo de Estado de partido único, totalitario y autoritario, que controla
todos los niveles de la sociedad y está construido en torno a la idea de la infalibilidad de
un líder carismático, al que se le rinde culto mediante un elaborado aparato de propaganda.
 En términos ideológicos, suele proponerse como una alternativa al liberalismo
burgués y al socialismo obrero, para lo que propone la regulación estatal de las relaciones
sociales mediante el intervencionismo económico y, en algunos casos, el corporativismo (es
decir, la gestión estatal de las relaciones entre empresarios y trabajadores).

Ver además: Fascista

Origen del fascismo


Los orígenes del fascismo se remontan a comienzos del siglo XX en Italia. Con
anterioridad existían diversos movimientos revolucionarios de ideología diversa que eran
llamados fascio (término traducible por haz, en el sentido del “haz de lictores” que era un
símbolo de autoridad republicana en la Antigua Roma, denominado fasces en latín).

Benito Mussolini fue un dirigente socialista que durante la Primera Guerra Mundial (1914-
1918) adoptó una posición militarista y fue expulsado del partido. En 1919, tras el fin de la
guerra, Mussolini fundó los Fasci italiani di combattimento (“Fascios italianos de
combate”), una organización política que combinaba el nacionalismo militarista con un
plan de reformas sociales.

Este grupo llevó a cabo una violenta lucha callejera contra huelguistas, izquierdistas y otros
grupos políticos y sociales considerados enemigos de la patria. Uno de sus impulsos fue el
temor a que se desatara en Italia y otras naciones de Europa una revolución proletaria como
la que había estallado en Rusia en 1917, que dio origen a un régimen comunista.
Además, los fascistas criticaban a los políticos liberales italianos por haber aceptado una
“victoria mutilada” en las negociaciones del Tratado de Versalles con los países aliados tras
la Primera Guerra Mundial, pues Italia no consiguió todas las reivindicaciones territoriales
que había exigido originalmente.

A medida que el movimiento de Mussolini ganaba más importancia política, se organizó


para la toma del poder bajo el nombre de Partito Nazionale Fascista (“Partido
Nacional Fascista”). Sus militantes conformaron una fuerza paramilitar conocida como los
“camisas negras”, que más adelante se llamó Milicia Voluntaria para la Seguridad
Nacional, dedicada a acciones de asalto, asesinato e intimidación de sus oponentes
políticos.

En 1922 se produjo la Marcha sobre Roma, protagonizada por los “camisas negras”,
que obligó al rey de Italia, Víctor Manuel III, a entregarle el poder a Mussolini.

Fascismo fuera de Italia


El ascenso al poder del fascismo en Italia inspiró a diversos grupos y personalidades que
imitaron la estética y la organización fascista en otros países de Europa y en algunas
naciones americanas.

Así surgieron, entre otros:

 Los “camisas pardas” (Sturmabteilung o SA) de Adolf Hitler en Alemania, que


ejercieron funciones de control en los mítines nazis y de violencia contra los adversarios
políticos, y contribuyeron al creciente poder del Partido Nazi.
 Los “camisas azules” (como se llamó a los militantes de la Falange Española) de José
Antonio Primo de Rivera en España, que se inspiraron en los principios nacionalistas,
corporativistas y anticomunistas del fascismo pero también defendieron los valores del
catolicismo y apoyaron la sublevación militar de 1936 que llevó a la instauración de la
dictadura franquista.

También surgieron variantes del fascismo y el nazismo en países como Rumania, Francia,
Inglaterra, Canadá, Hungría, Estados Unidos, Brasil o Argentina, aunque en muchos casos fueron
minoritarias. Algunos gobiernos latinoamericanos se inspiraron en características del fascismo
(como Brasil o Argentina en la década del cuarenta).

El triunfo del fascismo en Italia (1922) y el nazismo en Alemania (1933) creó un eje
político fascista en la Europa de entreguerras, cuya expansión militar y territorial
desencadenó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Ideología del fascismo


El fascismo es una ideología nacionalista de extrema derecha, opuesta tanto a
la democracia liberal y al individualismo burgués como al comunismo y al movimiento
obrero socialista.
El fascismo puso en práctica ideas asociadas con diferentes posiciones del espectro político
e ideológico: la regulación estatal de la economía, la exaltación de valores tradicionales y
de la identidad nacional, la promoción del beneficio a empresas privadas que cooperaban
con el régimen y la aplicación de políticas de bienestar social y legislación laboral.

Algunos historiadores consideran el fascismo como una fase del capitalismo, capaz de
despojar de derechos a sectores vulnerables de la población para explotarlos
económicamente y detener el avance del socialismo.

Otros historiadores reconocen en el fascismo aspectos originados en las ideas socialistas,


como la estatización de la sociedad y algunas reformas sociales, y destacan su carácter
totalitario y el culto a la personalidad, que también caracterizaron al estalinismo en
la Unión Soviética (URSS).

En general, resulta más simple definir ideológicamente al fascismo por aquello a lo que se
opone. Los regímenes de este tipo suelen ser antiliberales, antimarxistas,
anticomunistas, antidemocráticos, antiintelectuales y, en algunos aspectos,
anticapitalistas. Ello se complementa con grados variables de nacionalismo (sentimiento de
pertenencia a una nación), chauvinismo (exaltación extrema y agresiva del nacionalismo)
y racismo (discriminación basada en la creencia en la superioridad de un grupo étnico sobre
otros).

Fascismo y nazismo
El fascismo italiano y el nazismo alemán fueron movimientos hermanados, surgidos a
raíz de la insatisfacción que desencadenó en sus poblaciones el resultado de la Primera
Guerra Mundial.

Fueron movilizados por el liderazgo carismático de Benito Mussolini y Adolf Hitler,


respectivamente. En el caso de Alemania, la llegada del nazismo al poder también se debió
a la crisis económica mundial que estalló en 1929 (la Gran Depresión).

El fascismo y el nazismo alcanzaron el poder político, instauraron una dictadura y


reorganizaron la sociedad de acuerdo a un proyecto que incluyó: la intervención estatal en la
economía, la militarización de la ciudadanía, la persecución política, la anulación de derechos y
libertades y el hostigamiento a las minorías.

En la retórica fascista, sobre todo la alemana, las minorías eran consideradas razas o
culturas “inferiores” destinadas al exterminio o al trabajo forzado, como sucedió con la
población judía bajo el régimen nazi. El objetivo de Hitler era obtener para el pueblo
alemán, considerado de “raza aria”, el suficiente “espacio vital” (Lebensraum) para crecer y
prosperar.
Estas ideas condujeron al nazismo a expandirse militarmente hacia el este de Europa y a
construir campos de concentración y exterminio para poblaciones judías, gitanas, eslavas,
disidentes, entre otras. El nazismo y el fascismo se aliaron entre sí y se enfrentaron en la
Segunda Guerra Mundial a las potencias aliadas (Francia, el Reino Unido, Estados
Unidos y la Unión Soviética).

Ni el fascismo ni el nazismo sobrevivieron a la guerra. El fascismo cayó bajo la presión


de la invasión aliada de Sicilia en 1943, cuando el propio rey de Italia ordenó la detención
de Mussolini para firmar el armisticio con los Aliados. Esto forzó a la Alemania nazi a
invadir Italia, rescatar a Mussolini y crear la República Social Italiana en el norte del país,
un Estado títere de los nazis.

En 1945, el norte de Italia fue invadido por los Aliados y Mussolini intentó escapar junto a
su amante, Clara Petacci, y otros jerarcas del régimen fascista. Sin embargo, en el camino
fueron detenidos por una patrulla de partisanos comunistas italianos y fueron ejecutados.

Por su parte, el régimen nazi tuvo éxito al comienzo de la guerra pero fracasó en su
campaña de anexión de los territorios de la Unión Soviética y comenzó a perder terreno. En
abril de 1945 el Ejército Rojo (soviético) comenzó a atacar Berlín, donde se refugiaba
Hitler, quien finalmente se suicidó en su búnker unas horas antes de la caída de Berlín. El 7
y el 8 de mayo de 1945 Alemania firmó la rendición incondicional, hecho que marcó el
final del régimen nazi.

Fascismo en la actualidad
A menudo se habla del resurgimiento del fascismo en la segunda mitad del siglo XX con el
nombre de neofascismo o neonazismo. Varios movimientos europeos que cobraron
fuerza en las décadas de 1980 y 1990 se vincularon con esta ideología, como el
Movimiento Social Italiano o el Partido Nacional Democrático de Alemania.

En los años noventa, algunos grupos neonazis se dedicaron a la violencia callejera contra
inmigrantes y otras minorías en países como Alemania y Estados Unidos. A principios del
siglo XXI algunos partidos de extrema derecha con discursos contra la inmigración
consiguieron importantes resultados en las elecciones de países como Francia, Austria y
Hungría.

Sin embargo, los partidos de extrema derecha actuales suelen desconocer cualquier vínculo
con el fascismo y se presentan como versiones moderadas y democráticas del nacionalismo,
aunque en muchos casos comparten discursos xenófobos.

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