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MEDICINA TRANSFUSIONAL
PROYECTO ISS - ASCOFAME
EN SITUACIONES ESPECIALES
Dr. Armando Cortés Buelvas
Dr. Pedro Rovetto
Dr. Fabio Pereira
Dr. Alvaro Gómez Volver Página Principal
Dra. Marcela Granados
AUTORES DE LA GUIA
COORDINACION Y ASESORIA
11
INDICE
FORMULARIO DE AUTOEVALUACION DE LA GUIA DE
PRACTICA CLINICA - ISS ASCOFAME .......................... 15
1. TRANSFUSION AUTOLOGA ............................... 16
1.1. Donación autóloga preoperatoria ........................ 16
1.1.1. Definición. ......................................... 16
1.1.2. Beneficios .......................................... 16
1.1.2.1. Para el paciente: ................................... 16
1.1.2.2. Para las instituciones ............................... 17
1.1.3. Limitaciones ........................................ 17
1.1.4. Indicaciones ........................................ 17
1.1.5. Contraindicaciones .................................. 18
1.2. Hemodilución normovolémica aguda ..................... 19
1.2.1. Definición .......................................... 19
1.2.2. Beneficios .......................................... 19
1.2.3. Indicaciones ........................................ 19
1.2.4. Contraindicaciones .................................. 20
1.2.5. Estudios futuros ..................................... 20
1.3. Rescate perioperatorio de glóbulos rojos ................ 20
1.3.1. Definición .......................................... 20
1.3.2. Beneficios .......................................... 20
1.3.3. Indicaciones ........................................ 21
1.3.4. Limitaciones ........................................ 21
1.3.5. Futuros estudios ..................................... 21
2. EFECTOS ADVERSOS DE LA TRANSFUSION DE SANGRE Y
COMPONENTES SANGUÍNEOS ............................ 21
2.1. Descripción .......................................... 21
2.2. Recomendaciones para estudio y decisión .................. 27
3. CITAFERESIS TERAPEUTICA ................................ 27
3.1. Eritrocitaféresis ....................................... 27
3.2. Leucocitaféresis ....................................... 27
3.3. Plaquetoféresis ....................................... 28
12
3.4. Plasmaféresis terapéutica ............................... 28
3.4.1. Síndromes de hiperviscosidad .......................... 30
3.4.2. Enfermedades metabólicas ............................ 30
3.4.3. Alteraciones inmunes ................................. 30
3.4.4. Púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) .............. 31
3.5. Recomendaciones ..................................... 32
3.6. Investigaciones futuras ................................. 32
4. TRATAMIENTO DE LAS ANORMALIDADES HEMOSTATICAS
EN LA HEMOFILIA....................................... 32
4.1. Dosificación y administración del factor VIII ................ 33
4.2. Profilaxis primaria ..................................... 34
4.3. Desmopresina ........................................ 34
4.4. Agentes antifibrinolíticos ............................... 35
4.5. Concentrados disponibles para tratar la hemofilia B .......... 35
4.5.1. Dosificación y administración de factor IX ................ 36
5. ENFERMEDAD DE VON WILLEBRAND ....................... 36
5.1. Tratamiento .......................................... 37
6. TRANSFUSIONES EN TRASPLANTES ......................... 38
6.1. Introducción ......................................... 38
6.2. Objetivos ............................................ 38
6.3. Indicaciones ......................................... 38
6.4. Recomendaciones ..................................... 38
7. TRANSFUSIONES EN ONCOLOGIA ......................... 41
7.1. Introducción ......................................... 41
7.2. Objetivo ............................................. 41
7.3. Indicaciones ......................................... 41
7.4. Recomendaciones ..................................... 41
7.4.1. Transfusión de glóbulos rojos .......................... 41
7.4.2. Transfusión de plaquetas .............................. 42
7.4.3. Transfusión de granulocitos............................ 42
7.4.4. Irradiación de componentes sanguíneos ................. 42
8. TRANSFUSIONES EN PEDIATRIA ............................ 42
8.1. Transfusiones de glóbulos rojos .......................... 43
8.1.1. Pérdidas agudas ..................................... 43
8.1.2. Anemia crónica ..................................... 43
13
8.1.3. Productos a transfundir ............................... 44
8.1.3.1. Sangre completa ................................... 44
8.1.3.2. Glóbulos rojos empacados ........................... 44
8.1.3.2.1. Transfusión neonatal .............................. 44
8.1.4. Recomendaciones ................................... 45
8.1.4.1. Glóbulos rojos en pacientes menores de cuatro meses .... 45
8.1.4.2. Glóbulos rojos en pacientes mayores de cuatro meses ..... 45
8.2. Transfusión de plaquetas ............................... 46
8.2.1. Criterios para transfundir plaquetas ..................... 47
8.2.2. Dosis de plaquetas ................................... 47
8.2.3. Indicaciones clínicas ................................. 47
8.2.3.1. Falla medular ..................................... 47
8.2.3.2. Destrucción plaquetaria ............................. 47
8.2.3.2.1. Mecanismos no inmunes ........................... 47
8.2.3.2.2. Mecanismos inmunes ............................. 48
8.2.3.2.3. Trombocitopenia neonatal ......................... 48
8.2.4. Recomendaciones ................................... 48
8.2.4.1. Para recién nacidos prematuros (menos de 37
semanas de gestación) .............................. 48
8.2.4.2. En todos los otros casos ............................ 48
8.3. Transfusiones de plasma y crioprecipitado ................. 49
8.4. Recomendación de investigación ......................... 49
BIBLIOGRAFIA ............................................ 50
14
FORMULARIO DE AUTOEVALUACION DE LA GUIA DE
PRACTICA CLINICA - ISS ASCOFAME
15
1. TRANSFUSION AUTOLOGA
El aumento en el reconocimiento de las complicaciones infecciosas
derivadas de la transfusión de sangre homóloga (1), ha suscitado un interés
en alternativas de transfusión, como la autóloga. La transfusión autóloga
fue inicialmente descrita por Grant en 1921 (2); sin embargo, después de
esta publicación el término fue ignorado, y el segundo informe aparece
publicado en 1971 por Milles (3).
Posteriormente creció el interés y en 1983 aparece una comunicación
de la Asociación Americana de Bancos de Sangre indicando que el número
de instituciones que en el momento ofrecían este procedimiento había
aumentado cuatro veces (4).
Finalmente, con el reconocimiento de la epidemia del SIDA en 1981
creció el interés en los programas de autodonación, y de acuerdo a las
recomendaciones de la Asociación Americana de Bancos de Sangre
publicadas en 1990, el 6% de las unidades de sangre colectadas en sus
instituciones asociadas, eran de tipo autólogo (5). Es claro que ésta
modalidad de transfusión tiene su puesto en la actualidad, dentro de la
medicina transfusional.
La transfusión autóloga incluye: la donación autóloga preoperatoria, la
hemodilución normovolémica aguda y el rescate intraoperatorio y
postoperatorio de glóbulos rojos.
1.1.2. Beneficios
1.1.2.1. Para el paciente:
1. Disminuye la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas.
El riesgo de adquirir una enfermedad infecciosa a través de una
transfusión autóloga se acerca a 0%; no es absolutamente cero, pues es
posible que ocurran errores humanos de transfusión de sangre de otro
donante, hasta con el 0.9 % de las unidades colectadas (6,7). Teniendo en
cuenta esta posibilidad, aunque muy baja pero existente, la donación
autóloga disminuye la posibilidad de adquirir una enfermedad infecciosa.
(Evidencia III).
2. Disminuye las reacciones postransfusionales.
Varios estudios soportan este concepto, en lo que se refiere a las
reacciones hemolíticas, reacciones febriles, aloinmunización de eritrocitos,
leucocitos y plaquetas y la eliminación de la reacción injerto vs. huésped (
7-14). (Evidencia II y III).
16
3. Es posible que se disminuya la recurrencia de cáncer.
En un estudio publicado en pacientes con cáncer colorrectal, los
pacientes que recibieron sangre homóloga tuvieron más recurrencia del
cáncer que los que no la recibieron (15). En otro estudio se incluyeron
pacientes oncológicos en general, y se comparó la evolución de los
pacientes que recibieron sangre homóloga vs. autóloga en el perioperatorio,
observándose mejores resultados en aquellos que recibieron sangre autóloga
(16). (Evidencia II y III).
4. Se aumenta la disponibilidad de sangre grupo específico y compatible.
Este beneficio es mayor en pacientes con grupos sanguíneos raros y en
pacientes con autoanticuerpos (17). (Evidencia IV).
1.1.2.2. Para las instituciones
El beneficio más claro para las instituciones es la generación de
productos sanguíneos adicionales de personas que van a requerirlos. Otro
beneficio, dependiente de las políticas de cada institución, es la posibilidad
de utilización homóloga de las unidades de sangre donadas autólogamente,
pero no requeridas posteriormente (17). (Evidencia IV).
1.1.3. Limitaciones
1. El donante/ paciente requiere mayor tiempo en la atención en los bancos
de sangre que otro donante (17). (Evidencia IV).
2. Las unidades no utilizadas por el donante / paciente, dependiendo de
las políticas de cada institución, son desechadas (17). (Evidencia III).
3. Las dos limitaciones anteriores hacen que la transfusión autóloga sea
más costosa que la convencional (18). (Evidencia III).
4. Puede existir la posibilidad de error en la transfusión y por lo tanto
hacer uso de sangre de otro donante (18). (Evidencia III).
5. Si la cirugía es cancelada o pospuesta se pueden perder unidades
previamente donadas (18). (Evidencia III).
6. Varios estudios han demostrado que aproximadamente 50% de las
unidades donadas en el preoperatorio no se usan (30). (Evidencia III).
1.1.4. Indicaciones
Hay grupos específicos de pacientes que han sido valorados en diferentes
estudios:
1. Cirugía cardiotorácica: La donación para preoperatoria está indicada
en todos los pacientes que van a cirugía cardíaca con circulación
extracorpórea de una manera electiva y sin contraindicaciones (19).
(Recomendación Grado B).
2. Cirugía ortopédica: En pacientes que van a ser llevados a reemplazos
de articulaciones y cirugías de columna (20). (Recomendación Grado
B).
3. Cirugía urológica: Para prostatectomía radical (21). (Recomendación
Grado B).
4. En embarazo: Aunque la necesidad de transfusiones durante el embarazo
es poca, existe el riesgo de las transfusiones homólogas. Hay un estudio
de pacientes con placenta previa que hicieron donación autóloga
17
preoperatoria con buenos resultados (22); sin embargo, en otro tipo de
pacientes obstétricas el costo-beneficio no ha sido demostrado
(embarazos gemelares u otras condiciones asociadas con incremento del
sangrado al momento del parto) (23). (Recomendación Grado B).
5. Cirugía pediátrica: La utilización de la donación autóloga preoperatoria
en niños es relativamente reciente y aun cuando existen estudios que
recomiendan usarla con cautela por la dificultad del acceso venoso y
colaboración (24), en otros se ha documentado beneficio (25).
(Recomendación Grado C).
6. Cirugía electiva en pacientes con cuadro clínico que sugiera una pérdida
aumentada de sangre en la cirugía (Ej; enfermedad de von Willebrand´s).
(Recomendación Grado C).
En términos generales, se considera que todos los pacientes
relativamente sanos que van a un procedimiento quirúrgico electivo, en
donde el riesgo de perder de 500-1.000 cc de sangre es mayor del 5-10 %,
son buenos candidatos a este programa (7, 26). (Recomendación Grado B).
7. Un incremento del uso de sangre puede ocurrir cuando los componentes
autólogos están disponibles; se recomienda una política apropiada para
ordenar la práctica de la transfusión de sangre autóloga (Ej; nivel de
hemoglobina menor de 9 g/dl). (Recomendación Grado B).
1.1.5. Contraindicaciones
1. Infecciones bacterianas agudas: debido a que los pacientes con
infecciones activas pueden estar bacterémicos, y al retirar y almacenar la
sangre las bacterias pueden proliferar y luego producir reacciones fatales.
Se ha descrito infección por Yersinia enterocolítica transmitida por
donación autóloga preoperatoria (27). (Recomendación Grado D).
2. Los pacientes que van a ser llevados a cirugía cardíaca deben ser evaluados
previamente a la donación. Está contraindicada en pacientes con estenosis
aórtica significativa, angina inestable frecuente y/o prolongada,
enfermedad coronaria con compromiso del tronco de la coronaria
izquierda, enfermedad cardíaca cianótica e hipertensión arterial no
controlada (28). (Recomendación Grado D).
3. Pérdida de la conciencia: No se deben aceptar para el procedimiento
pacientes con epilepsia o con antecedentes de reacciones vasovagales
severas durante una donación de sangre previa (28). (Recomendación
Grado D).
4. Alteraciones del flujo placentario: No se deben aceptar pacientes en
embarazo con antecedentes de hipertensión arterial, pre-eclampsia,
toxemia o diabetes mellitus, debido a que estas entidades están asociadas
a disminución del flujo placentario y retardo del crecimiento intrauterino
(25). (Recomendación Grado D).
5. Pacientes en riesgo de sobrecarga de volumen (29). (Recomendación
Grado D).
6. Pacientes con niveles de hemoglobina menores de 11 g/dl. (Reco-
mendación Grado D).
7. Se desaconseja en procedimientos no asociados ordinariamente con la
necesidad de transfusión (ej; resección transuretral de próstata,
18
histerectomía vaginal, parto vaginal o cesárea de rutina). (Reco-
mendación Grado E).1.1.6. Futuros estudios
La relación costo-beneficio, desde el punto de vista económico. Se
plantea la posibilidad de realizar estudios que demuestren la “no”
necesidad de hacer pruebas serológicas a todas las bolsas de sangre
extraídas al paciente, sino exclusivamente a la primera y a la última, con
el objetivo de disminuir costos sin alterar la seguridad de la autotrans-
fusión.
1.2.2. Beneficios
La hemodilución normovolémica aguda comparte los beneficios de
todos los tipos de transfusiones autólogas y agrega otros exclusivos de
ella:
1. Disminuye la utilización de sangre homóloga (32,33,34). (Nivel de
Evidencia I y III).
2. Al disminuir la utilización de sangre homóloga disminuye la posibilidad
de transmisión de enfermedades infecciosas y de reacciones
transfusionales (35). (Evidencia Grado III y IV).
3. A diferencia de la donación autóloga preoperatoria, la hemodilución
normovolémica aguda no tiene las alteraciones bioquímicas asociadas
con el almacenamiento (36). (Nivel de Evidencia III).
4. Debido a que la sangre retirada es mantenida a temperatura ambiente,
se conserva la función plaquetaria (35). (Nivel de Evidencia IV).
5. La pérdida de glóbulos rojos durante una cirugía es menor cuando se
utiliza esta técnica. Así, un paciente con hematocrito de 40% y
sangrado de 1.000 cc, pierde 400 cc de glóbulos rojos, mientras si el
hematocrito es 25% pierde 250 cc (35). (Evidencia Grado IV).
6. Una ventaja adicional es la posible mejoría en la perfusión tisular
debido a la disminución de la viscosidad (35). (Nivel de Evidencia V).
1.2.3. Indicaciones
En términos generales, la hemodilución normovolémica estaría
indicada en pacientes adultos con hematocrito mayor de 34%, en quienes
se espera que van a sangrar más de 1.000 cc durante cirugía (37).
(Recomendación Grado B).
1. Cirugía cardíaca: los beneficios de la hemodilución normovolémica
en cirugía cardíaca, ya sea antes de introducir una cánula al paciente
19
a través de una vía venosa central, o después de hacerlo a través del
reservorio de cardiotomía (sangre heparinizada), han sido documentados
desde hace varias décadas (38-42). (Recomendación Grado B).
2. Cirugía ortopédica: esta técnica ha sido empleada con éxito en pacientes
que van a ser intervenidos para reemplazo total de cadera y cirugía de
columna (32,43). (Recomendación Grado B).
3. Cirugía general y vascular (34,44,45). (Recomendación Grado B).
4. Cirugía urológica, ginecológica y oncológica (33). (Recomendación
Grado C).
1.2.4. Contraindicaciones
1. Anemia: es inapropiado utilizar esta técnica cuando la hemoglobina es
menor de 11 g/dl (37). (Recomendación Grado D).
2. Los pacientes con incapacidad para manejar cambios agudos en el
volumen sanguíneo, como aquellos con falla renal o con disfunción
cardíaca severa, no son buenos candidatos para este procedimiento (37).
(Recomendación Grado D).
3. Esta técnica no debe ser utilizada cuando no es posible obtener un acceso
vascular adecuado, una monitoría adecuada o no se tiene la experiencia
requerida (37). (Recomendación Grado D).
1.3.2. Beneficios
El rescate perioperatorio de glóbulos rojos comparte beneficios con los
otros dos métodos de autotransfusión, y tiene otros inherentes a este
procedimiento:
1. Disminuye la utilización de sangre homóloga (47).
2. Al disminuir la utilización de sangre homóloga disminuye la posibilidad
de transmisión de enfermedades infecciosas y de reacciones
transfusionales (48).
20
3. A diferencia de la donación autóloga preoperatoria, esta técnica es
logísticamente más fácil de realizar y no está afectada por las
cancelaciones de las cirugías (46). (Evidencia IV).
4. Puede utilizarse en casos de urgencias y emergencia (46).(Evidencia IV).
5. Es útil en pacientes anémicos (46). (Evidencia IV).
6. Es útil como alternativa de transfusión y complemento de la sangre
homóloga en pacientes que son llevados a cirugías grandes, con
sangrado abundante (46). (Evidencia IV).
7. Es útil en pacientes con autoanticuerpos y sangrados abundantes en
cirugía. (Evidencia IV).
1.3.3. Indicaciones
1. Cirugía cardíaca: la evidencia indica una reducción importante en la
necesidad de sangre homóloga en pacientes que van a cirugía cardíaca
y no pueden tener otro tipo de autotransfusión, como la donación
autóloga preoperatoria o la hemodilución normovolémica aguda
(49,50,51). (Recomendación Grado B).
2. Cirugía vascular: durante cirugía de aneurisma de aorta abdominal
(52,53). (Evidencia Grado III).
3. Trauma: durante cirugía de trauma sin contaminación intestinal, el uso
de esta técnica puede significar la vida de un paciente (47,54).
(Recomendación Grado B).
4. Cirugía de hígado: en trasplante de hígado y cirugía de carcinoma
hepático (55). (Recomendación Grado C).
1.3.4. Limitaciones
Esta técnica tiene algunos inconvenientes, que en un momento dado
podrían ser deletéreos para los pacientes, como son trombocitopenia,
coagulopatía dilucional, contaminación bacteriana, enzimas pancreáticas,
reinfusión de células con cáncer, microembolismos y embolismo aéreo, por
lo que se recomienda su uso por parte de personas y entidades entrenadas
en el procedimiento.
2. EFECTOS ADVERSOS DE LA
TRANSFUSION DE SANGRE Y
COMPONENTES SANGUÍNEOS
2.1. Descripción
1. El primer hecho que debe quedar claro en una discusión sobre los efectos
adversos transfusionales, es que en opinión de expertos reconocidos el
riesgo nunca va a ser “cero”. En otras palabras, la transfusión de sangre
y componentes sanguíneos siempre conlleva un peligro reconocible o
21
no, y a veces importantes efectos adversos que no pueden prevenirse
por completo.
2. La importancia de estos efectos adversos es imposible de cuantificar
en muchos casos, por muchas causas; por ejemplo:
a. La definición de la enfermedad o efecto adverso (inmunosupresión
post-transfusional, hepatitis vs. “transaminitis”, por ejemplo).
b.La alta mortalidad no transfusional en pacientes transfundidos
(ancianos, politraumatizados, pacientes oncológicos).
c. La sobrevida de pacientes transfundidos, necesaria para reconocer
ciertos efectos adversos, debe ser muy prolongada (infección por HTLV-
1, CMV, algunas hepatitis virales).
Por todas estas razones, los estudios controlados y randomizados para
evaluar medidas preventivas y recomendaciones generales válidas son
siempre susceptibles de crítica epidemiológica y la evidencia tipo “opinión
de expertos” se refiere siempre a la experiencia particular de transfusión
de pacientes específicas en uno u otro tipo de práctica médica y quirúrgica
específica.
3. El primer principio a tener en cuenta para prevenir los efectos adversos
de la transfusión es procurar el mejor donante de sangre:
a. Donantes repetidos preferiblemente.
b. Donantes anónimos, voluntarios y filantrópicos como base principal
del “pool” (reserva) de sangre donada.
c. La donación directa (sobretodo intrafamiliar) debe ser considerada
no anónima, no filantrópico y probablemente voluntaria.
d. La donación autóloga es la más recomendable para evitar efectos
adversos (teniendo en cuenta los pocos efectos adversos de la misma
donación autóloga: anemia, hipovolemia, etc.).
Debe evitarse, en lo posible, el “cross-over” (cambio en uso) de las
donaciones: no usar para cualquier paciente, en caso de necesidad o
urgencia, sangre recogida como donación directa para otro paciente o
donación autóloga por otro paciente.
4. El segundo principio básico en la práctica transfusional es reducir el
uso de sangre a transfusiones necesarias y útiles. Debe evitarse la
transfusión “opcional”, “beneficiosa” (sin establecer su necesidad real),
“de una unidad”, “para mejorar el estado general del paciente”,
«transfusiones de sangre completa”, etc.
Estos dos principios básicos y generales (mejorar la calidad del donante
y prohibir el uso innecesario de sangre) deben pertenecer a las políticas y
estrategias del Banco de Sangre y del Comité de Transfusión de la Institución
y aunque no sean parte de una guía terapéutica para el uso de personal de
salud y pacientes (como ésta) el receptor (paciente) y ordenador (médico)
de la transfusión deben asegurarse de que la institución de salud trate de
procurar los mejores donantes y evite al máximo el uso innecesario de
sangre y derivados.
Describiremos los efectos adversos de la transfusión en cuatro grupos
(6-9) dependiendo de si el efecto es agudo (horas o días) o crónico
(semanas, meses, años) y de si su mecanismo básico es inmune o
22
predominantemente no inmune. Se anotará en cada efecto su mecanismo
más importante o frecuente, no único.
5. Efecto adverso agudo inmune:
a. Reacción hemolítica aguda. Mecanismo: hemólisis intravascular por
anticuerpos contra grupos AB0, Rh, Duffy, MNS, Kell, Kidd, Lewis y otros.
b. Reacción febril no hemolítica. Mecanismo: anticuerpos del receptor
contra leucocitos en producto transfundido.
c. Reacción alérgica o anafiláctica. Mecanismo: anticuerpo preformado
en receptor contra antígeno (proteína plasmática) en producto
transfundido.
d. Síndrome de dificultad respiratoria tipo adulto (“Pulmón de Choque”)
post-transfusional (TRALI, en inglés). Mecanismo: anticuerpos anti-
leucocitarios (leucoaglutininas) en plasma transfundido contra leucocitos
del receptor.
e. Púrpura postransfusional. Mecanismo: transfusión de antígeno
plaquetario (PL-A1) en producto (cualquier producto con células) a
paciente (paradójicamente negativo a PL-A1 en sus plaquetas) que
dispara formación de anti PL-A1 y lleva a trombocitopenia.
6. Efecto adverso agudo no inmune:
a. Sepsis por contaminación bacteriana de producto transfundido.
Mecanismo: bacterias Gram positivas y Gram negativas en plaquetas;
Yersinia enterocolitica y Pseudomonas psycrofíiicas (resistentes al frío) en
productos eritrocitarios; P. aeruginosa y P. cepacia en plasma congelado
y crioprecipitado descongelado en agua contaminada.
b. Sobrecarga circulatoria. Mecanismo: insuficiencia cardíaca congestiva
por mecanismo no-inmune en paciente transfundido.
7. Efecto adverso crónico no inmune:
Hemosiderosis. Mecanismo: sobrecarga de Fe++ por transfusiones
repetidas.
8. Efecto adverso crónico inmune:
a. Reacción hemolítica crónica. Mecanismo: hemólisis extravascular por
anticuerpos producidos de-novo (por primera vez, por memoria inmune)
en receptor, usualmente contra grupos Rh, P, Duffy, MNS, Lutheran,
Kell, Kidd. Es conveniente recordar en este momento grupos eritrocitarios
no asociados a hemólisis: Xg, Chido/Rogers, Cost/York, Krops/McCoy,
JMH, Holly/Gregory, Bg.
b. Enfermedad Injerto-contra-Huésped (EICH, GVH en inglés) en paciente
transfundido. Mecanismo: linfocitos transfundidas muestran reacción
de rechazo contra paciente receptor de transfusión. Clásicamente se ha
reconocido una EICH “ aguda” (8-10 días) y una EICH “crónica”
(semanas-meses), pero la distinción entre ambas no es clara.
c. Inmunosupresión transfusional. Mecanismo: mayor incidencia de
infecciones y recidivas de neoplasia en pacientes transfundidos,
aparentemente debidas a disturbio inmunológico transitorio.
d. Infecciones crónicas asociadas a la transfusión:sífilis, hepatitis (C, B,
otras), CMV, sida, Chagas, malaria, otras.
23
Estos cuatro grupos de efectos adversos incluyen once posibilidades
concretas para las cuales existen medidas preventivas usadas por evidencia
de distinto tipo. (tabla 1).
Medidas preventivas
Nota: En algunos casos es necesario realizar pruebas de compatibilidad a pesar de haber hecho el “screening” de Acs porque el resultado es
dudoso o de difícil interpretación. En algunos casos es necesario transfundir productos sanguíneos a pesar de un resultado de compatibilidad que
no lo recomienda, por razones médicas o ético-legales. En estos casos es conveniente hacer estudios especiales de sobrevivencia de células y
es obligatorio:
NOTA: Aunque es parte del tratamiento propiamente y no de la prevención de reacción hemolítica febril, todas las anteriores medidas suponen
una supervisión médica apropiada, un registro detallado de las reacciones y un diagnóstico temprano de las reacciones agudas febriles
hemolíticas con prueba de Coombs, detección hemoglobinemia y/o hemoglobinuria, medición de haptoglobina, etc.
24
4. Contaminación bacteriana [Evidencia] (Citas) [Recomendación]
Nota: De vez en cuando llegan al mercado productos para detectar contaminación bacteriana en la sangre donada pero su costo/beneficio, (requiere alta
sensibilidad y rapidez de resultados) no los recomiendan para uso rutinario en Banco de Sangre. Aunque esta tecnología pueda mejorar en el futuro, la
opinión mayoritaria de expertos (evidencia tipo III) desaconseja su implementación.
6. Enfermedad injerto-contra-huésped
4. Contaminación bacteriana [Evidencia] (Citas) [Recomendación]
7. Púrpura post-transfusional
[Evidencia] (Citas) [Recomendación]
No hay medida preventiva probada,
porque sólo hay cuatro casos reportados de
recurrencia en la literatura. El pronóstico
es bueno. III (57) —
8. Sobrecarga circulatoria
[Evidencia] (Citas) [Recomendación]
En pacientes susceptibles (ancianos,
no ambulatorios, con cirugía ortopédica,
falla renal o cardíaca previa, neonatos,
malnutridos severos) las transfusiones
deben ser administradas a 1ml/kg de peso/hora. III (56) [C]
Los criterios para transfundir deben ser los
mismos para productos autólogos y no autólogos
(esto disminuye la rata de transfusiones autólogas
iinnecesarias hemodinámicamente) III (73) [B]
25
9. Inmunosupresión post-transfusional:
[Evidencia] (Citas) [Recomendación]
Prohibir transfusión de sangre completa.
Aunque es extremadamente difícil de probar
epidemiológicamente, la asociación entre aumento
de recidiva de neoplasia e infecciones con
transfusión parece aceptada por un número
apreciable de expertos. Esto parece más evidente
en el caso de transfusión de sangre completa.
Por otro lado, la conservación y uso de sangre
completa no es aconsejable administrativamente
en los Bancos de sangre modernos y esto hace
recomendable el disuadir su uso. III (57) [C]
10. Hemosiderosis:
[Evidencia] (Citas) [Recomendación]
Sustituir la transfusión por el uso de
eritropoietina en casos de transfusión crónica
parece aconsejable para reducir el riesgo de
depósitos patológicos de hierro, ( es imposible
su prevención o tratamiento genético, por ahora).
(V. Discusión previa sobre uso de quelantes en
hemoglobinopatías). III (57) [C]
Nota: Es importantísimo subrayar que el Banco de Sangre no es un laboratorio diagnóstico. El único propósito de hacer tamizaje de la sangre donada
es evitar la transmisión de infecciones.
Por otro lado, consideraciones éticas y legales hacen imperativo el reportar al médico personal del donante o a las autoridades de Salud Pública los
resultados de este tamizaje. No al donante.
El donante no acude ni debe acudir al Banco de Sangre como paciente. El Banco de Sangre no es el lugar apropiado para entregar información que
lleve el diagnóstico, certero o no, de enfermedades de incierto efecto psicológico o terapéutico.
Tradicionalmente tampoco se han entregado resultados negativos o neutros (“inocentes”) en el Banco de Sangre para evitar la donación no-voluntaria
con propósito de adquirir dicha información.
Tabla1
26
2.2. Recomendaciones para estudio y
decisión
1. Medir efectividad preventiva de interrogatorio a donantes por personal
no profesional (técnico) en los Bancos de Sangre.
2. Programas de computador para liberación de unidades de derivados
sanguíneos (prohibiendo por “software” la salida y uso de algunos
componentes) con identificación y seguimiento por código de barras.
3. Nuevas formas y estrategias para atraer mejores donantes al Banco de
Sangre.
4. Investigar prevalencia real de infecciones transmisibles por sangre para
calcular costo/beneficio de algunas medidas preventivas.
3. CITAFERESIS TERAPEUTICA
3.1. Eritrocitaféresis
En la enfermedad de células falciformes la eritrocitaféresis mejora la
oxigenación tisular y previene la deformidad falciforme en microvasculatura,
corrige la anemia y altera favorablemente la viscosidad y reología de la
sangre (75), (Nivel de Evidencia II); mejora la tolerancia al ejercicio y revierte
las oscilaciones periódicas en el flujo sanguíneo cutáneo; la simple
transfusión mejora la capacidad de concentración renal y función esplénica
(76-79) (Nivel de Evidencia II, III).
Se promueve su uso para complicaciones agudas de la enfermedad de
células falciformes, como el síndrome torácico agudo, el priapismo, la crisis
dolorosa severa, la oclusión de la arteria retiniana y colestasis intrahepática;
y para profilaxis durante el embarazo, antes de la cirugía o para pacientes
que han sufrido accidente cerebrovascular (80) (Nivel de Evidencia III).
Las transfusiones suficientes para reducir la incidencia de crisis dolorosa
no reduce la morbilidad materna o tasa de mortalidad perinatal (81) (Nivel
de Evidencia II). El procedimiento se ha usado en pacientes con infección
parasitaria de los glóbulos rojos, como la malaria severa y complicada, y la
babesiosis (82,83), disminuyendo la concentración del parásito circulante.
Puede ayudar a sostener la vida hasta que la terapia convencional y la
inmunidad natural hagan efecto (Nivel de Evidencia III).
La remoción automática de glóbulos rojos y hemodilución normo-
volémica, se realizan en forma segura en policitémicos (84) y se reserva
para reducir el hematocrito de manera urgente (ejemplo, accidente
trombótico) (Nivel de Evidencia III).
3.2. Leucocitaféresis
Se usa para ayudar en el manejo de pacientes con leucemia aguda o
crónica hiperleucocíticas (85,86) (Nivel de Evidencia III), cuando el volumen
fraccionado de leucocitos excede 20%, ya que reduce la viscosidad de la
sangre y mejora la calidad del flujo sanguíneo cerebral y pulmonar (87)
(Nivel de Evidencia III). Un solo procedimiento de leucoféresis reduce el
número de leucocitos en 20-50%.
27
La leucoféresis está indicada cuando el conteo de blastos excede
100.000/ml (leucocrito mayor del 10%), especialmente cuando aparecen
síntomas evidentes pulmonares o del sistema nervioso central (88) (Nivel
de Evidencia III).
El efecto de una leucoféresis es transitorio; por eso se debe instituir la
quimioterapia. En la leucemia mielocítica crónica no se han demostrado
logros con la leucoféresis en la sobrevida de los pacientes (89) (Nivel de
Evidencia III).
La leucoféresis crónica proporciona un control aceptable del número
de leucocitos en el embarazo, situación ésta en que los agentes citotóxicos
deben ser evitados.
Se muestran beneficios a corto plazo de la leucoferesis en la leucemia
linfocítica crónica, pero a largo plazo los pacientes con enfermedad
refractaria a quimioterapia no sobreviven más tiempo (90) (Nivel de
Evidencia III). Respuestas transitorias a la leucoféresis, usada sola o en
combinación con bajas dosis de quimioterapia, han sido observadas en
varios desórdenes linfoproliferativos.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes rápidamente recaen y no
responden a la futura terapia con leucoféresis (91-94) (Nivel de Evidencia
III). La remoción de gran número de linfocitos en un período de semanas
puede suprimir el número de linfocitos periféricos en pacientes con artritis
reumatoidea por períodos hasta de un año y alterar las mediciones de
laboratorio de respuesta inmune a una variedad de estimulantes (95)
(Evidencia Grado III).
Algunos pacientes experimentan una modesta pero significativa
reducción de la actividad de la enfermedad; sin embargo, es difícil identificar
los pacientes que pueden derivar un sustancial beneficio de esta terapia
(96,97) (Nivel de Evidencia III).
3.3. Plaquetoféresis
Se reserva para pacientes con desórdenes mieloproliferativos y
hemorragia o trombosis asociada con un incremento en el número de
plaquetas circulantes.
Muchos centros la indican cuando el paciente presenta un conteo
periférico de plaquetas que excede 1.000.000/ml; sin embargo, no hay
una consistente relación entre el nivel de elevación de plaquetas y la
ocurrencia de síntomas (98,99) (Nivel de Evidencia III). Un solo
procedimiento de plaquetoféresis puede bajar el conteo en 30-50%.
El mantenimiento del paciente trombocipénico con aféresis únicamente,
no ha sido útil; la terapia a largo plazo, más práctica, hace recomendable
la quimioterapia simultánea. La plaquetoféresis profiláctica no se garantiza
independientemente del número de plaquetas (100) (Evidencia Grado III).
28
Clasificación de la plasmaféresis
Polineuropatía I
Hiperviscosidad I
Púrpura trombocitopénica trombótica I
Trombocitopenia inmune II
Penfigoide buloso II
Pénfigo vulgar II
Enfermedad de Raynaud II
Lupus eritematoso sistémico II
Vasculitis sistémica II
Púrpura trombocitopénica trombótica I
Síndrome hemolítico urémico II
Trasplante medular ABO incompatible I
Mieloma y paraproteinemias II
Crioglobulinemia I
Eritrocitosis, policitemia vera I
Leucocitosis y trombocitosis I
Púrpura postransfusional I
Enfermedad de células falciformes complicada (eritroféresis) I
Inhibidores de factores de la coagulación II
Linfoma cutáneo (fotoféresis) I
Enfermedad de Refsum I
Hipercolesterolemia familiar II
Intoxicación II
Síndrome de Guillian Barré I
Polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica I
Síndrome miastenico de Eaton-Lambert I
Miastenia gravis I
Neuropatia periférica paraproteinémica II
Síndrome de Goodpasture I
Nefritis rápidamente progresiva (sin anticuerpos antimembrana basal II
Enfermedad Categoría
Esclerosis sistémica progresiva III
Artritis reumatoidea III
Psoriasis IV
Anemia hemolítica autoinmune III
Enfermedad hemolítica del recién nacido III
Trombocitopenia inmune III
Refractariedad plaquetaria III
Esclerosis múltiple III
Esclerosis lateral amiotrófica IV
Rechazo de trasplante renal IV
Tabla2
29
Categoría I: Hemaféresis terapéutica, estándar y aceptable.
Categoría II: Hemaféresis terapéutica, generalmente aceptada.
Categoría III: Hemaféresis terapéutica, con informes de evidencia
insuficiente para establecer la eficacia terapéutica y/o no ha sido claramente
documentada una favorable relación beneficio/riesgo.
Categoría IV: Investigaciones controladas disponibles que muestran falta
de eficacia terapéutica.
Las evidencias para las categorías I y II son algunas II y la mayoría III,
productos de la experiencia clínica, análisis observacionales y casos tratados
y algunos estudios clínicos controlados bien diseñados.
Las indicaciones III y IV de la plasmaféresis son controvertidas y
soportadas por pequeñas series de casos no controlados, que siguen un
objetivo clínico o medida de laboratorio de mejoría en el paciente
(Evidencias Grado III, IV).
31
3.5. Recomendaciones
La citaféresis terapéutica se recomienda para reducir los elementos
celulares sanguíneos anormales en cantidad o calidad. En situaciones de
emergencia, cuando las terapias convencionales son inefectivas o su efecto
toma tiempo. La eritrocitaféresis se recomienda en el manejo agudo de las
complicaciones severas de la enfermedad de células falciformes o prevención
a largo plazo de las recurrencias de enfermedad cerebro-vascular
(Recomendación Grado B).
La citaféresis es útil en el manejo de las leucocitosis y trombocitosis
extremas en pacientes con leucemias agudas, desórdenes mieloproliferativos
o trombocitosis, cuando el conteo de blastos es mayor de 100.000/ml y de
plaquetas mayor de 1.000.000/ml, para prevenir la leucostasis y
complicaciones trombóticas o hemorrágicas. (Recomendación Grado A).
Se recomienda la plasmaféresis terapéutica en los desórdenes
categorizados como I y II, los cuales se han estandarizado y aceptado por
las evidencias clínicas (Recomendación Grado B).
Para las entidades relacionadas como pertenecientes a las categorías III
y IV, la evidencia es insuficiente para establecer la eficacia y beneficio
terapéutico, o se ha comprobado la falta de eficacia terapéutica; por tanto,
se desaconseja en la actualidad (Recomendación Grado D).
4. TRATAMIENTO DE LAS
ANORMALIDADES HEMOSTATICAS EN
LA HEMOFILIA
En la hemofilia A, la actividad del factor VIII coagulante es deficiente o
anormal, mientras otros componentes del sistema factor VIII (factor y
antígeno de von Willebrand´s) son normales. En general, la severidad clínica
se correlaciona con el grado de deficiencia del factor VIII. Las personas con
deficiencia severa a moderada del factor VIII hasta 2-3% (0.02-0.03 U/ml),
característicamente tienen frecuentes sangrados en las articulaciones y
tejidos blandos. Los que tienen valores de factor VIII de 8-12% (0.08-0.12
U/ml) presentan una enfermedad leve clínicamente; de ordinario sangran
sólo en cirugía o por trauma.
La hemofilia B (enfermedad de Christmas) se caracteriza por actividad
subnormal del factor IX. Dependiendo del defecto genético, la deficiencia
del factor puede reflejar una calidad o cantidad anormal en la molécula del
factor IX. La severidad clínica se correlaciona con el grado de deficiencia
del factor IX, aquellos con niveles de factor de 0-2% (0.0-0.02 U/ml),
generalmente tienen sangrado espontáneo en articulaciones y tejidos
blandos.
32
El CRIO ha sido desplazado por los concentrados liofilizados de factor
VIII (Recomendación grado B). Adicionalmente, la desmopresina desplazó
a los CRIO en el tratamiento de elección para la EvW. El CRIO, se usa hoy
en algunas formas severas y variantes de la EvW, y algunos concentrados
de FvW han sido efectivos en EvW y son preferidos sobre el CRIO por
seguridad viral.
Las desventajas del CRIO son: a) incremento del riesgo de transmisión
de enfermedades virales (particularmente hepatitis C); b) requiere
almacenamiento de -20o C a -30oC; y c) marcada variación en los contenidos
de factor VIII y FvW en las preparaciones. La disponibilidad de los
concentrados liofilizados favorece los programas de terapia en casa; los
episodios de sangrado pueden ser tratados más rápido, menos tiempo
laboral o escolar perdido y se reduce la incidencia de enfermedad
musculoesquelética crónica progresiva (Recomendación grado B).
En los últimos años se ha desarrollado una variedad de métodos para
obtener concentrados seguros (matan virus más efectivamente y mejoran
la pureza): calor seco, pasteurización, tratamiento con solventes/
detergentes, vapor y calor en suspensión de solventes orgánicos,
purificación con anticuerpos monoclonales murinos y cromatografía de
inmunoafinidad. Ninguno de los productos comerciales de uso actual ha
sido implicado en seroconversión para VIH. Sin embargo, algunos de esos
productos han trasmitido hepatitis y parvovirus B19 humano (132,133,134).
(Nivel de Evidencia III).
Todos lo nuevos concentrados de factor VIII son muy costosos, pero
con variaciones considerables. Los productos purificados por anticuerpos
monoclonales son ordinariamente dos o tres veces más costosos que los
de pureza intermedia, mientras que los recombinantes son aún más costosos
por unidad. Igualmente, los concentrados de factor IX derivados de plasma
de alta pureza, son mucho más costosos que los CCP.
En pacientes con hemofilia A, los productos recombinantes han
demostrado la misma farmacocinética y efectividad clínica de los derivados
de plasma (135,136) (Evidencia Grado II, III).
33
La necesidad de dosis adicionales, o formas adjuntas de tratamiento
depende de la localización, naturaleza y extensión del episodio de sangrado
(Recomendación grado B).
Sangrados serios que comprometen la vida, como aquellos en el sistema
nervioso central o sangrado intra o postoperatorio, se deben tratar con
infusión continua de factor VIII. Después de un bolo inicial de 40-50 U/kg
(eleva niveles de factor VIII a 80-100%), se debe iniciar una infusión
continua. Una infusión inicial de 3-4 U/kg por hora se ajusta sub-
secuentemente según indiquen los niveles de factor VIII en el paciente.
En general, una infusión de 2 U/kg por hora mantiene un nivel de factor
del 25%; 3 U/kg por hora a un nivel de 50% y 4 U/kg por hora en u 75%
del nivel. Sin embargo, esos niveles no deben ser adivinados, si no que
diariamente se debe monitorizar (Recomendación grado A).
El tratamiento profiláctico puede estar indicado para interrumpir un
círculo vicioso de resangrado en una articulación blanca en particular. Para
muchas profilaxis secundarias, el concentrado de factor VIII se suministra
en dosis de 15-20 U/kg interdiario o tres veces por semana. Esto continúa
por un período de dos a seis meses (Recomendación grado B).
4.3. Desmopresina
Es el tratamiento de elección para personas con hemofilia A, leve o
moderada, en quienes un incremento de tres veces el factor VIII es suficiente
para controlar el sangrado. Este agente sintético incrementa de manera
rápida en promedio tres veces el nivel de factor VIII y en promedio dos
veces el antígeno fvW y cofactor de ristocetina (R:Co). La dosis recomendada
es 0.3 mg/kg intravenoso (142) (Nivel de Evidencia III) (Recomendación
grado B).
Si se repiten la dosis en sucesión rápida, algunas personas pueden
presentar taquifilaxis (respuesta disminuida). En otras los efectos se limitan
a enrojecimiento y sensación de calentamiento facial. Las propiedades
antidiuréticas raras veces causan problema. Sin embargo, si se aplican dosis
repetidas se debe llevar un balance de líquidos y electrólitos para evitar la
hiponatremia e intoxicación por agua, especialmente en ancianos y niños
pequeños (Recomendación grado A). Los spray intranasales, altamente
34
concentrados, son útiles para pacientes ambulatorios o en casa. (143) (Nivel
de Evidencia III) (Recomendación grado B).
36
factor VIII, los cuales pueden no ser detectables; el tiempo de sangría es
prolongado. Además del sangrado severo en las mucosas, el paciente puede
sangrar en articulaciones y tejidos blandos.
5.1. Tratamiento
El tratamiento está determinado por el tipo de enfermedad de von
Willebrand. Para personas con tipo I, el tratamiento de elección es la
desmopresina (143,150) (Nivel de Evidencia III, IV) (Recomendación Grado
A).
Se administra IV en una dosis de 0.3 mg/kg. Se debe aplicar una dosis
de prueba de desmopresina para confirmar la respuesta y su magnitud (151)
(Nivel de Evidencia II) (Recomendación Grado B).
Es inefectiva en la tipo III. En pacientes con tipo IIA, la desmopresina
puede ser efectiva y debe ser empleada. Sin embargo, en la tipo IIB, esta
contraindicada, por la liberación de fvW que funciona anormalmente;
produce in vivo una agregación plaquetaria y una rápida caída en las
plaquetas y es hemostáticamente inefectiva (152) (Nivel de Evidencia III).
Las fórmulas spray altamente concentradas (liberan 0.1 ml, 150 mg de
solución por spray) pueden ser usadas en casa. Tienen una excelente
biodisponibilidad e incrementa de manera similar el fvW a la obtenida con
la administración IV de 0.2 mg/kg de desmopresina. Utiles en el tratamiento
de las menorragias y como profilaxis antes de procedimientos dentales
invasivos u otra cirugía menor. (143,150) (Recomendación Grado B).
La terapia de remplazo con un concentrado derivado de plasma rico en
fVW es necesario en ciertas situaciones. Para los individuos con EvW tipo I
que no responden suficientemente a la desmopresina (ej., cirugía mayor),
un concentrado de factores de coagulación que contenga multímeros de
alto peso molecular, debe ser administrado (151).
En niños menores de dos años y en personas con historia de infarto del
miocardio o derrames, es mejor evitar la desmopresina para prevenir
posibles complicaciones (143). Para personas con tipo IIB y III, un
concentrado rico en multímeros de alto peso molecular de FvW debe ser
dado para el tratamiento de problemas de sangrados serios o en profilaxis
quirúrgica (Recomendación Grado B). Esto también aplica para los tipo IIa
que no tienen una respuesta adecuada a la desmopresina.
Para una óptima terapia de remplazo para enfermedad de von Willebrand
se deben corregir tanto el defecto del factor vW (cualitativo o cuantitativo)
como la concentración del factor VIII (Recomendación Grado B). Los
productos concentrados de factor VIII pasteurizados, se han encontrado
más efectivos para este objeto, debido a que contienen multímeros de alto
peso molecular FvW en cantidad importante hemostáticamente (152).
Para el tratamiento de sangrado severo o cubrimiento en cirugía de un
paciente con tipo III, se recomienda la dosis de 40-50 U/kg de factor VIII
dos veces al día (153) (Nivel de Evidencia III) (Recomendación Grado B).
Otros agentes que pueden ser útiles incluyen drogas antifibrinolíticas,
como el ácido epsilón aminocapróico y ácido tranexámico, y un
contraceptivo oral. Para el tratamiento de sangrados menores de la mucosa,
37
particularmente en pacientes con EvW leve, las drogas antifibrinolíticas
pueden ser suficientes. Los agentes antifibrinolíticos también se usan en
conjunción con desmopresina o concentrados de factor VIII con actividad
fvW, para procedimientos invasivos dentales, tonsilectomías u otros
sangrados de la cavidad oral (Recomendación Grado B).
Como en todas las coagulopatías, se debe evitar la aspirina y todos los
compuestos que contienen aspirina y otras drogas que interfieren con la
función de las plaquetas (Recomendación Grado A) (Nivel de Evidencia
III.1, III.2, III.3 y IV).
6. TRANSFUSIONES EN TRASPLANTES
6.1. Introducción
El trasplante de órganos representa una alternativa terapéutica en el
manejo de algunas enfermedades, especialmente en aquellas que
comprometen en forma irreversible la función de un órgano. En los
programas de trasplante el soporte transfusional se constituye en una parte
importante del manejo no sólo durante el procedimiento mismo, sino
adicionalmente en el periodo de pre y post-trasplante.
La transfusión de sangre y sus derivados puede influenciar la
morbimortalidad y la sobrevida del órgano trasplantado. Con el soporte
del banco del sangre se persigue el remplazo adecuado de componentes
sanguíneos con la mínima afectación posible de la sobrevida y viabilidad
del órgano trasplantado. El volumen de los requerimientos de componentes
sanguíneos es especialmente exigente en el trasplante de hígado.
6.2. Objetivos
Suplencia adecuada de componentes sanguíneos en el grupo de
pacientes que requiere trasplante de órganos, buscando proveer remplazo
adecuado con la mínima morbilidad.
6.3. Indicaciones
Pacientes candidatos a trasplante de órganos vascularizados: médula
ósea, riñón, hígado y corazón, principalmente.
6.4. Recomendaciones
En el trasplante de médula ósea para manejo de aplasia medular, se
debe evitar la transfusión de derivados sanguíneos, ya que aumentan la
posibilidad de rechazo (154-156) (Nivel de Evidencia III) (Recomendación
Grado B). En caso de no ser aplazable la transfusión, se debe procurar
obtenerla de donantes no familiares. Después del trasplante no hay
oposición al uso de familiares como donantes (Recomendación Grado B).
Las transfusiones sanguíneas pretransplante con el fin de mejorar la
sobrevida del trasplante renal, han perdido importancia con el uso de
38
ciclosporina A. No se recomiendan en forma rutinaria (157,158) (Nivel de
Evidencia III) (Recomendación Grado D).
Los candidatos a trasplante citomegalovirus (CMV) negativos, deben
recibir componentes CMV negativos, excepto en trasplante de hígado,
manejo que se debe continuar después del procedimiento si el órgano
transplantado es CMV negativo. La infección por CMV inducida por
transfusión se transmite únicamente por leucocitos; el plasma congelado
en fresco y otros productos sanguíneos acelulares (crioprecipitado), no
han sido ligados a transmisión de CMV (160) (Nivel de Evidencia III).
El método más utilizado para evitar la transmisión de CMV es el tamizaje
serológico de los donantes, pero la disminución de leucocitos en los
componentes sanguíneos reduce o elimina el riesgo de infección (159)
(Nivel de Evidencia III).
El lavado con solución salina de los glóbulos rojos disminuye pero no
anula el riesgo (161,162) (Nivel de Evidencia III). La irradiación de los
componentes sanguíneos no previene la transmisión del CMV. En estudios
no controlados, los glóbulos rojos congelados y desglicerolizados no
transmiten la infección por CMV (163-165) (Nivel de Evidencia III).
En estudios no controlados y en un estudio aleatorio controlado, el
uso de filtros de tercera generación para transfundir los glóbulos rojos y
las plaquetas es altamente efectivo en la prevención de infección por CMV
(166-169) (Nivel de Evidencia II,III). En el trasplante de hígado, la velocidad
de flujo a través de estos filtros no es adecuada para la velocidad requerida
de la infusión; el uso de ganciclovir y de inmunoglobulinas endovenosas
ha reducido la morbilidad de la infección por CMV en el posoperatorio.
La enfermedad de injerto contra huésped (EICH) es una complicación
frecuente del trasplante de médula ósea, pero de menor frecuencia en los
trasplantes de órganos sólidos (Nivel de Evidencia III). No existe riesgo de
EICH con el uso de componentes acelulares: plasma fresco congelado,
crioprecipitado y concentrados de factores de coagulación. Nivel de
Evidencia III. Aún después de lavados, refrigerados o filtrados, todos los
componentes celulares contienen suficiente número de leucocitos para
permitir la aparición de EICH (Nivel de Evidencia III, IV).
A pesar de la existencia de linfocitos viables en los glóbulos rojos
desglicerolizados, no se ha reportado EICH después de su uso (170) (Nivel
de Evidencia III). En el momento, el único método efectivo para reducir la
incidencia de la EICH es la gamairradiación de productos celulares, sea
con fuentes de cobalto o de cesio, aunque no existen estudios controlados
publicados para comprobar su eficacia en grupos de alto riesgo, trasplante
de médula ósea, ya que con la evidencia existente, este tipo de estudios
sería antiético (173) (Nivel de Evidencia III).
A pesar de la existencia de recomendaciones de nivel III (170) de irradiar
todos los productos sanguíneos celulares en pacientes trasplantados, en
todos los casos en que se ha estudiado el origen de las células injertadas,
el origen ha sido el órgano sólido y no las transfusiones, por lo cual muchos
centros no irradian los componentes sanguíneos (171), aunque existe un
reporte de EICH derivado de células transfundidas en trasplante renal (172)
(Nivel de Evidencia III).
39
Compatibilidad en las transfusiones en transplantes
O A O A,AB B,O
B O B,AB A,O
AB O AB A,B,O
A O A,O A,AB B,O
B A,O AB B,A,O
AB A,O AB A,B,O
B O B,O B,AB A,O
A B,O AB A,B,O
AB B,O AB B,A,O
AB O AB,A,B,O AB A,B,O
A AB,A AB A,B,O
B AB,B AB B,A,O
En orden de preferencia, si las plaquetas preferidas no están disponibles (Recomendación Grado B).
Tabla3
40
receptores Rh negativos y citomegalovirus (CMV) negativas para receptores
CMV negativos.
En caso de existir anticuerpos inesperados clínicamente significantes,
las primeras 10 unidades de glóbulos rojos deben ser antígeno negativas;
se deben reservar ocho a 10 unidades de glóbulos rojos antígeno negativas
para el final del procedimiento. Después de la transfusión de las primeras
10 unidades de glóbulos rojos y si el banco de sangre no puede disponer el
uso de productos negativos, es posible transfundir glóbulos rojos y plaquetas
Rh positivas o no verificadas para CMV; igualmente, es factible utilizar
glóbulos rojos no verificados para el antígeno, en caso de existir
aloanticuerpos (177-179) (Nivel de Evidencia III) (Recomendación Grado
B).
En trasplante alogénico de médula ósea la identidad ABO entre donante
y receptor no es necesaria, pero en caso de incompatibilidad mayor, la
médula a trasplantar debe ser desprovista de glóbulos rojos (Recomendación
Grado B).
7. TRANSFUSIONES EN ONCOLOGIA
7.1. Introducción
Los pacientes con cáncer frecuentemente requieren cuidados de soporte
hematológico. El espectro de este soporte es amplio e incluye la transfusión
de diversos componentes para compensar diversos grados de falla medular.
El uso racional de estos recursos depende de la comprensión de sus
indicaciones, beneficios y riesgos.
7.2. Objetivo
Racionalizar la terapia transfusional en pacientes oncológicos para
permitir un aprovechamiento adecuado de un recurso costoso, frecuen-
temente escaso y con riesgos asociados.
7.3. Indicaciones
Pacientes con citopenias asociadas a neoplasias malignas, bien sea por
enfermedad crónica, pérdidas sanguíneas, infiltración tumoral de la médula
ósea o como consecuencia de los tratamientos de radio y quimioterapia
(Recomendación Grado B).
7.4. Recomendaciones
7.4.1. Transfusión de glóbulos rojos
Las indicaciones generales para transfundir glóbulos rojos en pacientes
anémicos, son aplicables a los pacientes oncológicos. La decisión de
transfundir no puede depender de una cifra de hemoglobina sino de un
contexto individualizado de signos y síntomas sistémicos (fatigabilidad) y
orgánicos (polipnea, taquicardia), frecuentemente difíciles de separar de
los derivados de otras condiciones asociadas (1) (Nivel de Evidencia III)
(Recomendación Grado B).
41
7.4.2. Transfusión de plaquetas
Los estudios iniciales sobre transfusión de plaquetas en pacientes con
cáncer, especialmente en referencia a leucemias agudas, sugieren un riesgo
inaceptable de sangrado con recuentos plaquetarios inferiores a 20.000/
mm3 (182,283) (Nivel de Evidencia III). Sin embargo, estudios más recientes
sugieren que es posible reducir esta cifra sin asociarse a sangrado
mayor (181) (Nivel de Evidencia III) recuento menor de 5.000/mm3 en
todos los casos transfundir (Recomendación Grado B).
Recuento entre 6-10.000/mm3, transfundir con manifestaciones
hemorrágicas menores y recientes y en pacientes febriles (Recomendación
Grado B).
Recuento entre 11-20.000/mm3, transfundir si existe trastorno de
coagulación asociado o si se está utilizando heparina. Preventivamente a
punción lumbar, biopsias o inserción de catéteres venosos (Recomendación
Grado B).
Recuento mayor de 20.000/mm3, transfundir en presencia de sangrado
mayor y hasta control del mismo (Recomendación Grado B).
8. TRANSFUSIONES EN PEDIATRIA
A causa de la dificultad de hacer ensayos controlados en pediatría, la
justificación para el uso de componentes sanguíneos se basa en
42
investigación limitada o información anecdótica. Sin embargo el éxito se
puede medir por la contribución de las transfusiones a la sobrevivencia de
los niños prematuros, recién nacidos con sepsis, niños con leucemia y otras
neoplasias y aquellos con desórdenes en la hemoglobina. Existen problemas
únicos en las transfusiones en niños. (189,190) (Nivel de Evidencia IV).
43
3. Usar productos pobres en plasma y leucocitos. El uso de filtros
leucocitarios es obligatorio (196).
4. Dar cantidad suficiente de glóbulos rojos para asegurar un crecimiento
adecuado, para su estado patológico
5. Los niveles de hierro del paciente deben ser monitorizados con
ferritina, hierro y capacidad transportadora. Algunas pruebas adicionales
pueden ser necesarias (Recomendación Grado B).
8.1.4. Recomendaciones
8.1.4.1. Glóbulos rojos en pacientes menores de cuatro
meses
Choque asociado a hemorragia feto materna o pérdida sanguínea por
anormalidades especificas del cordón umbilical o la placenta (Reco-
mendación Grado A).
Hemoglobina <13 g/dl y severa enfermedad pulmonar o cardíaca
cianosante, o falla cardíaca (Recomendación Grado B).
Pérdida aguda de 10% o más del volumen sanguíneo, o flebotomia para
pruebas de laboratorio cuando el volumen acumulativo excede 10% del
volumen sanguíneo (mayor de 8.5 ml/kg) en un período de una semana y
la hemoglobina ha caído a menos de 13 g/dl (Recomendación Grado B).
Hemoglobina <8 g/dl en recién nacido estable o menor de 9 g/dl con
manifestaciones clínicas de anemia (taquicardia, taquipnea, apnea
inexplicada, letargia, pobre ganancia de peso), atribuible a anemia, la cual
no responde a otras medidas (Recomendación Grado B).
Exanguinotransfusión para enfermedad hemolítica severa del recién
nacido (Recomendación Grado A).
8.1.4.2. Glóbulos rojos en pacientes mayores de cuatro
meses
Hemoglobina preoperatoria menor de 8 g/dl asintomática; en casos
quirúrgicos de emergencia o en electiva cuando una terapia alterna no
está disponible o no es clínicamente apropiada (Recomendación Grado B).
Hemoglobina postoperatoria < 8 g/dl con signos o síntomas de anemia
(Recomendación Grado B).
Pérdida aguda igual o mayor de 15% del volumen sanguíneo, o signos
y síntomas de hipovolemia que no responde, a la administración de fluidos
(Recomendación Grado A).
Pérdida intraoperatoria de más de 15% del volumen sanguíneo
(Recomendación Grado A).
Hemoglobina menor de 13 g/dl y enfermedad cardiopulmonar severa
(requieren oxígeno suplementario o ventilación asistida) o en niños con
enfermedad cardíaca estructural y cianosante, falla cardiaca congestiva,
sometidos a circulación extracorpórea, o hemoglobinopatía congénita
disfuncional (Recomendación Grado A).
45
En niños que reciben tratamiento para cáncer (quimioterapia y/o
radioterapia):
- En un niño asintomático estable en recuperación de anemia inducida
por terapia, la transfusión de glóbulos rojos es usualmente requerida sólo
con hemoglobina < 8 g/dl con un conteo de reticulocitos bajo
(Recomendación Grado B).
- Hemoglobina menor de 8 g/dl en un paciente que inicia un curso de
inducción o mantenimiento de quimioterapia (Recomendación Grado A).
- Hemoglobina de menos de 10 g/dl en un paciente sometido a terapia
de radiación (Recomendación Grado B).
- Pérdida aguda de sangre estimada en más del 10% del volumen
sanguíneo del paciente o concentración de Hb de menos de 8 g/dl en niño
incapaz de producir glóbulos rojos (Recomendación Grado A).
Hemoglobina menor de 8 g/dl en pacientes con anemia crónica sin
respuesta a tratamiento médico y signos o síntomas de anemia (taquicardia,
cambios en el estado mental, signos y síntomas de isquemia, o falta de
crecimiento atribuible a anemia) (Recomendación Grado A).
Hemoglobina menor de 14 g/dl en un paciente con insuficiencia
respiratoria que no se corrige con oxígeno suplementario o soporte
ventilatorio (Recomendación Grado B).
Deficiencia severa de hierro con hemoglobina de menos de 5 g/dl
(Recomendación Grado B).
Complicaciones de enfermedad de células falciformes, como accidente
cerebrovascular, síndrome torácico agudo, secuestro esplénico, priapismo
recurrente, o para preparación preoperatoria para cirugía con anestesia
general (Recomendación Grado A).
Régimen de transfusión crónica para talasemia u otras alteraciones
dependientes de glóbulos rojos, para prevenir las consecuencias de la
anemia severa y la eritropoyesis inefectiva (Recomendación Grado B).
Anemia crónica adquirida o congénita sin una expectativa satisfactoria
de respuesta a la terapia médica (Recomendación Grado B).
Dosis: 10 ml/kg eleva normalmente la Hb en aproximadamente 2
gramos. Con Hb menores o iguales a 5 g/dl se debe transfundir lentamente
a 2 ml/kg (Recomendación Grado A).
46
8.2.1. Criterios para transfundir plaquetas
Usualmente no hay hemorragia activa cuando el recuento plaquetario es
mayor de 10.000 por mm3 (208). Los niños con leucemia linfoide aguda
(LLA) resuelven su trombocitopenia inicial mucho más rápido que aquellos
con leucemia mieloblástica aguda (LMA) (Recomendación Grado A).
Sin embargo, con problemas adicionales de coagulación las transfusiones
profilácticas deben ser más agresivas. Los criterios para el paciente
trobocitopénico que necesita cirugía tienen mayor controversia; en general,
se recomienda mantener las plaquetas por encima de 50.000/ml, aunque es
deseable un recuento mayor en cirugía cerebral y ocular (209). En
transfusiones masivas y exanguinotransfusión, puede ser necesario aportar
plaquetas dependiendo de condiciones asociadas (CID) o de la antigüedad
de la sangre (Recomendación Grado B).
47
En CID y enterocolitis, el soporte plaquetario debe ser agresivo; en SHU
y PTT las plaquetas pueden ser contraproducentes (23). En hiperesplenismo
y atrapamiento plaquetario puede haber necesidad de plaquetas.
Finalmente, en el dengue hemorrágico no hay necesidad de plaquetas en
la inmensa mayoría de los casos; el tratamiento consiste en un diagnóstico
correcto e hidratación apropiada (Recomendación Grado A).
8.2.3.2.2. Mecanismos inmunes
La trombocitopenia es mediada por anticuerpos unidos a las plaquetas,
las cuales son removidas rápidamente de la circulación. Puede haber
aloanticuerpos en sensibilización plaquetaria, púrpura post transfusión y
en la púrpura aloinmune neonatal; en este último caso se transfunden
plaquetas maternas (212), las cuales deben ser irradiadas (Recomendación
Grado B).
Hay varias enfermedades (ejemplo, lupus) que se asocian con
autoanticuerpos antiplaquetarios, pero la más importante de ellas es la
púrpura tombocitopénica inmune en niños. El uso de plaquetas está
restringido a hemorragias del sistema nervioso central y cirugía en esta
enfermedad (Recomendación Grado A).
8.2.3.2.3. Trombocitopenia neonatal
Las transfusiones de plaquetas y por lo tanto la trombocitopenia, son
muy comunes en recién nacidos enfermos. Los prematuros fácilmente
desarrollan CID, o consumo de plaquetas, en asociación con asfixia
perinatal, síndrome de dificultad respiratoria, sepsis, hemorragia cerebral,
ECN y acidosis.
El neonato crónicamente enfermo con pobre ingreso calórico y
crecimiento, puede tener problemas de producción plaquetaria. Idealmente,
las plaquetas administradas a neonatos deben ser citomegalovirus negativas
e irradiadas, cuando la madre sea CMV negativa y el neonato sea menor
de 1.200 g Una unidad de plaquetas es más que suficiente para un recién
nacido de cualquier peso. Si hay facilidades una unidad se puede fraccionar
y utilizar en niños prematuros en varios días (Recomendación Grado A).
8.2.4. Recomendaciones
8.2.4.1. Para recién nacidos prematuros (menos de 37
semanas de gestación)
Conteo de plaquetas menor de 50.000/ml en un recién nacido estable
(sin sangrado, sin problemas cardíacos, vasculares o respiratorios)
(Recomendación Grado B).
Conteo de plaquetas menor de 100.000/ml en recién nacido prematuro
inestable o enfermo a riesgo de hemorragia intracraneal (Recomendación
Grado B).
49
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