S14. Bicameralidad

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS HUMANAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

LA BICAMERALIDAD

AUTORES

BIMINCHUMO NORABUENA NICOLLE


HUAMAN BACA SAMANTHA
FERNÁNDEZ CABRERA, ROCÍO
PACHERRES VALENCIA JEMINA
TRUJILLO CHURANO, MELANI YADIRA

DOCENTE

ALVA GALARRETA, MIRKO JUAN JOSÉ

CHIMBOTE-PERÚ

2023
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN......................................................................................2

2. CONCEPTO..............................................................................................3

3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS..............................................................4

3.1. CONSTITUCIÓN DE 1828.................................................................4


3.2. CONSTITUCIÓN DE 1834.................................................................4
3.3. CONSTITUCIÓN DE 1839.................................................................5
3.4. CONSTITUCIÓN DE 1856.................................................................5
3.5. CONSTITUCIÓN DE 1860.................................................................6
3.6. CONSTITUCIÓN DE 1920.................................................................6
3.7. CONSTITUCIÓN DE 1933.................................................................6
3.8. CONSTITUCIÓN DE 1979.................................................................7

4. VENTAJAS............................................................................................... 8

5. DESVENTAJAS........................................................................................9

6. POSICIÓN DEL GRUPO.........................................................................11

7. CONCLUSIONES...................................................................................12

8. REFERENCIAS.......................................................................................13
1. INTRODUCCIÓN
La estructura del poder legislativo es un aspecto fundamental en la
configuración de cualquier sistema político. En este contexto, la bicameralidad, es
decir, la división del parlamento en dos cámaras, una cámara de diputados (o
cámara baja) y otra cámara de senadores (cámara alta) ha sido objeto de intensos
debates y reflexiones a lo largo de la historia. Esta forma de organización legislativa
plantea preguntas cruciales sobre la eficiencia, representatividad y estabilidad del
sistema político. En este ensayo, exploraremos a fondo la bicameralidad,
centrándonos en los antecedentes históricos presentes en diez constituciones del
Perú. Analizaremos las ventajas y desventajas de adoptar un sistema bicameral en
la actualidad.

Este trabajo académico busca ofrecer una visión completa y objetiva sobre la
bicameralidad, considerando sus implicancias en la toma de decisiones y la
representación democrática. Sin embargo, es relevante destacar que, a pesar de la
diversidad de opiniones en torno a este tema, nuestro enfoque se inclina hacia la
crítica de la bicameralidad en la realidad contemporánea. En este contexto, este
trabajo abordará con detalle nuestra postura en contra de la bicameralidad en la
actualidad, especificando las razones por las cuales estamos en desacuerdo con la
propuesta de reforma planteada por el Congreso. A lo largo del ensayo,
proporcionaremos argumentos sólidos que respalden nuestra postura,
fundamentada en una evaluación minuciosa de las circunstancias actuales y las
necesidades del sistema político peruano. A través de opiniones de destacados
doctrinarios buscaremos llegar a una conclusión propia. Con base en lo dicho, por
tanto, surge la siguiente interrogante: ¿será favorable la implementación del sistema
bicameral para la mejora del rol del poder legislativo en nuestro contexto actual?
2. CONCEPTO
De acuerdo con Tsabelis y Money (1997), “En términos sencillos, un sistema
bicameral se opone a uno unicameral en que en el primero se requiere que la
legislación sea deliberada en dos asambleas distintas” (p.25). En ese sentido,
entendemos que la bicameralidad es un principio en el diseño de los sistemas
legislativos que implica la existencia de dos cámaras dentro de un cuerpo legislativo.
En este modelo, la cámara baja y alta, tienen roles específicos y a menudo
diferentes funciones, contribuyendo al proceso de elaboración y aprobación de
leyes. Asimismo, se puede hablar de bicameralismo perfecto e imperfecto, según
Cevallos (2018):

El perfecto es aquel sistema parlamentario que está referido a la existencia


de dos cámaras que realizan funciones políticas y legislativas; con la única
diferencia en cuanto a las facultades del juicio político o antejuicio. Ejemplo
de ello en nuestro país en la Constitución Política de 1933, así como en la de
1979, según la cual ambas cámaras compartían las mismas funciones, salvo
en cuanto a la función de control político, puesto que solo la Cámara de
Diputados podía interpelar, censurar o negar la confianza al Gabinete
Ministerial. Es poco común. Ambas cámaras tienen exactamente las mismas
potestades. (pp.142-143)

El bicameralismo imperfecto, es aquel sistema parlamentario bicameral que


hace referencia a la existencia de dos Cámaras, que difieren básicamente en
las funciones que desempeñan cada una de ellas, una primera Cámara que
desarrolla las funciones políticas y una gran parte de las legislativas, y una
segunda Cámara más deliberativa, reflexiva y técnica, es decir con poderes
parlamentarios limitados, como son legislativos y de control político del
Parlamento. (p.143)

Con lo afirmado, comprendemos que el bicameralismo perfecto se refiere a


un sistema en el que ambas cámaras tienen un nivel de poder, funciones y
representación completamente iguales. Cada cámara tiene capacidad para vetar o
modificar legislaciones propuestas por la otra, logrando un equilibrio legislativo
completo. Por otro lado, el imperfecto implica una asimetría entre las dos cámaras.
Una cámara suele tener más poder o representación que la otra, ya sea en términos
de duración de mandatos, poder de veto o influencia en la legislación.

3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
3.1. CONSTITUCIÓN DE 1828
Esta Constitución surgió en un período de inestabilidad política y social
después de la independencia. El país estaba marcado por conflictos internos, luchas
por el poder y cambios constantes en el liderazgo gubernamental. En este contexto,
la bicameralidad se estableció con la intención de equilibrar los poderes legislativos
y representar una gama más amplia de intereses. Según Soldan (1980):

Conocida como la “madre de todas las constituciones”, es la primera


Constitución donde reside el bicameralismo real por primera vez. Es decir, un
Parlamento dividido en dos instancias, constituido por la Cámara de
Senadores y la Cámara de Diputados elegidos con diferentes bases
electorales; los diputados eran elegidos por las ciudades en forma
proporcionada a la población electoral y los senadores son electos por las
juntas departamentales. (p.77)

La bicameralidad buscaba garantizar la representación de diversos grupos


sociales y regionales en el proceso legislativo. Se pretendía otorgar voz tanto a la
élite terrateniente como a los sectores urbanos y comerciales, buscando un
equilibrio que ayudara a estabilizar el país. Sin embargo, a pesar de estos
esfuerzos, el sistema político seguía siendo frágil y la Constitución no pudo resolver
completamente los problemas políticos y sociales que afectaban al Perú en ese
momento.

La bicameralidad fue propuesta por el Congreso Constituyente que se reunió


para redactar esta ley fundamental, mediante un proceso de discusión y debate
entre los constituyentes de ese momento, durante la presidencia de José de la Mar.
Esto regulado en el artículo 10 que señalaba ‘’El Poder Legislativo se ejerce por un
Congreso compuesto de dos Cámaras: una de Diputados y otra de Senadores’’.

3.2. CONSTITUCIÓN DE 1834


En esta Constitución, la introducción de la bicameralidad fue un intento de
establecer un equilibrio de poderes. Inspirada en modelos europeos, la constitución
creó un Senado y una Cámara de Diputados. El Senado, compuesto por miembros
vitalicios designados por el presidente, buscaba representar a las élites y brindar
estabilidad, mientras que la Cámara de Diputados, elegida por voto popular,
buscaba representar al pueblo. Sin embargo, esta estructura generó tensiones
sobre la representación y el equilibrio de poderes, ya que el Senado tenía un peso
político mayor y fue criticado por ser menos representativo y más conservador. Este
sistema buscaba establecer un sistema de contrapesos, pero su implementación fue
objeto de controversia debido a su falta de representatividad real y la distribución
desigual de poder entre las cámaras.

La bicameralidad fue propuesta por la Convención Nacional, durante el


gobierno de Luis José de Orbegoso. Esto regulado en el artículo 10 que señalaba
‘‘El Poder Legislativo se ejerce por un Congreso compuesto de dos Cámaras’’. Los
diputados se elegían por medio de colegios electorales, de parroquias y de
provincias. La Cámara de Senadores estaba compuesta de 5 Senadores por cada
departamento.

3.3. CONSTITUCIÓN DE 1839


Conocida como la Constitución de Huancayo, conservó el sistema bicameral,
pero cada vez más fortalecía las facultades del Consejo de Estado, convirtiéndola
en una repetición de una tercera Cámara recordando a la Cámara de los Censores
de Bolívar.

La bicameralidad fue propuesta por el Congreso General de Huancayo,


durante el gobierno de Agustín Gamarra. Esto regulado en el artículo 15 que
señalaba ‘’El Poder Legislativo se ejerce por un Congreso compuesto de dos
Cámaras: una de Diputados y otra de Senadores’’. Los diputados se eligen por
medio de colegios electorales designados por ley (por cada 30 mil o por una fracción
que pase de 15 mil, un diputado) 21 Senadores, elegidos por departamento.

3.4. CONSTITUCIÓN DE 1856


Con un Parlamento bicameral y de inspiración liberal. Excluyó la figura del
Consejo de Estado y estableció el sistema bicameral real. En otras palabras, un
Parlamento elegido en una base única, luego separada por sorteo en las dos
Cámaras. Desarrolló un fortalecimiento relativo de las facultades del Congreso.

La bicameralidad fue propuesta por la Convención Nacional, durante el


gobierno de Ramón Castilla. Esto regulado en el artículo 43 que señalaba ‘’Ejercen
el Poder Legislativo los Representantes de la Nación reunidos en Congreso,
compuesto de dos Cámaras, una de Senadores y otra de Diputados’’. Congreso
elegido en una base única, luego separada por sorteo en las dos Cámaras.

3.5. CONSTITUCIÓN DE 1860


Considerado un Parlamento conservador y de extensa duración. Conservó el
sistema bicameral real, lo cual permanecía como regla general. Sin embargo, la
comisión permanente. En la práctica el bicameralismo funcionaba como un sistema
casi perfecto, las dos Cámaras utilizaban mecanismos de control político directo, sin
que esto estuviera establecido constitucionalmente.

La bicameralidad fue propuesta por la Congreso Nacional, durante el


gobierno de Ramón Castilla. Esto regulado en el artículo 44 que señalaba ‘’El Poder
Legislativo se ejerce por el Congreso, en la forma que esta Constitución determina.
El Congreso se compone de dos Cámaras, la de Senadores y la de Diputados’’.

3.6. CONSTITUCIÓN DE 1920


Se propuso un sistema bicameral, existiendo un Consejo de Estado. La
naturaleza y límites de sus atribuciones impidieron efectuar un bicameralismo real,
que ya se había convertido en una constante. La bicameralidad fue propuesta por la
Asamblea Nacional, durante el gobierno de Augusto Bernardino Leguía. Esto
regulado en el artículo 72 que señalaba ‘’El Poder Legislativo constará de un
Senado compuesto de treinta y cinco Senadores, y de una Cámara compuesta de
ciento diez Diputados’’.

3.7. CONSTITUCIÓN DE 1933


La bicameralidad fue propuesta por un Congreso Constituyente, durante el
gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro. Esto regulado en el artículo 89 que
señalaba ‘’El Congreso se compone de una Cámara de Diputados, elegida por
sufragio directo, y de un Senado Funcional’’. Este último se encontraba conformado
por representantes de gremios y profesionales, lo cual justificaba la existencia de la
duplicidad de funciones. En otras palabras, se proponía un Sistema Bicameral
Perfecto o lo más idóneo con la ausencia formal de algunos mecanismos de control
ejecutivo como el veto presidencial y leyes. Sin embargo, en el país nunca se pudo
implementar un Senado con esas características. Asimismo, tampoco existió en
democracia occidental alguna. Los que proponía eran Cámaras corporativas, una
propuesta bastante desacreditada por el vínculo con regímenes totalitarios.

En el contexto político, ambas instancias se encargaban de legislar, denegar


la confianza e interpelaciones. La principal diferencia consistía en la prerrogativa
correspondiente al llamado Antejuicio Político: los diputados acusaban y los
senadores juzgaban.

Desde que se instituyó el bicameralismo, el Congreso no ejercía sus


funciones de forma unificada; había dos Parlamentos con facultades de control
iguales para la Cámara Alta y Baja. Cabe mencionar que existía la posibilidad que
una Cámara interpele a un ministro mientras la otra ya está votando su censura y
obligándolo a renunciar.

3.8. CONSTITUCIÓN DE 1979


La bicameralidad fue propuesta por una Asamblea Constituyente, durante el
gobierno de Francisco Morales Bermúdez. Esto regulado en el artículo 164 que
señalaba ‘’El Congreso se compone de dos Cámaras: El Senado y la Cámara de
Diputados. Durante el receso funciona la Comisión Permanente’’. La Cámara de
Senadores integrada por 60 Senadores y de Diputados integrada por 180.

Ante la problemática de la aplicación de la Carta Magna de 1933, se instituyó


el Bicameralismo imperfecto. Consistía en que ejercían facultades legislativas
ambas Cámaras, pero mantenían funciones distintas. El Senado poseía funciones
de ámbito administrativo y la facultad de corroborar los nombramientos de
funcionarios públicos por parte del presidente de la república como embajadores,
vocales de la Corte Suprema, altos mandos de las Fuerzas Armadas, designar a
tres de los miembros del directorio del BCR y al Contralor General de la República.

La Cámara de Diputados ejercía la función de interpelar, censurar y negar la


confianza, a su vez le otorgaba al presidente de la república la potestad de la
disolución de la Cámara de Diputados. En el periodo de permanencia se exhibió la
presencia de una Cámara Joven y con poder político, que era la Cámara de
Diputados. Por otro lado, una Cámara Alta con funcionarios de edad promedio, no
poseían un carácter funcional y los congresistas debían de mantener un
temperamento tranquilo y deliberativo. Las facultades diferentes de ambas Cámaras
era la razón del sistema bicameral imperfecto.
Cabe mencionar que la elección realizada fue de manera que en la Cámara
de Diputados se votaba por distritos del mismo número de electores, en otras
palabras, por distrito electoral múltiple. Por otro lado, la Cámara de Senadores era
elegida por las Regiones (de acuerdo con el modelo de la Constitución francesa de
1958). No obstante, las elecciones electorales se llevaron a cabo, para el Senado, a
través del distrito electoral único.

4. VENTAJAS
La bicameralidad, al establecer un sistema legislativo con dos cámaras
distintas, conlleva una serie de beneficios fundamentales para el desarrollo y la
estabilidad de un Estado. De acuerdo con Martinez (2022), señala que, en la
bicameralidad, las iniciativas legislativas deben ser debatidas al menos en dos
oportunidades: en una en la Cámara de Diputados y otra en la de Senadores. Al
incluir una cámara revisora como el Senado, contribuye a realizar una función
legislativa más sólida desde el punto de vista jurídico que permite gozar de
legitimidad, actuando como un órgano de reflexión, especialmente ante aquellas
decisiones apresuradas tomadas por la cámara de diputados, es decir, que se
asegura que el tratamiento de nuevas normas se logra mediante esta cámara
revisora y reflexiva, que busca corregir desaciertos, improvisaciones y excesos que
puedan surgir en la cámara baja. La conformación de ambas cámaras se percibe
como un respaldo esencial para asegurar un desarrollo efectivo de la labor
parlamentaria, que se destaca por su precisión y asertividad, fortaleciendo así la
calidad y legitimidad del proceso legislativo.

En este mismo sentido, el autor destaca que, incorporación de un sistema


bicameral, es donde las propuestas legislativas pasan por dos cámaras, las cuales
se sustenta en la búsqueda de una legislación más completa y justa. Este proceso
implica una revisión y mejora integral de los proyectos, permitiendo la identificación
y corrección de posibles deficiencias. Además, la dualidad de cámaras establece un
sistema de controles y equilibrios, asegurando que las leyes aprobadas reflejen
consensos más amplios y evitando decisiones unilaterales. En el caso de la
representación garantiza la consideración de una gama de intereses, desde
regionales hasta sectoriales. La idea es que todas las regiones tengan una
representación justa y significativa en las decisiones nacionales. Al abogar por que
cada región tenga el mismo número de senadores, se busca asegurar que el país
tenga una presencia equitativa y significativa en la toma de decisiones a nivel
nacional, además, al asignar diputados según la cantidad de habitantes en cada
provincia, se busca dar voz a las minorías y fortalecer el diálogo con diferentes
sectores.

No obstante, cabe señalar que el propio autor también hace referencia a que,
el sistema bicameral consolida la representación política al asignar de manera
adecuada funciones específicas a senadores y diputados. Además, la diversidad de
personas en el sistema bicameral, con distintos estamentos y niveles de
conocimiento, contribuye a una función legislativa más eficiente y garantiza que los
controles políticos se lleven a cabo manteniendo el equilibrio de poderes. Por último,
al contar con personal técnico capacitado para la toma de decisiones, se reduce la
dependencia de servicios de asesoría externa, lo que no solo mejora la calidad de la
legislación, sino que también optimiza la asignación del presupuesto público
destinado al Congreso al evitar gastos excesivos en consultorías externas.

En este sentido, debido a los argumentos expuestos anteriormente, como


grupo respaldamos la adopción del sistema bicameral debido a sus beneficios
evidentes. Este enfoque, al establecer dos cámaras legislativas con roles
específicos, no solo fortalece la legitimidad y calidad del proceso legislativo, sino
que también introduce un sistema de controles y equilibrios esencial para evitar
decisiones unilaterales. La revisión detallada de propuestas en ambas cámaras
garantiza una legislación más equitativa y exhaustiva, asegurando la representación
justa de distintas regiones y sectores. La diversidad de conocimientos y
perspectivas en el sistema bicameral contribuye a una función legislativa más
eficiente y equilibrada. En definitiva, consideramos que la bicameralidad es un
modelo sólido que no solo mejora la toma de decisiones, sino que también
salvaguarda la transparencia y eficiencia en la gestión de recursos públicos,
respaldando así su implementación para promover el desarrollo y la estabilidad del
Estado.

5. DESVENTAJAS
En primer lugar, retrasaría la aprobación de leyes al pasar por dos filtros. Esto
se agravaría si una ley es observada por el Ejecutivo, pues se partiría desde cero.
En este sentido, cuando una ley debe pasar por dos cámaras legislativas y luego es
observada por el Ejecutivo, el proceso se vuelve más complejo. Las posibles
modificaciones solicitadas por el Ejecutivo pueden significar volver a empezar desde
el principio, lo que crea demoras considerables en la aprobación y promulgación de
leyes en Perú. Esta situación puede afectar la celeridad y eficiencia del sistema
legislativo. El senado tendría menos representatividad que el Congreso actual, pues
sería elegido por distrito único y no por distrito múltiple, es decir un Senado elegido
por distrito único, en contraste con distritos múltiples, podría llevar a una
representación menos variada y diversa. Esto se debe a que, en el sistema de
distrito único, la elección se realiza a nivel nacional o regional, limitando la
representación de distintas áreas geográficas o divisiones administrativas que
podrían tener realidades y necesidades diversas.

En segundo lugar, implicaría una subordinación de la cámara baja a las


decisiones del senado, esto indica que, si el Senado es percibido como más
representativo o si tiene mayores atribuciones, podría prevalecer sobre la cámara
baja en la toma de decisiones. Esta situación podría generar una especie de
jerarquía entre las cámaras, donde las decisiones o la influencia del Senado puedan
dominar sobre las propuestas o decisiones de la cámara baja. Esto podría llevar a
un desequilibrio en el sistema de pesos y contrapesos entre ambas cámaras,
afectando la capacidad de la cámara baja para influir significativamente en la
legislación y en la toma de decisiones de la política de nuestro país.

En tercer lugar, debilitaría al Congreso frente a otros poderes del Estado que
dependen de una sola cabeza. Al estar dividido en dos cámaras, puede
experimentar cierta debilidad en comparación con otros poderes del Estado,
especialmente aquellos que están centralizados en una sola figura de liderazgo,
como el Ejecutivo. Esta división entre dos cámaras puede llevar a desafíos en la
toma de decisiones unificadas y rápidas, lo que podría debilitar la capacidad del
Congreso para responder de manera ágil a las demandas o cambios que surjan.
Los poderes del Estado que dependen de una sola cabeza pueden tener una
estructura de toma de decisiones más ágil y directa.

En cuarto lugar, regresarían los senadores vitalicios. La bicameralidad puede


dar lugar a un retorno de políticos o legisladores “vitalicios”, es decir, personas que
ocupan cargos legislativos de manera prolongada a lo largo del tiempo. Esto puede
suceder debido a la estructura más compleja que implica la bicameralidad, donde
algunos legisladores pueden mantenerse en el poder durante períodos más
extensos al tener que ser elegidos para diferentes cámaras o puestos dentro del
sistema bicameral afectando la rotación y renovación en la representación política.

En quinto lugar, la bicameralidad tiende a generar costos adicionales en


comparación con un sistema unicameral. Mantener dos cámaras legislativas implica
gastos operativos, salarios para más legisladores, personal adicional, infraestructura
separada y otros costos administrativos que no se encuentran en un sistema con
una sola cámara. Esta duplicación de gastos puede elevar el presupuesto general
del gobierno y ser percibida como una carga adicional para los contribuyentes,
considerándose menos eficiente en términos de gastos.
6. POSICIÓN DEL GRUPO
Tras un exhaustivo análisis de los antecedentes históricos y considerando el
contexto político y social actual en el Perú, nuestro grupo adopta una posición clara
en contra de la propuesta de retorno a la bicameralidad presentada como proyecto
de ley por el Congreso. En primer lugar, consideramos que la implementación de un
sistema bicameral podría significar un retraso significativo en la aprobación de leyes,
ya que cada proyecto tendría que pasar por dos filtros legislativos. Este proceso
adicional podría generar una demora innecesaria en la toma de decisiones,
obstaculizando la capacidad del Estado para abordar de manera ágil y eficiente los
problemas que afectan a la sociedad peruana. Otro aspecto crucial a tener en
cuenta es el aspecto económico. La bicameralidad tiende a generar mayores costos
de recursos en comparación con un sistema unicameral. Los gastos asociados con
el mantenimiento y funcionamiento de dos cámaras legislativas podrían desviar
recursos importantes que podrían destinarse a áreas prioritarias como la educación,
salud o infraestructura, además, que en la actualidad el país se encuentra
atravesando una recesión económica, esto quiere decir que la pobreza a aumentado
y el empleo es escaso.

Asimismo, la experiencia histórica ha demostrado que la calidad de las leyes


no necesariamente mejora con la bicameralidad. La complejidad añadida por la
necesidad de conciliar dos visiones legislativas puede resultar en procesos más
largos y tediosos sin garantizar una mejora sustancial en la calidad de las
normativas.

Es crucial señalar que la propuesta de retorno a la bicameralidad no cuenta


con el respaldo de la ciudadanía, que lo percibe como un gasto innecesario. Este
rechazo popular podría generar una brecha entre los representantes políticos y la
población, afectando la legitimidad del sistema legislativo.

Finalmente, la bicameralidad aumenta los riesgos de duplicidad de funciones,


malgasto de esfuerzos y debates prolongados. Estos factores, en lugar de fortalecer
el proceso legislativo, podrían conducir al rechazo generalizado de la población y
sus representantes, generando desconfianza en la capacidad del sistema para
abordar adecuadamente los desafíos del país.
7. CONCLUSIONES
Para finalizar, el grupo concluye que, basándonos en los argumentos
presentados por los distintos doctrinarios analizados y los antecedentes históricos
de bicameralidad en las constituciones anteriores, consideramos que un sistema
bicameral no es malo ni perjudicial, pero en la actualidad y en el contexto político,
económico y social del Perú no sería beneficiosos. Sin embargo, en el caso que
este proyecto de ley sea aprobado el grupo propone que, al menos en la cámara de
senadores, los representantes sean individuos con título profesional reconocido por
sus respectivos colegios y con al menos cinco años de experiencia laboral,
fortaleciendo así sus habilidades y conocimientos para el ejercicio parlamentario.

Por otro lado, consideramos que no sería favorable la implementación del


sistema bicameral para mejorar el rol del poder legislativo en nuestro contexto
actual, pues la introducción de una segunda cámara legislativa podría generar
obstáculos adicionales en la eficacia y agilidad del proceso legislativo, lo cual no se
alinea con las necesidades actuales de nuestro país. Y en base a la experiencia
histórica y las implicaciones presentes de la bicameralidad sugieren que esta
medida no sería beneficiosa para fortalecer el rol del poder legislativo en la
actualidad.
8. REFERENCIAS

Cevallos, J. (2018). Antecedentes Históricos y Normativos del Bicameralismo en el


Perú y Legislación Comparada . Departamento de Investigación y
Documentación Parlamentaria.

Martinez, W. (2022). El retorno a la bicameralidad en la labor legislativa peruana .


[Tesis de licenciatura. Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo]:
https://tesis.usat.edu.pe/handle/20.500.12423/4749

Soldan, P. (1980). Derecho Constitucional Peruano y la Constitucion de 1979. Ital


Peru.

Tsebelis, G. y Money, J. (1997). Bicameralism. Cambridge University Press.

También podría gustarte