Enfoque Gerencial Publico
Enfoque Gerencial Publico
Enfoque Gerencial Publico
El ciclo de la gestión
La gestión pública efectiva puede definirse como
una actividad que se enfoca en la correcta y
eficiente administración de los recursos del Estado,
para satisfacer las necesidades de la ciudadanía e
impulsar el desarrollo de un país.
En otras palabras, es el proceso que desarrollan las
entidades públicas para cumplir con los fines del
Estado y consta de varias fases, que resumiremos
en tres:
Nos referimos al ciclo de la gestión, que involucra la
planeación, la ejecución y el control de las actividades
de una entidad pública, pero también la obtención
de los insumos (físicos y financieros) necesarios
para la toma de decisiones y la organización y
operación de todos los instrumentos y mecanismos
requeridos para ejecutarlas.
Veamos a continuación y de manera breve, en que
consiste cada una de estas tres fases:
Sistema Nacional de Certificación
Planeación
La planeación o planificación, primera fase de la gestión, se realiza en
función de la problemática existente, las competencias institucionales y
los recursos disponibles. En ella se identifican los objetivos a alcanzar;
se definen las estrategias y las metas de corto, mediano y largo
plazo (programas y proyectos) que se realizarán para resolver total o
parcialmente los problemas de orden público que fueron identificados
y plasmados en los documentos de política pública vigentes. Todo ello
queda plasmado en un plan, debidamente cuantificado y articulado al
presupuesto institucional, que a su vez forma parte del presupuesto
general de ingresos y gastos del Estado.
En Guatemala las instituciones realizan tres tipos de planificación: el
Plan Estratégico Institucional (PEI) para el largo plazo, el Plan Operativo
Multianual (POM) para el mediano plazo y el Plan Operativo Anual (POA)
para el corto plazo. Estos tres instrumentos deben estar articulados y ser
coherentes entre sí. Infortunadamente, muchos funcionarios públicos
ignoran o desatienden la planificación como factor fundamental en
el éxito de cualquier plan o proyecto. En ausencia de planificación,
prefieren improvisar o seguir los dictados de su corazón.
Ejecución o Implementación
La segunda etapa de la gestión, es la ejecución. Este es el momento
en el cual las instituciones públicas realizan las estrategias y acciones
identificadas y aprobadas en el plan, utilizando los recursos del
presupuesto que fueron asignados para el efecto. Esta fase involucra,
entre otras cuestiones, la contratación de servicios, la compra de
insumos y la implementación de mecanismos y herramientas para
realizar los distintos programas y proyectos que se planificaron.
Muchos planes gubernamentales carecen
de un examen racional de las capacidades
de ejecución de la Administración y
terminan en grandes y costosos fracasos.
Evaluación
La tercera y última fase es la evaluación y
consiste en las acciones de seguimiento
periódico, sistemático y continuo a
las acciones que realizan las unidades
sustantivas, para establecer su concordancia
con los lineamientos, estrategias y metas
de los planes institucionales o para realizar
ajustes a los mismos en caso sea necesario.
La evaluación contribuye a los procesos de rendición de cuentas y
también provee argumentos para la definición o redefinición de políticas
públicas y la toma de decisiones en general.
La evaluación, ciertamente, es una de las mejores herramientas para
influenciar a los miembros de las burocracias administrativas para que
abran las puertas al cambio de paradigma que implica una cultura de
gestión pública. Esta es la única manera definitiva de hacerles saber
para qué sirven. Si se organiza y se publicita cuidadosamente (con
respeto) hacia todos los involucrados, se convertirá en un mecanismo
que servirá de punto de referencia. En todo caso, será decisivo para
progresar hacia la formación de un cuerpo de funcionarios públicos más
comprensivos, más conocedores y capaces de escuchar y diagnosticar
los problemas con suficiente antelación.
Aunque se describen como fases separadas y sucesivas, recordemos que
es un proceso (el proceso de gestión) y por tanto hay algunos aspectos
que se realizan de manera paralela. Por ejemplo: desde el momento
mismo de planificar, es necesario considerar que lo planificado sea
susceptible de ser evaluado, es decir hay que definir los indicadores
cualitativos y cuantitativos a los que se les dará seguimiento en la fase
evaluativa. En otras palabras, las metas, objetivos y resultados deben ser
medibles y junto a ellos deben construirse los respectivos
instrumentos que permitirán efectuar la medición.
Propósito de la GpR:
“…fortalecer la capacidad del Estado, para promover el desarrollo,
facilitando a las organizaciones públicas la dirección efectiva e
integrada de su proceso de creación de valor público (resultados) a
fin de optimizarlo, asegurando la máxima eficacia y eficiencia de su
desempeño, la consecución de los objetivos de gobierno y la mejora
continua de sus instituciones” (BID y CLAD, 2007).
Definición de la GpR:
El BID define la GpR como
“…una estrategia de gestión que orienta la acción de los actores
públicos del desarrollo para generar el mayor valor público posible
a través del uso de instrumentos de gestión que, en forma colectiva,
coordinada y complementaria, deben implementar las instituciones
públicas para generar los cambios sociales con equidad y en forma
sostenible en beneficio de la población de un país.”2