UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO – FILIAL SICUANI
FACULDAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
RESUMEN:
¿CUÁL ES EL ESTADO ACTUAL DE LOS DELITOS DE
CORRUPCIÓN PRIVADA EN EL PERÚ?
ASIGNATURA: DERECHO PENAL III
DOCENTE: ABOG. ESPIRILLA MERDANO RIVELINO
PRESENTADO POR:
CAHUANA MAMANI, JOSE RONALDO
CONDORI CHAMPI, KEVIN
CHAMPI CASTAÑEDA, RENZO PAOLO
GUTIERREZ MEDINA, JHAROL RODRIGO
HUAMANI MACEDO, LAURA MILENI
QUISPE HUAHUATICO, JORGE LUIS
QUISPE PUMALUNTO, LISBETH MILAGROS
RAMIREZ TAPARA, FIORELLA
SICUANI-SEMESTRE V-2024-I-PERU
1
INTRODUCCIÓN
El fenómeno de la corrupción, tanto en el ámbito público como privado, ha tenido un
impacto significativo en el Perú, como se refleja en informes como el de la Contraloría
General de la República sobre responsabilidades identificadas en funcionarios y servidores
públicos. La corrupción se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19, con un
incremento en las tasas de soborno, especialmente entre policías y jueces, según
Transparencia Internacional.
La crisis de oxígeno medicinal durante la pandemia también reveló prácticas
corruptas, como el aumento excesivo de precios por parte de empresas privadas, lo que llevó
a la intervención del Estado para evitar la especulación y el abuso de mercado.
Es fundamental realizar un análisis crítico de los delitos de corrupción privada en el
Perú para garantizar su persecución efectiva como parte de una política criminal preventiva,
alejándose de la conceptualización de la corrupción como parte de un derecho penal
simbólico.
Como último, la diligencia del ciudadano corporativo y el correcto funcionamiento de
la administración pública son pilares fundamentales de una sociedad democrática, equitativa
y justa. A pesar de los desafíos, se debe garantizar a los ciudadanos un entorno libre de
corrupción y velar por la transparencia e integridad en todos los aspectos de la vida social y
económica.
2
2. La corrupción privada y su incidencia político-criminal
La corrupción privada se define como la obtención de beneficios indebidos de manera
oculta, vulnerando deberes institucionales y generando actos desleales hacia la norma o el
servicio prestado. Involucra un beneficio ilícito y se realiza a espaldas del escrutinio público.
En el ámbito privado, implica la violación del orden económico y perjuicio a consumidores.
La corrupción privada implica un abuso de poder por parte de individuos que detentan
decisiones legales o representativas.
El desarrollo de la corrupción privada se relaciona con la Foreign Corrupt Practices
Act (FCPA) de 1978, que prohíbe el soborno en los negocios. En este contexto, se busca
eliminar prácticas arraigadas como el cobro de comisiones ocultas que distorsionan la
competencia en los mercados. Los actos corruptos en el ámbito empresarial pueden tener
consecuencias graves en el sistema económico, ya que afectan la competencia leal y la
igualdad de condiciones para los operadores económicos.
La corrupción privada también puede tener un carácter transnacional, lo que requiere
una cooperación internacional eficaz para su persecución. La globalización de la corrupción
pública y privada se ve influenciada por avances tecnológicos como la inteligencia artificial y
las criptomonedas, que generan nuevos contextos para el desarrollo de este fenómeno. Es
fundamental adoptar medidas que permitan la homogeneización de los sistemas jurídicos,
garantizando la persecución efectiva de la corrupción privada en diferentes contextos y
promoviendo la transparencia y la integridad en las relaciones empresariales.
3. Surgimiento de los delitos de corrupción privada en el Perú
El surgimiento de los delitos de corrupción privada en el Perú se debe a la firma de
convenios internacionales. Estos delitos siempre involucran un beneficio ilícito y se llevan a
cabo en secreto. En el caso de funcionarios públicos, la corrupción afecta el correcto
funcionamiento del gobierno, mientras que en agentes privados, viola las normas económicas
y perjudica a consumidores. La corrupción en relaciones empresariales puede tener graves
consecuencias para la economía, ya que la corrupción pública y privada se ha extendido a
nivel global.
3.1. Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (2003)
Artículo 21: Este artículo recomienda que cada Estado parte considere la posibilidad
de adoptar medidas legislativas y de otro tipo para tipificar como delito actos de corrupción
en actividades económicas, financieras o comerciales, específicamente:
3
-Promesa, ofrecimiento o concesión: Estos actos, cuando se cometen intencionalmente,
deben ser considerados delitos.
-Adhesión del Perú: Perú se adhirió a esta convención, lo que implicó un compromiso con
varios instrumentos jurídicos de la OCDE en áreas como: Lucha contra la corrupción y
transparencia, Crecimiento económico, Gobernanza pública, Capital humano y productividad,
Medioambiente
3.2. Convención para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en las
Transacciones Comerciales Internacionales
Aunque no trata directamente la corrupción privada, es crucial para penalizar la
corrupción en el comercio internacional. Este convenio, parte de la OCDE, se centra en el
cohecho activo, es decir, el ofrecimiento o entrega de sobornos a servidores públicos
extranjeros.
Perú suscribió esta convención en 2018 para combatir la corrupción y promover la
transparencia legal, y con el objetivo de integrarse a la OCDE. La convención establece un
antecedente importante en la legislación peruana al tipificar conductas ilícitas en el sector
privado, enfocándose en la corrupción activa mientras que la corrupción pasiva ya estaba
regulada por otras leyes.
3.3. Declaración de Beijing sobre la Lucha contra la Corrupción (2014)
Suscrita por las economías miembros de la APEC, no aborda directamente la
corrupción privada, pero es esencial por sus acuerdos de cooperación procesal. Su objetivo es
fortalecer la colaboración pragmática contra la corrupción en áreas clave como la denegación
de refugio, extradición y repatriación de funcionarios corruptos, recuperación de activos,
protección del orden y la integridad del mercado, y la prevención del soborno mediante leyes
anti soborno y programas de cumplimiento corporativo eficaces.
Estos instrumentos están estrechamente relacionados con los delitos de corrupción
privada, ya que son cruciales en la investigación fiscal y judicial para solicitar información,
recabar pruebas, recuperar activos y verificar programas de cumplimiento. Dada la naturaleza
internacional de la actividad empresarial, la prevención del soborno y la protección de la
legalidad en el mercado internacional están plenamente justificadas.
3.4. Decisión Marco 2003/568/JAI del Consejo de la Unión Europea
4
Se establece directrices para sancionar la corrupción privada en los países miembros
de la Unión Europea. Según el artículo 2, los Estados miembros deben tomar medidas para
penalizar los siguientes actos cuando se cometen en el ámbito profesional:
1. Prometer, ofrecer o entregar
2. Pedir, recibir o aceptar
Es crucial incluir estas disposiciones en futuras modificaciones a la Ley N.º 30424 de
Perú, ya que un sistema de cumplimiento corporativo eficaz puede prevenir delitos, fomentar
la competencia leal y beneficiar a consumidores y usuarios.
3.5. Legislación Nacional
La legislación nacional en Perú ha evolucionado para abordar la corrupción privada.
En 2010, España introdujo disposiciones para penalizar la corrupción en el ámbito privado,
estableciendo formas activas y pasivas de corrupción, responsabilizando a personas jurídicas
y definiendo incumplimientos de obligaciones. Sin embargo, en Perú, la implementación de
delitos de corrupción privada llegó más tarde, en 2018, con la Ley N.° 1385, que incorporó
disposiciones en el Código Penal para sancionar tales actos.
Esta legislación refleja una conciencia creciente sobre los daños económicos y la
competencia desleal que la corrupción privada puede causar. Se basa en investigaciones que
revelan la prevalencia de sobornos y corrupción en la región latinoamericana. La inclusión de
estas disposiciones no solo busca regular la corrupción privada a nivel nacional, sino también
contribuir a la lucha global contra la corrupción empresarial, tanto a escala local como
transnacional.
4. Sobre el bien jurídico protegido
El debate en torno a la tipificación del delito de corrupción privada se centra en su
propósito y en lo que busca proteger dentro del marco legal. Se argumenta que, al igual que
los delitos de corrupción pública, estos delitos ejercen un impacto negativo significativo en el
sistema económico y en los actores privados, generando distorsiones en la competencia justa
en el mercado. En esencia, se busca salvaguardar la integridad y la equidad en las relaciones
comerciales y empresariales, reconociendo que los actos de corrupción pueden afectar
seriamente la confianza en el mercado y la eficiencia económica.
Al analizar el bien jurídico protegido por los delitos de corrupción privada, surge una
variedad de interpretaciones. Algunos sostienen que el enfoque debería centrarse en proteger
el patrimonio de la empresa, argumentando que la inclusión de este delito en el ámbito
privado se enfoca en la protección de los intereses económicos de las entidades
5
empresariales. Sin embargo, una perspectiva más amplia vincula directamente estos delitos
con la competencia leal en el mercado. Desde esta óptica, el soborno en el ámbito privado se
considera una práctica desleal que distorsiona el juego justo entre los competidores,
afectando la integridad y la transparencia del mercado.
En este sentido, la corrupción privada trasciende la esfera de las relaciones entre
partes privadas para adquirir una dimensión penal significativa que afecta tanto a los intereses
públicos como a los privados. Su inclusión en el derecho penal no solo busca castigar los
actos ilícitos, sino también prevenir futuras conductas corruptas y proteger la confianza en el
sistema económico. Es esencial para garantizar un entorno empresarial justo y equitativo,
donde todos los actores puedan competir en igualdad de condiciones, promoviendo así el
desarrollo económico y el bienestar social.
5. Estado actual de los delitos de corrupción privada en el Perú
En Perú, los delitos de corrupción privada están regulados por los artículos 241-A y
241-B del Código Penal (CP). El objetivo, según el Decreto Legislativo N.º 1385, es
sancionar actos de corrupción entre privados que perjudican el correcto funcionamiento del
sistema económico y la competencia leal entre empresas.
Características del Delito: Este delito es pluriofensivo, es decir, protege múltiples
intereses: Como Competidores y sus empresas, La competencia leal como un bien
supraindividual y por ultimo a Consumidores, que podrían ser perjudicados por el aumento de
precios de bienes o servicios
Artículo 241-A del CP, Penaliza a socios, accionistas, gerentes, directores,
administradores, representantes legales, apoderados, empleados o asesores de entidades
privadas no gubernamentales que acepten, reciban o soliciten sobornos, promesas u otras
ventajas indebidas para favorecer a alguien en la adquisición o comercialización de bienes,
contratación de servicios comerciales o relaciones comerciales. La pena es de hasta cuatro
años de prisión.
Penaliza a quienes ofrezcan, prometan o concedan ventajas indebidas a las personas
mencionadas en el primer párrafo para que realicen u omitan actos que favorezcan a alguien
en las actividades comerciales mencionadas. Las penas son las mismas que las del primer
párrafo.
En el texto se centra en analizar y criticar la regulación de los delitos de corrupción
privada en Perú, específicamente en relación con los artículos 241-A y 241-B del (CP) con
las Similitudes con Delitos de Corrupción Pública y su Comparación con el Cohecho: El
6
primer párrafo del artículo 241-A se asemeja al cohecho pasivo (artículo 393 del CP), que
implica aceptar sobornos.
El segundo párrafo se asemeja al cohecho activo (artículo 397 del CP), que implica
ofrecer sobornos. Ambos son delitos contra la administración pública, lo que sugiere una
similitud en la estructura y naturaleza de los delitos de corrupción privada y pública.
-Crítica a la Técnica Legislativa: Se critica la técnica legislativa peruana por agrupar
ambas modalidades de corrupción privada (aceptar y ofrecer sobornos) en un solo artículo, lo
que puede resultar confuso y poco práctico.
-Delito Especial: El primer párrafo del artículo 241-A se considera un delito especial
porque solo puede ser cometido por personas en posiciones específicas dentro de una
empresa o entidad (por ejemplo, socios, accionistas, gerentes). Aquellos que no ocupen estos
roles pueden ser cómplices, pero no los autores principales del delito.
-Verbos Rectores: Los actos de aceptar, recibir y solicitar sobornos deben ser dolosos
(intencionales), no pueden ser actos neutrales o casuales. La recepción del soborno debe tener
la intención de favorecer al sobornador en un concurso o competencia para la adquisición de
un bien o servicio.
En el texto se explica dos aspectos clave de la regulación de la corrupción privada en
el (CP) del Perú, específicamente en los artículos 241-A y 241-B. En el segundo párrafo del
artículo 241-A se regula el cohecho privado activo, es decir, cualquier persona que "prometa,
ofrezca o conceda" a un funcionario privado una ventaja o beneficio indebido. La prueba
directa de estos acuerdos es casi imposible de obtener debido a la naturaleza clandestina de
estos actos. Por lo tanto, es fundamental utilizar pruebas indirectas para establecer la
responsabilidad penal.
6. Aportes críticos y conclusiones
señala que el soborno es el elemento común en los delitos de corrupción privada. La
legislación peruana, a través del Decreto Legislativo N.° 1385, busca sancionar la corrupción
en el ámbito privado para proteger el orden económico y los intereses públicos, aunque hasta
la fecha, esta medida no ha tenido un gran impacto.
El derecho penal es considerado como último recurso, y solo debe intervenir cuando
se ponga en peligro o se lesione la competencia leal en las relaciones comerciales. Las
conductas lesivas dentro de las empresas ya están reguladas por otros delitos en el Código
Penal, como fraude, apropiación ilícita, estafa e insolvencia fraudulenta.
7
Además, es esencial relacionar los delitos de corrupción privada con la Ley N.°
30424, que regula la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas. Esta ley, junto
con sus modificaciones, establece sanciones penales por la organización defectuosa
empresarial y la falta de implementación de modelos de prevención de delitos. Aunque los
delitos de corrupción privada no fueron incluidos en estas modificaciones, su inclusión futura
podría ayudar a cerrar brechas en la lucha contra la corrupción empresarial.
El Poder Ejecutivo propuso ampliar los delitos imputables a las personas jurídicas
para incluir la corrupción privada, pero el Congreso no lo aprobó. La correcta regulación de
estos delitos, basada en análisis económico-fáctico, es crucial para su eficacia, ya que la falta
de claridad en la norma actual la convierte en un ejemplo de derecho penal simbólico.
El texto también critica la falta de un análisis profundo por parte del legislador y la
copia literal de tratados internacionales sobre corrupción privada, lo que ha llevado a una
regulación deficiente que necesita reforma.
Para mejorar la lucha contra la corrupción privada, se sugiere que ambas modalidades
de corrupción sean de persecución pública. Esto se debe a que es improbable que las
empresas se denuncien entre sí por corrupción, ya que afectaría su reputación. La corrupción
económica genera relaciones desiguales y asimétricas en la competencia, por lo que es
fundamental promover un mercado con igualdad de oportunidades y una pluralidad de
opciones para los consumidores, garantizando así un Estado de derecho.