Freud analiza el concepto de 'malestar en la cultura', argumentando que la cultura reprime instintos humanos generando una sensación de malestar. La cultura controla la agresividad humana a través del Superyó, lo que puede tornar al yo autodestructivo. Freud identifica tres fuentes principales del sufrimiento humano: la naturaleza, la mortalidad y las relaciones humanas insatisfactorias.
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Freud analiza el concepto de 'malestar en la cultura', argumentando que la cultura reprime instintos humanos generando una sensación de malestar. La cultura controla la agresividad humana a través del Superyó, lo que puede tornar al yo autodestructivo. Freud identifica tres fuentes principales del sufrimiento humano: la naturaleza, la mortalidad y las relaciones humanas insatisfactorias.
Freud analiza el concepto de 'malestar en la cultura', argumentando que la cultura reprime instintos humanos generando una sensación de malestar. La cultura controla la agresividad humana a través del Superyó, lo que puede tornar al yo autodestructivo. Freud identifica tres fuentes principales del sufrimiento humano: la naturaleza, la mortalidad y las relaciones humanas insatisfactorias.
Freud analiza el concepto de 'malestar en la cultura', argumentando que la cultura reprime instintos humanos generando una sensación de malestar. La cultura controla la agresividad humana a través del Superyó, lo que puede tornar al yo autodestructivo. Freud identifica tres fuentes principales del sufrimiento humano: la naturaleza, la mortalidad y las relaciones humanas insatisfactorias.
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Mariana Marchisio
Legajo:77753 Licenciatura en Historia
Consigna:
A partir de la lectura completa del texto de Freud explique, en no más de dos
carillas, su concepto de "malestar en la cultura"
Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856, en Príbor, Moravia, Imperio austríaco
(actualmente República Checa) y murió el 23 de septiembre de 1939, en Londres, Inglaterra, Reino Unido. fue un médico y neurólogo austriaco, creador del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del s. XX. En 1929 Freud publica “El malestar en la cultura”, en un contexto difícil. Freud hace referencia a un malestar hacia la cultura, manifestando la idea de que la misma lo que principalmente hace es reprimir distintos instintos que nunca llegaran a olvidarse, y que pueden volver a resurgir debido a su permanente presencia en la vida psíquica del individuo. Al surgir de manera violenta se intenta reprimir la agresividad innata que posee el ser humano y esto sumado a una serie de restricciones que la cultura “impone” provoca una sensación de malestar frente a la cultura. La cultura controlará esta agresividad internalizándola bajo la forma de Superyó y dirigiéndola contra el yo, el que entonces puede tornarse autodestructivo. Freud Se pregunta ¿por qué al hombre le resulta tan difícil ser feliz? Y encuentra que esto es a causa de tres fuentes de sufrimiento: la supremacía de la Naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo (enfermedades, la inevitable llegada de la muerte) y la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad. En las dos primeras nos vemos obligados a reconocerlas y a inclinarnos ante lo inevitable ya que resulta imposible dominar la naturaleza. Con respecto a nuestro organismo, que forma parte de ella, siempre será perecedero y limitado en su capacidad de adaptación y rendimiento. Muy distinta es nuestra actitud frente al tercer motivo de sufrimiento, el de origen social. Nos negamos en absoluto a aceptarlo, no podemos comprender por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar más bien protección y bienestar para todos. Freud define Cultura: como la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza, y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres. Cabe destacar que nosotros vemos como cultural todo aquello que nos es útil, bienes o actividades. Todos los bienes son un elemento cultural, y ayudan al hombre a acercarse más a su ideal de control. El principio de realidad se impone sobre el principio del placer, lo cual genera frustración o sufrimiento, el mismo intenta ser solucionado por la religión la cual propone una voluntaria renuncia de las pulsiones, una desvalorización de la vida y de lo terrenal, pero a su vez esto genera malestar. La cultura a través del estado y la familia propone la represión del goce a través de la imposición de nuevos límites al placer, por estos motivos nuestra llamada cultura llevaría gran parte de la culpa por la miseria que sufrimos, seríamos mucho más felices si la resignáramos y volviéramos a encontrarnos en condiciones primitivas. El ser humano cae en la neurosis porque no logra superar el grado de frustración y represión que le impone la sociedad y sus ideales de cultura. Dicha frustración podría disminuir si fuera posible minimizar las exigencias culturales. Cuando nuestras exigencias no son cumplidas comienzan a surgir nuestras disconformidades y por ende el sufrimiento, frente a este motivo nace la hostilidad del ser humano hacia la cultura. La cultura tiene una serie de responsabilidades entre ellas dominar la naturaleza, asegurar y cuidar al hombre de distintas fuerzas que la naturaleza puede lanzar sobre él, por medio de su dominación y conocimiento. La cultura es protectora nos permite vivir juntos, colaborar y crear lazos sociales a través de la formación de grupos, los lazos sociales propuestos por la cultura son sexualmente sustitutivos, pulsiones de amor, pero inhibidos por su meta, la cultura nos permite sobrevivir a través de la familia, agrupaciones políticas.etc El individuo a su vez trata de encontrar un equilibrio entre sus exigencias propias y las exigencias de la masa donde se presenta un factor fundamental, el individuo busca saber si es posible alcanzar el equilibrio dentro de la cultura en la que se encuentra sumergido o si el conflicto con la misma es complicado de solucionar. Las salidas que halle el sujeto para moderar este sufrimiento dependen de las maniobras que consiga hacer con sus pulsiones, a las que debe renunciar en mayor o menor medida (represión, sublimación, delirio).
Freud, Sigmund. “El malestar en la cultura”. Madrid, Alianza,1997