Las Fuentes Del Derecho Internacional Privado
Las Fuentes Del Derecho Internacional Privado
Las Fuentes Del Derecho Internacional Privado
en la creación y aplicación de normas en el ámbito internacional. Aquí hay una explicación detallada
de por qué la costumbre es tan relevante en el DIP: 1. **Consentimiento de los Estados: ** En el
ámbito internacional, las normas de derecho consuetudinario se desarrollan a través de la práctica
reiterada de los Estados y otras entidades internacionales, junto con la opinio juris, que es la
creencia de que esa práctica es jurídicamente obligatoria. Cuando los Estados y otros sujetos del
derecho internacional actúan de manera constante en una determinada forma, reflejando una
convicción de que están obligados a hacerlo, esto crea una norma consuetudinaria. En el contexto
del DIP, esta práctica consuetudinaria puede surgir en áreas donde no existen tratados
internacionales específicos o donde los tratados son incompletos o ambiguos.
La costumbre internacional es un derecho generalmente no escrito derivado de una práctica
general aceptada como derecho. La costumbre internacional es el resultado de una práctica
general, continua, uniforme y consistente de los Estados, los cuales la reconocen como válida y
como una obligación jurídicamente exigible.
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia: El texto cita el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, que reconoce a la costumbre internacional como una fuente formal del
derecho internacional, junto con los tratados y los principios generales del derecho. Esto establece
una base legal sólida para la consideración de la costumbre como una fuente legítima de normas
internacionales.
La “opinio iuris” permite distinguir la norma jurídica del simple uso o del simple hábito, como precisa
la Conclusión 9, no. 2 de la Comisión de Derecho Internacional (2018).
Elemento Material o Uso Consistente y Uniforme: Este elemento se refiere a la práctica general,
continua, uniforme y consistente de los Estados. Es esencial que esta práctica sea generalizada
entre los Estados y se mantenga de manera constante y uniforme en el tiempo.
Elemento Espiritual u Opinio Iuris: Este elemento se refiere a la convicción de que la práctica en
cuestión es obligatoria legalmente. Es decir, los Estados deben tener la creencia de que están
obligados jurídicamente a seguir esa práctica como derecho.
Dentro de esta caracterización en necesario precisar que se reconocen tres tipos de costumbre
internacional, la costumbre general o universal, la costumbre regional y la costumbre particular o
bilateral.
Se define como una práctica ininterrumpida, uniforme y continua que los Estados de la comunidad
internacional deben seguir.
Se basa en la convicción de que esta práctica es una obligación jurídica generalmente aceptada
por la comunidad internacional.
Incluso los nuevos Estados que ingresan a la comunidad internacional están obligados por esta
costumbre, independientemente de si participaron en su formación.
2.-Costumbre Regional:
Se refiere a una práctica asumida por un número significativo de Estados con características
geográficas comunes o intereses compartidos.
Se proporciona el ejemplo de la extensión de la jurisdicción marítima hasta 200 millas marinas, que
se originó en leyes concordantes de varios Estados latinoamericanos y luego fue adoptada por la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Se define como una práctica entre dos Estados limítrofes o cercanos geográficamente.
No es exigible para terceros Estados y se basa en la práctica constante aceptada como derecho
por los Estados involucrados.
Se menciona que en este tipo de costumbre, el Estado que la invoca debe demostrar su existencia
y obtener el asentimiento del Estado involucrado.
En resumen, este fragmento proporciona una clasificación exhaustiva de los tipos de costumbre
internacional, ofreciendo claridad sobre sus características distintivas, ejemplos y excepciones.
Además, destaca la importancia del consenso y la práctica generalizada en la formación y
aplicación de la costumbre internacional.
Puede señalarse que los tratados pueden contener normas declarativas de costumbre
internacional, normas cristalizadoras de costumbre internacional, o pueden tener un efecto
generador de normas consuetudinarias internacionales (López Marín, 2019, pp.149-153).
En efecto, los tratados codificadores del derecho internacional pueden contener normas que sean
declarativas de costumbres internacionales previamente existentes. En la materia puede ser citado,
a modo ejemplar, la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, en el caso Namibia, la que
expresó: "Las reglas establecidas en la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados,
relativas a la terminación de una relación contractual por motivo de infracción pueden, en muchos
aspectos, ser consideradas como codificación del derecho consuetudinario existente en esta
materia" (citado en Benadava Cattan, 2004, p. 29).
Por otra parte, un tratado puede cristalizar una costumbre internacional, en el caso que dicho
tratado sea precedido de una práctica internacional aún insuficiente, pero que mediante los trabajos
de la Comisión de Derecho Internacional y de los debates acaecidos en la conferencia diplomática,
y después de concretado el acuerdo convencional se puede concluir que algunas de sus
disposiciones han cristalizado una norma consuetudinaria. Así, un tratado multilateral puede
constituir un precedente dotado de un valor que posibilita la culminación de un proceso de formación
de una norma consuetudinaria (Casanovas y La Rosa y Rodrigo Hernández, 2020, p. 82). En la sentencia sobre los
Asuntos de la plataforma continental del Mar del Norte, la Corte Internacional de Justicia admitió en
principio esta posibilidad (International Court of Justice, 1969, párr. 62 y 63).
Finalmente, puede sostenerse que los tratados internacionales pueden tener un efecto de hacer
surgir normas consuetudinarias. Este efecto constitutivo de una costumbre ocurre cuando producto
de una norma de un tratado internacional, se propicia el desarrollo por parte de otros Estados de
comportamientos que reproducen el contenido de dicha norma al margen de toda vinculación
convencional, desarrollándose un proceso que, cumpliendo con los requisitos necesarios, permite
la aparición de una norma consuetudinaria con un contenido similar a la de la norma establecida
en el tratado.
En efecto, los tratados codificadores del derecho internacional pueden contener normas que sean
declarativas de costumbres internacionales previamente existentes. En la materia puede ser citado,
a modo ejemplar, la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, en el caso Namibia, la que
expresó: "Las reglas establecidas en la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados,
relativas a la terminación de una relación contractual por motivo de infracción pueden, en muchos
aspectos, ser consideradas como codificación del derecho consuetudinario existente en esta
materia" (citado en Benadava Cattan, 2004, p. 29).
Por otra parte, un tratado puede cristalizar una costumbre internacional, en el caso que dicho
tratado sea precedido de una práctica internacional aún insuficiente, pero que mediante los trabajos
de la Comisión de Derecho Internacional y de los debates acaecidos en la conferencia diplomática,
y después de concretado el acuerdo convencional se puede concluir que algunas de sus
disposiciones han cristalizado una norma consuetudinaria. Así, un tratado multilateral puede
constituir un precedente dotado de un valor que posibilita la culminación de un proceso de formación
de una norma consuetudinaria (Casanovas y La Rosa y Rodrigo Hernández, 2020, p. 82). En la
sentencia sobre los Asuntos de la plataforma continental del Mar del Norte, la Corte Internacional
de Justicia admitió en principio esta posibilidad (International Court of Justice, 1969, párr. 62 y 63).
Finalmente, puede sostenerse que los tratados internacionales pueden tener un efecto de hacer
surgir normas consuetudinarias. Este efecto constitutivo de una costumbre ocurre cuando producto
de una norma de un tratado internacional, se propicia el desarrollo por parte de otros Estados de
comportamientos que reproducen el contenido de dicha norma al margen de toda vinculación
convencional, desarrollándose un proceso que, cumpliendo con los requisitos necesarios, permite
la aparición de una norma consuetudinaria con un contenido similar a la de la norma establecida
en el tratado.
Esta perspectiva, es asumida por el Proyecto de Conclusiones sobre la identificación del Derecho
Consuetudinario de la Comisión de Derecho Internacional (2018, Conclusión 11, no.1).
En todo caso, es adecuado señalar que, como lo determina la Corte Internacional de Justicia, en la
sentencia de 27 de junio de 1986, en el Asunto de las actividades m
Los tratados pueden incorporar normas que simplemente reflejen la costumbre internacional
existente en el momento de su celebración. Estas normas pueden estar en consonancia con
prácticas generalmente aceptadas antes de la creación del tratado.
Se proporciona un ejemplo de la Corte Internacional de Justicia que indica que las reglas sobre la
terminación de relaciones contractuales, establecidas en la Convención de Viena sobre Derecho
de los Tratados, pueden ser consideradas como codificación de la costumbre internacional
previamente existente.
Los tratados también pueden consolidar una costumbre internacional, especialmente cuando el
tratado se basa en una práctica internacional aún incipiente pero que se consolida durante las
negociaciones y debates del tratado.
Los tratados pueden generar normas consuetudinarias mediante la adopción de normas que
posteriormente son seguidas por otros Estados fuera del contexto del tratado.
Se indica que este proceso puede llevar al desarrollo de una norma consuetudinaria con contenido
similar al de la norma establecida en el tratado, siempre que se cumplan los requisitos necesarios.
Reconocimiento del derecho consuetudinario internacional como una fuente formal del derecho
internacional, respaldado por el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.
Descripción de los criterios que definen la costumbre internacional, destacando su carácter de
práctica general, continua, uniforme y consistente entre los Estados.
Identificación de los distintos tipos de costumbre internacional, como la general/universal, la
regional y la particular/bilateral, con ejemplos jurisprudenciales de la Corte Internacional de Justicia.
Explicación de la interrelación entre la costumbre y los tratados internacionales, donde los tratados
pueden contener normas que reflejen la costumbre internacional y viceversa, aunque cada una
conserve su propia autonomía.
Señalamiento de la falta de regulación constitucional en la mayoría de los Estados sobre la
incorporación y fuerza normativa del derecho consuetudinario internacional, dejándolo a discreción
de la jurisprudencia.
Destacando la jurisprudencia de la Corte Suprema de Chile, que ha aplicado la costumbre
internacional de manera directa e inmediata, incluso sobre la ley interna, así como las normas
imperativas de ius cogens.
Finalmente, la propuesta de establecer normas constitucionales en Chile para otorgar seguridad
jurídica sobre la incorporación y fuerza normativa de la costumbre internacional en el ordenamiento
jurídico nacional.
En conjunto, estas conclusiones resaltan la importancia del derecho consuetudinario internacional
como una fuente de normas vinculantes para los Estados y proponen medidas para su adecuada
incorporación y reconocimiento en el ordenamiento jurídico chileno.
La doctrina proporciona análisis detallados, interpretaciones y explicaciones de las normas y
principios del DIP. Los académicos, juristas y expertos en DIP contribuyen a la elaboración de
nuevos conceptos y teorías, así como a la interpretación de las normas existentes. Sus opiniones
y argumentos ayudan a clarificar y desarrollar
La doctrina desempeña un papel fundamental como fuente de autoridad en el Derecho Internacional
Privado (DIP) debido a varios factores que resaltan su importancia y relevancia en este campo
legal.
La Doctrina como Fuente del Derecho Internacional Privado:
La doctrina es fundamental en la interpretación de normas conflictuales y en la resolución de casos
transfronterizos debido a la complejidad y diversidad de las normativas de diferentes jurisdicciones.
En situaciones donde no existe una norma clara o donde las normas de diferentes jurisdicciones
entran en conflicto, la doctrina proporciona orientación a los tribunales y a los profesionales del
derecho para tomar decisiones fundamentadas y coherentes.
Relación entre la doctrina y otras fuentes del derecho internacional privado:
La doctrina interactúa con otras fuentes del derecho internacional privado, como tratados
internacionales, costumbre internacional, jurisprudencia y principios generales del derecho, de
varias maneras.
La doctrina puede ayudar a interpretar y complementar las disposiciones de tratados
internacionales y a llenar vacíos normativos dejados por ellos.
También puede reflejar y contribuir al desarrollo de la costumbre internacional y los principios
generales del derecho, así como influir en la interpretación y aplicación de la jurisprudencia.
La doctrina en el derecho internacional privado tiene sus raíces en la antigüedad, pero su desarrollo
significativo comenzó en la Edad Media y ha continuado evolucionando hasta la actualidad.
Desde los primeros tratados y obras académicas sobre conflictos de leyes hasta las teorías
modernas de la autonomía de la voluntad y el reconocimiento mutuo, la doctrina ha experimentado
cambios significativos a lo largo de los siglos.
Los principales autores y teorías que han influido en el desarrollo de la doctrina en este
campo:
Destaca las contribuciones de juristas y teóricos importantes en el campo del derecho internacional
privado, como Bartolus de Saxoferrato, Savigny, Joseph Story, Friedrich Carl von Savigny, entre
otros.
Explora cómo las teorías de estos autores han influido en la doctrina y en la formación del derecho
internacional privado moderno, desde el principio de territorialidad hasta la aplicación de la ley del
lugar de celebración del contrato.
A La doctrina ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de principios fundamentales del
derecho internacional privado, como el principio de proximidad, que establece que las normas
legales deben aplicarse de manera más cercana a la situación o a las partes involucradas.
Además, ha contribuido a la elaboración de normas específicas para resolver conflictos de leyes en
diversos ámbitos, como contratos, responsabilidad civil, derecho de familia, sucesiones, entre otros.
En la jurisprudencia, la doctrina ha proporcionado interpretaciones y argumentos que los tribunales
han utilizado para resolver casos complejos y para establecer precedentes en el ámbito del derecho
internacional privado. portes de la Doctrina al Derecho Internacional Privado:
Análisis de cómo la doctrina ha contribuido al desarrollo de principios, normas y
jurisprudencia en el derecho internacional privado:
En el ámbito contractual, la doctrina ha ayudado a desarrollar el principio de autonomía de la
voluntad, que permite a las partes elegir la ley aplicable a su contrato, lo que ha facilitado la
celebración de transacciones internacionales.
En casos de responsabilidad civil, la doctrina ha influido en la determinación de la ley aplicable a
los daños causados en situaciones transfronterizas, estableciendo criterios como el lugar del hecho
dañoso o el lugar de residencia habitual de la parte perjudicada.
En cuestiones de derecho de familia, la doctrina ha sido determinante para resolver conflictos de
jurisdicción y de ley aplicable en casos de divorcio, custodia de menores y reconocimiento de
matrimonios y uniones civiles celebrados en el extranjero.
En sucesiones internacionales, la doctrina ha contribuido a establecer criterios para determinar la
ley aplicable a la sucesión, como la nacionalidad del causante o el lugar de residencia habitual al
momento del fallecimiento.
Críticas y Limitaciones de la Doctrina como Fuente del Derecho Internacional Privado:
Identificación de posibles críticas hacia el uso de la doctrina como fuente del derecho internacional
privado:
Subjetividad: Una crítica común es que la doctrina puede ser subjetiva, ya que depende de las
interpretaciones individuales de los juristas y puede variar según la perspectiva de cada autor.
Falta de vinculación jurídica: La doctrina no tiene fuerza vinculante en sí misma, a diferencia de
las leyes, tratados y jurisprudencia, lo que puede generar incertidumbre sobre su aplicabilidad y
autoridad en casos concretos.
Falta de uniformidad: Dado que la doctrina puede variar según la jurisprudencia, las tradiciones
jurídicas y las opiniones de los juristas en diferentes jurisdicciones, puede ser difícil lograr un
consenso sobre ciertos principios o interpretaciones en el ámbito del derecho internacional privado.
Dependencia histórica: Algunas críticas argumentan que la doctrina puede estar influenciada por
concepciones jurídicas obsoletas o sesgadas que no reflejan adecuadamente las realidades y
necesidades contemporáneas de la sociedad globalizada.
Falta de representatividad: La doctrina a menudo se desarrolla y se discute dentro de círculos
académicos y profesionales específicos, lo que puede excluir perspectivas y voces importantes,
como las de grupos minoritarios o comunidades afectadas por conflictos de leyes.
Limitaciones prácticas y teóricas de la doctrina en este ámbito:
Adaptabilidad: La doctrina puede tener dificultades para adaptarse rápidamente a los cambios en
las relaciones internacionales, la tecnología y las prácticas comerciales, lo que puede limitar su
eficacia para abordar problemas emergentes en el derecho internacional privado.
Complejidad: Dada la naturaleza compleja y técnica del derecho internacional privado, la doctrina
puede resultar difícil de entender y aplicar para profesionales del derecho no especializados en el
tema, lo que puede dificultar su utilización en la práctica legal.
Inconsistencia: Debido a la diversidad de opiniones y enfoques dentro de la doctrina, puede haber
falta de coherencia y consistencia en las interpretaciones y recomendaciones doctrinales, lo que
puede generar confusión y disputas en la aplicación del derecho internacional privado.
Limitaciones geográficas y culturales: La doctrina puede reflejar predominantemente las
perspectivas y experiencias de determinadas regiones o tradiciones jurídicas, lo que puede limitar
su relevancia y aplicabilidad en contextos jurídicos y culturales diversos.
Incertidumbre: Dado que la doctrina no tiene autoridad vinculante, su aplicación en casos
concretos puede generar incertidumbre y controversia sobre los resultados legales, especialmente
cuando entra en conflicto con otras fuentes del derecho internacional privado, como tratados
internacionales o jurisprudencia.