1) ¿Qué implicancia tuvo en el ámbito socio-económico de la época, las actividades del

pueblo fenicio? Describir el clima social, político y económico de la Grecia del siglo V a.C.

Los fenicios tuvieron gran relevancia en el ámbito socio-económico de la época. Esta civilización
no se destacó por un gobierno centralizado, es decir que no existió una verdadera unidad política,
sino un conjunto de ciudades-estado independientes que tuvieron mayor o menor nivel de influencia
regional de acuerdo a su riqueza y poder político.

La ubicación geográfica de las ciudades fenicias, rodeadas de montañas que hacían difíciles las
comunicaciones por tierra, hizo que el mar fuera su salida natural. Se convirtieron así en excelentes
navegantes y destacados fundadores de factorías y embarcaciones, desarrollando una red de puntos
de apoyo, producción y distribución, lo que impulsó a los fenicios a emprender rutas hasta lugares
alejados y desconocidos para su expansión comercial. Por esta razón se les considera los grandes
mercaderes de la Antigüedad.

Debido a que sus productos eran tan apreciados, Fenicia se libraba a menudo de los tipos de
incursiones militares que sufrían otras regiones de Oriente Próximo. En general, las grandes
potencias militares preferían dejar a los fenicios tranquilos con su comercio.

El tinte púrpura fenicio, característico de la civilización conocida entonces como “pueblo púrpura”,
se convirtió en el adorno estándar de la realeza desde Mesopotamia, pasando por Egipto, y hasta el
Imperio romano. Todo ello se logró gracias a la competencia entre las ciudades-estado de la región,
a la habilidad de los marineros que transportaban las mercancías y al arte de alta calidad logrado por
los artesanos en la fabricación de las mismas.

Las ciudades-estado de Fenicia florecieron gracias al comercio marítimo en torno a 1500 y 322 a.C.,
cuando las ciudades principales fueron conquistadas por Alejandro Magno y, tras su muerte, la
región se convirtió en un campo de batalla en la lucha entre sus generales por la sucesión y el
imperio.

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La civilización Griega del S. V a.C. ya se identificaba con la conformación de las polis, uno de los
fenómenos más característicos que se gestó en la Grecia Arcaica, época en la cual tuvo lugar un hecho
decisivo para la historia de Grecia: la colonización del mar Mediterráneo. La causa de este fenómeno
hay que atribuirla a la crisis económica en la que se encontraron inmersos los griegos. La industria se
encontraba en escaso desarrollo, por lo que la agricultura y la ganadería constituían las bases de la
economía regional, que se caracterizaba por el trueque como principal sistema de intercambio.
La actividad comercial interna estaba íntegramente destinada a satisfacer las necesidades primarias
de los habitantes, y la externa consistía básicamente en importar mercancías extranjeras para luego
revenderlas.

Producto del exceso de población, los bajos recursos del suelo y las sucesivas oleadas inmigratorias
que recibieron, las antiguas ciudades-estado griegas, que en su mayoría eran potencias marítimas,
empezaron a buscar tierras y recursos fuera de Grecia. Como consecuencia, fundaron colonias en
todo el Mediterráneo que pronto alcanzarían un gran desarrollo, emergiendo así una verdadera
revolución económica en términos de agricultura, industria y comercio. Las colonias también eran
ciudades independientes, pero mantenía el contacto con la polis de origen, llamada metrópoli.

Se conoce como Clásico, al período comprendido por el siglo V y los comienzos del siglo IV a. C.
Durante el mismo el mundo griego se consolidó, con el predominio de dos de las ciudades-estados
más importantes y rivales entre sí: Atenas y Esparta.

Muchas polis adoptaron como sistema de gobierno la "democracia", sustituyendo así la oligarquía y
la tiranía que caracterizaba a la Grecia Arcaica. Fue el caso de Atenas aunque no de Esparta, que
continuó siendo gobernada por una minoría.

El responsable del período más esplendoroso de la Grecia clásica fue Pericles, quien gobernó por
más de 30 años (461- 429 a.C.) a Atenas, dando lugar al conocido “Siglo de Oro de Pericles”, ya
que fomentó la construcción de grandes obras públicas, mejoró la calidad de vida de los atenienses
y dio un gran impulso a todas las manifestaciones artísticas y culturales.

Durante el siglo V, el de mayor esplendor para Grecia, en especial para Atenas, se produjeron dos
decisivas guerras.

Las Guerras Médicas (500-479) enfrentaron a griegos y persas, la mayor potencia en aquel
entonces. Tras varios años de lucha, Atenas logró vencer y alcanzó su máximo apogeo político y
económico, y Esparta quedó como rival. Cada una de ellas formó su propia alianza militar en unión
de otras polis, hasta que la guerra estalló entre ellas.

Las guerras del Peloponeso (431-404), enfrentaron a Atenas y sus aliados, (Liga de Delos)
contra Esparta y los suyos (Liga del Peloponeso). Tras una larga contienda, los espartanos salieron
vencedores, quedando muchas ciudades arruinadas o debilitadas, incluida la triunfante Esparta.

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Tal es así, que las polis se vieron impotentes para hacer frente al poder de Macedonia, estado
situado al norte de Grecia que, dirigido por su rey Filipo II, puso fin a su independencia, en 338 a.
C. y dio así comienzo a la llamada época Helenística.

2) En la época Feudal: ¿Cómo fue el mecanismo en la relación de vasallaje entre los

Señores? Señalar las diferencias entre los Manors, los Gremios y las Hansas, desarrolle qué
tipo de actividad se daban en cada uno de ellos.

A fines del S.VIII y comienzos del S IX, la sociedad medieval asumió un rol esencialmente agrícola
y la tierra se constituyó como la principal fuente de riqueza, siendo el latifundio la unidad más
característica. Tal es así, que comienza a gestarse un nuevo orden decididamente jerarquizado
donde se distinguen como clase dominante, también llamados “privilegiados”, el rey, el clero
(personal eclesiástico, que se ocupaba de los asuntos religiosos los cuales dominaban el
comportamiento humano de la época) y los nobles (poseedores de grandes extensiones de tierra y
que según su ubicación en la estructura social podían pertenecer a la alta o baja nobleza), y la clase
baja, por cierto la más abundante, conformada por los trabajadores, encargados de cultivar las
tierras y hacerlas producir.

Surge así el concepto de feudalismo, un sistema social, político y económico que es consecuencia
de la generalizada decadencia que imperó en Europa Occidental -tras la caída del Imperio Romano
y marcando así el fin de la época Antigua- acentuada en el empobrecimiento, el despoblamiento
urbano y la desaparición del comercio prácticamente en su totalidad.

Las relaciones feudales eran contratos de obligaciones mutuas entre dos hombres libres: un señor y
un vasallo. Surge así una de las instituciones más importantes del feudalismo, el vasallaje. El señor
concedía protección y tierras (llamadas “feudos”, con los siervos que las ocupaban) a un vasallo a
cambio de definidas y bien reconocidas obligaciones de carácter personal y militar hacia su señor. De
esta manera, el primero recibía protección mientras que el segundo obtenía el poder y prestigio que
ambicionaba. Los reyes tenían sus propios vasallos que, a la vez, podían ser señores de otros vasallos,
así sucesivamente hasta llegar a los siervos, la clase más baja de la jerarquía social. De esta manera
se fue conformando una pirámide de distribución de tierras y obligaciones que involucró a buena
parte de la sociedad. En esta clase de sociedad, un señor feudal con numerosos vasallos podía adquirir
a veces más poder que el propio rey.

En la Alta Edad Media se establecieron los primeros señoríos, término atribuido a la unidad
organizativa del orden social establecido. Distinguimos los señoríos eclesiásticos, los cuales eran
territorios de la Iglesia, donde trabajaban campesinos y siervos, pero también existían señoríos laicos,
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los cuales estaban en manos de señores feudales (cristianos que no formaban parte de la Iglesia), y
allí la vida se organizaba alrededor de estos señores y de los campesinos. Incluso, el señor feudal
tenía el poder de la justicia en el señorío. Las características sociales de este régimen señorial, también
conocido como manorial, eran la autosuficiencia y el aislamiento, donde la costumbre y la tradición
eran pilares centrales.

El desarrollo de la economía agraria durante el periodo feudal generó un importante crecimiento

demográfico y estimuló el comercio de mediana y larga distancia. Al fortalecerse el comercio en la
edad media, se formó en Europa una clase de comerciantes profesionales, conocidos como
mercaderes que, con su profesión, relegaron la actividad agraria a un papel secundario.

Para comerciar a larga distancia, los comerciantes medievales contaron con tres rutas: las vías
terrestres, las fluviales y las marítimas. Aunque el transporte terrestre permitía alcanzar zonas del
interior sin ríos, fue siempre el más caro y penoso, pues los caminos eran malos e inseguros y se
debía pagar gran cantidad de impuestos.
Por seguridad, los mercaderes preferían el transporte fluvial. Las redes fluviales más importantes
fueron las del río Po, el Ródano, el enrejado de ríos de la zona de Flandes. el Rin y el Danubio. Sin
embargo, el medio fluvial también estaba sujeto a impuestos, a la vez que las sequías en verano y
las heladas en invierno, dificultaban su utilización sistemática.
El medio de transporte más barato fue el marítimo, por eso fue el preferido a pesar de los riesgos de
naufragio y de piratería, de la poca capacidad de las naves y de la lentitud del viaje. Además, un
solo barco podía llevar las cargas de varios comerciantes a la vez.

Las difíciles condiciones y el contexto de inseguridad en las que se desenvolvía la actividad

mercantil, impuso la práctica de la asociación con el fin de apoyarse mutuamente en aspectos
económicos y procurarse una mejor defensa de sus personas e intereses.

De esta manera surgen los gremios y las hansas. Los gremios resultaron asociaciones en las que se
agrupaban trabajadores que poseían el mismo oficio, de los cuales algunos llegaron a ser muy
poderosos, ejerciendo gran influencia económica, política y social.

Las hansas remiten a ligas o confederaciones de ciudades mercantiles, que acuerdan políticas
comunes para la mejor defensa y expansión de sus intereses comerciales. La Liga Hanseática fue
una de las alianzas comerciales más exitosas de la historia: en su apogeo, la Liga contó con la
lealtad de casi 200 ciudades en todo el norte de Europa.

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Para entonces, los trabajadores ya no dependían por completo de sus señores como en el régimen
manorial, donde debían rendir cuentas y realizar el trabajo a gusto de sus protectores.

3) ¿Por qué decimos que en determinado momento del siglo XV cambia el eje comercial
desde el norte de Italia hacia el Atlántico? Mencionar qué significó para la economía europea
la entrada de grandes flujos de metal precioso desde América a partir del siglo XVI.
Desarrollar.

Durante la Alta Edad Media la base de la riqueza es la tierra y, en líneas generales, se desarrollaba
un sistema agrario y autosuficiente con mínima economía monetaria.

El renacimiento del comercio en la edad media se dejó sentir en toda Europa, pero hubo dos grandes
focos donde éste se concentró: Italia del Norte y Flandes. Ambas eran zonas muy pobladas que se
dedicaban a la manufactura de tejidos, de objetos de metal y de cerámica.

Italia se benefició del comercio internacional, pues estaba al centro de una antigua red vial romana
y al medio del Mediterráneo. Por ello, y como consecuencia de las cruzadas, sus ciudades
controlaron el comercio con Oriente. Los puertos más beneficiados con ello fueron Venecia,
Génova y Pisa.

Otra zona comercial que gozaba de una situación estratégica era Flandes que se hallaba frente al
mar del Norte y en la que desembocaban varios ríos europeos, como el Rin y el Mosna. La región
de Flandes perteneció a una importante liga comercial, la liga Hanseática.

Como afirma Pirenne, “En el transcurso del siglo XIII, toda Europa, desde el Mediterráneo hasta el
Báltico y desde el Atlántico hasta Rusia, está abierta al gran comercio.”

Para ese entonces, la sociedad experimentaba una gran transformación, de la Edad Media hacia la
Edad Moderna, con la centralización del poder en las manos del rey, la decadencia del poder de los
señores feudales y el fortalecimiento de la burguesía, que incrementará su poder económico y
social. Para entonces, la riqueza no dependía ya de la posesión de tierras sino del capital.

Ésta afirmación lo lleva a concluir a Pirenne que el comercio medieval ya representaba carácter
capitalista, el cual responde a la tendencia natural del hombre a la búsqueda de ganancia y
abastecimiento de las mismas, y que será el sistema dominante surgido luego de la derrota
del feudalismo europeo.

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Durante la Edad Moderna se dieron transformaciones políticas, económicas y sociales que
diferenciaron a las sociedades europeas de sus antecesoras medievales. En este periodo, se
consolidó el poder de las monarquías centralizadas que, durante los siglos siguientes, se
convirtieron en las principales naciones de Europa. De este proceso surge el Estado Nacional
Centralizado el cual se erige como solución a la ruptura del sistema feudal y se expande por
territorios que presentan afinidades geográficas, culturales e historia común, como es el caso de
Francia, Inglaterra, y los reinos de la Península Ibérica, que hasta mediados del S XV se
encontraban divididos hasta que uno de ellos, Castilla, encabezó el proceso de unidad nacional a
partir del casamiento de Isabel de Castilla con Fernando de Aragón en 1469, la cual establecerá la
dinastía dual de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos en 1479.

La expansión geográfica ultramarina, junto al surgimiento de los estados nacionales, el renacer de la

cultura clásica con la época Renacentista y el Humanismo, la reforma religiosa y los primeros pasos
del capitalismo, forma parte de los hechos que propiciaron la Época Moderna. Hacia mediados del
siglo XV, y tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos lo cual creó una gran dificultad
para el comercio entre Europa y Oriente, varios reinos comenzaron a buscar rutas marítimas a través
de las cuales poder comerciar con las regiones más alejadas de Europa.

La búsqueda de nuevas rutas comerciales se asocia al interés económico de conseguir oro que
demandaba el comercio de artículos de lujo con Oriente y la necesidad de especias, por sus
cualidades como conservantes y condimento (pimienta, canela, clavo de olor). Por otra parte, las
monarquías necesitaban de metales preciosos para afrontar los gastos de los nacientes estados, y
también deseaban obtener nuevas tierras para aumentar su prestigio y su poder.

España y Portugal serán quienes centralicen este camino ya que se ven favorecidos no solo por su
situación geográfica sino también sus antecedentes marítimos y el haber organizado Estados
nacionales eficaces.

Se amplió extraordinariamente la circulación de metales preciosos (oro y plata) llevados desde

América a España. Creció la circulación de productos de lujo procedentes de Oriente: sedas,
perfumes, especias y piedras preciosas. Se incrementó la actividad mercantil en el mundo, en el cual
por primera vez se pusieron en contacto todos los continentes. Por eso este proceso histórico es
considerado como la primera globalización.

La gran afluencia de metales preciosos, especialmente plata, proveniente de las colonias

americanas, registró un incremento de precios notable y el volumen de las transacciones monetarias
aumento enormemente. El aumento de la circulación monetaria desarrollo el empleo y, sin duda, el

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gusto por el dinero. Este último se convirtió en un fin, mientras que en el sistema medieval fue un
instrumento de cambio pasajero.