Incidente de Nulidad y Posterior Archivo
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Honorables Magistrados
Consejo Nacional Electoral
Comisión integrada por los Drs. Benjamín Ortiz Torres y Alvaro Hernan Prada
Artunduaga
E. S. D.
El Régimen Electoral Colombiano, en lo que tiene que ver con la regulación del
procedimiento sancionatorio por violación de las prohibiciones de financiación y
topes de las campañas y la responsabilidad tanto del gerente de la campaña,
como de los auditores y candidatos que resulten electos, está contenido en
distintas disposiciones normativas, como son las leyes 996 de 2005 y 1475 de 2011.
Estudiadas las dos leyes, se observa que cada una consagra normatividad
relacionada con los topes de campaña y financiación de estas, por lo que
existiendo ley estatutaria especial para el caso de la campaña del Presidente de
la República, es la ley 996 de 2005, la que resulta aplicable en el caso que nos
Ahora bien, del contenido de la ley 996 de 2005, se tiene que en sus artículos 11 a
21, le confiere al Consejo Nacional Electoral la competencia para ejercer la
vigilancia de las campañas electorales, el cumplimiento de las normas que regulan
el tope de gastos de campaña presidencial y de prohibiciones de financiación de
la misma.
1. Multas entre el uno por ciento (1%) y el diez por ciento (10%) de los recursos
desembolsados por parte del Estado para la respectiva campaña.
La competencia del Consejo Nacional Electoral, sin embargo, está limitada por el
citado numeral 4 del mismo artículo, al establecer que “En el caso del ganador de
las elecciones presidenciales, el Congreso podrá decretar la pérdida del cargo
según el procedimiento contemplado para las investigaciones y juicios por
indignidad política.”2.
2 Ibidem.
Nacional Electoral, para iniciar juicio contra el Presidente electo, en tal caso, oficiar
al Congreso para que proceda de conformidad con el numeral 4 del artículo 21 de
la ley 996, siguiendo el procedimiento por indignidad, dentro del cual, debe
respetarse la autonomía integral de la competencia de esa Corporación de instruir
el proceso, además de garantizar el agotamiento del debido proceso al Presidente
de la República.
No obstante, para que el Consejo Nacional Electoral imponga sanciones por las
conductas de violación de topes y financiación prohibida de la campaña
presidencial, la misma ley estatutaria fijó ciertos requisitos de temporalidad de la
competencia del Consejo Nacional Electoral y no solamente el requisito de
procedibilidad antes expuesto, para lo cual es necesario partir de la definición de
varios conceptos jurídicos contenidos en el mismo Estatuto de la campaña del
Presidente de la República, como sigue:
De otra parte, la misma ley 996 establece, en su artículo 16, que el candidato a la
presidencia, deberá designar un gerente de campaña dentro de los 30 días
siguientes a su inscripción, lo que debe ser objeto de registro ante el Consejo
Nacional Electoral.
En consecuencia, estas son las fechas durante las cuales se deben computar los
gastos de campaña, imputando cualquier irregularidad, exclusivamente contra los
destinatarios de la referida norma, en los términos antes expuestos y no contra el
Presidente de la República.
De acuerdo con lo dispuesto en la ley 996, esta función la debe cumplir el Consejo
Nacional Electoral, desde cuando se inicia la campaña presidencial y hasta
cuando esta termina, toda vez que finiquitada la campaña sobreviene el
procedimiento de rendición de cuentas, dentro de cuyo marco el legislador
estableció en el artículo 21 de la misma ley 996, como plazo máximo para recibir
denuncias por violación de las normas de regulación de topes de campaña y
financiamiento irregular de la campaña, hasta 30 días después de la fecha de la
elección presidencial.
Como quiera que en el caso en estudio el Consejo Nacional Electoral conoció del
procedimiento de rendición y aprobación de cuentas presentadas por la gerencia
de la campaña, así como de la debida financiación de la misma, las cuales fueron
debidamente auditadas y se certificó su aprobación por parte del Fondo de
Financiación Política y habiendo agotado el ejercicio de la función de vigilancia el
Consejo Nacional Electoral, contando con esta aprobación, profirió dos actos
administrativos contenidos en las Resoluciones 5272 del 21 de noviembre de 2022 y
2912 del 19 de abril de 2023, por medio de los cuales reconoció la reposición de
gastos de la campaña, en primera vuelta y segunda vuelta, respectivamente, por
no haberse encontrado irregularidad alguna en la rendición de cuentas de gastos
y financiación de la campaña en cada una de las vueltas que tuvo el certamen
electoral, dichos actos se encuentran en firme, sin que se haya conocido denuncia
alguna o se hubiere establecido de oficio, la existencia de violación de los topes
de la campaña o su financiación irregular dentro del término establecido en la ley,
estamos frente a unos actos administrativos que pudiendo ser demandados dentro
de los 4 meses siguientes a su notificación, término de caducidad del medio de
control de legalidad fijado en la ley para ello, no fueron impugnadas y por lo tanto,
conservan su presunción de legalidad y fuerza de ejecutoria, que es jurídicamente
vinculante y erga omnes.
Lo anterior significa que cuando la ley 996 fijó la competencia de vigilancia de los
gastos y financiación de la campaña del presidente de la república y refirió que el
Consejo Nacional Electoral puede en cualquier tiempo llevar a cabo la vigilancia
de la violación de topes de la campaña y su financiación lícita, pero dicho término
debe interpretarse conforme lo ha hecho la Corte Constitucional en sentencia C-
1153 de 2005, en donde concluyó que solamente puede ejercer actos de
corrección e imponer las sanciones consagradas en la ley en caso de incurrirse en
violación de las prohibiciones establecidas en la misma norma, acorde con
hallazgos propios o por denuncia ciudadana que se hagan dentro de los 30 días
siguientes a la elección presidencial, es decir, dentro de los términos y dentro del
procedimiento de rendición de cuentas y hasta la expedición del acto de
aprobación de las mismas, quedando agotada la competencia administrativa de
carácter sancionatorio.
Estas violaciones a los derechos humanos del señor Petro Urrego surgieron por
lesionarse sus derechos políticos, que no solo se encuentran garantizados en el
ámbito interno de los Estados, sino también por el bloque de constitucionalidad de
la vigencia de los derechos humanos. Violaciones que surgen a través de una
sanción disciplinaria que lo destituyó en ese entonces como alcalde mayor de
Bogotá elegido popularmente.
Es así como esta sanción constituyó un atentando contra el derecho al trabajo que
tenemos todas las personas, así como en contra de la libertad de elegir ocupación
y de ejercer cargos públicos, violando varios principios, como es el caso del de
jurisdiccionalidad, el de imparcialidad, de inocencia, el derecho a la defensa,
todos ellos se encuentran en el artículo 23 de la Convención Americana, artículo 1,
numerales 1 y 2, artículo 8, numerales 1 y 2 del cuerpo legal internacional y nacional
invocado en líneas anteriores.
Por tales razones, se sancionó a Colombia por permitir que una autoridad
administrativa haya violado la convención, que exige que tal competencia radica
exclusivamente en un juez penal y a través de un juicio con todas las garantías
constitucionales y legales e instó a que se hagan los ajustes a la legislación
colombiana, para que ninguna autoridad administrativa utilice una competencia
que se le haya otorgado en la ley para tal fin, violando la prohibición expresa del
artículo 23 convencional.
3. CONCLUSIONES
Ello es así, no solamente por el carácter impositivo de la ley 996, sino también por
los efectos vinculantes que tiene la sentencia C-1153 de 2005 proferida por la Corte
Constitucional, cuya fuerza vinculante incluye al Consejo Nacional Electoral,
conforme lo dispone el artículo 48 de la ley 270 de 1995 y la jurisprudencia de la
Corte Constitucional que en sentencia C-539-2011 ha sostenido:
Reconocerle fuerza vinculante a la jurisprudencia sentada por la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el
Consejo de Estado y la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, redunda en una mayor coherencia del
sistema jurídico colombiano, lo cual no se contradice con imperativos de adaptación a los cambios sociales y económicos.
De igual manera, la vinculatoriedad de los precedentes garantiza de mejor manera la vigencia del derecho a la igualdad
ante la ley de los ciudadanos, por cuanto casos semejantes son fallados de igual manera. Así mismo, la sumisión de los
jueces ordinarios a los precedentes sentados por las Altas Cortes asegura una mayor seguridad jurídica para el tráfico
jurídico entre los particulares. Sentencia C-335-08
En este contexto, para la Sala no le asiste razón al a quo cuando aplicó las
disposiciones de la Ley 130 de 1994, en el entendido que tales normas eran
aquellas que regían la actuación administrativa analizada en el sub lite.”
4. PETICIÓN
4Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, C.P. Dr. Roberto Augusto Serrato Valdés,
dentro del radicado 25000232400020120057400.
Por otro lado, como quiera que se ha filtrado a los medios el proyecto de acto
administrativo, mediante el cual se pretende imputar cargos al Señor Presidente de
la República, dentro de un proceso sancionatorio adelantado sin competencia,
pido se abstengan los Honorables Magistrados de aprobar tal decisión, so pena de
resultar incursos en un procedimiento alejado del régimen jurídico que regula sus
funciones y competencia, con posibles consecuencias de orden disciplinario y
penal.