Investigacion de Economia 2

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVÉZ DE

GUATEMALA
SANTA CATARINA MITA JUTIAPA

Daniel Elías Cifuentes Leiva


CARNÉ: 4650-12-6420
Elba Lorena Morales Contreras
CARNÉ: 4650-23-17835
Ammy Fernanda Lucero Méndez
CARNÉ: 4650-23-12722
Karla Eunice Orellana Lucero
CARNÉ: 4650-23-20473
Vania Xiomara García Xiomara
CARNÉ: 4650-23-12730
Yoselin Maribel Vicente López
CARNÉ: 4650-23-16567
Mónica José Hernández Méndez
CARNÉ: 4650-23-21116

Licenciada Ingrid Lorena Gutiérrez Ramírez


INDICE
1. Introducción
2. Marco Teórico
2.1. Historia de los bancos
2.2. Edad Media
2.3. Qué es un banco
2.4. Cómo surgieron los bancos
2.5. Qué Productos financieros ofrecen
2.6. Tipos de Bancos
2.7. Origen de los Bancos
2.8. Origen del Dinero
2.9. El trueque
2.10. Evolución del dinero
2.11. Existencias
2.12. La Aparición de la Moneda
2.13. La Circulación de la moneda en el Mundo Antiguo
2.14. Funciones del Dinero
2.15. Definiciones del Dinero
3. Formas del Dinero
4. Conclusión
1. Introducción

La economía es el crecimiento y estabilidad marcada por el


desarrollo por cada emisión y es la obtención y gestión de
cada dinero derivado de los negocios que dan resultados
económicos a una empresa de microeconómicos o
macroeconómicos.
2. Marco Teórico
2.1. Historia de los Bancos
Desde casi al inicio de la historia humana se ha requerido de instituciones que
trabajen con el dinero. El nacimiento de los bancos es casi tan antiguo como la
aparición de las organizaciones humanas.
Se puede decir que los bancos nacieron con la necesidad de realizar simples
operaciones de cambio y crédito a niveles personales, pero pronto se comenzaron
a desarrollar funciones más amplias, a abarcar más personas y pasaron a contar
con organizaciones más complejas. Así es como, a partir del siglo IV A.C. en
varias ciudades griegas se constituyen bancos públicos, administrados por
funcionarios especialmente destinados a esta labor. Estas instituciones, además
de su rol propiamente bancario (ligado a operaciones de cambio y crédito),
recaudaban impuestos y acuñaban moneda.
Por su parte, en el mundo romano, en sus primeros tiempos de pueblo de
agricultores, se recurre al "mutuum"; esto es, al crédito mutual. Más tarde, adoptan
el modelo griego de bancos privados y públicos.
En la época de Justiniano, emperador de Bizancio, en el siglo VI, se reglamentan
con precisión los usos y costumbres del mundo romano en materia bancaria y se
fija la tasa de interés en un 6% al año, con algunas excepciones, considerando el
riesgo de las operaciones. Los préstamos marítimos, por ejemplo, pueden
alcanzar al 12% al año y los acordados a las iglesias no pueden superar el 3%.
2.2. Edad Media
La sociedad occidental de la Edad Media conoce profundos cambios hacia el
término del siglo XI, cuando por la conquista de Inglaterra por los normandos, se
pone fin a las grandes invasiones y los cristianos terminan de imponer su
presencia en el mediterráneo. Su interés por las innovaciones y los intercambios
los lleva a redescubrir la banca, después que Carlomagno prohibió a los laicos
prestar cobrando interés.
Entre el siglo XII y XIV los bancos conocieron un renacimiento importante, ya que
los hombres de negocios de Italia del norte desarrollaron notablemente las
operaciones de cambio. No solamente fueron expertos manipuladores de piezas
metálicas, sino también, mediante una letra de cambio, podían acreditar a una
persona, en una fecha determinada, en moneda nacional o extranjera, ante un
determinado corresponsal. Así, muchos comerciantes recurrían a los bancos para
tratar sus negocios con terceros. Éstos, por una comisión, los representaban o se
comprometían por ellos, con lo que eran comerciantes y banqueros al mismo
tiempo. Más allá de los Alpes, los banqueros italianos se instalaron en Cahors, en
la época gran ciudad comercial de la Aquitania (que hoy corresponde a la zona
central de Suiza). A partir de allí, se extendieron hacia todas las grandes ciudades
de Europa occidental, principalmente a Londres y París. Con esta expansión,
además del financiamiento de negocios, estos banqueros prestaban a los
particulares, hacían préstamos con garantía prendaria y, en ocasiones, prestaban
a los poderes públicos.
En el siglo XIX, los bancos conocen una época de crecimiento y estabilidad,
marcada por el desarrollo de los institutos de emisión, la multiplicación de las
casas de "alta banca", que actúan como consejeros, corredores o mandatarios en
grandes operaciones financieras; la creación de los grandes bancos comerciales,
cuyo capital estaba altamente distribuido en el público, y el nacimiento de las
instituciones para-bancarias, destinadas a responder a las necesidades
específicas de la clientela. La guerra de 1914 precipita la evolución de los bancos
desde una época de reglas y normas, a una de sistemas. Hablamos ahora de los
sistemas bancarios, integrados por diferentes componentes, no ya sólo bancos del
estado o privados, sino también aquellos que pertenecen a colectividades locales
o regionales, a sindicatos o cooperativas, bancos universales y especializados.
2.3. ¿Qué es un Banco?
Un banco es una institución financiera incluida en la categoría de empresas. Su
principal función y razón de existencia es la captación de clientes que depositen
allí su dinero y a través de esos depósitos poder realizar préstamos a terceros e
incluir otros servicios.
2.4. ¿Cómo surgieron los bancos?
Las primeras transacciones bancarias se remiten a Babilonia y a Grecia, en
tiempos antes de Cristo. En este último territorio, se hace referencia a los
denominados trapezitas, quienes eran personas que se dedicaban a todo tipo de
actividades comerciales. Aun así, los centros bancarios más importantes de
la Edad Antigua fueron los templos, los cuales se encontraban a cargo de las
autoridades religiosas. Sin embargo, en esta época, los negociados se realizaban
a través de trueques, mayoritariamente.
No se daría un surgimiento más formal de estas instituciones hasta las Cruzadas,
ya que las mismas impulsarían una imperiosa necesidad de trasladar sumas de
dinero de un territorio a otro con rapidez. Esto lo llevaron a cabo con la firma de
documentos que podían canjearse por la suma correspondiente en otra sucursal.
Recordemos que, durante este período, la iglesia dominó grandes extensiones de
tierras, logrando obtener enormes cantidades de dinero a partir de donaciones que
brotaban de todos los puntos europeos, impuestos y rentas. Además, con las
diferencias monetarias, también se incentivó el tipo de cambio.
Los primeros bancos como tal se fundaron en Italia, en sus principales ciudades,
con el antecedente de que este país fue un importante centro financiero y de
actividad comercial, además de ser la sede del Vaticano.
La elección de «banco» como nombre de estas entidades corresponde a que las
primeras transacciones fueron realizadas sobre estos elementos. Su crecimiento,
ya casi finalizando las Cruzadas, se debió a que los bancos se convirtieron en los
principales prestamistas de las coronas, especialmente de Francia.
2.5. ¿Qué productos financieros ofrecen?
 Cuentas corrientes
 Cuentas de ahorro
 Plazos fijos ofreciendo un interés
 Transacciones
 Extracciones
 Depósitos de dinero o cheques
 Cuentas de créditos (a través de las tarjetas)
 Préstamos/Créditos en efectivo
 Canjeo de puntos
 Cambio, compra y venta de divisas
2.6. Tipos de bancos
* Público. Administrado por el Estado. Ejemplo: Banco Central de Guatemala.
* Privado. Administrado por particulares. Ejemplo: Banco Banrural.
* Mixto. Administrado por el Estado y por particulares. Ambas personas son
accionistas.
* Especializados. Cubren un rubro específico. Por ejemplo, los bancos rurales o
industriales.
* Centrales. Tienen una jerarquía más alta que el resto de los bancos, ya que
autorizan el funcionamiento de éstos y los regulan.
* De Emisión. Emiten la moneda en un país. Por lo general, esta actividad la
realiza el Banco Público.
* Segundo Piso. Son un medio financiero a través del cual se redireccionan los
recursos hacia ciertas áreas económicas que se busca desarrollar.
2.7. Origen de los Bancos
Un banco es un intermediario financiero que se encarga de captar recursos en la
forma de depósitos, y prestar dinero, así como la prestación de servicios
financieros. La banca, o el sistema bancario, es el conjunto de entidades o
instituciones que, dentro de una economía determinada, prestan el servicio de
banco. La internalización y la globalización promueven la creación de una Banca
universal. Al igual que la palabra española “banco”, la palabra griega (trá.pe.za)
que se traduce como banco significa literalmente “mesa”. En un contexto
financiero, como por ejemplo el trabajo de los cambistas, se refiere al mostrador
para la transacción de dinero.
El primer banco moderno fue fundado en Génova, Italia en el año 1406, su nombre
era Banco di San Giorgio.
2.8. Origen del dinero:
2.9. El trueque
Lo primero que surgió como manera de obtener alimentos y otras cosas fue el
trueque, pero poco a poco fue cambiando, ya que se hacía difícil, sobre todo,
porque ambas partes debían estar interesadas en los productos intercambiados.
Además, debían llegar a un acuerdo en cuanto al valor que tenían dichos objetos
para que el cambio fuera equitativo.
Así, el trueque empezó a quedar de lado y evolucionó al dinero.
2.10. Evolución del dinero: primeras monedas
Generalmente se cambiaban alimentos como la sal, el maíz, el cacao, pescados y
carnes por oro, plata y/o bronce. El problema era que estos metales eran muy
pesados, porque venían en forma de lingotes. Para pesar estos lingotes se usaba
la medida “siclo”, que le daba cierto valor. Por lo tanto, en realidad, el dinero se
pesaba, no se contaba.
Fue así como, de acuerdo con lo que pesaba cada lingote, se le fue dando un
“valor” y un nombre a cada pieza de esos materiales, como el “denario romano”,
origen de la palabra dinero. Con esto, ya podemos hablar del concepto de dinero.
La principal dificultad que surgió en los inicios del dinero es que este tenía que
pesarse, por lo que era necesario tener una balanza, pero no todos los
comerciantes poseían una. Aquí es donde surge la idea de las monedas. Las
primeras monedas nacieron en la actual Turquía (Lidia en el siglo VII A.C.), de la
idea del rey Argos. Los materiales utilizados para elaborarlas eran oro y plata, ya
que eran los metales más valiosos en ese momento. Así, se creó un medio más
fácil y cómodo para intercambiar productos, quedando de lado granos, lingotes e
incluso ganado.
La moneda se fue expandiendo por varias regiones, hasta incluso comenzar a
tener símbolos o dibujos en sus caras. De hecho, uno de los primeros en tener su
cara en una moneda fue Alejandro Magno.
Como las monedas eran pesadas y había que transportarlas, se hacía un poco
complicado su manejo. Además, existía el riesgo de que fueran robadas. Así fue
que nacieron los billetes, como una forma de recibo que se daba para intercambiar
objetos.
En el siglo XI comenzaron a aparecer los primeros billetes de la mano del
emperador mongol Kubali Khan. En este caso, los billetes eran certificados sobre
la existencia de un depósito de oro en un banco, lo que se asimila a lo que
conocemos hoy en día como un cheque.
El uso del billete continuó expandiéndose. En Europa, los primeros billetes
aparecieron en Suecia en el año 1661, impresos por el cambista Johan
Palmstruch, que los entregaba como recibo o resguardo a quienes depositaba oro
o plata en el Banco de Estocolmo.
2.11. Existencia
El papel moneda fue introducido por primera vez en China, en torno al siglo ix,
como dinero en efectivo intercambiable por certificados emitidos para el gobierno
de la dinastía Tang por los bancos privados. Respaldado por la potente autoridad
del Estado chino, este dinero conservaba su valor en todo el imperio, evitando así
la necesidad de transportar la pesada plata. Convertido en monopolio del Estado
bajo la dinastía Song, el papel moneda ha pervivido durante toda la historia china
a pesar de las perturbaciones causadas por los cambios políticos y de que la
emisión del papel moneda no estaba respaldada ni por plata ni por otras reservas.
El problema de la depreciación hizo que, a partir de entonces, se mantuviera la
plata como patrón de cambio chino para las transacciones importantes.
El papel moneda apareció por primera vez en Occidente en el siglo xvi, cuando se
empezaron a emitir pagarés por parte de los bancos para respaldar los depósitos
monetarios de sus clientes. Estos medios de cambio proliferaron y las autoridades
coloniales francesas de Canadá utilizaban naipes de juego firmados por el
gobernador como promesa de pago desde 1685, ya que el envío de dinero desde
Francia era muy lento.
El papel moneda se fue haciendo popular a lo largo del siglo xviii, pero seguía
siendo dinero crediticio que se emitía para respaldar los depósitos de oro o plata.
El dinero fiduciario, cuando surgió, era normalmente una medida de urgencia para
tiempos de guerra, como los papiros (greenback) estadounidenses. Los bancos
privados fueron sustituidos paulatinamente por bancos centrales como autoridades
emisoras de papel moneda.
2.12. La aparición de la moneda
La aparición de la moneda no es más que el final de un largo proceso de
experiencias premonetarias, que en el Próximo Oriente antiguo remontan a más
de dos mil años atrás. Por exigencias de un comercio cada vez más complejo, las
sociedades evolucionadas del antiguo Oriente fueron adoptando en sus
transacciones piezas y lingotes de metal con peso y contenido específicos, que
circularon como «dinero» entre las principales instituciones públicas y privadas,
hasta culminar en las primeras acuñaciones monetarias.
Puede que el primer objeto reconocido como moneda fuera el «cauri». Su nombre
científico ya nos dice bastante: Cypraea moneta. Es una pequeña concha que en
algunos países africanos se siguió usando hasta hace no mucho tiempo. Su uso
llegó a estar muy extendido, no sólo en África sino también en China, Asia y
América, e incluso se encontró en tumbas en Inglaterra. Otros elementos que
también se utilizaron como monedas antes del uso de los metales fueron las
barras de sal, piezas de coral, barras de metales, trigo, e incluso animales como
las vacas.
Los pueblos de Oriente en sus negocios usaban ya en el tercer milenio a. C. el
metal, un elemento muy codiciado en el mundo antiguo porque no era demasiado
frecuente. Poco a poco este uso del metal se generalizó en todas partes del
Mediterráneo ya que tenía muchas ventajas, a saber: el metal no se estropea,
pues es duro y resistente, se puede transportar mejor y se puede fundir para crear
diversas unidades. De aquí viene la expresión “pagar en metálico”, el uso de la
plata y oro trajo grandes ventajas, entre ellas, se encontraba lo duradero que
resultaba el material y lo sencillo de transportar. Además, era fácilmente valorado,
acción indispensable para grandes transacciones. Lo mejor de todo, solo se
necesitaba una balanza para pesar las medidas de oro o plata y dar lugar al
comercio.
Con anterioridad a la existencia del dinero como hoy lo conocemos se utilizaron
metales como medio de cambio, en lingotes más o menos regulares o en forma de
pequeñas joyas u objetos menudos que se pesaban en cada transacción. Ése fue
el sistema mercantil que funcionó en Egipto, Asiria o Babilonia. Cierta cantidad fija
de un metal determinado representaba un valor fijo, y se correspondía con una
escala ponderativa.
Así, en el mundo semítico antiguo, el siclo fue una medida de peso antes que una
moneda. Las cosas tenían un valor o estimación material que se graduaba o
medía en una cierta cantidad de oro o de plata en bruto. La importancia del peso
en las primeras monedas queda de manifiesto por el nombre de casi todas ellas
en el mundo antiguo. Antiguamente no se contaba el dinero, sino que se pesaba.
Lo más probable es que el uso de la moneda surgiera en el Mediterráneo y se
extendiera luego por el interior de Europa y Asia hasta convertirse en un hecho
imprescindible para la vida comercial, hacia el año 500 a. C. empezó a circular la
moneda de oro en Roma, cuya ceca parece que estaba junto al templo de Juno,
diosa apodada Moneta, de donde por etimología popular derivó a moneda. Parece
claro que el término moneda, se refiere a esa “moneta”.
En la Antigua Roma, la moneda acuñada se introdujo en el siglo V a. C. y tenía en
el anverso la cabeza de la diosa titular de la ciudad con el casco alado, y en el
reverso a los Dioscuros a caballo. Entonces, una libra de plata daba para acuñar
cien denarios, el as, o libra se llamaba también pondo, que dio lugar al sestercio,
una de las monedas de cobre o de plata de más peso en el mundo romano.
También al denarius o denario, cuyo valor equivalía a diez ases, y es el término
que ha dado lugar a la palabra “dinero”, el denario era de plata y valía casi lo
mismo que un dracma griego. También en el campo semántico de pesos y
medidas está la litra, antecedente de la libra, medida de peso o unidad de cuenta.
Otras monedas, como el óbolo tenían origen campesino: equivalía a dieciséis
granos de cebada o catorce y medio de trigo, vigésima parte del siclo. La onza
romana valía dos siclos, sin embargo, a lo largo de los siglos, el valor, la ley, la
pureza de la moneda decayó, se adulteró. Durante el Imperio Romano se añadió
cobre al oro, tanto que hacia el siglo III las monedas, supuestamente de oro solo
contenían un dos por ciento de este mineral, en lo que se refiere a España, se
sabe que los íberos acuñaban moneda, pero fueron copia de las romanas de
tiempos de la República. En ellas hay voces ibéricas que alternan con palabras
latinas, apareciendo numerosos elementos simbólicos como la espiga de trigo, el
pez, la palma, esfinges, la cabeza del Hércules ibérico o caballos.
En la Europa medieval se volvió a la pureza del metal, se rechazaron las
aleaciones y el número de cecas fue asombroso, circulando un número enorme de
monedas distintas, ya que el poder de acuñar no sólo lo tenía el Estado sino
también las ciudades y algunas familias importantes.
Eran monedas mal troqueladas, hechas con métodos rudimentarios. Parece que la
primera máquina para acuñar moneda funcionó en París en 1553, muchas de las
monedas actuales, como el rublo, la lira, la libra, el peso o la antigua peseta
siguen expresando unidades de peso, pese a esto entre las sociedades primitivas
siguió en vigor el trueque hasta tiempos recientes. Actualmente, en Abisinia, la
pólvora y la sal siguen siendo forma normal de pago entre campesinos y pastores.
En Haití circulan como moneda las cañas llenas de aceite de coco, y aún hoy los
naturales de Fidji aceptan como moneda las nueces de coco.
En todo caso, retomando el estudio del origen de la moneda, si aceptamos la
versión del historiador Heródoto, podemos decir que las primeras monedas surgen
en el Asia Menor sobre el siglo VII a.C. Se mandaron hacer para facilitar la
recaudación de los impuestos, aunque es muy probable que aparecieran mucho
antes en cualquier otro lugar. El León de Lidia es la moneda oficial acuñada más
antigua que se conserva; se encontró en Turquía sobre el año 650 a.C. Sin
embargo, en el actual Pakistán se han encontrado monedas que datan del 2900
a.C., pero quizás las más antiguas provengan de China y sean anteriores al 5000
a.C.
Para algunos investigadores, es en el oeste de Asia Menor, en el reino de Lidia y
en las ciudades griegas de las costas de Jonia, donde surge la moneda acuñada
por primera vez, a principios del siglo VI a.C., gracias al desarrollo del comercio. Y
la moneda nace ya como la conocemos hoy, un disco de metal, el electrón
(ήλεκτρος), una aleación natural de oro y plata, dos elementos que debían ser
pesados y medidos para mayor exactitud del intercambio. Tenían forma ovalada y
no eran planas sino gruesas. Esas primeras monedas tenían un sistema de
acuñación sumamente rudimentario, no llevaban inscripción, y en el anverso
tenían o formas irregulares o una figura de un animal; en el reverso llevaban tan
sólo una marca de un punzón.

2.13. La circulación de monedas en el mundo antiguo


Era enorme y tuvo una repercusión fundamental en el desarrollo de la economía.
La moneda representó una extraordinaria dinamización de los intercambios y del
comercio, pero también a nivel interno supuso cambios sociales importantes, pues
permitió crear una nueva forma de riqueza, basada no tanto en la propiedad de la
tierra sino en la posesión de moneda. La acumulación de tesoros por parte de los
aristócratas y terratenientes contribuyó a intensificar las desigualdades sociales,
ya que los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres. Por lo que
respecta a las ciudades, la acuñación de moneda servía, entre otras cosas, para
pagar el sueldo a los funcionarios, mantener las murallas o la flota, etc. A causa
del comercio con otras ciudades, muchas monedas acaban en manos extranjeras,
lo que obliga cada cierto tiempo a fabricar más. En algunas circunstancias las
ciudades fabricaban monedas para hacer frente a gastos especiales, como las
obras de Atenas en el s. V a. C. de la Acrópolis. Una causa frecuente de
acuñación de moneda era la guerra, porque se tenía que armar a los soldados,
mantenerlos durante las batallas o pagar a los mercenarios.
A pesar de la diversidad de monedas, siempre se encuentran tres elementos
característicos: material o metal, peso o valor de la pieza y figura o diseño de la
acuñación en las dos caras. Así lo decía ya en el s. VII d.C. Isidoro de Sevilla.
Algunos de los metales que usan hoy en las monedas de euro ya se usaban en la
antigüedad. Los más frecuentes eran: oro y plata para las unidades más valiosas,
y cobre para las unidades menores. A menudo se usaban aleaciones de metal,
que tenían mejores propiedades, como el bronce (cobre y estaño), electrón (oro y
plata) y el vellón (cobre y plata).
Las características de la moneda se definen en base a:
Anverso o cara: representa un retrato o emblema del poder que emite la moneda
Reverso o cruz: contiene escenas diversas
Campo: espacio vacío
Marca: Cualquier símbolo, letra o número que indica valor de la pieza, taller, etc.
Tipo: busto, imagen o figura representada.
Gráfila: línea de puntos que recorre el perímetro de la moneda de forma paralela.
Exergo: en la parte inferior del reverso, delimitado por una línea horizontal que
contiene la ceca o la fecha.
Leyenda o epígrafe: el poder que emite la moneda (ciudad, rey), lema o frase
recurrente.

En cuanto a la idea de incluir el rostro del soberano en las monedas, cabe citar
como anécdota que no a todos les salió bien esta iniciativa. Durante la Revolución
Francesa, Luis XVI trató de huir con su familia pero, estando ya muy próximos a la
frontera y a pesar de los disfraces, un posadero los reconoció y dio la voz de
alarma. El hombre manifestó: « ¡Cómo no iba a reconocerlo! Todas las monedas
de Francia llevan su efigie». El reyera enorme y tuvo una repercusión fundamental
en el desarrollo de la economía. La moneda representó una extraordinaria
dinamización de los intercambios y del comercio, pero también a nivel interno
supuso cambios sociales importantes, pues permitió crear una nueva forma de
riqueza, basada no tanto en la propiedad de la tierra sino en la posesión de
moneda. La acumulación de tesoros por parte de los aristócratas y terratenientes
contribuyó a intensificar las desigualdades sociales, ya que los ricos se hicieron
más ricos y los pobres más pobres. Por lo que respecta a las ciudades, la
acuñación de moneda servía, entre otras cosas, para pagar el sueldo a los
funcionarios, mantener las murallas o la flota, etc. A causa del comercio con otras
ciudades, muchas monedas acaban en manos extranjeras, lo que obliga cada
cierto tiempo a fabricar más. En algunas circunstancias las ciudades fabricaban
monedas para hacer frente a gastos especiales, como las obras de Atenas en el s.
V a. C. de la Acrópolis. Una causa frecuente de acuñación de moneda era la
guerra, porque se tenía que armar a los soldados, mantenerlos durante las
batallas o pagar a los mercenarios.

A pesar de la diversidad de monedas, siempre se encuentran tres elementos


característicos: material o metal, peso o valor de la pieza y figura o diseño de la
acuñación en las dos caras. Así lo decía ya en el s. VII d.C. Isidoro de Sevilla.
Algunos de los metales que usan hoy en las monedas de euro ya se usaban en la
antigüedad. Los más frecuentes eran: oro y plata para las unidades más valiosas,
y cobre para las unidades menores. A menudo se usaban aleaciones de metal,
que tenían mejores propiedades, como el bronce (cobre y estaño), electrón (oro y
plata) y el vellón (cobre y plata).
Las características de la moneda se definen en base a:
Anverso o cara: representa un retrato o emblema del poder que emite la moneda
Reverso o cruz: contiene escenas diversas
Campo: espacio vacío
Marca: Cualquier símbolo, letra o número que indica valor de la pieza, taller, etc.
Tipo: busto, imagen o figura representada.

Gráfila: línea de puntos que recorre el perímetro de la moneda de forma paralela.


Exergo: en la parte inferior del reverso, delimitado por una línea horizontal que
contiene la ceca o la fecha.
Leyenda o epígrafe: el poder que emite la moneda (ciudad, rey), lema o frase
recurrente.
En cuanto a la idea de incluir el rostro del soberano en las monedas, cabe citar
como anécdota que no a todos les salió bien esta iniciativa. Durante la Revolución
Francesa, Luis XVI trató de huir con su familia pero, estando ya muy próximos a la
frontera y a pesar de los disfraces, un posadero los reconoció y dio la voz de
alarma. El hombre manifestó: « ¡Cómo no iba a reconocerlo! Todas las monedas
de Francia llevan su efigie». El rey y su familia fueron trasladados a París y dos
años después morían en la guillotina.
Por otro lado, en la historia del origen del dinero es necesario mencionar la historia
de la banca, ya que fueron los orfebres los primeros en custodiar las monedas de
las personas. En vista del peligro que acechaban los lugares donde se acuñaban
las monedas y se pesaban los lingotes, los orfebres custodiaban las instalaciones
y las personas llevaban allí sus pertenencias. Al dejar allí las monedas, se le daba
al propietario un papel como constancia de sus pertenencias.
El mayor problema de las monedas era su transporte y almacenamiento. Por eso,
ya en el año 845 a.C. los monarcas de la dinastía Tang emitieron un papel estatal,
con un valor material muy inferior al que representaba. Sin embargo, su valor
equivalía, por decreto, a una determinada cantidad de oro o plata. Sin embargo, la
plata aún continuó teniendo protagonismo en las transacciones. En España, Jaime
de Aragón emitiría papel moneda en el año 1.250 Jaime de Aragón, pero su valor
dependía de los tesoros de oro que tuviera el país. El papel moneda se iría
haciendo popular en el siglo XVIII, y los bancos privados fueron reemplazados
para la emisión de papel moneda por los bancos centrales, hasta que a finales del
siglo XIX se establece un patrón internacional de paridad con el oro. En la
actualidad, tanto las monedas como el papel moneda (billetes) carecen de un valor
intrínseco. Su aceptación existe por la confianza que tiene la gente en que otros lo
aceptarán a cambio de bienes y servicios
Con el paso del tiempo, esta misma forma de transacción económica se fue
generalizando por el mundo hasta que aparecieron los billetes de cada país. En
Europa y en otras partes de occidente, apareció en el siglo XVI y su valor
dependía de los depósitos en oro con los que contaba el país emisor. De esta
forma, se integró la circulación de las monedas y el papel moneda, es decir,
dinero.
Algunos autores afirman que el primer billete de banco se usó en 1170 en China.
Allí el cobre escaseaba mucho y no era posible acuñar suficiente moneda
metálica, los billetes no tardaron en ser habituales en el mercado, y fueron
aceptados como forma de pago.
Evolución medios de pago
En conclusión, el origen del dinero se basa en una serie de necesidades que
fueron compensadas en su momento. El aumento de la actividad comercial no
dejaba lugar para el trueque por lo que se hizo necesario un elemento de valor
cuantificable. Con el tiempo los lingotes de oro, plata y otros metales
obstaculizaban las transacciones, ya que era complicado transportarlos y además
requería balanzas para pesar y saber exactamente su valor. La solución fue crear
trozos de metal más pequeños con un peso fijo: la moneda. Sus ventajas: era fácil
de transportar, no se estropeaba fácilmente y todos conocían su valor gracias a
que reconocían sus símbolos y su diseño. A la hora de pagar una mercancía solo
había que elegir el tipo de metal y contar las piezas.
Nuestra Recomendación y su familia fueron trasladadas a París y dos años
después morían en la guillotina.
Por otro lado, en la historia del origen del dinero es necesario mencionar la historia
de la banca, ya que fueron los orfebres los primeros en custodiar las monedas de
las personas. En vista del peligro que acechaban los lugares donde se acuñaban
las monedas y se pesaban los lingotes, los orfebres custodiaban las instalaciones
y las personas llevaban allí sus pertenencias. Al dejar allí las monedas, se le daba
al propietario un papel como constancia de sus pertenencias.
El mayor problema de las monedas era su transporte y almacenamiento. Por eso,
ya en el año 845 a.C. los monarcas de la dinastía Tang emitieron un papel estatal,
con un valor material muy inferior al que representaba. Sin embargo, su valor
equivalía, por decreto, a una determinada cantidad de oro o plata. Sin embargo, la
plata aún continuó teniendo protagonismo en las transacciones. En España, Jaime
de Aragón emitiría papel moneda en el año 1.250 Jaime de Aragón, pero su valor
dependía de los tesoros de oro que tuviera el país. El papel moneda se iría
haciendo popular en el siglo XVIII, y los bancos privados fueron reemplazados
para la emisión de papel moneda por los bancos centrales, hasta que a finales del
siglo XIX se establece un patrón internacional de paridad con el oro. En la
actualidad, tanto las monedas como el papel moneda (billetes) carecen de un valor
intrínseco. Su aceptación existe por la confianza que tiene la gente en que otros lo
aceptarán a cambio de bienes y servicios
Con el paso del tiempo, esta misma forma de transacción económica se fue
generalizando por el mundo hasta que aparecieron los billetes de cada país. En
Europa y en otras partes de occidente, apareció en el siglo XVI y su valor
dependía de los depósitos en oro con los que contaba el país emisor. De esta
forma, se integró la circulación de las monedas y el papel moneda, es decir,
dinero.
Algunos autores afirman que el primer billete de banco se usó en 1170 en China.
Allí el cobre escaseaba mucho y no era posible acuñar suficiente moneda
metálica.
Los billetes no tardaron en ser habituales en el mercado, y fueron aceptados como
forma de pago. En el siglo XVIII muchos banqueros particulares comenzaron a
emitir billetes que circulaban fiados todos en la solvencia del emisor, pero no fue
hasta 1833 que tuvieron reconocimiento oficial como moneda legal. Los primeros
en merecer este honor fueron los avalados por el banco de Inglaterra.
La moneda es un objeto que utilizamos desde hace varios siglos como material
común de intercambio. Precisamente se caracteriza por tener un valor de cambio
que nos permite generar transacciones y adquirir diversos bienes, y su historia
tiene que ver con el desarrollo del comercio en las sociedades occidentales.
Todo lo anterior se ha desarrollado de manera paulatina en distintas sociedades.
De hecho, a lo largo de la historia han sido distintos los objetos utilizados como
medio común de intercambio. Por ejemplo, en el sistema de trueque, el ganado o
la sal cumplían la función que cumple ahora la moneda. La diferencia es que dicho
sistema estaba basado en el intercambio directo de un bien sobre otro. Y cuando
aparece la moneda se dividen a las partes interesadas en el trueque; es decir,
permitió separar la producción de la venta, cuestión que será necesaria
posteriormente en el sistema capitalista (caracterizado precisamente por la
división de trabajo y la especialización).
En suma, la historia de la moneda antecede a los sistemas económicos actuales.
Dicha historia tiene que ver también con las concepciones sobre el oro y la plata,
que son la materia prima de la moneda y se trata de metales asociados a la
riqueza desde la filosofía más clásica. Esto avanza hasta el establecimiento de
sistemas de pagos que son distintos según la sociedad y épocas. Después de la
moneda acuñada, el siguiente paso importante para el establecimiento de los
sistemas monetarios fue la creación del papel moneda; donde, a diferencia de la
moneda metálica que en sí misma tenía un valor por el material con el que se
hacía; el papel moneda tiene un valor disociado de su propia materia prima.
Ha servido como un facilitador de transacciones comerciales y ha permitido evitar
el traslado de grandes monedas, con lo que ha hecho más accesible el comercio.
El papel moneda tiene sus orígenes en China en el siglo IX, aunque su circulación
en Europa y el resto del mundo inicio hasta mediados del siglo XII.

2.14. Funciones del dinero


El dinero en general, el dinero es un conjunto de activos de una economía que las
personas regularmente están dispuestas a usar como medio de pago para
comprar y vender bienes y servicios.
A lo largo de la historia se han utilizado diferentes objetos como dinero. Las piezas
de metal como el oro y la plata fueron usadas ampliamente porque se conservan
bien y es fácil transportarlos. El oro y la plata tienen además un valor intrínseco, ya
que pueden ser usados para joyería. Actualmente, es mucho más frecuente que
no tenga valor intrínseco, como los billetes. Al dinero sin valor intrínseco se le
conoce como dinero fiduciario. La gente acepta el dinero porque confía en que lo
podrá usar en otras transacciones.
2.15. Definiciones de dinero
Dinero es el conjunto de activos en una economía que las personas regularmente
usan para comprar bienes y servicios de otras personas. Dinero es cualquier
activo que puede ser fácilmente usado para adquirir bienes y servicios.
Dinero es todo medio de pago, comúnmente aceptado, a cambio de bines y
servicios, y en la liquidación de obligaciones o deudas.
Dinero. Patrón que sirve para medir y comprar o adquirir el valor de las
mercancías; es la unidad de cuenta que permite a las personas, empresas e
instituciones medir el resultado de sus actividades económicas y tomar decisiones
sobre la utilización de sus recursos e ingresos.
3. Formas de dinero
3.1. El dinero puede tener cuatro formas diferentes:
1. Dinero mercancía. Artículos que se usan como dinero y que también tienen
valor intrínseco para otro uso. La ventaja del dinero mercancía es que su valor
como dinero se conoce de inmediato, lo cual ofrece una garantía de valor
2. Papel moneda convertible. Título que circula como medio de pago y que
puede ser convertible generalmente por oro o plata.
3. Dinero fiduciario. Es una mercancía intrínseca sin valor (o casi sin valor),
que desempeña las funciones de dinero. Es la expresión institucional, social y
económica más desarrollada del valor, el cual se expresa en su forma de dinero.
4. Dinero pagaré. Préstamo que el prestatario promete reembolsar a la vista
con billetes y monedas en circulación. Al transferir de una persona a otra el
derecho de reembolso, ese préstamo puede usarse como dinero.

Podemos distinguir tres funciones principales del dinero: como moneda de cambio
para adquirir bienes y servicios, como unidad de cuenta para fijar precios, y como
un depósito de valor, que implica que el dinero puede guardarse para ser usado
posteriormente, lo que hace posible el ahorro.
1. Moneda de cambio
Es la compraventa de la moneda diferente a la propia para usar en el ámbito
geográfico donde se regula y emplea de forma similar a la propia.
Antes, la única posibilidad de realizar intercambios era el trueque. Si tenías papas
y necesitabas carne, tenías que encontrar a alguien que tuviera carne y quisiera
papas.
En la actualidad, los billetes y monedas sirven como medio de cambio: a través del
dinero obtienes un bien.
2. Unidad de cuenta
Es una medida estándar ampliamente adaptada para expresar el precio de los
viene o servicios, deudas y otras magnitudes económicas.
¿Cuánto cuesta hacer una mesa? Gracias al dinero, podemos calcular el costo de
cualquier actividad económica o negocio. Basta con sumar el precio de todo lo
necesario.
Una unidad de cuenta es la medida que expresa el valor de algún producto o
servicio. Cuando te dicen que los aguacates están a cuarenta pesos el kilo, esa es
su unidad.
Normalmente usamos las monedas nacionales (el peso), pero en algunas
ocasiones la unidad de cuenta puede ser mostrada en otra moneda, como dólares.
3. Depósito de valor
Es un producto de ahorro en el que el cliente entrega una cuantía concreta a una
entidad financiera durante un tiempo estipulado entre ambas partes. Pasado el
plazo, la entidad devuelve el dinero al cliente junto con la rentabilidad pactada.
Imagínate que trabajas mucho, no porque quieras gastar todo el dinero en ese
momento, si no para darle educación a tus hijos, o para tener una cómoda
jubilación. En este caso el dinero te sirve como depósito de valor, una forma de
acumular los beneficios de tu actividad hasta que quieras usarlos. También,
conocido como ahorro.

Entonces, ¿cuáles son las funciones del dinero?


• Facilitar las transacciones: Compras y ventas.
• Contabilizar cualquier proyecto: Cuánto cuesta.
• Almacenamiento de valor: Puedes usar tu dinero para crear un
“colchón” que te protegerá en el futuro si llegan malos momentos
4. CONCLUSIÓN
Los tecnológicos siguen avanzando inmensos beneficios para la economía y
también puede perjudicar a determinados grupos y regiones cada actividad son el
consumo, producción, y la distribución de bienes y servicios para satisfacer las
necesidades humanas.

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