Guía de Estudio. La Imputabilidad y La Culpabilidad: Profesora Kitzialuz Martínezgarnelo y Calvo

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Guía de estudio.

La Imputabilidad y la
Culpabilidad
Profesora Kitzialuz Martínezgarnelo y Calvo

Bloque V. La Imputabilidad y la Culpabilidad 2


Concepto y elementos de la imputabilidad. 2
La acción liberae in causa. 2
La inimputabilidad 2
Doctrinas sobre la naturaleza jurídica de la culpabilidad. 4
Dolo, culpa y preterintencionalidad. 5
Referencias 9
Bloque V. La Imputabilidad y la Culpabilidad

Concepto y elementos de la imputabilidad.


La imputabilidad es la capacidad de entender y querer en el campo del derecho
penal. Implica salud mental, aptitud psíquica de actuar en el ámbito penal,
precisamente en el momento de cometer el delito. Por otra parte, el sujeto primero
tiene que ser imputable para luego ser culpable; no puede haber culpabilidad si
antes no se es imputable. A esto se refiere, entre otras cosas, el tema de la prelación
lógica de los elementos del delito.

Es imputable quien goza de salud mental, no se encuentra afectado por sustancias


que alteren su comprensión y tiene la edad que la ley señala para considerar a las
personas con capacidad mental para ser responsables de delito; en los Estados de
la República Mexicana, en la Ciudad de México y en materia federal, es a partir de
los 18 años, pues así lo establece el art. 18, párrafo 4o, de la CPEUM.

La acción liberae in causa.


Las acciones liberae in causa son aquellas libres en su causa y consisten en que el
sujeto, antes de cometer el delito, realiza actos de manera voluntaria o culposa que
lo colocan en un estado en el cual no es imputable y comete un acto criminal. Por
tanto, la ley lo considera responsable del delito; por ejemplo, quien bebe
inmoderamente y después lesiona o mata, en el momento del ilícito no es imputable,
pero antes sí. Se llaman de este modo porque son acciones libres en cuanto a su
causa, pero determinadas en lo referente a su efecto. A ellas se refieren los arts.
15, fracc. VII, del CPF, y 29, fracc. VII, del CPDF.

La inimputabilidad
La inimputabilidad es el aspecto negativo de la imputabilidad y consiste en la
ausencia de capacidad para querer y entender en el ámbito del derecho penal.

Causas

Concretamente, las causas de inimputabilidad son las siguientes: trastorno mental,


desarrollo intelectual retardado, miedo grave y minoría de edad.

❖ Trastorno mental. El trastorno mental incluye cualquier alteración o mal


funcionamiento de las facultades psíquicas, siempre que impidan al agente
comprender el carácter ilícito del hecho o conducirse acorde con esa
comprensión. Puede ser transitorio o permanente, por ingestión de alguna
sustancia nociva o por un proceso patológico interno. Sólo se excluye el caso
en que el propio sujeto haya provocado esa incapacidad, ya sea intencional
o culposamente. En la legislación penal mexicana, la fracc. VII del art. 15 del
CPF señala:

Al momento de realizar el hecho típico, el agente no tenga la capacidad de


comprender el carácter ilícito de aquél o de conducirse de acuerdo con esa
comprensión, en virtud de padecer trastorno mental o desarrollo intelectual
retardado, a no ser que el agente hubiere preordenado su trastorno mental
dolosa o culposamente, en cuyo caso responderá por el resultado típico
siempre y cuando lo haya previsto o le fuere previsible.

El art. 29, fracc. VII, del CPDF, hace referencia a esta hipótesis.

❖ Desarrollo intelectual retardado. El desarrollo intelectual retardado es un


proceso tardío de la inteligencia, que provoca incapacidad para entender y
querer. La sordomudez será causa de inimputabilidad sólo si el sujeto carece
de capacidad para entender y querer.

❖ Miedo grave. Previsto, antes de las reformas del 10 de enero de 1994, en la


fracc. VI del art. 15 del código penal vigente entonces, el miedo grave es un
proceso psicológico mediante el cual el sujeto cree estar ante un mal
inminente y grave. Es de naturaleza interna, a diferencia del temor fundado,
que tiene su origen en una situación externa; por tanto, el temor fundado es
causa de inculpabilidad. Actualmente se desprende del art. 29, fracc. VII, del
CPDF.

❖ Minoría de edad. Se considera que los menores de edad carecen de madurez


y, por tanto, de capacidad para entender y querer.

De lo anterior se colige que el menor no comete delitos, sino infracciones a


la ley. El problema es determinar una edad para ser imputable, considerando
que no todos los jóvenes adquieren la capacidad para delinquir o no, a la
misma edad. Ello depende en cada caso concreto de una multiplicidad de
factores, tanto internos como externos.

Antes cada entidad federativa establecía la edad para ser imputable, por lo
que había Estados en los que la imputabilidad se daba a los 15 o 16 años,
mientras que en la mayoría, a los 18.
Los menores de edad quedan al margen de la ley penal, de manera que a
ellos es aplicable una medida de seguridad, en vez de una pena; se les
recluye en el Consejo para Menores, en lugar de enviárseles a una cárcel.

Doctrinas sobre la naturaleza jurídica de la culpabilidad.


Ya se dijo que el delito es una conducta que debe ser típica y antijurídica; aquí se
estudiará el otro elemento necesario para que el delito se integre en su totalidad: la
culpabilidad.

Noción

La culpabilidad es la relación directa que existe entre la voluntad y el conocimiento


del hecho con la conducta realizada, la cual provocará un juicio de reproche por
parte del Estado.

Para Vela Treviño, “la culpabilidad es el elemento subjetivo del delito y el eslabón
que asocia lo material del acontecimiento típico y antijurídico con la subjetividad del
autor de la conducta”.

Para Luis Jiménez de Asúa, culpabilidad es “el conjunto de presupuestos que


fundamentan la reprochabilidad personal de la conducta antijurídica”.

Se debe insistir en que, para ser culpable, antes hay que ser imputable.

Naturaleza

Para precisar la naturaleza de la culpabilidad existen dos teorías: la psicológica y la


normativa

❖ Teoría psicológica. Funda la culpabilidad en el aspecto psicológico del sujeto


activo. El adecuado análisis de la culpabilidad presupone el del sujeto por
cuanto hace al elemento volitivo.

❖ Teoría normativa. Según esta teoría, la base de la culpabilidad radica en la


imperatividad de la ley, dirigida a quienes tienen capacidad para obrar
conforme a la norma, a fin de que se pueda emitir el juicio de reproche.
En virtud de que la imputabilidad es presupuesto de la culpabilidad, esta teoría
excluye a los inimputables. El art. 8o. del CPDF prevé dos posibilidades de
reproche: dolo y culpa (la preterintención subsiste en algunas legislaciones locales).

Dolo, culpa y preterintencionalidad.


El CPDF establece en su art. 18:

Artículo 18 (Dolo y culpa). Las acciones u omisiones delictivas solamente pueden


realizarse dolosa o culposamente.

Obra dolosamente el que, conociendo los elementos objetivos del hecho típico de
que se trate, o previendo como posible el resultado típico, quiere o acepta su
realización.

Obra culposamente el que produce el resultado típico, que no previó siendo pre-
visible o previó confiando en que no se produciría, en virtud de la violación de un
deber de cuidado que objetivamente era necesario observar.

El art. 19 señala:

Artículo 19 (Principio de numerus clausus para la punibilidad de los delitos


culposos). Los delitos culposos solamente serán punibles en los casos
expresamente determinados por la ley.

Dolo

El dolo consiste en causar intencionalmente el resultado típico, con conocimiento y


conciencia de la antijuridicidad del hecho. También se conoce como delito
internacional o doloso.

Elementos. Los elementos del dolo son dos: ético, que consiste en saber que se
infringe la norma, y volitivo, que es la voluntad de realizar la conducta antijurídica.

Un enfermo mental no puede ser culpable, por carecer de imputabilidad.

Clases de Dolo. Fundamentalmente, el dolo puede ser directo, indirecto o eventual,


genérico, específico e indeterminado.

❖ Directo. El sujeto activo tiene intención de causar un daño determinado y lo


hace, de manera que existe identidad entre la intención y el resultado típico;
por ejemplo, el agente desea violar y lo hace. Hay dolo directo cuando la
voluntad va encaminada en forma directa hacia el resultado.

❖ Indirecto o eventual. El sujeto desea un resultado típico, a sabiendas de


que hay posibilidades de que surjan otros diferentes; por ejemplo, alguien
quiere lesionar a un comensal determinado, para lo cual coloca una sustancia
venenosa en la sal de mesa, sabiendo que podrían resultar afectados otros
sujetos.

❖ Genérico. Es la intención de causar un daño o afectación, o sea, la voluntad


consciente encaminada a producir el delito. Hay penalistas que niegan la
existencia de este dolo.

❖ Específico. Es la intención de causar un daño con una especial voluntad que


la propia norma exige en cada caso, de modo que deberá ser objeto de
prueba. Jiménez de Asúa critica esta denominación y considera más
apropiada la de dolo con intención ulterior. Para ejemplificar el dolo genérico
y el específico, puede servir el caso de homicidio en razón del parentesco o
relación: existe un dolo de querer matar y un dolo específico de querer matar
al ascendiente, descendiente, cónyuge, etc. En lo personal, opino que en
esta hipótesis el dolo específico absorbe al genérico.

❖ Indeterminado. Consiste en la intención de delinquir de manera imprecisa,


sin que el agente desee causar un delito determinado; por ejemplo, colocar
una bomba para protestar por alguna situación de índole política: el sujeto
sabe que causará uno o más daños, pero no tiene intención de infligir alguno
en particular.

Cabe insistir en que el dolo es un proceso psicológico, que se traduce en la intención


de querer un resultado típico.

Culpa

La culpa es el segundo grado de culpabilidad y ocurre cuando se causa un resultado


típico sin intención de producirlo, pero se ocasiona por imprudencia o falta de
cuidado o de precaución, cuando pudo ser previsible y evitable. La doctrina le llama
delito culposo, imprudencial o no intencional.

Ignacio Villalobos sostiene que hay culpa cuando obra de tal manera que, por su
negligencia, su imprudencia, su falta de atención, de reflexión, de pericia, de
precauciones o de cuidados necesarios, se produce una situación antijurídica no
querida directamente ni consentida por su voluntad, pero que el agente previó o
pudo prever y cuya realización era evitable por él mismo.

Elementos. Los elementos de la culpa son las partes esenciales de que se integra:

❖ Conducta (acción u omisión).

❖ Carencia de cuidado, cautela o precaución que exigen las leyes.

❖ Resultado previsible y evitable. Tipificación del resultado. Nexo o relación de


causalidad.

Cada elemento de la culpa se explica por sí mismo, de modo que no se detallarán,
por ser entendibles.

Clases

❖ Consciente. También llamada con previsión o con representación, existe


cuando el activo prevé como posible el resultado típico, pero no lo quiere y
tiene la esperanza de que no se producirá.

❖ Inconsciente. Conocida como culpa sin previsión o sin representación, existe


cuando el agente no prevé el resultado típico; así, realiza la conducta sin
pensar que puede ocurrir el resultado típico y sin prever lo previsible y
evitable. Dicha culpa puede ser lata, leve y levísima:

➢ Lata. En esta culpa hay mayor posibilidad de prever el daño. Leve.


Existe menor posibilidad que en la anterior.

➢ Levísima. La posibilidad de prever el daño es considerablemente


menor que en las dos anteriores.

Punibilidad en los delitos culposos. Las reglas para punir estos delitos están
previstas en los arts. 60, 61 y 62 del CPF, y 76 y 77 del CPDF.

Preterintención

Este tercer grado de culpabilidad, como ya se ha anotado, fue suprimido en las


reformas del 10 de enero de 1994 del código penal aplicable entonces para el
Distrito Federal y de fuero federal.
Algunos autores como Jiménez Huerta llaman a la preterintención también
ultraintención, la cual consiste en producir un resultado de mayor gravedad que el
deseado. Existe intención de causar un daño menor, pero se produce otro de mayor
entidad, por actuar con imprudencia.

El tercer párrafo del art. 9o. del anterior código penal establecía: “Obra preter-
intencionalmente el que causa un resultado típico mayor al querido o aceptado, si
aquél se produce por imprudencia.”

En cada código penal local se establece la noción del delito preterintencional; sin
embargo, hay que aclarar que no todas las legislaciones penales estatales lo
contemplan.

Elementos. En el delito preterintencional se encuentran los elementos siguientes:

❖ Intención o dolo. De causar un resultado típico; de manera que el sujeto sólo


desea lesionar.

❖ Imprudencia en la conducta. Por no prever ni tener cuidado; la acción para


lesionar ocasiona un resultado distinto.

❖ Resultado mayor que el querido. La consecuencia del actuar imprudente


ocasiona la muerte, de modo que se produce un homicidio preterintencional.

Punibilidad. La fracc. VI del art. 60 del código anterior, ya derogada, señalaba: “En
caso de preterintencionalidad, el juez podrá reducir la pena hasta una cuarta parte
de la aplicable, si el delito fuera intencional.”

Justificación de la punibilidad. Se cuestiona por qué si en los delitos culposos


(imprudenciales) el agente no tiene intención de causar un daño o afectación a un
bien jurídico, existe una pena. La respuesta es que el sujeto deja de tener la cautela
o precauciones exigidas para evitar una consecuencia dañosa a otros.

Por ello se sanciona al responsable del delito aunque no haya intención delictuosa,
pero es reprochable su falta de previsión y cuidado; por otra parte, se protege a la
sociedad, que quedaría en estado de abandono jurídico si no se castigaran los
delitos culposos.
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