Los 12 Ejercicios Del Estoicismo
Los 12 Ejercicios Del Estoicismo
Los 12 Ejercicios Del Estoicismo
¿Qué sentido tiene emplear energía en algo en lo que realmente no podemos hacer
nada?
“A los agentes se les impide emprender ningún intento directo para hacer (o ser)
algo que es imposible desde el punto de vista lógico, teórico o práctico”
-Larry Becker, el <<axioma de la futilidad>>
2. Nada es eterno
Héroes del Silencio decía en una de sus canciones: “Para siempre, no hay nada para
siempre”…
…y en el 99,9% de los casos, efectivamente, así es. Piensa en la relación de amistad
con tu mejor amigo o amiga. Valórala, pero piensa que también puede acabar, y no
hay nada malo en ello… el río seguirá su curso.
Cuando beses a tu madre, a tu tio, a tu abuelo, piensa: “Estoy besando a un mortal”
Empieza por las cosas pequeñas, especialmente las materiales. Coge tu disco
favorito, ese que sacaron con el primer single, el mismo firmado por tu cantante
favorito. Cógelo y dí: “si se cae, puede romperse” o “si lo escucho muchas veces,
puede rayarse y dejar de oírse bien”. Es un objeto, trátalo como tal y dale la
importancia justa que tiene.
Este tal vez es uno de los ejercicios estoicos más criticados por muchos puesto que
tiende a malinterpretarse y no tanto por las pertenencias materiales sino en
referencia a las personas allegadas.
El estoicismo es una filosofía basada en el amor y muchas veces se piensa que es
insensible ante los seres humanos. Y nada más lejos de la realidad…
El primer factor a tener en cuenta es el contexto. Hoy en día vivimos en un sistema
(me limito a hablar del continente Europeo) en el que existen multitud de garantías a
nivel social. La comida, agua, techo y medicinas o tratamientos son accesibles a la
gran mayoría. Hace más de 2300 años, la muerte era común y no sólo por las guerras
o el exceso de violencia también por las enfermedades y la falta de comida. La
esperanza de vida era corta y perder seres queridos a una edad temprana (lo que
consideramos a día de hoy prematura) era el pan de cada día.
La clara intención de esta práctica es recordar constantemente lo preciados que son
nuestros seres queridos. ¿Cuántas veces nos habremos arrepentido de no decir un te
quiero o besar a un familiar?
La idea es disfrutar de lo que tenemos hoy ya que mañana no sabemos si podremos
seguir disfrutándolo.
3. Ponerse en situación
Recuerda el típico hecho (al menos, de hace unos meses, antes de la pandemia) de
decidir ir a un centro comercial un sábado para ver una película en el cine.
Antes de coger el coche, ten en mente lo que el plan implica. Ponerse en situación
evitará emociones que nos arruinen el día. Ser conscientes de que es fin de semana,
de que con total seguridad tu y otras 300 familias hayan pensado en que tu plan era
buena idea ese mismo día y a esa misma hora tal vez evite más de un cabreo a la
hora de buscar parking, de hacer cola a la hora de recoger las entradas o de aguantar
al niño maleducado de turno que grita mientras se proyecta el film. Además de
querer ver una película, debemos estar en línea con la naturaleza, por lo tanto, eso es
lo que hemos escogido y eso es lo que experimentamos en consecuencia.
Él define el estoicismo como una filosofía de vida, como también lo son el budismo,
el taoísmo o las religiones, descritas por él también como filosofías de vida puesto
que estas comparten los dos pilares básicos de toda filosofía: la metafísica y la ética.
La metafísica no es más que el cuestionamiento de cómo funciona el mundo y la
ética es la encargada de dictar cómo te comportas en él. La base entonces radica en
conocer cómo funciona el mundo para realizar acciones acordes que comulguen con
éste.
Al final, el estoicismo puede verse como una alternativa a la hora de orientarse en la
vida y él ha encontrado una filosofía racional abierta a la revisión, eminentemente
práctica.