Biodiversidad (Investigación)

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Biodiversidad

La biodiversidad, o diversidad biológica, Alberga la amplia variedad de seres vivos que


habitan el planeta Tierra y sus patrones naturales tras miles de millones de años de
evolución. La biodiversidad es por tanto el término que incluye las especies vivas que
suministran el sistema de soporte vital de la Tierra; una agrupación de plantas, animales,
insectos y peces componen los ecosistemas que nos proporcionan comida, agua limpia, aire
y energía.
Sin embargo, sus patrones son ahora también resultado de la influencia creciente de la
actividad del ser humano, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica.
Nuestro aumento de población, nuestro modelo de consumo y la transformación de los
hábitats naturales está desembocando en una crisis de extinción a la que los científicos
llaman la sexta gran extinción.
El 19 de diciembre de 2022, en una reunión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre
Biodiversidad de Montreal (Canadá), bajo el nombre COP15, 196 países (entre los que no
estaba Estados Unidos) firmaron un acuerdo internacional para proteger la biodiversidad
del planeta. Los países firmantes se comprometieron a conservar el 30 por ciento de su
territorio terrestre y el 30 por ciento de sus mares.
Según Naciones Unidas, en el último siglo han desaparecido tantas especies como las que
se habrían extinguido en 10 000 años si se asume un escenario normal. Además, el 25 por
ciento de las especies evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza se encuentran en peligro de extinción.

Permitiéndonos resolver cuándo y cómo se originaron los hotspots de biodiversidad


marina”, celebra la investigadora del ICM-CSIC Carmen García-Comas, coordinadora del
estudio.
¿Existen límites para la biodiversidad?
Si existe o no un límite a la diversidad global que puede soportar la Tierra es algo que lleva
años sobre la mesa, un debate científico al que este estudio también arroja luz.

La teoría ecológica afirma que, a medida que aumenta la diversidad y se intensifican las
interacciones biológicas, como la competencia, el proceso de diversificación se ralentiza
hasta detenerse. En este punto, la aparición y el establecimiento de una nueva especie
provocará inevitablemente la extinción de una especie antigua.
Sin embargo, algunos científicos han argumentado que los ecosistemas de la Tierra son tan
heterogéneos que siempre habrá espacio para más especies.
“Nuestros resultados concilian ambos puntos de vista. Mientras que la mayor parte de los
océanos presentan niveles de diversidad muy inferiores a su máximo, las regiones que
albergan hotspots de biodiversidad podrían estar cerca de su límite”, destaca Cermeño.
Para la elaboración del trabajo, el equipo científico ha empleado una herramienta de
modelización que rastrea los movimientos de los continentes y el fondo marino a lo largo
de millones de años.
Hotspots de biodiversidad
Aunque las regiones tropicales cubren solo el 40 por ciento de la superficie terrestre,
albergan el 91 por ciento de todas las aves terrestres y el 80 por ciento de las especies del
mundo. Los arrecifes de coral, que cubren solo una décima parte del uno por ciento de la
superficie oceánica, proporcionan recursos pesqueros y protección costera a 200 millones
de personas. La humedad de los bosques tropicales y las sabanas sustentan las
precipitaciones en algunas de las regiones agrícolas más importantes del mundo.
En 2010, mucho antes de que el mundo moderno viviera una pandemia mundial y
numerosos desastres naturales cada vez más virulentos y comunes debido a los cambios del
clima y el calentamiento global, los miembros de Naciones Unidas ya elaboraron un primer
acuerdo para frenar la pérdida de biodiversidad. Aunque la humanidad ha fracasado
estrepitosamente, no todo está perdido.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (CBD, por sus siglas en
inglés) fijó 20 objetivos para detener la ola de la pérdida de biodiversidad. En 2020, la
publicación de un importante informe, alertó de que ningún Gobierno del mundo había
estado a la altura de la situación. Ninguna de las 20 metas se ha cumplido por completo y
solo seis se han cumplido parcialmente.

(Relacionado: Un informe de la ONU revela que se no se han cumplido los objetivos de


biodiversidad de la última década)
Otro informe histórico de la Plataforma Intergubernamental Científica sobre Diversidad
Biológica y Servicios de los Ecosistemas del año pasado advirtió que un millón de los casi
nueve millones de plantas y animales estimados corren el riesgo de extinguirse en los
próximos años debido a la destrucción de hábitat, la contaminación, la sobreexplotación, la
propagación de especies invasoras en todo el mundo y, cada vez más, el cambio climático.

Proteger un 30 por ciento para 2030


Poner fin a la caída en picado de la biodiversidad pasa por soluciones grandes y pequeñas,
pero todas ellas urgentes. Con este objetivo arrancó el programa Pristine Seas, del
Explorador Residente de National Geographic, Enric Sala. “La vida en los océanos ha ido
disminuyendo en todo el mundo debido a la sobrepesca, la destrucción del hábitat y el
cambio climático.

Sin embargo, solo el 7 por ciento del océano está actualmente bajo algún tipo de
protección”, afirma. “La ciencia nos ha demostrado que necesitamos proteger al menos el
30 por ciento de los océanos del mundo para 2030, con el fin de restaurar la vida marina,
aumentar nuestro suministro de pescado y reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero”, afirma Sala.

A día de hoy, Pristine Seas se encuentra tras el 80 por ciento de los océanos protegidos del
planeta, convirtiéndose en uno de los mayores impulsores de la conservación de la
biodiversidad de los océanos de todo el planeta e inspirando a la acción a muchos países y
gobiernos alrededor del mundo.

Término «biodiversidad» refleja la cantidad, la variedad y la variabilidad de los organismos


vivos. Incluye la diversidad dentro de las especies, entre especies y entre ecosistemas. El
concepto también abarca la manera en que esta diversidad cambia de un lugar a otro y con
el paso del tiempo. Indicadores como el número de especies de un área determinada pueden
ayudar a realizar un seguimiento de determinados aspectos de la biodiversidad. La
biodiversidad se encuentra en todas partes, tanto en tierra como en el agua. Incluye a todos
los organismos, desde las bacterias microscópicas hasta las más complejas plantas y
animales. Los inventarios actuales de especies, aunque son útiles, siguen estando
incompletos y no bastan para formarse una idea precisa de la amplitud y la distribución de
todos los componentes de la biodiversidad. Se pueden hacer cálculos aproximados del
ritmo de extinción de las especies, basados en el conocimiento actual sobre la evolución de
la biodiversidad en el tiempo. Los servicios de los ecosistemas son los beneficios que las
personas obtienen de los ecosistemas. La biodiversidad desempeña un papel importante en
el funcionamiento de los ecosistemas y en los numerosos servicios que proporcionan. Entre
estos, se encuentran el ciclo de nutrientes y el ciclo del agua, la formación y retención del
suelo, la resistencia a las especies invasoras, la polinización de las plantas, la regulación del
clima, el control de las plagas y la contaminación. En el caso de los servicios de los
ecosistemas, lo que importa es no sólo el número de especies presentes sino también qué
especies son abundantes.
Especialmente la sobrepesca, han sido los principales factores desencadenantes de la
pérdida de biodiversidad en los sistemas marinos.

En términos generales, los principales factores que desencadenan la pérdida de


biodiversidad son: la modificación del hábitat (por ejemplo la fragmentación de los
bosques), la introducción y propagación de especies exóticas invasoras fuera de su área de
distribución habitual, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación,
especialmente la provocada por el abuso de los fertilizantes, que se traduce en un exceso de
nutrientes en los suelos y el agua.

Los recientes cambios climáticos han tenido ya repercusiones importantes sobre la


biodiversidad y los ecosistemas de algunas regiones. A medida que el cambio climático se
intensifique, los efectos negativos sobre los servicios de los ecosistemas superarán en
muchas partes del mundo a los beneficios que se puedan derivar (por ejemplo, una
temporada de cultivo más larga). Se prevé que el cambio climático aumente el riesgo de
extinción de especies, inundaciones, sequías, reducción de las poblaciones y epidemias.
Muchos de los generadores de cambio que afectan a la biodiversidad tienen en la actualidad
una influencia mayor a la que tuvieron en el pasado y además se dan simultáneamente.

Las múltiples amenazas podrían tener efectos drásticos e inesperados sobre la


biodiversidad, ya que la exposición a una amenaza con frecuencia hace que una especie sea
más vulnerable a otras amenazas. Los factores que contribuyen a la extinción pueden ser de
ámbito tanto local como mundial y tener efectos inmediatos o a largo plazo. Por ejemplo, la
extinción a causa de la pérdida de hábitat puede ser rápida para algunas especies y durar
cientos de años para otras.

Qué factores contribuyen a la pérdida de biodiversidad?


La biodiversidad está disminuyendo a gran velocidad a causa de factores como los cambios
en el uso del suelo, el cambio climático, las especies invasoras, la sobreexplotación y la
contaminación. Estos factores, naturales o provocados por el hombre, se conocen como
generadores de cambio y tienden a interactuar y potenciarse mutuamente. Aunque los
cambios en la biodiversidad están vinculados de forma más evidente a generadores de
cambio directos como la pérdida de hábitat, también están relacionados con generadores
indirectos que son la causa de muchos de los cambios en los ecosistemas. Los principales
generadores de cambio indirectos son la evolución de la población humana, la actividad
económica, la tecnología y los factores sociopolíticos y culturales.

En los últimos 50 años diferentes generadores de cambio directos han tenido una
importancia decisiva en diferentes ecosistemas. Por ejemplo, en los ecosistemas terrestres,
los cambios en la cobertura de la tierra han sido el generador de cambio más importante,
por ejemplo, la transformación del bosque para usos agrícolas. Sin embargo, la pesca, y
especialmente la sobrepesca, han sido los principales factores desencadenantes de la
pérdida de biodiversidad en los sistemas marinos.

En términos generales, los principales factores que desencadenan la pérdida de


biodiversidad son: la modificación del hábitat (por ejemplo la fragmentación de los
bosques), la introducción y propagación de especies exóticas invasoras fuera de su área de
distribución habitual, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación,
especialmente la provocada por el abuso de los fertilizantes, que se traduce en un exceso de
nutrientes en los suelos y el agua.

Los recientes cambios climáticos han tenido ya repercusiones importantes sobre la


biodiversidad y los ecosistemas de algunas regiones. A medida que el cambio climático se
intensifique, los efectos negativos sobre los servicios de los ecosistemas superarán en
muchas partes del mundo a los beneficios que se puedan derivar (por ejemplo, una
temporada de cultivo más larga). Se prevé que el cambio climático aumente el riesgo de
extinción de especies, inundaciones, sequías, reducción de las poblaciones y epidemias.
Muchos de los generadores de cambio que afectan a la biodiversidad tienen en la actualidad
una influencia mayor a la que tuvieron en el pasado y además se dan simultáneamente.

Las múltiples amenazas podrían tener efectos drásticos e inesperados sobre la


biodiversidad, ya que la exposición a una amenaza con frecuencia hace que una especie sea
más vulnerable a otras amenazas. Los factores que contribuyen a la extinción pueden ser de
ámbito tanto local como mundial y tener efectos inmediatos o a largo plazo. Por ejemplo, la
extinción a causa de la pérdida de hábitat puede ser rápida para algunas especies y durar
cientos de años para otras.
¿Qué medidas se pueden adoptar para conservar la biodiversidad?
Informar al conjunto de la sociedad sobre los beneficios que se derivan de la conservación
de la biodiversidad y plantear abiertamente y con visión de conjunto las contrapartidas que
surgen al favorecer unas opciones en detrimento de otras, contribuye a optimizar los
beneficios para la sociedad. Recuperar un ecosistema es, por lo general, mucho más costoso
que proteger el ecosistema original, aunque está adquiriendo una importancia creciente a
medida que aumenta el número de áreas degradadas.

La biodiversidad debe tenerse en cuenta en la agricultura, la pesca y la silvicultura para


lograr su conservación. Estos sectores dependen directamente de la biodiversidad e influyen
directamente en ésta. El sector privado puede contribuir de manera significativa; por
ejemplo, incorporando determinadas prácticas agrícolas. Muchas empresas muestran en la
actualidad una mayor responsabilidad corporativa y preparan sus propios planes de
actuación en materia de biodiversidad.

Es imprescindible contar a todos los niveles con organismos sólidos que contribuyan a la
conservación de la biodiversidad y al uso sostenible de los ecosistemas. Los acuerdos
internacionales deben prever medidas para asegurar su cumplimiento y tener en cuenta los
impactos sobre la biodiversidad y las posibles sinergias con otros acuerdos. La mayor parte
de las medidas directas para detener o frenar la pérdida de biodiversidad deben tomarse a
nivel local o nacional. Las leyes y políticas adecuadas desarrolladas por las
administraciones centrales pueden habilitar a las administraciones locales para que
incentiven la gestión sostenible de los recursos.

Los instrumentos financieros, como el pago directo por los servicios de los ecosistemas o la
transmisión de la propiedad a particulares, pueden suponer un incentivo económico a la
conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los servicios de los ecosistemas.
La prevención y la intervención temprana se han revelado como los métodos más eficaces y
rentables a la hora de enfrentarse a las especies invasoras. Una vez se ha introducido una
especie invasora resulta sumamente difícil y costoso combatirla y, sobre todo, erradicarla,
ya sea mediante productos químicos o introduciendo otras especies (soluciones que no
siempre dan resultado).
Es necesario enfrentarse a los generadores directos e indirectos desencadenantes de la
pérdida de biodiversidad para una mejor protección de la biodiversidad y de los servicios de
los ecosistemas. Las posibles medidas pueden consistir en eliminar subvenciones
perjudiciales, fomentar una agricultura intensiva sostenible, adaptarse al cambio climático,
frenar el aumento del nivel de nutrientes en el agua y los suelos, evaluar el valor económico
total de los servicios de los ecosistemas y hacer más transparentes los procesos de toma de
decisiones.

Los espacios protegidos son un aspecto clave de los programas de conservación, pero no
bastan por sí mismos para proteger la biodiversidad en toda su extensión, y no siempre se
respetan. Para obtener resultados, es necesario escoger cuidadosamente el emplazamiento
de los espacios protegidos, asegurándose de que todos los ecosistemas de la zona tengan
una representación adecuada
Biodiversidad en México
Grupo de países megadiversos lo integran además Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Congo,
Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia.
Con casi el 70% de la variedad de plantas y animales del mundo, México es no solo por
eso, sino por mucho más, quinto entre los 12 países megadiversos del mundo, y junto con
dos naciones posicionadas en ese selecto grupo, comparte el privilegio de contar con
litorales en dos océanos, el Pacífico y el Atlántico.
La geografía posiciona
Distintos factores convergen para que el capital natural de México sea tan vasto y generoso:
una extensión territorial de 1,972,550 km2 que lo coloca en el sitio 14 entre los países con
mayor superficie; su posición geográfica entre los 32º y los 14º Norte del Trópico de
Cáncer, franja que abarca desde Baja California hasta Chiapas, donde existe la mayor
diversidad de especies.
Se agrega la compleja orografía del territorio nacional que le confiere una diversidad de
ambientes, suelos y climas, y también los mares y océanos que lo circundan.
Más aún: en la historia evolutiva la separación entre tierra continental y suelo hizo de las
islas espacios propicios para la generación de flora y fauna únicas que corresponden a las
que estuvieron aisladas en dos continentes: Norteamérica y Sudamérica que son, por tanto,
zonas de contacto entre la neoártica y la neotropical.
Otra veta relevante de la biodiversidad es la presencia de diferentes grupos humanos y sus
66 lenguas y variantes, culturas que han convertido a México en uno de los principales
centros de domesticación de plantas y animales del mundo.

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México, biodiversidad que asombra
Abundancia de especies, recursos genéticos y ecosistemas marinos y terrestres le dan el
quinto sitio entre 12 naciones privilegiadas
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales | 17 de mayo de 2018
El grupo de países megadiversos lo integran además Colombia, Ecuador, Perú, Brasil,
Congo, Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia.
El grupo de países megadiversos lo integran además Colombia, Ecuador, Perú, Brasil,
Congo, Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia.
Con casi el 70% de la variedad de plantas y animales del mundo, México es no solo por
eso, sino por mucho más, quinto entre los 12 países megadiversos del mundo, y junto con
dos naciones posicionadas en ese selecto grupo, comparte el privilegio de contar con
litorales en dos océanos, el Pacífico y el Atlántico.
El grupo de países megadiversos lo integran además Colombia, Ecuador, Perú, Brasil,
Congo, Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia.
Expertos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad
(CONABIO) refieren que en nuestro país se han clasificado a la fecha entre 21,073 y
23,424 plantas vasculares; 564 mamíferos; entre 1,123 y 1,150 aves; 864 reptiles y 376
anfibios, además de hongos, microorganismos y diversidad genética.

La geografía posiciona
Distintos factores convergen para que el capital natural de México sea tan vasto y generoso:
una extensión territorial de 1,972,550 km2 que lo coloca en el sitio 14 entre los países con
mayor superficie; su posición geográfica entre los 32º y los 14º Norte del Trópico de
Cáncer, franja que abarca desde Baja California hasta Chiapas, donde existe la mayor
diversidad de especies.
Se agrega la compleja orografía del territorio nacional que le confiere una diversidad de
ambientes, suelos y climas, y también los mares y océanos que lo circundan.
Más aún: en la historia evolutiva la separación entre tierra continental y suelo hizo de las
islas espacios propicios para la generación de flora y fauna únicas que corresponden a las
que estuvieron aisladas en dos continentes: Norteamérica y Sudamérica que son, por tanto,
zonas de contacto entre la neoártica y la neotropical.
Otra veta relevante de la biodiversidad es la presencia de diferentes grupos humanos y sus
66 lenguas y variantes, culturas que han convertido a México en uno de los principales
centros de domesticación de plantas y animales del mundo.
Ante tanta prodigalidad que pocas regiones del mundo comparten y los desafíos que esa
condición les generan, México llamó en febrero de 2002 a celebrar en Cancún, Quintana
Roo, la Reunión Ministerial de Países Megadiversos, a la que asistieron representantes de
Brasil, China, Costa Rica, Colombia, Ecuador, India, Indonesia, Kenia, México, Perú,
Sudáfrica y Venezuela. Pronto se sumaron Bolivia, Malasia y Filipinas, y el GPMA se
acercaba al 70% de la biodiversidad del planeta. Y en 2010, durante la Décima Conferencia
de las Partes (COP) del CBD, en Nagoya, Japón, se adhirieron Guatemala e Irán
En la reunión de Cancún se abordaron los temas de uso de los recursos genéticos y de
distribución justa y equitativa de sus beneficios, pendientes en la agenda global ambiental
desde la entrada en vigor del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB/ 29-XII-93),
que hoy suma 193 partes y tiene sede en Montreal, Canadá.
Este tratado, jurídicamente vinculante, no solo cubre la diversidad biológica en los
ecosistemas, especies y recursos genéticos, sino aborda también la biotecnología, a través
del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología.
El CDB acomete también todos los posibles ámbitos directa o indirectamente relacionados
con la diversidad biológica y su papel en el desarrollo sostenible: la ciencia, la política, la
educación, la agricultura, el comercio, la cultura y mucho más.
Al lanzar la Declaración de Cancún en 2002 se estableció el Grupo de Países Megadiversos
Afines como un mecanismo de consulta y cooperación para la identificación de intereses
comunes, con el fin de promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad
biológica.
Este grupo busca lograr un posicionamiento en temas relativos al acceso y reparto de
beneficios de los recursos genéticos, con base en tres ejes: conservación de la
biodiversidad, uso sostenible de sus componentes y participación justa y equitativa en los
beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, todo lo cual busca lograr un
futuro sostenible.

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