Resumen Teoria 1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

¿PUEDEN LOS LEGOS EJERER EL PSICOANALISIS?

Teórico

Freud desarrolla este texto dialogando con alguien que él pone en lugar de juez
imparcial que afirma que lo legos no pueden ejercer el Psicoanálisis por ignorancia.
Para dar cuenta de que éste está equivocado, Freud postula que debe conformarse con
lo que pueda responder ya que el Psicoanálisis no admite la participación de terceros.
Si los admitiese, sin tener experiencia, el juez, dado a la irregularidad del tratamiento,
nunca obtendría una impresión significativa, por lo que se aburriría.

Suceden distintos tipos de fenómenos que causan malestar a las personas (por ejemplo,
que un brillante pianista no pueda tocar el piano en eventos importantes). Frente a
tales cosas, acuden al Médico. Pero obtienen alivios pasajeros o ni siquiera eso. Es así
que acuden al analista al enterarse que éste se especializa en esos problemas por los
cuales asistieron al Médico.

El modo de aplicar el análisis es sin instrumentos ni medicamentos. El analista hace ir


al paciente con él, lo hace hablar, lo escucha, luego habla él y se hace escuchar. Se le
pide al paciente que sea totalmente sincero y que no se reserve nada que le pase por la
mente, dado que hay muchas cosas que cualquier persona prefiere no decir, aunque, a
pesar de todo, afloran de alguna forma, como si en su interior hubiera otro que pudiera
contraponerse a su sí-mismo. Este método se justifica porque Freud sostiene que la
palabra es un poderoso instrumento: es el medio por el cual se dan a conocer y se
influyen, para bien o para mal, unos a otros.

Dado que sólo usan las palabras, el tratamiento analítico sería un ensalmo, pero no lo
es porque es carente de éxito repentino. Los tratamientos analíticos pueden requerir
meses o años. La confesión no es lo mismo que el tratamiento analítico ya que, en éste,
el pecador dice lo que sabe; en el análisis, el paciente debe decir más. Además, dice
Freud, no sabe si tal sacramento alguna vez eliminó síntomas patológicos. “Imagino
que usted como analista puede tener una relación mucho más cercana con el paciente
que el Sacerdote con el feligrés por dedicarles más tiempo y demás, generando una
importante influencia sobre ellos. Si con esto consigue dominar fenómenos patológicos,
puede ser que se deba a que el vínculo analista-paciente sea de la índole de la sugestión
hipnótica y no al análisis en sí, siendo que la primera trabaja con mucha mayor
velocidad” (Juez). El influjo personal del analista está en el análisis y es muy
importante, pero es diferente al del hipnotismo: no es el soporte exclusivo y promotor
del tratamiento analítico, y no se usa para suprimir los síntomas en el análisis.

Freud advierte que el juez imparcial no es ignorante, ni carece de información, como


pensó en un comienzo. Es evidente que este juez intenta conceptualizar el psiconalisis
valiéndose de los conocimientos que trae. Pero es necesario aclararle que no lo logrará,
que el psicoanálisis es un procedimiento sui generis, algo nuevo y peculiar.

Si el paciente sufre de un sentimiento de culpa, no le aconsejamos omitir esa tortura de


la conciencia moral insistiendo en su inocencia, porque el paciente ya lo ha intentado
sin resultado. Se le advierte que una sensación tan intensa y sostenida en el tiempo
como la que está teniendo se funda en algo efectivamente real, que debe descubrirse.
Freud le aclara que si bien hay un cierto influjo del analista, eso es así y desempeña un
papel importante en el análisis, pero no tiene que ver con el hipnotismo. No se emplea
la sugestión para suprimir los síntomas neuróticos.

Si el paciente sufre de un sentimiento de culpa, no le aconsejamos omitir esa tortura de


la conciencia moral insistiendo en su inocencia, porque el paciente ya lo ha intentado
sin resultado. Se le advierte que una sensación tan intensa y sostenida en el tiempo
como la que está teniendo se funda en algo efectivamente real, que debe descubrirse

EPÍLOGO

Freud aclara que la redacción de esas consideraciones fue un intento de defensa de su


colega no médico Theodor Reik de la acusación de curanderismo iniciada en los
tribunales de Viena. La querella finalmente fue desistida, pero Freud no cree que haya
sido por influencia suya. Uno de los integrantes de los mismos con los que Freud habló
viene a representar la figura del juez imparcial. El diálogo con éste no termina en un
acuerdo porque Freud sabe que a este integrante no logró convencerlo. El informe poco
contribuyó a aclarar el problema del ejercicio del análisis por los legos, pero Freud cree
que sirvió para dar a entender su punto de vista: el problema del ejercicio del análisis
por los legos debe analizarse desde perspectivas nuevas y no desde la perspectiva de
costumbres heredadas. “No interesa que el analista tenga un diploma médico, sino que
tenga la formación particular necesaria para el ejercicio del análisis, dado que la
“formación médica” proporciona muchas cosas necesarias, pero también muchas que
sobran, conllevando el peligro de desviar su interés y su modo de pensar los
fenómenos psíquicos”. El plan de estudios para el analista debe abarcar tanto temas de
ciencia del espíritu como anatómicos, biológicos… No existen escuelas superiores de
análisis, pero son necesarias. El Psicoanálisis no es una rama especial de la Medicina,
sino una pieza base de la Psicología, surgida por el interés de un médico de asistir a
enfermos. Y no debe haber problema de aplicarlo con fines médicos: los rayos X son de
índole físico, pero se aplica médicamente con la Radiología, por ejemplo. Además, no
es de interés práctico saber si el Psicoanálisis es parte de la Medicina o de la Psicología,
ya que el interés del Psicoanálisis es el tratamiento del enfermo de forma especializada.
Debido a esto último, la Medicina debe acogerlo como tal (como tratamiento
especializado del enfermo) así como la Medicina acogió a la Radiología. También la
Medicina debe acoger al Psicoanálisis porque, mientras el estudio de las leyes de los
rayos X no supone un sujeto, el Psicoanálisis sí lo precisa: el neurótico. En tanto y en
cuanto el Psicoanálisis no sea aceptado por la Medicina, la posibilidad de formación
del primero será impedida. Es muy importante la intervención del médico, y hasta
necesaria cuando se dificulta un diagnóstico], pero es mucho mayor el número de casos
en que tal intervención no se justifica, justificándose, por lo tanto, la actividad del
analista lego. Éste puede garantizarle al enfermo un prestigio igual o superior al del
Médico sin tener un diploma de Medicina, el cual no hace que el enfermo le dé la
autoridad al Médico que el Médico cree. Lo que hace que el enfermo le de tal autoridad
a quien lo trata es la transferencia de sentimientos. La idea del Psicoanálisis no es que
el enfermo se trate ingresando a comunidades, sino que lo haga por medio de
devolverle a su yo las energías que son inaccesibles para él a consecuencia de la
represión, y aquellas otras energías que el yo malgasta intentando mantener las
represiones. Así, dice Freud, el analista es un “curador profano de almas”.

Explicaciones adhoc
El procedimiento analítico del Psicoanálisis permite entender la vida anímica del ser
humano en la medida en que tal práctica se realice. Freud aclara que no fue su
propósito con este escrito dar a entender que todos los médicos son incapaces para
ejercer el análisis. Tal confusión, dice, surge porque sostiene que el Médico carente de
formación es más peligroso que el analista lego. [DUDA. ¿Más peligrosos para ejercer
el Psicoanálisis?]. Pero reconoce que, mientras no existan las escuelas que desea Freud
para la formación de analistas, las personas que posean una formación médica previa
son el mejor material para crear futuros analistas. Pero nunca se podrá prescindir de la
colaboración de las ciencias del espíritu en el ejercicio del Psicoanálisis. El rechazo del
ejercicio lego del análisis se sustenta en colegas norteamericanos, quienes ven que estos
legos cometen abusos con la práctica, pero las circunstancias exclusivas de allá no
justifican el rechazo de la práctica analítica en todas las circunstancias, y mucho menos
si sólo se refiere a cuestiones prácticas.

NEUROPSICOSIS DE DEFENSA

Un síntoma se produce a partir de la defensa que el sujeto ejerce sobre algo que le
resulta displacentero o inconciliable consigo mismo, una defensa respecto de algo
doloroso, displacentero, aquello que no puedo procesar por lo intolerable que me
resulta.

La defensa cuando algo le resulta inconciliable separa la representación de su monto de


afecto, por un lado, la representación y por el otro el monto de afecto que acompaña,
un divorcio. La representación va a quedar en el inconsciente, y el afecto queda libre y
se anudara a otra representación, se va a transferir a otra representación, que tendrán
su monto de afecto original al que se le sumara el monto de afecto de la representación
reprimida. Estas representaciones van a hacer síntoma, formaciones del inconsciente o
formaciones sustitutivas.

¿A donde va el afecto en la histeria de conversión?

El afecto va a parar al cuerpo vía conversión somática (no es el cuerpo de la


enfermedad orgánica, sino el cuerpo simbólico). Pueden ser crisis de llanto, parálisis…
etc.

¿A dónde va el afecto en obsesiones y fobias?

El afecto va a para a otra representación. (representación sustitutiva)

¿A dónde va a para el afecto en la psicosis alucinatoria?

El conjunto de las representaciones y el afecto es extirpado del aparato psíquico y


arrojado al mundo exterior.

Neurosis actuales

Son neurosis ahistóricas que tienen que ver con el hoy, implican una descarga temporal
que no logra ser descargada. Es una tención de índole sexual (neurosis de angustia o
neurastenia) hoy podríamos referirla a los cuadros de ansiedad.

crisis de angustia - crisis de pánico – crisis de ansiedad

Para Freud tiene que ver con una inadecuada descarga, que porque como no es
descargada, retorna en un estallido de angustia.
ME DEFIENDO DE ALGO QUE EN EL HOY NO DESCARGO BIEN

Neuropsicosis de defensa

Son históricas, tienen que ver con la historia del sujeto, con su pasado.

Histeria de conversión, obsesiones y fobias y psicosis alucinatorias.

ME ESTOY DEFENDIENDO DE UN RECUERDO

Preguntas

Hablando del Manuscrito k ¿Qué es una defensa y que la vuelve ofensiva?

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-

PRÁCTICO
Freud comienza este texto pre psicoanalítico hablando de la división de la conciencia o
escisión de la conciencia. Tiene en cuenta que sus pacientes histéricas han contraído un
determinado síntoma que se debe a determinadas vivencias o situaciones patógenas.
Estas vivencias o representaciones que han generado el síntoma no pueden devenir
conscientemente a menos que se realice un arduo análisis. Si estas representaciones no
pueden devenir conscientemente es porque en algún momento de la vida de la persona
ha habido una división del aparato psíquico, donde estas representaciones generadoras
del síntoma se encuentran en el segundo aparato psíquico (antecedente del
inconsciente) ya que de no ser así devendrían rápidamente con facilidad.

Freud considera una propia teoría y tesis. Pero antes de comenzar con el desarrollo
menciona dos puntos de vista de dos intelectuales: Yanet y Breuer.

Yanet va a considerar que la división de la conciencia se debe a una endeblez innata,


que es una cuestión meramente biológica, ya que uno adquiere esa debilidad y no más.
Breuer por su parte, va a decir que esta división no es primaria no se adquiere
biológicamente, sino que es secundaria, y que se debe a una histeria hipnoide y que se
da modo espontaneo en algún momento de la vida.

Freud dirá que la escisión de la conciencia es producto de la defensa, en algún


momento en la vida de una persona puede haber conflictos psíquicos, pensamientos,
representaciones, que van a generar tal displacer que entonces la representación
intolerable se olvide y se dirija al nuevo a aparato psíquico. Así se produce la división.

Hay deseos que se pueden percibir conscientemente, Freud va a decir que son
representaciones que provienen del Yo defensor, son las exigencias éticas y estéticas del
YO, es decir los valores éticos y culturales que la persona ha adquirido y con los cuales
se siente identificado representado. Es decir, por un lado, nos encontramos con estos
deseos o representaciones, y por el otro lado, los otros deseos, las representaciones
inconciliables, intolerables, las que generan el displacer, y que provienen de la infancia.
La sexualidad está presente desde la infancia, y está relacionada con lo placentero y
todos los valores que tiene esta parte del aparato no vienen de manera innata, se van
incorporando y se van desarrollando. a esto valores los va a llamar diques, estos son
los sentimientos de asco, vergüenza y moralidad. Pero como estos diques se van
incorporando en el desarrollo evolutivo, habrá un lapso en que la persona no incorpore
ni tenga sentimientos de asco, vergüenza y moralidad, entonces esos valores al no estar
presentes, al no estar desarrollados hace que el niño disfrute su sexualidad sin tapujos,
de allí que Freud denomina al niño como un perverso polimorfo. El aparato psíquico
tiene la posibilidad de incorporar todo aquello que ha percibido, a esto Freud llamara
huellas mnémicas, es decir todo ese disfrute sexual infantil prevalecer en el aparato
psíquico como huella mnémica, aunque uno no lo pueda recordar de manera
consciente porque van a estar en el inconsciente.

Hipótesis auxiliar.

Trata de explicar cómo se comporta la defensa frente a aquellas representaciones


inconciliables. “se presentó en su yo una vivencia, una representación, una sensación que
despertó un afecto tan penoso que la persona decidió olvidarlo” (Freud, Obras completas, T
III, p 49). El objetivo de la defensa es que la representación fuerte, la generadora de
conflicto, debe de transformarse en una representación débil o enlace falso. La
representación tiene un afecto displacentero, entonces se va a dividir a ambos:
representación y afecto. La representación inconciliable se va a dirigir al segundo
grupo psíquico y el monto de afecto se anudará (desplazará, dirá más adelante Freud)
a otra representación o a alguna parte del cuerpo. El síntoma aleja al sujeto del
conflicto psíquico dice Freud. El afecto entonces va a una parte del cuerpo como en el
caso de la Histeria, donde el conflicto psíquico desemboca en que ese afecto se dirija a
determinada parte del cuerpo, como en el caso de Elizabeth (el muslo derecho) y en
otros casos puede dirigirse a representaciones. Pueden ser obsesivas o fóbicas. En el
caso de obsesivas son esas representaciones donde un sujeto tiene como síntoma
determinados pensamientos que hace que la persona ejecute, practicas ceremoniales u
obsesivas, que se le imponen, detrás del ceremonial se encuentra el conflicto psíquico.
En la fobia se olvida la representación intolerable del conflicto psíquico y el afecto se
enlaza falsamente con una representación débil, que al parecer no tendría motivo que
uno tenga tal afecto ante la misma, por ejemplo, frente a un insecto.

Luego Freud va a comentar el caso de la psicosis donde la defensa es mas exitosa. Sin
dejar de mencionar el rol biológico, en tanto que se debe a una patología mucho mayor,
donde es probable que incidan factores de carácter biológico. La considera mas exitosa
a la defensa, porque la persona desecha la representación inconciliable generadora de
displacer y se comporta como si esta nunca hubiese acontecido. Lo que ocurre es que la
representación aparece, pero se anuda con la realidad exterior, con la realidad objetiva
circundante. Entonces cuando aparezca el conflicto psíquico y la hipótesis exterior se
encargue de eliminar la representación conflictiva, de llevarla al segundo grupo
psíquico (inconsciente) como se había anudado la representación con realidad, también
se desestima parte o la totalidad de la realidad, entrando así al estado psicótico
alucinatorio. Menciona Freud los casos de aquellas madres que perdieron a sus hijos y
se comportan como si estos estuviesen vivos. Luego también menciona al caso de una
chica que está enamorada de alguien cercano a la familia y cree ser correspondida. Sin
embargo, el amor no es reciproco. Un día es invitado a cenar en su casa y ella lo espera
con ansias, la persona nunca llega. La joven entra en un estado alucinatorio, fue tan
intolerable la situación que la desestima por completo, eso hace que comience a
alucinar que ve a esta persona y se comunica también con ella. De hecho, el sujeto
“convive” con ella durante dos meses.

LA ETIOLOGIA DE LA HISTERIA
En la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias, reproducibles
por el trabajo analítico, de experiencia sexual prematura, y pertenecientes a la
tempranísima niñez. Estimo que es una revelación importante, el descubrimiento de un
caput Nili (origen del Nilo) de la neuropatología, pero no se bien por donde reanudar
para proseguir la elucidación de estas constelaciones.

Los síntomas histéricos son retoños de unos recuerdos de eficiencia inconsciente.

Los recuerdos traumáticos que los pacientes traen a la terapia, deben reunir dos
condiciones:

Idoneidad determinadora, hace referencia a una determinada sensación, que la persona


percibió en el recuerdo traumático. Y por otro lado, la fuerza traumática hace
referencia que esta vivencia, este recuerdo este relacionado con cierta cercanía a la
muerte.

Freud ejemplifica con el siguiente caso. Una paciente que presenta como síntoma el
vomito histérico, trae un recuerdo, sobre un accidente ferroviario, pareciera que no
tiene o reúne las dos condiciones mencionadas. En cambio, si trajese como recuerdo
una situación, donde ella recuerda haber visto un cadáver y le produjo una sensación
de asco muy grande. Ahí si hay lógica entre la vivencia y el síntoma. Freud va a hablar
de que muchas veces poder llegar al recuerdo patógeno es muy complicado. Por eso se
debe ahondar en el trabajo analítico, en esa cadena de eslabones.

Freud va a decir que siempre hay una vivencia sexual infantil en todo trauma que va a
ser la condición inicial. Estas situaciones iniciales infantiles no son traumáticas, en su
momento no hacen que se contraiga un síntoma. Luego entrada la pubertad, con el
vivenciar sexual la persona va a resignificar, lo que le sucedió en la infancia así si ya se
torna traumática, es displacentera, aparece la represión.

Freud entonces habla de una memoria inconsciente, en donde hay una falta de
temporalidad, la segunda vivencia en la pubertad despierta la primera, esta vivencia es
efectiva y cobra eficiencia traumática. Una situación del presente por lazos asociativos
despierta una situación anterior, y el afecto actual que aparece es mayor que en la
vivencia primera, en la vivencia infantil, que no había sido siquiera displacentero. Por
ello se dice que hay una falta de temporalidad y una memoria inconsciente.

Caso Emma. Era una paciente que no podía ir a ninguna tienda porque se ve presa de
un terror muy grande. En la terapia trae un recuerdo desde los 12 años, ya entrando en
la pubertad. Emma va a una tienda y se encuentra que dos empleados se ríen a
carcajadas, ella destaca que se reían de su vestido y menciona también que uno de los
empleados le resulta atractivo. Estos hechos no cumplen con las dos condiciones
anteriores mencionadas de idoneidad y fuerza traumática. Pero luego de ahondar en la
terapia Emma trae otro recuerdo acontecido en la infancia, donde a los 8 años había ido
a una tienda le pellizca los genitales por encima de su ropa y se ríe a carcajadas. Ella
recuerda haber vuelto y se reprocha ese hecho. Ahora si se puede observar el trauma
en dos tiempos. Es decir, una primera vivencia acontecida en la infancia y que en aquel
momento no le genero displacer o trauma, pero ahora si esta vivencia es como que
despierta de nuevo y le permite comprender el carácter sexual y resignifica lo que le
aconteció en la infancia. Ahora es traumática y displacentera. En ambas situaciones hay
elementos asociativos: en ambas hay una tienda, un vestido, cierta vivencia sexual,
carcajadas… que hacen que haya efecto traumático que sea displacentero etcétera.
SOBRE LA PSICOTERAPIA DE LA HISTERIA

Freud inicia el texto hablando del método catártico, este permite la liberación, la
descarga mediante la palabra de lo que no ha pedido descargar.

Freud afirma que el método catártico era sintomático, pero no causal, es decir que
podía resolver los síntomas de manera aislada, sin poder resolver los problemas en su
raíz en si origen. A lo que explica que no es problema del aparato psíquico sino se que
debe a dificultades que pertenecen al paciente. Aun así a pesar de ello, la ganancia es
grande porque el método permite reemplazar “la miseria histérica por el infortunio
diario”, la cura psicoanalítica no viene a representar la felicidad y la ausencia de
problemas, por el contrario. Es decir, las histéricas se veían ante el conflicto psíquico de
manera frecuente por eso la cura psicoanalítica viene del infortunio diario de hacernos
consciente de que pueden ocurrir distintas situaciones desagradables a las que vamos a
tener que enfrentar y resolver. La cura psicoanalítica es también aceptar eso y tener un
aparto psíquico que este a la altura de poder afrontar esas situaciones.

Freud decide que no va a trabajar con la hipnosis y lo que les propone a los pacientes
es que se recuesten, cierren los ojos y que se concentren y traigan a la terapia, que
recuerden cual es el primer recuerdo que ellos tienen respecto a la contracción del
síntoma, pero los pacientes nada podían decir de la situación. Entonces Freud se valdrá
de la técnica de la imposición de manos, sugestionarlo y obligarlo a que diga lo que se
le venga a la mente, los pacientes no decían nada y Freud explica que son escusas de
las que se vale la resistencia. Frente a su insistencia los pacientes algo recordaban y
aclaraban que ese recuerdo ya se les había ocurrido en primera instancia, sin embargo,
no lo habían dicho. A partir de eso es que Freud plantea que existe cierta resistencia al
recordar, resistencia que para el es la misma fuerza que generó el síntoma, la misma
fuerza que aparece en aquel conflicto psíquico y que se encarga de generar la
represión.

Por lo tanto se entiende a la defensa como un mecanismo con el que cuenta el aparato
para que prevalezca la integridad psíquica de la persona.

Freud dice que el paciente a pesar de las resistencias hay que tener en cuenta lo que
pueda decir y probablemente algo puede asociarse en la cadena de significantes.

La triple estratificación es la manera en que se recuerda el material psíquico. El primero


es el ordenamiento lineal o cronológico, es el camino mas directo, a veces los pacientes
recuerdan de manera muy exhaustiva, como un archivo muy lineal, cronológico,
recuerdos que resultan muy claros. La segunda es la estratificación concéntrica en
cuanto al núcleo patógeno, los primeros recuerdos que afloran son los que se
encuentran en la periferia, presentan menos resistencia, a medida que se van acercando
al núcleo o a la vivencia patógena aparecen mas resistencias y les es mas difícil al
paciente recordar esta situación. Y finalmente del orden en relación al contenido del
pensamiento, es el camino más difícil los recuerdos presentan muchas ramificaciones,
esta todo muy dividido, más difícil de acceder al núcleo patógeno. Freud afirma que
puede haber más de un núcleo patógeno con su consecuente dificultad.

Finalmente habla de la transferencia que tiene que existir para poder vencer las
resistencias.

EPICRISIS CASO ELIZABETH R- Fragmentos


¿cómo pudo suceder que un grupo de representación de tan intenso acento se
mantuviera tan aislado? Ello se nos plantea porque, en general, con la magnitud de
afecto de una representación aumenta también.

Su papel en la asociación. Uno puede responder esta pregunta si toma en consideración


dos hechos que es lícito emplear como bien certificados:1) que los dolores histéricos se
generaron al mismo tiempo que se formó aquel grupo psíquico separado, y 2) que la
enferma oponía una gran resistencia al intento de establecer la asociación entre el
grupo psíquico separado y sus restantes contenidos de conciencia, y cuando esa
reunión a pesar de todo se consumó, sintió un gran dolor psíquico. Nuestra concepción
de la histeria conjuga ambos factores con el hecho de la escisión de conciencia,
afirmando: el punto 2 contiene la referencia al motivo de la escisión de conciencia, y el
punto 1 a su mecanismo. El motivo era el de la defensa, la revuelta del yo todo a
conciliarse con ese grupo de representación; el mecanismo era el de la conversión, vale
decir, en lugar de los dolores anímicos que ella se había ahorrado emergieron los
corporales; así se introdujo una trasmudación de la que resultó, como ganancia, que la
enferma se había sustraído de un estado psíquico insoportable, es cierto que al costo de
una anomalía psíquica —la escisión de conciencia consentida— y de un padecer
corporal —los dolores, sobre los cuales se edificó una astasia-abasia—.

Es justo exigir a la teoría y preguntar: ¿Qué se muda aquí en dolor corporal? La cauta
respuesta rezará: algo desde lo cual habría podido y debido devenir dolor anímico.

Es probable que sólo corresponda a una conversión incompleta; otros casos nos
muestran con verosimilitud que se producen también conversiones completas y que en
estas la representación inconciliable ha sido de hecho «reprimida» como sólo puede
serlo una representación muy poco intensiva.

Sobre la base del análisis supuse que en la enferma sobrevino una primera conversión
mientras cuidaba a su padre, y ello en el momento en que sus deberes como cuidadora
entraron en querella con su ansiar erótico; y que ese proceso fue el arquetipo del otro,
posterior, que llevó al estallido de la enfermedad en aquel lugar de restablecimiento
alpino. Sin embargo, de las comunicaciones de la enferma se desprende que en la época
de su cuidado del padre y en el lapso que siguió, que yo he designado como «primer
período», no sufrió dolores ni debilidad al caminar. Es verdad que unos dolores en los
pies la postraron en cama durante algunos días cuando la enfermedad de su padre,
pero era dudoso que ese ataque debiera atribuirse ya a la histeria. En el análisis no se
comprobó vínculo causal alguno entre estos primeros dolores e impresiones psíquicas
cualesquiera; es posible, y aun verosímil, que en ese tiempo se tratara de dolores
reumáticos musculares, comunes. Y aunque uno se aviniera a suponer que ese primer
ataque de dolores fue el resultado de una conversión histérica a consecuencia de la
desautorización de sus pensamientos eróticos de entonces, permanece inconmovible el
hecho de que los dolores desaparecieron a los pocos días, de suerte que la enferma
parecía haberse comportado en la realidad de manera diversa a la que mostraba en el
análisis. Durante la reproducción del llamado primer período, acompañaba todos los
relatos de la enfermedad y muerte del padre, de las impresiones recibidas en su trato
con el primer cuñado, etc., con exteriorizaciones de dolores, en tanto que en la época en
que vivenció esas impresiones no había registrado dolor alguno. ¿No es esta una
contradicción apta para disminuir en mucho la confianza en el valor esclarecedor de
semejante análisis?

Creo poder solucionar la contradicción suponiendo que los dolores —el producto de la
conversión— no se generaron mientras la enferma vivenciaba las impresiones del
primer período, sino con efecto retardado {nachtrdglich} vale decir, en el segundo
período, cuando la enferma reprodujo esas impresiones en sus pensamientos. La
conversión no habría seguido a las impresiones frescas, sino al recuerdo de ellas. Por lo
demás, opino que un proceso así no es nada desacostumbrado en la histeria, tiene
participación regular en la génesis de los síntomas histéricos. Pero como es evidente
que una aseveración como esta no ilumina el problema, intentaré hacerla verosímil
exponiendo otras experiencias.

EL MANUSCRITO K - LA NEUROSIS DE DEFENSA

Existen cuatro tipos y muchas formas. Sólo puedo establecer una comparación entre
histeria, neurosis obsesiva y una forma de la paranoia. Tienen diversas cosas en
común. Son aberraciones patológicas de estados afectivos psíquicos normales: del
conflicto (histeria), del reproche (neurosis obsesiva), de la mortificación (paranoia), del
duelo (amentia alucinatoria aguda). Se distinguen de estos afectos por no llevar a
tramitación alguna, sino al daño permanente del yo.

Sobrevienen con las mismas ocasiones que sus afectos-modelo, toda vez que la ocasión
cumpla además dos condiciones: que sea de índole sexual y suceda en el período
anterior a la madurez sexual (condiciones de la sexualidad y del infantilismo). La
herencia es una condición adiciona] que facilita y acrecienta el afecto patológico.

Existe una tendencia defensiva normal, o sea, la repugnancia a guiar la energía


psíquica de suerte que genere displacer.

Es inocua toda vez que se trate de representaciones que en su tiempo estuvieron


enlazadas con displacer, pero son incapaces de cobrar un displacer actual (diverso del
recordado); y en este caso, por otra parte, puede ser superada por un interés psíquico.

En cambio, la inclinación de defensa se vuelve nociva cuando se dirige contra


representaciones que pueden desprender un displacer nuevo también siendo
recuerdos, como es el caso de las representaciones sexuales. Es que aquí se realiza la
única posibilidad de que, con efecto retardado {nachtrdglich}, un recuerdo produzca
un desprendimiento mas intenso que la vivencia correspondiente. Para eso solo hace
falta que entre la vivencia y su repetición se interpole la pubertad.

¿A qué se debe que bajo condiciones análogas se genere perversidad o, simplemente,


inmoralidad en lugar de neurosis?

La trayectoria de la enfermedad en las neurosis de represión es en general siempre la


misma. 1) La vivencia sexual (o la serie de ellas) prematura, traumática, que ha de
reprimirse. 2) Su represión a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo, y
así lleva a la formación de un síntoma primario. 3) Un estadio de defensa lograda, que
se asemeja a la salud salvo en la existencia del síntoma primario. 4) El estadio en que
las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha entre estas y el yo forman
síntomas nuevos, los de la enfermedad propiamente dicha.
Es esta la primera enunciación de lo que podría denominarse «'fórmula canónica» del
desarrollo de una neurosis.

Las diferencias principales entre las diversas neurosis se muestran en el modo en que
las representaciones reprimidas retornan; otras se muestran en el modo de la
formación de síntoma v del decurso. El carácter específico de las diversas neurosis
reside, empero, en cómo es llevada a cabo la represión.

Neurosis obsesiva

Aquí la vivencia primaria estuvo dotada de placer. Esta vivencia, recordada después,
da ocasión al desprendimiento de displacer; al comienzo se genera un reproche que es
consciente. Y aun parece que en ese momento el complejo psíquico íntegro, recuerdo y
reproche, fuera consciente. Luego, ambos, sin que se agregue nada nuevo, son
reprimidos y a cambio se forma en la conciencia un síntoma contrario, algún matiz de
escrupulosidad de la conciencia moral. La represión puede sobrevenir por el hecho de
que el recuerdo placentero, en sí mismo, desprenda displacer en la reproducción de
años posteriores, lo cual se debería explicar con una teoría de la sexualidad.

También podría gustarte