Resumen Teoria 1
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Resumen Teoria 1
Teórico
Freud desarrolla este texto dialogando con alguien que él pone en lugar de juez
imparcial que afirma que lo legos no pueden ejercer el Psicoanálisis por ignorancia.
Para dar cuenta de que éste está equivocado, Freud postula que debe conformarse con
lo que pueda responder ya que el Psicoanálisis no admite la participación de terceros.
Si los admitiese, sin tener experiencia, el juez, dado a la irregularidad del tratamiento,
nunca obtendría una impresión significativa, por lo que se aburriría.
Suceden distintos tipos de fenómenos que causan malestar a las personas (por ejemplo,
que un brillante pianista no pueda tocar el piano en eventos importantes). Frente a
tales cosas, acuden al Médico. Pero obtienen alivios pasajeros o ni siquiera eso. Es así
que acuden al analista al enterarse que éste se especializa en esos problemas por los
cuales asistieron al Médico.
Dado que sólo usan las palabras, el tratamiento analítico sería un ensalmo, pero no lo
es porque es carente de éxito repentino. Los tratamientos analíticos pueden requerir
meses o años. La confesión no es lo mismo que el tratamiento analítico ya que, en éste,
el pecador dice lo que sabe; en el análisis, el paciente debe decir más. Además, dice
Freud, no sabe si tal sacramento alguna vez eliminó síntomas patológicos. “Imagino
que usted como analista puede tener una relación mucho más cercana con el paciente
que el Sacerdote con el feligrés por dedicarles más tiempo y demás, generando una
importante influencia sobre ellos. Si con esto consigue dominar fenómenos patológicos,
puede ser que se deba a que el vínculo analista-paciente sea de la índole de la sugestión
hipnótica y no al análisis en sí, siendo que la primera trabaja con mucha mayor
velocidad” (Juez). El influjo personal del analista está en el análisis y es muy
importante, pero es diferente al del hipnotismo: no es el soporte exclusivo y promotor
del tratamiento analítico, y no se usa para suprimir los síntomas en el análisis.
EPÍLOGO
Explicaciones adhoc
El procedimiento analítico del Psicoanálisis permite entender la vida anímica del ser
humano en la medida en que tal práctica se realice. Freud aclara que no fue su
propósito con este escrito dar a entender que todos los médicos son incapaces para
ejercer el análisis. Tal confusión, dice, surge porque sostiene que el Médico carente de
formación es más peligroso que el analista lego. [DUDA. ¿Más peligrosos para ejercer
el Psicoanálisis?]. Pero reconoce que, mientras no existan las escuelas que desea Freud
para la formación de analistas, las personas que posean una formación médica previa
son el mejor material para crear futuros analistas. Pero nunca se podrá prescindir de la
colaboración de las ciencias del espíritu en el ejercicio del Psicoanálisis. El rechazo del
ejercicio lego del análisis se sustenta en colegas norteamericanos, quienes ven que estos
legos cometen abusos con la práctica, pero las circunstancias exclusivas de allá no
justifican el rechazo de la práctica analítica en todas las circunstancias, y mucho menos
si sólo se refiere a cuestiones prácticas.
NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
Un síntoma se produce a partir de la defensa que el sujeto ejerce sobre algo que le
resulta displacentero o inconciliable consigo mismo, una defensa respecto de algo
doloroso, displacentero, aquello que no puedo procesar por lo intolerable que me
resulta.
Neurosis actuales
Son neurosis ahistóricas que tienen que ver con el hoy, implican una descarga temporal
que no logra ser descargada. Es una tención de índole sexual (neurosis de angustia o
neurastenia) hoy podríamos referirla a los cuadros de ansiedad.
Para Freud tiene que ver con una inadecuada descarga, que porque como no es
descargada, retorna en un estallido de angustia.
ME DEFIENDO DE ALGO QUE EN EL HOY NO DESCARGO BIEN
Neuropsicosis de defensa
Son históricas, tienen que ver con la historia del sujeto, con su pasado.
Preguntas
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PRÁCTICO
Freud comienza este texto pre psicoanalítico hablando de la división de la conciencia o
escisión de la conciencia. Tiene en cuenta que sus pacientes histéricas han contraído un
determinado síntoma que se debe a determinadas vivencias o situaciones patógenas.
Estas vivencias o representaciones que han generado el síntoma no pueden devenir
conscientemente a menos que se realice un arduo análisis. Si estas representaciones no
pueden devenir conscientemente es porque en algún momento de la vida de la persona
ha habido una división del aparato psíquico, donde estas representaciones generadoras
del síntoma se encuentran en el segundo aparato psíquico (antecedente del
inconsciente) ya que de no ser así devendrían rápidamente con facilidad.
Freud considera una propia teoría y tesis. Pero antes de comenzar con el desarrollo
menciona dos puntos de vista de dos intelectuales: Yanet y Breuer.
Hay deseos que se pueden percibir conscientemente, Freud va a decir que son
representaciones que provienen del Yo defensor, son las exigencias éticas y estéticas del
YO, es decir los valores éticos y culturales que la persona ha adquirido y con los cuales
se siente identificado representado. Es decir, por un lado, nos encontramos con estos
deseos o representaciones, y por el otro lado, los otros deseos, las representaciones
inconciliables, intolerables, las que generan el displacer, y que provienen de la infancia.
La sexualidad está presente desde la infancia, y está relacionada con lo placentero y
todos los valores que tiene esta parte del aparato no vienen de manera innata, se van
incorporando y se van desarrollando. a esto valores los va a llamar diques, estos son
los sentimientos de asco, vergüenza y moralidad. Pero como estos diques se van
incorporando en el desarrollo evolutivo, habrá un lapso en que la persona no incorpore
ni tenga sentimientos de asco, vergüenza y moralidad, entonces esos valores al no estar
presentes, al no estar desarrollados hace que el niño disfrute su sexualidad sin tapujos,
de allí que Freud denomina al niño como un perverso polimorfo. El aparato psíquico
tiene la posibilidad de incorporar todo aquello que ha percibido, a esto Freud llamara
huellas mnémicas, es decir todo ese disfrute sexual infantil prevalecer en el aparato
psíquico como huella mnémica, aunque uno no lo pueda recordar de manera
consciente porque van a estar en el inconsciente.
Hipótesis auxiliar.
Luego Freud va a comentar el caso de la psicosis donde la defensa es mas exitosa. Sin
dejar de mencionar el rol biológico, en tanto que se debe a una patología mucho mayor,
donde es probable que incidan factores de carácter biológico. La considera mas exitosa
a la defensa, porque la persona desecha la representación inconciliable generadora de
displacer y se comporta como si esta nunca hubiese acontecido. Lo que ocurre es que la
representación aparece, pero se anuda con la realidad exterior, con la realidad objetiva
circundante. Entonces cuando aparezca el conflicto psíquico y la hipótesis exterior se
encargue de eliminar la representación conflictiva, de llevarla al segundo grupo
psíquico (inconsciente) como se había anudado la representación con realidad, también
se desestima parte o la totalidad de la realidad, entrando así al estado psicótico
alucinatorio. Menciona Freud los casos de aquellas madres que perdieron a sus hijos y
se comportan como si estos estuviesen vivos. Luego también menciona al caso de una
chica que está enamorada de alguien cercano a la familia y cree ser correspondida. Sin
embargo, el amor no es reciproco. Un día es invitado a cenar en su casa y ella lo espera
con ansias, la persona nunca llega. La joven entra en un estado alucinatorio, fue tan
intolerable la situación que la desestima por completo, eso hace que comience a
alucinar que ve a esta persona y se comunica también con ella. De hecho, el sujeto
“convive” con ella durante dos meses.
LA ETIOLOGIA DE LA HISTERIA
En la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias, reproducibles
por el trabajo analítico, de experiencia sexual prematura, y pertenecientes a la
tempranísima niñez. Estimo que es una revelación importante, el descubrimiento de un
caput Nili (origen del Nilo) de la neuropatología, pero no se bien por donde reanudar
para proseguir la elucidación de estas constelaciones.
Los recuerdos traumáticos que los pacientes traen a la terapia, deben reunir dos
condiciones:
Freud ejemplifica con el siguiente caso. Una paciente que presenta como síntoma el
vomito histérico, trae un recuerdo, sobre un accidente ferroviario, pareciera que no
tiene o reúne las dos condiciones mencionadas. En cambio, si trajese como recuerdo
una situación, donde ella recuerda haber visto un cadáver y le produjo una sensación
de asco muy grande. Ahí si hay lógica entre la vivencia y el síntoma. Freud va a hablar
de que muchas veces poder llegar al recuerdo patógeno es muy complicado. Por eso se
debe ahondar en el trabajo analítico, en esa cadena de eslabones.
Freud va a decir que siempre hay una vivencia sexual infantil en todo trauma que va a
ser la condición inicial. Estas situaciones iniciales infantiles no son traumáticas, en su
momento no hacen que se contraiga un síntoma. Luego entrada la pubertad, con el
vivenciar sexual la persona va a resignificar, lo que le sucedió en la infancia así si ya se
torna traumática, es displacentera, aparece la represión.
Freud entonces habla de una memoria inconsciente, en donde hay una falta de
temporalidad, la segunda vivencia en la pubertad despierta la primera, esta vivencia es
efectiva y cobra eficiencia traumática. Una situación del presente por lazos asociativos
despierta una situación anterior, y el afecto actual que aparece es mayor que en la
vivencia primera, en la vivencia infantil, que no había sido siquiera displacentero. Por
ello se dice que hay una falta de temporalidad y una memoria inconsciente.
Caso Emma. Era una paciente que no podía ir a ninguna tienda porque se ve presa de
un terror muy grande. En la terapia trae un recuerdo desde los 12 años, ya entrando en
la pubertad. Emma va a una tienda y se encuentra que dos empleados se ríen a
carcajadas, ella destaca que se reían de su vestido y menciona también que uno de los
empleados le resulta atractivo. Estos hechos no cumplen con las dos condiciones
anteriores mencionadas de idoneidad y fuerza traumática. Pero luego de ahondar en la
terapia Emma trae otro recuerdo acontecido en la infancia, donde a los 8 años había ido
a una tienda le pellizca los genitales por encima de su ropa y se ríe a carcajadas. Ella
recuerda haber vuelto y se reprocha ese hecho. Ahora si se puede observar el trauma
en dos tiempos. Es decir, una primera vivencia acontecida en la infancia y que en aquel
momento no le genero displacer o trauma, pero ahora si esta vivencia es como que
despierta de nuevo y le permite comprender el carácter sexual y resignifica lo que le
aconteció en la infancia. Ahora es traumática y displacentera. En ambas situaciones hay
elementos asociativos: en ambas hay una tienda, un vestido, cierta vivencia sexual,
carcajadas… que hacen que haya efecto traumático que sea displacentero etcétera.
SOBRE LA PSICOTERAPIA DE LA HISTERIA
Freud inicia el texto hablando del método catártico, este permite la liberación, la
descarga mediante la palabra de lo que no ha pedido descargar.
Freud afirma que el método catártico era sintomático, pero no causal, es decir que
podía resolver los síntomas de manera aislada, sin poder resolver los problemas en su
raíz en si origen. A lo que explica que no es problema del aparato psíquico sino se que
debe a dificultades que pertenecen al paciente. Aun así a pesar de ello, la ganancia es
grande porque el método permite reemplazar “la miseria histérica por el infortunio
diario”, la cura psicoanalítica no viene a representar la felicidad y la ausencia de
problemas, por el contrario. Es decir, las histéricas se veían ante el conflicto psíquico de
manera frecuente por eso la cura psicoanalítica viene del infortunio diario de hacernos
consciente de que pueden ocurrir distintas situaciones desagradables a las que vamos a
tener que enfrentar y resolver. La cura psicoanalítica es también aceptar eso y tener un
aparto psíquico que este a la altura de poder afrontar esas situaciones.
Freud decide que no va a trabajar con la hipnosis y lo que les propone a los pacientes
es que se recuesten, cierren los ojos y que se concentren y traigan a la terapia, que
recuerden cual es el primer recuerdo que ellos tienen respecto a la contracción del
síntoma, pero los pacientes nada podían decir de la situación. Entonces Freud se valdrá
de la técnica de la imposición de manos, sugestionarlo y obligarlo a que diga lo que se
le venga a la mente, los pacientes no decían nada y Freud explica que son escusas de
las que se vale la resistencia. Frente a su insistencia los pacientes algo recordaban y
aclaraban que ese recuerdo ya se les había ocurrido en primera instancia, sin embargo,
no lo habían dicho. A partir de eso es que Freud plantea que existe cierta resistencia al
recordar, resistencia que para el es la misma fuerza que generó el síntoma, la misma
fuerza que aparece en aquel conflicto psíquico y que se encarga de generar la
represión.
Por lo tanto se entiende a la defensa como un mecanismo con el que cuenta el aparato
para que prevalezca la integridad psíquica de la persona.
Freud dice que el paciente a pesar de las resistencias hay que tener en cuenta lo que
pueda decir y probablemente algo puede asociarse en la cadena de significantes.
Finalmente habla de la transferencia que tiene que existir para poder vencer las
resistencias.
Es justo exigir a la teoría y preguntar: ¿Qué se muda aquí en dolor corporal? La cauta
respuesta rezará: algo desde lo cual habría podido y debido devenir dolor anímico.
Es probable que sólo corresponda a una conversión incompleta; otros casos nos
muestran con verosimilitud que se producen también conversiones completas y que en
estas la representación inconciliable ha sido de hecho «reprimida» como sólo puede
serlo una representación muy poco intensiva.
Sobre la base del análisis supuse que en la enferma sobrevino una primera conversión
mientras cuidaba a su padre, y ello en el momento en que sus deberes como cuidadora
entraron en querella con su ansiar erótico; y que ese proceso fue el arquetipo del otro,
posterior, que llevó al estallido de la enfermedad en aquel lugar de restablecimiento
alpino. Sin embargo, de las comunicaciones de la enferma se desprende que en la época
de su cuidado del padre y en el lapso que siguió, que yo he designado como «primer
período», no sufrió dolores ni debilidad al caminar. Es verdad que unos dolores en los
pies la postraron en cama durante algunos días cuando la enfermedad de su padre,
pero era dudoso que ese ataque debiera atribuirse ya a la histeria. En el análisis no se
comprobó vínculo causal alguno entre estos primeros dolores e impresiones psíquicas
cualesquiera; es posible, y aun verosímil, que en ese tiempo se tratara de dolores
reumáticos musculares, comunes. Y aunque uno se aviniera a suponer que ese primer
ataque de dolores fue el resultado de una conversión histérica a consecuencia de la
desautorización de sus pensamientos eróticos de entonces, permanece inconmovible el
hecho de que los dolores desaparecieron a los pocos días, de suerte que la enferma
parecía haberse comportado en la realidad de manera diversa a la que mostraba en el
análisis. Durante la reproducción del llamado primer período, acompañaba todos los
relatos de la enfermedad y muerte del padre, de las impresiones recibidas en su trato
con el primer cuñado, etc., con exteriorizaciones de dolores, en tanto que en la época en
que vivenció esas impresiones no había registrado dolor alguno. ¿No es esta una
contradicción apta para disminuir en mucho la confianza en el valor esclarecedor de
semejante análisis?
Creo poder solucionar la contradicción suponiendo que los dolores —el producto de la
conversión— no se generaron mientras la enferma vivenciaba las impresiones del
primer período, sino con efecto retardado {nachtrdglich} vale decir, en el segundo
período, cuando la enferma reprodujo esas impresiones en sus pensamientos. La
conversión no habría seguido a las impresiones frescas, sino al recuerdo de ellas. Por lo
demás, opino que un proceso así no es nada desacostumbrado en la histeria, tiene
participación regular en la génesis de los síntomas histéricos. Pero como es evidente
que una aseveración como esta no ilumina el problema, intentaré hacerla verosímil
exponiendo otras experiencias.
Existen cuatro tipos y muchas formas. Sólo puedo establecer una comparación entre
histeria, neurosis obsesiva y una forma de la paranoia. Tienen diversas cosas en
común. Son aberraciones patológicas de estados afectivos psíquicos normales: del
conflicto (histeria), del reproche (neurosis obsesiva), de la mortificación (paranoia), del
duelo (amentia alucinatoria aguda). Se distinguen de estos afectos por no llevar a
tramitación alguna, sino al daño permanente del yo.
Sobrevienen con las mismas ocasiones que sus afectos-modelo, toda vez que la ocasión
cumpla además dos condiciones: que sea de índole sexual y suceda en el período
anterior a la madurez sexual (condiciones de la sexualidad y del infantilismo). La
herencia es una condición adiciona] que facilita y acrecienta el afecto patológico.
Las diferencias principales entre las diversas neurosis se muestran en el modo en que
las representaciones reprimidas retornan; otras se muestran en el modo de la
formación de síntoma v del decurso. El carácter específico de las diversas neurosis
reside, empero, en cómo es llevada a cabo la represión.
Neurosis obsesiva
Aquí la vivencia primaria estuvo dotada de placer. Esta vivencia, recordada después,
da ocasión al desprendimiento de displacer; al comienzo se genera un reproche que es
consciente. Y aun parece que en ese momento el complejo psíquico íntegro, recuerdo y
reproche, fuera consciente. Luego, ambos, sin que se agregue nada nuevo, son
reprimidos y a cambio se forma en la conciencia un síntoma contrario, algún matiz de
escrupulosidad de la conciencia moral. La represión puede sobrevenir por el hecho de
que el recuerdo placentero, en sí mismo, desprenda displacer en la reproducción de
años posteriores, lo cual se debería explicar con una teoría de la sexualidad.