Comentario de Un Fragmento Del Quijote
Comentario de Un Fragmento Del Quijote
Comentario de Un Fragmento Del Quijote
Capítulo XI, De lo que le sucedió a don Quijote con unos cabreros (pp. 57-63)
Este fragmento narra cómo don Quijote y Sancho son invitados a comer por unos
cabreros. Sancho, en primer lugar, opta por mantenerse en pie y apartado y Quijote señala
que prefiere que se siente junto a él. Tras insistir, este acepta el convite.
Durante la comida Quijote habla del mito de la Edad de Oro, a colación de comer una
bellotas, procedente de la literatura e imaginario clásico (es la primera de las fases de
Hesíodo 2). La describe como una época plena, de paz, sin propiedad, donde las mujeres
vestían modestas, el mundo era justo y seguro y el trabajo no era necesario. Explica que la
real inseguridad del mundo actual es lo que crea la necesidad de los caballeros andantes, todo
esto ante unos atónitos cabreros.
Acto seguido, llega Antonio, que interpreta una canción popular. don Quijote desea oír
otro romance pero deciden finalmente marchar a dormir.
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Jimena Cuevas Balenzategui, Estudios Hispánicos, UAH
…que seas una mesma (sic) cosa conmigo, que soy tu amo y natural señor; que comas
en mi plato y bebas por donde yo bebiere; porque de la caballería andante se puede decir lo
mesmo que del amor se dice: que todas las cosas iguala. (p.58, 1605)
En primer lugar, marco narrativo, lo sucedido hasta el inicio del discurso de don
Quijote, incluyendo la igualación de sí mismo con su escudero; a continuación el discurso de
la edad dorada relatado a los cabreros; vuelta al marco, desde el fin del discurso, la llegada de
Antonio y el comienzo de su cantar; cambio al verso, la canción popular de tema amoroso;
marco narrativo nuevamente, los personajes se van a dormir.
También tenemos presente la alegoría de la época idílica que cuenta Quijote como el
idealismo y la fantasía propios de su interior y la realidad del momento como el mundo rural
de los cabreros. Aquí muestra una clara antítesis (incluyendo la diferencia entre los propios
cabreros, analfabetos, atónitos con Quijote) también representada previamente por Quijote y
Sancho, hasta que el primero se inclina por romperla, igualándose, pero presente ya que
Sancho admite sus malos modales en la mesa, en comparación a los deseables.
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Jimena Cuevas Balenzategui, Estudios Hispánicos, UAH
pastoril de la narración previa (que trataremos a continuación). Esto resulta curioso ya que el
tema sí es idealista, a lo que correspondería un elegante verso.
Adentrándonos más en materia de género y estilo podemos deducir que este pasaje,
este fragmento, se trata de un paréntesis en la historia original de la novela. Realmente
introduce, empleando el marco narrativo de los cabreros, un episodio pastoril. Esta
característica abarca también los siguientes capítulos, que incluirán la historia de Marcela y
Guillermo. En general toda la estancia con los cabreros tiene este tinte. Particularmente, en
este fragmento queda reflejado gracias al discurso de la Edad de Oro, en el que Quijote
presenta un mundo idílico, idealizado. Este mundo recuerda a las novelas idealistas, lo
nombramos la Edad de Oro por Hesíodo, pudiendo ser este también Arcadia 3 o locus
amoenus (tópico latino empleado en los poemas petrarquistas y en la novela pastoril, entre
otros géneros idealistas).
Como ya hemos señalado con anterioridad, esto genera una antítesis entre el mundo
irreal presentado en el discurso en comparación con el mundo rural que conocen los cabreros.
Podemos relacionar esta comparación entre puntos de vista de los personajes con un motivo
presente a lo largo de la obra, la confrontación burlesca del idealismo, representado por la
imaginación de don Quijote, con el realismo, la realidad a la que el personaje se enfrenta.
Esto, a su vez, tiene que ver con la relación entre la persona (Alonso), un hombre que por
voluntad y en un acto de libertad se hace literatura, y el personaje en el que se transforma
(don Quijote de la Mancha). Es decir, el interés de Cervantes por el héroe hecho a sí mismo,
también queda implícito en este capítulo.
Como vemos, marco e historia están íntimamente relacionados, pero, aún así, la
introducción del discurso resulta un tanto abrupto; el paréntesis no viene a colación de nada
en especial. Simplemente, las bellotas le traen la nostalgia de un pasado (pasado irreal),
funcionando de un modo similar a la magdalena de Proust 4, pero sirviendo también como
una especie de justificación de la labor de don Quijote.
Para cuya seguridad, andando más los tiempos y creciendo más la malicia, se
instituyó la orden de los caballeros andantes, para defender las doncellas, amparar
las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. Desta orden soy yo,
hermanos cabreros…(p.62, 1605)
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Jimena Cuevas Balenzategui, Estudios Hispánicos, UAH
Bibliografía y referencias:
1. Miguel de Cervantes (1605), El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. Planeta
2004
2. Hesíodo (700 a. C), Trabajos y días.
3. Lope de Vega (1598), La Arcadia.
4. Marcel Proust (1913), Por el camino de Swann