CONTROL ADMINISTRATIVO Resumen

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CONTROL ADMINISTRATIVO

El control es concebido como una actividad no sólo a nivel directivo, sino de


todos los niveles y miembros de la empresa, orientando a la organización hacia
el cumplimiento de los objetivos propuestos bajo mecanismos de medición
cualitativos y cuantitativos. Este enfoque hace énfasis en los factores sociales y
culturales presentes en el contexto institucional ya que parte del principio que es
el propio comportamiento individual quien define en última instancia la eficacia
de los métodos de control elegidos en la dinámica de gestión.
Todo esto lleva a pensar que el control es un mecanismo que permite corregir
desviaciones a través de indicadores cualitativos y cuantitativos dentro de un
contexto social amplio, a fin de lograr el cumplimiento de los objetivos claves
para el éxito organizacional, es decir, el control se entiende no como un proceso
netamente técnico de seguimiento, sino también como un proceso informal
donde se evalúan factores culturales, organizativos, humanos y grupales.
Concepto
El concepto de control es muy general y puede ser utilizado en el contexto
organizacional para evaluar el desempeño general frente a un plan estratégico.
A fin de incentivar que cada uno establezca una definición propia del concepto
se revisara algunos planteamientos de varios autores estudiosos del tema:
1: Robert B. Buchele: El proceso de medir los actuales resultados en relación
con los planes, diagnosticando la razón de las desviaciones y tomando las
medidas correctivas necesarias.
2: George R. Terry: El proceso para determinar lo que se está llevando a cabo,
valorización y, si es necesario, aplicando medidas correctivas, de manera que la
ejecución se desarrolle de acuerdo con lo planeado.
3: Buró K. Scanlan: El control tiene como objetivo cerciorarse de que los hechos
vayan de acuerdo con los planes establecidos.
También hay otras connotaciones para la palabra control:
Comprobar o verificar, regular, comparar con un patrón, ejercer autoridad sobre
alguien (dirigir o mandar), frenar o impedir.
Evidentemente todas esas connotaciones representan concepciones
incompletas del control, quizás definidas en un modo subjetivo y de aplicación,
en definitiva, debe entenderse el control como: una función administrativa, ya
que conforma parte del proceso de administración, que permite verificar,
constatar, palpar, medir, si la actividad, proceso, unidad, elemento o sistema
seleccionado está cumpliendo y alcanzando o no los resultados que se esperan.
Una de las razones más evidentes de la importancia del control es porque hasta
el mejor de los planes se puede desviar. El control se emplea para:
Crear mejor calidad: Las fallas del proceso se detectan y el proceso se corrige
para eliminar errores.
Enfrentar el cambio: Este forma parte ineludible del ambiente de cualquier
organización. Los mercados cambian, la competencia en todo el mundo ofrece
productos o servicios nuevos que captan la atención del público. Surgen
materiales y tecnologías nuevas
Facilitar la delegación y el trabajo en equipo: La tendencia moderna hacia la
administración participativa también aumenta la necesidad de delegar autoridad
y de fomentar que los empleados trabajen juntos en equipo. Esto no disminuye
la responsabilidad última de la gerencia. Por el contrario, cambia la índole del
proceso de control. Por tanto, el proceso de control permite que el gerente
controle el avance de los empleados, sin entorpecer su creatividad o
participación en el trabajo.
Bases del control
Se podría comenzar definiendo qué es una base. Bastaría traer a nuestra
memoria y fijarnos en la clase de geometría cuando nos explicaban que un
triángulo esta conformado por dos elementos principales: base y altura. Para
aquel entonces bastaba fijarnos en la parte inferior de la figura y darnos cuenta
que sin aquella base ¿sería acaso posible la estabilidad del triángulo? Asimismo
funciona con el control organizacional y sus bases, podríamos decir que el
control se basa en la consecución de las siguientes actividades:
Planear y organizar.
Hacer.
Evaluar.
Mejorar.
1: Los objetivos son los programas que desea lograr la empresa, los que
facilitarán alcanzar la meta de esta. Lo que hace necesaria la planificación y
organización para fijar qué debe hacerse y cómo.
2: El hacer es poner en práctica el cómo se planificó y organizó la consecución
de los objetivos. De éste hacer se desprende una información que proporciona
detalles sobre lo que se está realizando, o sea, ella va a esclarecer cuáles son
los hechos reales. Esta información debe ser clara, práctica y actualizada al
evaluar.
3: El evaluar que no es más que la interpretación y comparación de la
información obtenida con los objetivos trazados, se puedan tomar decisiones
acerca de que medidas deben ser necesarias tomar.
4: La mejora es la puesta en práctica de las medidas que resolverán las
desviaciones que hacen perder el equilibrio al sistema.

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