Historia 3er Año - Actividad Integradora
Historia 3er Año - Actividad Integradora
Historia 3er Año - Actividad Integradora
Sarmiento”
Historia 3º año
Para realizar esta actividad integradora de los temas de Historia de 3º año, deberás leer los textos
incluidos en cada uno de los apartados correspondientes a las distintas etapas de la Historia
Argentina y responder las preguntas que le siguen.
“En 1808, los ejércitos franceses al mando de Napoleón Bonaparte invadieron España, lo cual dio
lugar a una crisis sin precedentes: la Corona española quedó acéfala y fue ocupada por José
Bonaparte, hermano del emperador francés. (…) Fernando VII permaneció en Bayona, custodiado
por las fuerzas napoleónicas. (…) El principio de unidad del inmenso territorio bajo dominio español
residía en la autoridad del rey.”
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina. 1806-1852.
“(…) Las tensiones aumentaron cuando en mayo de 1810, se supo en Buenos Aires que las
tropas napoleónicas triunfaban en España y que por todas partes se reconocía la autoridad
real de José Bonaparte. Con el apoyo de los cuerpos militares nativos, los criollos exigieron
de Cisneros la convocatoria de un cabildo abierto para discutir la situación. La reunión fue
el 22 de mayo, y las autoridades procuraron invitar al menos número posible de personas,
eligiéndolas entre las más seguras. (…)”
José Luis Romero, Breve Historia Argentina.
“A los nueve meses de estar Cisneros ocupando la silla del Virreinato, creíamos que ya era tiempo
de pensar en nosotros mismos. Ocupada la España por numerosísimos ejércitos franceses, y en
posesión de todas las plazas más fuertes de ella, creíamos que los españoles jamás podrían sacudirse
de tan inmenso poder. De consiguiente empezamos a tratar muy secretamente sobre nuestra
seguridad, a fin de no correr la suerte de los españoles (…). Esto no podría hacerse sin que recayese
el gobierno en nuestras manos. Y esto hacía tanto más necesaria la deposición de Cisneros.”
Martín Rodríguez, Memorias, 1845.
“Ayer se instaló la Junta en un modo y forma que ha dejado fijada la base fundamental sobre que
debe elevarse la obra de la conservación de estos dominios al Sr. D. Fernando VII. (…) Los
ejemplares impresos de los adjuntos bandos, y la noticia acreditada en bastante forma (...) no dejan
duda a esta Junta de que será mirada por todos los jefes, corporaciones, funcionarios públicos y
habitantes de todos los pueblos del virreinato, como centro de la unidad, para formar la barrera
inexpugnable de la conservación íntegra de los dominios de América a la dependencia del Sr. D.
Fernando VII. (…) Cuanto más antes sea posible, se nombren y vengan a la capital los Diputados
que se enuncian para el fin expresado en el mismo acto de instalación: ocupándose con el mayor
esfuerzo, en mantener la unión de los pueblos, y en consultar la tranquilidad y seguridad individual;
teniendo consideración a que la conducta de Buenos Aires muestra que, sin desorden y sin vulnerar
la seguridad, puede obtenerse el medio de consolidar la confianza pública y su mayor felicidad.”
Circular de la Junta Provisional Gubernativa de la capital de Buenos Aires, del 26 de mayo de 1810.
“La junta quedo provisoriamente encargada de la autoridad superior de todo el Virreinato;
y (...) se ordena que ahora mismo vengan los nombrados a prestar juramento de conservar
la integridad de estos dominios a nuestro amado soberano el señor don Fernando VII. A
muchos nos ha chocado porque es una reverenda mentira; pero dicen que por ahora
conviene hasta que tengamos bien firme el terreno; y la cosa ha pasado riéndose los unos y
rabiando muchos otros.”
López, V. La gran semana de 1810.
“Pasando ahora a las clases sociales, un dibujo general permitiría trazar un cuadro de este tipo:
una burocracia comercial ligada al virrey, expresión del absolutismo; una oligarquía comercial
monopolista entrelazada con casas de comercio de la península; una burguesía comercial de
nuevo tipo conformada por comerciantes ingleses que operan últimamente en Buenos Aires y
por comerciantes criollos, los más de origen contrabandista; una burguesía ganadera en
formación, dueña de más ganado que de tierras, una incipiente clase media de abogados,
médicos, estudiantes y empleados y finalmente un mundo desheredado constituido por peones,
jornaleros, esclavos negros (…) e indios, tanto sometidos a trabajos forzados, como recluidos
en su comunidad agraria.”
Norberto Galasso, La Revolución de Mayo
1) ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la revolución de mayo de 1810 en Buenos
Aires?
2) ¿Qué objetivos busca implementar la Junta de Gobierno en 1810?
3) ¿Qué sectores sociales fueron los protagonistas del contexto en el que se desarrolla la
Revolución?
“Saavedra era un miembro del Cabildo y de las corporaciones comerciales, pero ocupaba
un lugar secundario debido a que no era español, por lo que no contaba con los beneficios
exclusivos de los peninsulares. Su moderación en la Junta no debe, pues, extrañar, ya que,
de hecho, no era un ideólogo ilustrado como fue el caso de Moreno y Juan José Castelli,
estudiosos y promotores, como Belgrano, de las ideas de la Revolución Francesa. Saavedra
era un hombre conservador transformado por la propia dinámica del cambio que se
precipitaba, y sin embargo, su patriotismo no fue menor: también dio todo y perdió todo
por la Revolución.”
Cibotti, Ema. Sin espejismos, 2004.
“Moreno veía la Revolución como un movimiento criollo, de modo que los que antes se sentían
humillados comenzaron a considerarse protagonistas de la vida del país. (…) pensaba que el
movimiento de criollos debía canalizarse hacia un orden democrático a través de la educación
popular, que permitiría la difusión de nuevas ideas. Frente a él comenzaron a organizarse las
fuerzas conservadoras, para las que el gobierno propio no significaba sino la transferencia de
los privilegios de que gozaban los funcionarios y los comerciantes españoles a los funcionarios
y hacendados criollos que se enriquecían con la exportación de los productos ganaderos. (…)
Los intereses y los problemas se entrecruzaban. Los liberales y los conservadores se
enfrentaban en sus opiniones; pero los porteños y las gentes del interior se enfrentaban por sus
opuestos intereses.”
José Luis Romero, Breve Historia Argentina.
“Los sentimientos conservadores predominaban en el Interior (…) de modo que cuando Moreno
comprendió la influencia que ejercerían los diputados que comenzaban a llegar a Buenos Aires, se
opuso a que se incorporaran al gobierno ejecutivo (…) Saavedra aglutinó los grupos conservadores y
Moreno renunció. (…) Al comenzar 1811, el optimista entusiasmo de los primeros días comenzaba a
ceder frente a los peligros que la revolución tenía que enfrentar dentro y fuera de las fronteras. (…)
Los morenistas tuvieron que abandonar sus cargos pero sus adversarios no pudieron evitar el
desprestigio (…) que acarreó al gobierno la derrota de Huaqui. (…) La situación hizo crisis al conocerse
la noticia en Buenos Aires (…) los morenistas recuperaron el poder y modificaron la estructura de
gobierno creando un poder ejecutivo de tres miembros –el Triunvirato. (…) se advirtió en el estímulo
de la biblioteca pública; en el desarrollo de la educación popular (….) la disolución de la Junta
Conservadora.”
José Luis Romero, Breve Historia Argentina.
4) ¿Cuáles fueron los grupos enfrentados dentro de la Junta de Gobierno? ¿Qué buscaba
cada uno?
“El gobierno revolucionario fue desconocido por las autoridades del Alto Perú, el Paraguay y la
Banda Oriental, que se negaron a enviar representantes a la Junta Grande. Esta negativa motivó
el envío de tropas, al que inicialmente se había opuesto Saavedra. Castelli fracasó en Potosí y
Belgrano en el Perú. En la Banda Oriental, el caudillo José Gervasio de Artigas había promovido
una insurrección rural en respaldo de la revolución, por lo que se enviaron tropas en su apoyo,
aunque no consiguieron vencer al nuevo virrey Elío, quien, como contrapartida, bloqueó el
puerto de Buenos Aires con la flota española. En tanto, en la provincia fracasaba un
levantamiento contrarrevolucionario encabezado por Liniers, quien fue ejecutado.”
Lettieri, Alberto. La Historia Argentina, 2018.
“(…) Los sentimientos conservadores predominaban en el Interior (…) de modo que cuando
Moreno comprendió la influencia que ejercerían los diputados que comenzaban a llegar a
Buenos Aires, se opuso a que se incorporaran al gobierno ejecutivo (…) Saavedra aglutinó los
grupos conservadores y Moreno renunció. (…) Al comenzar 1811, el optimista entusiasmo de
los primeros días comenzaba a ceder frente a los peligros que la revolución tenía que enfrentar
dentro y fuera de las fronteras. (…) Los morenistas tuvieron que abandonar sus cargos pero sus
adversarios no pudieron evitar el desprestigio (…) que acarreó al gobierno la derrota de Huaqui.
(…) La situación hizo crisis al conocerse la noticia en Buenos Aires (…) los morenistas
recuperaron el poder y modificaron la estructura de gobierno creando un poder ejecutivo de
tres miembros –el Triunvirato. (…) se advirtió en el estímulo de la biblioteca pública; en el
desarrollo de la educación popular (….) la disolución de la Junta Conservadora.”
José Luis Romero, Breve Historia Argentina
“Cuando el presidente de la Junta se dirigió al frente del ejército del Norte con el objeto de
reorganizarlo, luego de la derrota de Desaguadero, sus opositores aprovecharon la ocasión para
convocar al cabildo abierto que debía elegir a los dos diputados por Buenos Aires aún no
designados, según lo estipulaban las circulares de mayo de 1810. Si bien dichos diputados
debían completar la representación de la Junta Grande, la elección realizada el 19 de
septiembre de 1811, en un c1hna de gran agitación, no estuvo destinada a su cometido inicial,
sino a crear una autoridad nueva, también colegiada, de tan sólo tres miembros.
Tres días después de la elección se produjo la "concentración del poder" -según los términos
utilizados por los contemporáneos a los hechos- al constituirse el Triunvirato con los dos
diputados elegidos en el cabildo abierto, Feliciano Chic1ana y Juan José Paso, y con el más
votado de los apoderados del pueblo, Manuel de Sarratea.”
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina. 1806-1852, 2009.
“De acuerdo con la nueva normativa, el Triunvirato quedaba a cargo del poder ejecutivo y debía
subordinar su gestión a la Junta, convertida ahora en poder legislativo. Aunque ésta no tenía
atribuciones para erigirse en congreso constituyente, actuaba como si las tuviera, trastocando el
orden y la legalidad vigente, en función de ser el único cuerpo que, según declaraba, "conserva a las
ciudades en la persona de sus diputados". Como poder legislativo se reservaba las facultades de
declarar la guerra y la paz, establecer impuestos, crear tribunales o empleos desconocidos y
nombrar a los miembros del ejecutivo. (…) El Triunvirato elegido en la capital se erigió en autoridad
suprema, mientras que las provincias quedaron directamente sin voz en ella. La relación entre la
capital y el resto de las jurisdicciones se volvía cada vez más conflictiva. El poder ejercido desde
Buenos Aires no ocultaba su voluntad centralizadora, mientras las ciudades reclamaban
representación.”
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina. 1806-1852, 2009.
“El Primer Triunvirato no tuvo mejor éxito que su predecesor. En enero de 1812 resurge el Club
Morenista con el nombre de Sociedad Patriótica. Monteagudo, su principal portavoz, inaugura
el 13 de enero las sesiones de la Sociedad y funda su periódico Mártir o Libre. Desde allí, (…)
recoge y recrea las ideas de Moreno. Recuperar el espíritu revolucionario de Mayo, declarar la
independencia y dar una constitución, son los objetivos proclamados por la nueva asociación.
(…) en marzo de 1812, había desembarcado en Buenos Aires un grupo de oficiales criollos
formados en los ejércitos peninsulares, que impulsaron una nueva reforma en la organización
militar rioplatense. Dentro de este grupo se destacaron dos oficiales: el teniente coronel José
de San Martín y el alférez Carlos de Alvear. Ambos consideraban que el esfuerzo militar debía
servir a una causa más americana que local. La confluencia de las miras de la Sociedad Patriótica
con los recién llegados condujo (…) a la creación de la Logia.”
Goldman, Noemí. Crisis Imperial, Revolución y Guerra.
“Las divisiones facciosas en la capital se habían profundizado con la creación en enero de 1812 de
la Sociedad Patriótica, asociación que nucleó a los sectores morenistas ahora liderados por Bernardo
de Monteagudo, y de la Logia Lautaro, organización secreta que buscaba influir en el gobierno local
para favorecer la suerte militar de la causa revolucionaria en América y que estuvo liderada por José
de San Marón y Carlos de Alvear, recién desembarcados en el puerto de Buenos Aires. Ambos grupos
confluyeron para oponerse a 10 que consideraban una política moderada por parte del Triunvirato.
(…)La opción de declarar la independencia de la metrópoli dejaba de ser una alternativa que sólo
podía ser discutida a media voz para pasar a ser debatida en el espacio público. Por otro lado,
recrudecía la inquietud por reunir a un órgano representativo de todos los pueblos luego de casi un
año de ejercicio del gobierno provisorio por parte de un cuerpo que había sido elegido en la ciudad
de Buenos Aires. La única vía jurídica –legal y a la vez legítima- de salir de esa provisionalidad era
convocar a un congreso que, representando a todos los pueblos del ex virreinato, decidiera el nuevo
rumbo político de la región.
El congreso fue finalmente convocado, luego de los convulsionados episodios de octubre de 1812.
Un movimiento revolucionario liderado por los miembros de la Sociedad Patriótica y la Logia Lautaro
dio por tierra con el primer Triunvirato y formó un nuevo gobierno. El segundo Triunvirato,
dominado por tendencias más radicales que proclamaban la necesidad de declarar formalmente la
independencia, fue el encargado de convocar al primer Congreso Constituyente que se reunió en el
Río de la Plata en enero de 1813.
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina. 1806-1852, 2009.
“La Asamblea del año XIII inició lo que denominaré como `ciclo independentista´, que habría de
complementarse con las decisiones de los Congresos de Oriente (1815) y de Tucumán (1816). La
Asamblea se inauguró el 31 de enero de 1813 y fue singularmente activa en sus primeros tramos.
Eliminó el trabajo forzoso y los instrumentos de tortura, declaró la libertad de vientres, aprobó un
sistema de pesos y medidas y creó un Escudo Nacional. Sin embargo, la sanción de la Independencia
fue postergada una vez más, debido a la permeabilidad de Carlos María de Alvear, cada vez más
influyente en la política rioplatense, a la presión inglesa. La Asamblea decidió profundizar la
centralización política y creó un gobierno unipersonal, a cargo de un director supremo acompañado
por un Consejo de Estado de nueve miembros y de un Congreso al que se le asignaban funciones
legislativas. El primer director supremo fue Gervasio Posadas, tío de Alvear.”
Lettieri, Alberto. La Historia Argentina, 2018.
5) ¿Cuáles fueron los conflictos que aparecieron en el Río de la Plata entre 1810 y 1813?
6) Realizar un listado con los intentos de organización política desde 1810.
7) ¿Qué fue la Asamblea del año XIII? ¿Qué medidas tomó, cuáles no pudo realizar?
“Entre 1814 y 1816 la derrota de Napoleón Bonaparte y la unión de las fuerzas del absolutismo
monárquico en la Santa Alianza, influyeron en las acciones del gobierno de las Provincias Unidas
del Río de la Plata. Fernando VII recuperó el trono de España y su mensaje a los revolucionarios
criollos fue claro: América era una colonia española y las juntas que gobernaban en su nombre
habían perdido su justificación. (…)La amenaza del envío de una expedición militar para
recuperar los dominios coloniales españoles y las derrotas que el gobierno revolucionario sufrió
frente a los realistas, justificaron la creación de un poder ejecutivo unipersonal. El director
supremo de las Provincias Unidas debía encargarse (…) de reorganizar la defensa de la
Revolución frente a los peligros externos e internos.”
Alonso, M. Europa Moderna y América colonial, 1994.
“En marzo de 1816 comenzó a sesionar en Tucumán el Congreso General Constituyente de las
Provincias Unidas en Suramérica, con la participación de los diputados de Buenos Aires, Córdoba,
Mendoza, San Juan, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, Charcas,
Chichas y Mizque. Dentro de las distintas alternativas en la orientación de la revolución cobraron
relevancia los proyectos monárquicos, pero fueron rechazados por varios diputados, a lo cual se
sumaba la cuestión aún no resuelta de instalar un gobierno confederal o centralizado, remarcado
por la ausencia de los diputados de Los Pueblos Libres. Estas divergencias se convirtieron en un
obstáculo para la formulación de una constitución, pero lo central de este congreso fue la
declaración de la independencia y la afirmación de la voluntad de `investirse de alto carácter de una
nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.”
Alabart, Mónica y otres. Las revoluciones de independencia hispanoamericanas a través de sus
fuentes, 2017.
“El Congreso se planteó como un modo de salir de la crisis. Si bien no logró –hubo gestiones
fallidas– que los territorios artiguistas aceptasen participar en él, por su desconfianza hacia
la política de Buenos Aires, sí pudo intentar una reorganización de las Provincias Unidas.
Para ello se planteó cinco objetivos.
Uno fundamental fue declarar la independencia, decisión que para ese entonces ya casi
nadie discutía entre los rioplatenses. No había sido ese el plan de los revolucionarios de
1810, que en un primer momento propusieron un proyecto autonomista: no depender más
de España, elegir a sus propias autoridades y manejar su propia economía. Es decir, dejar
de ser una colonia. Pero eso no era incompatible con mantenerse fieles al rey español.
Imaginaban una monarquía federal en la cual cada territorio sería igual al otro, sin
dependencias y con el rey como símbolo de unión (algo parecido a lo que más tarde fue la
Commonwealth británica). De todos modos, enseguida surgió otro proyecto entre los
revolucionarios, desde que Mariano Moreno planteara que el rey no tenía derechos sobre
América porque la conquista se hizo por la fuerza y los americanos no consintieron ser
parte de la monarquía hispana.
Un cuarto propósito de los diputados fue elegir la forma de gobierno para el nuevo Estado,
¿república o monarquía? En el panorama conservador que trajo la derrota de Napoleón,
muchos creían que solo una monarquía, aunque constitucional, podía ser reconocida en
Europa. Y pensaban que al mismo tiempo podía dar un principio de unión para las
diferencias entre las provincias. El antiguo republicano Belgrano planteó la posibilidad de
entronizar a un descendiente de los incas, lo cual daría a la monarquía una fuerte identidad
americana y –creía– aseguraría el apoyo indígena a las Provincias Unidas en el Alto Perú,
movimiento que tenía la posibilidad de asegurar el triunfo. San Martín, Güemes y varios
congresales apoyaron la idea, pero varias voces republicanas se elevaron en contra. No
luchaban contra un rey, decían, sino contra los reyes, contra el despotismo que suponían
necesariamente asociado con la monarquía. El debate parlamentario y en la prensa no
condujo a acuerdos y la situación quedó sin resolver.
El quinto objetivo fue poner fin a la revolución, a lo que los diputados consideraban un
peligroso avance de la insubordinación, para reconstruir un orden. La intención era doble:
terminar con el desafío de pueblos pequeños a las ciudades cabeceras, de las provincias al
poder central y de cualquier facción a un gobierno; y también poner un límite a la
movilización popular, que era muy fuerte en diferentes espacios rioplatenses y significaba
un ataque a las jerarquías tradicionales y un cuestionamiento del orden social. La decisión
del Congreso fue ubicar al “Ejército Auxiliar del Perú” en Tucumán, al mando de Belgrano,
con la misión de vigilar el orden interno. Solo en 1816, ese ejército reprimió levantamientos
en La Rioja, Córdoba y Santiago del Estero. Y a nivel social intentó una pedagogía de la
obediencia (por ejemplo con versos en tono popular como el “cielito de la independencia”).
De todos modos, mientras siguiera la guerra era muy difícil para las elites conseguir la
desmovilización que anhelaban. El Estado creado por el Congreso se desmoronó en 1820
pero la independencia quedó como un legado duradero, ya que todos los proyectos políticos
ulteriores la tomaron como punto de partida. Desde el siglo XIX, el mito de origen argentino
está asociado con dos conceptos muy fuerte: revolución e independencia.
Por supuesto, la noción de qué significa la independencia fue cambiando a lo largo del
tiempo y de acuerdo a quién la mirara. Lo ocurrido en 1816 no fue un hecho aislado sino
que se enmarcó en la “era de las revoluciones” iniciada en torno a 1770 en América y
Europa, que dio origen al mundo moderno. Un elemento clave de ese momento de cambio
fue el ascenso de la noción de soberanía del pueblo como fundamento del poder, por lo cual
una declaración de independencia como la de las Provincias Unidas implicaba también
consolidar esa máxima. Imperfecta y variable, la idea de soberanía popular atravesó los
siglos XIX y XX como un principio decisivo. Hoy, cuando como nunca antes el poder del
“mercado”, de las grandes corporaciones multinacionales, impone sus condiciones en todo
el mundo, la noción de independencia parece augurar una lucha futura de los Estados para
mantener ciertas porciones de soberanía frente a los designios de poderes no elegidos por
ningún pueblo.”
Di Meglio, Gabriel. Historiador, investigador de Conicet. Página 12 – 09/07/2016.
“A la caída de Alvear había seguido una etapa de profunda crisis en el seno de la elite porteña, que
parece haber perdido su rumbo. La convocatoria a un nuevo congreso, que sesionaría en la ciudad
de Tucumán, marcaba un cambio en su política, que con este gesto se mostraba más atenta a los
intereses de los pueblos mientras buscaba afirmarse con nuevas alianzas con figuras locales
influyentes. Así, el denominado Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas de
Sudamérica comenzó sus reuniones en marzo de 1816 y designó como nuevo director supremo a
Juan Martín de Pueyrredón (mayo 1816). En este nuevo contexto resurgieron (…) distintas
alternativas para salvar la revolución, dentro de las cuales los proyectos monárquicos, (…) ocuparon
un lugar importante. Belgrano (…) propone la creación de una monarquía inca que favorezca la
restauración de uno de sus descendientes. Pero los pueblos se oponen a cualquier solución
monárquica. Lo fundamental del Congreso fue la declaración, en julio de 1816, de la Independencia
de las Provincias Unidas en Sudamérica y la afirmación de la voluntad de “investirse del alto carácter
de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.”
Goldman Noemí, Crisis Imperial, Revolución y Guerra.
“Las disputas suscitadas durante la década de 1810 entre los partidarios de un régimen político
centralizado y los que pretendían crear una confederación pusieron fin a la existencia del gobierno
central a comienzos de 1820. Esta situación dio lugar al surgimiento de nuevas entidades
territoriales autónomas, las provincias, que, sin renunciar a unirse en un pacto constitucional,
fueron organizando sus instituciones siguiendo el molde republicano. Las experiencias vividas en el
interior de cada una fueron desiguales: mientras algunas exhibieron un mayor grado de
institucionalización política, otras mostraron una gran inestabilidad o bien la preeminencia de
poderosos caudillos locales.”
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina, 1806-1852
“En 1824 se reunió un nuevo Congreso Constituyente con el objeto de procurar una organización
nacional. Allí, se dividieron las posiciones entre los unitarios, defensores de un régimen centralizado,
y los federales, propulsores de un régimen que pretendía dotar de mayor autonomía a las
provincias. Los primeros dominaron la política del Congreso, pero fracasaron en sus objetivos. La
Constitución dictada en 1826 fue rechazada por la mayoría de las provincias, al tiempo que la guerra
contra el Brasil y la guerra civil en el interior terminaron por disolver el Congreso y el poder nacional
recién creado. Las provincias regresaron a su anterior situación de autonomía y se dividieron en dos
grandes bloques: la Liga Unitaria del Interior y la Liga Federal de las Provincias del Litoral. Ambos
bloques se enfrentaron en una guerra que terminó con la derrota de la Liga Unitaria, al mando del
general paz.”
Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina, 1806-1852
“El caudillo, no emana, sin embargo de la masa; es buscado por ella en una capa social
superior, pues, una vez procede del núcleo ciudadano director -Artigas-; otra de linajudos
señores del lugar -Güemes- o bien se trata de un rico hacendada -Bernabé Araoz-; menos
frecuente es el origen humilde, pero enaltecido por el arrojo y pericia militares -Estanislao
López- o, el que desde una esfera mediocre -Francisco Ramírez- , se eleva estando al
servicio de una personalidad dominante.
El caudillo arquetipo aparece en el Litoral, promovido por una sociedad...
Frente al grupo conservador de los privilegios de la ciudad-puerto -¨gentes ilustradas¨,
¨propietarios¨, ¨pelucones¨, ´militares de grado¨, ¨familias aristocráticas¨, ¨jóvenes
distinguidos¨- enumera López; se alza la ¨montonera¨ o partido federal representativo de
auténticas necesidades populares.”
Bosch, B. El caudillo y la montonera.
¨¿Quién era Rosas? ... un propietario de tierras; ¿qué acumuló?....tierras; ¿qué dió a sus
sostenedores?...tierras; ¿qué quitó o confiscó a sus adversarios?...tierras...¨
LYNCH, J. Juan Manuel de Rosas; Bs.As. Hyspanoamérica, 1986.
¨Cuando Rosas llega al poder no se ha identificado sin duda con los sectores más extremos
del federalismo, que quieren hacer de la venganza su única política...
La paz es en verdad el objetivo principal de la acción política de Rosas...
...la pacificación del interior bajo signo federal debía terminar por identificarse con la
Conquista del interior por Buenos Aires, única capaz de imponer a las alborotadas provincias
un orden estable.¨
HALPERIN DONGHI, T. De la revolución de la independencia a la confederación
rosista.
¨¿Qué era el rosismo? Su base de poder era la estancia, foco de recursos económicos y sistema
de control social. (...) dio a Rosas los pertrechos de guerra, la alianza de colegas estancieros,
y los medios para reclutar un ejército de peones, gauchos y vagos. (...) demostró habilidad
para controlar fuerzas populares. Entonces explotó el miedo que los hombres tenían por la
anarquía, que pudo pedir y obtener el poder absoluto.¨
LYNCH, J. Juan Manuel de Rosas; Bs.As. Hyspanoamérica, 1986.
“Los agentes del terrorismo eran miembros de la Sociedad Popular Restauradora, un club
político y organización parapolicial. La sociedad tenía un ala armada, comúnmente llamada la
Mazorca. La palabra mazorca, simbolizaba la fuerza mediante la unión, pero en realidad se
popularizó porque su pronunciación sonaban en forma similar a `más horca´ (…) No era un
comité de seguridad pública, un club jacobino ni un partido político. Era esencialmente una
organización paramilitar o parapolicial”
LYNCH, J. Juan Manuel de Rosas; Bs.As. Hyspanoamérica, 1986
“El enfoque federal de los problemas económicos difería del unitario (…) El partido reconocía
la existencia de intereses económicos divergentes en las distintas provincias y se abstuvo de
defender cualquier política económica que supusiera uniformidad de desarrollo económico en
todo el país (…) Libres de doctrinas abstractas, prácticos en sus métodos y objetivos, se
mantenían estrechos contactos con la realidad económica y social. En la provincia de Buenos
Aires (el federalismo) buscaba la continua expansión de la industria ganadera (…) Postulaba la
incorporación de nuevas tierras y la expansión territorial hacia el sur (…) Además, prometía la
expansión del comercio exterior y tampoco se desinteresaba de la agricultura e industrias
locales.”
Burgin Mirón, Aspectos económicos del federalismo argentino.
¨La ley provincial (de Aduanas de 1835) tenía un objetivo nacional. Buenos Aires
abandonaba el libre cambio que la favorecía internamente, y adoptaba el proteccionismo con
un triple objeto: a) quitar los recelos del interior hacia el puerto consolidando la unión
nacional; b) crear una riqueza industrial y agrícola argentina, en procura de su independencia
económica; c) hacer poco vulnerable el país a un bloqueo extranjero, como ocurriría si la
entrada o salida de productos por Bs.As. fuese el fundamento de su vida económica.¨
ROSA, J.M. Historia argentina T. 4, Oriente, Bs.As, 1973.-
¨... a pesar de los beneficios otorgados por esta ley (Aduanas) (...) Ha de tenerse en cuenta,
además, que a pesar de la liberación de impuestos a productos del interior, esas mercaderías,
en buena medida, quedaban constreñidas al mercado local. la prohibición de entrar a Bs.As.
artículos de comercio que pudieran competir con sus propias artesanías y manufacturas (...)
privaba al interior de comerciar esos enseres en el lugar de mayor demanda, que era Bs.As.
(...) cabe señalar que esa ley no cambió nada el sistema comercial vigente en el Río de la
Plata desde 1810. En tanto se mantuvo el régimen de puerto único, las provincias quedaron
forzosamente sujetas a la marcha económica de Bs.As. punto de concentración y distribución
obligado de todo mercado exportador e importador.¨
Perez Amuchastegui, A.J. Rosas y las bases federales.
“(…) La Batalla de Caseros puso fin al régimen rosista, un experimento republicano que
había involucrado a los sectores populares en prácticas electorales, festividades patrióticas
y una “Guerra Santa” muy costosa en términos humanos y materiales; un régimen en cierta
medida paradojal que defendía el sistema federal mediante el centralismo político, que
sostenía la voluntad de los pueblos por medios autoritarios; un régimen que sus opositores
liberales llamaban “Tiranía” mientras que sus seguidores, los vecinos federales, concebían
como la forma más adecuada que la República podía tener bajo las condiciones
extraordinarias de la guerra civil. Sin comprender demasiado las causas de su caída Rosas
aceptó los hechos y emprendió el camino del exilio (…) Urquiza negociaba con los liberales
porteños la transición hacia un sistema de libertades públicas y hacia un proceso
constituyente. Pero allí también se ejecutaban a ex oficiales rosistas. (…) los visitantes
podían ver como fin de una era, cadáveres colgados de los árboles. Algunos de los visitantes,
cuentan los contemporáneos, se cubrían el rostro (…)”
Salvatore Ricardo, Consolidación del Régimen Rosista, en Nueva Historia Argentina, Noemí
Goldman, Buenos Aires 1998.
1) ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la desaparición del régimen rosista?
2) ¿De qué manera se caracteriza al régimen rosista?
3) ¿Qué buscó hacer Urquiza después de la caída de Rosas?
“En 1845 el gobernador rosista de Corrientes había sido depuesto por exiliados que penetraron
desde Brasil. Justo José de Urquiza ayudó, como en otras oportunidades, a sofocar el levantamiento,
pero dejó las puertas abiertas para tratados con Montevideo y Brasil. En el momento en que Rosas
rompe relaciones con Brasil, a fines de 1850, el ministro de Relaciones Exteriores del Imperio le
envía una nota a Urquiza solicitándole, entre otras cosas:
- claro rompimiento público con Rosas,
- independencia de Uruguay y Paraguay,
- luchar para expulsar a Oribe del Uruguay
Urquiza acepta las condiciones. Primero envía una nota a las provincias donde les sugiere "la
necesidad de retirar las facultades delegadas en la persona del general Rosas para la dirección de
los asuntos generales de la Republica". Luego (el 1º de mayo de 1851) expide su Pronunciamiento
donde reasume "el ejercicio de las facultades inherentes a su territorial soberanía", y por el cual la
provincia de Entre Ríos queda "en actitud de entenderse directamente con los demás gobiernos del
mundo, hasta tanto que, congregada la Asamblea Nacional de las demás provincias hermanas, sea
definitivamente constituida la Republica".
Eggers Brass, Teresa. Historia argentina: una mirada crítica (1806-2006), 2006.
1) ¿Qué establece el Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos en relación a la organización de las
provincias?
2) ¿Qué establece el artículo 3? ¿Cómo se relaciona con los ideales del federalismo? ¿Por qué?