HOJA DE PRÁCTICA 5 (Lenguaje)
HOJA DE PRÁCTICA 5 (Lenguaje)
HOJA DE PRÁCTICA 5 (Lenguaje)
Curso:
LENGUAJE I
“MORFOLOGIA Y ETIMOLOGIA DE LAS PALABRAS”
Alumnado:
SALDAÑA ZAPATA, JOSÉ
Docente:
Prof. MELLISA CASTILLO CASTILLO
TRUJILLO
2024
Lenguaje I – SEMANA 5-
MORFOLOGÍA DE LA
PALABRA
HOJA DE PRÁCTICA
5
3.- . Instrucción: Completen las oraciones siguientes con palabras de escritura dudosa como las que
presentamos a continuación:
aparte / a parte, acerca de / a cerca de, con que / con que / con qué, demás / de más, por que / por
qué/porque / porqué/ sino / si no, también / tan bien, tampoco / tan poco, a sí mismo / asimismo / así
mismo, sobretodo / sobre todo, En torno / entorno, A/ Ha/ Ah, As, Has, Haz
Utilizando las palabras seleccionadas en el ejercicio 2 y otras, según su elección, redacten un texto (mínimo
de 10 líneas). Asimismo, consideren al menos dos palabras de escritura dudosa, dos acrónimos, dos
abreviaturas y dos siglas, además de otras palabras de su interés.
En el bullicioso ambiente de un centro veterinario, la jornada comenzaba con la típica agitación propia de aquellos
lugares donde los animales y sus cuidadores humanos se entremezclan. En una de las salas de consulta, el vet. de guardia
atendía a un perro que llegó cojeando, sufriendo visiblemente de una mialgia aguda en una de sus patas traseras.
Después de un examen minucioso, el vet. determinó que el perro necesitaba una radiografía para descartar una posible
fractura. Trasladaron al paciente a la sala de radiología del lab. adjunto, donde se llevaría a cabo el procedimiento, al
ingresar a la sala el perro rápidamente se calló y fue intervenido. Los resultados confirmaron que haya fractura, pero sí
una lesión muscular significativa.
Con la mialgia diagnosticada, el veterinario procedió a realizar la sutura de una pequeña herida que el perro tenía en la
pata, probablemente causada durante su excursión dolorosa. Con paciencia y destreza, suturó la herida mientras el
animal permanecía calmado, agradecido por el alivio que empezaba a experimentar.
Después de un tratamiento adecuado, el perro salió de la clínica con su dueño, cojeando mucho menos y con una receta
de analgésicos para ayudar a controlar la mialgia. El veterinario les explicó cuidadosamente cómo administrar los
medicamentos y les indicó que regresaran en unos días para un seguimiento.
La tensión en la sala de consulta finalmente calló, dejando lugar a un ambiente más tranquilo. El veterinario se recostó
brevemente en su silla, satisfecho de haber ayudado a su paciente a encontrar alivio. Se sentía orgulloso de la labor que
realizaba cada día, donde el bienestar de los animales siempre se hallaba en el centro de su atención y dedicación.