Contexto Pipitone
Contexto Pipitone
Contexto Pipitone
CIUDADES,
NACIONES, REGIONES
Los espacios institucionales
de la modernidad
Pipitone, Ugo
Ciudades, naciones, regiones. Los espacios institucionales Hay un cuadro de Klee que se Ilama Angelus
de la modernidad / Ugo Pipitone. México : FCE,2003. Noous. En él se representa a un ángel que
432p.;21x 14 cm (Colec. Economía) -
- parece como si estuviese a punto de alejarse
ISBN 968-76-6996-7
de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están
1. Economía Historia I. Ser IL t desmesuradamente abiertos, la boca abierta y
-
extendidas las alas. Y éste deberá ser el asPec-
LCHB75P57 2003 Dewey 330.09 P614c
to del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro
hacia el pasado. Donde a nosotros se nos ma-
nifiesta una cadena de datos, él ve una catás-
trofe única que amontona incansablemente
ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien
quisiera él detenerse, despertar a los muertos
y recomponer lo despedazado. Pero desde el
paraíso sopla un huracán que se ha enredado
en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya
no puede cerrarlas. Este huracán le empuja
irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la
espalda, mientras que los montones de ruinas
crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo
que llamamos progreso.
WerrsR BnNJarvtN, D isutr sos i nt er runrp idos
ISBN 968,16-6996-7
Inrpreso en México . Pritttcd itt Maxico
NACIONES ESTADOS UNIDOS: LA ÚLTIMA GRAN POTENCIA NACIONAL 223
miento de bienes y servicios reales? La ESTADOS UNIDOS: LA ÚLTIMA GRAN POTENCIA NACIONAL 225
Reserva Federal, destrt,
1928, vuelve restrictiva ra porítica rlue los pobres no tuvieran dinero que gastar y los ricos no tuvie-
monetaria para desalentar rir
carrera especulativa. y paradójicamente, r¿rn intención de hacerlo después del gran susto del 29. A 1o cual
la iolítica *o."tu.¡,,
que debía reducir el riesgo de una g.urr"..iri, hay que añadir los errores de la Reserva Federal. Milton Fried-
tursátil fru, proUn-
blemente, uno de los fictores deJencadenantes nlan y Anna Schwartz señalan que entre el punto más alto del
del cambio cit,
expectativas que la precipitaría.a0 ciclo económico, en 1929 , y el punto más bajo, en 1933,la Reserva
Mientras las acciones de las principales lrederal redujo la masa monetaria en cerca de una tercera parte:42
corporaciones se des_
plomaban, a comienzos de ,rovlembre, jr,rsto en el momento en que la economía se debatía en una dra-
entre una tercera parte y
la mitad de sus valores previos, se abría rnática falta de liquidez. Y cuando finalmente, superados los ab-
el periodo más dramáti_
co de la historia económica y social surdos temores de inflación, la Reserva inicia operaciones de
de Estados Unidos. Entrt,
1929 y 1933 el lrn, a precios ctnstantes, rnercado abierto adquiriendo títulos estatales y transfiriendo
se reduce
oleada de quiebras bancarias hace desaparecer ".,
:f Z, y ,rr_lo
(literalmente) liquidez al sistema bancario, éste estaba tan preocupado por las
miles de bancos; 659 sólo en 1929. El deserirpleo, perspectivas a corto plazo que el dinero fluía hacia inversionistas
que en 1926 er¿-t
de,800 000 personas, pasa a 1.5 millon o consumidores con exasperante lentitud.a3
es en 7929 y llega a 12.tt
millones en 1933. En ese último año, Pero dejemos la descripción de crisis y depresión y concentré-
el desempleo abarca uno de
cada cuatro trabajadores, revelando monos en lo que verdaderamente importa acerca de los años
la diferr
reciente en que treinta: la invención política. Ahí está la mayor novedad. Desde
"íd"r"mpleo
sumo/ pocos meses,
podía durar dH:r"lifi;:l:::i:
y un presente en que se proyecta en un sus primeras fases, la depresión revela la peligrosa distancia
esce_
nario de años. Sólo en 7937 la producció., entre una administración republicana que, sobrepasada por los
,r.ret.ru ut ."girt.o
vio de 1929 y será una conquista efímera f.e_ acontecimientos, vaga confundida entre afirmaciones de princi-
porque el año siguiente
ocurre un nuevo descenso, hasta que pios envejecidos y errores dramáticos,aa y una sociedad cuyas
la guerra _con su gigantes_
co gasto público, la sustracción aé ts gigantescas necesidades exigen nuevas respuestas que demora-
,,.,lillo.,u, de indivld"uos de
las ocupaciones civiles y el descomunal ban en llegar. La confianza en el mercado no absuelve la impoten-
endeudamiento del Esta-
,o: O91" la maquinaria productiv a otra vezen movimiento. cia. Lo que el país necesitaba era audacia para experimentar so-
¿Qué fue lo que conviriió una, si bien, grave crisis iuciones inéditas. Y eso, precisamente, obtuvo con el segundo
bursátil en
una depresión sin precedentes históricos?a? Roosevelt en la presidencia. Pero una cosa ciertamente no será el
Las respuestas defini_
llegan, pero podemos suponer que operaron New Deal: un plan predeterminado de acción gubernamental. En
ractores ": los cuales
:1t_?:11"entre
la entrada en circuito de la depresión
varios
una de sus primeras conferencias de prensa después de la victoria
americana con la retracción del comercio electoral de 1932, Roosevelt se compara a sí mismo con el maris-
internacional, la eleva_
da concentración del ingreso que implicaba, cal de campo de un equipo de futbol americano y dice: no se pue-
en Estados Unidos,
a0 Entre 1921 y 1927 ra oferta-monetaria (billetes
más depósitos bancarios) había 12 M. Friedman y A. J. Schwartz, o¡t. cít., p.299.
crecido a una tasa media anualde 4.S,2.,
plr"
redujo a 0.6% anual. r. Atack y p. p".r;ú:t. ",.'o"'téi' y tOZOel crecimiento se
13
John Kenneth Galbraith, MoncrT, Houghton Mifflin Co., Boston, 1975, p.192.
.;;;;. ;ñ: Una situació' que, en la { El primero fue la aprobación de la ley Smooth-Hawley que produciría cl salkr
tectura de Milton Friedman yÁ-..;
tica monetaria no fue suficientemenie
i;h';fi;;;;ii;"";;"," ,,La
potí_ de aranceles ya elevados, 40'% en1,929, al 597, de 1932, cot't lo cual los países curo
restrictiv;'t;;;-;;i""". "omentario:
un mercado especu- peos, que necesitaban exportar a Estados Unidos para pagar sus deucias acunrulir-
lativo, pero fue demasiado restrictiva
para poáer-rárü"'. recuperación das desde la primera Guerra Murrdial con ese país, se veían obligados a ronrpt'r l¡
económic¿", A Mottetnry Historu ol itrt """ "rgorosa
u'r¡rrd ilr,rr,'\'B'b7_1960, ¡vs¡n, princeton cadena de obligaciones intemacionales creando un ambiente de incertirlumbre v
University Press, tgZt 1i,ed., t9O3), pp.297_29g.
a1 retroceso en el volutnen del comercio iuternacional. El seguntlo ftte la ¡rro¡rttesta
Véase Jolrn Kennerh Cu,rcra¡í,Tl,iéuní\rnr1,,1929,
Houghton Mifflin Co., de Hoover, enL932, de aumentar los impuestos para evitar el dóficii ¡rrcsrr¡rrrt'stal,
Boston, 1961 (i" ed., 1954), pp. 182_797.
en el momento en que la economía necesitaba aumerltar su ca¡raciclacl cle conr¡rr,r,
en lugar de estrecharla.
z16 NACIONES
ESTADOS UNIDOS: LA ÚLTIMA GRAN POTENCIA NACIONAL 227
de planificar demasiado rígidamente hacia
el futuro, porque ,,las seguridad colectiva en un mundo financiero con peligrosos va-
futuras jugadas dependerán del resultado que
dé pró*irr,u cíos de regulación. Otra importante iniciativa del primer New
inmediata".as Ahí está gran parte del espíritu
del New "riuDeal.
El mayor antecedente disponible pu.i lu nueva l)eal fue la creación de la aaa, la Oficina de Ajuste Agrícola, que
administración ('n pocos años permite una recuperación de los precios y de los
democrática es el wrB, el Wai Industries Board
creado en I9I7 para ingresos rurales. Aquí también, la Corte Suprema, en 1936, pone
coordinar y centralizar las relaciones entre gobierno
y luera de la ley al programa que, sin embargo, en poco tiempo fue
durante la primera Guerra Mundial. y con esto "_p."ru,
en la cabeza se or_
ganiza el mayor experimento restablecido y profundizado con una vestidura formal que obvia-
de planificación económica en ba la censura de la Corte.
tiempos de paz,la une, National Rectvery
Administration, ,,Otor_ Sin embargo, lo más novedoso debía ocurrir después de 1935,
gando al presidente una plena libertad para
fljar precios, ;.r*. cuando el New Deal radicaliza e intensifica su acción frente a la
tos y condiciones de trabajo a lo largode la
economía, estable_ casi nula recuperación de las inversiones privadas y los elevados
ciendo códigos para la ,competencia leal,
con fuerzade ley [...] la rriveles de desempleo 1935 había todavía 10.6 millones de
une reclutó las fuerzas de-producción y las puso -en
a disposición de clesempleados y el pIB permanecíaun77o/o por debajo de la marca
un comandante dándole la máxima flLxibiiiaaa
pu.u ."rpor,a". cle 1929-. Ese año se aprueba la Ley Wagnet que reconoce sindi-
a la situación según su juicio,,.+o El problema
de este esfuerzo catos y negociaciones colectivas. Se reforma en sentido más estric-
de centralización económica es que está construido
alrededor de io la normativa de las holdings y se incrementan en forma consi-
una idea de escaso aliento para énfrentar una
depresión tu. p"r_ derable los impuestos sobre la renta, las utilidades y las herencias,
sistente y profunda: la idea de producir
una escasez pranificada con el resultado de reforzar la progresividad fiscal (que posterior-
que rompa la espiral deflacionista y cree nuevamente
el estímulo mente se reduciría).a7 La Social Security Act introduce un sistema
necesario a la inversión y a la generación
de ingresos. por ese de pensiones, seguros de desempleo y varios otros programas
camino, sin embargo, no se podíá ir muy lejos.
Al acelerar la tran_ destinados a cambiar en forma profunda y permanente las fron-
sición con una nueva estrategia ,ri.,o prorríd"ncialmente
uq.r"tio teras entre público y privado en Estados Unidos. Tal vez no sea
u1 su momento pareció una desgracia: la
1":
de la Corte Suprema de la ley q,r".ábu
anulación de parte demasiado enfático Alan Brinkley al sostener que "la ley de asis-
la Nne, por una indebi_ tencia social aprobada en 1935 fue la más importante de la histo-
da extensión interpretativa de ras leyes rerativas
al comercio inte- ria de Estados Unidos".a8 La sociedad que había hecho de un
restatal, además de la delegación ilegal de
facultades del Congre_ individualismo condimentado de filantropía el principal cimien-
so al presidente. Terminaba así la
lrimera fase del New D"eal.
Una fase, habrá que decir, en q.r".,o hubo to ideológico de su vida colectiva, en su peor crisis económica
sólo errores sino tam, experimenta inexplorados caminos de solidaridad y de regula-
bién una serie de leyes regulaáoras de las finanzas,
la ley Glass_ ción pública de la economía. La otra vertiente de Ia segunda fase
Steagall que permitía al gobierno vigilar las
actividad", á" del New Deal es el gran incremento del gasto público para soste-
culación inapropiada de parte de loJancos, "rp"_
el Seguro Federaide ner la actividad productiva y el empleo. La wra, Works Progress
Depósitos que garantizaba las cuentas bancarias
Je los pequeños Administration (1935), es encargada de promover trabajos públi-
ahorradores, la Comisión de Cambios y Valores
encargada de la cos para aliviar el desempleo: se construyen decenas de miles de
vigilancia sobre el mercado de capitaies. Dicho
en síntesis: el edificios públicos y de puentes, centenares de miles de kilóme-
Estado comienza a poner algún oráen y a
introducir factores de
r7 Véase Michael P. Allen y
r5 Citado en ll. Hotstadter, Ln Irntliciótt..., rit., John L. Campbell, "State Revenues from Different
o.414.
16
Richard P. Adelstein, ,,The Nation o, u" ¡.áio.i. Income Groups: Variations in Tax Progressivity in the United States, 1916 to 1986" ,
,
tlre Managerial ldeal,' , Ttu
Unit: Keynes, IRoosevelt, and
An rc r icat t Soci ologi cal Rea ieiu, v ol. 59, núm. 2, 799 4, p. 77 6.
lourrnt o¡ a,,,rririn,, iirt; ;;i 28, 1, 1991, p. 174. ss Historin de Estados
'úrm. Unidos, cit., p. 570.
?2R LSTADOS UNIDOS: t,A UI_Tti\,tA CITAN p()|F.NC'O
NACIONIJS ¡¡¡¡1r\\t 22t)
tros de carreteras y una variec_lac1
cle otras ttbr.ts cle L_¡elreficio
pu
¡
'¡rpra cle los consur-nidores v evitar trabas t¡ue 1i¡1j¡en elcreci_
trlico. Fl Pr()gr(lr)t(l s(,extit.nde ¡ ri('nto econ(rmicct. Se prorutrerren proyectos de contplsrrb¡pr"a-
h.rst,l .rpov,ll. l,l ¡ctir itj¡d
.l rtist,ls tlesem ple.rtlos. t.lt,v.lrit,.,
,)i('s enteros: de los alimentos al trans¡-r1¡¡¡u, ¿a1 o1¡¡irrro,t los
( 1lr¡l'os y a los prodr.rctos farmacéuticos. No havenelesi¡¡¡¡21.¡
..:"li,:li:li..ifi i5ltllÍi1l^llil;L:.*::,;.J,;J::l:l?"ll , rrprellclido ninguna retórica sobre las virtncles cle i.rpequeña
¡ros cle Jackson_ urr sentimienb tan profunclo , r¡rfrresa; no se trata cle mitificar ltr competerrcia perierta¡¡¡1¡.¡
cle comuniítn
-:";entn,
un p res icle' t" y lo gl.1]l
ñ¿r electoral de 1936,,.r,, La _ma
s¿r cl el p.,"L.,to cr.r¡.
d u ranrJ 'rir,r especie de pi.rraíso perdido. La cornpetencitr, par,rALuolcl,
pcligrma .1"r.,),,"*r,rn ir., rr('nc qlte ser el resultado de e.rn¡rresas cltva m:rguttr-rd ll0lasdebe
nes y s.ciedac'r se ccl.r'iertc e. entre instittrci._
sLr colrtrari'. Ese presicreur"
1"".i,, l',,¡lcr ai reparo de la rrigilancitr púbiica acerca tie sus pLácticirs.ir
nac*r a la silra cre.r.ecras por I rr un libro publicaclo ¡-ror Arr.rold trn año antes de¡¡¡¡ririirse en
rna polionrielitis y c1'e clescle arí
c\pl'esa una cnelgÍ.r inagotable es refrejo Ir ¡rci onario público (v apr-rntemos cntre pa réntesis que $ trat;r clc
r
.1.. ro s,-,.ic.io¿, .-,,-,o nr")_
cla cle tJe.rilirJarl v rle'ol'ntad .i" .".,",i-,";o;icin. Lrno de los libros más ¿rsombrc)sos, pc)r su ir-iteligenc;¿r ligerez;r
La centralizaci(rr
prlítica se re'ftrerzo arrecJecl.r c're'r;;;t;*''lr,..sicrerrcial r orrica, del siglo xx ntnt,ricrttttt) se señal¿i trna c1e las persisterrtes
ltiettlo le,1el'.11. Err l,rs.rnt,* tr(,intir,,*frr,, y del g.-
D.',,',i"1 Bt,ll, , .¡ltraclicciones c1e la cultura ¿lntericana: en un muntlocad¡r,cz
otttcricntto se cclnr''ierte plenar-nente l.l :ocj1,..1.1.i
rrr.is organizaclo se persiste en creer qtre la trrg.rniz¡r 0lr,:rbre
rres prlíticas nacirnares y nLrevas "rr',,,,,rs.cie.Ja.l c.r-l irrstituci._
regras para cantrarrestar ir r¡11¡ l¿1 púLrlica, crea ineficienciits, btrrocracia, tiranía, ,,1 lo ¡¡rio-
r-rnific¿rcici' en qLre ros merc¿rcros
," t.roL-,ro,-r trntici¡-rac*r, probabre- 'n¿ ',() ('s clue mientras Ias personas piensen así el desa¡roll0 dr l¿rs
melrte, a la ¡rpli¡i¡¡.rrr nue \'¿ts organizaciones siempre prueba que tienerr r¿tzón".il
EI New Deal trae erementos des¡r¡¡[s cle que el (leneral Attorney le o¡den¡ abarrcio-
I-lrr 19.13,
originares a ra jcrenticl¿rc1 corectiva:
Lrn nue\/o rr¡r el caso contra krs ferrtrc.rrriles por fij.rcitin de precios nr,,no-
¡ractci social.elttre instjtuciones V citrcj¿rrl¿rnío
nraciril'r clel tlerecho clel gitbierno y t,.¡ uf,r_
a establece lrolicos, Thurm¿rn Arnolcl decicle ¿rbandonar su c¿trgo \/a()nvg.tir-
u es cl e I ¿r ¡ c ri' i cr a
' I lt' I t,;:, li,nt:,,, ,1,.1 ,.,7 ':'l'ltt' Fo[kl¡r¿ tt_f CnpLttlisttt, Ne rr l].rvun-y.rir- L nir crsity I,ress, l,lJ9 (. cd.,
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[,. ttt.
.J
230 NACIONES ESTADOS UNIDOS: LA ÚLTIMA GRAN POTENCIA NACIONAL 231
años treinta, al calor de la guerra inminente, vuelven a reani- rclativamente al pIB contribuye a atenuar las oscilaciones cíclicas
marse. t1e la economía, como señala Alvin Hansen desde 1964. En efec-
En los años inmediatamente posteriores a la guerra, el gasto to, si el crecimiento resulta menos acelerado de lo previsto, los
público se reduce a menos de la mitad respecto a 1.945, pero la irrgresos fiscales tienden a reducirse mientras el gasto público
inversión privada compensa el vacío. Y desde 1948 comienza el tiende a incrementarse por las compensaciones relativas a desem-
periodo más brillante de la historia económica de Estados Uni- ¡rleo, etcétera. O sea, aumenta la liquidez disponible tanto por la
dos. En el cuarto de siglo posterior a la guerra el rrn per cápita rcducción de los impuestos como por el aumento del gasto. Efec-
crece a una tasa media que gira alrededor de 2.4% anual, frente a tos contrarios, asociados a la progresividad de los impuestos,
7.7"4 entre 7870 y 1950. Es un retorno a los años veinte, pero mejo- ()cllrren en caso de aceleración del crecimiento. Es lo que Hansen
rados, por así decir: el crecimiento de este periodo ocurre en tlefine como "efecto estabilizador automático desempeñado por
medio de una mejoría persistente en la distribución del ingresos3 l¿rs nuevas instituciones entretejidas en Ia estructura so6i¿l".sc gt
y la ampliación de la red de la seguridad social. Las razones que trbvio que en1929, cuando los ingresos y gastos del Estado gira-
están detrás de un éxito tan espectacular son muchas. Mencione- ban alrededor de3nk del pIs, esas funciones de estabilización eran
mos algunas: la nueva aceleración de los consumos de masa; la virtualmente nulas, pero con valores alrededor de 14-20% entre
persistente mejora de la productividad y oscilaciones cíclicas 1950 y 1970,\a función indicada comienza a operar de manera
menores respecto al pasado. rnás clara.57
En lo que concierne a la productividad su crecimiento fue, en- Pero aquí también (como en los años veinte) el boont de la pos-
tre 7948 y 1973, de 2.9'/" anual,sa la tasa más elevada de la historia guerra avaÍrza en medio de la crisis de sectores como el ferrocarril,
económica estadunidense. El ¡;ran gasto público en investigación el carbón, el textil y el del zapato. A diferencia de los años veinte,
y desarrollo tiene efectos positivos sobre la economía en general; sin embargo, esta vez la agricultura juega un papel activo en el
en L969 el gasto total en este rubro era en Estados Unidos más del rlesarrollo económico general, mostrando, por cierto, un alto gra-
dobie respecto al total de Inglaterra, Alemania, Francia y ]apón clo de interacción positiva entre iniciativa privada y regulaciones
juntos.ss Entre la carrera aereospacial con la URSS (el Sputnik L'statales que dieron a Ios agricultores un marco de seguridad que
soviético es de 1957) y la demanda exuberante de bienes de con- probablemente aceleró la modernización técnica vía una mayor
sumo durables, la renovación del aparato productivo no podía más capacidad de mirar al largo plazo con cierta dosis de confianza.s8
que alimentar importantes avances de productividad. El otro ele- Pero los factores centrales dei dinamismo económico están del
mento característico de la época son los estabilizadores ntúomáticos. lado de la producción automovilística (los automóviles registra-
Con la introducción de la seguridad social y una recaudación fis- dos pasan de 28 a 83 millones entre 1946 y 1968), de la electrónica,
cal más progresiva (gracias a los cambios introducidos durante el la televisión (de 17000 a 40 millones de aparatos en uso entre1,946
New Deal), el incremento de los ingresos y los gastos públicos
56 Alvin H. Hansen, Tltc Pt¡sttpar Anaricn Ecttttt.tttr¡, The Nortolr Library, Nueva
York, 1964, p. 13. Más recientemente una lírrea similar de pensamiento es se¡;uida
s3 Entre 1950 y 7970 la
cuota del in¡;reso nacional apropiado por el 20,/. más po- ¡ror J. Bradford de Long, KarTncsionism, Pcnrtst¡luatin A¡tattue StVla: St¡ttt¿ Ecottotnic
bre de la poblaciórr crece de 4.5 a 5.5'ln mientras, en el otro extremo, correspondien- Ctntse cu¿ncc of tlrc Entplorynrcut Act of 1946, National Bureau of Investigation, Wor-
te al 20'k, más rico, el porcentaje se reduce de 42.7 a 40.9 ,'/,,. king Paper,5611, Cambriclge, Mass., 1996, p¡r. 11 y 15.
5l Cálculos sobre datos de crecimiento
entre 1os picos de los cinco ciclos registra- 57 Cálculos sobre datos de Ecottontic RLtport of tltc Pr¿sidcttt, enero de -l981. Cu¿ín
clos entre 7948 y 1973. Segúrn estirnaciones de Angus Maddison, la tasa rrrediu d"l iuerte debía ser en la posglrerra la corriente a favor de la política fiscal y el gasto pú-
periodo 1950-1973 sería de 2.7 "A, op. cit.,p.47. Lrlico, si hasta Nixon declaraba sin empacho, en enero de 1971, "I am now a keyrresian".
55
Richard R. Nelsorr y Cavirr Wright, "The Rise and Fall of American Technolo- 56
Resulta interesante a este propósito Sally Clarke, "Farmers and Entlepre-
gical Leadership: The Postwar Era in Historical Perspective", Jtturnnl ttf Econonic neurs: Regtrlation anc-l Innovation in American Agricultr-rle durin¡; the Twentieth
Li tc rn t u ra, vol. xxx, diciembre de 1992, p.'1952. Century", Tltt, louunl o.f Ecotrcnúc Hisfory, vol. xlvrtt, núm. 2, 1988, p. 417.
232 NACIONES I 5I ADOS UNIDOS: LA ÚLTIMA CRAN POTENCIA NACIONAL 233
y 1957),la química (plástico, teflón, nylon), los electrodoméstitr,., ,,, r .r Ycrrk 240 000 Personas en la nómina de la asistencia social
la automatización, el control numérico, etcétera. El modelo (r¡rr,.
' I ')5(), qlre en 1968 llegan a casi un millón.60 Esto indicaba algo
, r
combina innovación tecnológica y consumos de masa)
estable,,.i r,, t,,r, n() y algo malo acerca de la economía estadunidense de la
en los años veinte funciona ahora a pleno régimen, impulsactr evitaba que
1,r,r t,,' ,r',ucl"ra. Lo bueno era, obviamente, que el Estado
el aumento de los salarios reales, pór la difusión de la
publiciti,r,r 1,,. l,obres se convirtieran en miserables; lo malo, que hubiera
y un créditose que permite a millones de familias gastar más t rr rtos f-robres que necesitaran asistencia pública. Es eso, en el me-
clt, 1,,
que ganan corrientemente arimentando una maquinaria , I r, , l¡' la autocelebración de una sociedad que atraviesa por su
proclrrt.ri 1
en evidencia una fragilidad inesperada de la principal potenci,r ,,r't1en monetario que dé estabilidad a las relaciones económicas
económica del mundo. rrrternacionales y favorezca un nuevo ciclo de desarrollo. La res-
Llegados a este punto, es oportuno abrir un paréntesis sobrt,
lluesta al primer punto será doble: la Organización de las Nacio-
los temas internacionales. En el caso americano también, la gco rrt's Unidas y la guerra fría;la respuesta a la segunda vendrá de
grafía es mitad de la historia. Ser parte de una masa continent¡l lirctton Woods y también será doble: Fondo Monetario Interna-
entre dos océanos y pertenecer a un hemisferio en el que nuncir , ional y Banco Mundial. Y ahora, tanto en economía como en
tuvo rivales significó, entre otras cosas, tener una historia libre c-lt,
lx)lítica, Estados Unidos está en el centro de los grandes juegos
agresiones foráneas por casi dos siglos. Támbién los muertos cor.r rnnndiales. En una carta que Isaiah Bowman, director de la Ame-
firman la geografía: en la segunda Guerra Mundial, Estados Uni. r ican Geographical Society, y miembro de la redacción de Foreign
dos perdió la mitad de los hombres que había perdido en su Gut, r\ffnirs, envía a Hamilton F. Armstrong, editor-patriarca de la mis-
rra Civil. En este contexto opera el conflicto tradicional entre un rna influyente revista, escribe: "En la medida en que EU sea el
espíritu aislacionista y una voluntad de integración y de asun- ,rrsenal de las democracias [...] tiene que asumir una responsabi-
ción cle responsabilidades internacionales. I94S es, en cierto selr- liclad mundial. La medida de nuestra victoria será la medida de
tido, un año cero. nrrestra supremacía después de la victoria".63y éste era, eviden-
La vocación internacional recibe uno de sus más duros golpcs tcmente, el espíritu de la época: la sensación difundida de que
al final de la guerra con la fallida ratificación de parte del Congrt,- listados Unidos debía tomar una posición de responsabilidad
so de esa Liga de las Naciones que el presidente Wilson conside- global que nunca antes había imaginado.
raba su mayor logro en Versalles para poner las bases de un¡ En el diseño de la estructura monetaria de la posglrerra el ar-
arquitectura permanente de arreglo de disputas internacionales. qr,ritecto aftrcricanl es Harry Dexter White, doctorado en econo-
Desde entonces es una historia de vaivenes. Los créditos a Ingla- rrría de Harvard y asistente de Henry Morgenthau, secretario del
terra para que restablezcasu paridad áurea en l92S,y pocos años 'lesoro de Roosevelt. Un progresista que morirá tratando de qui-
después Ia ley Smooth-Hawley que va en el sentido exactamente tarse de encima la acusación, torpe y fanáticamente puritana, de
contrario. Wall Street que empuja a favor de mayor apertura y, ser o haber sido comunista; en la lógica americana correspondien-
periódicamente, se descubre más interesada en el mercado inter- te a la nueva responsabilidad global, una acusación de traición a
no que en lo que pueda ocurrir fuera de las fronteras. y los gran- la patria. White diseña ei plan de un sistema monetario interna-
des negocios que forman, a comienzo de los veinte, el Council on cional mucho más ambicioso que el que finalmente pudo propo-
Foreign Relations62 y en los años entreguerras exigen obtusamen- ner por la oposición del Congreso. No era admisible, para los
te el pago de sus créditos a Francia, Alemania e Inglaterra, preci- representantes populares, un esquema que daba al rur la autori-
pitando los precarios equilibrios mundiales hacia la crisis econó- dad de censurar la política económica de algún país miembro. Ni
mica y política. 1o eran las provisiones inicialmente contempladas por White que
En el inmediato periodo de posguerra dos cosas son evidentes: suponían control sobre exportaciones de capitales que se conside-
1) ni Inglaterra ni Europa occidental tienen yala fuerza que tLr- raran inconvenientes para el interés de los países involucrados.6r
vieron en el pasado y 2) después de las dolorosas lecciones inter- Como quiera que sea, Estados Unidos sale de Bretton Woods con-
nacionales de los años veinte y treinta, se necesita un nuev()
{'3 Citado en Leonard y Mark Silk, Tlrc Anrcricntt Establislurcttt, Avon Books,
. _u' Que,
además de publicar una de las revistas de mayor prestigio (Forcigtt Nueva York, 198i, p. 198.
lffai,tl, prepara en su seno a los protagonistas de la politica erterioi nilt¿ricni,,r, 61 Véase Fred L. Block, Los orígcnes del desordett ecotúntico itltcrtncíonnl,.cs,
1"1d:9y-:'"r Vance a Henry Kissinger, desde Dean Ruik a McGeorge Bundy, cles- México, 1980 (ed. ctr., Tfu Origíns ttf Internnt itttnl Econontic Disortlar, University of
de Walt Roston'a Henry Cabot Lodge. California Press, Berkeley ,1977), pp. 67-85.
236 NACIONES
vertido en el banquero de última instancia IjSTADOS UNIDOS: LA ULTIMA GRAN POTENCIA NACIONAL 237
del mr,rndo, tanto
la aceptación
formal de la_paridad fl¡a oro_aOta. l,r,r
(y de Ia conv(,r.tr lrrviera más preocupada por el reforzamiento de la antigua área
bilidad de lo segundg u" t" p.i_u.Ju
áu_ur.,¿u de los tenedo¡.r,:, ,l,' in f-luencia rusa (entre Polonia y el Mar Negro) que por el co,
internacionales de dólares)' como po.
para convertirse en.abastecedor be;;;;;;i,,
"t internacionat
lnformal rrrtrrismo internacional. Y en cuanto a la dependencia de Moscú
de liquidez u, t.n u,,, ,lt' ¡r¡¡fi6l6s comunistas como el chino o el italiano, esa subordi-
de sus déficit en balanza de pagos
p.'o.ru.,l".rt"s de las salidas tlr. r,rcií>n era seguramente menos clara de lo que Washington pare-
capitales destinadas a ayudi oll.lul internacional,
a inversi.rrt,:, r l,l Cf€€L
privadas externas de las grandes
empresas y a los gastos milit;r I)os importantes piezas documentales eslabonan la visión ins-
res en distintos lugares del planeta.
I ¡trrcional estadunidense en el inmediato periodo de posguerra:
Es emblemático del tipo de problemas
que enfrenta Estaclos un ¿rrtículo del diplomático estadunidense George Kennan, pu-
Unidos en la segundu porgrr"r.u
U aeclsián de apoyar el ingrest, I'licado en 7947 en Foreign Affairs bajo el seudónimo de "X" , y un
de Japón al carr en tSiS,"no
obstante iu ápori.iO., de otros paí ,locumento elaborado por Paul Nitze al interior del Consejo de
ses. Américs quiere el reforzamiento
econóLi.o d" I;;;;;;i;., St'guridad Nacional (creado en1947) y conocido por su clave bu-
papel de contención comunista en
Asia oriental. sin considera r. locrática Nsc-68. En el artículo de Kennan se enuncia la necesi-
que/ como señala Robert Keohane,.s
ra discriminación comerci.r tl¡c'l de que el país establezca una counter-force qve en nombre de
contra Japón habría obligado a Estados
Unidos p"r*irir;;;, urr "mundo pacífico y estable" opere la contención de la URSS "en
mayor entrada a su propio mercado "
de lar t ¡da zona donde dé signos de intrusión".67 Lanociónde contención
.,r". p"di. el ingreso áu país at ¿oJ"* tlc Kennan se convierte en una verdadera doctrina asignando a
"rt"
cidencia entre una actitud,responsable
a" ftoUutirrno y un deseo ""f}:Ti:::::ff_ listados Unidos no un papel preeminente en la contención sino un
de compartir con el resto de los
países .ufilrirau, Ios costos de papel virtualmente exclusivo. Poco después, la guerra de Corea
necesaria recuperación económica la
de laf?n. vcndría a confirmar, en la visión estadunidense, la justeza de una
En lo que concierne al aspecto
p.opilu_".,te político de la ar_ ¡rolítica anticomunista global bajo estricta hegemonía americana.
quitectura mundial nosbéliáa, ua"ma,
a" iu O.gu.,ización de las AIa luz de la necesidad de contrarrestar un comunismo con-
Naciones Unidas (crlya carta fundamental
es sancionada por 50 vertido oficialmente en béte noir del americnnismo. Estados Unidos
naciones en San Francisco y cuyasede
se en la otra cos_ cxperimenta con el maccartismo una de las manifestaciones más
ta, en Nueva york), la clavé de "r,ubl"."
ias relaciones internacionales es lo típicamente americanas de paranoia, con adorno de exageracio-
que terminará por conocerse como
guerr(t fría: unarit.ruaiO., nes afiebradas y fantasías conspirativas.6s Tenemos aquí un com-
la que Estados Unidos asume la
hegemonía mundial del ,,mundo "., plejo fenómeno político y cultural en que se mezclan el ansia de
libre" en el afán de contención estratégica
del comunismo. A este sectores sociales pobres acerca de su futuro, un conservadurismo
propósito, Stanley Hoffmann, ,.,
ugráo estudioso a" f" anticosmopolita, una nueva afirmación de puritanismo y la con-
exterior de su país, sostiene que la f"iltJ
ídea ae una conspiración co_
munista mundial constituye desde Latinoamericano, Buenos Aires, 1991 (ed. or., lnnus ntul Mincrz,o, Westview Press,
la posguerra el reflejo, o la
proyección para decirlo en términos Boulder, 1987), pp. 212-213.
f."rdiírror, de un universa_ t'7 X, "The
Sources of Soviet Conduct", Forcign At't'airs, vol. 25, núm. 4, julio de
lismo americano más o menos inconfesado.66 1q47 , p. 581.
En realidad, tanto
durante como después de la guerra, 63 Richard
Hofstadter, Tha Pornnoitl Stqle in Anu:rican Politics, University of Chi-
u, froluUf" que la URSS es_
cago Press, 1,979 (1,'ed., 1,952), una referencia obligada para la comprensión de la
International lttstitutions nnd poTrer,westview press, ctrltura política conservadora nncricnnn. "El argumento definitivo es que e[ país
stLlte
a"" $r?i!t*1ne, Boul_ está penetrado por una red de agentes comunistas (como en los viejos tiempos fue
66
S. Hoffmann, lano r¡ Minerun, ertsat¡os sobra ln infiltrado por agentes jesuitas), así que todo el aparato educativo, religioso, la
gucrra ry la pnz,Grupo Editorial prensa y los l¡a¡-s tttcciin eslán empeñados en un esfuerzo comírn para debilitar
la resistencia de los americanos leales", p. 26.
ESIADOS UNiDOS: LA ÚLTIMA
ESTADOS NACIONAL 239
ULTIMA GRAN POTENCfA NACIONAL
ciencia dolorosa de las nuevas responsabilidades mundiales.6e estudiantil, iniciado en la costa occidental a mediados de la déca-
Desde ahí un rosario de acciones políticas internacionales basa- tla, experimenta una aceleración en manifestaciones, ocupación
das en un realismo brutal que en nombre del anticomunismo jus- rle universidades y movilización contra la guerra; el año de Ia cri-
tificará alianzas, sostén, financiamiento y complicidad con sec- sis del oro, que pone al gobierno de Estados Unidos frente a deci-
tores políticos entre los más antidemocráticos y arcaicos del siones difíciles y es, finalmente, el año de la victoria (apretada) de
planeta. El mayor "arsenal de la democracia", según la expresión Lrn presidente que encarna, como pocos antes de é1, una voluntad
de Isaiah Bowman, se convierte en una potencia sin el menor rle normalización conservadora.
escrúpulo a sacrificar la democracia cada vez que sus intereses, En la base de mucho de lo que ocurre en la sociedad está el
convertidos en sinónimo de democracia mundial, puedan ser cambio demográfico asociado al baby boom de la posguerra: los
puestos en entredicho. Y así el "arsenal de la democracia,, derro_ jírvenes entre 16 y 24 afros pasan de 19 a 27 millones entre 1955
/
cará a Mossadegh, culpable de la naciondrización del petróleo 1965. En una época de creciente bienestar a la juventud le corres-
iraní; a Jacobo Arbenz, culpable de organizar una reforma agraria ponde la tarea de sondear espacios nuevos de permisividad, de
en Guatemala; y después vendrá el benign neglect hacia el golpe cxpresión individual y de experimentación colectiva. Y 1o que los
contra Joáo Goulart, la ocupación de Santo Domingo de parte de j(rvenes descubren pronto es que las estructuras sociales y cultu-
los marines, el apoyo al golpe contra Sukarno en Indonesia y rales heredadas evolucionan más lentamente que sus necesida-
finalmente el compromiso cada vez más demandante en Vietnam cles. La generación que se asigna la tarea de sondear las posibili-
para sostener regímenes con una muy endeble base de apoyo po- c'lades del futuro termina por expresar el malestar de un presente
pular. Para sólo mencionar los casos más conocidos antes de que rnás rígido de lo previsto. Los nuevos fermentos y tensiones que
terminaran los sesenta. La doctrina de la contención justifica prác- recorren el cuerpo entero de Ia sociedad crean resistencias, reac-
ticamente cualquier cosa: realismo y espíritu de cruzada puritana ciones y miedos que se coagulan políticamente alrededor de la
se refuerzan recíprocamente. En \964 eI presidente |ohnson toma nueva candidatura de Nixon a la presidencia. Y mientras esto ocu-
dos decisiones: lanzar el programa de la Great Society y autorizar rre, en un ambiente en que por primera vez en décadas el americfl-
los bombarderos USA contra Vietnam del Norte. Dos cosas que rtismo deja de funcionar como una ideología ecuménica, nuevos
resultarán, en el mediano plazo, incompatibles. problemas económicos se asoman al horizonte.
Volvamos ahora a la economía. Buscando una fecha capaz d.e Con la creciente demanda de materias primas de uso industrial
encarnar una frontera en el tiempo entre la prosperidad optimista proveniente de Europa occidental y de Japón, los precios de
de la posguerra y lo que vendrá después, es casi inevitable caer varios productos primarios comienzan a incrementarse a escala
en 1968. Un año en que las olas que provienen de diversas co- rnundial. Internamente, la progresiva reducción de las tasas de
rrientes chocan entre sí produciendo una conciencia dramática de clesempleo (debajo del 4% en la segunda mitad de los sesenta;
historia en movimiento. Es el año de la ofensiva del Tet (el año tasas a las cuales ya no será posible regresar durante el resto del
nuevo vietnamita), que pone en el centro de la atención del país siglo) parcialmente alimenta tensiones inflacionarias, sobre todo
la brutalidad de un enfrentamiento militar que cuesta miles de de 1966 en adelante. Las cuentas externas se deterioran por
vidas de jóvenes estadunidenses; el año en que el movimiento cxportaciones que crecen más lentamente que las importaciones
6e Véase
Michael Kazin, "The Grass-Roots Rights: New Histories of U. S. Con- y las salidas de capital, así que Ia deficiencia internacional d€-
servatism in the Twentieth Century", Ancricon Historicnl R¿z¡i¿¡¿r, vol. 9g, núm. 1, c-lólares de los años cincuenta se transforma en su exacto contr¿l-
1992,pp.737 y 1,45; y Richard H. Rovere, Elsuntlt¡r McCnrthy, rcr, México 19g7
(ed. or., Harcourt Brace, Nueva York, 1959), en que se muestrá la fragilidad de ta
rio en los sesenta. Y esta abundancia inédita, conjuntamente con
sociedad america.a frente a personajes sin esclúpulos y capaces de cábalgar mie- los temores por la inflación de Estados Unidos, produce crecierr-
dos y mitos colectivos. tes salidas de oro hacia el resto del mundo con el riesgo de volver
I
3. o.+
EL pnscuenrMrENTo DE Los ríurrts ¡
6
Usemos 1973 como parteaguas. En los 25 años anteriores, o sea, ilos
entre 1948 y 7973 el pr¡ USA, a precios de 1990, crece en 151%. En (,
.6
los 25 años posteriores, o sea, entre 1973 y 1998, el mismo indica-
clor registra un incremento de 84,/n. Difícil no reconocer el problt-
o
ma. Introduzcamos, sin embargo, dos salvedades. primera: en t:l c.
desarrollo de una economía es más fácil crecer de uno a dos qr.rc 0.1
de dos a cuatro. Cuando Llna economía se acerca a un alto graclo
de madurez estructural y tecnológica, cada crecimiento ulterior
resulta más difícil y costoso que el previo. Una restricción estruc- 1870 1900 7910 1920 7930 1940 1950 7960 1970 7980 -1990 2000
tr-rral que sóio puede relajarse por medio de un nuevo salto tecno-
lógico. Que es exactamente lo qr-re ocrlrre (con Estados Unicftrs Años
corno principal protagonista) en las últimas dos décadas dei siglo --a- Maddison +Banco Mundial
pasado. Segunda: en ese mismo periodo el retroceso dinámico es
Fur,-xrr:s: Cálculos sobrer t-latos cle A. Macldisort, Monitorinu, cif.,
evidente en todas las economías avanzadas, así qr_re Estados Uni- ¡rp. 1g0-1g3, y
clel Banco Munclial, Worhl Dn¿lL¡Itutcttt Raport, varios años.
dos no constituye un caso aislado sino, a lo sumo, la confirm¿.r-
ción de una tendencia general, con la obvia exclusión de los pai décadas. La primera es la declinación de la participación del rrs
ses de Asia oriental. No obstante lo anterior, el peso relativo de
de Estados Unidos en la producción conjunta de las siete econo-
Est¿rdos Unidc¡s en Ia economía mundial parecería encaminado a
mías; Ia segunda es la estabilización de esta declinación desde los
una declinación persistente que tiene a veces fases de aceleración
años noventa, para el Banco Mundial, y desde los años setenta,
y, otras, de detttorn. Pero sobre el sentido de marcha no parecerían
para Maddison. Basándonos en los datos del Banco Mundial, la
legítimas muchas dudas. Si consideramos el prB de Estados Uni- tendencia a una estabilización de la tendencia declinante es com-
dos cclmo una cuota porcentual del lls total de las siete principa- prensible considerando que los años noventa atestiguan una
les economías de la orco (Estac-los Unidos, Japón, Alemania, reducción sensible del crecimiento tanto en Europa occidentai
Francia, Italia, Inglaterra y Canadá) resulta evidente la tendencia
como, sobre todo, en Japón. Dos hechos que, sin embargo, difícil-
a la baja del peso específico de la economía de Estados Unidos
mente pueden asumirse como de largo plazo. En 1950 Estados
incluso desde antes de los años setenta, como indica la gráfica a Unidos se encontraba en la cúspide de su poder económico. Su
continuación. sola economía era 22"/o superior a la otras seis juntas. El gran pico
Usamos aquí dos series considerando la no-coincidencia entre alcanzado en los años de la segunda Guerra Mundial e inmedia-
los datos de Maddison y los del Banco Mundial. Ambas series tamente posteriores parecería corresponder a una coyuntura his-
indican, sin embargo, dos tendencias significativas de las úitimas tórica, si no irrepetible, ciertamente excepcional.