0% encontró este documento útil (0 votos)
22 vistas67 páginas

Visto Bueno Sr. Ministro

Cargado por

9zhhqdmq8d
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
22 vistas67 páginas

Visto Bueno Sr. Ministro

Cargado por

9zhhqdmq8d
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 67

AMPARO EN REVISIÓN 501/2014.

QUEJOSAS: **********.

VISTO BUENO
SR. MINISTRO
MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.
SECRETARIO: RICARDO ANTONIO SILVA DÍAZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación correspondiente al once de
marzo de dos mil quince.

V I S T O S; Y
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Demanda de amparo. Por escrito presentado el


ocho de agosto de dos mil trece, **********, y **********, solicitaron el
amparo y protección de la Justicia Federal en contra de las
autoridades y por el acto que a continuación se especifica:

AUTORIDADES RESPONSABLES:

a) Presidente de la República.
b) Secretaría de Gobernación.
c) Director del Diario Oficial de la Federación.
d) Congreso de la Unión.

ACTO RECLAMADO.

 La discusión, aprobación, promulgación y publicación del


acuerdo por el que se expide la Ley Federal de Responsabilidad
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Ambiental y se reforman, adicionan y derogan diversas


disposiciones de la Ley General de Vida Silvestre, de la Ley
General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos,
de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, de la Ley
de Aguas Nacionales, del Código Penal Federal, de la Ley de
Navegación y Comercio Marítimos y de la Ley General de Bienes
Nacionales publicado el siete de junio de dos mil trece.

SEGUNDO. Preceptos constitucionales violados. Los


quejosos invocaron como preceptos constitucionales violados los
artículos 1º, 14 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en relación con los artículos 8 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; precisaron los antecedentes del
asunto y expresaron como conceptos de violación los que estimaron
pertinentes. 1

TERCERO. Admisión, trámite y resolución del amparo.


Mediante auto de doce de agosto de dos mil trece, el Juez Octavo de
Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, a quién por
razón de turno tocó conocer del asunto, admitió a trámite la demanda,
ordenó que se formara y registrara el expediente **********, así como
que se solicitara a las autoridades responsables sus informes
justificados, se señaló fecha para la celebración de la audiencia
constitucional, se dio la intervención que legalmente correspondió al
Agente del Ministerio Público y se tuvo como representante común a
**********. 2

Seguidos los trámites de ley, el once de noviembre de dos mil


trece, el Juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito

1
Cuaderno del Juicio de Amparo **********. Fojas 2 a 44.
2
Ibídem. Fojas 71.a 75

2
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Federal, celebró audiencia constitucional3 y, dictó


sentencia en la cual concedió el amparo solicitado a
las quejosas, misma que terminó de engrosar el quince de los
siguientes.4

CUARTO. Interposición del recurso de revisión. Inconforme


con dicha resolución, el veintinueve de noviembre de dos mil trece, el
Agente del Ministerio Público adscrito, interpuso recurso de revisión 5,
del cual correspondió conocer al Décimo Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito, quien por auto de diez
de diciembre de dos mil trece, admitió a trámite el mismo, bajo el
número ********** y dio vista a la Agente del Ministerio Público de la
Federación de su adscripción.6

Por su parte, el cuatro de diciembre de dos mil trece, el


Consejero Adjunto de Control Constitucional y de lo Contencioso en
ausencia del Consejero Jurídico de Consulta y Estudios
Constitucionales y del Consejero Adjunto de Legislaciones y de
Estudios Normativos de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal,
interpuso su recurso de revisión, el cual fue admitido por el Tribunal
Colegiado del conocimiento el trece de diciembre de dos mil trece7.

QUINTO. Admisión revisiones adhesivas. Mediante escrito


recibido el once de diciembre de dos mil trece, en la Oficina de
Correspondencia Común a los Juzgados de Distrito en Materia
Administrativa en el Distrito Federal, María del Carmen Colín Olmos,
representante común de las quejosas **********, y **********,

3
Ibídem. Foja 164.
4
Ibídem. Fojas 165 a 183.
5
Toca del amparo en revisión **********. Fojas 3 a 10.
6
Ibídem. Fojas 11 y 12.
7
Amparo en revisión 501/2014, fojas 70 a 104.

3
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

interpusieron recurso de revisión adhesiva, el cual fue admitido en


acuerdo de tres de enero de dos mil catorce.8

SEXTO. Trámite del recurso de revisión ante el Tribunal


Colegiado. Seguidos los trámites correspondientes, en sesión de
veinte de junio de dos mil catorce9, el aludido Tribunal Colegiado dictó
resolución, en la que determinó en la materia de su competencia, lo
siguiente:

 Desechar el recurso de revisión hecho valer por el Agente del


Ministerio Público de la Federación, adscrito al juzgado de
Distrito del conocimiento, toda vez que carecía de legitimación
para su interposición.

 Dejar firme el sobreseimiento respecto de los actos


reclamados al Secretario de Gobernación y al Director del
Diario Oficial de la Federación, consistentes en el refrendo y
publicación, respectivamente, de la norma impugnada.

 Estimó, por una parte, infundados y, en otra, inoperantes, los


agravios hechos valer por la autoridad recurrente en relación
a que la quejosa necesitaba de un acto ulterior de aplicación
para instar el juicio de garantías y que debió atender a los
requisitos establecidos en la Ley de Responsabilidad
Ambiental para evidenciar que cuenta con interés legitimo o
jurídico y su falta de interés para combatir la ley reclamada.

 Consideró que no asistía razón a la recurrente en cuanto a


que ello no fue estudiado por el juzgador, pues de la lectura
de la sentencia recurrida se advierte que sí fueron analizadas

8
Ibídem. Fojas 105 a 138.
9
Amparo en revisión **********, fojas 156 a 221.

4
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

en la sentencia las causales de


improcedencia relativas al carácter
autoaplicativo de la ley y el interés con el que cuentan las
quejosas.

 Añadió que en el caso, la inconstitucionalidad que reclaman


las quejosas tienen el carácter de autoaplicativas, pues desde
su vigencia determinaron supuestos novedosos para la
legitimación de las organizaciones de la sociedad civil, para
ejercer las acciones por responsabilidad ambiental y para su
prescripción; por lo que en esa medida, tales situaciones se
resienten desde la entrada en vigor de la ley.

 Afirmó que los dispositivos reclamados tienen el carácter de


autoaplicativos, pues basta con que las peticionarias de
amparo tengan como objeto social la defensa y protección de
los derechos fundamentales, así como la defensa al medio
ambiente, para que recientan de manera cualificada la
individualización de las normas desde su entrada en vigor.

 Consideró que era innecesario que las quejosas atendieran


los requisitos establecidos en la propia norma reclamada para
acreditar su interés legítimo o jurídico, pues basta con que las
referidas normas incidieran en la esfera procesal de los
particulares para que se acreditara la procedencia de la
acción constitucional; por lo que en su caso el cumplimiento
de los tres años de haber sido constituidas para promover una
demanda ambiental, es una cuestión que debe analizarse en
el fondo del asunto.

 Calificó de inoperantes los agravios en los que se aduce la


aplicación de diversos criterios, pues la cita de dichos criterios

5
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

fue únicamente para demostrar lo que en torno de leyes


autoaplicativas ha determinado la Suprema Corte de Justicia
de la Nación.

 Respecto de las revisiones adhesivas interpuestas por las


quejosas, en las que plantean que para las acciones
colectivas de conformidad con el artículo 585 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, cuentan con legitimación
activa para ejercer dichas acciones, señala que al estar
estrechamente vinculada con la causal de improcedencia
propuesta por la autoridad recurrente (interés jurídico) y la
cual fue desestimada, no es factible realizar pronunciamiento
al respecto.

 Finalmente, al subsistir el problema de constitucionalidad


respecto de los artículos 28, primer párrafo, fracción II, y
segundo párrafo, y 29 de la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental, se declaró incompetente para
conocer del recurso de revisión hecho valer por la parte
quejosa y remitió los autos del juicio de amparo indirecto
********** del índice del Juzgado Octavo de Distrito en Materia
Administrativa en el Distrito Federal, a esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación.

SÉPTIMO. Trámite ante esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación. Mediante auto de uno de agosto dos mil catorce, el Ministro
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación acordó
asumir la competencia originaria para que este Alto Tribunal conociera
del recurso de revisión interpuesto; asimismo, se ordenó turnar el
asunto al Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, y enviar los autos a la

6
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Sala a la que se encuentra adscrito, a fin de que,


como Presidente de ésta, dictara el acuerdo de
radicación respectivo.

Finalmente, ordenó la notificación correspondiente a las


autoridades responsables y al Procurador General de la República,
para los efectos legales conducentes.10

OCTAVO. Radicación en Sala. Posteriormente, el Presidente


de esta Primera Sala, mediante acuerdo de catorce de agosto de dos
mil catorce, dispuso que la misma se avocara al conocimiento del
presente asunto, y ordenó devolver los autos a su Ponencia, a fin de
que formulara el proyecto de resolución correspondiente y se diera
cuenta de él a esta Primera Sala.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, es constitucional y legalmente
competente para conocer del presente recurso de revisión, en
términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción VIII, segundo
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
artículos 81, fracción I, inciso e) y 83 de la Ley de Amparo aplicable;
artículo 21, fracción II, inciso a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación y en relación con los puntos segundo y cuarto del
Acuerdo General número 5/2013, del Pleno de este Alto Tribunal,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de
dos mil trece, en vigor a partir del día siguiente, en virtud de que el
recurso de revisión se interpuso en contra de una sentencia dictada
por un Juez de Distrito en un juicio de amparo en materia

10
Toca del amparo en revisión 501/2014. Folios 140 a 142.

7
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

administrativa, en el que medularmente se cuestionó la


constitucionalidad de los artículos 28, primer párrafo, fracción II, y
segundo párrafo, y 29 de la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental, en un asunto en el que subsisten los problemas de
inconstitucionalidad planteados en la demanda de amparo.

Cabe señalar que en el caso no se justifica la competencia del


Tribunal Pleno para conocer del presente asunto, en términos del
punto Segundo, fracción III, del Acuerdo General Plenario 5/2013, en
virtud de que la resolución del mismo no implica la fijación de un
criterio de importancia o trascendencia para el orden jurídico nacional
ni reviste un interés excepcional.

Además, se estima pertinente aclarar que, aun cuando el


presente amparo en revisión no corresponde a las materias de las
que, en forma ordinaria, debe conocer esta Primera Sala, en términos
de lo dispuesto en el artículo 37 del Reglamento Interior de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ello no es obstáculo para que
resulte competente para conocer del asunto, pues el párrafo primero
del artículo 86 del citado reglamento dispone que –al igual que los
amparos directos en revisión- los amparos en revisión de la
competencia originaria del Pleno, que sean en materia administrativa,
se turnarán a los Ministros de ambas Salas, de manera que si el
recurso que nos ocupa se turnó a un Ministro adscrito a esta Primera
Sala y no existe solicitud de diverso Ministro para que lo resuelva el
Pleno, entonces en términos de lo dispuesto en el punto Tercero del
Acuerdo Plenario 5/2013, esta Sala debe avocarse al mismo.

SEGUNDO. Oportunidad y legitimación. No es necesario


analizar la oportunidad y la legitimación con la que fueron interpuestos
los recursos, habida cuenta que el Tribunal Colegiado, que conoció del

8
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

asunto, examinó dicha cuestión en los


considerandos segundo a cuarto de su resolución,
en los que por un lado los consideró promovidos por parte legítima,
por otro, determinó desechar el recurso interpuesto por el Agente del
Ministerio Público adscrito y considerar oportuno los interpuestos por
el Consejero Jurídico del Ejecutivo Federal y el adhesivo interpuesto
por las quejosas.

TERCERO. Procedencia. El recurso de revisión resulta


procedente, en virtud de que se hace valer en contra de una sentencia
dictada por un Juez de Distrito en la audiencia constitucional de un
juicio de amparo en la cual se cuestionó la constitucionalidad de los
artículos 28, primer párrafo, fracción II, y segundo párrafo, y 29 de
la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental. Asimismo, resulta
procedente el interpuesto en forma adhesiva pues en él se pretenden
fortalecer las consideraciones de la sentencia que le beneficiaron a la
parte quejosa.

CUARTO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto.


Las consideraciones necesarias para resolver esta instancia son
las que a continuación se sintetizan:

I. Conceptos de violación relacionados con la materia del


presente recurso de revisión.

Inconstitucionalidad del artículo 28, párrafo primero, fracción II, y


segundo párrafo de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

Primero.

9
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 Las restricciones establecidas en dicho precepto en cuanto a


que sólo pueden acudir en representación de algún habitante
de la comunidad adyacente al daño ambiental; aunado a que
deben acreditar que fueron legalmente constituidas por lo
menos tres años antes de la presentación de la demanda;
resultan violatorias del derecho de acceso a la justicia y el
derecho al medio ambiente sano, consagrados en los
artículos 4º y 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, ya que ocasionan un conflicto normativo
con lo dispuesto en el libro quinto del Código Federal de
Procedimientos Civiles, pues éste ofrece una garantía más
amplia ante la reparación de los daños y el diseño normativo
del medio de defensa que se combate, no cumple con el fin
que lo motivó.

 Las fracciones I y II del artículo 28 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, al reconocer la legitimación activa
de las personas morales privadas sin fin de lucro, pero sólo
como representantes de algún habitante de la comunidad
adyacente, reducen en gran medida el ámbito personal de
validez de la norma, la eficacia del recurso y el acceso a la
justicia de todos los afectados; en cambio, el artículo 585,
fracción III, del Código Federal de Procedimientos Civiles,
establece que tienen legitimación activa para demandar la
reparación por daño al medio ambiente, las asociaciones
civiles, con el único requisito de haberse constituido un año
antes de que se demande el daño; que sea sin fines de lucro;
y que su objeto social sea la protección o defensa del medio
ambiente; lo anterior en concordancia con la naturaleza y
condiciones del interés legítimo que permite proteger de forma
amplia al medio ambiente.

10
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 En razón de ello, consideró que lo previsto


en el artículo impugnado, es contrario a lo
establecido por el artículo 1º de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ya que no favorece la protección
más amplia de los derechos humanos reconocidos por la ésta
y los tratados internacionales que nuestro país ha firmado y
ratificado; aunado a ello, restringe el ámbito de aplicación
personal de la legitimación activa para recurrir ante los daños
ambientales; además, no se toma en cuenta que la garantía
de un derecho es inherente al derecho mismo, en virtud de
que resulta inconcebible promover un derecho y no asegurar
sus mecanismos

 La legitimación en la Ley Federal de Responsabilidad


Ambiental es más restrictiva que la establecida en el Código
Federal de Procedimientos Civiles, ya que implica que todas
aquellas organizaciones con menos de tres años de haberse
constituido, no puedan ejercer acciones de demanda por la
reparación de daños ambientales, lo que limita el acceso a la
justicia a las organizaciones que ya estaban facultadas para
actuar.

 La restricción consistente en que las organizaciones deben


haber sido constituidas tres años anteriores a la presentación
de la demanda, limita el acceso a la justicia a las
organizaciones que ya estaban facultadas para actuar en
estas acciones por el Código Federal de Procedimientos
Civiles; lo cual demuestra que se limita el acceso de las
organizaciones civiles para accionar los mecanismos de
reparación por daños ambientales; toda vez que el
ordenamiento contempla dos normas que establecen

11
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

requisitos no compatibles, incongruentes entre sí, lo cual


transgrede lo establecido por los artículos 1 y 17
constitucionales, respecto a la procedencia de las acciones
colectivas.

Inconstitucionalidad de los artículos 1° y 27 de la de la Ley


Federal de Responsabilidad Ambiental.

Segundo.

 Los artículos violan el derecho de tutela judicial efectiva


previstos en el artículo 17 constitucional, al establecer un
procedimiento de reparación del daño ambiental, el cual es
incongruente con los procedimientos de acciones colectivas
previstos en el Código Federal de Procedimientos Civiles; al
establecer un mismo ámbito de aplicación, pues al no tener un
fundamento claro no se permite al juzgador aplicar de manera
efectiva las leyes en favor de los derechos e intereses de la
comunidad.

Inconstitucionalidad del artículo 29 de la de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental

Tercero.

 El artículo 29 de la Ley Federal de Responsabilidad


Ambiental, en lo relativo a la prescripción de la acción para
demandar la reparación ante un daño ambiental, al no
considerar los daños continuados y establecer una
prescripción de doce años contados a partir del día en que se
produce el daño ambiental, resulta restrictiva en virtud de que

12
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

no atiende todas las hipótesis posibles de


afectación y ocasiona que en un espectro
de situaciones no se aplique la reparación del daño; ya que de
acuerdo a algunos casos que expone el alcance de los
efectos al daño ambiental pueden sobrepasar los doce años e
incluso habrá casos en los que los efectos no se agotan en el
momento de producirse.

 Se viola el derecho a un recurso efectivo contenido en el


artículo 25.1 de la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos, así como el numeral 1º de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, ya que restringe de
manera grave la posibilidad de acceder a los medios
adecuados de defensa y a un recurso efectivo contra las
afectaciones por un daño ambiental.

 El artículo impugnado sólo considera una parcialidad de las


hipótesis de daños ambientales, como lo son las que se
agotan en el momento de producirse, por lo que ante un daño
de carácter permanente o de naturaleza continua no hay
posibilidad de asignar responsabilidades.

 El artículo reclamado contrario a lo establecido por el artículo


584 del Código Federal de Procedimientos Civiles, restringe el
derecho de acción, violando con ello lo establecido en el
numeral 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, al contravenir el principio de favorecer la
protección más amplia, ya que se realiza justamente lo
contrario al reducirse la amplitud del recurso.

Cuarto.

13
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 La publicación del artículo 29 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, contraviene el derecho de acceso
a la justicia establecido en el numeral 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

 Conforme a lo establecido por la Corte Interamericana, lo


previsto en el artículo reclamado resulta ineficaz ya que no es
capaz de producir el efecto para el cual ha sido concebido,
eso es, el derecho al medio ambiente sano y bienestar de
toda persona; así como garantizar la responsabilidad
generada por el daño y el deterioro ambiental, ya que sólo
establece la posibilidad de demandar por una parcialidad, es
decir, en aquellos daños consecuencia de una acción
localizable en el tiempo y sólo exigible antes de que se
cumpla el término de doce años, momento en que opera la
prescripción de la acción.

 A diferencia de lo dispuesto en el artículo reclamado, el dies


(sic) a quo que establece el artículo 584 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, opera en dos supuestos, a partir
del día en que se causa el daño (hecho instantáneo) y a partir
del día último en se haya generado el daño causante de la
afectación (daños continuados).

 Por su parte, el artículo 29 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, para que opere la prescripción,
comienza a contarse a partir de la fecha en que se produce el
daño; y el dies ad quem, es hasta los doce años después; por
lo que dicho artículo es ineficaz tratándose de daños
continuados.

14
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 En los casos de daños ambientales, es


válido que se establezca cierta prescripción
de la acción para los daños instantáneos o determinables en
su duración, naturaleza o alcance; pero en los casos de daños
continuados es imposible que se establezca un dies a quo
para extinguir el derecho a movilizar el aparato de justicia.

Inconstitucionalidad del artículo 28, fracción I de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental.

Quinto.

 El reconocimiento a las comunidades adyacentes respecto del


interés legítimo para accionar es restrictivo, pues ello resulta
violatorio de lo dispuesto en el artículo 1o. de la Constitución;
al relacionarse con lo dispuesto en el artículo 180 de la Ley
General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente; así
como el 594 del Código Federal de Procedimientos Civiles.
 Lo anterior en virtud de que no permite el acceso a un recurso
efectivo a las personas físicas o morales en defensa del
medio ambiente, pues debe acreditarse una pertenencia a la
comunidad adyacente, lo cual traduce al recurso previsto en la
norma, en ineficaz, inadecuado e incoherente.

II. Consideraciones del Juzgado de Distrito en la sentencia


recurrida.

En el considerando primero determinó su competencia; en el


segundo la oportunidad de la demanda; en el tercero fijó los actos
reclamados; en el cuarto determinó la existencia de los actos; en el
quinto desestimó las causales de improcedencia (respecto al interés

15
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

legítimo, el carácter autoaplicativo de la ley) y declaró fundada la


relativa a la ausencia de conceptos de violación respecto del refrendo
y la publicación de la norma general; en el sexto, sintetizó los
conceptos de violación; en el séptimo describió el marco jurídico
aplicable y, finalmente, en el octavo estudio los conceptos de violación
respecto de los cuales determinó lo siguiente:

 En el inciso I (denominado violación al principio de no


regresividad en materia ambiental, y motivación reforzada),
precisó que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en el Amparo en Revisión 1922/2009, estableció
que el medio ambiente adecuado, además de estar
reconocido como un derecho protegido constitucional e
internacionalmente, constituye el presupuesto central –el
contexto espacial de subsistencia– para el desarrollo y
disfrute de los demás derechos esenciales del hombre (vida,
salud, integridad personal, entre otros).

 El párrafo cuarto del artículo 4º de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos, establece el derecho a un
medio ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de
todas las personas, de lo cual resulta que su respeto sea
exigible a todos los poderes constituidos, inclusive a través
del juicio de amparo.

 Las restricciones a la defensa y justiciabilidad del derecho


fundamental al medio ambiente adecuado, deben analizarse
como categorías sospechosas desde la perspectiva de su
validez constitucional y la carga de la prueba se revierte al
Estado para justificar la restricción a un determinado elemento
del derecho al ambiente (en este caso a su justiciabilidad).

16
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 El artículo 28 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental prevé que para demandar el daño
ambiental las personas morales privadas mexicanas, cuyo
objeto social sea la protección al ambiente en general, o de
alguno de sus elementos deben cumplir dos requisitos, a
saber: a. Deben actuar en representación de algún habitante
de las comunidades adyacentes al daño ocasionado al
ambiente, y b. Acreditar que fueron legalmente constituidas
por lo menos tres años anteriores a la presentación de la
demanda.

 El Código Federal de Procedimientos Civiles únicamente


exige a las asociaciones civiles sin fines de lucro que se
encuentren legalmente constituidas al menos un año previo al
momento de presentar la acción y no establece que deban
representar necesariamente a los afectados per se; por lo que
comparando dichas legislaciones atendiendo al principio de
progresividad que rige en materia de derechos económicos,
sociales y culturales y al recurso judicial efectivo, advirtió las
siguientes violaciones:

Violación al principio de progresividad en materia de


derechos económicos, sociales y culturales

 El principio de progresividad y el correlativo de no


regresividad– es un muro de contención para el legislador
ordinario que busca que los logros adquiridos o alcanzados no
se vean disminuidos en perjuicio de las personas, por lo que
existe una fuerte presunción en cuanto a que no son
permisibles las medidas regresivas adoptadas en relación con
los derechos económicos, sociales y culturales.

17
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos


en el caso Acevedo Buendía y otros (“Cesantes y Jubilados
de la Contraloría”) Vs. Perú, señaló que existe un deber de
progresividad en materia de los derechos económicos,
sociales y culturales, y el cumplimiento del respectivo
compromiso adquirido por el Estado podrá ser exigido ante las
instancias llamadas a resolver eventuales violaciones a los
derechos humanos.

 El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de


las Naciones Unidas ha señalado que “las medidas de
carácter deliberadamente re[gresivo] en este aspecto
requerirán la consideración más cuidadosa y deberán
justificarse plenamente por referencia a la totalidad de los
derechos previstos en el Pacto [Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales] y en el contexto del
aprovechamiento pleno del máximo de los recursos de que [el
Estado] disponga”.

 En la misma línea argumentativa, la Comisión Interamericana


consideró que para evaluar si una medida regresiva es
compatible con la Convención Americana, se debe
“determinar si se encuentra justificada por razones de
suficiente peso”; de manera que la regresividad resulta
justiciable cuando se trate de derechos económicos, sociales
y culturales.
 Refiere que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, ha dado carta de naturalización a dicha doctrina
al establecer, en relación al derecho a la salud, que existe una
fuerte presunción de que no son permisibles las medidas

18
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

regresivas adoptadas en relación a dicho


derecho.

 Bajo tales consideraciones, la disposición reclamada vulnera


el principio de progresividad en materia del medio ambiente,
ya que obstaculiza el ejercicio de las acciones por daño
ambiental; ya que en el Código Federal de Procedimientos
Civiles se alcanzó un status de protección más amplio, al
establecer que las organizaciones deben haber estado
constituidas un año antes de la presentación de la demanda,
mientras que injustificadamente, la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental aumenta el plazo a tres años.

 La legislación reclamada impuso una medida que no favorece


el acceso a la jurisdicción, puesto que establece una medida
claramente regresiva en materia de la legitimación para iniciar
acciones ambientales, ya que por un lado señala que las
organizaciones civiles se deben encontrar constituidas tres
años antes para promover la acción, y por otro, que tengan
que representar necesariamente a alguno de los habitantes
de las comunidades adyacentes.

 Al disponer que las organizaciones de la sociedad civil tengan


que representar necesariamente a alguno de los afectados,
no guarda congruencia con la finalidad de la norma; ya que
conforme al artículo 1° de la ley impugnada: “el régimen de
responsabilidad ambiental reconoce que el daño ocasionado
al ambiente es independiente del daño patrimonial sufrido por
los propietarios de los elementos y recursos naturales”.

19
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 De manera que, la responsabilidad patrimonial de los


afectados, es independiente al régimen de responsabilidad
ambiental, pues esta tiene por objeto de acuerdo a su artículo
13: “La reparación de los daños ocasionados al ambiente
consistirá en restituir a su Estado Base los hábitat, los
elementos y recursos naturales, sus condiciones químicas,
físicas o biológicas y las relaciones de interacción que se dan
entre éstos, así como los servicios ambientales que
proporcionan, mediante la restauración, restablecimiento,
tratamiento, recuperación o remediación. La reparación
deberá llevarse a cabo en el lugar en el que fue producido el
daño”.

 Por lo que no se advierte la razonabilidad o proporcionalidad


de la restricción en cuanto a que las organizaciones de la
sociedad civil tengan que representar a alguno de los
habitantes de la comunidad adyacente al daño ocasionado,
pues justamente la responsabilidad ambiental que prevé la ley
impugnada es independiente de la patrimonial y tiene por
objeto que en la medida de lo posible, se deje el medio
ambiente, en las mismas condiciones que estaba anterior al
daño, por este motivo, no se advierte la necesidad de que
representen a algún afectado si el interés para que se
preserve el ambiente es general para todos.

Violación a la motivación reforzada en la expedición de la ley.

 De igual forma, advirtió la violación a la motivación reforzada


en la expedición de la ley, ya que el legislador omitió realizar
una motivación reforzada para justificar la regresión en el
sistema de acceso a la justicia ambiental, pues las medidas

20
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

que restrinjan un derecho reconocido en


otras leyes secundarias deben contar con
una motivación reforzada, esto es, contar y justificar con datos
objetivos para restringir un status ya alcanzado en otras
legislaciones.

 El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha


señalado que tratándose de actos o normas que puedan
llegar a afectar algún derecho fundamental u otro bien
relevante desde el punto de vista constitucional, es
indispensable que el ente que emita el acto o la norma razone
su necesidad en la consecución de los fines
constitucionalmente legítimos, ponderando específicamente
las circunstancias concretas del caso.

 En estos supuestos se estima que la autoridad debió haber


llevado un balance cuidadoso entre los elementos que
considera como requisitos necesarios para la emisión de una
determinada norma o la realización de un acto, y los fines que
pretende alcanzar.

 Acorde a la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación, tal tipo de motivación, implica el cumplimiento de
los requisitos consistentes en: a) La existencia de los
antecedentes fácticos o circunstancias de hecho que permitan
colegir que procedía crear y aplicar las normas
correspondientes y, consecuentemente, que está justificado
que la autoridad haya actuado en el sentido en el que lo hizo;
y, b) La justificación sustantiva, expresa, objetiva y razonable,
de los motivos por los que el legislador determinó la emisión
del acto legislativo de que se trate.

21
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 En atención a ello, el Código Federal de Procedimientos


Civiles otorga una legitimación de mayor amplitud que la
prevista en la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental; sin
embargo, sin ninguna justificación la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental limita el espectro de protección de
manera injustificada, por tanto, el legislador debió expresar
con datos objetivos y razones claras y suficientes por qué
restringió el acceso a las organizaciones de la sociedad civil
en el ejercicio de las acciones ambientales.

Proscripción constitucional de las medidas inhibitorias para


promover acciones ambientales (Chilling effects).

 Asimismo, sostuvo que el legislador federal se encuentra


obligado a expedir sus leyes de manera que no inhiban el
ejercicio de los derechos y las acciones, efectos conocidos
como “chilling effects” por la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia de Estados Unidos.

 La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, en relación con dicha doctrina, señaló que resultan
inconstitucionales las normas que desalienten e inhiban la
promoción y condicionen injustificadamente el acceso a un
derecho fundamental.

 Entonces, el legislador al imponer restricciones injustificadas,


produce una inhibición en las organizaciones y particulares
para incoar las demandas judiciales, pues se establece un
candado ex-ante para el ejercicio de las acciones
ambientales, vulnerando el acceso a los recursos judiciales

22
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

efectivos, ya que el legislador impide la


promoción de acciones ambientales con
candados puestos ex-ante de manera injustificada por el
legislador.

 Al respecto en el Caso Castañeda Gutman vs. México, criterio


obligatorio y vinculante para todos los operadores jurídicos de
nuestro país, se expresó que “los Estados deben promover
recursos accesibles a toda persona para la protección de sus
derechos. Si una determinada acción es el recurso destinado
por la ley para obtener la restitución del derecho que se
considera violado, toda persona que sea titular de dicho
derecho debe tener la posibilidad real de interponerlo”.

 Por otra parte, consideró innecesario entrar al estudio del


resto de los conceptos de violación formulados en contra del
artículo 28, fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental, en virtud de que en nada variaría el sentido de la
presente sentencia, además de que no se obtendría un mayor
beneficio al alcanzado en esta determinación.

 En relación con lo establecido por el artículo 29 Ley Federal


de Responsabilidad Ambiental, sostuvo que se establecen
dos lapsos a partir de los cuales inicia el cómputo de la
prescripción, a saber: desde que se produce el daño, o
cuando se producen los efectos del daño.

 Ahora bien, debe señalarse que las normas deben analizarse


a la luz de la interpretación conforme según la cual el órgano
jurisdiccional debe optar por aquella de la que derive un
resultado acorde a la Constitución, en caso de que la norma

23
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

secundaria sea oscura y admita dos o más entendimientos


posibles.

 Así, bajo una interpretación conforme, debe entenderse que


tratándose de los daños continuos o continuados, el plazo de
doce años empezará a contar a partir de que cesen (y se
conozcan) la totalidad de ellos.

 Por este motivo, dicha norma debe entenderse de esa manera


a fin de que la prescripción no genere que la responsabilidad
por daños ambientales tratándose de daños continuos o
permanentes sea ilusoria.

 Por ello, interpretando la ley conforme a la Constitución se


advierte que ésta es constitucional si se interpreta de la
manera en que se expuso en líneas precedentes.

 Por lo anteriormente señalado, al resultar parcialmente


fundados los conceptos de violación de las quejosas, procede
conceder el amparo en contra del artículo 28, fracción II, y
segundo párrafo del mismo numeral, de la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental.

III. Agravios. La autoridad recurrente en su oficio de agravios


expuso cinco agravios, es importante recordar que el tribunal
colegiado analizó los dos primeros, al versar sobre cuestiones de
procedencia del juicio de amparo, por lo que sólo se sintetizarán los
restantes, en los cuales expuso lo siguiente:

Tercero.

24
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 El Juez no realiza un adecuado análisis de


la constitucionalidad del precepto
reclamado, pues la quejosa plantea una antinomias entre
leyes, es decir, una presunta contradicción entre diversos
artículos de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y la
regulación de las acciones colectivas en el Código Adjetivo
Federal, por lo cual, es evidente que no es un problema de
constitucionalidad sino de mera legalidad que se debe definir
sobre la aplicación de normas en cuanto a su vigencia
material.

 El juez realiza un análisis de constitucionalidad confrontando


la Ley impugnada con un diverso código, lo cual es carente de
técnica para el análisis de las leyes frente a la Constitución,
aunado a que se limita a realizar un pequeño análisis del
principio de regresividad, progresividad, motivación reforzada
y medidas inhibitorias.

 Cuando se presenta un contraste entre normas y ello impide


su aplicación, corresponde al juzgador interpretarlas y utilizar
los diversos criterios para armonizar las normas en conflicto;
lo cual, no supone un problema de constitucionalidad, y
consecuentemente la vulneración de derechos
fundamentales, sino de interpretación y aplicación de normas.

Cuarto.

En primer término se formulan agravios en contra de las


consideraciones que declaran la inconstitucionalidad del artículo 28,
fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

25
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 El juez se equivoca en el estándar de revisión que se debe


utilizar para analizar la constitucionalidad de la norma
impugnada; en virtud de que no es posible sostener que
cualquier cuestión procesal o del medio ambiente entre dentro
de una categoría sospechosa y que por ello merece ser
sometida a un escrutinio estricto en donde se invierte la carga
de la prueba al Estado, ya que por el contrario, se está ante
una limitación procesal que debe ser analizada desde un
parámetro de racionalidad mínima.

 La Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, prevé un


proceso tendente a la protección del medio ambiente, que
cumple con la finalidad de permitir el acceso a los Tribunales
Federales para conseguir un verdadero resarcimiento de los
daños en beneficio del bien jurídico tutelado (medio
ambiente); de conformidad con lo que establece el artículo 1
de la referida ley impugnada.

 De la exposición de motivos se advierte que fue expedida por


la necesidad de crear un sistema de responsabilidades
ambiental, no sólo por el reclamo de reparación de daños
ocasionados al entorno, sino fundamentalmente por la
demanda social de participación directa en la tutela del
ambiente, por lo que la norma busca el acceso efectivo y sin
intermediación a los tribunales del Poder Judicial, así como la
participación activa de éste en la resolución de los conflictos
ambientales.

 La tesis de rubro: “CONSTITUCIONALIDAD DE


DISTINCIONES LEGISLATIVAS QUE SE APOYAN EN UNA
CATEGORÍA SOSPECHOSA. FORMA EN QUE DEBE

26
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

APLICARSE EL TEST DE ESCRUTINIO


ESTRICTO”, no es aplicable al caso
concreto, puesto que la Ley no contiene ni regula alguna
categoría sospechosa en términos del artículo 1º
constitucional, ni se advierte que exista alguna impugnación o
razonamiento encaminado a demostrar que los preceptos
impugnados violan de manera alguna el principio de igualdad
y no discriminación.

 El concepto de categoría sospechosa sólo se entiende


respecto de los seres humanos en un contexto de violación al
principio de igualdad y no discriminación por alguna de las
categorías expresamente señaladas en el artículo 1º
constitucional; por tanto una simple limitación procesal no
puede ser juzgada como una categoría sospechosa al no ser
una distinción relativa a seres humanos o alguna de sus
características intrínsecas; motivo por el cual no se está frente
a un problema que merezca un parámetro de estudio
constitucional elevado, ni el cual se revierta la carga de la
prueba al Estado

 De manera que tampoco resulta aplicable un escrutinio


estricto de la constitucionalidad de la norma, sino un análisis
de mínima razonabilidad en el que se entiende que el
legislador tiene amplio margen para establecer plazos y
términos para demandar ante la justicia las reparaciones por
daño ambiental en términos del artículo 17 constitucional, así
como 8º y 25 de la Convención Americana sobre los
Derechos Humanos.

 Añade que el Código Federal de Procedimientos Civiles no


puede ser un parámetro para determinar la

27
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

inconstitucionalidad del artículo, aunado a que la ley


impugnada es un ordenamiento unificador que permite a las
personas reclamar la reparación o compensación por daños al
medio ambiente.

 Señala que las acciones colectivas previstas en el Código


Federal de Procedimientos Civiles regulan cuestiones
distintas que la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, ya
que aquél prevé las acciones colectivas para la defensa y
protección de los derechos e intereses colectivos en materia
de relaciones de consumo de bienes o servicios, públicos o
privados o medio ambiente y de forma concreta dos tipos de
derechos o intereses: i) los difusos y colectivos (aquellos de
naturaleza indivisible cuya titularidad corresponde a una
colectividad de personas, indeterminada o determinable,
relacionadas por circunstancias de hecho o de derecho
comunes), y ii) los individuales de incidencia colectiva
(aquellos de naturaleza divisible cuya titularidad corresponde
a los individuos integrantes de una colectividad determinable
de personas relacionadas por circunstancias de hecho).

 Para la promoción de las acciones colectivas, el artículo 585


del Código Federal de Procedimientos Civiles delimita los
sujetos que cuentan con legitimación tanto procesal como en
la causa, de donde se aprecia que en todos los casos se trata
de representantes públicos o privados cuya finalidad es
defensa de aquél derecho o interés que se pretende proteger;
aunado a que se exige en la causa un interés cualificado mas
no simple; aunado a ello, las sentencias que se dicten pueden
contener pretensiones declarativas, constitutivas o de codena
y la forma de reparación depende del tipo de acción que se
ejerza.

28
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 Por otro lado, la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, establece la
legitimación en la causa a favor de las comunidades
adyacentes al daño ocasionado, mientras que la legitimación
procesal la tendrán: las personas morales privadas
mexicanas, sin fines de lucro, cuyo objeto social sea la
protección al ambiente, cuando actúen en representación de
algún habitante de las comunidades adyacentes al daño,
siempre y cuando cumplan con los requisitos
correspondientes; así como la Federación a través de la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; y las
procuradurías o instituciones que ejerzan funciones de
protección ambiental de las entidades federativas y del Distrito
Federal en el ámbito de su circunscripción territorial,
conjuntamente con la Procuraduría Federal.

 Por lo anterior, el Juez pasó por alto que tanto el Código


Federal de Procedimientos Civiles como la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental, prevén procesos tendentes a la
protección del medio ambiente, en términos generales; sin
embargo, la segunda ley citada constituye un ordenamiento
especial y posterior al Código Federal de Procedimientos
Civiles y a través del procedimiento que en ella se regula se
puede exigir una reparación o compensación del daño
ocasionado al medio ambiente, cumpliendo con la finalidad de
acudir ante los Tribunales Federales para conseguir un
verdadero resarcimiento de daños en beneficio del bien
jurídico tutelado (medio ambiente).

 Así, se está ante dos acciones que pretenden remediar


cuestiones distintas y cuyas sentencias tienen diversos

29
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

efectos, razón por la cual no es dable considerar que ambos


deben otorgar los mismos plazos y requisitos de legitimación.

 Afirma que la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental es


complementaria a las acciones colectivas, acciones en
materia penal, juicio de amparo y otros procesos y juicios;
siendo que se trata de una reglamentación de carácter
transversal que resulta aplicable para otros procesos
jurisdiccionales, razón por la cual no resulta posible sostener
que la misma es más restrictiva que otros procesos o juicios,
tales como acciones colectivas.

 El artículo 1º de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental


regula la responsabilidad ambiental que nace de los daños
ocasionados al ambiente, así como la reparación y
compensación de dichas daños cuando sea exigible a través
de los procesos judiciales federales previstos por el artículo
17 constitucional, los mecanismos alternativos de solución de
controversias, los procedimientos administrativos y aquellos
que correspondan a la comisión de delitos contra el ambiente
y la gestión ambiental. Aunado a ello, el artículo 3º de la
referida ley, establece las diversas formas de reparación y sus
alcances, así como las leyes aplicables.

 De manera que la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental,


permite demandar a través de diversos procesos
administrativos o juicios, la responsabilidad ambiental que
nace de los daños ocasionados al ambiente, así como la
reparación y compensación de dichos daños.

 Contrario a lo sostenido por el Juez de Distrito cualquier


persona puede solicitar la reparación o compensación por

30
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

daño ambiental en cualquier otro proceso o


juicio, razón por la cual no se debe
considerar que la única forma de solicitar dicha
responsabilidad ambiental sea a través del juicio que
establece la misma Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental.

 En ese sentido, toda persona puede pedir la responsabilidad


ambiental a efecto de reparar o componer el daño ambiental
en otro tipo de procesos administrativos o juicios, pero dicha
pretensión se regirá por las reglas procesales y sustantivas
del proceso o juicio que se trate.

 Sostiene que el Juez realizó una indebida interpretación de la


Ley impugnada, toda vez que es posible pedir la reparación o
compensación de daño ambiental en una acción colectiva, en
cuyo caso las personas o grupo que lo demanden se estarán
específicamente a los requisitos procesales incluyendo los
relativos a la legitimación activa que señala el Código Federal
de Procedimientos Civiles.

 No se puede considerar que Ley Federal de Responsabilidad


Ambiental sea contraria al Código Federal de Procedimientos
Civiles, al establecer el requisito consistente en que las
asociaciones civiles que pretendan promover el juicio de
responsabilidad ambiental acrediten que fueron legalmente
constituidas por lo menos tres años antes de la presentación
de la demanda por daño ocasionado al ambiente, mientras
que el Código Civil adjetivo establece que dichas
asociaciones deben haberse constituido al menos un año
previo al momento de prestar la acción.

31
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 De la interpretación sistemática de dichos ordenamientos y


tomando en consideración que éstos son complementarios
entre sí, se puede llegar a la conclusión que el requisito
previsto en Ley impugnada no excluye la posibilidad de que
las asociaciones civiles con menos de tres años de
constituidas puedan exigir la reparación del daño al medio
ambiente, pues éstas pueden sujetarse a lo dispuestos por el
Código Federal de Procedimientos Civiles, o algún otro
cuerpo legal que prevea acciones similares.

 Añade que no existe parámetro alguno para determinar si se


ha violado el principio de progresividad y no regresividad de
los derechos humanos, además que dichos principios no
resultan aplicables respecto de derechos de carácter
procesal; lo anterior, pues antes de la aprobación de la Ley
Federal de Responsabilidad Ambiental, no existía la
responsabilidad ambiental como concepto de obligación de
reparar directamente o compensar el daño generado al medio
ambiente; en consecuencia, es evidente que no puede haber
regresividad respecto de derechos que no están
contemplados en el ordenamiento jurídico con anterioridad.

 Asimismo, precisa que los términos y requisitos para la


legitimación activa de las acciones colectivas previstas en el
Código Federal de Procedimientos Civiles no puede ser
tomando como parámetro para determinar si ha existido o no
una violación al principio de progresividad y no regresividad
de los derechos humanos toda vez que: i) una Ley Federal no
es parámetro de constitucionalidad de otra ley del mismo
ordenamiento normativo; ii) se demostró que se trata de
procesos diferenciados de protección al medio ambiente que
tienen remedio con efectos distintos; iii) cualquier persona

32
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

puede hacer valer la responsabilidad


ambiental y obtener la reparación del daño
al medio ambiente la promoción de una acción colectiva u otro
juicio.

 De esa manera, la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental


que regula acciones ambientales completamente distintas a
las establecidas en el Código Federal de Procedimientos
Civiles, no puede ser utilizada como referencia para
determinar la existencia de regresividad, ya que ello implica
que no debe modificarse un determinado derecho adquirido,
pero no que se regule una cuestión novedosa de forma
distinta; además que dicho principio no puede ser aplicado
normas de carácter procesal.

 Lo anterior, pues dicho principio se encuentra consagrado en


normas de derecho internacional, específicamente en el
artículo 2º del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales; así como en los diversos numerales
11.1 del citado pacto y el 26 Convención Americana sobre los
Derechos Humanos, y nuestra Constitución Federal no ha
desarrollado tal concepto, aunque los Tribunales Colegiados
lo han aterrizado como el reconocimiento de prestaciones
mayores y superiores de los derechos económicos, sociales y
culturales, lo cual implica que una vez alcanzado determinado
nivel de protección, no se puede retroceder frente al nivel de
protección al que se ha llegado o conseguido, salvo que
exista una causa racional que lo justifique.

 Aduce que la no regresividad sólo se puede verificar respecto


de derechos que ya forman parte de la esfera jurídica de las

33
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

personas y no respecto de meras expectativas de derechos,


puesto que de lo contrario no existiría algún parámetro de
contraste en relación al derecho que presuntamente se
pretende reducir o limitar de forma injustificada.

 En el caso del artículo 28 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, no existen derechos ambientales
que se estén disminuyendo o afectando con los artículos
impugnados, ya que se trata exclusivamente de cuestiones de
índole estrictamente procesal y no sustantivo sobre derechos
relativos a un medio ambiente adecuado; afirmar lo contrario
implicaría que cualquier modificación de plazos en procesos
judiciales o administrativos terminaría siendo regresivo.

 La norma impugnada no establece ningún obstáculo


irrazonable para una tutela judicial efectiva, el cual como
cualquier otro derecho humano no es absoluto e ilimitado,
sino que está sujeto a un parámetro de racionalidad, razón
por la cual la Constitución únicamente alude a principios que
imponen que la justicia sea pronta, completa e imparcial,
sentando las bases que sirven para confrontar la ley ordinaria.

 Refiere que no existe un derecho constitucional o


convencional que prescriba la existencia de un interés simple
para demandar acciones ante la justicia, por lo que la parte
quejosa debe probar que el requisito de legitimación procesal
activa es un impedimento irrazonable que limita
indebidamente el acceso a la justicia; aunado a que debe
tomarse en cuenta que los requisitos procesales se exigen
para evitar perder tiempo respecto de pretensiones que no
pueden ser estudiadas, por lo que el derecho a una tutela

34
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

judicial efectiva no es ilimitado, sino que


pueden imponerse determinados requisitos
de procedencia para su ejercicio.

 El hecho de que el artículo 28, fracción II, de la Ley Federal


de Responsabilidad Ambiental establezca un requisito
temporal de tres años mínimos de existencia para acreditar el
interés legítimo mínimo de las asociaciones/organizaciones
para demandar judicialmente la responsabilidad ambiental, no
es un elemento que impide de forma injustificada un acceso a
la promoción de dichas acciones, ya que se trata de un
requisito razonable que cumple con una finalidad específica.

 La razón por la cual se limitó la legitimación a asociaciones


que tengan más de tres años de constituidas, antes de la
prestación de la demanda, es el garantizar que sean
organizaciones especializadas en el medio ambiente que
tengan experiencia mínima en la materia y que no sean
creadas ex profeso para atender algún interés particular o
circunstancial; lo cual, es una medida que no impide que las
organizaciones representen los intereses de la sociedad en
casos de daño al medio ambiente, sino que sólo condiciona
dicha participación a un periodo mínimo que garantice su
vigencia y posibilidad de representar; considera que lo
anterior se desprende de la exposición de motivos.

 El hecho de que se limite la representación de las


organizaciones respecto de los habitantes de la comunidad
adyacente al daño no es inconstitucional, puesto que se
traduce en la comprobación del derecho o interés legítimo
para ejercer la acción de responsabilidad ambiental a favor de
personas, físicas o jurídicas de índole privada o pública,

35
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

determinables en función del lugar en el que se hubiere


actualizado un daño concreto al medio ambiente.

 Contrario a lo que afirma el Juez, la responsabilidad por daño


ambiental se verifica exclusivamente respecto de un interés
objetivo y no subjetivo, ya que lo que pretende es que exista
una reparación o compensación respecto del medio ambiente
y no respecto de posibles daños que se hayan podido generar
a las personas; por lo cual, resulta claro que la legitimación
activa no proviene de una condición de posible violación a
derechos difusos o colectivos de las personas, sino del daño
directo causado al medio ambiente y sus efectos.

 La racionalidad que se persigue al limitar la representación a


personas cercanas al daño es de carácter estrictamente
geográfico, puesto que lo que se pretende es que la demanda
se presente en el lugar en el cual se ha generado el daño.
Asimismo, se debe considerar que el parámetro es que se
trate de una zona adyacente, cuestión que permite suponer
que alguna persona vive cerca del daño y sus efectos; sin que
ello implique definir el tamaño de la zona o territorio donde se
ha producido el daño.

 El hecho de que sean las personas físicas habitantes de la


comunidad adyacente al daño ocasionado al ambiente o sus
representantes excluyendo la posibilidad de que exista un
interés de cualquier persona física o moral de reclamar un
daño al ambiente, no representa una violación al derecho a un
recurso judicial efectivo, puesto que estos derechos no
incluyen la existencia de un interés simple para generar un
reclamo; añade que la propuesta del sistema mexicano
respecto a la legitimación es equilibrada al reconocer

36
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

legitimación a entidades estatales y a quien


posea una situación personal de proximidad
frente al daño.

 Considera que el requisito de tres años mínimo de creación


como grupo para promover una acción ambiental no genera
ningún efecto inhibitorio sobre la promoción de acciones en
materia de responsabilidad ambiental, como lo afirma el Juez;
pues dicha doctrina norteamericana sólo resulta aplicable a la
libertad de expresión respecto de cualquier medida que
pretenda castigar de forma previa algún tipo de expresión
hablada o escrita.

 Además, en caso de considerar aplicable en el ordenamiento


mexicano dicha figura, lo que se puede entender como efecto
congelador o inhibición de promover acciones ambientales, es
la amenaza de un castigo previo a la promoción de un
recurso, lo cual en el caso no acontece, al tratarse sólo de
una modulación legislativa y no la amenaza de imponer un
castigo por la promoción de dicha demanda: Considera que
dicho argumento se apoya en lo dispuesto en la tesis de
rubro: “ACCESO A LA TUTELA JURISDICCIONAL. EL
ARTÍCULO 1.399 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
CIVILES DEL ESTADO DE MÉXICO, AL PREVER LA
IMPOSICIÓN DE UNA MULTA SI EL RECURSO DE QUEJA
ES INFUNDADO, VIOLA EL DERECHO FUNDAMENTAL.”.

 En razón de lo anterior, el Juez equivocó el estándar de


revisión aplicable al problema de constitucionalidad planteado,
toda vez que la limitación activa en un litigio no es un factor
que inhiba la presentación de demandas, sino simple y
sencillamente limita el número de personas que las pueden

37
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

presentar; independientemente, de que la responsabilidad


ambiental y sus remedios se pueden hacer valer en las
acciones colectivas, amparos, juicios penales y de cualquier
otro proceso en el que se demande alguna lesión al medio
ambiente.

 Afirma que resulta innecesario que en el presente caso exista


una motivación reforzada de la norma impugnada, toda vez
que no existe ninguna regresión en el sistema de justicia
ambiental, ya que no se restringe un derecho reconocido en
otras leyes secundarias.

 No son acertadas las consideraciones del Juez al señalar que


el Código Federal de Procedimientos Civiles otorga una
legitimación de mayor amplitud que la prevista el Ley Federal
de Responsabilidad Ambiental, siendo que esta última
restringe sin justificación el espectro de protección, ello en
virtud de que: 1. El problema de antinomias no es un
problema de constitucionalidad sino de mera legalidad; 2. La
existencia de requisitos de procedencia para el acceso a la
justicia no constituye violación de derechos humanos; 3. No
existe oposición entre la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental y el Código Federal de Procedimientos Civiles,
puesto que la responsabilidad ambiental y su reparación se
pueden hacer valer mediante las acciones y en los términos
previstos en dicho Código; 4. No existe ninguna restricción o
inhibición por lo que no es necesario realizar una motivación
reforzada; 5. Los requisitos se encuentran motivados, pues
ambos están encaminados a acreditar el interés legítimo para
la promoción de las acciones en materia de responsabilidad
ambiental, es decir, garantizar el derecho de las

38
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

comunidades, a la protección, preservación,


uso y aprovechamiento sustentable de los
recursos naturales y la salvaguarda y uso de la biodiversidad,
de acuerdo a lo que determinen los ordenamientos aplicables.

 Refiere que la jurisprudencia de rubro: “MOTIVACIÓN


LEGISLATIVA. CLASES, CONCEPTOS Y
CARACTERÍSTICAS”, es mal interpretada por el Juez de
Distrito, pues de su análisis integral se desprende que la
motivación reforzada es una exigencia que se actualiza
cuando se emiten ciertos actos o normas en los que puede
llegarse a afectar algún derecho fundamental, y precisamente,
por el tipo de valor que queda en juego, hace indispensable
que el ente que emite el acto o la norma, razone su necesidad
en la consecución de los fines constitucionalmente legítimos,
ponderando específicamente las circunstancias concretas del
caso.

 En el caso, la motivación no tiene que estar contenida en el


texto de la propia ley, sino en su proceso de creación; además
de que no es necesario que el legislador justifique el
establecimiento de un mero plazo para que algún grupo tenga
legitimación activa a afecto de poder interponer una demanda,
puesto que se trata de una regla procesal que no vulnera de
forma indebida o desproporcional el derecho humano a una
tutela judicial efectiva.

En segundo término, en relación con el artículo 29 de la Ley


Federal de Responsabilidad Ambiental, sostuvo lo siguiente.

39
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 No se entiende en qué momento la prescripción, tal y como se


encuentra planteada en el artículo impugnado, hace que la
posibilidad de demandar sea ilusoria, ya que el Juez
presupone sin justificar, que una prescripción de doce años
después de que se conozca el daño y/o sus efectos es
insuficiente en términos de los estándares constitucionales e
interamericanos de tutela judicial efectiva.

 La redacción actual del precepto reclamado, permite reclamar


la ejecución continuada o tracto sucesivo, toda vez que la
prescripción se empieza a contabilizar a partir de que se
generan los efectos del daño, y no a partir únicamente de que
se genera el daño. Por tanto, se trata de una prescripción que
es contabilizada a partir de la manifestación de los efectos.

 El precepto cumple con los estándares mínimos de la tutela


judicial efectiva, prevista en los artículos 17 constitucional y,
8º y 25 de la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos, al ser un recurso que puede ser promovido dentro
de un plazo razonable a partir de que se haya conocido las
consecuencias del daño que se generó al medio ambiente.

 El Juez de Distrito no toma en cuenta que la cesación de


efectos de ciertos daños al medio ambiente puede tomar
miles o millones de años; por lo que su interpretación no es
correcta, ya que desaparecería de facto la prescripción en
materia de responsabilidad ambiental, cuestión que a su vez
no es acorde con el principio de seguridad jurídica previsto en
los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

40
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

 La posibilidad que se tiene de que se pueda


demandar hasta doce años después de que
se hayan verificado los efectos del daño al medio ambiente,
es un tiempo razonable para que las personas puedan ejercer
la acción, toda vez que se toma en consideración la
posibilidad de que existan daños que se manifiesten mucho
tiempo después de que se verificó la conducta que lo produjo.

Quinto.

 La sentencia es incongruente pues en sus resolutivos


concede el amparo a las quejosas; sin embargo, no se toma
en cuenta que en las consideraciones se precisó que el
artículo combatido era constitucional; motivo por el cual lo
adecuado sería modificar el segundo punto resolutivo para el
efecto de que no se otorgue el amparo a los quejosos, pues
no existe acto concreto de aplicación que deba dejarse sin
efectos; ya que la interpretación conforme del precepto que se
realiza en las consideraciones se llevara a cabo en su caso,
hasta que las organizaciones civiles se ubiquen en el
supuesto de la referida norma y las autoridades deban
aplicarlo.

QUINTO. Estudio de fondo. Los agravios planteados por el


recurrente son, en parte, infundados y en otra fundados pero
inoperantes y, finalmente fundados.

Para mayor claridad del asunto, en primer lugar se analizarán los


argumentos dirigidos a combatir las consideraciones del Juez de
Distrito en las que se declaró la inconstitucionalidad del artículo 28,
fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

41
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Identificación del planteamiento de inconstitucionalidad

Resultan infundados los argumentos de la autoridad recurrente


en los que alega que la inconstitucionalidad del precepto reclamado no
podía analizarse, en virtud de que no se reclamaba en relación a algún
precepto constitucional, sino en atención a lo dispuesto por el Código
Federal de Procedimientos Civiles; lo anterior, en virtud de que la
quejosa no hace derivar la inconstitucionalidad de la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental, exclusivamente de la comparación con el
Código Federal de Procedimientos Civiles, sino que considera que el
artículo que se impugna resulta violatorio de los artículos 1º, 4º y 17 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el numeral
25.1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos.

En efecto, de la lectura del primer concepto de violación se


deprende que las quejosas adujeron que los requisitos impuestos por
el legislador, consistentes en que las organizaciones de la sociedad
civil —que demanden daños ocasionados al medio ambiente— sólo
pueden acudir representando algún habitante de la comunidad
adyacente al daño ambiental; así como acreditar que fueron
legalmente constituidas por lo menos tres años antes de la
presentación de la demanda; restringen y violan su derecho de acceso
a la justicia y medio ambiente, en relación con el principio de
progresividad.

En consecuencia, las quejosas consideran que el legislador al


emitir el artículo impugnado está restringiendo de forma indebida el
derecho de tutela judicial efectiva al imponer determinadas limitantes,
lo cual pretende demostrar con un ejercicio comparativo con el Código
Federal de Procedimientos Civiles, que de acuerdo a sus hipótesis

42
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

resulta menos restrictivo, al establecer una


legitimación activa de las asociaciones civiles, sin
otro requisito que haberse constituido un año antes de que se
demande el daño.

En ese sentido, en el primer concepto de violación sí existe un


ejercicio de inconstitucionalidad que se realiza a partir de comparar lo
dispuesto en el artículo 28, primer párrafo, fracción II, y segundo
párrafo, de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental con lo
previsto en los artículos 4 y 17 de la Constitución; así como el 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; en virtud de que en
dicho concepto se hace valer que la norma impugnada restringe la
posibilidad de los ciudadanos de ejercer de forma plena un derecho de
acción en protección del medio ambiente, pues con la imposición de
los referidos requisitos no se promueve el derecho y no aseguran los
mecanismos que garanticen su cumplimiento y goce.

Así, las referencias al Código Federal de Procedimientos Civiles


sólo pretenden demostrar la razonabilidad del legislador, en cuanto a
la imposición de restricciones de acceso a la tutela judicial en materia
de medio ambiente, es decir, con dichos preceptos pretenden
evidenciar que el legislador no ha actuado de forma congruente al
regular los mecanismos de acceso a la defensa al medio ambiente,
por lo que —contrario a lo que afirma la autoridad recurrente— las
quejosas no pretenden demostrar la inconstitucionalidad del artículo a
partir del referido código adjetivo, sino sólo aportar elementos para
demostrar el ejercicio de razonabilidad del legislador, al implementar
requisitos de acceso a los mecanismos jurisdiccionales de garantía en
materia de medio ambiente.

43
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Resulta aplicable en lo conducente la tesis emitida por esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con datos
de identificación, rubro y texto siguientes:

Época: Novena Época


Registro: 172501
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXV, Mayo de 2007
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CI/2007
Página: 797

“INCONSTITUCIONALIDAD DE LEYES. EL PROBLEMA


PLANTEADO DEBE RESOLVERSE CON INDEPENDENCIA
DE QUE SE CONFRONTEN NORMAS SECUNDARIAS, SI LO
QUE EN REALIDAD SE PRETENDE DEMOSTRAR ES UNA
VIOLACIÓN A LA LEY FUNDAMENTAL. Si de los conceptos
de violación y/o agravios respectivos, se advierte que la
quejosa, al plantear un problema de inconstitucionalidad de
leyes, involucra una confrontación entre normas secundarias
que se afirma producen una violación a la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, es indudable que conforme
al artículo 79 de la Ley de Amparo, el problema de referencia
debe resolverse por los tribunales federales correspondientes
con independencia de la contradicción aducida de normas
secundarias, porque lo que en realidad se pretende demostrar
es la oposición de las normas legales con las garantías
previstas en la Constitución Federal.”

Amparo en revisión 1808/2006. **********, y otros. 7 de febrero


de 2007. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel
González Díaz.

No pasa inadvertido que en el segundo concepto de violación,


las quejosas alegan que existe una contradicción entre los artículos 1°
y 27 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental; lo cual fue
estudiado por el Juez, a la luz de la inconstitucionalidad reclamada al
artículo 28 de la mencionada ley; pues incluso dichos planteamientos

44
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

también constituyen un tema de constitucionalidad,


en la medida en la que tratan de justificarlo, a partir
de la violación a la seguridad jurídica, en atención a que no delimitan
de forma clara el marco de aplicación de la ley, pues se permite la
aplicación de dos normas distintas (Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental y Código Federal de Procedimientos Civiles) situación que
genera inseguridad jurídica y transgrede lo dispuesto en el artículo 17
constitucional.

Sirve de apoyo a lo anterior, lo señalado en la jurisprudencia


1a./J. 104/2011 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, con datos de identificación, rubro y texto siguientes:

Época: Novena Época


Registro: 161139
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXIV, Septiembre de 2011
Materia(s): Común
Tesis: 1a./J. 104/2011
Página: 50

“AMPARO CONTRA LEYES. LA INCONSTITUCIONALIDAD


DE ÉSTAS PUEDE DERIVAR DE LA CONTRADICCIÓN
CON OTRAS DE IGUAL JERARQUÍA, CUANDO SE
DEMUESTRE VIOLACIÓN A LA GARANTÍA DE
SEGURIDAD JURÍDICA. Los actos de autoridad de creación
y vigencia de normas generales pueden combatirse en el
juicio de garantías, con base en la infracción de exigencias
que deben respetar, como las derivadas del proceso
legislativo establecidas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, o incluso aquellas derivadas del
respeto a la garantía de seguridad jurídica que comprende las
denominadas sub-garantías de legalidad, fundamentación,
motivación, competencia, irretroactividad y audiencia, cuya
violación puede demostrarse no sólo a través de la exposición
de una contradicción directa con el texto fundamental, sino
mediante las incongruencias en el orden jurídico que revelen
transgresión a esa garantía, como la contradicción entre

45
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

normas secundarias, lo que implica vulneración indirecta al


texto constitucional, sin embargo, en este último supuesto, el
examen de las normas jurídicas relativas debe sustentarse no
únicamente en afirmaciones tocantes a la incongruencia entre
leyes secundarias, sino también en la precisión de las
garantías individuales violadas, y en la demostración de que la
norma aplicada es la que viola el orden constitucional y no
exclusivamente el ordenamiento jurídico utilizado como
parámetro comparativo para derivar la incongruencia o
carencia de facultades, pues sólo de esa manera se podría
demostrar que se aplicó en el acto reclamado una ley
inconstitucional, de otra manera, por más inconstitucional que
resultara la norma comparativa no aplicada, no podría
concederse la protección federal.”

Tesis de jurisprudencia 104/2011. Aprobada por la Primera


Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de veinticuatro
de agosto de dos mil once.

Procedencia del escrutinio estricto del artículo 28, fracción II, de


la Ley de Responsabilidad Ambiental

Resultan fundadas pero inoperantes las argumentaciones


relativas a que el Juez realizó de manera indebida un escrutinio
estricto, al considerar que estaba en presencia de una categoría
sospechosa. Lo anterior, pues como lo afirma la recurrente, en el caso
el legislador no realiza ninguna distinción con base en alguna
categoría sospechosa prevista en el artículo 1° constitucional; sino que
se trata de una modulación en el ejercicio del derecho de acceso a la
justicia.

En efecto, en el amparo en revisión 96/2009, resuelto en sesión


de quince de marzo de dos mil once, se estableció que este Alto
Tribunal (cuando actúa como garante del principio de igualdad y no
discriminación) está llamado a examinar rasgos adicionales a los que
considera desde la perspectiva de los derechos sustantivos
involucrados.

46
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

De esta forma, se estableció que una


determinada norma legal, aunque sea adecuada en el sentido
representar una medida globalmente apta para tratar de alcanzar un
determinado fin, podría tener defectos de sobre inclusión o de infra
inclusión, de los que derive una vulneración del principio de igualdad y
no discriminación y será entonces justificado y necesario examinar con
especial cuidado si los medios (distinciones) usados por el legislador
son adecuados a la luz del fin perseguido.

En congruencia con lo anterior, el Pleno del Alto Tribunal dejó


claro que para descartar el carácter discriminatorio de las normas
impugnadas, basta comprobar (habiendo identificado con anterioridad
la finalidad de las normas y su impacto prima facie en el disfrute de los
derechos y bienes constitucionales relevantes) si las distinciones
denunciadas son inadecuadas y arbitrarias, de modo que pueda
anudarse a las mismas una infracción del artículo 1º de la Carta
Magna.

Del precedente mencionado, claramente se advierte que esta


Suprema Corte ha determinado de forma inicial que el escrutinio
estricto debe realizarse a partir de un estudio de igualdad y no
discriminación, cuando se involucre una categoría sospechosa; por lo
que como lo afirma la recurrente, en el caso no resulta aplicable el
escrutinio estricto por estar involucrada una categoría sospechosa, por
lo que el argumento resultaría fundado.

No obstante lo anterior, de la lectura de la sentencia recurrida, se


advierte que la justificación para llevar un escrutinio estricto de la
norma, no fue realizada exclusivamente con dicho argumento; sino

47
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

que además se apoyó al considerar que se trataba de una restricción a


derechos fundamentales, la cual violaba el principio de progresividad.

En razón de ello, resulta acertado el análisis estricto realizado por


el órgano jurisdiccional, pues aun cuando la Constitución no establece
parámetros para llevar a cabo un análisis ordinario o estricto de la
norma, si establece que el ejercicio de los derechos humanos sólo
podrá restringirse o suspenderse, en los casos y bajo las condiciones
que la Constitución establezca. Aunado a ello, se establece que los
derechos deben de interpretarse de forma que favorezca la protección
más amplia de la persona y se imponen a todas las autoridades, en el
ámbito de sus competencias, las obligaciones de respetar, promover,
proteger y garantizar los derechos humanos; de ahí que las normas
constitucionales busquen que las autoridades, por regla general,
permitan el goce y disfrute de los derechos y de manera excepcional
puedan imponer alguna restricción.

En ese sentido, al resolverse por el Pleno de esta Suprema Corte


de Justicia de la Nación, en sesión de tres de septiembre de dos mil
trece, la contradicción de tesis 293/2011, se determinó que en el
artículo 1° constitucional, con motivo de la reforma constitucional, los
derechos humanos reconocidos en tratados internacionales se han
integrado expresamente a nuestro ordenamiento jurídico interno, para
ampliar el catálogo constitucional de derechos humanos, en el
entendido de que, derivado de la parte final del primer párrafo del
propio artículo 1º constitucional, cuando en la Constitución haya una
restricción expresa al ejercicio de los derechos humanos, se deberá
estar a lo que indica la norma constitucional; situación que evidencia
que la restricción a derechos humanos tiene un carácter excepcional,
ya que debe estar expresamente establecida, por lo que el legislador
tiene que justificar su ejercicio.

48
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Además, el artículo 30 de la Convención


Americana establece que la restricción a los derechos humanos debe
aplicarse conforme a las leyes que se dicten por razones de interés
general y con el propósito para el cual han sido establecidas. Dicha
norma resulta obligatoria y aplicable al caso, pues se trata de una
Convención ratificada por México y, en consecuencia, los órganos
jurisdiccionales al analizar restricciones deben de verificar no sólo la
admisibilidad constitucional de la medida, esto es, el cumplimiento del
interés general, sino su idoneidad, es decir, el propósito para el cual
fueron creadas.

De igual forma, el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación, al resolver el amparo en revisión 7/2009, en sesión quince de
marzo de dos mil once, por unanimidad de votos determinó lo
siguiente:

“[…] Como esta Corte ha tenido la oportunidad de


subrayar en reiteradas ocasiones, el tipo de
razonamiento que un tribunal de control constitucional
debe desplegar para determinar si una particular
previsión legislativa respeta o no el principio de
igualdad contenido en el artículo 1º de la Carta Magna
exige desarrollar un análisis con varias vertientes . En
primer lugar, es necesario identificar la finalidad de la
medida legislativa examinada y su compatibilidad con
la Constitución; en segundo lugar, hay que examinar
si la distinción puede considerarse una medida
racionalmente adecuada para la consecución de dicha
finalidad, esto es, si existe una objetiva relación
medios-fines entre la clasificatoria y el objetivo que la
misma persigue; y en tercer lugar, debe cumplirse con
el requisito de la proporcionalidad: el legislador no
puede tratar de alcanzar objetivos constitucionalmente
legítimos de un modo abiertamente desproporcional, lo
cual obliga a este tribunal a evaluar si la distinción
legislativa se encuentra dentro del abanico de
tratamientos que pueden considerarse proporcionales,

49
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

habida cuenta de la situación de hecho, la finalidad de


la ley y los bienes y derechos constitucionales
afectados por ella, pues la persecución de un objetivo
constitucionalmente admisible no puede hacerse a
costa de una afectación innecesaria o desmedida de
otros bienes o derechos constitucionalmente
protegidos.

Por otro lado, siempre que las distinciones


legislativas incidan centralmente en los derechos
fundamentales garantizados constitucionalmente o
se articulen en torno a categorías explícitamente
mencionadas en el artículo 1º (como el origen étnico o
nacional, el género, la edad, las capacidad diferentes,
la condición social, las condiciones de salud, la religión,
las opiniones, las preferencias o el estado civil) o en
torno a cualquier otra que atente contra la dignidad
humana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos o libertades de las personas, las
exigencias derivadas del principio de igualdad y no
discriminación deberán ser aplicadas con especial
intensidad. Al legislador no le está vedado el uso de
dichas categorías en el desarrollo de su labor
normativa, pero el juez constitucional deberá en ese
caso someter su labor a un escrutinio estricto desde el
punto de vista de la garantía de igualdad. […]”

En atención a ello, resultan fundados pero inoperantes los


argumentos de la recurrente, pues aun cuando el legislador no está
realizando una distinción con base en una categoría sospechosa, lo
cierto es que al restringir el ejercicio de un derecho humano, es
necesario que se realice un escrutinio de razonabilidad; por lo que aun
cuando el artículo 17 constitucional permite al legislador regular los
plazos y términos en los que debe garantizarse el acceso a la justicia;
ello no implica que pueda libremente establecer requisitos que inhiben
el ejercicio del derecho o alteren su núcleo esencial.

Aunado a ello, no debe perderse de vista que se aduce una


violación al principio de progresividad, la cual también requiere una
justificación específica, pues al versar sobre una posible regresión al

50
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

goce de los derechos, no deben ser arbitrarias, sino


razonables, es decir, justificadas por los hechos y
las circunstancias que les han dado origen, por las necesidades de
salvaguardar el interés público comprometido; así como
proporcionales a los fines que se procura alcanzar con ellas; máxime
si se toma en cuenta que una medida regresiva no puede ser contraria
al núcleo del derecho que se pretende limitar

En esas condiciones, el Juez no estuvo errado al realizar un


escrutinio estricto respecto a la restricción (o modulación como la
llama la recurrente) al derecho de acceso a la justicia en materia
ambiental, pues aun cuando no estamos en presencia de una
categoría sospechosa, lo cierto es que se trata de la restricción a un
derecho humano que requiere de un escrutinio de razonabilidad a la
actividad legislativa; de ahí que tampoco resulten acertados los
argumentos de la recurrente en los que precisa que sólo se debió
realizar un análisis de mínima razonabilidad, dado que el legislador
tiene un amplio margen para establecer plazos y términos en materia
ambiental.

Inconstitucionalidad en atención a la razonabilidad legislativa


al regular los mecanismos de protección al medio ambiente

Resultan infundados los argumentos, en cuanto a que no pueden


asimilarse dos normas distintas como lo son el Código Federal de
Procedimientos Civiles y la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental, al regular acciones distintas, con objetos de estudio
diversos y efectos de reparación también distintos; lo anterior, pues
con ello no logra desvirtuar el ejercicio que realizó el juzgador respecto
a la razonabilidad del legislador, al establecer claramente que dos
normas distintas regulan dos acciones que pretenden proteger y

51
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

reparar el medio ambiente, pero establecen requisitos distintos lo cual


provoca una restricción a la protección al medio ambiente.

Así, el recurrente sostiene que el juzgador no tomó en cuenta que


las normas regulan acciones distintas, sin embargo, en el propio
recurso, la autoridad reconoce que ambas de manera genérica están
dirigidas a reparar el incumplimiento de obligaciones en materia de
medio ambiente, por lo que aun cuando puedan tener formas de
reparación distintas, no existe una justificación racional para dar un
tratamiento distinto respecto a la legitimación activa para ejercer la
acción.

En efecto, el estudio del Juez tuvo por objeto analizar la conducta


del legislador al implementar mecanismos de defensa en materia
ambiental y, a partir de ello, determinó que no existía una
razonabilidad legislativa, respecto a la legitimación de las
asociaciones, para exigir en uno de ellos, una antigüedad de tres
años y en el otro de un año, aunado a la exigencia en uno de que
pertenezcan a una comunidad adyacente pero en otro no.

Así, tratándose de la legitimación activa para demandar la


responsabilidad por daño ambiental, el Código Federal de
Procedimientos Civiles establece como requisitos para las
asociaciones civiles que: no tengan fines de lucro; estén constituidas
legalmente un año previo al momento de presentar la acción; que su
objeto social incluya la promoción o defensa de los derechos e
intereses de la materia de que se trate (protección al medio ambiente)
y que cumplan con los requisitos establecidos en dicho Código.

De esa forma, las llamadas acciones colectivas (previstas en el


Código Federal de Procedimientos Civiles) constituyen una vía judicial,

52
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

esto es, se trata de un mecanismo procesal y son


precisamente acciones promovidas para la
protección de derechos colectivos o difusos (derechos o intereses de
grupo), es decir, se trata de una colectividad determinada o
indeterminada. Dichas acciones pueden tener una naturaleza
indemnizatoria o imponen una obligación de hacer o de no hacer. 11
Así, las acciones colectivas permiten, por un lado, asegurar el acceso
a la tutela judicial para defender derechos colectivos o difusos que, de
otro modo, quedarían fuera, si partimos de que los sistemas jurídicos
prevén por lo general medios de defensa de derechos en lo individual;
por otro, coadyuvan a la economía procesal y evitan la emisión de
resoluciones contradictorias.

Al respecto, es de destacarse que mediante Decreto publicado


en el Diario Oficial de la Federación de veintinueve de julio de dos mil
diez, se adicionó el artículo 17 de la Constitución Federal, para
establecerlas, de la siguiente manera:

“Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí


misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia


por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los
plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su
servicio será gratuito, quedando, en consecuencia,
prohibidas las costas judiciales.

(ADICIONADO, D.O.F. 29 DE JULIO DE 2010)


El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las
acciones colectivas. Tales leyes determinarán las materias
de aplicación, los procedimientos judiciales y los
mecanismos de reparación del daño. Los jueces federales
conocerán de forma exclusiva sobre estos procedimientos y
mecanismos.

11
Así en diversos países se han instituido las llamadas “class actions”, public civil actions u
organizational actions, o bien, class actions for damages o injunctive class actions.

53
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de


controversias. En la materia penal regularán su aplicación,
asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos
en los que se requerirá supervisión judicial.

Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales


deberán ser explicadas en audiencia pública previa citación
de las partes.

Las leyes federales y locales establecerán los medios


necesarios para que se garantice la independencia de los
tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones.

La Federación, los Estados y el Distrito Federal garantizarán


la existencia de un servicio de defensoría pública de calidad
para la población y asegurarán las condiciones para un
servicio profesional de carrera para los defensores. Las
percepciones de los defensores no podrán ser inferiores a
las que correspondan a los agentes del Ministerio Público.

Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter


puramente civil”.

Así pues, a raíz de la reforma de mérito, se adicionó un tercer


párrafo al artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, a efecto de incorporar las acciones colectivas, previendo
que el Congreso de la Unión expedirá las leyes que las regulen; que
tales leyes determinarán las materias de aplicación, los procedimientos
judiciales y los mecanismos de reparación del daño; y que los jueces
federales conocerán de forma exclusiva sobre estos procedimientos y
mecanismos.

Por consiguiente, conforme a la citada reforma al artículo 17


constitucional, se adicionan a nuestro sistema jurídico, las acciones
colectivas y, derivado de esta reforma, en las citadas leyes
secundarias se otorgó legitimación a la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente –además de cualquier legitimado a que se
refiere el artículo 585 del Código Federal de Procedimientos Civiles-,

54
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

para que, cuando se realicen actos, hechos u


omisiones que vulneren derechos e intereses de una
colectividad, ejerciten la acción colectiva, lo que también será aplicable
respecto de aquellos actos, hechos u omisiones que violenten la
legislación ambiental de las entidades federativas.

En cambio, en el artículo 28, primer párrafo, fracción II, y


segundo párrafo, de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, se
restringió dicha prerrogativa, pues se establecieron como requisitos
para que las personas morales privadas mexicanas sin fines de lucro,
cuyo objeto social sea la protección al medio ambiente en general,
demanden la responsabilidad ambiental, consistentes en que:

 Actúen en representación de algún habitante de las


comunidades adyacentes al daño ocasionado; y

 Acrediten que fueron legalmente constituidas, por lo menos


tres años antes de la presentación de la demanda por daño
ocasionado al medio ambiente.

Lo anterior evidencia que el legislador estableció claramente


supuestos diversos de procedencia respecto de dos mecanismos de
protección del medio ambiente; sin que justificara el trato
diferenciado, respecto de la legitimación de las asociaciones
civiles, en acciones que tendrán un objeto similar, como lo es la
protección al medio ambiente.

En esas condiciones, como se afirma en la sentencia recurrida, en


atención a la razonabilidad que debe tener el legislador al modular
derechos humanos, como lo es la implementación de los
mecanismos de defensa al medio ambiente, era necesario que se

55
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

justificara el trato diferenciado en la normatividad, respecto de la


imposición de requisitos en la legitimación a asociaciones civiles,
que inhiben el ejercicio de la acción, cuando ambas acciones
tienen por objeto la protección de bienes jurídicos similares,
como lo es el medio ambiente en términos del artículo 17
constitucional, ello con la finalidad de no generar incertidumbre
jurídica en los particulares.

En efecto, el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos consagra el derecho que tiene todo individuo a un
medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar, por lo que la
preservación y restauración del equilibrio ecológico, así como la
protección al medio ambiente dentro del territorio nacional están
reguladas directamente en la propia Constitución Federal, en atención
a la relevancia que tiene dicha materia.

Asimismo, cabe destacar la protección del derecho al medio


ambiente se desarrolla en dos aspectos: a) en un poder de exigencia y
un deber de respeto erga omnes a preservar la sustentabilidad del
entorno ambiental, que implica la no afectación ni lesión a éste
(eficacia horizontal de los derechos fundamentales); y b) en la
obligación correlativa de las autoridades de vigilancia, conservación y
garantía de que sean atendidas las regulaciones pertinentes (eficacia
vertical).

En relación con dicho derecho también debe destacarse que su


interpretación debe concebirse actuando y funcionando de modo
complementario, en una relación de sinergia, con equilibrio y armonía,
pues el orden jurídico es uno solo con la pretensión de ser armónico;
de ahí la existencia de los principios de interpretación y aplicación
sistemática, que se orientan a conseguir la unidad, coherencia,

56
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

plenitud, eficacia y coexistencia inter-sistémica de


los varios bienes jurídicos tutelados, reconociendo la
interpretación de los derechos humanos conforme a los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad,
previstos en el artículo 1o. de la Constitución Federal.

En la exposición de motivos de la Ley Federal de Responsabilidad


Ambiental, en lo que interesa dispone lo siguiente:

“Toda persona tiene derecho a disfrutar de un ambiente


adecuado para su desarrollo, salud y bienestar. Las
autoridades en los términos de esta y otras leyes, tomarán las
medidas para garantizar ese derecho.
Participación de las Organizaciones No Gubernamentales.
La Ley propuesta legitima a personas jurídicas públicas, tanto
federales con estatales, a efecto de que funjan como
instituciones intermedias para actuar en representación de la
sociedad afectada por los daños ocasionados al ambiente. La
función estatal protectora de los intereses ambientales no
desaparece, sino se ve reforzada.
Por lo que hace a las personas jurídicas o morales sin fines de
lucro, cuyo objeto es la protección ambiental (ONG's
ambientalistas), se reconoce la gran importancia de su
intervención en el proceso judicial.
La iniciativa prevé ciertos requisitos que deben cubrir las
denominadas ONGS.
Artículo 24. Supuestos de responsabilidad y obligaciones
consecuentes a la producción de los daños y afectación a la
salud e integridad de la persona.
Este artículo establece los supuestos o hipótesis normativas
especiales en las que surge la responsabilidad civil por daño a
la persona. Se trata del régimen de daños por tóxicos
reconocido y desarrollado con éxito en otros países. De manera
similar a la prevista en la legislación civil ordinaria (artículo
1915 Código Civil Federal). Se añade simplemente la
responsabilidad por daños indirectos que, como hemos
reiterado, es característica del fenómeno causal ambiental, y
consecuentemente de los efectos de la contaminación en las
personas.
Se trata de una vía de acceso a la justicia optativa para los
afectados en su persona, y alternativa en relación a lo previsto
por la legislación civil ordinaria.

57
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Se regula también el nacimiento de la responsabilidad por


afectaciones a la integridad de las personas, que es una figura
de nueva creación.
En ambos supuestos se prevén las obligaciones de indemnizar
o compensar.
Cabe señalar que en estos supuestos no se aplican acciones
ambientales complementarias.
Artículo 25 y 26. Responsabilidad objetiva y subjetiva en la
responsabilidad por daños y afectaciones a la salud y la
integridad de las personas.
Respecto a los daños y afectaciones ocasionados a la salud e
integridad de las personas por materiales y residuos peligrosos
liberados al ambiente, se prevé responsabilidad objetiva
exclusivamente en los casos en los que la presencia de
contaminantes en el organismo ocasiona la muerte o daño
actual.
La responsabilidad derivada de la afectación la integridad de la
persona por la simple presencia de contaminantes, se restringe
en términos de la responsabilidad subjetiva (solo por actos
ilícitos o infracciones) que nacerá únicamente de actos
violatorios de la normatividad.
Artículos 27 y 28. Forma de indemnizar los daños a la salud de
las personas.
El sistema propuesto añade al sistema civil ordinario previsto
en el artículo 1915 del Código Civil Federal los siguientes
beneficios:
1. La posibilidad de exigir una indemnización por daños
ocasionados de manera indirecta, de acuerdo a la dinámica
causal ambiental,
2. La posibilidad de acudir a la acción de responsabilidad
ambiental para vincular en un mismo proceso, frente a una sola
autoridad jurisdiccional, el daño ambiental y el consecuente
efecto en la salud de la persona,
3. La posibilidad de exigir prestaciones específicas de
asistencia médica y quirúrgica, hospitalización, medicamentos y
material de curación, aparatos de prótesis y ortopedia
necesarios, y rehabilitación.
La persona cuya salud haya sido dañada, podrá recibir
directamente del responsable las prestaciones enumeradas en
el artículo anterior, en cuyo caso no podrá reclamar con
posterioridad la indemnización por estos conceptos, Artículos
29, 30 y 31. Interés jurídico y compensación por afectación a la
integridad de la persona. Dado a que la afectación de la
persona no puede ser tasada en términos de un daño
patrimonial actual, es decir, no se ha producido aún un efecto
nocivo en la salud, la compensación se hará mediante el pago

58
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

de una cantidad en dinero por el equivalente


a de mil quinientos a cinco mil días de salario
mínimo general vigente en el Distrito Federal,
en el momento de dictar sentencia.
Para cuantificar el monto del pago, se tomará en cuenta el
grado de peligrosidad y la cantidad del contaminante que se
haya introducido en el organismo, el tiempo de permanencia en
éste, la situación económica del responsable, y el carácter
intencional o negligente de la violación.”.

Dicha exposición de motivos dio lugar a la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental, la cual, en sus artículos 28, primer
párrafo, fracción II, y segundo párrafo, y 29, establece lo siguiente:

“Artículo 28. Se reconoce derecho e interés legítimo para


ejercer acción y demandar judicialmente la responsabilidad
ambiental, la reparación y compensación de los daños
ocasionados al ambiente, el pago de la Sanción Económica,
así como las prestaciones a las que se refiere el presente Título
a:
(…)
II. Las personas morales privadas mexicanas, sin fines de
lucro, cuyo objeto social sea la protección al ambiente en
general, o de alguno de sus elementos, cuando actúen en
representación de algún habitante de las comunidades
previstas en la fracción I;
Las personas morales referidas en la fracción II de este
artículo, deberán acreditar que fueron legalmente constituidas
por lo menos tres años antes de la presentación de la
demanda por daño ocasionado al ambiente. Asimismo
deberán cumplir por (sic) los requisitos previstos por el Código
Federal de Procedimientos Civiles.
(…)”.
“Artículo 29.- La acción a la que hace referencia el presente
Título prescribe en doce años, contados a partir del día en que
se produzca el daño al ambiente y sus efectos.
Salvo en los casos previstos en los artículos 23 y 28 de la
presente Ley, ninguna de las partes será condenada al pago de
gastos y costas judiciales.”.
De lo anterior, como lo precisó el juzgador, no se desprende una
justificación para la restricción que se combate y aun cuando por

59
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

esta vía la recurrente pretende acreditar que se trata de acciones


distintas, lo cierto es que el juzgador identificó que el legislador emitió
una normatividad que tiene por objeto instrumentar mecanismos de
defensa del medio ambiente, pero una de ellas impone un requisito
más restrictivo.

En esas condiciones, si el legislador admitió en un primer


momento no limitar la legitimación de una persona moral en una
acción en materia ambiental (en cuanto a que represente a un
habitante de una comunidad adyacente o que esté constituida con
anticipación de un año); para estar en posibilidad de imponer un
requisito mayor, en atención a su razonabilidad legislativa, debió
justificar porque en este caso si era procedente exigir dicho
requisito y no limitar los argumentos a que se trataba de
establecer un parámetro distinto al interés simple; por lo que —
como se afirmó en párrafos anteriores— al no justificarse esa
modificación, debe considerarse que se modula
injustificadamente el núcleo esencial del derecho de acceso a la
justicia.

No es obstáculo que la recurrente afirme que el ejercicio de la


acción prevista en la Ley de Responsabilidad Ambiental no impide el
ejercicio de las acciones previstas en el Código Federal de
Procedimientos Civiles, pues el legislador al implementar mecanismos
de defensa de derechos humanos, como lo es el medio ambiente,
tiene la obligación de ser congruente y no imponer obstáculos para su
ejercicio, con la finalidad de no generar incertidumbre jurídica, por lo
que si en el caso, existen dos acciones de protección al ambiente que
regulan de forma distinta la legitimación activa, es factible considerar
que se genera dicha inseguridad jurídica; motivo por el cual, tal y como
se precisó en el primer apartado de esta ejecutoria, las hipótesis de los

60
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

artículos resultan inconstitucionales, al generar un


obstáculo mayor para acceder a demandar una
responsabilidad ambiental.

En ese mismo sentido, aun cuando asiste razón a la recurrente en


cuanto a que en el caso no resulta aplicable la figura doctrinal
conocida como chilling effects, al no estar en presencia de una norma
que desincentive el ejercicio de la libertad de expresión; dichos
argumentos no resultan suficientes para desvirtuar las consideraciones
de la sentencia en la que se declaró la inconstitucionalidad del artículo
28, fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

Los mismos razonamientos aplican respecto de los argumentos


relativos a la violación al principio de progresividad, pues con
independencia de que resulte válido verificar el cumplimiento de dicho
principio a partir de dos normas distintas, lo cierto es que el legislador
no demostró la razonabilidad de la restricción impuesta a una acción
creada para la protección al medio ambiente; de ahí que sean
infundados los agravios relativos a que el Código Federal de
Procedimientos Civiles no puede ser tomado en cuenta como
parámetro para verificar la violación al principio de progresividad o que
las quejosas no contaban con derechos adquiridos por tratarse de
cuestiones de índole estrictamente procesal, pues con ello no logra
desvirtuar que no existe razonabilidad en el establecimiento de un
requisito de tres años para ejercer una acción en materia ambiental y
en una acción similar se exija sólo una antigüedad de un año.

Además, es inexacta la premisa de la recurrente en cuanto a que


el principio de progresividad sólo aplica para derechos económicos,
sociales y culturales, pues de la simple lectura del párrafo tercero del
artículo 1° constitucional, no se desprende la distinción que manifiesta

61
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

la recurrente; ni tampoco resulta cierta la interpretación que realiza


respecto de los instrumentos internacionales, pues incluso la Corte
Interamericana en el caso Acevedo Buendía y otros vs. Perú ha
considerado que dicho principio aplica de igual forma para derechos
civiles y políticos, lo cual resulta congruente con lo que dispone el
párrafo tercero del artículo 1° constitucional, que impone la aplicación
de los derechos conforme a los principios de indivisibilidad e
interdependencia.

No pasa inadvertido para esta Primera Sala que la parte quejosa,


en el segundo concepto de violación, reclamó la inconstitucionalidad
de los artículos 1° y 27 de la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental, al considerar que violaban los derechos de seguridad
jurídica y que dicho argumento fue estudiado por el Juez a la luz de la
inconstitucionalidad del artículo 28, fracción II, de la referida ley, sin
hacer un pronunciamiento específico de dichas normas; sin embargo,
dichas consideraciones no fueron combatidas por la parte a quién
pudiera perjudicar, por lo que deben quedar firmes.

Interpretación conforme del artículo 29 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental

La recurrente alega que la interpretación conforme que realizó el


Juez de Distrito no es correcta, pues la norma no hace ineficaz ni
ilusoria la acción respecto de los daños de carácter continuado, ya que
regula que empezará a correr a partir de que se ocasionaron sus
efectos, lo cual resulta suficiente para garantizar el acceso al medio de
protección ambiental.

Dichos argumentos son infundados, en virtud de que el artículo


29 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental no establece lo

62
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

que afirma la recurrente, pues aun cuando la norma


disponga que la prescripción empieza a correr a
partir de que se conozcan los efectos, ello no es suficiente para
garantizar el debido acceso a la acción ambiental.

En ese sentido, el artículo 29 antes transcrito, establece que: la


acción a la que hace referencia el presente Título prescribe en doce
años, contados a partir del día en que se produzca el daño al ambiente
y sus efectos; motivo por el cual no es posible considerar —como lo
hace la recurrente— que basta con que la norma refiera a los efectos,
para considerar que se permite un reclamo respecto de ejecuciones
continuadas o de tracto sucesivo.

Así, era necesario que el Juez realizara una interpretación


conforme del precepto, pues de él se desprenden dos posibles
consecuencias, esto es, que el plazo de la prescripción puede iniciar
en dos momentos: i) a partir de que se produzcan los daños y
efectos; o ii) a partir de que se conozcan esos daños y efectos; de la
segunda interpretación se advierte que podrían existir casos en que a
pesar de que se generen en un momento los daños y efectos en
contra del medio ambiente, lo cierto es que estos podrían conocerse
con posterioridad, por lo que ello hace conveniente que la prescripción
no corra a partir de que se generaron, sino a partir de que se conocen,
lo cual permita optar por la segunda interpretación.

De esa forma, la interpretación conforme que realiza el juzgador,


pretende hacer viable la acción en casos de daños de carácter
continuado; al considerar que dicha prescripción debe contabilizarse, a
partir de que se conozcan los daños y sus efectos; situación que
además, pretende hacer congruente el sentido de la norma respecto a
la distinción entre el daño y sus efectos, pues el legislador distingue

63
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

que la prescripción iniciará desde el momento en que se causaron los


daños y también refiere a sus efectos, lo cual permite interpretar que el
inicio del plazo no necesariamente se da en un solo momento (cuando
se causan los daños) sino también cuando se producen sus efectos,
situación que lleva a concluir que el plazo para iniciar el cómputo de la
prescripción debe iniciar no sólo a partir de que se causen, sino a
partir de que se conozcan los efectos; sin que sea necesario ampliar
dicha interpretación a que cesen los daños y efectos, pues la
protección que se busca se cumple al precisar que la prescripción
inicia a partir de que se conocen.

La conclusión anterior no hace imprescriptible la acción, ni


transgrede la seguridad jurídica, sino que atiende a la naturaleza de
los actos que se reclaman en este tipo de acciones, los cuales en
atención a sus características no pueden darse en un solo momento,
ni tampoco conocerse en el momento en que se ocasionan, sino que
ello puede acontecer cuando se producen sus efectos; de ahí que
baste con precisar en la interpretación conforme que la prescripción
inicia a partir de que se conozcan y no de que estos cesen.

Así, es correcto que el órgano jurisdiccional hubiese —mediante


una interpretación conforme— salvado la inconstitucionalidad del
precepto, al no contemplar un inicio de la prescripción distinto para
aquellos daños cuyos efectos se prolongaran en el tiempo o que no
pudieran conocerse de inmediato; pues de haberse aceptado la
inconstitucionalidad del artículo, tendrían que haberse considerado
imprescriptibles para las quejosas todas las acciones de
responsabilidad ambiental que regula la ley, lo cual si hubiese
resultado contrario al principio de seguridad jurídica.

64
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

Indebida concesión del amparo en atención


a una interpretación conforme

Finalmente, debe considerarse fundado lo planteado en el


agravio quinto, en cuanto a que la sentencia resulta incongruente, al
determinar que debe concederse el amparo respecto al artículo 29 de
la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y establecer un efecto
restitutorio, pues de las consideraciones se desprende que dicho
artículo fue declarado constitucional, por lo que no existe actualmente
un derecho humano violado ni es factible restituir una situación futura
e incierta.

Así, debe modificarse la sentencia sólo respecto de la concesión


del amparo en relación al artículo 29 de la Ley Federal de
Responsabilidad Ambiental, pues dicho precepto fue declarado
constitucional, es decir, no se demostró que actualmente la norma
pudiera considerarse violatoria de algún precepto constitucional, sino
que a partir del estudio hipotético que se realizó de los conceptos de
violación planteados, se presumió que la norma podría resultar
inconstitucional, si se llegara a interpretar de alguna forma, pero ello
no puede provocar una concesión del amparo, pues en este momento
no existe una afectación que pueda ser susceptible de restitución;
máxime que como la norma se reclama en su carácter de
autoaplicativa, no existe un acto concreto de aplicación que en este
momento permita restituir a las quejosas en el goce del derecho
humano que reclaman violado.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, competencia de esta


Primera Sala se modifica la sentencia recurrida.

65
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

SEGUNDO. La Justicia de la Unión AMPARA Y PROTEGE a


********** y **********, por las razones expuestas en el considerando
quinto de la presente ejecutoria.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los


autos relativos al lugar de su origen; y, en su oportunidad archívese el
toca como asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación por mayoría de tres votos de los señores Ministros: Jorge
Mario Pardo Rebolledo (Ponente), Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Presidente Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien se reserva el
derecho de formular voto concurrente. En contra de los emitidos por
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y José Ramón Cossío
Díaz, quienes indicaron que se reservan su derecho a formular voto
particular.

Firman el Presidente de la Sala y el Ministro Ponente con el


Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA

MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

PONENTE

66
AMPARO EN REVISIÓN 501/2014

MINISTRO JORGE MARIO PARDO


REBOLLEDO

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES

En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en
esos supuestos normativos.

67

También podría gustarte