Didáctica de La Matemática I

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TRABAJO PRÁCTICO N°1

Institución: ISFD Y T N°9-003 Normal


Superior, Mercedes Tomasa San Martín
de Balcarce.
Espacio: Didáctica de la Matemática I
Profesor/a: Paola Cinca.
Alumno/a: Débora Garro.
Carrera: PEP 2º año, comisión 2.
Normal Superior, Mercedes Tomasa San Martín de Balcarce.

Las preocupaciones de María


“A María, maestra de EGB1, muchos años de experiencia le habían mostrado que enseñar la
descomposición de los números en unidades y decenas, -a pesar de que ella siempre ha utilizado
gran variedad de material concreto como palillos o fichas de colores-, era “todo un tema”. También
ordenar los números de una y dos cifras en una cuenta y más aún, sabía y era tema de conversación
con muchos otros de sus colegas, que los famosos “me llevo uno” y “le pido prestado al compañero”
eran una fórmula memorística más que un verdadero aprendizaje. Es verdad que algunos chicos
hasta llegaban a decir: “Este uno es una decena”, haciendo pensar que comprendían lo que estaban
haciendo, pero también se había encontrado con muchos chicos que seguían diciendo que “ese uno”
que se llevaban era una decena cuando se coloca sobre las centenas, por lo cual obviamente no era
una decena sino una centena. A veces hasta le provocaba una sonrisa –desconsolada- cuando, una
vez enseñadas las cuentas llamadas “con dificultad”, encontraba que esos famosos “unos” que se
llevaban o se prestaban aparecían aun allí donde no era necesario. Por ejemplo, recordaba haber
visto en restas tales como 16-8 que se le pedía “uno prestado para el seis”. Allí no era necesario,
bastaba con un conteo descendente o con completar, contando desde ocho hasta dieciséis. ¡Pero
eran tantos chicos! Si ella ayudaba individualmente a sus alumnos para lo cual el tiempo nunca era el
suficiente… ¿también debía ocuparse de esta cuenta que realmente no constituye un verdadero
error?
Y finalmente, cuando ya sus chicos sabían resolver las cuentas más o menos bien, no sabían luego
qué cuenta hacer para resolver un problema. Las infaltables preguntas frente a un enunciado: “Seño,
¿es de más o de menos?” le preocupaban enormemente, y la llevaban, casi sin dudar, a una
conclusión: si los chicos resolvían las cuentas, pero no comprendían cuándo se utilizaban, en qué
situaciones era pertinente aplicarlas, éste era un aprendizaje poco fecundo.
Eran muchas las dificultades. El valor posicional que caracteriza nuestro sistema de numeración es
muy difícil de entender por los niños y allí se encontraba en un verdadero atolladero ya que
supuestamente es necesario enseñarlo para que puedan resolver los algoritmos. Claro que reconocía
que algunos de sus alumnos resolvían operaciones “mentalmente” y “creativamente”, utilizando
estrategias propias y llegando de esta manera al resultado. Recordaba a Gustavo, que, para resolver,
por ejemplo, 25 + 38, sumaba 20 + 30, luego 5 + 8 y finalmente 50 + 13. Pero esta posibilidad estaba
“escondida” y caracterizaba sólo a los “buenos alumnos”.
Tenía la suposición de que lo que se les plantea a los niños como punto de partida estaba muy lejos
de sus posibilidades de comprensión. A pesar de que trabajaba arduamente, en ciertos momentos se
sentía trabada en cuanto a su trabajo en matemática con los niños.
Como toda su experiencia laboral estaba centrada en grupos numerosos en medios humildes llegó a
creer que estas dificultades provenían de allí: eran muchos y con problemas sociales: falta de
recursos, de estímulo familiar, en fin, todos los problemas que enfrentan estos chicos. Presuponía –
como una ilusión- que en otros medios socioculturales las cosas serían diferentes. Al mismo tiempo
pensaba que si fueran menos, si el aula fuera más amplia, si el grupo no fuera tan heterogéneo… las
cosas, tal vez, serían distintas. María tiene razón en cierto sentido; sólo que ella desconocía que la
enseñanza del sistema de numeración y las operaciones era preocupación de muchos docentes, que
trabajaban con otros sectores sociales. Docentes que, como ella, estaban preocupados y reconocían
que estos temas eran un problema importante de la enseñanza.”.

ACTIVIDAD

a) Lee el texto “Un viejo motivo, un nuevo encuentro: La clase numerosa en el Primer año de la
E.G.B.” extraído de Plan Social Educativo. Min. de Cultura y Educación de la Nación.

b) ¿Te sientes identificada/o con algunas de las inquietudes de María? ¿Con cuáles? ¿Por qué?

c) ¿Qué otras inquietudes se podrían agregar además de las que explicita María?

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Normal Superior, Mercedes Tomasa San Martín de Balcarce.

Si me identifco en su preocupación¿realmente le enseñamos las estrategias necesarias para


que comprendan y sepan resolver un problema? sin necesidad de memorizar mecánicamente un
recurso,por ejemplo como el de las unidades, decenas y centenas. En mi caso particular no recuerdo
en primaria haber recibido otro método para sumar o restar como el del niño Gastón del texto o
múltiplicar y dividir que lo haciamos con un mismo sistema.

Quizás utilizando algunos recursos que sean mas innovadores y también adecuandonos a la
zona donde se enseña mejoremos algunas falencias,deberíamos prácticar también la comprensión
lectora que es lo que más dificultad reprenta en nuestro pais en niños y adolescentes por medio de
problemas que no sean muy complejos al principio para que cada niño logre utilizar su lógica y eso le
genere nuevas habilidades mentales para resolver no sólo en ese caso, sino a todo lo que se refiera
a la matemática durante su trayectoria escolar. Hay estudios que demostraron que el exceso de
alumnos en las aulas dificulta el trabajo docente para llegar a la meta propuesta en cada planificación
y secuencia escolar. Existen establecimientos ,más en las ciudades donde cuentan con 30 alumnos y
aveces un poco más; en las cuales el saber no les llega a todos,se debería plantear en hacer un
diagnóstico a principio de la clase para ver que es lo que les cuesta, adaptando el contenido sin
perder el hilo de la clase y también hacer trabajos de estudio grupales,para que entre alumnos se
ayuden a comprender las actividades y logren con el acompañamiento del docente obtener un
aprendizaje que les sea significativo.

Se puede hace mucho en una clase si el docente cuenta( a parte con el dominio de sus
competencias),con el acompañamiento por parte del equipo escolar y ver que alcance de materiales y
recursos son con los que puede contar para ofrecerlos en su aula de acuerdo a la zona donde trabaje.

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