Drenaje Hacidos

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ARTICULO CIENTIFICO

“Control de drenaje acido de la


mineria”

Cubas Cieza José Carlos

Paraguay Ocas Renny


Universidad Privada del Norte

RESUMEN

El control de drenaje ácido en la minería es un tema crucial para minimizar los


impactos ambientales negativos asociados con la extracción de minerales. El drenaje
ácido de minas (DAM) es un fenómeno en el que los minerales expuestos a la
atmósfera y el agua generan ácido sulfúrico, lo que resulta en aguas contaminadas y
dañinas para los ecosistemas circundantes y centros poblados aledaños. El objetivo
del control de drenaje ácido en la minería es prevenir la formación y liberación de
ácido sulfúrico, así como mitigar los efectos perjudiciales del DAM. Se implementan
una variedad de estrategias y técnicas para lograr esto, como la prevención de la
exposición de minerales sulfurosos al aire y el agua, la aplicación de barreras físicas y
químicas para limitar la infiltración de agua en áreas mineras, y la recolección y
tratamiento de aguas ácidas generadas. El control de drenaje ácido en la minería
también involucra el monitoreo constante de la calidad del agua en las áreas mineras,
así como la implementación de medidas de remediación cuando se detecta la
presencia de aguas ácidas. Estas medidas pueden incluir la neutralización del ácido, la
adición de agentes alcalinos o neutralizantes, y la construcción de sistemas de
contención y tratamiento de aguas contaminadas.

Recapitulando, el control de drenaje ácido en la minería es esencial para prevenir la


contaminación del agua y proteger los ecosistemas cercanos a las áreas mineras. La
implementación de medidas preventivas y correctivas adecuadas puede contribuir
significativamente a mitigar los impactos ambientales negativos y garantizar una
actividad minera más sostenible. El objetivo del presente artículo es hacer un análisis
de los métodos que podrían aplicarse en el caso de drenajes ácidos de minas
cerradas o abandonadas y ciertas recomendaciones sobre aquellas metodologías
pasivas que parecen más prometedoras, el involucramiento de la industria en lo que
se llama, en general, el tratamiento de pasivos ambientales y algunas disquisiciones
sobre el ahorro de recursos mediante el recupero de materiales.
INTRODUCCIÓN:

Los drenajes ácidos de antiguos minados son una de las principales fuentes de
contaminación de las aguas superficiales y subterráneas en el mundo. Debido a que
este problema puede persistir durante décadas e incluso cientos de años una vez
finalizado el ciclo productivo, existe la necesidad de prevenir su formación y aplicar el
tratamiento más adecuado cuando se ha formado.

El drenaje ácido de minas (DAM) es una preocupación ambiental significativa asociada


con la industria minera. A medida que la extracción de minerales se lleva a cabo, los
minerales sulfurosos expuestos al aire y al agua pueden reaccionar y generar ácido
sulfúrico, lo que resulta en la liberación de aguas ácidas que contienen metales
pesados y otros contaminantes. Estas aguas ácidas representan una amenaza para
los ecosistemas acuáticos y terrestres, afectando negativamente la calidad del agua y
la biodiversidad. El control efectivo del drenaje ácido en la minería es esencial para
minimizar los impactos ambientales adversos y promover una operación minera
sostenible. A lo largo de las últimas décadas, se han desarrollado y aplicado diversas
estrategias y técnicas para prevenir la formación de ácido y mitigar los efectos dañinos
del DAM.

En esta investigación, nos centraremos en examinar y evaluar las medidas de control


de drenaje ácido utilizadas en la industria minera. Analizaremos tanto enfoques
preventivos, destinados a evitar la generación de ácido sulfúrico, como medidas de
mitigación para reducir los efectos negativos del DAM una vez que se ha producido. La
prevención del drenaje ácido implica una serie de estrategias, como el diseño y
selección adecuados de sitios mineros, el manejo adecuado de los desechos y la
cubierta de los materiales de desecho para minimizar la exposición al aire y al agua.
Además, se utilizan técnicas de encapsulamiento, como barreras físicas y químicas,
para limitar la infiltración de agua y reducir la oxidación de los minerales sulfurosos.

Por otro lado, la mitigación del drenaje ácido se enfoca en el tratamiento y manejo de
las aguas ácidas generadas. Esto puede incluir el uso de sistemas de recolección y
almacenamiento de agua, así como la implementación de procesos de neutralización,
precipitación y filtración para reducir la acidez y remover los metales pesados
presentes. A lo largo de este artículo, se explorarán los avances recientes en el control
de drenaje ácido en la minería, incluyendo estudios de caso de técnicas exitosas
implementadas en diferentes regiones mineras. También se discutirán los desafíos y
limitaciones asociados con estas estrategias, así como las oportunidades para la
mejora continua y la adopción de enfoques más efectivos y sostenibles.

En última instancia, este articulo busca contribuir al conocimiento y la comprensión de


las prácticas de control de drenaje ácido en la minería, proporcionando información
relevante para los profesionales de la industria, los responsables de la toma de
decisiones y los investigadores en el campo de la gestión ambiental minera.
METODOLOGÍA:

CATEGORIAS DE DRENAJES DE MINA.


Para determinar el tipo de drenaje es necesario hacer un estudio detallado de las
condiciones físicas del medio, el clima de lugar y una caracterización de los efluentes
de mina, para ello, se realizan muestreos de agua y sedimentos para su análisis en
laboratorio y determinar las concentraciones metálicas presentes, también se recurre a
la medición in-situ de parámetros como: pH, contenido de oxígeno, potencial redox,
conductividad, temperatura, Fe, acidez/alcalinidad, turbidez y otros.
Independientemente de la fuente que da origen a los drenajes de mina, éstos se
pueden subdividir en dos grandes grupos:

- Drenajes alcalinos o aguas residuales con bajo potencial de solubilización.


- Drenajes ácidos o aguas residuales con alto potencial de solubilización.

Drenajes alcalinos. Las aguas alcalinas en las explotaciones mineras se producen


cuando las filtraciones desde superficie o desde acuíferos suprayacentes circulan a
través de materiales calizos y dolomíticos. La disolución del carbonato cálcico tiene
lugar debido a la presencia de anhídrido carbónico en el agua y da lugar a la siguiente
reacción: CaCO3 + CO2 + H2O → Ca2+ + 2HCO3 El contenido en ion bicarbonato en
las aguas es el que marca la alcalinidad de éstas, la alcalinidad total se mide en mg/l y
se puede estimar mediante la siguiente expresión:
100[ (HCO3) + 2(CO3 2-) + (OH-)]
Aunque no es frecuente, las aguas alcalinas en algunos casos pueden ser tan dañinas
como las aguas ácidas. Los materiales rocosos recién excavados dan lugar a una
mayor aportación de contaminantes que los terrenos de igual litología que no han
sufrido alteración, ya que las superficies libres son más fácilmente lixiviables. Algunas
aguas alcalinas contienen altas concentraciones de hierro ferroso, que tras su
oxidación e hidrólisis pueden llegar a cambiar el drenaje al tipo ácido. Estos tipos de
descargas son más comunes en minas subterráneas que en las de cielo abierto.

Drenajes ácidos. Durante la explotación de determinados yacimientos (carbón,


sulfuros metálicos, hierro, uranio y otros) quedan expuestos a la meteorización
grandes cantidades de minerales sulfurosos que pueden llegar a formar drenajes
ácidos. Para que esto tenga lugar son necesarias unas condiciones aerobias, es decir
la existencia de cantidades suficientes de agua, oxígeno y simultáneamente la acción
catalizadora de bacterias. Nordstrom y Alpers (1998) describen el proceso de
oxidación de la pirita como principal responsable de la formación de aguas ácidas y,
afirman que estas reacciones geoquímicas se aceleran en áreas mineras debido a que
el aire entra en contacto con mayor facilidad con los sulfuros a través de las labores de
acceso y la porosidad creada en las pilas de estériles y residuos, unido a ello el
cambio de composición química y el incremento de la superficie de contacto de las
partículas. También afirman que los procesos físicos, químicos y biológicos tienen
gran influencia en la generación, movilidad y atenuación de la contaminación ácida de
las aguas, y los factores que más afectan a la generación ácida son el volumen, la
concentración, el tamaño de grano y la distribución de la pirita. Skousen et al. (1994 y
1998) y Ziemkiewics et al. (1997) a partir del pH y el contenido de oxigeno y metales
pesados hacen una clasificación de los drenajes de mina y lo agrupan en 5 tipos.

Por tanto, los drenajes de entornos mineros pueden ser ácidos o alcalinos, pueden
degradar el hábitat acuático y cambiar la calidad de las aguas debido a su toxicidad,
corrosión y otros efectos producidos por la disolución de sus constituyentes. Por lo
general tienen unos valores de pH entre 2 a 9, contienen cationes y aniones en
disolución (de <1 a 100.000 mg/l), predominando elevadas concentraciones de SO4,
Fe, Mn y Al, y en menor proporción Ca, Na, K, Mg y otros elementos.

Un drenaje es ácido cuando los minerales ácidos exceden a los alcalinos, puede
contener elevadas concentraciones de SO4, Fe, Mn, Al y otros iones, puede tener o no
bajo pH, pero la presencia de Fe, Al y Mn disueltos pueden generar iones H+ por
hidrólisis (alta concentración iones H+) y bajar el pH. En cambio, en los drenajes de
mina neutros o alcalinos (alcalinidad igual o mayor que acidez) también pueden tener
elevadas concentraciones de SO4, Fe, Mn y otros solutos, pero la disolución de los
minerales carbonatados neutraliza la acidez y remueven Fe, Al y otros iones metálicos,
y sin embargo no afecta significativamente la concentración de SO4. En drenajes
ácidos el anion principal es el SO4 y los cationes mayoritarios son Fe, Mn y Al. En
cambio, en drenajes alcalinos el HCO3 es más significativo que el SO4 y los
contenidos de Ca, Mg y Na son más elevados que los de Fe y Al.

Caracterización y monitoreo de DAM:


La caracterización adecuada de los materiales de desecho y la evaluación de su
potencial para generar DAM son pasos cruciales en la prevención. El monitoreo
continuo de la calidad del agua en las áreas afectadas por la actividad minera es
esencial para detectar y abordar los problemas a tiempo. Las técnicas analíticas
avanzadas, como la espectrometría de masas y la secuenciación de ADN, pueden
proporcionar información detallada sobre la composición química y la presencia de
microorganismos implicados en los procesos de oxidación.
Metodología para la caracterización y monitoreo del drenaje ácido de minas (DAM):
1. Selección de sitios de estudio: Se seleccionarán sitios mineros representativos
donde se haya identificado la presencia de drenaje ácido de minas. Estos sitios
pueden incluir minas abandonadas, minas en operación o áreas en proceso de cierre.
2. Muestreo de agua: Se llevarán a cabo muestreos de agua en diferentes puntos de
descarga y en cuerpos de agua receptores cercanos al sitio minero. Se seguirán las
prácticas estándar de muestreo para garantizar la representatividad de las muestras.
Se medirán parámetros clave como el pH, la conductividad, la concentración de
metales pesados y la acidez.
3. Análisis químico: Las muestras de agua recolectadas se analizarán en el laboratorio
para determinar la composición química detallada. Se utilizarán técnicas analíticas
adecuadas, como espectroscopía, cromatografía o técnicas de digestión, para medir
las concentraciones de metales y otros contaminantes presentes en el agua.
4. Muestreo de suelos y materiales de desecho: Se tomarán muestras de suelos y
materiales de desecho en el área minera para evaluar su potencial de generación de
drenaje ácido. Se analizarán propiedades físicas y químicas relevantes, como
contenido de azufre, contenido de minerales sulfurosos, pH, capacidad de
neutralización y contenido de carbonatos.
5. Caracterización mineralógica: Se realizará una caracterización mineralógica de las
muestras de suelos y materiales de desecho mediante técnicas como microscopía
óptica y difracción de rayos X. Esto permitirá identificar minerales sulfurosos
presentes, su distribución y asociación mineralógica, lo que es fundamental para
comprender los mecanismos de generación de drenaje ácido.
6. Modelado y predicción: Utilizando los datos obtenidos de la caracterización y los
análisis químicos, se podrán desarrollar modelos para predecir la generación de
drenaje ácido y evaluar su potencial impacto en el medio ambiente. Esto ayudará a
tomar decisiones informadas sobre las estrategias de control y mitigación necesarias.
7. Monitoreo a largo plazo: Se establecerán programas de monitoreo a largo plazo
para evaluar la evolución del drenaje ácido en el tiempo. Se establecerán estaciones
de monitoreo y se realizarán mediciones periódicas de parámetros clave en el agua,
suelos y sedimentos. Esto permitirá evaluar la efectividad de las medidas de control
implementadas y ajustarlas en consecuencia.
8. Análisis estadístico: Se realizará un análisis estadístico de los datos recopilados
para identificar tendencias, patrones y relaciones entre los parámetros medidos. Esto
permitirá comprender mejor los procesos de generación de drenaje ácido y sus
factores de control.
Al implementar esta metodología, se podrá obtener una caracterización completa del
drenaje ácido de minas en un sitio específico, lo que proporcionará una base sólida
para el diseño de estrategias de control y mitigación efectivas. Además, el monitoreo

Diseño y gestión de depósitos de relaves:


El diseño adecuado de los depósitos de relaves puede reducir significativamente la
generación de DAM. Las prácticas de gestión, como la compactación de los relaves, la
cobertura con materiales inertes y la implementación de sistemas de drenaje
controlado, pueden minimizar la exposición de los minerales sulfurosos al oxígeno y el
agua, evitando así la generación de ácido.

CONTROL DE LOS DRENAJES ÁCIDOS.


Por lo general el control de los drenajes ácidos comprende dos conjuntos de
actuaciones, unas de tipo preventivo y otras de carácter correctivo. Las preventivas se
refieren a la adopción de medidas antes del comienzo de las labores extractivas y que
son programadas en función al conocimiento del potencial contaminante que poseen
los materiales a tratar. Mientras las correctoras son todas aquellas actuaciones que se
llevan a cabo en el momento en que se comprueba que las medidas preventivas no
han tenido el efecto deseado y existe la posibilidad de que se generen aguas ácidas.
El objetivo principal de las medidas de control de aguas ácidas es el de satisfacer unos
criterios de calidad medioambiental en el entorno donde se desarrolla la actividad
minera, empleando para ello las técnicas más efectivas de mitigación de la generación
ácida. En la actualidad las medidas de control de la generación ácida se agrupan en
tres niveles de actuación:
 Prevención y control del proceso de generación de las aguas ácidas
 Control de la migración de las aguas ácidas
 Recogida y tratamiento de las aguas ácidas.
Para minimizar los costes de tratamiento y lograr un control efectivo del drenaje ácido,
así como para reducir el riesgo de contaminación por aguas ácidas, se recurre a la
aplicación de alguna medida de control con el fin de eliminar o excluir alguno de los
factores que participan en la generación ácida.
Prevención y control del proceso de generación de aguas ácidas Una forma efectiva
de evitar la generación ácida es mediante el control y la eliminación de los parámetros
y las condiciones que favorecen la formación de aguas ácidas, mediante la aplicación
de las siguientes medidas:
 Restringiendo el ingreso del agua en los residuos expuestos a la meteorización
minimizando la penetración de oxígeno a través del aire o del agua, mediante
el
 empleo de materiales impermeabilizantes
 Aislando los minerales sulfurosos, mediante flotación u otro tratamiento previo
al vertido
 Controlando el pH del medio, mediante la adición de materiales alcalinos
 Empleando bactericidas para inhibir la acción bacteriana a los minerales
sulfurosos
Con este tipo de medidas se pretende limitar la formación de aguas ácidas mediante la
supresión de los mecanismos de oxidación de los elementos contaminantes
contenidos en los efluentes. Esto se puede conseguir mediante la exclusión de uno o
varios de los elementos protagonistas de las reacciones de oxidación y reducción de
los sulfuros, o controlando el medio en el que se encuentran estos sulfuros.
Los métodos y las técnicas de control de la generación ácida de mina más utilizadas
se basan en la adopción de medidas dirigidas a prevenir las reacciones generadoras
de aguas ácidas mediante la eliminación de alguno o varios de los elementos que
intervienen en ella. Entre las técnicas preventivas para el control de la formación de
aguas ácidas se pueden clasificar en tres grupos de métodos: los métodos de barrera,
tienen como objetivo el aislar los sulfuros de los elementos meteorizantes o del
sistema de transporte hidrológico; los métodos químicos, modifican la composición de
las soluciones del agua que entra en contacto con los materiales rocosos y limitan las
posibilidades de reacción, y los métodos de inhibición bacteriana, que rompen el
proceso de oxidación cíclico catalizado biológicamente.

CONTROL DE LA MIGRACIÓN DE LAS AGUAS ÁCIDAS


Cuando la generación ácida no ha podido ser evitada, el siguiente grupo de medidas
es el constituido por aquellas que intentan impedir la llegada de los efluentes ácidos al
medio natural. En este caso es preciso impedir la entrada del agua a las fuentes de
contaminación y evitar la circulación de los elementos contaminantes. Entre las
medidas de este tipo de control que suelen tomarse, tenemos las siguientes:
Desviación del agua de escorrentía alejándola de la fuente de acidez. Para ello se
construyen canales perimetrales o diques de interceptación que impiden la entrada del
agua a las labores de explotación o el contacto con los estériles de las escombreras. A
largo plazo es tal vez la medida más efectiva. Prevención sobre la entrada de aguas
subterráneas a la fuente de acidez. En el caso de explotaciones en operación podrá
realizarse mediante labores de drenaje desde pozos o sondeos, creación de muros
pantalla, instalación de cierres impermeables temporales y otros, que solo son de
utilidad durante la fase de funcionamiento. Para el caso de depósitos de estériles la
mejor medida será la elección de un emplazamiento que no presente surgencias de
aguas subterráneas, bien naturales o captadas por antiguas labores de interior.
Prevención de la infiltración de las precipitaciones sobre la fuente contaminante.
Esto se consigue mediante el empleo de cubiertas o sellados por medio de suelos
naturales o materiales sintéticos, o una combinación de ambos. El sellado con
geomembranas es más eficaz pero también su coste es más elevado. Las cubiertas de
suelos, aunque no evitan la infiltración totalmente, constituyen un soporte para la
vegetación, por lo que deberán contemplarse en los planes de actuación. Localización
controlada de las estructuras de estériles generadores de aguas ácidas. La ubicación
adecuada de esos materiales debe contemplarse siempre junto a otras medidas
complementarias.
DISEÑO Y GESTIÓN DE DEPÓSITOS DE RELAVES:
El diseño adecuado de los depósitos de relaves puede reducir significativamente la
generación de DAM. Las prácticas de gestión, como la compactación de los relaves, la
cobertura con materiales inertes y la implementación de sistemas de drenaje
controlado, pueden minimizar la exposición de los minerales sulfurosos al oxígeno y el
agua, evitando así la generación de ácido
TRATAMIENTO DE AGUAS ÁCIDAS:

El tratamiento de aguas ácidas generadas en las minas es una etapa crucial para
evitar la contaminación del medio ambiente. Los métodos convencionales, como la
neutralización química y la precipitación de metales, se utilizan para ajustar el pH y
eliminar los metales pesados presentes en las aguas ácidas. Además, las tecnologías
emergentes, como la biomineralización y la electrocoagulación, ofrecen alternativas
prometedoras para el tratamiento efectivo de aguas ácidas.

Técnicas de tratamiento potencialmente aplicables para los efluentes mineros (Ritcey,


1989)
Por lo general los métodos de tratamiento de aguas ácidas de mina se clasifican en
dos grandes grupos: Métodos activos, que precisan de una operación continuada,
como sucede en una planta química de tratamiento de aguas ácidas. El tratamiento de
aguas de mina utilizando métodos químicos mediante la adición de sustancias
alcalinas, tiene un coste elevado sobre todo cuando se trata de grandes volúmenes.
Además requiere un control y mantenimiento de las instalaciones de aireación y
mezclado, así como de un almacenamiento adecuado de los lodos con carga metálica.
Métodos pasivos, en los que la intervención del hombre es mínima, tal como sucede
con los humedales, drenajes anóxicos calizos, sistemas de producción de alcalinidad y
otros.
El objetivo principal de los métodos de tratamiento de las aguas ácidas es la supresión
de la acidez, la precipitación de los metales pesados y la eliminación de sustancias
contaminantes como sólidos en suspensión, arseniatos, antimoniatos y otros.

TRATAMIENTO QUÍMICO ACTIVO DE DRENAJES ÁCIDOS


Se basan en la adición de sustancias alcalinas, generalmente cal, cal hidratada, caliza
triturada, sosa cáustica, carbonato sódico o amoniaco, con el fin de conseguir la
neutralización del ácido y alcanzar las condiciones adecuadas para la precipitación de
los metales pesados. Estos metales precipitan como hidróxidos insolubles en un
intervalo de pH que suele estar comprendido entre 8,5 a 10. El hierro ferroso se
convierte en hidróxido ferroso a pH superior a 8,5 y el manganeso se transforma en
insoluble cuando el pH es superior a 9,5. El aluminio precipita en el agua a un pH de
5,5 pero se vuelve otra vez soluble a pH superior a 8,5. Por estas razones,
dependiendo de la clase de metales y su concentración en las aguas ácidas se elegirá
el método de tratamiento químico más apropiado. En muchas instalaciones se suele
trabajar elevando el pH hasta aproximadamente 9,0 en términos medios, pues en
condiciones de mayor basicidad también aumenta la solubilidad del plomo y el cinc. La
mayoría de sistemas de tratamiento activo para aguas ácidas de mina están basados
en la precipitación de hidróxidos, que se realiza en un proceso de tres pasos:
• Oxidación (para convertir Fe2+ en Fe3+)
• Dosis con álcalis, especialmente Ca(OH)2 pero también con Na(OH)2, NaHCO3 y
otras sustancias.
• Sedimentación.
Cada paso en este proceso ofrece una oportunidad para la intensificación, por la cual
se puede mejorar la eficiencia del proceso en su totalidad, por ejemplo:
La oxidación se realiza tradicionalmente por una cascada de aireación. Sin embargo,
en circunstancias apropiadas el proceso de oxidación puede intensificarse por la
aplicación de otros enfoques mecánicos, o por el uso de reactivos químicos
(especialmente peróxido de hidrógeno (H2O2)).
En cuanto al proceso de dosis con álcalis, cada reactivo tiene sus propias ventajas e
inconvenientes. Generalmente el reactivo más económico es la cal apagada
(Ca(OH)2). Sin embargo, donde se precisa precipitar altas concentraciones de Mn, Zn
y/o Cd, la sosa cáustica suele resultar más barata todavía. Donde el espacio
disponible para una planta de tratamiento es muy pequeño, se puede usar amoníaco
(en forma de gas).
Los tratamientos químicos más comunes utilizados en instalaciones para tratar aguas
ácidas de mina, son los siguientes:
Tratamiento con cal Se suele utilizar cal hidratada Ca(OH)2 que es particularmente
útil para tratar grandes caudales en condiciones de alta acidez. Como la cal hidratada
es hidrófoba, para conseguir una buena mezcla con el agua, se precisa de un
dispositivo de agitación. Cuando se pretende eliminar el hierro, en el propio proceso de
agitación se incorpora la aireación necesaria para lograr la oxidación del hierro ferroso
hasta transformarse en hierro férrico y conseguir la mayor eliminación de éste. Los
lodos que se obtienen presentan una gran cantidad de sulfato cálcico, que desde los
decantadores pueden bombearse a una balsa de almacenamiento o en algunos casos,
escurrir el agua en filtros prensa para una manipulación más cómoda de los sólidos.
Esta técnica tiene una limitación cuando se requiere alcanzar un pH muy alto para
precipitar metales como el manganeso.
Tratamiento con caliza/cal. La caliza CaCO3 es un material más barato que la cal y
más fácil de manipular que otros productos químicos. Se suele utilizar para elevar el
pH hasta 4 ó 4,5 en una primera etapa de tratamiento y a continuación seguir con el
proceso empleando cal. Si se opta por éste tipo de tratamiento combinado, hay tener
en cuenta que la caliza tiene una baja solubilidad y, además, existe el inconveniente
de recubrirse de precipitados de sales o sulfatos formados a partir de los metales
disueltos en el agua. Así por ejemplo, si la concentración de hierro es superior a 5
mg/l, la caliza perderá su efectividad al cabo de muy poco tiempo debido al citado
recubrimiento de las partículas Tratamiento con sosa cáustica. Este método se ha
utilizado en algunas ocasiones para pequeños caudales de drenajes de mina. El
hidróxido sódico es muy soluble y eleva el pH de una forma muy rápida. Los
principales inconvenientes de este tipo de tratamiento son su alto coste y el peligro de
su manipulación.
Tratamiento con carbonato sódico. Se ha utilizado sólo para drenajes de mina con
pequeños caudales y muy bajas concentraciones de hierro. Su empleo es en forma de
briquetas, que se colocan en unos canales, a través de los cuales se hace pasar los
efluentes ácidos.
TRATAMIENTO POR MÉTODOS PASIVOS DE DRENAJES ÁCIDOS
Considerando que los sistemas pasivos tienen mayor eficacia en el tratamiento de
pequeños caudales, como los que se generan en minas abandonadas, conviene
realizar primero la estabilización física y geotécnica de las estructuras mineras a
clausurar, seguido de los trabajos de sellado y restauración para minimizar las
descargas de efluentes. Una vez recogido los drenajes residuales y antes de elegir el
sistema de tratamiento, se debe proceder a su caracterización geoquímica (pH,
oxígeno disuelto, conductividad, contenido de metales y otros), y poner especial
atención a las condiciones hidrológicas del lugar, así como a los cambios de
temperatura y clima. Entre los principales aspectos a tener en cuenta en el diseño de
un sistema pasivo, tenemos: las características del agua a tratar, el área o superficie,
la geometría del dispositivo, la profundidad de las celdas, el tiempo de retención
hidráulica y la composición del substrato.
Teniendo en cuenta que los métodos de tratamiento convencional de las aguas ácidas
tienen costos elevados y que no pueden ser mantenidos por períodos prolongados una
vez finalizada la vida de la mina, es necesario buscar la viabilidad de aplicar otros
métodos de tratamiento como los sistemas pasivos. Entre los métodos de tratamiento
pasivo que podrían aplicarse, para flujos superficiales tenemos los humedales
artificiales, drenajes anóxicos, balsas orgánicas y sistemas de producción alcalina;
para flujos subterráneos las barreras reactivas permeables (PRB, Permeable Reactive
Barriers), y para lagos mineros los bioprocesos anaerobios. El objetivo principal es la
supresión de la acidez, la precipitación de los metales pesados y la eliminación de
sustancias contaminantes.

REMEDIACIÓN DE ÁREAS AFECTADAS:


La remediación de áreas afectadas por DAM es esencial para restaurar los
ecosistemas degradados. La aplicación de técnicas de rehabilitación del suelo, como
la adición de enmiendas alcalinas y la fitoestabilización, puede reducir la movilidad de
los metales pesados y restaurar las propiedades físicas y químicas del suelo. La
reveget

Metodología para la remediación de áreas afectadas por el drenaje ácido de minas


(DAM):

 Evaluación del sitio: Se realizará una evaluación detallada del sitio afectado por
el DAM, incluyendo la caracterización de los suelos, sedimentos, cuerpos de
agua y la vegetación presente. Se identificarán las áreas de mayor impacto y
se determinará la extensión y gravedad de la contaminación.

 Selección de estrategias de remediación: En función de la evaluación del sitio,


se seleccionarán las estrategias de remediación más adecuadas. Estas pueden
incluir métodos físicos, químicos o biológicos, o una combinación de ellos,
dependiendo de las características específicas del sitio y los contaminantes
presentes.

 Remoción de materiales contaminados: Si es necesario, se llevará a cabo la


remoción de suelos y sedimentos contaminados. Se utilizarán técnicas de
excavación y manejo adecuadas para minimizar la dispersión de los
contaminantes durante el proceso de remoción.

 Tratamiento químico: Se pueden aplicar técnicas de tratamiento químico para


neutralizar la acidez y precipitar los metales presentes en el agua y los suelos
contaminados. Estos tratamientos pueden incluir la adición de agentes
alcalinos o neutralizantes para elevar el pH y la utilización de agentes de
precipitación para reducir las concentraciones de metales.
 Barreras físicas y control de flujo de agua: Se pueden construir barreras físicas,
como geomembranas, para evitar la infiltración de agua contaminada en áreas
no afectadas. Además, se pueden implementar sistemas de control de flujo de
agua, como canales de desviación o sistemas de drenaje, para redirigir las
aguas contaminadas hacia áreas donde se puedan tratar de manera efectiva.
 Bio-remediación: La bio-remediación utiliza organismos vivos, como bacterias o
plantas, para degradar los contaminantes presentes en el suelo o el agua. Se
pueden aplicar técnicas de bio-remediación, como la bio-aumentación (agregar
microorganismos beneficiosos) o la fitorremediación (utilizar plantas que
absorben y acumulan los contaminantes), para acelerar el proceso de
eliminación de los contaminantes.
 Monitoreo continuo: Se establecerá un programa de monitoreo continuo para
evaluar la efectividad de las medidas de remediación implementadas. Se
medirán parámetros clave, como la calidad del agua, la concentración de
metales y el pH, para verificar los resultados y realizar ajustes si es necesario.

 Evaluación de la recuperación del ecosistema: Se realizará una evaluación a


largo plazo para determinar la recuperación del ecosistema afectado por el
DAM. Se evaluará la regeneración de la vegetación, la presencia de fauna y los
cambios en los indicadores de calidad ambiental para determinar si se ha
logrado una recuperación satisfactoria.
CONLUSIONES:

 Como se menciona en el presente articulo el principal elemento que permite la


formación de aguas acidas de mina es la pirita que al expuesto a los factores
climáticos se oxida y modifica el pH de las aguas superficiales.
 Los tratamientos pasivos para los drenajes ácidos de mina constituyen una
alternativa válida para la solución del problema que se presenta debido a la
generación de pasivos ambientales por el drenaje de aguas acidas.
 Si bien es cierto que su aplicación es mucho mas barata cuando se prevé y se
ejecuta durante el tiempo de operación minera, no exige demasiado a los
presupuestos locales y regionales donde los gobiernos locales y la comunidad
deben lidiar con esta situación heredada. Los DAM provenientes de laboreo
subterráneo propiamente dicho, sea en forma directa de las faenas o de sus
escombreras admiten tratamientos pasivos en interior mina en la medida que
su aplicación no implique revisiones y mantenimiento posterior a la instalación.
 Estudiar tratamientos pasivos en interior de mina constituye además una
alternativa muy interesante en los casos de escasez de terreno de relieve
moderado o condiciones climáticas extremas con mucha precipitación de agua
y crecidas.
 Existen distintos tratamientos de aguas acidas por lo general se bazan en
estabilizar el PH, generando asi que estas aguas vuelvan a ser estables para el
ecosistema donde se encuentra.
 Aplicar la remediación de los pasivos ambientales generados por el DAM
permitirá abordar de manera efectiva los efectos del DAM en áreas afectadas,
restaurando y rehabilitando los ecosistemas y minimizando el impacto
ambiental negativo.
 Entre los tratamientos de aguas acidas pasivos y los químicos activos, resulta
más factible los tratamientos pasivos sin embargo la situación no siempre será
la adecuada para aplicar este tratamiento por ende se debe alternar y varias
entre estos para garantizar efectividad y costos.
REFERENCIAS BLIBIOGRAFICAS:

 Aduvire H., Vadillo L., Aduvire O. Innovaciones en la caracterización de Aguas


Acidas de minas y su tratamiento con tecnologías ecológicas.
 Ruiz-Oriol Macián, Concepción Caracterización de los procesos de eliminación
de metales de aguas ácidas utilizando magnesia caústica. Aplicación al
tratamiento in situ Universitat Politècnica de Catalunya, 2004
 Aduvire, O. y Aduvire, H. 2005. Aguas ácidas de mina: caracterización,
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 Herrera Herbert, J. (2019). Drenaje y gestión del agua de mina. Universidad
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