Estudio Del Salmo 23 (Autoguardado)

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Estudio del salmo 23

Hacer dinámica del salmo


Introducción:
Quien no conoce el salmo 23, es un salmo muy conocido, lo sabemos de
memoria, pero este en este salmo cuando lo entendemos y descubrimos sus
enseñanzas, ya nunca lo veremos de la misma forma

la composición del Salmo, podemos ver que se centra en dos metáforas: el


pastor (Sal 23:1-4) y el anfitrión (Sal 23:5-6).

Pero también podemos bosquejarlo pensando en todas las etapas de la vida del
creyente:
(Sal 23:1-3) La vida presente donde toda necesidad es suplida por el pastor.
(Sal 23:4) El paso por la sombra de muerte donde su compañía nos libra de todo
temor.
(Sal 23:5-6) El disfrute de la eternidad donde todo deseo será cumplido.
Entonces nos ocuparemos en analizar cada uno de los versos de este salmo, pero
como es algo extenso este estudio, lo he dividido en dos partes, en esta ocasión
solo veremos los versículos 1 al 3
"Jehová es mi pastor"

David, el autor de este Salmo, comienza refiriéndose a Dios como su pastor.


Todos recordamos que en su adolescencia él había sido pastor de ovejas y en
su cuidado de ellas había llegado a tener experiencias que marcaron su vida.

Pero ahora David no está pensando en sí mismo como pastor, sino que en este
Salmo asume la posición de oveja que se siente cuidada por Dios mismo. Y si
David había protegido con delicadeza a sus ovejas, y las había defendido aun a
riesgo de su propia vida, ¿cómo no haría Dios mucho más a a favor de él?

El nombre de Dios, "Jehová"

Hay un nombre propio muy singular en este pasaje. Este nombre se escribe con
las letras hebreas ‫( יהוה‬YHWH). Las formas habituales de adaptarlo al español
son Jehová y Yavé .y muchas veces se usa como el Eterno o el Señor.

Notemos que David se refiere a Dios por su nombre "Jehová". Esto es


significativo porque este nombre subraya el hecho de que él es el único que vive
y existe por sí mismo, el Eterno y en la traducción viviente se menciona como el
Señor.

También podemos ver que el Señor Jesús también se nombra como YO SOY el
buen pastor( juan 10:11), reafirmando que es el mismo Dios.
"Mi pastor"

podemos ver la figura del pastor, pero no lo vemos guiando a multitudes, aquí lo
podemos ver como el pastor del individuo y hasta que se vuelve mi pastor yo soy
una oveja perdida, hasta que se vuelve personal, dejas de ser una oveja perdida
(Isaías 53:6) todos se descarriaron como ovejas.
David no uso esa analogía por azar, la oveja es un animal que necesita ser
guiado, no tiene ese instinto de orientación a diferencia de otros animales que
encuentran su camino a casa, para regresar a su guarida o territorio, pero las
ovejas no, ellas están perdidas aun cerca de su hogar, podemos ver que la
humanidad aun con todos los avances que hay se encuentra irremediablemente
perdida, aún hay vacío y nada llenara ese vacío, necesitamos ser encontrados
(Lucas 15 :4-7)
Cuando un pecador se arrepiente y se vuelve a Dios, Jesús se vuelve su pastor
(juan 10:11,14)

Nada me faltará"

Como ya vimos las ovejas son animales que necesitan ser constantemente
guiados y cuidados. Tal vez sea por esto que el creyente es comparado con
ellos.

David, como una de las ovejas que era cuidada por el Señor, manifiesta su
completa confianza en la bondad de Dios para asegurar todo lo necesario, tanto
en el presente como en el futuro.

Como veremos a lo largo del Salmo, la provisión divina incluye cosas tan
variadas como alimento y bebida, descanso, protección, restauración,
compañía, aliento, dirección, consuelo, gozo, felicidad y gloria.

Y Como mi pastor
Me alimenta,
Me guía,
Me protege
Me restaura
Me pide dar
Esto lo podemos ver conforme vayamos analizando este salmo
"En lugares de delicados pastos me hará descansar"

el principal alimento de las ovejas es el pasto, pero como ovejas de Dios nuestro
alimento es su palabra
La oveja después de comer suele descansar y durante ese tiempo rumia y
regurgita el alimento y se acuesta tranquila, esta es la imagen perfecta de la
palabra meditación en el hebreo esta palabra significa susurrar o murmurarte a sí
mismo, reflexionar una y otra vez, este es uno de los grandes elementos que hace
falta en la vida del creyente, Dios quiere que meditemos y reflexionemos sobre las
grandes verdades de su palabra (Salmo 1:1-3) (Josué 1:8) y es por eso que es
mejor leer una y otra vez el mismo pasaje y entender poner en practica que leer
toda la biblia sin aplicarla.
Siempre es alentador saber que Dios conoce nuestras circunstancias y las
dificultades por las que atravesamos en la vida, y podemos estar seguros de que a
su tiempo nos conducirá por medio de su palabra, en su sabiduría y bondad hasta
su gracia reparadora

"Junto a aguas de reposo me pastoreará"

Nunca podremos descansar si no satisfacemos el hambre de nuestro espíritu y


apagamos su sed, y para eso es necesario atender la voz de Jesús:

(Jn 6:35) "Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá
hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás."

Hoy en día vemos también a muchos creyentes insatisfechos, agitados y sin


descanso. En estos casos, el problema no es que Dios ha fallado como pastor,
sino que la oveja se ha alejado de la comunión con él. No es extraño que
perdamos nuestro descanso cuando correteamos de acá para allá, siguiendo los
caprichos y las fantasías de nuestro malvado corazón. La única forma de
recuperar la paz perdida es volviendo al Señor.

"Confortará mi alma"

La idea es que "restaurará mi alma" o "reparará mis fuerzas". Esto nos habla de
una renovación espiritual profunda, algo que va mucho más allá de un mero
alivio

¡Qué importante es esto! Dada nuestra naturaleza caída, no sólo necesitamos


que el Señor nos alimente; desgraciadamente también pecamos, y por eso
necesitamos ser restaurados y renovados una y otra vez a la comunión con él.
Igual que la oveja descarriada es llevada nuevamente de regreso al redil donde
es curada de las heridas que ha sufrido y vuelve a caminar con el rebaño, así
también nosotros.
cuando regresamos arrepentidos. Él es nuestro Sumo Sacerdote que siempre
está intercediendo por nosotros. Cuanto más tiempo retrasamos nuestro regreso
al Señor, más terreno gana el adversario de nuestras almas.

Y lo hermoso del perdón y la restauración del Señor es que con ellos siempre
vienen nuevas oportunidades de servicio al Señor. (1ª Juan 1;9) aquí se
mencionan dos acciones “perdonarnos y limpiarnos”, cuando confieso mi
pecado, soy perdonado, pero muchas veces quien es perdonado no se quedan
lo suficiente para ser limpiado, es necesario tomarse el tiempo suficiente de
cambiar su pensamiento de otra manera seguirá en el mismo circulo vicioso,
debe hacer un trabajo profundo, no podemos solos, necesitamos de nuestro
pastor

"Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre"

1. Necesitamos ser guiados por el Señor

En oriente, el pastor va siempre delante de las ovejas para descubrir los rodales
de hierba más verde y mejor; y el sendero con menos pedruscos. Y aunque la
oveja no sabe a dónde es llevada, confía en el pastor y le sigue. (juan 10:27)

Nosotros también deberíamos aceptar que necesitamos ser guiados por el


Señor además que contamos con la guía del Espíritu Santo. Y sabemos que
esto es así porque cuando elegimos nuestros propios caminos, esto termina
normalmente por causarnos muchos problemas.

Nos cuesta aceptar que el sitio de mayor bendición para nosotros es siguiendo a
Cristo lo más cerca posible, y dejándonos guiar por él y por el Espíritu Santo
(Juan 16;13)

2. Sus sendas son de justicia

Notemos también que, al tratarse de los creyentes, estas "sendas" adquieren un


sentido moral, por eso son descritas como "de justicia". Debemos entender con
ello que el camino por el que el Señor nos va a llevar siempre es un camino de
rectitud moral. (Isaías 30:21 Proverbios 12:28)

3. Lo hace "por amor de su Nombre"

"Por amor de su nombre" nos recuerda que lo hará para reivindicar el honor de
su palabra y lo inmutable de su fidelidad. (Salmo 117:2) (2ª Timoteo 2:13)

Cuando decidimos separarnos de esta senda, nuestras actitudes acarrean


vergüenza y deshonor al buen nombre del Pastor.

Hasta aquí hemos llegado a la mitad de este salmo que nos ha enseñado
mucho, lo que viene después, veremos que es la sombra de muerte y la figura
de dios como anfitrión.
"Aunque ande en valle de sombra de muerte"
Este versículo ha sido cantado por muchos creyentes en su lecho de
muerte y les ha ayudado a transformar el oscuro valle, en claro día.
yo recuerdo que cuando estaba en trabajo de parto de mi hija
Damaris, llego a mi mente, yo desconocía que estábamos en peligro
de muerte porque me sentía reconfortada por cada una de las
palabras de este salmo.

Pero veamos: Si él nos guía ¿hacia dónde vamos? Cuando él nos guía
por caminos o sendas de justicia, pasamos por sombra de muerte,
este es un lugar de miedo, de muerte y que esta tan cerca que te
llega su sombra. Representa un lugar de prueba y dificultad, cuando
vamos por sendas de justicia siempre habrá oposición, pero solo
iremos de paso, eso quiere decir que no estaremos ahí para siempre

Cuando hay una prueba no es para siempre, siempre saldremos de


ella

Es el valle de sombra de muerte no es valle de muerte, nunca una


sombra nos ha hecho daño, la sombra no tiene sustancia, el 90 % de
las cosas a las que tememos de la ansiedad que nos ataca, son
sombras, muchas cosas de las que sufrimos son resultado de nuestra
mente, pero permitimos que hagan una fortaleza (2 corintios 10.4-5)

Es parte de nuestra guerra espiritual, argumentos imaginación y


pensamientos y no están basados en hechos pues son irracionales,
pero sus ataques son reales, sufrimos, nos preocupamos y dejamos
que la depresión nos atrape, que el temor nos domine, porque hay
una batalla en nuestra mente.

1. Las situaciones oscuras de la vida

notemos que el salmista no sólo piensa en el momento de la muerte.


Lo que está diciendo es que aún en la circunstancia más sombría de la
vida, que sin duda es la muerte, aún allí tiene plena confianza en que
el mismo Dios que ha iluminado su camino durante toda su vida,
también lo hará en esas circunstancias extremas.

Porque lo cierto es que todos nosotros atravesamos situaciones


oscuras y peligrosas en esta vida, en las que necesitamos de la
protección y el ánimo del Señor. Como ovejas estamos siempre
expuestos a múltiples peligros. Pero a pesar de nuestra debilidad,
podemos exclamar como el apóstol Pablo:

(Ro 8:35-39)

2. Mirando a la muerte cara a cara

¡Qué difícil es mirar cara a cara a la muerte! Rápidamente apartamos


nuestra mirada y pensamos en otra cosa. Aun los más valientes
tiemblan en esos momentos.

Pero el cristiano sabe que es sólo una nube que hace "sombra", pero
que detrás brilla el sol con claridad.

Y esto es así porque Cristo venció la muerte, y lo que ahora queda de


ella es solamente una sombra.

(He 2:14-15)

"No temeré mal alguno"


Como ya hemos visto, los peores males de la vida son los que no
existen excepto en nuestra imaginación. Con frecuencia la
incertidumbre sobre el futuro es más difícil para nuestra fe que la
presión por algún mal presente.

Ya sea que miremos al presente o hacia el futuro, nunca debemos


olvidar que el Señor nos ama y nos cuida, y esto hará desvanecerse
todo temor.

(1 Jn 4:18)

"Porque tú estarás conmigo"


Notemos el cambio de pronombre. Hasta este momento el salmista ha
hablado del Señor en la tercera persona "él", pero cuando llega el
momento de atravesar el valle de sombra de muerte, el salmista
utiliza la segunda persona "tú".

Otro cambio que percibimos es que el pastor ya no va delante guiando


al rebaño, sino que ahora se coloca al lado de la oveja para atravesar
por un lugar difícil.

La única razón válida para no temer a la muerte y a las dificultades


que puedan surgir en nuestro caminar por esta vida se encuentra en
el hecho de que el Señor está con nosotros. Él tiene todos los recursos
necesarios y está a nuestro lado. Además, él mismo ya ha pasado por
ese camino de muerte y ahora se coloca junto a nosotros para
acompañarnos y que no nos sintamos solos.

Volvamos a escuchar la promesa del Señor:

(Mt 28:20) "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo."

"Tu vara y tu cayado me infundirán aliento"


1. La vara y el cayado

La vara era un garrote, generalmente acabado en una bola en la que


se incrustaban agudos y fuertes picos y se usaba para luchar contra
las fieras. Por lo tanto, tenía el propósito de defender a las ovejas.

Representa autoridad, he aquí la figura de que la oveja es indefensa,


pero en el nombre de Jesús tenemos poder y él nos respalda. (Efesios
6:10)(

El cayado o báculo era usado como medio de apoyo y también para


guiar al rebaño y corregir a las ovejas.

Representa el trabajo del Espíritu Santo Juan 14:26

Estas dos cosas en las manos del pastor nos inspiran confianza y
aliento. La protección y dirección que como ovejas necesitamos, las
encontramos en el Señor y son simbolizadas aquí por la vara y el
cayado.

2. La disciplina

A primera vista, no parece que haya mucho consuelo en la disciplina.


A nadie nos gusta que nos corrijan. El más leve golpecito de la vara
nos duele.

Pero debemos ver en ello el amor de Dios:

(He 12:5-8)

Dios nos disciplina porque nos ama y quiere hacer de nosotros


personas más santas.
"Aderezas mesa delante de mí"
En este punto del salmo nos encontramos con un cambio de metáfora.
Para David, Dios era mucho más que su Pastor, y a continuación pasa
a describirlo como un Anfitrión que ha preparado un espléndido
banquete al que el salmista es invitado como huésped. Es imposible
agotar todo lo que Dios es para el creyente

1. La hospitalidad

Son bien conocidas las reglas de la hospitalidad entre los orientales en


tiempos bíblicos. El huésped no sólo era acogido en la tienda o casa
del anfitrión, sino que era agasajado admirablemente. La comida y
bebida servidas con generosidad solían ser precedidas de prácticas
casi rituales; proveer agua para que el huésped pudiera lavarse, ungir
su cabeza o derramar sobre ella ungüento, besarlo, etc. (Lc 7:44-46).

2. Invitados a la casa de Dios por su misericordia

Cuando pensamos en que Dios nos invita a su casa, esta es una idea
que nos sobrecoge. Recordemos las palabras de Cristo:

(Jn 14:2-3)

Esto sólo puede ser posible por la misericordia de Dios. No hay otra
forma de explicar que aquellos que éramos enemigos de Dios, seamos
invitados a su casa y allí recibamos todos sus favores.

3. Compromiso

Otro detalle que también debemos recordar es que, en el mundo del


Antiguo Testamento, comer y beber a la mesa de alguien era una
manera de establecer un vínculo de lealtad mutua, y podía significar la
culminación de los arreglos para la concertación de un pacto.

Así fue en la última cena, cuando Jesús dijo: "Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre" (1 Co 11:25).

4. Comunión

Sentarse juntos a la mesa tiene que ver también con la comunión. Es


un buen momento no sólo para compartir alimentos, sino sobre todo
amistad y comunión.

Por ejemplo, cuando nos sentamos a la mesa del Señor, la finalidad es


tener comunión entre nosotros y con el Señor:
(1 Co 10:16-17) Notemos también que esta invitación a la casa de
Dios, no se trata de algo ocasional, para unos días. No, Dios no nos
trata como si fuéramos algún conocido al que invita a pasar un día. Él
quiere que estemos por toda la eternidad en su casa. Recordemos las
últimas palabras del Salmo: "Y en la casa de Jehová moraré por largos
días".

5. Celebración

También es significativo que este banquete se celebra "en presencia


de mis angustiadores" o "enemigos".

Tal vez la escena nos presente la celebración de una victoria, en la


que los enemigos están presentes como cautivos. En ese caso, el
salmista podría observar las caras de odio de sus enemigos,
dirigiéndole feroces miradas, pero incapaces de hacerle ya ningún
daño. Nada puede impedir el disfrute del banquete que Dios le ha
preparado.

(Jn 16:33) "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En


el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo."

6. El banquete

La Escritura nos dice que el Señor Jesucristo presidirá el banquete


celestial al que todos los creyentes hemos sido invitados (Ap 19:7-9).

Y sobre la mesa podremos ver todas las bendiciones espirituales que


él compró para nosotros por su propia sangre. En cierto sentido,
podríamos decir que la mesa ilustra todo lo que Cristo es para
nosotros.

"Unges mi cabeza con aceite"


La costumbre en las fiestas orientales era que el dueño de la casa
diera la bienvenida a sus invitados derramando sobre sus cabezas
delicados perfumes según iban entrando.

1. Sugiere frescura y plenitud

Comparando con otros pasajes, vemos que esta unción es un


verdadero refresco para el alma del creyente (Sal 92:10), al mismo
tiempo que una fuente de gozo (Sal 45:7),

2. Sugiere permanencia
El Nuevo Testamento también trata sobre la unción que nosotros
hemos recibido por medio del Espíritu Santo. Esta unción permanente
nos confirma que somos de Cristo.

(2 Co 1:21-22) "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que


nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones."

(1 Jn 2:27) "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece


en vosotros..."

Deberíamos manifestar siempre este olor agradable de la unción que


hay en nosotros. Pero desgraciadamente, con frecuencia
entristecemos y contristamos al Espíritu Santo anulando así los
efectos benditos de esta unción divina.

El me trata como un invitado honorable

"Mi copa está rebosando"


El salmista considera también su copa llena a rebosar, con lo que
parece querer indicar la plenitud de las bendiciones de Dios que
estaba recibiendo.

Debemos estar contentos con lo que Dios ya nos dio, pue tenemos su
nos bendijo con toda bendición espiritual (Efesios 1:3)

El Señor no sólo quiere darnos vida, sino "vida en abundancia" (Juan


10:10).

"El bien y la misericordia me seguirán todos los días"


El anfitrión no considera acabada su tarea cuando el banquete había
llegado a su fin. El huésped tiene que proseguir su camino, y fuera
aún hay enemigos. Por eso le ofrece una escolta de dos hombres
fuertes que lo acompañen y protejan hasta su destino.

A modo de guardaespaldas van a acompañarle "el bien y la


misericordia", que permanecerán entre él y sus adversarios, de modo
que éstos nunca lleguen hasta él.

El bien para proveernos de cuanto necesitemos en el camino, y la


misericordia para perdonar nuestros pecados.
En cierto sentido podemos decir que el beneficio de haber sido ungidos
con el Espíritu Santo, se prolonga indefinidamente sobre nosotros, y
no sólo en el momento en que lo recibimos.

"Y en la casa de Jehová moraré por largos días"


Como ya hemos tenido ocasión de comprobar, el salmista nos va
presentando continuamente nuevas escenas de nuestra peregrinación
terrenal. Cada una de ellas es un cuadro vivo en el que tenemos que
meditar.

1. El regreso a la casa de Dios

Probablemente David estaba pensando ahora en su regreso a


Jerusalén y al santuario.

Para él la casa de Dios no era simplemente algo para la eternidad,


sino una realidad presente. Veamos cómo lo expresa en otro Salmo:

(Sal 27:4) "Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté
yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo."

Nosotros también deberíamos anhelar el comenzar a vivir así en la


casa de Dios en este tiempo.

2. Nuestra morada eterna

Probablemente David no estaba pensando en una vida inmortal en la


casa celestial de Dios. Pero la expresión es asumida por el cristiano
con su mirada puesta en la "casa del Padre", donde Cristo prepara
lugar para él (Jn 14:2-3). Ésa es la meta última al final de nuestra
peregrinación en la tierra.

La fe, con los ojos puestos en tan glorioso destino, ha sostenido y


alentado a incontables creyentes a la hora de su muerte. El cristiano
sabe que partir de este mundo es ir a estar con Cristo y que con él
está asegurada eternamente su suerte.

3. La casa de Jehová

¡Qué maravilloso poder encierra la palabra hogar! Y ¿qué es lo que


hace que sea tan amada? Es el lugar donde estamos en familia, con
los seres queridos. Jesús lo expresó así: "Para que donde yo esté, allí
también estéis vosotros".

Lo que nos mueve a desear la casa de Dios es fundamentalmente el


deseo de estar en la presencia de Dios y entrar en su reposo.

"4. Por largos días"

David podría estar refiriéndose a una estancia prolongada en


Jerusalén, pero también puede ser entendido como una alusión a la
eternidad.

No olvidemos que somos invitados a su casa no como un visitante que


está de paso, sino como hijos que formamos parte del hogar.

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