Dialnet MalagaEnElBolsillo 6930591
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unto a la cartografía básica de Málaga, de El preámbulo temporal de esta cartografía se remon−
formatos y escalas mayores, de carácter más ta a los usos de quienes fueron durante siglos los
técnico y oficial, se cuentan también otras viajeros por antonomasia, los navegantes. Marinos
piezas más modestas de cartografía derivada, en a los que se debe el desarrollo de una innovadora
formatos de mano y escala menor, pero de atrac− cartografía para guiarse en sus travesías con ayuda
tiva variedad y no carentes de otros méritos. Y de la brújula: son las cartas portulanas en las que se
también mapas, cartas y planos de libros maneja− señalan los rumbos y una apretada nómina de puer−
bles, en estuches, sueltos, desplegables, siempre tos a lo largo de las costas, entre los que destaca,
transportables, pensados para ilustrar al curioso, desde la Carta Pisana, la primera conocida de esta
para echárselos al bolsillo y acompañar al viajero, clase, el nombre de Málaga resaltado en rojo, como
o para guiar al visitante. Dada la condición de Má− se hacía con los puertos de importancia. Una forma
laga como secular punto de tránsito y destino de habitual de presentación de estas cartas era encua−
viajes, no es de extrañar que haya sido y sea toda− dernarlas en libritos, los llamados portulanos, que
vía la protagonista de un abundante repertorio de pilotos y mercaderes guardaban celosamente, al es−
cartografía viajera. tilo de aquel del genovés Pietro Vesconte de 1325,
un pequeño volumen en pergamino de 33,5 centí−
metros por 23,5, en el que Málaga sobresale junto a
un nudo de rumbos a las puertas del Mediterráneo.
Esta aparición de Málaga gen de pequeño tamaño (17 x 24 del Puerto y parte de la ciudad de
como destino marítimo privilegia− cm), que es toda una primicia y Málaga perteneciente al Cuader−
do se refuerza aún más en la car− que alcanza notable difusión, re− no 3º del Portulano de las Costas
tografía náutica posterior, dando pitiéndose en numerosas edicio− de la Península de España, el libro
lugar a una imagen pionera: junto nes hasta el siglo XIX. He aquí de puertos publicado por la Direc−
a los mapas y planos manuscritos cómo Málaga hace su entrada en ción de Hidrografía española en
en grandes formatos y de circula− la cartografía impresa de la mano 1813. Con un dibujo y grabado
ción restringida que por entonces de la cartografía viajera de bolsi− muy precisos se indican las son−
manejan los ingenieros militares llo. das de fondos, los muelles Viejo
y oficiales de la administración, y Nuevo, el frente urbano hacia la
surge la primera pieza cartográfi− El esquematismo de la carta fachada marítima, el reciente tra−
ca impresa específica de Málaga, de Roux es rebasado medio si− zado de las alamedas Principal y
el plano de la bahía, el puerto y glo después por otra de la misma de los Tristes, el espigón y rambla
la ciudad contenido en el libro de estirpe, también de uso viajero, del Guadalmedina, y las fortifica−
puertos y radas del Mediterráneo reducida y manejable, pero de ta− ciones de la Alcazaba y Gibralfa−
que publica en 1764 el francés Jo− maño algo mayor (27 x 33 cm) y ro.
seph Roux, una esquemática ima− de calidad muy superior: el Plano
La carta de Málaga de 1813 desplazó a la de algo mayor (32,5 x 34 cm) y con más detalle, anun−
Roux como modelo en los portulanos al uso hasta cia los formatos ampliados que tendrían en lo su−
mediados del XIX y tuvo una amplia difusión sin cesivo las cartas o planos de puertos gracias a los
apenas modificaciones, hasta la puesta en circula− avances de los levantamientos y técnicas de repro−
ción de otras de nuevo cuño, como la británica de ducción, dejando atrás a los primitivos portulanos
Richard S. Rundle de 1848. Editada en un formato de bolsillo.
Málaga, escala de viajeros y de los primeros turistas: así se aprecia en el mapa de la ruta
seguida por el inglés A. C. Andros que se muestra en su libro de viajes Pen and Pencil Sketches of a
Holiday Scamper in Spain, publicado en Londres en 1860. The British Library, Londres.
Precisión y detalle actualizado para el turista: plano de Málaga de la Oshea’s Guide to Spain and Portugal, Londres &
Edimburgo, edición de 1895, cartografía de J. Bartholomew, estampado en litografía. The British Library, Londres.
Al adentrarnos en el siglo XX, toda esta gama de puesto, las publicaciones de las editoriales extran−
cartografía se diversifica y amplía, al tiempo que jeras suministran un cuantioso repertorio de planos
Málaga se consolida como foco turístico, con un de Málaga en el primer tercio del siglo, a los que
puerto que empieza a recibir la llegada de cruceros. se suman los patrocinados por organismo oficiales,
Las consecutivas guías locales, de Ramón Urbano, que en estas décadas comienzan a implicarse en el
de Benítez Ferreter, de Valero Enfedaque, y, por su− fomento del turismo.
La cartografía viajera de bolsillo se decanta por nuevo empuje con la expansión del transporte a mo−
una decidida vertiente turística, con planos que van tor por carretera, que favorece aún más la prolifera−
más allá del simple callejero, ubicando hoteles, alo− ción de la cartografía viajera, junto con el nacimiento
jamientos, lugares de visita y otras direcciones de de una particular faceta de esta: los mapas y planos
interés para el turista, y atreviéndose a renovar sus concebidos al servicio del automóvil, un ramo en el
presentaciones, como denota el llamativo grafismo que Málaga es motivo recurrente y centro productor.
modernista del Plano−Guía de Málaga editado por
la Oficina de Turismo del Ayuntamiento con dibujo En 1924 el mismo Revello publica una Guía del
de José María Revello en 1928, precisamente el año automovilista desde Málaga a las provincias de An−
en que naciera su hijo, el pintor Félix Revello de dalucía y Madrid con esquemas y perfiles de ruta,
Toro. Un plano al que seguiría una segunda versión distancias, croquis de circulación por la ciudad y un
en 1929−30 con una orla fotográfica de vistas y mo− mapa de Andalucía. Y en 1929 Fritz Koethke publi−
numentos de Málaga que contribuye a respaldar su ca asimismo en Málaga una Guía del Turista para
intención promocional. Andalucía, pero centrada en la población malaci−
tana, con versiones en varios idiomas e ilustrada
El impulso que supuso el ferrocarril para la inten− con mapas y planos en los que priman las vías de
sificación de los viajes recibe en estos momentos un circulación rodada.